El Mono Desnudo Como Ser Social

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EL MONO DESNUDO COMO SER SOCIAL

La sexualidad que hemos formado no se ajusta a un único modelo sino que es una maraña

plural y cambiante que se ajusta constantemente a circunstancias, ambientes y momentos,

siendo un producto social. [ CITATION Hen07 \l 9226 ], por lo que no se podría tener una

definición de pasos para vivir la sexualidad, ya que el cómo se de esta, depende de

diferentes factores socioculturales.

Alardeamos de un mundo moderno, innumerables cambios tecnológicos que van más

allá de lo que nuestra propia imaginación pudiese haber imaginado, un mundo donde se ha

hecho posible hablar y ver a una persona que está a millones de millas de distancia, ya no

es necesario gastar tanto tiempo en el orden de una casa, para eso se elaboraron

electrodomésticos que lo facilitan todo, llegar a algún destino es más fácil aun, ya hay

medios de transporte por do quier, ya no es necesario tomarse el trabajo de ir hasta una

librería y tomar enormes libros para buscar la historia o definiciones de conceptos, todo

está a un solo clic de la computadora; ya existen muchas formas de relacionarse sin

necesidad de pensar en matrimonio, pues estamos en el derecho de decidir con quién estar

sin o con compromiso sin provocar un escándalo pero aun, inevitablemente se nos es difícil

aceptar con la misma facilidad la sexualidad que llevamos, el como la vivimos y la cantidad

de experiencias con las que la hemos combinado, ya no es solo sexo por procreación, ya no

es solo sexo con una pareja; ahora el hombre ha llevado a un punto máximo su búsqueda
por el placer pese a que en su mayoría esconden tras una cortina o una puerta sus más

placenteras perversidades.

Desde el siglo II el cristianismo a determinado las prohibiciones y prescripciones

sexuales que van a regir en el mundo occidental. Bonnassie 1984:143 tomado de [ CITATION

Hen07 \l 9226 ], por lo que aquel modernismo alardeado no es más que el modernismo que

la cultura y las religión nos ha permitido, ya que no somos y hacemos lo que queremos sino

aquello que nos han dejado.

El ser humano se encuentra en una cultura con diversidad de pensamientos, reglas y

creencias que lo encierran en un círculo confuso en el que se ve permeado por una

comunidad “civilizada” que lo impulsa hacia una dirección y su instinto primate que lo

lleva hacia otra. [ CITATION Des \l 9226 ], pero sin lugar a duda su conducta es una compleja

combinación entre el “querer ser” y el “deber ser”, ya que para poder ser aceptado y

facilitar su convivencia es preciso que cumpla con ciertas pautas de comportamiento.

Es pues preciso que para esta aceptación todos debamos apropiarnos de ciertas

habilidades no solo para comunicarnos sino para hacerlo de una forma efectiva que no nos

margine en la sociedad, por lo que existen las habilidades sociales como conjunto de

capacidades que nos permiten ejecutar aquellas conductas aprendidas que cubren

nuestras necesidades de comunicación interpersonal y responden a las exigencias y

demandas de las situaciones de forma efectiva facilitándonos la interacción con el otro,


creando conductas que abarcan sentimientos, creencias y valores en pro de la construcción

de actitudes que alimentan la interacción positiva con los demás.

En nuestra cotidianidad, cada acción que realizamos conlleva a un acto social y/o

relación con el otro que determina en gran medida (facilitando o entorpeciendo) nuestro

deseo de bienestar por lo que la interacción social más que un componente más de nuestras

vidas, se convierte en un aspecto vital para nuestro bienestar y parte esencial en nuestra

vida, esto explica que muchas de las dificultades que se tienen en gran medida están

rodeadas o dentro del marco sociales; por tanto es de vital importancia poseer habilidades

sociales en tanto son estas las que garantizan un bienestar social que contribuye a nuestro

bienestar individual, pero de igual forma es de vital importancia señalar la importancia y

vitalidad que posee la sexualidad en nuestra naturaleza, Morris en su libro “el mono

desnudo” realiza una descripción sobre el papel que desempeña la sexualidad en nuestra

supervivencia, haciendo alusión a que el mono desnudo ha adquirido ciertas cualidades y

desarrollado ciertas virtudes y comportamientos pero inevitablemente sigue en el ese

primate impulsivo, lo cual explica la forma en la que pese a los intentos ha sido muy difícil

y en situaciones muy imposible lograr erradicar ciertos comportamientos e impulsos.

Es inevitable que en nosotros continúe operando un pequeño primate que pareciera estar

al asecho de la situación precisa para relucir un comportamiento meramente primitivo y

totalmente placentero como la sexualidad, que si bien en un principio de nuestra historia


animal fue solo utilizado como método de conservación de nuestra especie, se ha

convertido en una acción muy divertida y bastante placentera.

Quizá vista desde un pensamiento perruno y desde la perspectiva de cualquier otro

animal, es un acto bastante extravagante el ritual que se lleva a cabo para el acto sexual que

además no siempre es para procrear [CITATION jar97 \l 9226 ] y que ciertamente es bastante

extravagante en comparación al acto sexual de los demás animales, y es este el punto en el

que el homo sapiens como se ha denominado así mismo el hombre, o el mono desnudo

como lo denomina Morris, está siendo permeado por culturas y religiones que le cohíben

innumerables acciones primitivas y le ha creado normas de conducta que pese a que se vea

como algo opresor le ha permitido de cierta manera hacer parte de una “buena” convivencia

en un ambiente social; ambiente social que es indispensable para el desarrollo humano, por

lo que la cultura ha adornado las actividades del mono desnudo a tal punto de que el

apareamiento, más que una acción por la naturaleza de la conservación de la especie, se ha

convertido en un ritual más complejo dotado de multiplicidad de cosas.

Esta es una sociedad que además de prohibir ciertas conductas reniega y niega su pasado

evolutivo; las diferentes concepciones del surgimiento de la raza humana ha sido un tema

que ha traído consigo innumerables guerras y conflictos, que a la final podría radicar en un

punto; el ser humano frente a su necesidad de creerse superior y único entre los demás

animales rechaza rotundamente la idea de que si bien posee ciertas características muy

particulares no solo físicas sino también mentales, en esta misma medida y mucho más de
lo que quisiera aceptar comparte innumerables características con otros primates y demás

animales, pero sin lugar a duda, este es otro aspecto que se ha visto permeado por el

cristianismo, que ha puesto al hombre en un pedestal y al mismo tiempo le ha oprimido en

muchos aspectos de su vida, y el punto en este momento no es narrar las innumerables

formas en que la religión ha cegado al ser humano, sino señalar como esta ceguera le ha

ocasionado insatisfacción al ser humano con lo que es, ya que aquellos impulsos y

sexualidad que como primates poseemos, se ha visto envuelta en señalamientos por la

religión, marginándolos como “indebidos”, “pecados”, lo cual introduce al mono desnudo

en un conflicto entre su deseo, sus pasiones, sus impulsos y la cultura y la religión.

Más allá de que el ser humano acepte o no su ascendencia animal, es preciso también

aceptar la sexualidad tan perversa que poseemos y con perversa no hago referencia por la

perversidad de los rituales que menciona Diamond o Morris sino al morbo que se le ha

añadido al encuentro sexual, a tal punto que no basta con tener relaciones sexuales para la

reproducción y satisfacción sino que se ha visto envuelto en innumerables acciones

demasiado complejas que lleva a cabo en el acto sexual, que si bien sirven par a la

satisfacción, se ve sumergida en cuestiones que inevitablemente se han hecho bastante

controversiales en la sociedad.

La sexualidad es pues un cruce entre los impulsos de un primate con deseo de placer y la

exigencia de unas normas impuestas por el mismo grupo de monos desnudos “sometidos” a

estas. Pero esto es algo que va mas allá, no es algo tan sencillo, es algo realmente complejo,
por lo mismo es muy difícil poder explicar a una sociedad que si bien no ha logrado aceptar

su herencia primate le es bastante complicado aceptar lo que realmente desea y siente.

Paola Andrea Acevedo Pardo


Psicología seccional occidente
01-04-2015
Bibliografía

Diamond, J. (1997). ¿poque es divertido el sexo? madrid: debate.

Moncrieff, H. (2007). sexualidad y sociedad moderna: el saber de que aun no somos del

todo "libres". a parte rei. Revista de filosofia.

Morris, D. (1973). el mono desnudo. barcelona: circulo de lectores.

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