La Obra Histórica de Paulo Orosio

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 14

Revista Onoba

2017, Nº 05, 89-101 ISSN: 2340-3047

La obra histórica de Paulo Orosio y sus diferencias


con Agustín de Hipona: Transmisión de conceptos
historiográficos en la Antigüedad Tardía

The historical Works of Paulus Orosius and his differences with Augustine of Hippo:
Transmission of historiographical concepts in the Late Antiquity

Antonio José Meseguer Gil


Universidad Nacional de Educación a Distancia

Recibido: 21/02/2016 Aceptado: 19/05/2017


Revisado: 20/01/2017 Publicado: 23/06/2017

Resumen Abstract
En esta contribución pretendemos identificar y In this contribution we intend to identify and
analizar cuáles son los conceptos que rigen la visión analyze which are the concepts leading Paulus
que de la Historia tiene el hispano Paulo Orosio, que Orosius’ views on History. This author wrote
escribió Historiae aduersus paganos a principios Historiae aduersus paganos at the beginning of
del siglo V d. C. bajo la influencia de Agustín de the V century AD under the influence of Augustine
Hipona. Exploramos los orígenes y trayectorias de of Hippo. We explore the origins and paths of
estos conceptos para determinar los mecanismos those concepts in order to determine the ways in
de transmisión a través de los que han llegado a la which way they reached the orosian work. For this
obra orosiana, teniendo en cuenta las fuentes de purpose, we will consider the sources nourishing his
las que se nutre su obra. Hablamos de conceptos work. We talk about concepts such as universalism,
tales como el universalismo, que ejerce de marco the spacetime framework in which the work is
espacio-temporal en el que se desenvuelve la obra developed and the providentialism, being used as
y el providencialismo, que sirve como eje temático the main theme. These patterns are particularized
e interpretativo. Estos patrones se concretan en in guidelines like the reinterpretation of the
pautas como la reinterpretación de la fórmula de translation imperii formula, the identification of
translatio imperii, la identificación de Roma con Romen with christianism and the theologization
el cristianismo y la teologización de la monarquía of the monarchy, referring to characters such as
en torno a las figuras de Octavio Augusto y Cristo. Octavius Augustus and Christ. We will focus on the
Pondremos especial atención al filtro que puede filter Augustine of Hippo –addressee of the work
suponer Agustín de Hipona, destinatario de la and master of its author- may be for the reception
obra y maestro de su autor, de cara a la recepción of pagan and Christian literary traditions in the
orosiana de las tradiciones literarias paganas y work of Orosius.
cristianas.

Palabras Clave Key words


Paulo Orosio, Agustín de Hipona, filosofía, Paulus Orosius, Augustine of Hippo, philosophy,
teología, Antigüedad Tardía. theology, Late Antiquity.

antoniojose.meseguer@gmail.com

89
90 La obra histórica de Paulo Orosio y sus diferencias con Agustín de Hipona

1. Objetivos su exposición histórica, las claves para su compren-


La época que ve confluir a los padres latinos y sión. Sus conceptos historiográficos son comunes
griegos de la Iglesia es en la que aparecen ya claros en los historiadores cristianos y los apologetas par-
algunos síntomas de los profundos cambios en las ticipantes en la polémica contra el paganismo, y
estructuras de poder romanas y en las mentalida- en general de los participantes de esta “religión de
des de aquellos que se encontraban dependientes de historiadores” (Bloch, 2001, 42). Sin embargo, aquí
ellas. Consecuentemente, es un tiempo de prolíficos trataremos de profundizar en los caminos que estas
teólogos y apologetas, que daban carta de naturale- ideas han recorrido para llegar a Orosio y cómo han
za en el plano intelectual a la definitiva unión en- adquirido cierta originalidad o, en el caso contrario,
tre el estado imperial y el cristianismo. Uno de los conservan su dependencia, con respecto a las tradi-
intelectuales eclesiásticos más infravalorados en su ciones pagana y cristiana que envuelven la Anti-
época fue el presbítero hispano Paulo Orosio, cuya güedad Tardía.
actividad se realizó bajo los auspicios de Agustín de
Hipona. En paralelo a la confección de De ciuitate 2.1. Universalismo como concepto ¿interpreta-
Dei, el obispo africano encargó al joven y devoto tivo o retórico?
Orosio la redacción de una historia universal en El interés por los procesos de génesis es un fenó-
un tono apologético y providencialista, siguiendo meno casi inherente a cualquier programa ideológi-
los cánones de la teología política que el mismo co elaborado. A la hora de escribir una historia so-
Agustín estaba creando para articular la influencia bre la evolución de la relación entre el mundo terre-
de Dios en el mundo desde su creación. Esta fue la nal y el mundo divino, el tener claras las nociones
Historiae aduersus paganos, redactada plausible- de principio y final era una cuestión fundamental.
mente en la segunda mitad de la década del 410 al El cristianismo, religión cuyo origen es posible se-
420 d. C. 1 ñalar en una línea del tiempo, necesitaba ratificar la
antigüedad de su doctrina –y por ende, su autenti-
En esta publicación analizamos cuáles son los cidad- conectando con el Antiguo Testamento. Los
conceptos que rigen la visión que de la Historia teólogos y eruditos cristianos buscaron proyectar
tiene Paulo Orosio. Exploramos los orígenes y tra- una visión amplia de la Historia, lo que conocemos
yectorias de estos conceptos para determinar los como “universalismo”. Los nuevos cristianos, sus-
mecanismos de transmisión a través de los que han trato creciente en el Bajo Imperio, podrían enfren-
llegado a la obra orosiana. Tenemos en especial con- tarse por primera vez a la “perspectiva de la historia
sideración a Agustín de Hipona, maestro de Orosio universal” (Momigliano, 1993, 98).
y destinatario de Historiae aduersus paganos. Salvando lo que parece una contradicción apa-
Este no pretende ser un análisis exhaustivo de la rente, para conseguir abarcar algo de carácter uni-
obra de Paulo Orosio, sino que intenta abordar una versal, hay que fijarle límites: un principio y un
cuestión concreta del tema a partir de un volumen final. Así, la interpretación cristiana de la Historia
bibliográfico variado que atienda a las distintas mo- estuvo marcada por la lectura de los textos sagra-
dalidades interpretativas con las que los historiado- dos, que establecían una organización lineal inequí-
res y filólogos se han aproximado a la Historiae voca. Todo este complejo de ideas llega a la obra
aduersus paganos. de Orosio por medio de la tradición bíblica y de
los teólogos cristianos, constituyéndose como un
2. Orígenes e influencias en sus conceptos his- concepto básico en el que el mismo Agustín hacía
tóricos hincapié en su obra. Este enfoque suponía un con-
Trataremos ahora de explorar las principales traste absoluto con las percepciones paganas de la
nociones en torno a las cuales Paulo Orosio ordena Historia, marcadas por los argumentos cíclicos y
estáticos, y completamente exentas de las nociones
1 La cuestión de la fecha de composición de las obras de de linealidad o finitud. Que el punto final de la His-
Orosio está planteada de manera ecléctica en la introducción toria terrenal esté marcado por el Imperio Romano
de Eustaquio Sánchez Salor a la edición española de las
Historiae [Orosio. Historias contra los paganos. Edición
es una cuestión que se tratará más adelante.
de Eustaquio Sánchez Salor. Madrid: Gredos, 1982], y se A pesar de que Orosio no elabora una teoría on-
puede comparar con la visión más actualizada que recoge tológica propia sobre el tiempo (Martínez Cavero
Martínez Cavero (2002). et alii, 1995, 256), hereda de Agustín la capacidad

Revista Onoba, 2017, Nº 05


Antonio José Meseguer Gil 91

de dividir la Historia en segmentos marcados en su es la descripción del mundo que realiza Orosio en su
inicio y final por un acontecimiento concreto, tal y primer libro2, y que confeccionó a partir de la Na-
como se ve por la división de los siete libros de su turalis Historia de Plinio el Viejo. A pesar de que
obra. Aunque el final de los tiempos sí esté domi- Orosio afirme que pretende universalidad (Oros.,
nado por una retórica biológica, la división de los Hist. 5, 2, 6), no ofrece una descripción geográfica
mismos no heredará la concepción augustiniana, exhaustiva, ni siquiera exacta, lo que ha llevado a
que los asemeja a las edades del hombre. El princi- relativizar este factor como una mera presentación
pal elemento en común entre ambas será la inviola- del escenario donde ocurre la Historia (Molina Ma-
ble primacía de la venida de Cristo, la petra medio rín, 2010, 383), para que cuando “se hable de las des-
rerum posita de la Historia. Esta división lineal gracias de guerras y enfermedades ubicadas en un
dista mucho de planteamientos también biológicos lugar, los lectores entiendan mejor no sólo la im-
pero, sin embargo, cíclicos, como el de Séneca, que portancia de los hechos y su tiempo, sino también
considera al Imperio una nueva infancia del mun- la de los lugares” (Oros., Hist. 1, 1, 17)
do. El verdadero acercamiento de esta teoría al cris- El uso de un escenario universal lleva al empleo
tianismo se produjo de mano de Lucio Aneo Floro, de actores diversos, y esto lo llevará a prestarle mu-
que en su epítome de la obra de Pompeyo Trogo cha atención durante sus primeros libros a la Histo-
establece una concepción lineal del esquema biolo- ria de pueblos que no son el romano, esto es, de Gre-
gicista de la historia romana (infantia, adolescen- cia, Oriente Próximo y África. Sin embargo, existe
tia, iuuentus, senectus), lo que sería aprovechado una contradicción aparente entre el enfoque uni-
para la cristianización de la teoría por parte de au- versalista y el público al que Orosio dirige su apolo-
tores como Lactancio que adopta el esquema, e in- gía –romanos paganos-, ya que estas civilizaciones
cluso lo completa añadiendo la pueritia (Lactant., no tienen una trascendencia decisiva en el cometido
Div. inst. 7, 5) (Baura García, 2012, 56). de convencer a los paganos sobre la importancia del
A pesar de que el propio Cristo advirtiera a sus cristianismo. Su inclusión como escenario secun-
discípulos “No os corresponde a vosotros el saber los dario se justificaría en la misión de ilustrar a esta
tiempos y momentos que tiene el Padre reservados como una religión antigua de raíces hundidas en la
a su poder soberano” (Hch 1.17), el planteamiento tradición judaica (Martínez Cavero, 1990, 323). Y
universal llevaba implícito un cierre escatológico es que, como vamos esbozando, antes de la venida
para la Historia. En este asunto es también Orosio de Cristo, el papel ideológico del factor romano y
un fiel partícipe de la ortodoxia cristiana, reforzada de las civilizaciones con las que se relaciona tiende a
en sus tiempos por hombres de la talla de Agustín instrumentalizarse a favor de la Providencia, pues-
de Hipona o Jerónimo de Estridón que siguen el to que los romanos no son estrictamente el Pueblo
Nuevo Testamento para establecer la necesidad de Elegido para la salvación, sino los cristianos, que no
un final para la Historia, dando un paso más en su existían en aquellos tiempos3.
teologización. Muchos fueron los cálculos estable- Hemos visto en este apartado como el concepto
cidos por diversos autores cristianos para anticipar universalista de las Historiae de Orosio tiene una
el final de la Historia y, aunque Orosio no participe relación ineludible con la visión cristiana de la His-
de ellos, sí que relacionaría el final del mundo terre- toria, y su refuerzo augustiniano. Y, sin embargo,
nal con un acontecimiento muy concreto. Orosio como se aprecia al estudiar su exposición geográ-
está empapado de la idea de la inmortalidad de la
civilización romana, y por eso mismo relaciona el 2 Es una de las distintas cuestiones sobre la obra de
Orosio que ha generado una bibliografía propia, pues ha
fin de los tiempos con la muerte –una vez más en sido tratada en distintos estudios sobre su obra y en trabajos
términos biologicistas- de una civilización que ha sobre la Geografía en la Antigüedad. Destacamos aquí la
madurado y se ha vuelto senescens en el período clásica monografía de Yves Janvier [(1982). La geographie
existente entre la venida de Cristo y la undécima d’Orose. París: Les Belles Lettres]
persecución de los cristianos, que será liderada por 3 La gloria de la Roma republicana es uno de los avatares
el Anticristo y significará el final del mundo terre- terrenales de la Historia antes de Cristo. “Si se consideran
felices aquellos tiempos porque en ellos aumentaron las
nal, tal y como señala el Apocalipsis. riquezas de una sola ciudad, ¿por qué no se consideran
Aparte de la cronología, el otro elemento nece- más bien desafortunados porque en ellos desaparecieron
sario para establecer el concepto de universalidad poderosos reinos con lamentable pérdida de muchos y bien
cristiana y orosiana es la geografía. Muy conocida desarrollados pueblos?” (Oros., Hist. 5, 1, 4.)

Revista Onoba, 2017, Nº 05


92 La obra histórica de Paulo Orosio y sus diferencias con Agustín de Hipona

fica, la universalidad es un concepto instrumenta- en absoluto cuando impere sólo la religión.” (Oros.,
lizado -¿una aplicación retórica? (Neffelen, 2012, Hist. 1, pról. 10-14)
170-171)- para presentar una auténtica ruptura con
la concepción limitada y romano-céntrica que pri- Se produce la cristianización, sobre todo en el
ma entre los historiadores clásicos. Esto sirve para libro VII, de los prodigios omnipresentes en la his-
proyectar una imagen diferencial en la interpre- toriografía pagana (Martínez Cavero, 1997). Por lo
tación cristiana del mundo, aunque la realidad sea tanto, la misma función inicial de las Historiae, el
que la historia romana es el elemento ineludible y desarrollar un catálogo de desgracias, expone las
articulador del mundo en la obra de Orosio, sobre posibilidades del eclecticismo cristiano con respec-
todo tras el nacimiento de Cristo. Si tenemos esto to a la cultura pagana.
en cuenta, podremos llegar a entender las concep- Esto nos lleva a respaldar a F. Fabbrini, defensor
ciones de Orosio sobre la relación entre la Historia de la originalidad del método orosiano, cuando afir-
y Roma como un hábil ejercicio de aplicación de los ma sobre la polémica del hispano contra los paganos
conceptos cristianos sin renunciar a la formación que no se trata de una polémica doctrinal contra
desarrollada durante siglos por los historiadores en esta o aquella filosofía de la Historia, sino contra un
un mundo plenamente imbuido en la ideología ro- modo popular y difuso de percibir los hechos histó-
mana e imperial, sino solo disimulándola para su ricos, de por sí pagano. (Fabbrini, 1979, 87). Orosio
provecho. y los cristianos usan la idea pagana del fatum, que
asimilan a la Providencia cristiana y que llegaba al
2.2. Providencialismo. La inapelable línea entorno agustiniano a través de las influencias es-
conductora. toicas y helenísticas. Esta cuestión está relacionada
“Sin lugar a dudas, los reinos humanos son es- con las grandes diferencias de Agustín y Orosio con
tablecidos por la providencia divina. Si alguien respecto al tratamiento de Roma: el hispano no po-
los atribuye al destino porque con dicho término dría desprenderse por completo del uso que hace Li-
designa a la propia voluntad o potestad de Dios, vio del fatum como noción de la predestinación de
mantenga su opinión, pero corrija su lenguaje” la grandeza de Roma4. Sin embargo, Tito Livio es-
(August., De civ. D. 5, 1). La Providencia es otra de tablece la diferencia entre Roma y los otros pueblos
las constantes ideológicas en la obra de Orosio, en inferiores por el ejercicio de los valores romanos
consonancia con el pensamiento de su tiempo. Por tradicionales; mientras que para Orosio el factor de
esta, Dios es el autor de todos los comportamientos grandeza, el cristianismo, puede ser transmitido a
y acontecimientos de la Historia, sean ajenos o con- todos los pueblos. La confluencia está en que son
cernientes al pueblo cristiano; buenos o aparente- los romanos los que la han desarrollado y estaban
mente malos para este. Por lo tanto, nada responde predestinados a convertirla en la única religión.
al azar o a la falta de control de Dios, sino que todo La trasfusión de la óptica providencialista a
lo acontecido forma parte de su plan. Partiendo de los autores cristianos toma el carácter de concep-
la división del mundo en antes y después de Cristo, to historiográfico a partir de la aprobación estatal
Orosio presenta un sinfín de miseriae para demos- del cristianismo desde el reinado de Constantino,
trar que los tiempos paganos fueron peores que los contemporáneo de Lactancio y Eusebio de Cesarea,
cristianos, como propone en su prólogo: de los que Orosio es deudor. Lactancio, en su De
mortibus persecutorum sería uno de los primeros
“Me ordenaste, pues, que de todos los registros historiadores en poner a la vengativa Providencia
de historias y anales que puedan tenerse en el mo-
mento presente, expusiera, en capítulos sistemáti- 4 Tito Livio es un paradigma, pero de ninguna manera
cos y breves de un libro, todo lo que encontrase: un caso excepcional. En las postrimerías de la República y
ya desastres por guerras, ya estragos por enferme- en el período augusteo se configuraría la compleja imagen
dades, ya desolaciones por hambre (…) Tras mi de Roma como caput mundi o como urbs aeterna,
análisis, ha quedado claro que reina la sangrienta manifestaciones providencialistas del fatum que se plantean
como el contexto ideológico en el que el cristianismo crece
muerte, cuando la religión, enemiga de la sangre, es y adquiere vigor intelectual. Para ampliar, vid. Gómez
olvidada; que, mientras la religión brilla, la muer- de Aso, G. (2011). “Paulo Orosio: una interpretación de la
te se obscurece; que la muerte termina, cuando la historiografía providencialista cristiana ante la caída de
religión prevalece; que la muerte no ha de existir Roma en el 410”, De Rebus Antiquis, 1, 99-114.

Revista Onoba, 2017, Nº 05


Antonio José Meseguer Gil 93

como eje de su obra histórica, en la que esta va cau- pueblos bárbaros, cuya manifestación en Hispania
sando las terribles muertes de los tetrarcas. Es esta en el año 409 y Roma en el 410 eran el desenca-
una caracterización de Dios muy acorde con los denante de la redacción de Historiae aduersus
tiempos radicales vividos por los cristianos de co- paganos y De ciuitate Dei de Agustín. ¿Qué pa-
mienzos del siglo III, en el marco de la persecución pel cumplen los bárbaros como agente histórico en
de Diocleciano. la obra de Orosio? Estos serán tomados como un
Pero las raíces de las ideas de Lactancio y Oro- elemento maleable (Nuffelen, 2012, 171) en el dis-
sio sobre la Providencia pueden rastrearse también curso de Orosio, que los asimilará a la omnipotente
hasta la figura de Cipriano de Cartago, que murió secuencia de la Providencia: siguiendo el esquema
como mártir en el año 258. Este era partícipe del ya peccatum-punitio (Martínez Cavero, 2002, 264),
comentado sentido biologicista de la Historia, cuyo las invasiones son siempre respuestas de la Provi-
planteamiento escatológico está relacionado con un dencia a ataques contra el cristianismo como son
aumento de las desgracias: los males del mundo te- las persecuciones, la persistencia del culto pagano o
rrenal se deben a que este envejece –la noción de la herejía de los emperadores6. Esto se ve claramen-
Roma senescens en la obra de Orosio-. Esto puede te en el capítulo 27 del libro VII de las Historiae,
conciliarse con la idea del juicio de Dios y aplicarse donde cada una de las persecuciones cristianas y sus
en la apología orosiana por ser una constatación de consecuencias se equiparan a las diez plagas bíblicas
que: “Si Él es el señor del mundo, si Él lo gobierna, de Egipto (Ex 8-11).
si regula todas las cosas de acuerdo con su arbitrio y Si en los siglos IV y V se veía una identificación
voluntad, si no sucede sino aquello que Él quiere y plena Romanitas-Christianitas, la cultura popu-
permite, es evidente que esos males que sobrevienen lar asimilaría como enemigo de ambas realidades a
como manifestación de la ira y venganza divina no los que lo son de una: el bárbaro es también hereje,
suceden por culpa nuestra, que adoramos a Dios, por lo que perjudica tanto a la romanidad como al
sino que vienen ordenados por culpa de vuestros cristianismo. En este punto sería original la con-
delitos y de vuestros merecimientos” (Cipr., Ad cepción de Orosio sobre los bárbaros, considerados
Demetr. 3) 5. Por lo tanto, Orosio rechaza una de las una circunstancia instrumental en el marco de un
constantes de las primeras refutaciones teológicas providencialismo extremo. La utilización de los
cristianas, que es el dar credibilidad a la existencia bárbaros es un rasgo del “optimismo” histórico de
de los dioses paganos y asimilarlos como poderes Orosio que, en la progresión lineal del mundo ha-
malignos e inferiores: cia una realidad mejor, plantea el estado romano-
barbárico (unión de Romania y Gothia) como una
“Os pregunto: antes de Tiberio, es decir, antes de realidad potencialmente positiva. Esta interpreta-
la venida de Cristo, ¿cuántas calamidades cayeron ción, reforzada en el siglo V con los ejemplos de
sobre el orbe y la urbe? (…) Pero ¿dónde estaban eclesiásticos como el papa León I o San Severino de
entonces, no diré ya los cristianos que desprecian Nórico, crearía una tendencia a la conciliación de
a vuestros dioses, sino los mismos dioses vuestros, elementos romano-barbáricos que se manifiesta con
cuando un cataclismo destruyó el orbe entero, o – la Historia Augusta, Casiodoro o Jordanes. Afir-
como pensó Platón- solamente las llanuras?” (Tert., ma acertadamente Santos Mazzarino que sólo la
Apol. 40, 3-5) concepción historiográfica iniciada por Orosio, in-
fluida por la Ciudad de Dios, podía tender puen-
Esto lo hace para atribuir todo el poder a Dios y tes entre el cristianismo y los pueblos germánicos.
toda la responsabilidad sobre sus actos a los paga- (Mazzarino, 1961, 62)
nos y su blasfemia.
En resumen, aunque la época de Orosio no es ni 6 En esto difiere de Agustín, cuya negativa a asimilar
de lejos tan problemática para los cristianos como a los bárbaros como instrumentos de la Providencia para
la de las persecuciones y los martirios, en él preva- ejecutar sus castigos, lo lleva a atacar a aquellos paganos que
lecerá la idea de la Providencia histórica, adaptada polemizan y dicen que “está claro que Dios no perdonó a
la ciudad. Yo [Agustín] respondo: para mí no está claro”
a los problemas de su momento. Y, ¿cuál era el más (August., De excidio urbis 2, 2. Edición de Teodoro C.
acuciante de estos? Sin duda las invasiones de los Madrid) para luego citar el Libro de Job: “Si recibimos los
bienes de la mano de Dios, ¿por qué no recibiremos también
5 Citado en Sánchez Salor, 1986, 246. los males?” (Job, 2.10)

Revista Onoba, 2017, Nº 05


94 La obra histórica de Paulo Orosio y sus diferencias con Agustín de Hipona

Es una interpretación plenamente cristiana de “Y el cuarto reino será como el hierro. Al modo
la Providencia –sin dar ya cabida a los dioses pa- que el hierro desmenuza y doma todas las cosas, así
ganos- y que acepta el universalismo de la Historia, este reino destrozará y desmenuzará a todos los de-
cuyo único punto de inflexión es la venida de Cris- más. Mas en cuanto a lo que has visto que una parte
to. Desde entonces la Iglesia, agente de la Providen- de los pies y de los dedos era de barro de alfarero
cia, engrandecerá su poder. Igualmente, algunos de y la otra de hierro, sepas que el reino, sin embargo
los instrumentos de Dios que son primordiales para que tendrá origen de vena de hierro, será dividido,
Orosio causarían cierta disensión con la perspectiva conforme lo que viste del hierro mezclado con el
de Agustín, como el uso de las invasiones bárbaras barro cocido. Y como los dedos de los pies en parte
a modo de brazo ejecutor. Estas desavenencias gi- son de hierro y en parte de barro cocido, así el rei-
ran en torno a las distintas concepciones que ambos no en parte será firme y en parte quebradizo. Y al
albergan sobre Roma como unidad política y espi- modo que has visto el hierro mezclado con el barro
ritual, que se verán más adelante. cocido, así se unirán por medio de parentelas; mas
no formarán un cuerpo el uno con el otro, así como
2.3. Translatio imperii: Reinterpretación de el hierro no puede ligarse con el barro. Pero en el
una fórmula explotada. tiempo de aquellos reinos, el Dios del cielo levanta-
La antigua idea de que el mundo está regido rá un reino que nunca jamás será destruido; y este
por una civilización que goza la primacía sobre sus reino no pasará a otra nación, sino que quebrantará
contemporáneas es un punto común en la ideolo- y aniquilará todos estos reinos, y él subsistirá eter-
gía de los poderes más antiguos. Pero el que ade- namente.” (Dn 2.40-44)
más esta primacía -de interpretación religiosa- sea
una facultad que se transmite entre diferentes civi- Si bien, como apuntaba Arnaldo Momigliano,
lizaciones es ya, propiamente dicha, una teoría de la translatio imperii era una teoría imprescindible
organización política. La translatio imperii o su en los historiadores helenísticos, en los que primaba
fijación en la Teoría de los Cuatro Imperios es un el acontecimiento político (Momigliano, 1990, 70);
tema muy estudiado y bien conocido7 sobre el que su adaptación a una dimensión escatológica supone
Orosio ofrece su particular interpretación. No con- darle una profundidad teleológica hasta entonces
viene pues profundizar aquí en cómo la noción pasa no pretendida. No es de extrañar que esta interpre-
de ser un esbozo para explicar los poderes orientales tación judía de un concepto gentil fuera rescatada
en Heródoto (Her., Hist. 1, 95) a un argumento de con ardor en el contexto de las polémicas entre cris-
oposición o ensalzamiento del Imperio Romano, tianos y paganos desde el siglo III d. C. La venida
según la identificación del autor en el debate entre del reino decisivo, el Reino de Dios, como vencedor
los mundos griego y romano8. sobre los reinos terrenales, es la culminación de una
Nos centraremos en su trayectoria inmediata- Historia progresiva y lineal, una concepción arrai-
mente precedente a la obra de Orosio. Esto es, su gada en los historiadores cristianos y fácilmente
adaptación a la historiografía cristiana patrística. identificable con la idea de Providencia (Sánchez
El puente hacia esta sería el capítulo 2 del Libro de Salor, 1986, 196). El principal autor cristiano en
Daniel, en el Antiguo Testamento, donde se fijan considerar esta teoría sería Jerónimo de Estridón
los poderes universales en cuatro, y se añade uno en sus comentarios In Daniellem, mientras que se-
final y más poderosos que los restantes. ría ignorada por otros historiadores de relieve como
Eusebio de Cesarea.
7 Son muchos los estudios monográficos sobre el tema y
mayor aún la atención que se le ha prestado como concepto
La percepción orosiana sobre los Imperios Uni-
historiográfico transversal. Sirvan como recomendación versales aparece en el segundo libro de sus Histo-
los artículos de Fernando Gascó La Calle (1981), Arnaldo riae.
Momigliano (1990) y Joseph Ward Swain [(1940). “The
theory of the four monarchies. Opposition history under “Reinos grandes de este tipo han sido, en un
the roman empire”, Classical philology, XXXV/1, 1-21]. primer momento, el babilónico, después el mace-
8 Con el desconocido Emilio Sura como precedente, Elio
Arístides o Apiano la usan para ensalzar el poder universal
dónico, a continuación el africano y, por fin, el
de Roma como Weltreich, mientras que Pompeyo Trogo romano, que todavía se mantiene; y gracias a esa
lo interpreta en clave de oposición al patriotismo romano misma inefable providencia, estos mismos reinos,
augusteo. distribuidos por los cuatro puntos cardinales, han

Revista Onoba, 2017, Nº 05


Antonio José Meseguer Gil 95

conocido cuatro supremacías sobre los demás, aun- ritual, pues este último sí es el auténtico eje temá-
que sobresaliendo cada uno de ellos en grado distin- tico de la obra de Orosio y de todos los apologetas
to; efectivamente, el imperio babilónico se extendió cristianos de su tiempo.
por el Este, el cartaginés por el Sur, el macedónico Esta interpretación difiere en muchos aspectos
por el Norte , y el romano por el Oeste; y de estos de la de Agustín –las figuras “literarias” de Babilo-
cuatro, entre el primero y el último, es decir, entre nia y Roma, los cálculos cronológicos-, por lo que
el babilónico y el romano, como colocados entre un en De Ciuitate Dei Agustín no mencionará la in-
padre anciano y un hijo pequeño, se interponen, en terpretación orosiana de la teoría y remitirá al lec-
medio, el africano y el macedónico, que son cortos; tor a los comentarios In Daniellem de Jerónimo –
estos dos últimos surgieron, por así decir, como tu- sucesión de Babilonia, Persia, Grecia y Roma-. Esto
tores y administradores, impuestos más por presión da más sentido a mi percepción sobre la inclusión
de las circunstancias que por derecho de herencia.” de Cartago en el esquema orosiano, pues es este el
(Oros., Hist. 2, 1, 4-6) punto de disensión entre Agustín y Orosio: es una
manifestación sintomática de la diferente impor-
Esta percepción es tanto geográfica –los rei- tancia que la civilización romana tiene en la obra
nos se corresponden con los puntos cardinales, en de uno y otro, el factor decisivo para hablar de la
un planteamiento universalista- como cronológica desviación del camino de la obra de Orosio con res-
–Babilonia y Roma, los reinos principales, duran pecto a lo propuesto por su maestro.
1400 años; los menores o de transición, Macedonia
y Cartago, tan solo 700-. Una primera particula- 2.4. La identificación de la patria: Roma, Cris-
ridad sería el comprimir toda la historia oriental – tianismo y Roma cristiana.
motivo del origen de la translatio imperii como “Entre los romanos, como dije, soy romano, en-
concepto historiográfico- en la figura de Babilonia, tre los cristianos soy cristiano, entre los hombres soy
lo que denota el enfoque puramente occidental del hombre; por la ley puedo recurrir al estado, por la
presbítero hispano y su falta de interés real en el religión a la conciencia humana, por la idéntica co-
mundo oriental. Yendo más en profundidad, des- munidad de naturaleza, a la naturaleza. Para mi aho-
taca un uso no especialmente negativo de la figura ra, por un tiempo, toda la tierra es, por así decir, mi
de Babilonia, auténtico precedente de Roma. Babi- patria, ya que la verdadera patria, la patria que an-
lonia no tendría en la obra de Orosio las connota- helo, no está de ninguna forma en la tierra” (Oros.,
ciones negativas que le atribuía su mentor Agustín, Hist. 5, 2, 6). En este fragmento viene expuesto
cuya interpretación de la misma se realizaba, una un punto fundamental en la forma de entender el
vez más, en clave puramente teológica, y no his- mundo de Paulo Orosio, y que ha sido mencionado
tórica, siendo la Biblia su fuente (August., Salm. con anterioridad en este trabajo, pero que desarro-
64.2). El otro punto de originalidad que ofrece la llaremos aquí. Si bien el principal rasgo de su pensa-
interpretación orosiana es la inclusión de Cartago miento es que pertenece a la religión militante por
como uno de los cuatro Weltreich. Esta se ha que- excelencia, el segundo es que es romano, con todas
rido explicar por la necesidad de completar el cóm- las particularidades que esa acepción tiene en el siglo
puto cardinal –con Cartago al S- o por deferencia V. Aunque pertenece a una comunidad que está más
a su maestro norteafricano (Alonso Núñez, 1993). allá de los poderes terrenales, no deja de reconocer la
Sin embargo, al contextualizar esta teoría en el con- importancia del Imperio Romano. En este punto, su
junto de las Historiae, me inclino a creer que la identificación con su contexto inmediato lo llevará a
inclusión de Cartago en el esquema se debe a la im- hacer partícipe a esta estructura de poder del plan de
portancia que esta civilización tuvo en la forja del la Providencia de un modo particular: se instituye la
poder romano (Rábade Navarro, 1985-1987, 380). teología romana9. A consecuencia de esto, se asimi-
Roma es, sin lugar a dudas, el segundo eje temático larán muchas de las nociones históricas de Roma con
de la obra de Orosio: su perspectiva es romana y las teológicas del cristianismo, como por ejemplo el
esto justifica la inclusión del mítico enemigo derro- gobierno monárquico con el monoteísmo.
tado. Para completar esto resta decir que el hispano 9 O Römischetheologie, un tema extensamente tratado
no usa la teoría para hablar de la oposición entre desde antiguo, para el que remito al trabajo de Pedro
Roma y los demás imperios, sino para presentar la Martínez Cavero (2002, 233 y ss.), con varios capítulos
contraposición entre los reinos terrenales y el espi- dedicados a la relación entre Roma y el cristianismo.

Revista Onoba, 2017, Nº 05


96 La obra histórica de Paulo Orosio y sus diferencias con Agustín de Hipona

Dentro de esta síntesis romano-cristiana hay licos, como el africano Floro- caracteriza a Roma
que tener en cuenta que la Historia de Roma estará por su diversidad territorial. De estos dos paradig-
sujeta a una coyuntura que condiciona por comple- mas, claramente el segundo será el importado por
to su interpretación: el nacimiento de Cristo. Esto los autores cristianos tardorromanos, tanto por su
hace que haya que distinguir entre la República, idiosincrasia religiosa –la concepción universal de
época de la maldad romana caracterizada por el la ciudadanía como hagiopoliteia remplaza al par-
politeísmo y la falta de un líder; y el Imperio, que ticularismo romano itálico- como por su contexto
coincidirá en su instauración con la venida de Cris- –el de la necesaria diversificación territorial y cul-
to. Usará un doble rasero para juzgarlos. Pero, ¿por tural del Imperio Romano-.
qué? Porque la República es la época venerada por Con la unión de Iglesia y Estado durante el siglo
el público pagano al que Orosio trataba de rebatir IV, esta tónica de patriotismo romano se adapta a
y persuadir, por lo que su objetivo es demonizarla, los escritores cristianos por medio, principalmente,
usando los mecanismos de la Providencia y con una de Eusebio de Cesarea y Lactancio. Son, como con-
perspectiva universalista, y es que: temporáneos de Constantino, los precursores del
discurso de reconciliación Estado-Iglesia, heredado
“Si por esto consideramos felices aquellos tiem- por Orosio como algo consumado e irrenunciable
pos, ya que en ellos creció el poder de una sola un siglo después. Lactancio y Eusebio origina-
ciudad; ¿por qué no juzgarlos, en cambio, infeli- ron la nueva historiografía cristiana sobre el Im-
císimos porque en los mismos perecieron potentes perio Romano, desde una óptica providencialista
reinos con la deplorable devastación de muchos y que permitía enlazar imperium con euangelium
civilizados pueblos?” (Oros., Hist. 5, 1, 4) (Schildgen, 2012, 54). Desde entonces, ser cristiano
y ser romano no son hechos contradictorios, sino
En la Historia de Roma, civilización culminan- patriotismos complementarios que dan la base para
te del mundo terreno, solo cabía la posibilidad de la interpretación de Orosio y Agustín.
ser la etapa del mayor bien o la del mayor mal. Si Hasta aquí se ha planteado un panorama muy
bien el Imperio sigue sujeto a las contingencias del homogéneo en cuanto a la percepción de la romani-
mundo terrenal, estas tendrán menor relieve que en dad en los escritores cristianos, pero esto dista mu-
la República, desde la primacía de la figura de Au- cho de ser real. No olvidemos la riqueza ideológica
gusto. del Bajo Imperio, que en este trabajo está siendo
Sin embargo, todo esto no es una invención re- estudiada a través de las diferencias entre los pen-
volucionaria de Orosio o de sus contemporáneos, y samientos de Paulo Orosio y Agustín de Hipona.
no se funda en un repentino e idólatra cariño a la “¿Cuándo iban a alcanzar tal difusión [los Evan-
caput mundi. La idea cristiana de una Roma pro- gelios y el mensaje cristiano], cuándo se iban a ce-
videncial está basada en la de los propios romanos, lebrar con tanto lustre si el Imperio Romano, ex-
con una ideología definida en los últimos siglos de tendido a lo largo y a lo ancho, no hubiera crecido
la República y adaptada convenientemente con la con sus magníficos éxitos?” (August., De civ. D. 5,
instauración del Principado. El patriotismo roma- 18). Leyendo palabras como estas de Agustín, po-
no post-augusteo se fundará en patrones visibles, dría encontrarse una cercanía a los planteamientos
cuyas líneas se pueden resumir en el orgullo del de Orosio. Pero esta es tan solo superficial y, no nos
componente itálico y el relieve de la ecúmene ro- cansemos de decirlo, las particularidades de la obra
mana como un gobierno universal. El primer ele- del hispano están en sus interpretaciones. La visión
mento encuentra su paradigma en Tito Livio, cuya augustiniana de Roma es un juicio fijo que resalta
idea de grandeza de Roma va ligada a la práctica las cualidades de la civilización expansiva roma-
individual y estatal de los mores, o valores tradi- na como la preparadora geográfica y política del
cionales, que sirven como “punto de unión de la Evangelio, pero sin establecer una relación provi-
comunidad y de cada uno de los individuos”10. Por dencial entre el cristianismo y lo romano. Y es que,
otro lado, el elemento de universalidad -que aparece para Agustín, la relación entre Roma y la Ciudad
sobre todo en autores greco-romanos o extra-itá- de Dios es solo la del contraste entre lo terrenal y lo
divino, mientras que Orosio tiene unas concepcio-
10 Tito Livio (2000). Los orígenes de Roma. Edición nes mucho más formadas sobre la Historia y el des-
de Maurilio Pérez González. Madrid: Akal, 18. tino de la civilización romana, a la que considera la

Revista Onoba, 2017, Nº 05


Antonio José Meseguer Gil 97

guardiana de las ideas y siervos de Dios durante la “Este fue el primer día en que fue aclamado
preparación de la venida de su reino. como Augusto; este importante título, que nadie
Para entender la diferencia entre ambos hay que antes había ostentado e inaccesible hasta ahora para
recordar la distancia ideológica que Orosio impone los líderes, manifiesta que el dominio absoluto so-
entre la República y el Imperio. Para Agustín, que bre el universo mundo había sido asumido legíti-
no es historiador sino teólogo, Roma proyecta una mamente, y, desde ese mismo día, el dominio del
imagen unitaria como civilización a lo largo de sus estado y del poder empezó a estar y permaneció
más de mil años de Historia: una imagen terrenal y en manos de una sola persona: a esto los griegos lo
homogénea guiada por las iusta bella. llaman monarquía.” (Oros., Hist. 6, 20, 2)

“Así que, con este Imperio tan vasto y dilatado, En resumen, el hispano explica que, frente al ré-
de tanta duración, tan célebre y glorioso por virtu- gimen de la República, identificado con el politeís-
des de tantos y tan famosos hombres, recompensó mo pagano, se contrapone el gobierno monárquico
Dios, no sólo a la intención de estos insignes roma- del Imperio. La identificación de este último con
nos con el premio que pretendían, sino que también una cosmovisión monoteísta, fue adoptada por el
nos propuso ejemplos necesarios para nuestra y uti- cristianismo desde el siglo IV y está latente en las
lidad espiritual (…).” (August., De civ. D. 5, 18) Historiae11 y en muchos de los precedentes y con-
temporáneos de Orosio12. Mucha es la simbología en
Esto genera diferencias con Orosio a la hora de su obra al respecto: hace coincidir equivocadamente
percibir la República, cuando Agustín es capaz el último Triunfo de Augusto con la Epifanía de los
de reconocer las capacidades y nobleza de algunos Reyes Magos en el 6 de enero y reordena los acon-
grandes hombres, mientras que Orosio los mete a tecimientos para afirmar que Augusto había paci-
todos en el mismo saco (Mommsen, 1959, 338). La ficado el orbe y cerrado el Templo de Jano en los
interpretación de estas diferencias está clara: Agus- momentos previos a la venida de Cristo. La inscrip-
tín ideologiza la Historia de Roma como un todo ción de Jesús de Nazaret en el censo romano es para
homogéneo –por su falta de formación como his- Orosio la confirmación de una fórmula: Augusto es
toriador-, mientras que Orosio sí sería capaz de dis- cristianizado y Cristo romanizado.
tinguir entre las dos fases políticas principales de la Estas son reformulaciones cristianas tardías
civilización romana –lo que le permitirá aplicar sus de una tendencia ya explotada desde los mismos
argumentos apologéticos con mayor originalidad-. tiempos de Augusto, cuando se originan los Kai-
Esto, llevado al extremo, es lo que permite a Orosio sermythos (Galinsky, 2013) que llegan al siglo V.
colocar al Imperio Romano, con el que se identifica, Sin embargo, a Orosio no le interesarán especial-
como un escalón entre lo terrenal y lo divino. Sería mente los atributos civiles de Augusto, al contrario
así una fase superior del primero, salvando la “rup- que su acción militar, en tanto que estos no puedan
tura” que los teólogos cristianos habían establecido relacionarse directamente con el cristianismo. El
entre la Ciudad de Dios y la de los Hombres. El Im- acercamiento de esta tradición pagana al entorno
perio Romano, adaptando las fórmulas de Mircea cristiano le debe mucho a Filón de Alejandría que,
Elíade sobre la sacralización de la civilización, hace en el siglo I, equiparaba al Imperio Romano y a Is-
posible un tránsito de orden ontológico entre un rael como casos de un poder monárquico emanado
modo de ser y otro (Elíade, 1998, 51). de Dios. Esta argumentación sería laxa e indirec-
ta, pero constituía un intento de acercamiento del
2.5. Augusto y Cristo: Teología de la Monar-
quía. 11 Esta identificación ha sido tratada en trabajos ya
Una de las cuestiones fundamentales sobre las que clásicos, como por ejemplo la monografía de Erik Peterson
está construida la identificación entre Roma y el Cris- (1999) o el artículo de Arnaldo Momigliano [(1996). “Las
tianismo en la Historiae aduersus paganos de Oro- desventajas del monoteísmo para un Estado universal”.
sio es, sin duda, la vocación de liderazgo unipersonal De paganos, judíos y cristianos. México D. F.: Fondo de
Cultura Económica, 234-260]
en ambas estructuras. Son muchas las referencias que 12 “Para Cristo, que ya entonces llegaba, créelo, fue
Orosio hace en su obra sobre este tema, tratándolo de preparado el camino que por largo tiempo construyó la
manera monográfica al final del libro VI, al referirse amistad pública de nuestra paz bajo la dirección de Roma.”
a la figura de Augusto. Sirva como ejemplo: (Prud., Contra Symm. 2, 620-622)

Revista Onoba, 2017, Nº 05


98 La obra histórica de Paulo Orosio y sus diferencias con Agustín de Hipona

monoteísmo judío a los romanos. Los apologetas conciliadora y moderada entre las opiniones en este
cristianos lo recuperarán desde el siglo III en su tema de Agustín y Eusebio, irreconciliables.
polémica. Asumen así la noción del monoteísmo
como cuestión política, surgido de la elaboración 3. Reflexiones finales.
helenista de la fe judía en Dios (Peterson, 1999, p. Bajo el conocimiento de las diversas influencias
94). y fuentes que Paulo Orosio empleó para sus Histo-
El gran artífice de la conversión de este en un riae, este trabajo analiza en la medida de lo posible
argumento cristiano sería, como en tantas otras co- la originalidad de esa obra. Para eso, es necesario
sas, Eusebio de Cesarea. El obispo sería partícipe y conocer cómo concilia el hispano los conceptos pre-
promotor de la tradición de la Augustustheologie. concebidos con los que pretendía articular su tra-
Esta tendría sentido en su época, con la aceptación bajo y los distintos juicios de valor, informaciones
de Constantino como líder carismático de la Igle- y teorías de las que se nutrió para la redacción del
sia, un paso en la aparente conjunción de estado y mismo. En esta línea, hemos querido profundizar
cristianismo (Nuffelen, 2012, 193 y ss.). Este proce- en la transmisión de valores del mundo pagano al
so de asimilación es, para Orosio, el preámbulo del cristiano, mediante el caso del historiador hispano,
Reino de Dios. Sin embargo, hay diferencias entre teniendo en cuenta tanto a) los precedentes cristia-
las visiones de ambos sobre Augusto, condicionadas nos de Orosio y sus puntos en común con ellos; y b)
por sus respectivos contextos: en el tiempo triunfa- la herencia historiográfica pagana que este recoge,
lista de Eusebio tenía más sentido una asimilación ya sea mutándola o respetándola. Era nuestro obje-
simbiótica de la pax Augusta con la preparación tivo el cuestionar la ortodoxia de Orosio al materia-
del Reino de Dios. En el tiempo de las desdichas de lizar sus intenciones originales y entender el alcance
Orosio, no deja de contemplarse a Augusto y Cons- de la obra y las aptitudes de su autor entendiendo
tantino como escalafones hacia el fin escatológico a la misma en las circunstancias de su redacción y a
del mundo terrenal, pero la naturaleza del cambio través de la formación de Paulo Orosio.
en este mundo se produce indudablemente por la Como se ha ido exponiendo durante este trabajo,
Encarnación y la consecuente aparición de la Igle- más allá de las difusas dimensiones pagana y cris-
sia; no tanto por los acontecimientos políticos que tiana de la cultura tardorromana, también hemos
deslumbraban a Eusebio13. querido poner en relación y contradicción a Paulo
Llegando al final del recorrido de este concepto Orosio especialmente con Agustín de Hipona, ar-
teológico e historiográfico, hallamos que la impor- chiconocido Padre de la Iglesia, aquel del que se dice
tancia que Orosio da a la figura de Augusto y de que es la figura axial de toda la filosofía de la histo-
la monarquía es refutada por Agustín. Este ve al ria medieval y de la cristiana de todos los tiempos
primer emperador como un gobernante más que (Mitre Fernández, 1982, 41 y ss.). Esto era algo ne-
ha accedido al poder mediante guerras civiles, muy cesario para abordar un trabajo sobre las influencias
alejado de las teorías paulinas sobre el poder tempo- y originalidad del presbítero hispano. No solo por
ral sujeto a Dios (Ro 13.4-6). En este punto, no cabe la influencia personal que se establece sobre Orosio
duda de que las disensiones entre Agustín y Orosio, por su agradecimiento hacia su protector y bene-
que se manifiestan con toda seguridad en el aparta- factor, sino por la relevancia que el pensamiento au-
do anterior de este trabajo, tienen aquí otra ocasión gustiniano tiene en las Historiae: es su precedente
para dejarse sentir. Tampoco, como hemos visto, e influencia natural, además del destinatario de la
bebe Orosio de la exaltada glorificación de los em- obra. La crítica tradicional, que ataca severamente
peradores en la obra de Eusebio. La originalidad de a Orosio14 se aferra a la idea de que Agustín crea los
Orosio en esta cuestión está estrechamente ligada a tópicos orosianos como una verdad absoluta. Pero
su especial concepción del Imperio Romano-Cris- es muy difícil aceptar cualquier apariencia históri-
tiano, fuente de las desavenencias con su maestro. ca o ideológica como una verdad absoluta, y más
Difícilmente podría entenderse como una postura difícil aún intentar sintetizar la Roma de la imagi-
nación de los hombres, que surge reluciente y vital
13 Esta cuestión de la obra de Orosio está muy de
relieve en una monografía reciente publicada por Peter van
desde el registro escrito (Wallace-Hadrill, 1985, 11)
Nuffelen [(2012). Orosius and the Rethoric of History. con juicios historiográficos tan estáticos y ajenos a
Oxford: Oxford University Press.], que define el punto de
vista de las Historiae como “eclesiológico”. 14 Véase el repaso que del tema hace Blázquez (2005).

Revista Onoba, 2017, Nº 05


Antonio José Meseguer Gil 99

la revisión. En el contexto del dinámico y extrema- actividad principal ha sido la participación en que-
damente variado mundo intelectual y cultural de rellas religiosas y no da muestras de dedicarse a la
la Antigüedad Tardía, no podemos ceñirnos a una labor historiográfica hasta que recibe el encargo de
idea tallada en piedra sin someterla a examen. su mentor.
Pues bien, aunque en el precepto Orosio ma- Es en las fuentes utilizadas donde radican de
nifestara su obediencia y mansedumbre ante su nuevo las diferencias entre ambos, condicionada
mentor, su mayor profundización en las obras de esta cuestión por los distintos géneros de sus obras,
otros historiadores clásicos y tardoantiguos lo lle- como se ha dicho antes. En lo que se refiere a las
vó a aplicar conceptos y juicios distintos a los que fuentes paganas, Agustín permanece en los tópicos
Agustín había utilizado y extendido en su obra – apologéticos de citar a la profecía de Virgilio o la
sobre todo en los primeros diez libros, que son los crítica a la moral decadente romana de Salustio,
que habían sido terminados en el momento en que pero no tiene interés en hacer un uso eficiente de
Orosio escribía su trabajo. las fuentes históricas paganas, que en cambio sí ma-
La existencia de estas diferencias –no ya di- neja Orosio –a pesar de que el hispano tuvo acceso
sensiones, pues ni el alumno pretende corregir a a estas previsiblemente en la biblioteca de Agustín.
su maestro, ni el segundo toma en consideración En lo que sí parecen coincidir con más seguridad
al primero- da sentido a estas líneas en tanto que es en el conocimiento de fuentes históricas y teo-
le otorgan a las Historiae un carácter distintivo e lógicas cristianas, tales como Lactancio o Eusebio
independiente por su manejo de fuentes históricas, de Cesarea, además del contemporáneo y conocido
frente a los tratados puramente teológicos o exe- de ambos, Jerónimo de Estridón. Cabe citar aquí
géticos de sus contemporáneos, como es el caso de la opinión de Theodor Mommsen al respecto, en
Jerónimo de Estridón o Ambrosio de Milán. Por un torno a que Orosio no sigue a rajatabla los princi-
lado, la rapidez con la que se vio obligado a redactar pios que le impone Agustín de Hipona. El alemán
una obra de tan amplio espectro y, por el otro, la argumenta que los principios básicos de la filosofía
mayor especialización en el ámbito de la historia de de la Historia de Orosio eran los de Eusebio y sus
Orosio frente a su preceptor, son condiciones que a seguidores griegos y latinos del siglo IV, que fueron
priori podrían dar como resultado una obra contra- rechazados explícitamente en la primera parte de la
dictoria entre sus exigencias y su falta de medios. Y Ciudad de Dios (Mommsen, 1959, 345).
podríamos afirmar que los pronósticos se cumplen ¿A qué principios se refiere Theodor Momm-
cuando profundizamos en el trabajo del hispano, sen? A la adhesión de los historiadores cristianos de
pues con el objetivo de abarcar toda la información la época de Constantino a la causa romana. La sín-
que le resultara útil en sus concepciones y a la vez tesis romano-cristiana que requería de tantos meca-
someterla a una deconstrucción y reconstrucción, nismos providencialistas y que tiene sentido en el
Orosio se verá previsiblemente sobrepasado por la discurso de reconciliación Iglesia-Estado que se ini-
magnitud de su planteamiento, produciendo resul- cia en el siglo IV. Este tema ha sido tratado como el
tados desiguales pero originales. leitmotiv fundamental de las diferencias entre Oro-
Hay varios aspectos básicos de la vida y obra sio y Agustín durante todo el trabajo. Es el campo
de estos dos eclesiásticos mediante los que es pru- en el que mejor se puede apreciar una confluencia
dente constatar que existen diferencias relevantes real de los principios historiográficos cristianos y de
entre sus formas de pensar, y los podemos rastrear la tradición política romana. Orosio se distingue en
en sus obras. En primer lugar, y en la base de todo su ámbito inmediato –el entorno augustiniano- por
el contraste se encuentra la naturaleza de las mis- entender la pertenencia al Imperio Romano como
mas. Agustín no se dedicó a la redacción de ningún un punto de primera categoría en la configuración
trabajo de temática puramente histórica, por lo que providencial del mundo en el que vive.
tendremos en ambos casos un planteamiento inicial Esto supone que, cuando Orosio pasa a la prácti-
en cuanto a estilo y disposición que condicionará ca y redacta su obra, no pueda limitarse a los pará-
inevitablemente el fondo y los resultados. Agustín metros sencillos y esquemáticos que Agustín, en su
escribe Teología, Orosio Historia. Es una distinción desinterés por la Historia de Roma, le propuso. La
que incluso la crítica tradicional ha reconocido. Sin tarea de Orosio implicaba ampliar la lista de horro-
embargo, no puede decirse que Orosio tenga una res de Agustín para convertirla en una recopilación
auténtica formación como historiador, ya que su aún más larga y sangrienta. Pero para escribir una

Revista Onoba, 2017, Nº 05


100 La obra histórica de Paulo Orosio y sus diferencias con Agustín de Hipona

obra independiente de narrativa histórica, Oro- Bibliografía


sio necesitaba una estructura de la que partir, un Alonso Núñez, J. M. (1993), “La transición del
asunto en el que De ciuitate Dei le ofrecía poco mundo antiguo al medieval en la historiografía:
apoyo (Merrills, 2005, 40). Orosio cumplió con su la primera Historia Universal Cristiana. Las His-
cometido de elaborar un catálogo de desgracias, y toriae Adversum Paganos de Paulo Orosio”, De
ante el problema de tener que realizar una tarea más la Antigüedad al Medievo (siglos IV-VIII),
profunda de lo que Agustín había estimado al en- III Congreso de Estudios Medievales, Madrid,
cargársela, el autor hispano tendrá que expandir sus 143-158.
horizontes. Su apertura hacia las fuentes paganas y Baura García, E. (2012), Aetates mundi sunt... La
la tradición eusebiana condicionará su resultado y división de la historia durante la Edad Me-
posiblemente su relación posterior con Agustín, lo dia (siglos IV a XIII), Sevilla.
que explicaría el silencio del hipponensis sobre el Blázquez, J. M. (2005), “El legado de los escritores
hispano en los años siguientes. hispanos del Bajo Imperio: Orosio y Prudencio”,
Qué peso relativo tienen las tradiciones pagana La aportación romana a la formación de Eu-
y cristiana en la obra de Orosio, es un tema que ropa: naciones, lenguas y culturas (Bravo
se ha ido tratando durante todo el trabajo y que Castañeda, G. y González Salinero, R. eds.), Ma-
solo es comprensible en el marco de la transfusión drid, 13-24.
y mezcla de valores de ambas maneras de concebir Bloch, M. (2001), Apología por la Historia o el
y explicar el mundo. Orosio usa conceptos y juicios Oficio de Historiador, México D. F.
de valor paganos, pero los engloba en una teología Elíade, M. (1998), Lo sagrado y lo profano, Bar-
cristiana e instrumentalizada para tal fin, restando celona.
importancia a algunos mecanismos y otorgándo- Fabbrini, F. (1979), Paolo Orosio. Uno storico,
sela a otros. Muchas veces puede atribuírsele una Roma.
falta de originalidad o de destreza para encajar sus Gascó La Calle, F. (1981), “La teoría de los cuatro
concepciones globales en el desarrollo de la obra, lo imperios. Reiteración y adaptación ideológica.
cual es comprensible por la magnitud de esta y su I. Romanos y griegos”, Habis, XII, 179-196.
falta de formación o conocimiento de una amplia Martínez Cavero, P. (1990), “Los argumentos de
tradición historiográfica sobre la que se ve obligado Orosio en la polémica pagano-cristiana”, Anti-
a trabajar. güedad y Cristianismo, VII, 319-332.
En resumidas cuentas, a) la independencia ideo- Martínez Cavero, P. y Beltrán Corbalán, D. (1995),
lógica que la obra de Orosio revela con respecto a “Aproximación al concepto de tiempo de Oro-
Agustín de Hipona no es absoluta, pero sí muy sio”, Antigüedad y Cristianismo, IX-X, 255-
significativo en el contexto de su dependencia per- 260.
sonal; b) las diferencias entre ambos se entienden Martínez Cavero, P. (1997), “Signos y prodigios,
ante la necesidad de Orosio de redactar una obra continuidad e inflexión en el pensamiento de
que requería unas bases de datos positivos e ideas Orosio”, Antigüedad y Cristianismo, XIV, 83-
alejadas de las augustinianas; c) la deriva orosiana 95.
se produjo en la dirección de un encumbramiento Martínez Cavero, P. (2002), “El pensamiento histó-
teológico de Roma y su interpretación providen- rico y antropológico de Orosio”, Antigüedad y
cialista en un marco de integración de los mundos Cristianismo, XIX, 15-344.
romano y cristiano; y d) esta teologización del Mazzarino, S. (1961), El fin del mundo antiguo,
Imperio bebe tanto de la tradición pagana romana México.
como de la cristiana, lo cual no es sino un ejemplo Merrills, A. H. (2005), History and Geography in
claro de la época en la que Orosio redacta la Histo- Late Antiquity, Cambridge.
riae aduersus paganos. Mitre Fernández, E. (1982), Historiografía y men-
talidades históricas en la Edad Media, Ma-
drid.
Molina Marín, A. I. (2010), “Geographica: ciencia
del espacio y tradición narrativa de Homero a
Cosmas Indicopleustes”, Antigüedad y Cris-
tianismo, XXVII, 555.

Revista Onoba, 2017, Nº 05


Antonio José Meseguer Gil 101

Momigliano, A. (1990), “Daniel y la teoría griega de VV. AA., Sagrada Biblia, Barcelona. 1984. [Edi-
la sucesión de imperios”, Páginas hebraicas, ción de J. M. Petisco y F. Torres Amat]
Madrid, 69-76.
Momigliano, A. (1993), “Historiografía pagana e
historiografía cristiana en el siglo IV d. C.”, En-
sayos de historiografía antigua y moderna,
México, 95-111.
Mommsen, Th. (1959), “Orosius and Augustine”,
Medieval and Renaissance Studies (Rice, E.
F.), Nueva York, 325-358.
Nuffelen, P. V. (2012), Orosius and the Rethoric
of History, Oxford, Oxford University Press.
Peterson, E. (1999), El monoteísmo como proble-
ma político, Madrid.
Rábade Navarro, M. Á. (1985-1987), “Una interpre-
tación de fuentes y métodos en las Historia de
Paulo Orosio”, Tabona, VI, 377-394.
Sánchez Salor, E. (1986), Polémica entre cristia-
nos y paganos a través de los textos: proble-
mas existenciales y problemas vivenciales,
Madrid.
Schildgen, B. D. (2012), Divine Providence: A His-
tory. The Bible, Virgil, Orosius, Augustine,
and Dante, Londres.
Wallace-Hadrill, J. M. (1985), The Barbarian
West. 400-1000, Oxford.
Ward-Perkins, B. (2007), La caída de Roma y el
fin de la civilización, Madrid.

Fuentes
Claudiano, Poemas I, Madrid. 1993. [Edición de M.
Castillo Bejarano]
Lactancio, Sobre la muerte de los perseguidores,
Madrid. 1982. [Edición de R. Teja]
Orosio, Historias contra los paganos, Madrid.
1982. 2 vols. [Edición de E. Sánchez Salor]
Prudencio, Obras completas, Madrid. 1981. [Edi-
ción de A. Ortega e I. Rodríguez]
San Agustín, Obras completas. Escritos varios
(2º), Madrid. 1995. Vol. XL. [Edición de T. C.
Madrid]
San Agustín, La ciudad de Dios. Libros I-VII,
Madrid. 2007. [Edición de R. M. Marina Sáez]
Tertuliano, Apologético/A los gentiles, Madrid.
2001. [Edición de C. Castillo García]
Tito Livio, Los orígenes de Roma, Madrid. 2000.
[Edición de M. Pérez González]
VV. AA., Panégyriques Latins. Tome III (XI-
XII), París. 1955. Vol. III. [Edición francesa de
E. Galletier]

Revista Onoba, 2017, Nº 05

También podría gustarte