Molloy Silvia Las Letras de Borges Y Otros Ensayos

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ENSAYOS CRITICOS Las letras de Borges y otros ensayos. Sylvia Molloy BEATRIZ VITERBO EDITORA [ibtiotoca: Bnaayor eritcor Tstrasisn de taps: Dasiel Garcia Primers ediein de Lat letras de Borges y otros enaayos: abril 1099 © Sylvie Malloy © Beatris Viterbo Bal Bepane 1130. (2000) Re TSIBLN 960-845-077 queda hecho ol depésito Inipreso on Argent ue previene Inlay 11.723 Kiros Pera Marta Luis B ue me dijo un die que eye Prétogo a la segunda edicion Nunca le mondé a Borges la primera edieién de este libro. Sabin que no leloo fonta en excasa estima casi todo logue se teseribia sobre él. Opts por ahorrarle el trabajo de hacer fo primero y eoitar una nueva ocasion de que ccurriera lo se (pundo. No me arrepiento de que ast haya ido, como no me rrepiento fo me digo que no me arrepiento) de no haberlo Conccide mejor al hombre Borges. Siempre prefer! trabajar Con Borgen, con las letras de Borges, de lejor. Salo ast, pien Sor me era posible mantener la distancta —es decir [a'mire: dla critica, la irreverencia, la extroReza— que sus textos re- comiendan y que es condicion necesaria de su lectura Tas revisiones de erta nueva version son minimas. He re- sistido 6 la tentaclin de reescribir el texto sabiendo que, @ Geinte ons de su primera publicacién, inevitablemente ya tn, aun sin revisiones, otra texto, No-s¢ sé ex el libro que hoy Cscribirta sobre Borges, pero es wn libro‘en el que plenamen: le me reconozco. Borges me onsen a escribir (oa leer, que es To mismo) y me ensené a pensar: en exe orden. BI libro fue y sigue siendo reconocimiento de esa deuda, ‘He atadido al final ensayos excritos después de (a prime- ra publiceciin de Las letras de Borges. Escritos on ocasio hes diversas, son y no son parte del libro. Retoman algunas [deos, algunos temas, pero lor enuncian diferentemente. He Dreferido ineluirlos pero no integrarlos, dejarlos ast, en la brill, para que dialoguen eon el texto previo y acaso alguna ter lo contradigan. Nueva York, enero de 1989 Sus raagos ae me hablaneueltocorvienter cargos ‘aout sentido mediocre pero ntaliibte come wh “ntolerables, que su cara me reventade por primera et Marcel Prous, Ala sechershe du temps perds, Introduceién Costumbre de Borges, de una lectura previsible de la obra, borgeana, Como por comin acuerdo —acuerdo entre lecte Pen aeuctdo al que scaso atlada su parte ol propio autor— tin texto que se funda, si eabe emplear el vorbo, en To preca rio se ha vuelto monumento. Lo fragmentario ha legado a Significar estabilidad, Ia inquisicidn, mero hibito a inteligencia es economics y arregladora y el milagro le parece una mala costumbre", observa Borges. Tampoco cepa el milagro cierta costambre de Tectura, por asi decir Io, devoradora. Las marces que rompen ingratamente Is lui dbz del foxto se incorporan con alacridad, en el sentido mas fsto, més crode. con el fin de eliminarlas con mayor rapides Esta triste metefora corporal no es del todo impertinente Sehala una voracidad que ya no sabe distinguir sus apetitos. ‘Tanto el Gucrpe como elloctor te han aprendido a olvidar un jercicio de Feconocimiento que acaso los haria vivir —~y Teer de otro modo, ‘Detenerse en le que se incorpora: on el puro placer fisico pero también en lo que, en un primer momento, pueda paré- Ecrextranjera aun everpo, a una lectura, Detenerse en una {nhospltalided reciproca: permitise ol tiompo de reconocer Ig extra y de reconocerla dentro de st: dent tos del “invisible erquelato" que, sabemos, nos compose; den: ry Meg to del invisible texte que —aungus quisss lo olvidemor— orf, ler? ia supe exto que mime una superficie lien, texts Uevadero caso oh més peligrose aun fut el hecho ao sya como evidente)~insugura malas cos. Ssimbres, Una: ol sobresalto ante la rupturs imprevisible. Ota a conflanza ante una posible fuider de rupturas acu muladay; no otra cosa fueron, en su mayoria, los “cllares™ de imagenes vanguardistas. Bn otras palabras slo se con ‘empla la posbilidad do que el texto pase por nosotros, po: Gosconcertaor~,en el testo; am minos que el txts 0a [Bano de sus incomodos fragmentos, se demore dentro de no. Sateen {Sudo ona primer person dl pura iiment co hhorento: ex obvi que el fragmento que inguicta a un sujato de lectara no coimedira nent con el que inguieta ‘otro. Es obvi por otra parte, que esos fragmentos quizée Inguivtantes eon, come literatura para Borges highs Mls biles que en otras 6pecas, o para otros lectores, no adoleco Tan fortosatonts de lee iemos énfaalaporturbadores Lal Fuptaras, los milagror, ia incomodidad que hoy me detienen, allleer a Borges, no detendran posiblemente al lector de utirs. Tampoco més allé de una seria de lugares coms her que acaso compartamos— detienen por fuersa ami con- Semporanso. Es imposible hacer de Ia ruptura una experien- ‘ia comunitaria'© mequivocs: la empresa lleva, sine a a {rivielzacion dela rupturs, por la menos ala rupeura inst: facionalizada: no inst, desde luego, pero aX empobrecedora, Si al intontar closifiear sl universo, ol Instituto Bibliogrs fico de Brastlas, segon Borges, “leree el cave", tanto mas castica seria una casiicacioncompartible por todos de Ins rolestias inquictudes provecadas por un texto ‘Propango, como hipStass de trabajo —no demasiado nove- dora, por cierto, que el texte borgeano inquieta, sn dda or motivos diverios, # slgunos lectores entre Tos que me encuentro, Comprocbo ademas que inquieta de un modo pe culiar. Bl texto borgeane es une més en una serie cayo po- encial de inquietud mejor: cuya provecacién intelectual — io provtituida y debilitade por una lectura eliminativa lense en ejemplos obvios que podrfan integr los nombres de Kafla, ée Beckett, de Naboko, vueltos mots dle poove (de nuevo en el teatido més lato): nombres y textos {nocues, amansados. Por ejemplo, los adjetives borgeano, Iofkiano, ya apenas denotan; connotan, st, pero la connota ‘idn es harto mezquine: ya ee eabe de lo que se trata. Acstos pocos nombres ae podrian afadir, por desgracia, muchos Seros, para establecer una deplorable lista de rupturas do- imesticadas ‘Para aproximerme a la aquietad, ale uncanny on el tex to borgeano, elijo el raivén. Mejor valdria decir: la eonvie- {ion expliciia, dentro de exe texto, de la no fjeza, con su previsible rast o aforanza de fijets, Rebuye Borges lo fijo Eon la misma prolijidad con que rehufa Flaubert, segin ‘Thibaudet, siertas fraser: lo ataca “como una eriada holan- esa que elimina telaraas™. Los puntos de partida de exe ‘Vaivén parecerfan ser, por ua Indo, para citar el tftulode un Temprano ensayo de Borges la naderia de la personalidad” Por el otro, su reverso: ls obvi primera persona que da for. fa a low textos de Fervor de Buenos Atres 0 de Cuaderno San Martin. Sin embargo, pese al solipsismo declarado de Estos primero poemnas, el Racedor borgeano e4—como losers, En tostos posterioresfundamentalmente un franseunce, Ya En cae spoca pasa on e#o8 textos, y por esos textos, Un yo ragmentado, una person escrita que reconoce sus grietas, sus oseilaciones. ‘La primera poesia de Borges, asf como sus primeros te tos sriticos pienso en loe nada “olvidables y olvidados" tnuayos de Inguisiciones, Bl tomao de mi esperanza y Bl Idioma de los argentinos— anuncian sin duda alguns ese Vaivén, ese caracter voluntariamente pasajero del texto orgeano que se aabe, ¥ se declara, lugar de tranaicion. Pero Im plona carga de exe discurso oscilante, de ese tanteo tex lial solo parece volverse abvio —y por ende motivo de dis. 15 cusién— euando Borges empronde abiertamente Ia fcsién Curiosamonte los eriticos so aferran al género menos defini. do —la narrativa— para practicar el elogio Ia condena de Borges. Mi punto de partda no es diferente del de tao exit os aunque si exento—esporo— de condona e de elogi. Las ficeiones borgeanas merecen que ae Jas ubique en su justo lugar: como entonaciones si se quiere nuevas pero n0 bée! camente distintas del diseurso borgeano previe; come ento- nnaciones tampoco alejadas dal discurso borgeano costaneo 0 posterior Este trabajo quersfa situar esas ficciones —o no situar- las: integrarlan mas bien, en wn conjunts ablerto- eegua, fsa perspectiva. Ver la narrativa de Borges por lo que es un onjunto de relatas—y ala vez sedalar no tu diferencia and susimpatia con el resto del texto borgeano, desde un comien- 2 ingsioto e inqvietante, Describir la actitud que parece fanimar las fieciones © proteficciones del comienz9: mezela de exageracion parddiea y de erudicién dudoss on Hictorta Universal de [a infarsia, nostalgia consciontementa elabora- a en Bvaristo Carriego. Observar, « partir de escs prime: Fas ejerciciog narratives, una practica de mascaras: practien (gue pasa dal nivel intimiats, cas rogionalista, de una pr mera biografia, a Ia festividad carnavalesca, claramente ex tea, de las “biografias infames”, para instalarse luego habiendo proparado casi diddcticamente al lector on sn smaltiple enmascaramiento textual, en Ie organizacisn de las fintae gradualos” Anctar, eniendo en cuenta las reglas mas elementales del juogo nazrativ, los desvios en que se com place el relat: el personaje que so afea, la trama de pro Secciones multiples ¢ incluso disidentee, la tensidn que 20 fstablece entre los elementos de estas fiesiones que Barthes lamsaria estrelladas. Sugeri, sabre esa baae, lee movimien: tos que configuran el ritmo dol discurso borgeano. ‘Poco differen estos relatos curiosos —en un sentido tanto ppasivo como active del resto de la obra borgeana, Se han ‘Yoel af, emblematicos, porque en apariencia rompen (mss ‘que otros textos de Borger] con lo previsto: la sign ea stem 16 ‘pre lugar lamativo, Pero por otra parte Is misma eficacia Gc esa rupture dentro dele que se eapera del relats—yeabe pregintarse, egun In nomenciatura borgeana, qué consti Elye una ficein, que-en'un ertificto hace que corran ol peor riesgo: las iceiones borgeanas pueden ser considera~ {soy de hecho se las onsidere a meando) como una mera fetividad Tadica, usa trampe puramente cstetica. Vale Ia Dona, creo, crregir esa ligeresa, replontear ol problema Pek cabs la palabra en otros terinings, Mae procieamente: detencroe, gor, rrtarse ante un dalogo incevance do frag- mentor. Sila fiecones extrafian, ex porgue extraia todo él tonto de Borges: la tnguietud manifesta en los relatos, por Subasteo dosasooiege textual, habra de remitir sl resto Ge {i ahra, gualmente desasonegante y menos facil de cae. ar Sin distnciones de genero, se presenta un testo difll {Ge parcelar, en “peligrosa armenia . EnTtexto que ne habré que parcsia, se tiene ca cventa la ica que fo mantiene. E trmino acaso paresea inadlit, Dora cierto lctoresaua dudove; por mi parte lo encuentro ‘Mccdado, Me refiero a a feeta conducta de un tert, que 3 engaiona que paresca;conses ydeclara ls devon, ad- Tile las trampas inevitable, for slacros que por fn n0 Gistmala. Si vale Ja pena indagar, una ves mas, el texto orgeane —el texto entero ex porque mantiene na porpe tua y honcota diaguisien sabre la letra (la letra suya, la Istra del otro). Letra que pregunta, que contesta, que vuelve f proguntar, sin legar nunca la seapuceta fi, letra que Sabe que es tautolopiea, que es finta, que acauo ahada vanae mente “una cons masque no por seo abandona Ia Busca Busca de lo otro que ya esta escrito, Reconove Borges, co0 pocos, ue “a literatura ce un arte que sabe proetizar aq Ermpocn que habra enmtudecido,yencarnizarse con Ia pro- pia virtud y enamorarse de la propia disolucén y cortejar Eu'in'y a posar do ee dessacantade resumen pervigue wha $Scumulacien de lotras aeano prescindibles, practica un eer. ‘icio que acaso aea nell El fxto borgeano mantien® —per ersamente, orgllosamente, resigaadamente: las “nada poco differen"— un lu de Ia letra que, en cada una de ous Prapas, desafia: na letra que se empena en entonar, de mmanera diversa, ade e- ‘ia.en la que ein embargo porsisto un “rasgo. ue, fantes de la disolucion y del fn cortejados, permite el pase jero lugar de Ta palabra 18 I. Borrar, borrajear Borrajear an lo ecombras de una fdbrica de caretas Jorge Lue Borge, La loteria on Babitonia, 1, Una desconfiansa doble Borges, a diferencia de Plotino, acepta ser retratado. Aca ss apenas vea los rasgos borrosos de eta imagen otra que es Ta suya, acaso los ignore, acaso considere que los dixjcta ‘membra que componen su imagen —que componen toda ima: ion, cuando se la reconoce, cuando tela lee incurzen, como Tas descripeiones que reprocha a ciertos autores, en un error tatatico. Aeaso no niogue, para verse on ose rostro fio, la posibilidad de invertir los terminos del epilogo de EI hace dor: en lugar de descubrir que el paciente laberinto de It ‘heas que ha trazado coineide con su cara, Unica, descubrir (que su cara —que solo puede ver en al espejo,reflejada como Felato— es imagen, punto de partida de un paciente esque “Bastante me fatiga tener que arrastrar osto simulacro fen que Ia naturaleza me ha encarcelado. {Consentiré ade~ mids que se perpetse Is imagen de esta imagen?” (OT, 88). Borges acepts el strato de Borges pero como Plotino, aquien ita con enfasis particular, sabe que es reflejo en cuanto se hnombra. Es simulacro de Una unidad perpetuamente movil, sifra ineficaz de un anvorso y de un roverso que nunca coin- iden del todo, aoranza de wn rostro ode una letra que —si fe intentara fijarlos- se vuslven nada. 19 Bi texte borgeano mina con aplicncin la imagen quieta Monstruosa 9 elasificada ~monstruasa por haber sido clasi ficada-, no difiere esa imagen de las plezas que componen lvinmévil y terrible musee de los arquetipos platénicos™ (iB, 16) La letra anotada por Borges intenta desligarse de tse fijeza —torpe tautologia que redice lo inasible al querer Clificarlo™ pera Ia vex adivina en el simulacro fo una snoviidad en potencia, Las terribles formas de Platon poe den resultar “vives, poderosas y organiens” (HE, 9) segun ‘une ulterior lesture borgeana. Ea esa relectura go plantea| Gliuger que no es lugar —el tiempo que deadice el tiempo— Bl simalacro que denuncia Borges —y que al misme tiem- po lo atrac— seguro de la tensién que lo anima, so llama fnetifors, se Yama persooale, ze llama teama, se Hama la Titeratura y aus autores: convocado y desechado en up mero tento. También se lama Borges, tambisn yo: “mi vida es una faga y todo lo pierdo y tado es del olvido, odel otro" WH, 51). ‘ina doble desconfianzs apuntala el Ro lugar d la obea borgeana, Desconfianza ants In inmovilidad —el simulacro fijo la mascara que reemplaza.el rostro vivom, pero tam ion desconfianza del rostro movil que en cuanto se nombra Se vuelve mascara, Muy tomprano en #u obra recalea Borges Su desereimionto ante elespesiemo de esa dualidad —de esa uplieidad~oclasiva, punts de partida de sus textos: "Bsas {Rntas graduates (penosas como tn juego de caretas que no fe sabe bien cudl es cual) omiten su nombre ¥erdadero —si thos alrevemos a pensar que hay tal cosa en e! mundo” GZUT, siercicio literario, tal como lo aprecia y 1o practice dG, no difiere de esc jueyo de earas y caretas plurales (Commo routros y mascaras, concuerdan y divergen en Ia obra, borgeana —en yoxtaposicion deliberade y fecunda— textos 20 suporpuston, relates que 4 ingertan on narraciones ae- ‘ews panterioreny quests es fagcontagans simples pa: Ttbrauque gracias «una conigidadrevitaliaada an ingue: fan mutanmente Al comentat lar naraciones do Tat My Snanachersen i miata epoca en que scribe Historia uni versal de is infomia, Borges adjudicn ston telaton de Sntrasad ta mira doped la mem incertsumbre Ia tnt porbdad de Juego de interetmbo, de dislogo— {reatnbuye aunn cain ya dudoos rll, hecuerda gus SnTenuneiado narrate de las ly una noches “aman dstnatin,yesnadeanbe chal eal hombre verdadero yeas ice ous dow te, 190) Fundaments la sbre borgeana ota desconfanas, on in certidumbre queface que te ltre sen, como a gra entre: Sista por Versine'mi You fst ta mime ni fout ov ne Serre! Dasconiosonfecends ant el nigho abitado ay featamentatijey pureverss ie tgvalmente arhirais por Tis gualartats fe melifora ane el resto eluavo 9 {lectinnceceret ca HESS SSRN so fon de "apis parcalesclaromente enuneiadey aut aot el enio de Borger: denconterta sn embangs tae Sl'Shusa: Any para ase ejemplo, su ha condenado Inconsistencia “ia fala de “teallaad*—- de tan Beclones Sorgeaaas,Insaifactarian porque earecen de algo. Se acu ue habtan omen o patos lbesnsen no sven a ‘Sire ino do palabra” ke) Er jules curosumente senets. Toda fcelin —todo mundo, ode persnaje= erste de patra mel eatopsgro in'Seclaraeon ante fa osute Tetra bonpeonay se shelve ‘proche’ La ausenia de ans mimesit nl ntentiga —me- for ia imponbilded de conugar una vega realidad cst: CCetual con un elemento personal jo (pertonae, geogafi, a angedota) que la centre implacablemente en Io eserito, vol ‘Wandola “viva"- produce en este caso una irritacién que poco Tene qu ver con la provechora irritacion textual que pro: pone, de manera general, Ia obra de Borges.*A las fleciones Paredoria veclamarscles in seguridad de un d4ja ou, de un je fjoy reductor estableeido por un marco y un personaie pobremente realistas —pautas que en ningda momento ri in el texte borgeano. {La urdidura més prolija de teoe(as sobre el personaje en el texto borgeano, sin duda la mas didactica: el ensayo sobre Nathaniel Hawthorne, Ba él sugiere Borges que Hawthorne primero imaginaba, acaso involuatariamente, una situacién y buscaba, despues, caracteres que Ia encarnaran”. Bl méto- do, prosigue Borges, puede producr, o permitir, admirables fuentes, porque en ellos, en razén de ou brevedad, fa trama fs mds visible que los actores" (OL, 79) Toma Borges como sjemplo un cuento de Hawthorne, wakefield’, Suponganios, como 6], que el autor parte sim plemente de una situacion: et hombre que sale de su casa pare hacorle uma brome os mujer ¥ que, una vez afuera, fo puede volver. La organizacién de tos hechos —Ia situa- ‘lon que esl relato, tal como lo lee Borges se impone @ Wauelield, personaje nimio y disponible. Hawthorne en su texto lo tacha elaramente de imbécl (nincompoop): Wakefield feria cl personaje idealmente vacto, aecio, que encarnaria Ta situacton para existi, como ol patético Enoch Soames en “louento del mismo nombre de Max Beerbobm. Pero Borges, nau Iectura, corrige al Wakefield db Hawthorne de manera 2 significative, Tentado por la progunta retdriea del autor del euento —"ZQué tipo de hombre era Wakofild? [.] Tenemos pplena libertad de dar uns forma (shape out) ala idea que de SI nos hacemos y atribuirle el nombre de Wakefield"—* Borges da mucva forma al personaje. Condensa el shaping ‘out practicado por Hnwthorne, eacritor diddctico que abun: diacen el comentario ex eathedra. Reteata en una frase datos fanotados por Hawthorne y atiade otros que ne figuran en el fuento; en una palabra rehace e Wakerield al leerl La sucinta presentacién corresponde puntualmente alos datos del relato de Hawthorne salvo en un detalle. Haw. thorne declara, taxativamente, que "la imaginacién, en el sentido lato del termino, no figuraba entre las dotes de Wakefield” Al roformular « Walofield, Borges ignora est declaracién de pobreza: el nincompoop de Hawthorae.se transforma, simpéticamente, on un hombre de “gren proeza imaginative y mental” No aélo e00, El texto de Hawthorne sefala expliitamen- te.an gesto del personaje, Al salir por primera verde su casa, Wakefield cierra la puerta ylooge la-entreabre y sonrie. Su ‘mujer no olvidara esa sonrisa que cifrara sus fantasias alo argo de veinte afos de toledad. Cuando por fin regresa Wakefield, antes de cerrar la puerta, vuelve a sonrefr: “Ea > athanel Howihers, ‘Wakafels, Hie Tol Tle (Boston: Ses long and tay musing, ibe fended to no purpore, ot had not ce Fee ee nea eel on neni I j 22 su rostro juega copecteal, tn tga sonra que conoee- ur? Wacild ha voutn ala" (OF, 88), Hasta aq coin TONING suainaly ef osumen de Borges, on la conve sen recur ct igwcrarie dat hombre ave, seein Haw See er srrarat por un momenta (<1 ae expone a ROSRE scopy se perder pare siempre su lugar” (W, 169) BE Ciel ae poeges na ele rnpeta eva dab sonsie: ls err rlgunrie el Wakefleld de Borges cuando no snr ol BU WNtnorr cuando, seguro de su apartamienta, de 20 serena a sofupe ave habia provsto ale vuelta de dea, Dees toda junta a chimenen y snrte" (Of, 80. seehadasTemblematice que deainds la aventura de Wa aa ern ects asiad, gent foaiidual, a832 Hela goote que, dutenio, hace gue por um natant meee ehble gue in situactn del eat, oy eallera que propone Borges on "Nathaniel Haw- tnovae"gara optimar fa labor ex por certo poli: pra fhorne Paci, también proljamente ineiioss, De 8b ‘taro dane brie de prodeminar In hac, sexi Hoan oon asereque uno dems propositon es dosent Botts tasn deere predominto, los cuentos de Hawborne 200 Gpenores asus novelas, eeeupera Borges, e8 ese > seeeee tn personaje due ana siueciém, Ba cambio, eb S70 Albee a nsoncton de Morel de Boy Casares a Mlbigr de une novela —gémero donde eegsn ws exterio hi Replay primar cl personae sobre la siuacion—alsbs Borges Prins Pid dela tama sobre la individvlidad dl per ta oper oapara to novela de Bioycom I proceso de Katka saa cei de taeca de dames; tes textos que efectir: Borges (Buenoe Aires: Le 5rd eeu ‘ise 26 monte no imitan el copioso estilo de Ia realidad, desdesiado por Borges, ai invitaa al lector a partieipar vicariamente en fn'vida de un personaje. Bl dealinde entre géneros, enton- ‘vuelve arbitrario, asi como la importancia de lo ‘mentos —personaje 9 situacidn— que habrian de caracte- ‘zarloe, aunque ea el propio Borges quien ha propuesto ese Cucetionable deslinds, No en vano aparece coa cierta frecuen tia en Ia obra borgeana el nombre de Croce, clasificador © {nguisidor de los géneros literarios. Dela argumentacion de Borges, en este planteo de cuento y novela, de situaciéa y personae, po lo que Borges de Croce: "sieve para arta una disc D, 67. ‘Urdidura en 6 fon perpetwo vai ‘én, Paredojicamente importan menos las bases del planteo (que el proceso de blurring y de contaminacign mutua a que Borges les somete: lon juieieg, lejos do establocor eategorias Tighdas, ingroducen Ia duds, 1a oseilacion, obran ea contra dela definiign fija. Bl ensayo sobre Hawthorne, yuxtapuesto SI prologo de la novela de Bioy Casares, no ex sino un ejem plo del vaiven que marea todo el texto borgeano, Be else Iamiento—dentro de un sistema dual que acaso satisficiera, fque sin duda tranquilisaria— de tn svapento perturbador Aeiana posible fisura que desbarata las certidumbres ponien: dolar on tela de juicio. Falla que no es falta, como a menudo le ha entendido la critica enceguecida que reclama los cor tes aitidos, sin entender que la vacilacida determina desde tun comfenzo un procoso de composicién. Proceso de escritu tray de lectura: 46 eacriba y se loo el toxto borgeano en la inseguridad, en el filo donde se conjuga ya la vez se disgre- {feel longuaje. £l propésito declarado en un ensayo tempra fo, “indagacién de la palabra", merece aplicarse 2 toda la obra de Borges: wht conatrado (eo intercede saint TESTES ite einarh veges ata acs sosnen) aun eee 3, Primer acereamiento # la ficcién: el “codictoso de El vaivén borgeane se insinda, tematicamente, en los pri- morvs textos pottices, Fervor de Buenos Aires, Luna de en- frante y Cuaderno San Martin renuevan curiosamente 1a Pstapectiva inestoble del flaneur de Baudelaire —la de ua. pecennte ocfone eu une ciudad crepuscular que ya no es suv Beque més bien es solo tuys a 1a hora del crepdsculo; una isdad quo descubre (y procura detener) « solas, pare Cieise can restos que oe le escapan ea la vigilia y que inten. ta recuperar y hacer propioa en ceremonia soltaria. EI flancur como sefala Benjamin al hablar de Baudelaire, no ova ingle transedate, hombre de grupo: “Ya estaba el tran~ Shanes que se mosela con la multitud, pero también estaba ‘STftuneur que busca espacios libres y no quiefe renuncier & ‘Su mundo privado™* Flancur voyeur la peripatio no es condicién necesaria det ocio atento ni de la voracidad distanciada, Bl flaneur de Geudelaize, en “Les Penétres", pasea (oxpfa) no por calles Hino por lasolas de los tejados™:"Y me acuesto, orgulloso de haber vivido y sufrida en otros que no gon yo". BLflneur de (Burges, guaimente aislado en sue modestes recorridos de la poriferie portena, acude en sus primeros ensayos 0 oh oyeurlamo semojente « través de un texto, Admira La ts Fraveardeno de William Hudson porgne ¢ cee a et ee aank ene fer. Fe ee et ae tua Bao vires 7 lon que pes ‘yore ‘Walter Benjamin, Poti ututon (Par ait canna pee asin pido ateonae Be 26 SNRs asin romps, omate™7 cesar oo Bl eoyeuriamo de Baudelaire on "Les Fenétres” (para con- tinuar una comparacién que acaso sorprenderia a Borges) tulmina en lo que Baudelaire Hamaba concentracion del yo slQué importa To que sea Ia realidad fuera de mi, si me ha dyudado a vivir, a pentir que soy y To que soy?” (B, 840). oyeurisma de Borges, a pesar de su aparente entusiasmo Gxpensivo —"enanchar eyo a muchedumbre'-—-, incorpara tuna dade gue pone en tela de juieio no solo "las variedades el yo" sino al "yo" (Borges; nosotros: lectores de Hudson) {gue le el toate: “el otro oe un yo también (1 yo para él soy notre ¥ quirds un ojala no fuera”, Desde ese ojala no fuera Myue es, gue aeaso no sea; que puede ser ono ser otro; que ‘marca, de todas maneras, un stinerario que no concentra sino escentra habré de encararse la ficcion de Borges. Bl aja: 1 no fuera —el aeaso no sos, a acaso nada es, el ojalé nada ‘fuera, ni siquiera la letra que se escribe— ya ha sido formu Indo por Borges, sn ao antes, on"La naderfa de s persona ida nee eetas tiie mus ato sntbaderor eeance nt realidad fea me apn, od tere ae No hay tal yo de conjunto", fade Borges, Forzando ape: nage texto se podré declarar —eventualmonte— que no hay Tal conjunto, Por el momento inscribe Borges sus primeras| dudes: ilusorio eje de Ia narracion literaria —llamémoslo Dersonaje puesto que surge de wna inquisicién sobre La per: Fonalidad resulta tan elusive como el "yo" fragmentado © fnasible: “Besta caminar algén trecho por la implacable ri iidez que los espejoe del pasado nos abren, para sentirnos Frranteron y azorarnos cAndidamente de nuestras jornadas| 2 antiguas. No hay en ellas comunidad de intenlones, ni un imo viento que las empuje" (87. 10 Carriego y las “bio- 4. Secuelas de codicias: Buari grafias infames” uci iin reg Que un individu quer des UUmsaich on resiroca una muchedembre Be tone oe La inocente votuntad de toda biograia: pero, chasta qué ponte “uate libro, menos dovumental que imaginativo" (EC, cere onto del genera? Intento de captar un “inode AO seein specie, provinelano, imiadisin Boa eae go an todo menos eso" La inocente biografia Tee corr ins desapacibl, insidio. Bl capitulo que su FUN on contra, “Una vide de Bvarsto Carvige", pre ‘ents un personae prtilado pos sombran, Pose al proposto Scighiged cscascan eaes perdurables rasgos aslados —come te Bovkes de Waketeld que deberian develvernos a Carte weyree a Syattendo trabajo del aarrador, que os restitue @ Fete os informe’ (20, 28), "Una vide de Bvaristo Co seems reduce mas a informes sobre el hombre Carsiege Guo imagenes ded, Tana Renard Burgin, Conversations with Jorge Cals El error reside en el hecho de suponer que ese capitulo es necesariamente el capitulo central el verdadoro micleo bio- {rifieo de un texto que ordenar(a una existencia de manera tnivoca. Bn un enaayo posterior, “Sobre el Vaskek de William Beckford”, recordara Borges la broma atribuida por Wilde a Carlyle: “una biogratia de Miguel Angel que omitiera toda rmencin de las obras de Miguel Angel” ¥ prosigue: arectaraje al patagosisva eval misme (41 Noes concebble wan} En “Una vida de Bvaristo Carriego” el titulo ya indica la eleccion de una de las muchas historias posibles. EI saltea {to trabajo del narrador se aplica mds a bistoriar las peolon Eeciones de an hombre, a detallar tu periferia, que a ent fnerar una anéedota personal: "Los amigos, lo mismo que os muertos y las eiudades, olaboran en eada horabre" (ZC, 43) Ta composicién del personaje “Carriego" recurre por cierto al montaje de imégenes, a "una continuidad de figuras que Cesan" (EC, 16), Pero ae trata da imsyones oblicuas de Ca Friego imagenes de Palermo, del Maldonado, de la Tierra {fel Fuogo-- que “lo confiesan yo aluden" (HC, 48). “Un hom bees, ala larga, sus eircanstancias” (A, 119} died el narra: dor de una fieton posterior. Del mismo modo Carricgo, Su biggrafo, "se sabia delicado y mortal, pero leguas Fo Ge Palermo estaban respaldandolo" (EC, 40, Nos casual que esta primera protoficegn de Borges haya, surgide de la rebelign anta un espacie doblemente —y signi fieativamente clausurado: "me erlé en un jardin, detras| de una verja con lanzas, ¥en una biblioteca de ilimitados| libros ingleves? (EC, 9). Bl narrador de Evaristo Carriego transgrede un limite, desplaza el molde provisto de la blo- alia como desplazabe el flaneur borgeano el centro do 29 ‘ona cluded hacia su periferia— para saber "iQué habia ene ras tanta, del otro lado de la verja con lanzas?” (EC,8) a wecspectiva doble —la cerrazén del lugar fo, aden trovtapucbilidad de lo mévil, afuera, que guestione La claw Tia Tnaugura ea Bvaristo Carviego el vaivén que enmarca (eraivil aetign borgeana, Persiste por lo pronto en el texto [i tisme ambiguedad que seflalan loa ensayos de Inoui serene s Ge Bl tamafio de mi experanca. BI “eodicioso de Siinas! ageadoce el-roce de vidas" que le proporciona ol Bue- aumires que imagine para Carriego y para af roce tan prs aoe aru distanciado come el que proponen los destines tini~ re 9 a0 toe por Hudaoa o el vagabundeo del flaneur. La SGhie Honduras eseribe Borges a propésite de un incideate Sela Uda de Careiogo-- “te sintié mas real cuando se Ley® te eeoca’ UEC, 40), Tembign sin duda "oe siente més real” el imPredor de Boaristo Carriego, que encuentra “inesperado partcelov en repetir gostor ajenos, adivinados: beber “Ia copa GARG Ge guindado oriental’ “cortar un gaite de madre er al orillar una tapia” (BC, 47). Gestos que eseribe y 20 [eNa.al Qieda impreso, (Curioso contrapunta, una vex més, Ball Enoch Soames de Beerbohm. Soames, posta mediocre, sone con el diablo para saber, afos después de su muerte, Pate Sordurade, descubre entonces en un catélogo que s6l0 fhe Pelsorda porque fue personaje de Beerbohm, Bi narra: See Sipuariste Carriego pacta con un poeta medioore —Ca: sega w para inseribirse en una biografla que le sirve do pre “At Borgos de “La naderia de la personalidad” reduce sin embargo ins prayeeciones del roce de vidas y 1a simpatia por sinners guico, No sblo se empeba en fragmentar al perso- cape antiogo, ea presentarlo(y presentarse) en abyme, de. nate vay connotado por 1a lateralidad: “a mode of truth roreound end centrel, but angular and splintered” com in GRee’Aepigrate do De Quincey que niega al “yo de e2njun- dice o ciiubla en Buaristo Corriego de identidad, ésta ser Rissel, momenténea y dispersa: “como si Carriego perdura- Pimdiaperso ca nuesteos destins, como si cada uno de noso- 30 tos fuera por unos segundos Carrogo” (EC, 48). Bl texts [Beovisa Chrriega eo, por excolencia, logar de encuentro 7 de desencuentre: lugar (ids, pagina) cootingente, com Io Secs mae tarde el Quijote para Pierre Menard. Lugar donde tl biogeafo-~el futuro autor de Fccones— inaugural posi Ttdad de reerenryfjar ua personae rotunda camo loa gue proponia Forster, pero donde sobre todo inaugura la posib- lidad de borrarlo, - i 5. "Una superfic fe imagenes” Boaristo Carrego intenta registrar, desde un yo que con juga sn precario equlibrio un adentro y un afvea, To que Ihabia “del otro lado de la verja con lanzas" (BC, 9) Historia, Universal dela sama mares el triunfo, por ast decrl, del limite franqueade, Subsisten en ol opfague textual elertas provedimiontos ya anotados en Bvaristo Carrigo: el monta- spor Fasyoscisladoo el propéstesminentomenta vial ae Tigeed] texto, l personaje fragmontario, las pralongaciones. Pero la nimpatin del que narra por lo nartade, almad 8 travée dela primera persona en Boeristo Carriego, desapa- fece el cogicove de almas ae transforme, lieralmente, om fodicioso de relatos. Elafuera al qua parecen acudir los re- Intos de Historia universal dela infamia ao oats mi mas all zi més acd de la verja con lant ls “biograflesinfames” {nulan fe tpografia precisa de Bvoristo Corriego pare si: {har el impuloo dela ficeidn en un émbito puraments litera Ho Hletoria universal dela infamao8“ltreespontable ue go de un Unido que no se anting a excibir eventos y que 92 Uistrajo en falsear y tergiversar (ain Justificaion estetica figuna ves) ajonas historiae” (HU, 7) A las relacoaes de Evavat Carag lex a La declaracisn explicita la distancia recorrida, En Bvo- iste Carriego el narradar propone a la vez la fragmentacion Tal iScconaje y en momentaneas identidades— Ia identi: (iuatisn con éi a través de imagenes que confiesan tanto al feats enunclado come al que fo enuncia, En Historia uni suiety de la infamia el narrador no se adwetia de una bio- wile vida’ ajena que intenta atestiguar para ater Frrttgen sino de sjenss Rstorias. El Kite entre los dos Uietiaoos en por cierto tenue si se considera el pre-texto: 0 sees Riadamentalmente diferencias entre Ia vide de Bva- habritJuvteqo,Tefda por Borges 71a vida del impostor inve- rate erties Castro, tambien Teida por él. Importa sin Teeth al preciso reajuste dela codicia del narrador. Ya no cecilia man's land que constitutan Carriego y su Pale Codie rinados a medida que eras recreados, ino que pene TorUnanidad aparentemente clausurada, sigoficativa en Seo Mu'donto previo y ajeno, con el cual disloga. La codicia se vuelve conversaciéa, ine “biograflas infames" que presenta Borges carecen notoriamente de la vor nostélgica, “morosa con amor", que aotoriaa a Carriego. En cambio insiste Borges ea rovelar ol narra ficial del mecanismo narrativo: los relatos de Freee aniversat de fa infamia usan y abusan de “las en: aster ser dispares, la brusea solucioa de continuidad, 18 Miuccion de la vida entora do un hombre a dos o tres esce ceo son, no Uratan de ser, psicelégicos” (HUT, 7). te lah aeuerda Borges en este prologo a posibles.precar sarge dg ellos, Stevenson y von Sternberg, se distin- Bion juotamsate por sus intentos de dar ala fiecim (itera Fuee Jiematogeatica) el lugar que le corresponds: escena, 18 iicion ue permite un reconocimiento pero no una ide {ineacidn, por momentanea que sea." 2 En Historia universal dela infamia no bay simpatiacom- partida entre narvador (lector) y personajes 9 amblenten. Por el eontrario, ae diria que Borges ae complace on trabut todo patetismy “el excorivo titulo de sstas paginas” mar finite dlboradaments partic om que ne tau {electura de otro texton: “Patbulos y pratas lo pueblan Inipalabra infamie aturde ea el titulo, pero bajo oe tame than hay nd, Nove ott ove au Apaienciyave ana Superfcie de imagenes; por eso mismo puede acaso agradar™ (HUT, 10)."" ® ies El‘excenoy la parodia en Historia universal de to infa ris impiden la lestura simpética, rompen la fragmentaria Tlontided sugerida (nds aun buscada) en Bvorist Carriego ‘A fuerza de exayerscion low relatos desarman equiparaciones ‘bsicas, dsorientan al lector El text expropiado no cone! do, dende fuego, con une geografia ompartida (Palermo) ‘Tampoco con tn texto “original” reconocible ya que se lo ha fragmentado, subvertido, rcompuesto; ya que es, sabre todo, ‘emote, aeavo inballable 9 inexistonte. La magnificacion ‘acada on unaleecura de textony no do conductp, coarta el Feconocimientosimpatica mediante ef devvio. Ei texto bor {eeno recurve ala historia prvia pe organizara de mane Hara wiv el nami, Haband de Phe Slaton Hanes ora view Ee gat de phinje aur sigsfenbe nas ‘unnChincs nen fen Yer: Maclin 1868 "ba, al hablat sree enue cemt i eakarg. Jon won Seabee blew York Bote, seri p. 225) rth te adn pc au no? are, 33 ra diferente; el enjeto que lo enunci detiberadamente eciP ra dterente: Soona,impide ol paso hacia un compasivo nose ado come Poargo, nose clausurs la posiblidad de une conic {05 Sin om ecto Si efoeta s6lo permanece In “superficie yea corgi tata porque ce apenas apariencia, porgue de imagen ey onan profundizaciones~ Libera ona mulliplici- ena stony de complcidades posiles y diversamente daa te aera Didlogo y connivencia entre un aujeto enun- combinahleaonalmente eefumado, ¥ la historia ajona ae clantey Pea que se entonn; digiogo entre un texto y otro ween eve de pre-toxto, fundando un intereambio waxtaat gus le sive ay entra an lector 3 un autor que entrar et distor or jacio a través de 1a duplicidad de la parodia: fecund ermade ya en un referente compartido, ya en 1a Je font evencionslments hiperbolies, que proponen stor ‘donorbitados relatos. eet poscntacion del personaje biografiado en Historia unr de ta infamia os, camo en Evaristo Carriego, indi aie stontmica, el propésito ex diferente: ae familiar recta y Gcerabar al leetor, para luego reeuperarlo en oto Tar MB acano wn fad no fuera que anima e nauicts Plano, Bl Giucn praviaa de Borges sobre personaje ¥ perso cone rae yd en estas protfieciones un claro no es COR nalidadS*Jojamtariotono menor ¥ conversado de “Palermo Pores Alsen, capitulo inicial de Bvaristo Carriego, on de Bucnos Ay imagenes y la ironfa intencional de 188 Pri ot arr eeines de “El eapantoro redentor Lazarus Morel eras PAgingatetoxio el lector se aceree, indirectamente, 1 ee ajecontral sgn uo progreso metonimico ca ids porsonals oqasa remota” de la eslavitud a “El iugar” donde co: de fanaa, del lugar a “Los hombres” que lo pueblan, Eat oe aeicpves a "El hombre". Del hombre se pats © une te ee oscripeign de In acién, que observa puntualments Pralie enarmiente a fuerta de contigdidad y ala vez se bur Age aL El método", "La libertad final’, "La catéstrofe ae sviicntivamente esta catéatrofe de “El espantoso Te ae ASsfulmina en desenlace, sino en “La interrupei6n" 4 ls ttidada econ Intersunpids ce que esta intrrupeone pone de manifiesto un pr de dilaciga y de hiato que ye se viene practicando en “Bl espantoso redentor” des es prometen los inocuos titulos de las secciones. Teeacesvided EZimorOnee del ttle eopentovsfvedentor= te pave en préctica en cada una dy esas soccones: crmo eatampes de Upbocrocegeabador de Bpinal,étan deamontan sitwacién y Dersonaje, enesionando > detentendo, con au dervoche, la Eur snle comtinutdedmarativasRecurdenve ea“ es fe atribayen a la buena volun ae la buena volunted misionera del Padre las tables rita sean aria gu, por nian tl inpaer a a lecture cuioen,stentastodo nde eta foie wenn alesis ep tamed tens {ba paras Bn abort risolagebieriéncn combina et ato anbicerecuperahe ta mitlotasavara fa aleion ers: “laa prtonay cst rea a Ieisdcnca numero oe mao somanan a Tategren (coro ms tarde ara, por eomplo, iu eaame- taney crt gvlent. pean, e ton ttn Sheena umn apna comensne ode al ester con es postbilandes yds tompon dle 38

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