Gastroenteritis Por Helicobacter Pylori

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GASTROENTERITIS POR HELICOBACTER PYLORI

    
Es un tipo de bacteria que infecta el estómago. Es muy común, afecta aproximadamente a
dos tercios de la población mundial. La infección por H pylori es la causa más común
de úlceras pépticas. Sin embargo, la infección no causa problemas para la mayoría de las
personas.
Causas
La bacteria de H pylori mayormente se transmite de persona a persona. Esto suele suceder
durante la niñez. Si no se trata la infección permanece durante toda la vida.
No está claro cómo se transmite la bacteria de una persona a otra. La bacteria se puede
diseminar así:
 Contacto de boca a boca
 Enfermedades del tracto GI (particularmente cuando se presentan vómitos)
 Contacto con heces (materia fecal)
 Comida y agua contaminada
La bacteria puede desencadenar ulceras de la siguiente manera:
 El H pylori ingresa a la pared mucosa del estómago y se adhiere al revestimiento del
estómago.
 El H pylori causa que se produzca más ácido estomacal. Esto daña el revestimiento
del estómago, causando úlceras en algunas personas.
Además de las úlceras, la bacteria H pylori causa una inflamación crónica en el estómago
(gastritis) en la parte superior del intestino delgado (duodenitis).
En ocasiones el H pylori puede causar cáncer de estómago o un tipo de linfoma estomacal
poco frecuente.

Síntomas
Aproximadamente del 10% al 15% de las personas infectadas con H pylori desarrollan la
enfermedad de úlcera péptica. Las úlceras pequeñas pueden no causar ningún síntoma.
Algunas úlceras pueden causar mucho sangrado.
Un síntoma común es tener el abdomen adolorido o sentir ardor con dolor. El dolor podría ser
más intenso cuando el estómago está vacío. El dolor puede variar según cada persona, y
algunas no presentan dolor.
Otros síntomas incluyen:
 Sensación de llenura o distención abdominal y problemas para tomar tanto líquido
como es usual
 Hambre y sensación de tener el estómago vacío, usualmente de 1 a 3 horas después
de comer
 Nausea leve que puede reducirse vomitando
 Pérdida de apetito
 Pérdida involuntaria de peso
 Eructos
 Heces con sangre, oscuras o alquitranadas o vómito con sangre
Pruebas y exámenes
Su proveedor de atención médica realizará la prueba de H pylori si usted:
 Tiene úlceras pépticas o un historial de úlceras
 Ha tenido molestias y dolor en el estómago por más de un mes
Dígale a su proveedor qué medicamentos está tomando. Los medicamentos antiinflamatorios
no esteroides (AINE) también pueden provocar úlceras. Si tiene síntomas de la infección, el
proveedor le puede hacer las siguientes pruebas para detectar H pylori. Estas pueden incluir:
 Prueba de aliento -- prueba de aliento con urea (isótopo de carbono - prueba de
aliento con urea o PAU). Su proveedor le pedirá que trague una sustancia que contiene urea.
Si hay H pylori presente, la bacteria convertirá la urea en dióxido de carbono. Esto se detecta
y registra en la exhalación de su aliento después de 10 minutos.
 Pruebas de sangre -- miden los anticuerpos de H pylori en la sangre.
 Prueba de heces -- detecta la presencia de la bacteria en las heces.
 Biopsia -- prueba de tejido tomado del recubrimiento del estómago,
utilizando endoscopia. Se analiza la muestra para detectar la infección
Tratamiento
Para que su úlcera sane y reducir el riesgo de que vuelva, se le suministrarán medicamentos
para:
 Matar la bacteria H pylori (si está presente)
 Reducir los niveles de ácidos en su estómago
Tome todos sus medicamentos como se lo han indicado. Hacer otros cambios en el estilo de
vida también puede ayudar.
Si usted tiene una úlcera péptica y una infección por H pylori, se recomienda tratarlas. El
tratamiento estándar incluye diferentes combinaciones de los siguientes medicamentos de 10
a 14 días:
 Antibióticos para matar la bacteria H pylori
 Inhibidores de la bomba de protones para ayudar a disminuir los ácidos estomacales
 Se puede agregar bismuto (el ingrediente principal de Pepto-Bismol) para ayudar a
matar la bacteria
No es fácil tomar todos estos medicamentos por más de 14 días. Pero hacerlo le da una
mejor oportunidad de deshacerse de la bacteria H pylori y prevenir la formación de úlceras en
el futuro.
Expectativas (pronóstico)
Si usted toma sus medicamentos, existe una buena posibilidad de que se cure de la infección
por H pylori. Y es menos probable que se le forme otra úlcera.
Algunas veces, será difícil curarlo completamente de la bacteria H pylori. Es posible que se
necesiten ciclos repetidos de varios tratamientos. En algunos casos se realizará una biopsia
del estómago, para buscar gérmenes y encontrar el antibiótico que podría funcionar mejor.
Esto puede ayudar a guiar los tratamientos en el futuro. En algunos casos, el H pylori no se
puede curar con ninguna terapia, aunque se pueden reducir los síntomas.
Si se cura, se puede presentar la infección nuevamente en áreas en donde las condiciones
sanitarias son escasas. 
Posibles complicaciones
Una infección prolongada (crónica) con H pylori puede causar:
 Enfermedad de úlcera péptica
 Inflamación crónica
 Úlceras gástricas y en la parte superior del intestino
 Cáncer estomacal
 Linfoma del tejido linfoide asociado a la mucosa gástrica (MALT, por sus siglas en
inglés)
Otras complicaciones pueden incluir:
 Pérdida de sangre severa
 La cicatrización de una úlcera puede hacer que sea difícil vaciar el estómago
 Una perforación o agujero en el estómago e intestinos
Cuándo contactar a un profesional medico
Los síntomas severos que inician repentinamente pueden indicar que hay un bloqueo en el
intestino, una perforación o una hemorragia, todas estas son emergencias. Los síntomas
pueden incluir:
 Deposiciones negras, con sangre o alquitranadas
 Vómitos severos que pueden ser con sangre o una sustancia con apariencia de restos
de café (una señal de hemorragia grave) o todos los contenidos del estómago (una señal de
obstrucción intestinal)
 Dolor abdominal severo, con o sin vómitos o evidencia de sangre
Cualquiera que tenga uno de estos síntomas debe ir a la sala de emergencias de inmediato.
GASTROENTERITIS POR SHIGELLA
La shigelosis es una infección del tracto intestinal. Es causada por bacterias. Es más grave
que la gastroenteritis común o “gripe estomacal”, la cual se debe a un virus. Suele afectar a
niños de entre dos y cuatro años de edad. Las infecciones por Shigella causan diarrea. La
diarrea es la evacuación de los intestinos tres veces al día o más, con heces blandas y
acuosas.
Los síntomas de una infección por Shigella pueden incluir los siguientes:
 Dolor y cólicos abdominales
 Náuseas y vómitos
 Fiebre y escalofríos
 Heces con sangre
La Shigella es muy contagiosa. Se propaga fácilmente en las guarderías y entre los
integrantes de la familia. Las bacterias se transmiten por las heces. Otros niños pueden
infectarse si tocan cualquier cosa que haya estado en contacto con la diarrea del niño
infectado. Por ejemplo, pañales, ropa, juguetes, inodoro o comida. Una vez que la bacteria
está en las manos de un niño, puede ir a su boca o a su nariz. Esto provoca la infección.
La enfermedad comienza entre dos y tres días después de la exposición. Puede durar de 1 a
2 semanas si se deja sin tratar. Se suelen recetar antibióticos para tratar este tipo de
infección. La enfermedad puede durar alrededor de una semana si se trata con un antibiótico.
Las bacterias de Shigella pueden permanecer en las heces hasta cuatro semanas después
de que los síntomas hayan desaparecido. La infección puede transmitirse a otras personas
durante ese lapso.
El principal peligro de esta enfermedad es la deshidratación. Esto es la pérdida de
demasiada agua y minerales del cuerpo. Cuando esto sucede, se deben recuperar los
líquidos del cuerpo de su hijo. Para eso, puede darle una solución de rehidratación oral. La
solución de rehidratación oral se vende en las farmacias y la mayoría de las tiendas de
comestibles.
Cuidados en el hogar
Siga todas las instrucciones que le haya dado el proveedor de atención médica de su hijo.
Si le da medicamentos a su hijo:
 No le dé medicamentos de venta libre para la diarrea a menos que el proveedor de
atención médica de su hijo le indique hacerlo.
 Si le recetaron antibióticos, asegúrese de que su hijo los tome todos los días hasta
acabarlos. No deje de darle los medicamentos aunque su hijo se sienta mejor. Debe tomar
todos los antibióticos para que el tratamiento esté completo.
 Puede usar paracetamol o ibuprofeno para controlar el dolor y la fiebre. O puede usar
otro medicamento según le hayan indicado.
 No le dé aspirina a un niño menor de 18 años que tenga fiebre. Esto puede causar
daños graves al hígado y una enfermedad que puede poner en riesgo la vida, llamada
síndrome de Reye.
Para prevenir la propagación de la enfermedad:
 Recuerde que lavarse las manos con agua y jabón, como también usar un
desinfectante a base de alcohol es la mejor manera de evitar que se propague la infección.
 Lávese las manos antes y después de ocuparse de su hijo enfermo.
 Limpie el inodoro después de cada uso.
 Deseche los pañales sucios en un recipiente sellado.
 No envíe a su hijo a la guardería hasta que su proveedor de atención médica diga que
ya puede hacerlo.
 Lávese las manos antes y después de preparar la comida.
 Lávese las manos después de usar tablas de cortar, encimeras y cuchillos que hayan
estado en contacto con alimentos crudos.
 Mantenga las carnes crudas alejadas de los alimentos cocidos y listos para comer.
Administración de líquidos y comidas
El principal objetivo del tratamiento para los vómitos o la diarrea es evitar la deshidratación.
Esto se hace dándole frecuentemente pequeñas cantidades de líquidos al niño.
Si amamanta a su bebé:
 Para la diarrea: siga amamantándolo. Dele el pecho con más frecuencia que lo
acostumbrado. Si la diarrea es muy fuerte, dele una solución de rehidratación oral entre
comida y comida. A medida que la diarrea se alivie, dele una solución de rehidratación oral y
vuelva a amamantarlo en los horarios habituales.
 Para los vómitos: después de dos horas sin vómitos, vuelva a amamantarlo.
Amamante a su bebé solo la mitad del tiempo habitual con cada seno, cada una o dos horas.
Si su hijo vuelve a vomitar, amamántelo únicamente cinco minutos en solo uno de los senos,
cada 30 o 60 minutos. Amamántelo una vez con cada seno. Aunque el niño vomite, igual
absorberá algo de la leche. Cuando haya dejado de vomitar, vuelva a los tiempos habituales
de amamantamiento.
Si su bebé toma el biberón:
 Dele pequeñas cantidades de líquido cada vez, especialmente si vomita. Una onza o
dos (de 30 a 60 ml) cada 30 minutos puede mejorar los síntomas.
 Para la diarrea: dele leche o fórmula reforzada. Si la diarrea es muy fuerte, dele una
solución de rehidratación oral entre comida y comida. Si le da leche y la diarrea no se alivia,
deje de darle leche. En algunos casos, la leche puede empeorar la diarrea. Pruebe darle
fórmula de soya o arroz. No le dé jugo de manzana, gaseosas, bebidas para deportistas ni
ninguna otra bebida endulzada. Las bebidas con azúcar pueden empeorar la diarrea. Si su
hijo comienza a sentirse peor con estos alimentos, vuelva a darle líquidos transparentes.
 Para los vómitos: después de dos horas sin vómitos, intente darle leche o fórmula
regular. Si, en algún momento, su hijo comienza a vomitar otra vez, vuelva a darle pequeñas
cantidades de líquidos transparentes. Comience dándole pequeñas cantidades y aumente la
cantidad según lo que el niño tolere.
 Si el niño se siente bien después de 24 horas, vuelva a darle la dieta habitual en los
horarios habituales.
Si su hijo come alimentos sólidos:
 Tenga en cuenta que en este momento los líquidos son más importantes que los
alimentos. Dele pequeñas cantidades de líquidos cada vez, en especial si su hijo tiene
cólicos estomacales o vómitos.
 Para la diarrea: si le da leche a su hijo y la diarrea no se alivia, deje de darle leche. En
algunos casos, la leche puede empeorar la diarrea. Si eso sucede, use una solución de
rehidratación oral en lugar de leche. Si la diarrea es muy fuerte, dele una solución de
rehidratación oral entre comida y comida.
 Para los vómitos: comience dándole una solución de rehidratación oral a temperatura
ambiente. Dele una cucharadita (5 ml) cada cinco minutos. Incluso aunque su hijo vomite,
siga dándole la solución de rehidratación oral. Absorberá gran parte del líquido, a pesar de
los vómitos. Después de dos horas sin vómitos, comience a darle pequeñas cantidades de
leche o fórmula y otros líquidos. Aumente la cantidad según lo que el niño tolere. No le dé a
su hijo agua sola, leche, fórmula ni otros líquidos hasta tanto haya dejado de vomitar. A
medida que vomite menos, intente darle más cantidad de solución de rehidratación oral.
Hágalo de manera más espaciada cada vez. Siga haciendo esto hasta que el niño comience
a orinar y ya no sienta tanta sed (no demuestre tanto interés por beber). Después de 4 horas
sin vómitos, comience a darle alimentos sólidos. Después de 24 horas sin vómitos, vuelva a
darle una dieta normal.
 Puede volver a darle la dieta normal a su hijo a medida que vaya sintiéndose mejor.
No fuerce a su hijo a comer, especialmente si tiene dolor o cólicos en el estómago. No le dé
a su hijo grandes cantidades de comida, aunque el niño tenga hambre. Esto puede hacer que
se sienta peor. Podrá darle más comida a medida que la tolere mejor. Si el bebé tiene más
de cuatro meses, puede darle cereal, puré de papas, compota de manzana, banana pisada o
papilla de zanahoria durante este momento. Si su hijo tiene un año o más, puede agregarle
galletas, pan blanco, arroz y otros alimentos con almidón complejo, carnes magras, yogur,
frutas y verduras. Los alimentos de bajo contenido graso son más fáciles de digerir que los
alimentos de alto contenido graso.
 Si tiene síntomas otra vez, vuelva a darle una dieta simple o líquidos transparentes.
Visita de control
Programe una visita de control con el proveedor de atención médica de su hijo, o según lo
que se le haya indicado. Si le tomaron una muestra de heces o le hicieron un cultivo, llame al
proveedor de atención médica para conocer los resultados, según lo que se le haya indicado.
Cuándo llamar al 911
Llame al 911 si su hijo presenta cualquiera de estos síntomas:
 Dificultades para respirar
 Confusión
 Somnolencia extrema o pérdida del conocimiento
 Dificultad para caminar
 Frecuencia cardíaca acelerada
 Cuello rígido
 Convulsiones
Cuándo buscar atención médica
Llame al proveedor de atención médica de su hijo de inmediato ante cualquiera de los
siguientes síntomas:
 Dolor abdominal que empeora
 Dolor constante en el lado inferior derecho del abdomen
 Vómitos repetidos después de las dos primeras horas de beber solo líquidos
 Vómitos ocasionales durante más de 24 horas
 Más de ocho heces con diarrea en ocho horas
 Diarrea continua muy fuerte durante más de 24 horas
 Sangre o material de color negro en el vómito o las heces
 No quiere comer o beber
 Su orina es oscura, o no ha orinado en cuatro a seis horas, no tiene lágrimas al llorar,
tiene los ojos hundidos o la boca seca
 Irritabilidad o llanto que no se logra calmar
 Somnolencia inusual
 Una nueva erupción cutánea
 Diarrea que dura más de diez días
 Dolor de pecho
 Fiebre (ver La fiebre y los niños, a continuación)
Las bacterias llamadas Shigella con frecuencia provocan fiebre. A menos que su proveedor
de atención médica le indique lo contrario, siga estas pautas generales sobre cuándo
llamarlo a causa de la fiebre.

La fiebre y los niños


Use siempre un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. Nunca use un
termómetro de mercurio.
En el caso de bebés y niños pequeños, asegúrese de usar correctamente el termómetro
rectal. Un termómetro rectal puede hacer un orificio (perforar) accidentalmente en el recto al
pincharlo. También puede transmitir gérmenes de las heces. Siga siempre las instrucciones
del fabricante del producto para usarlo adecuadamente. Si no se siente cómodo midiendo la
temperatura rectal, use otro método. Cuando hable con el proveedor de atención médica de
su hijo, infórmele qué método usó para tomar la temperatura del niño.
A continuación, se presentan algunas pautas relacionadas con la temperatura de la fiebre. La
temperatura tomada en el oído no es precisa antes de los 6 meses de edad. No tome la
temperatura oral hasta que su hijo tenga al menos 4 años.
Bebé menor de tres meses:
 Pregunte al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la
temperatura al niño.
 Temperatura rectal o en la frente (arteria temporal) de 100,4 °F (38 °C) o más alta, o
según le haya indicado el proveedor
 Temperatura debajo del brazo (axilar) de 99 °F (37,2 °C) o más alta, o según le haya
indicado el proveedor
Bebé o niño pequeño de 3 a 36 meses:
 Temperatura rectal, en la frente (arteria temporal) o en el oído de 102 °F (38,9 °C) o
más alta, o según le haya indicado el proveedor
 Temperatura debajo del brazo (axilar) de 101 °F (38,3 °C) o más alta, o según le haya
indicado el proveedor
Niño de cualquier edad:
 Episodios repetidos de fiebre de más de 104° F (40° C), o según le haya indicado el
proveedor
 Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años O fiebre que dura
3 días en un niño de 2 años o mayor

GASTROENTERITIS POR ENTAMOEBA HISTOLÓGICA
La amebiasis es una parasitosis producida por la Entamoeba histolytica, de gran prevalencia
en países tropicales. La transmisión de la enfermedad es por vía fecal-oral o bien de forma
indirecta, mediante el agua de bebida o ingesta de alimentos contaminados. La afectación
intestinal cursa con síndrome disentérico, fundamentalmente, y la hepática mediante la
formación de absceso amebiano. El diagnóstico se fundamenta en la visualización del
parásito en heces, en pruebas serológicas y en técnicas de imagen en los casos de absceso
hepático. El tratamiento más efectivo es mediante metronidazol.

 La amebiasis es una infección producida por el protozoo intestinal Entamoeba


histolytica. Afecta al tracto intestinal y al hígado preferentemente y sus manifestaciones
pueden variar desde el portador asintomático, circunstancia que ocurre en la mayor parte de
los casos, hasta la enfermedad de grado variable.

Existen en la actualidad unos 50 millones de casos de enfermedad sintomática y está


asociada a unas cien mil muertes al año, preferentemente en países y zonas tropicales; la
amebiasis es la tercera causa de mortalidad entre las infecciones parasitarias después de la
malaria y la esquistosomiasis. Aunque en nuestro país es excepcional, se observa con
frecuencia en enfermos emigrantes o viajeros, tanto adultos como niños, que provienen de
países en donde la amebiasis es endémica1.

Seguidamente se describen las características de esta parasitosis, en sus presentaciones


intestinal y hepática, por ser éstas las localizaciones más frecuentes.

Amebiasis intestinal

Características del parásito


Existen siete especies diferentes de amebas que pueden parasitar la boca y el tracto
intestinal humano: E. histolytica, E. gingivalis, E. harmanni, E. coli, Iodamoeba bütschlii,
Diantamoeba fragilis y Endolimax nana. De ellas, sólo algunas cepas de E. histolytica se han
mostrado patógenas y se encuentran en el colon del hombre en dos formas: el trofozoíto o
forma móvil, que es la forma invasiva, y el quiste, que es la forma infectante2, 3.

Los trofozoítos miden entre 20 y 50 µm, tienen mo tilidad orientable, presentan ectoplasma
claro y bien delimitado, con delgados pseudópodos digitiformes y endoplasma granuloso, con
un núcleo excéntrico y cariosoma central y puntiforme. Habitan en el lumen, la pared o en
ambos lugares del colon. Se multiplican por fisión binaria, crecen mejor en condiciones
anaerobias y necesitan la presencia de bacterias o sustratos tisulares para su nutrición. Ante
la presencia de diarrea, los trofozoítos salen en el contenido fecal, frecuentemente con
eritrocitos fagocitados, signo patognomónico de amebiasis.

Cuando no existe diarrea, los trofozoítos suelen enquistarse antes de abandonar el intestino,
rodeándose de una pared muy resistente a los cambios ambientales, a las concentraciones
de cloro en el agua potable y a la acidez gástrica. Los quistes maduros al ser ingeridos por
un nuevo hospedador repiten el ciclo.

El quiste predomina en las deposiciones de portadores asintomáticos o de formas leves de la


enfermedad. Es de tamaño variable y mide de 5 a 20 µm. Las formas quísticas iniciales
(prequistes) contienen cuerpos retráctiles de cromatina, una vacuola yodófila y un solo
núcleo, el cual se divide por fisión binaria para formar el quiste maduro tetranucleado; por
esta razón los quistes en las deposiciones pueden tener de uno a cuatro núcleos. Pueden
sobrevivir fuera del hospedador durante días o semanas, sobre todo en condiciones de baja
temperatura y humedad. Constituyen el estado infectante en el ciclo de vida del parásito, por
ello la infección se transmite de un hospedador a otro, con la ingestión de alimentos o agua
contaminada con deposiciones2.

Una vez en el intestino delgado se divide, resultando ocho trofozoítos de cada quiste. Tras el
desenquistamiento, los parásitos se transforman en trofozoítos móviles, activos y
potencialmente patógenos, capaces de causar colitis.

Epidemiología

Aunque el hombre es el principal hospedador y reservorio de E. histolytica, esta ameba


también puede encontrarse en animales como monos, perros, gatos, cerdos y ratas. Como
los trofozoítos mueren rápidamente fuera del intestino, no tienen importancia en la
diseminación de la infección; la forma infectante es el quiste, ya que es capaz de resistir a la
cloración del agua y las condiciones ambientales. Los quistes se eliminan del agua por
filtración y se destruyen por cocción.

La expulsión asintomática de quistes es lo que origina las nuevas infecciones; un portador


crónico es capaz de excretar hasta 15 millones de quistes al día.

La transmisión de la infección puede ocurrir por varios mecanismos. La vía fecal-oral,


generalmente por contacto directo persona a persona, está favorecida por condiciones
sanitarias deficientes como hacinamiento, pobreza, ignorancia y retraso mental, entre otras.
La contaminación fecal-oral directa es muy frecuente en guarderías infantiles y también
durante el contacto sexual bucoanal entre varones homosexuales.

La infección se puede transmitir de forma indirecta, a través de la ingestión de agua para


beber y de alimentos contaminados deficientemente manipulados y a través de vectores
mecánicos como moscas y cucarachas, sobre todo en regiones del mundo mal saneadas,
con déficit de agua potable y redes de alcantarillado que permiten la contaminación fecal del
suelo y el agua. En los brotes epidémicos el grado de esta contaminación es muy alto.

La prevalencia media de la amebiasis en el mundo es del 10%, pero puede llegar a alcanzar
hata el 80% de la población en determinadas zonas de países tropicales4. Es más frecuente
en adultos y tiene igual distribución por raza y sexo, a excepción del absceso hepático, que
es más frecuente en varones. La infección es mucho más frecuente que la enfermedad, ya
que sólo enferman el 10%, aproximadamente, de los infectados. La amebiasis invasora se
concentra, preferentemente, en México, Sudamérica occidental, sur de Asia y sudeste y
oeste de África; no obstante, en países desarrollados como en Estados Unidos puede
encontrarse hasta en el 4% de grupos de riesgo, entre los que se encuentran emigrantes,
homosexuales, viajeros o niños con retraso mental ingresados en instituciones5. En nuestro
país se ha registrado un caso de absceso hepático en un paciente que no había salido nunca
del país producido al ingerir frutas exóticas contaminadas6.

El estudio de los patrones de isoenzimas de amebas aisladas del hombre ha llevado a la


clasificación de cepas patógenas y no patógenas. Se conocen más de veinte zimodemas, de
los cuales casi la mitad están asociados a ulceración intestinal o a absceso hepático.

Aproximadamente el 20%-30% de los varones homo-sexuales están infectados con E.


histolytica, pero la enfermedad es rara, incluso en pacientes con síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Las cepas aisladas de homosexuales en algunos países
desarrollados occidentales presentan en su mayoría zimodemas no patógenos y la
prevalencia de anticuerpos séricos a E. histolytica es baja, lo que sugiere que las cepas
virulentas son actualmente raras en estos países.

FISIOLOGÍA GASTROINTESTINAL
El sistema nervioso que gobierna el aparato digestivo recibe el nombre de sistema entérico, y
controla tanto los movimientos como las secreciones a nivel gastrointestinal. Está compuesto
por los plexos submucoso o de Meissner y mientérico o de Auerbach.
El plexo de Meissner se sitúa más próximo a la luz, emplazado en la capa submucosa de la
pared, y es de mayor importancia en la secreción, aunque también tiene un papel importante
en la contracción local de las fibras musculares de la submucosa para modelar el
plegamiento parietal. El plexo de Auerbach encuentra su sitio entre las capas muscular
longitudinal y circular y, por su localización, es necesario para el control de la motilidad.
Para el control fino y la regulación de los plexos, estos reciben aferencias tanto del sistema
nervioso simpático como del parasimpático, cuya inervación es predominante en todo el
tracto gastrointestinal. El par craneal X, que ejerce función parasimpática, se extiende desde
su nacimiento hasta la mitad izquierda del intestino grueso, inervando en su trayecto
al esófago, estómago y páncreas.
La porción distal del tubo digestivo, compuesta por el colon
descendiente, sigmoide, recto y ano, recibe inervación preferente del plexo parasimpático
sacro que discurre junto a los nervios pélvicos. La acetilcolina, neurotransmisor de
las sinapsis postganglionares de los nervios parasimpáticos, estimula la actividad secretora y
de motilidad en el intestino.
inervación simpática proviene de los pares vertebrales que van de T5 a L2 y se extiende por
todo el aparato digestivo tras reunirse en los ganglios celíaco, mesentérico superior y
mesentérico inferior, de los que surgirán los axones de las neuronas postganglionares. Las
terminaciones postsinápticas simpáticas secretan noradrenalina y, en una cantidad muy
inferior, adrenalina, que ejercerán un potente efecto inhibidor sobre las funciones
gastrointestinales. La inervación sensitiva permite captar la irritación de la mucosa, la
presencia de sustancias químicas agresivas o distensiones de la capa mucosa, y producirá
un efecto inhibitorio o excitatorio en función del estímulo transmitido.
Existen, por tanto, tres niveles de control de la actividad gastrointestinal: el que rigen los
propios plexos entéricos sin aferencias del sistema nervioso central, las aferencias de tubo
digestivo hasta los ganglios simpáticos prevertebrales y la subsiguiente respuesta inhibitoria
y los reflejos que se originan por vías ascendentes hasta la médula espinal y el tronco del
encéfalo.

Flujo sanguíneo[editar]
La sangre viaja por el tubo digestivo gracias a la circulación esplácnica. Este flujo llega al
hígado a través de la vena porta y en el hígado pasa por las sinusoides de hepático y salen
por las venas hepáticas hacia la vena cava inferior, después llega al corazón. El hígado se
encarga de limpiar la sangre proveniente del intestinos, elimina las bacterias que vienen del
alimento del tubo digestivo.
La irrigación gastrointestinal[editar]
Está dispuesta de una forma muy particular. Esta irrigación, está dada por un sistema arterial
arciformes. Cada región es directamente proporcional al grado de actividad y local, como
después de una comida, allí aumenta el flujo sanguíneo.
Algunas variaciones que aumenta el flujo sanguineo[editar]
1)En la digestión, la mucosa del tubo digestivo libera sustancias vasodilatadoras, así como la
gastrina y la secretina.
2)En la secreción las glándulas secretoras, liberan calidina y bradicinina que son cininas
vasodilatadoras muy potentes.
3)Cuando se disminuye la concentración de oxigeno en la pared intestinal.
Ahora bien, el flujo sanguíneo disminuye cuando el tubo digestivo está en reposo y se
considera un tiempo de recuperación.
El flujo arterial a las vellosidades y su drenaje venoso siguen direccionesopuestas, aunque
los vasos se encuentran muy próximos. Gracias a esta disposición vascular, la mayor parte
del oxígeno sanguíneo difunde desde las arteriolas directamente hacia las vénulas
adyacentes, sin pasar siquiera por los extremos de las vellosidades. En condiciones
normales, esta derivación no resulta peligrosa para las vellosidades, pero en condiciones
patológicas, asociadas a una disminución importante del flujo sanguíneo intestinal como
sucede en el shock circulatorio, la falta de oxígeno en los extremos de las vellosidades puede
ser tan intensa que la punta o la totalidad de la vellosidad sufre una isquemia causante de su
necrosis y se desintegra. Por esta y otras razones, en muchas enfermedades
gastrointestinales se observa una intensa atrofia de las vellosidades con una disminución
importante de la capacidad de absorción del intestino. La sangre aumenta su flujo, cuando
los nervios parasimpáticos estimulan al estómago. Pero cuando se provoca una estimulación
de los nervios simpáticos, estos provocan una vasoconstricción, lo que hace que la sangre
disminuya su flujo. 1

Motilidad gastrointestinal[editar]

Ingestión y deglución[editar]
Motilidad gástrica[editar]
Motilidad del intestino delgado[editar]
Motilidad del colon[editar]

Movimientos[editar]
El tubo disgestivo cuenta con dos tipos de movimientos: los propulsivos y los de mezcla.
Propulsivos[editar]
Este moviemiento produce el desplazamiento de los alimentos a lo largo de este a una
velocidad adecuada para su digestión y absorción. El movimiento básico propulsivo del tubo
digestivo es el peristaltismo. El tubo disgestivo está compuesto de musculo liso sincitial, asi
que cuando haya una estimulación por parte del sistema nervioso entérico en cualquier parte
del tubo, dicha estimulación producirá la aparición de un anillo de contracción. Este anillo lo
que hará es hacer que la pared gastrointestinal se contraiga, el anillo se desplazará a través
del tubo disgestivo y moverá cualquier material que este en el. Las ondas peristálticas se
mueven hacia el ano con la relajación receptora hacia abajo, esto se le conoce como ley del
intestino. Nunca se ha logrado establecer la causa exacta de esta transmisión direccional del
peristaltismo, aunque es probable que se deba sobre todo a la polarización del propio plexo
mientérico en dirección anal. Al mismo tiempo, el intestino distal se relaja, a veces a lo largo
de varios centímetros, en la llamada «relajación receptiva», lo que facilita la propulsión de los
alimentos hacia el ano y no en dirección oral. Si falta el plexo mientérico, este patrón
complejo desaparece. Es por eso que para que haya un peristaltismo eficaz, se precisa un
plexo mientérico activo.
De Mezcla[editar]
En este moviemiento también existen las ondas peristálticas La onda peristáltica solo podrá
amasar el contenido intestinal. Ósea no lo moverá, pero lo mantendrá mezclado. Los
movimientos de mezcla son muy distintos en las diferentes regiones del tubo digestivo.

Función secretora
Saliva
Es un líquido transparente y de consistencia mucoide, que se secreta 1 litro de al día y
presenta un pH de 6-7.
Funciones

 Lubricación: evita lesiones en la mucosa.


 Digestión: contiene a la amilasa salival.
 Humidifica las cuerdas vocales.
 Inmunitaria: contiene a las enzimas lisozima, lactoferrina.
 Evita la formación de caries.
Es secretada por las glándulas salivales mayores (glándula parótida, submaxilar y sublingual)
y las glándulas menores.
La secreción de saliva se genera mediante estímulos: gustativos, sabor del alimento (dulce,
salado, amargo y ácido) y superficie del alimento ( lisa y rugosa); olfativo, olores agradable
(aumenta la secreción) y desagradables (disminuye la secreción) ; y vista.
Esta secreción está regulada de manera nerviosa por el sistema nerviosa autónomo.
El SNP aumenta la secreción de saliva abundantemente y provoca vasodilatación, y
el SNS aumenta la secreción de saliva de manera leve, y en conjunto con el SNP provoca
la vasoconstricción para disminuir la secreción salival.

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