Antonio Maria Zaccaria
Antonio Maria Zaccaria
Antonio Maria Zaccaria
LIMA – PERÚ
2017
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SAN ANTONIO MARÍA ZACCARÍA,
DEVOTO Y ADMIRADOR DE SAN PABLO
Nihil Obstat
Padre Ricardo Rebolleda
Vicario Provincial del Perú
Agustino Recoleto
Imprimatur
Mons. José Carmelo Martínez
Obispo de Cajamarca (Perú)
LIMA – PERÚ
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ÍNDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN
Su vida seglar.
La condesa Torelli.
La tres Congregaciones.
Paola Antonia.
Tiempos borrascosos.
Carismas a) Éxtasis.
b) Profecía. c) Conocimiento
sobrenatural. d) Apariciones.
e) El poder sobre los demonios.
La Eucaristía.
Santos.
Su muerte.
Cuerpo incorrupto.
Sus restos.
Milagros después de su muerte.
Milagros para la canonización.
Beatificación y canonización.
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
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INTRODUCCIÓN
San Antonio María Zaccaría es un santo del siglo XVI, que funda dos
Congregaciones, de hombres y mujeres, y fue gran devoto de san Pablo, a quien
puso como protector y patrono de sus religiosos. Murió muy joven, a los 36 años
de edad, pero su vida fue tan rica en experiencias sobrenaturales y en frutos
espirituales que ha hecho más que muchos sacerdotes juntos aun con larga vida.
Vivió en unos tiempos en que las costumbres del clero y del pueblo no
eran las mejores. Las herejías de Lutero y sus seguidores se infiltraban en
diversos países de Europa y también en Italia; las guerras continuas traían
desgracias sin cuento, especialmente sobre la gente pobre; y todo ello influía en
la liberalidad de las costumbres. Antonio María decidió hacer lo que estaba de su
parte, atendiendo a los más necesitados y pasando muchas horas en el
confesonario para atender a los pobres pecadores, aunque fueran ricos de bienes
materiales.
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SU VIDA SEGLAR
El padre Pablo Castelli declaró que desde los tres años Antonio María
daba señales de piedad. Le gustaban las cosas de Dios, miraba fijamente las
imágenes religiosas y se arrodillaba delante de ellas 1.
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Sum p. 107.
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su testamento y el 16 de ese mes decidió donar a su primo Bernardo su herencia
con la cláusula de que el usufructo de tales bienes fuera para su madre mientras
viviera. Él se quedó solamente, como decía la ley, con 100 liras imperiales.
Con el pasar de los meses, se dio cuenta de que sus pacientes, no sólo
necesitaban ayuda para el cuerpo, sino especialmente para su alma; y Dios
empezó a trabajar en su corazón, proponiéndole la meta de dedicarse totalmente a
la salvación de las almas y entregar su vida al servicio de Dios y de los demás.
Pidió consejo al padre Marcelo, un sacerdote dominico muy conocido en
Cremona, quien, después de un tiempo de discernimiento, le aconsejó dejar la
medicina para ser sacerdote. Y comenzó a estudiar teología, sagrada Escritura y a
los Santos Padres, en especial a santo Tomás de Aquino. Sus estudios los hizo
durante dos años y medio en Cremona y quizás en parte también en Bolonia.
Antes de ser sacerdote se convirtió en catequista de niños en la iglesia de San
Vital y, poco a poco, la gente mayor también iba a escucharlo para aprender. Se
hizo querer de todos por su sencillez, cercanía y generosidad.
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diaconado el 19 de diciembre y el sacerdocio de 20 de febrero de 1529 con 26
años de edad.
LA CONDESA TORELLI
La condesa Torelli era una mujer noble, hija del señor de Guastalla. Se
había casado a los 18 años con Luis Stanga de Cremona, pero se murió su madre,
un hijo apenas de unos meses y, después de tres años de casados, su esposo. Su
esposo había sido un jugador empedernido y había dilapidado parte de sus
bienes. Para ella fue más bien una liberación, pero sus parientes pensaron en sus
riquezas y, para evitar problemas, se volvió a casar con Antonio Martinenghi,
que era un hombre prepotente, irascible y de mal carácter. Tuvieron un hijo, que
murió a los pocos meses de nacido. Al esposo lo mataron en una riña. Ella cuidó
y educó a una hija de Martinenghi y ayudaba a los pobres, pero todavía le atraía
el ambiente de la Corte. Su director espiritual, el padre Bautista de Crema, le
hizo reflexionar sobre la brevedad de la vida y ella decidió no casarse de nuevo.
Se quitó los lujos, dejó las fiestas y quiso vivir con sencillez, tomando por
modelo a santa María Magdalena, la pecadora, y a santa Isabel de Hungría, que al
quedar viuda se había dedicado a obras de caridad. En 1530 abrió en Milán, junto
a la basílica de San Ambrosio, una casa para mujeres que querían cambiar de
vida. Un día fue a oír predicar a Antonio María en Cremona, en la iglesia de San
Vital. Habló personalmente con él y lo invitó a Guastalla para cambiar a la gente
como había cambiado a muchos de sus compatriotas de Cremona.
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calmaron y pudo predicar y confesar sin descanso durante varios días. Todos
contentos con la paz.
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Fray Bueno por su parte abrió un centro de acogida para mujeres en
dificultades y decididas a cambiar de vida, que fueron alojadas en una casa de las
cercanías de Santa Valeria a poca distancia de la basílica de San Ambrosio. De
este centro de Santa Valeria saldrá con el tiempo el monasterio de las
convertidas.
Los sacerdotes del grupo celebraban misa todos los días y rezaban el
Oficio divino. Cada día debían hacer dos horas de oración y tener un tiempo para
estudiar teología, lectura de libros sagrados y, en especial, las cartas de san
Pablo.
Un día de verano de 1534, Antonio María salió con sus compañeros por
las calles de Milán, llevando un crucifijo en las manos. Quería provocar a la
gente a una verdadera conversión de vida. Algunos como Ferrari y Morigia iban
vestidos con ropa muy pobre como contestación al lujo de algunos milaneses.
Algunos se convertían, pero otros se reían y los llamaba locos.
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A este grupo de hombres se les unió el grupo de mujeres con la condesa a
la cabeza, vestida pobremente. Un día se presentó así vestida a la puerta de la
catedral ante el duque Francisco II Sforza. Algunos no la querían dejar entrar,
pero ella explicó que estaba cansada de vivir en el lujo, mientras la masa de
pobres agonizaba en la miseria. El duque, después de escucharla, mandó a dos de
sus acompañantes que la apoyaran en sus deseos de hacer caridad. Sin embargo,
algunos sacerdotes no opinaban bien de estos grupos formados por nuestro
Antonio María y, desde el púlpito, empezaron a criticarlos. Algunos los acusaron
de pelagianismo y de turbar el orden público por su fanatismo religioso.
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En 1846 las religiosas angélicas se extinguieron debido a las
consecuencias de la revolución francesa y a las leyes persecutorias que impedían
la aceptación de novicias, pero pudieron renacer en 1879, sobre todo por obra de
la venerable Flora Bracaval (l86l-l935). También resurgió el grupo de seglares.
Se fundó el movimiento de laicos de san Pablo en 1986.
PAOLA ANTONIA
Paola Antonia fue una religiosa angélica importante. Bajo la guía firme y
segura del padre Antonio María, las angélicas tomaron la misma forma de vivir
de los Clérigos Regulares de San Pablo o barnabitas. Todo era común, hasta el
hábito. Su comida era a base de legumbres y verduras, el descanso breve y el
trabajo y la oración largo. Como trabajo, ellas hilaban y tejían la seda. Virginia
Negri recibió el velo el 4 de marzo de 1536 y cambió su nombre por el de Paola
Antonia. El padre Antonio María la nombró maestra de novicias.
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momento, se alejó de los barnabitas para que cesen las murmuraciones, envidias
y otros males por causa mía.
TIEMPOS BORRASCOSOS
Superada esta prueba, vino otra más grave. La condesa Torelli, con el
permiso del padre Antonio María y del general de los dominicos, sacó diez
religiosas del monasterio de San Lázaro de Milán y las llevó al nuevo monasterio
de San Pablo para que pudieran, con su experiencia, orientar a las nuevas
angélicas en el rezo del Oficio divino y en las observancias regulares. Pero vino
el capitán de justicia con sus ayudantes y las sacaron violentamente. Solo quedó
una, llamada Bona Franca. También a ella quisieron sacarla a la fuerza bajo pena
de excomunión. Estos mismos enemigos de las nuevas Congregaciones del padre
Antonio María los calumniaron ante el Papa Pablo III, diciendo que tenían
errores teológicos como los beguinos y los pobres de Lyon. No obstante todo
esto, el siervo de Dios permaneció tranquilo, confiando en Dios y esta tempestad
se fue calmando poco a poco.
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república de Venecia en 15 días. Hasta algunos cardenales venecianos los
acusaron de peligrosos herejes. El Papa Julio III nombró al cardenal Juan Álvarez
de Toledo como protector de los barnabitas y encargó a Monseñor Leonardo
Marini que hiciera una visita apostólica para reformar la Congregación. Una de
las acusaciones fue que había promiscuidad entre sacerdotes y religiosas del
convento de San Pablo y del convento de San Barnaba. También que había
participación de los religiosos y religiosas en los capítulos. Además se condenó
expresamente el título de divina madre, dado a Paola Antonia. Algunas cosas
fueron consideradas supersticiosas como el arrodillarse ante los Superiores o el
famoso capítulo de culpas, en el que se acusaban de los propios defectos durante
reuniones comunes.
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CARISMAS
a) ÉXTASIS
b) PROFECÍA
c) CONOCIMIENTO SOBRENATURAL
2
Sum p. 540.
3
Sum p. 222.
4
Sum p. 226.
5
Sum p. 540.
6
Sum p. 541.
7
Sum p. 540.
8
Sum p. 541.
9
Ibídem.
14
Cuando estuvo en Vicenza, predicó a las religiosas de san Silvestre y a las
del convento de santa María Magdalena de las convertidas y les manifestó sus
faltas de observancia, como si las hubiera visto, estando presente 10.
d) APARICIONES
Tenía poder sobre los demonios. El siervo de Dios hizo preparar la casa
que le había donado la condesa Torelli junto a san Ambrosio de Milán. El
demonio quería impedir que vivieran allí sus compañeros; y hacía estrépitos y no
los dejaba descansar. El siervo de Dios se rió del maligno y mandó al padre
Soresina que fuera a vivir en la casa y ordenara al demonio en su nombre que
abandonara la casa como así fue 13.
Eso mismo sucedió con el nuevo monasterio de las angélicas de san Pablo.
Finalmente, cuando ya estaba para morir, el demonio lo tentaba con fuertes
tentaciones, pero pudo vencerlo, como manifestó al padre Ferrari y al padre
Soresina 14.
10
Sum p. 534.
11
Sum p. 527.
12
Sum p. 546.
13
Sum p. 542.
14
Ibídem.
15
Sum p. 221.
15
LA EUCARISTÍA
16
Sum p. 119.
17
Sum p. 123.
18
Sum p. 250.
19
Sum p. 223.
16
SANTOS
En tiempo de Antonio María, Dios había suscitado otros santos que pudo
conocer como san Ignacio de Loyola (1491-1556); Jerónimo Emiliani (1481-
1537); Cayetano de Thiene (1480-1547); Felipe Neri (1515-1595); San Francisco
de Sales.
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consideraba su hija espiritual y no olvidemos que, además del amor a la Virgen
Dolorosa y san José, su santo predilecto era san Pablo. También amaba mucho a
santa Catalina de Siena y a santa Inés.
SU MUERTE
20
Sum p. 527.
21
Sum p. 240.
22
Sum p. 561.
23
Sum p. 568.
24
Ibídem.
18
Su cuerpo fue llevado a la parroquia de San Donato, donde se celebraron
los funerales. Muchos fieles buscaban reliquias, tomando algo de sus
pertenencias. Algunos querían besar sus pies y su cabeza o tocar su cuerpo con
rosarios, pañuelos y otros objetos para guardarlos con devoción. En la parroquia
de San Donato estuvo expuesto a la devoción de la gente dos días.
CUERPO INCORRUPTO
El padre José Ferrari declaró que mientras el cuerpo del santo estaba
incorrupto en el convento de las angélicas, no podía entrar gente del pueblo, pero
sí lo hacían las religiosas del convento y algunos padres barnabitas que entraban
como confesores o con permiso especial. Un día, el padre general de la
Congregación fue a visitar su cuerpo incorrupto y le alzó un poco la ropa para ver
sus piernas y el siervo de Dios se cubrió milagrosamente con la misma ropa. Esto
lo declara el padre Rosario y lo confirma con juramento 28.
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convento, él les abría la puertecita por donde comulgaban las religiosas; y allí
se arrodillaban a venerarlo. Cuando entraban algunos trabajadores a hacer
alguna obra dentro del convento, pedían ver el sepulcro. Y cuando el emperador
José II entró en la clausura y llegó al coro donde estaban las religiosas
cantando el Oficio divino, le indicaron el sepulcro de su fundador y él dio
señales de su devoción, venerando su cuerpo 29.
SUS RESTOS
En 1566 el Papa Pío V con la Constitución Cum primum ordenó que todos
los cuerpos de muertos que estuvieran sobre la tierra sin enterrar, debían ser
enterrados. Hasta ese momento, siempre habían encontrado el cuerpo del santo
incorrupto. Ese año 1566 fue enterrado como mandaba el Papa. Después que fue
enterrado, afirma la hermana angélica sor Josefa Antonia Besozzi: Todos los días
voy a visitar su sepulcro y también lo hacen otras angélicas y hasta las niñas
educandas de nuestro convento 30.
29
Sum p. 595.
30
Sum p. 587.
31
Sum p. 563.
32
Sum p. 565.
20
MILAGROS DESPUÉS DE SU MUERTE
Vino un día al monasterio de las angélicas una duquesa que tenía 7 hijas y
deseaba tener un hijo varón. Le encomendó este deseo a la Superiora, Angélica
María Cecilia Sfondrati, y ella se lo encomendó a toda la comunidad para que lo
pidieran al siervo de Dios. Al año, la duquesa dio a luz un hijo varón y después
continuaron más mujeres.
La misma Angélica Dorotea refiere que tenía dos cuñados que se odiaban
a muerte e hizo una novena al siervo de Dios para que se amistaran; y
ciertamente Dios hizo que se hicieran amigos.
El padre Félix Carroni, barnabita, refiere: Un día iba en barco por mar
desde Palermo a Nápoles, cuando caí en manos de piratas berberiscos. Lo
primero que se me ocurrió, al ver que se acercaba el barco enemigo, fue invocar
al siervo de Dios. Me sentí lleno de un santo coraje y de mucha confianza en el
Señor: Por eso di ánimo a todos mis compañeros del barco. Éramos 17 y uno
33
Sum p. 644.
34
Sum p. 37.
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quería tirarse al mar, donde se habría ahogado. Los piratas se apoderaron de
nuestro barco y nos llevaron a Túnez. Allí estuve tres meses. Me forzaban a
apostatar de nuestra fe y me ponían tentaciones con mujeres. Pero salí indemne
y a los tres meses fui liberado, lo que atribuyo a la intercesión del siervo de
Dios 35.
35
Sum pp. 670-671.
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BEATIFICACIÓN Y CANONIZACIÓN
San Antonio María fue un ejemplo para todos. Sus tres grandes amores
fueron la Eucaristía, el crucifijo (Jesús crucificado) y san Pablo. Por supuesto que
tenía mucho amor a María, nuestra madre, especialmente en su advocación de
Virgen dolorosa, como le enseñó su madre desde niño, y también a san José. San
Pablo fue siempre su guía y protector. Conocía las cartas de san Pablo casi de
memoria. Las había estudiado muchísimas veces y siempre sacaba algo nuevo
para sus predicaciones. Por eso, puso sus Congregaciones y sus religiosos y
religiosas bajo el amparo y protección de san Pablo.
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CONCLUSIÓN
Les deseo a todos un caminar por la vida, acompañados por los santos y
ángeles, para que les ayuden y los defiendan de los peligros y tentaciones. Que
María sea siempre una madre cercana, que siempre la invoquen, pidiéndole
especialmente la virtud de la pureza; y que sus ángeles custodios sean sus amigos
y los defiendan de los peligros y dificultades de cada día.
Que sean santos. Ese es mi mejor deseo para todos. Que Dios los bendiga.
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BIBLIOGRAFÍA
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