De Los Santos Clarel. Soberania e Identidad Nacional
De Los Santos Clarel. Soberania e Identidad Nacional
De Los Santos Clarel. Soberania e Identidad Nacional
Soberanía
e identidad nacional
en el Uruguay del novecientos.
Incidencias regionales y nacionales
en la gestación del Tratado
de Rectificación de límites
entre Uruguay y Brasil
en 1909
Universidad de la República
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Departamento de Publicaciones - publikfhce@gmail.com
versión electrónica disponible
1 en el sitio http://www.fhuce.edu.uy
Soberanía e identidad nacional en el Uruguay del novecientos.
Incidencias regionales y nacionales en la gestación
del Tratado de Rectificación de Límites entre Uruguay y Brasil en 1909
© Clarel de los Santos Flores
clarel@adinet.com.uy
© Departamento de Publicaciones FHCE
publikfhce@gmail.com
Diseño de portada
e interiores: Wilson Javier Cardozo
Este trabajo es una síntesis del informe de pasaje de curso presentado en Historia del Uruguay II,
correspondiente al curso dictado en el segundo semestre de 2007, a cargo de la profesora Ana
María Rodríguez Ayçaguer.
ISSN 1688-7476
Depósito Legal 354036
2
Introducción
Un siglo atrás, Uruguay vivía un intenso proceso de consolidación
institucional y democrática, emergente tras las dos últimas guerras
civiles lideradas por Aparicio Saravia, las que significaron el final
de un largo ciclo de revoluciones, que había caracterizado los prime-
ros 70 años de su vida independiente. Durante el gobierno de Claudio
Williman (01/03/1907-01/03/1911) debió hacer frente, además, a
otro foco conflictivo que se mantuvo latente durante prácticamente
ese mismo período: la solución de viejos pleitos limítrofes con sus
dos poderosos vecinos, en medio de una tensión regional pocas veces
antes protagonizada por estos –luego de la caída de Rosas– en sus
reiteradas disputas por la supremacía en el área rioplatense.
Entre noviembre de 1909 y enero de 1910, Uruguay firmó un tra-
tado de rectificación de límites con Brasil sobre el río Yaguarón y la
laguna Merín, y un protocolo con Argentina sobre el uso de las aguas
y la navegación en el Río de la Plata.
El tratado con Brasil fue presentado por la cancillería de ese país
como una iniciativa unilateral, espontánea y sin retribuciones, y fue
aceptado como tal por el gobierno uruguayo y por los círculos dirigen-
tes del país, oficialistas y opositores, que coincidieron en destacar la
generosidad brasileña y, en particular, el gesto del canciller norteño,
el barón de Río Branco. Esa es la visión recogida por la escasa histo-
riografía que abordó el tema, en general, repitiendo opiniones y dis-
cursos de los protagonistas de la época.1
La revisión de los antecedentes del diferendo con Brasil y un
análisis de las relaciones internacionales y de la propia interna política
de los países de la región permiten comprender que los derechos so-
beranos de Uruguay sobre la laguna Merín y el río Yaguarón se resca-
3
taron merced a impulsos de poderosos intereses geopolíticos brasile-
ños –que se impusieron a añosas resistencias existentes en el interior
de la nación norteña–, a los vaivenes de un juego de alianzas lleva-
dos a cabo por Argentina y Brasil en procura de afianzar una suprema-
cía política y militar regional y, también, como resultado de los persis-
tentes reclamos diplomáticos uruguayos a lo largo de cinco décadas.
Es interesante destacar que dicho tratado produjo una fuerte reper-
cusión en la sociedad uruguaya de principios de siglo, para la que
significó un importante jalón en el proceso de construcción de una
identidad propia, acentuando un sentimiento de jerarquización y de-
fensa del territorio, de la soberanía y de la nación como entidad.
7
Tensiones y conflicto en el Río de la Plata
12
Consecuente con la postura sostenida en dicha conferencia, Uru-
guay firmó en los años siguientes varios tratados de arbitraje obligato-
rio aplicables a «todas las controversias […] que no haya sido posible
arreglar por la vía diplomática». Así lo hizo con: Italia y Estados
Unidos (1914), Brasil (1916), Perú y Bolivia (1917), Paraguay, Co-
lombia, Francia e Inglaterra (1918) y con España (1922).31
Conclusiones
17
Notas
1
AMÉZAGA, Juan José de. Un capítulo en la historia internacional: el Uruguay y el Brasil. Montevi-
deo. Imprenta Ligu. 1942; BERRO GARCIA, Adolfo. El tratado de límites de 1909 entre el Brasil y el
Uruguay y el pacifismo americano. Washington, Imprenta del gobierno, 1917. En esta línea se
inscribe además algunos trabajos más recientes, como: SANGUINETTI, Julio María. El Barón de Río
Branco y el Uruguay, en www/2.mre.gov.br/ipri/papers/barao%2odo%20branco/sanguinetti.doc;
TURCATTI, Dante. El equilibrio difícil. La política internacional del batllismo. Montevideo. Arca.
1981. Además, algunos párrafos en Anales Históricos, de Eduardo Acevedo (p. 287, 422-423), en-
tre otros trabajos.
2
RÍO BRANCO, Barón de: La Jurisdicción de Aguas Limítrofes. Límites y navegación en la Laguna
Merím y Río Yaguarón.(Exposición de motivos elevada al presidente de Brasil Nilo Peçanha, el
19/12/1909) Revista histórica, Montevideo, Año II, Marzo 1910, Tomo VI, pp. 687-713.
3
Ibídem, p. 691. El propio Río Branco en el referido memorando señala que tras estas primeras de-
limitaciones, «hombres competentes» brasileños sostuvieron que la navegación de la Laguna Merín
y del Río Yaguarón debía ser compartida por ambos estados, mencionando al respecto una memoria
del consejero del Ministerio de Negocios Extranjeros, Duarte da Ponte Ribeiro, fechada el 20 de
noviembre de 1844, y un dictamen de fecha 13 de marzo de 1847, escrito por el general brasileño
Soarez de Andrea. Estos no fueron tomados en cuenta por el Consejo de Estado de Brasil, que, el
12 de mayo de 1847, ratificó los límites establecidos en el Acta de Incorporación de 1821, que
constituyó el Estado Cisplatino como parte del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarves.
4
Esta salvedad figura en una declaración escrita por Andrés Lamas del 3 de diciembre de 1851,
trascripta por Río Branco en su exposición de motivos, en la que dice: «En principio la República
Oriental del Uruguay reconoce que ya no tiene derecho a la navegación de las aguas de la laguna
Merim. Sin embargo, ese reconocimiento no excluye que la pueda obtener por concesión del Brasil»,
lo que sería compensado autorizándole «la navegación de los confluentes orientales…». Ibídem, p.
702.
5
BARRÁN, José Pedro. Historia Uruguaya T. IV: «Apogeo y Crisis del Uruguay Pastoril y Caudillesco».
Montevideo. Ediciones Banda Oriental, p. 44.
6
En 1887 era tan acentuada esa rigidez sobre la inamovilidad de los límites con nuestro país que
Carlos María Ramírez, que había sido nombrado ministro plenipotenciario en Río de Janeiro con
instrucciones para negociar la situación de la laguna Merín y el río Yaguarón, solicitó al gobierno
uruguayo que las modificara respecto a «cualquier negociación sobre aguas fronterizas […] porque
el gobierno brasileño no admitiría ninguna alteración a los límites establecidos en 1852[sic]» Y
agregaba, ilustrando la inviabilidad de un cambio en la situación creada desde entonces, «[…] que
sería tan ocioso hacernos ahora mala sangre ante estas manifestaciones del egoísmo nacional [del
Brasil], como lo sería que los españoles tomasen en cuenta en sus relaciones con Inglaterra la vieja
usurpación del Gibraltar, bien que ningún español debe olvidar esa herida en la integridad territorial
de España, como nosotros no debemos olvidar la de los tratados del 51». Mostraba su desaliento
expresando que por conocer «las tradiciones brasileñas» y a sus hombres públicos se había persuadi-
do de que «por el curso normal de los acontecimientos y las negociaciones diplomáticas no será
posible recuperar nuestros derechos naturales en las aguas que nos separan del imperio». (Citado
en AMEZAGA, 1942: p. 40).
7
WANDERLEY JUAN MAURICIO, Barón de Cotejipe (1815-1889) fue una destacada e influyente figura
en la política del imperio de Brasil, miembro del Partido Conservador y varias veces ministro de
Relaciones Exteriores (1869, 1875 y 1885), presidente de la provincia de Bahía (1852), senador
(1856-1889), ocupó las carteras de Finanzas (1865), Marina (1965 y 1868) y Justicia (1887) y fue
presidente del Consejo de Ministros desde 1885 a 1888. Negoció con Paraguay, con grandes ventajas
para el imperio, el Tratado de Asunción (1872) con el que Brasil puso fin a su participación en la
18
Guerra de la Triple Alianza, y con Argentina, en el diferendo que por el territorio de Palmas (Misio-
nes) mantuvo Brasil con ese país.
8
DIARIO DE SESIONES DE LA CÁMARA DE REPRESENTANTES. Tomo CCII. Montevideo. Imp. El Siglo Ilustra-
do. 1910, p. 221. El episodio referido por Bachini ocurrió seguramente durante la misión diplomática
que en 1878 encabezó José Vázquez Sagastume ante el gobierno del Brasil.
9
GALLO, Ezequiel. «Política y sociedad en Argentina. 1870-1916». En Historia de América Latina.
Tomo 10. Leslie Bethell. Ed. Crítica. Barcelona. 1992, p. 64. Gallo extracta los siguientes conceptos
atribuidos al presidente argentino Carlos Pellegrini (1890-1892): […] defender […] dos cosas
esenciales, siempre en peligro: el principio de autoridad y la unión nacional contra las fuerzas
latentes, pero siempre en asedio de la rebelión, de la anarquía, de la disolución. […] Porque no
conviene forjarse ilusiones sobre la solidez de nuestra organización, ni de la unidad nacional...
La anarquía no es planta que desaparezca en el espacio de medio siglo ni de un siglo, en sociedades
mal cimentadas como las nuestras. (En DE VEDIA, 1922, p. 60).
10
Para Argentina y Brasil el Río de la Plata tenía una enorme importancia económica. Para el pri-
mero, porque prácticamente era la única vía de salida de su producción exportable y de comunicación
y tránsito hacia el mundo. Para Brasil, al no tener todavía vías férreas que comunicaran el litoral
atlántico con el oeste brasileño, Mato Grosso y aledaños, los afluentes navegables que desembocaban
en el Río de la Plata constituían las únicas vías de acceso a la región, donde su comercio y producción
cada vez cobraban mayor importancia. Por el tratado de Petrópolis (1902), mediante el cual adquirió
la provincia boliviana de Acre, Brasil se comprometió a construir una línea de ferrocarril que uni-
ría el puerto de San Antonio, en el río Madeira, con Vilha Belha, en la frontera con Bolivia. Diez
años después, en 1912 –precisamente el año en que falleció el barón de Río Branco– se completó
la construcción de dicho ramal, con lo que el Río de la Plata perdió drásticamente la importancia
estratégica que hasta el momento tenía el Brasil profundo para acceder como ruta comercial al
océano Atlántico (ver Moniz Bandeira, 2004. 111).
11
La democracia. Montevideo. 01/10/1909. «El espíritu bélico. Guerras y revoluciones». P. 1, C. 6
12
Ibídem, 15/10/1909. «América se arma. ¿Contra quién?». P. 1, C. 2.
13
Zeballos había sido ministro de Relaciones Exteriores en dos oportunidades anteriores, entre se-
tiembre de 1889 y abril de 1890 durante la presidencia de Juárez Celman, y entre octubre de 1891
y octubre de 1892, siendo presidente Carlos Pellegrini. En 1906 fue llamado nuevamente por José
Figueroa Alcorta, para dirigir la política exterior argentina.
14
ACEVEDO, Eduardo. Anales Históricos del Uruguay. Montevideo, Barreiro y Ramos. 1934. Tomo
V. p. 284.
15
Ibídem, p. 417.
16
Ibídem, p. 422.
17
ESCUDÉ, Carlos y CISNEROS, Andrés. «El enfrentamiento Zeballos-Río Branco y la competencia
armamentista argentino-brasileña», en Historia General de las Relaciones Exteriores de la Repúbli-
ca Argentina. http://www.argentina-rree.com/7/7-052.htm.
18
CERVO, Amado Luiz y BUENO, Clodoaldo. Historia da Política Exterior do Brasil. Editora Atica.
San Paulo. 1992. pp.162-163.
19
ESCUDÉ, Carlos y CISNEROS, Andrés, ob. cit., Capítulo: La «diplomacia de los acorazados» (1908-
1914). Citando a Estanislao ZEBALLOS, «Los armamentos navales del Brasil», en Revista de Derecho,
Historia y Letras, tomo XX, 1904, pp. 297-298.
20
La renuncia de Zeballos –afirma el historiador norteamericano Warren Schiff– estuvo inducida
por el gobierno británico, el que aconsejó su desplazamiento por considerarlo «perturbador« de la
relaciones pacíficas en la región. Aunque según el plenipotenciario italiano en Argentina, conde
Macchi di Cellere, todos los sectores de la política argentina pidieron la cabeza de Zeballos, conside-
rándolo «imperialista, visionario, turbulento e impulsivo». (En ESCUDÉ y CISNEROS, ob. cit., Capítulo
«La diplomacia de los acorazados»). En los años subsiguientes, aunque con menor repercusión, el
ex canciller argentino siguió con su prédica hostil hacia Uruguay y Brasil, al punto que en 1911, le
19
dijo al embajador británico en su país, que «la Argentina absorbería a Uruguay y Paraguay y que
Brasil no tenía poder como para evitarlo». (RODRÍGUEZ AYÇAGUER, Ana María, ob. cit., p. 22).
21
Estas expresiones de Zeballos están contenidas en un documento leído por este ante la Junta de
Notables convocada en 1906 por el presidente Alcorta, y que en enero de 1908 fue publicado por
A Imprenssa de Río de Janeiro, con el título de «Correndo o veo» (Corriendo el velo), gracias a una
copia del mismo que había llegado a manos del representante uruguayo en Buenos Aires, Eduardo
Acevedo Díaz. En el referido documento, Zeballos argumentaba a favor de la soberanía absoluta
de Argentina en el Río de la Plata, de la posesión en exclusividad de la isla Martín García y de los
peligros que encerraba para su país la influencia de Brasil en la cuenca del Plata. Acusaba al país
norteño de ser «una potencia expansiva y de grandes ambiciones territoriales», que no había li-
quidado la deuda que tenía Paraguay desde la guerra de la Triple Alianza para tener un arma diplo-
mática con que presionar al estado guaraní contra la Argentina. De Uruguay, decía que siempre de-
sarrolló «una política sistemática de aspiraciones sobre el Río de la Plata», habiendo sido estimula-
do por el Brasil en esa conducta. (Texto completo del documento en Cuadernos de Marcha. No.
20. Diciembre de 1968. El Río de la Plata. p. 33).
22
MONIZ BANDEIRA, Luiz Alberto. O.C. Pp. 90-91. Cita el despacho No. 3, confidencial de W. Haggard
para Edward Grey, Petrópolis, 4/4/1908.
23
TURCATTI, Dante. El equilibrio difícil. La política internacional del batllismo. Montevideo. Arca.
1981, p. 37.
24
En 1904, durante la segunda revolución de Aparicio Saravia, se produce un primer acercamiento
a Estados Unidos cuando el presidente Batlle y Ordoñez –para asegurar la neutralidad argentina y
brasileña– solicitó la presencia en nuestras costas de un buque de guerra norteamericano, hecho
que tuvo lugar cuando ya había terminado la misma, pero que fue reconocido por el ex presidente
uruguayo poco antes de su muerte. Un segundo acercamiento tuvo lugar cuando en 1906 visitó
Uruguay el Secretario de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos, Elihu Root, «con instruccio-
nes del Presidente Roosevelt para establecer una corriente de cordialidad y simpatía entre todos
los países del continente americano». (ACEVEDO, Eduardo. ob. cit., p. 286 y RODRIGUEZ AYÇAGUER,
Ana María, ob. cit., p. 22).
25
Los conceptos de «equilibrio difícil» y «escudo protector» son utilizados respectivamente por
los profesores Dante Turcatti y Ana María Rodríguez Ayçaguer, y constituyen una muy adecuada
caracterización de los objetivos esenciales de la política exterior uruguaya en este período.
26
TURCATTI, Dante, ob. cit., p. 37.
27
Ibídem, p. 40.
28
ACEVEDO, Eduardo, ob. cit., p. 287.
29
En 1907, por citar un ejemplo, ante una protesta de El Siglo por las demoras que se producían en
las tratativas para la firma de un tratado comercial entre Uruguay y Brasil, EL DIA salió a poner
paños fríos a la situación y a defender a la cancillería brasileña, expresando que esta «ha demostrado
en numerosas ocasiones que tiene la mejor buena voluntad para abordar y resolver todas las
cuestiones pendientes con nuestro país». Y además, agregaba en plan de reafirmar lo dicho: «es
necesario no olvidar que al frente de la cancillería brasileña se halla un eminente estadista […]
el Barón de Río Branco, sincero amigo de nuestro país y que conoce toda la importancia que tie-
ne la celebración de un tratado de comercio.» (En TURCATTI, Dante, ob. cit., p. 40).
30
ACEVEDO, Eduardo, ob. cit, p. 423.
31
TURCATTI, Dante, ob. cit., pp. 28-35. La cita referida a «todas las controversias…» corresponde al
Tratado firmado con Italia, la que expresa el principio sostenido por el gobierno uruguayo para
todos los casos.
32
Ibídem, p. 423.
33
ESPALTER, José. «Con Río Branco». En Revista Histórica. Primera época. Tomo IV. Año 1911. P.
789. Las «resistencias aisladas» a que hace referencia Río Branco partían principalmente de los
ganaderos riograndenses que tenían propiedades en Uruguay y que no habían obtenido reparaciones
por los daños sufridos durante las últimas guerras civiles en nuestro país: el gobierno uruguayo no
20
se hacía cargo de los mismos porque consideraba que habían sido provocados por los revolucionarios
–que tuvieron apoyo desde Brasil– y no por las fuerzas gubernamentales. También había resistencias
de círculos políticos brasileños que insistían en cobrarle al Uruguay deudas del período subsiguiente
a la Guerra Grande, conocido como el de «la diplomacia de los patacones». Estas fueron condonadas
varios años después.
34
ACEVEDO, Eduardo. O. C. P. 423.
35
BACHINI, Antonio. «Una crónica internacional. El Tratado sobre la Laguna Merin y el Río Yagua-
rón.» En Revista Histórica. 2da. Época. Tomo XXXI. Febrero 1961. Pp. 548-549.
36
Ibídem. Pp. 550-551.
37
Ibídem. P. 552.
38
El Día. 8 al 10 de mayo de 1909.
39
El Día. 19 al 26 de setiembre de 1909.
40
El texto del tratado no sufrió modificaciones en Uruguay. Pero ante un planteo del Ministro de
Obras Públicas, J. Lamolle, al analizarlo en la reunión de gabinete antes de enviarlo al Parlamento,
se hicieron gestiones para que Río Branco hiciera quitar una cláusula que otorgaba reciprocidad de
navegación en los ríos Cebollatí y Tacuarí. Lo que efectivamente se logró. Lamolle temía que «por
esos ríos, el Brasil puede llevarnos nuestro comercio». (Ver: Revista Histórica. Tomo XXXI. Nos.
91-93. Montevideo. Febrero, 1961. Sección Analectas. «Una crónica internacional. El tratado sobre
la laguna Merim y el Río Yaguarón». Pp. 522 a 574).
41
ACEVEDO, Eduardo, ob. cit. p. 424. Según deja constancia Acevedo, en nuestro país se conmemo-
ró el hecho con los siguientes actos: «una ley que declaraba feriado el día de la ceremonia del
canje; un mitin en honor del Brasil, que ocupaba ocho cuadras, en el que llevaron la palabra los
doctores Pablo de María, Pedro Manini Ríos, Juan Zorrilla de San Martín y el Ministro brasileño
doctor Lisboa; una recepción presidencial; una fiesta hípica en Maroñas con desfile del ejército
de línea; un concierto en [el Teatro] Solís; un banquete oficial, salvas de artillería, y una invitación
del Ministro de Relaciones Exteriores [sic] doctor José Espalter al Intendente Municipal, don
Daniel Muñóz, para que una calle céntrica llevara el nombre del Barón de Río Branco».
42
El texto del Tratado de 1909 es transcrito en TURCATTI, Dante. «El equilibrio difícil». Pp. 112 y
siguientes.
43
El Día, Montevideo, 11/11/1909. «Definiendo posiciones» P. 1, C. 1.
44
Transcripción de El Día, 12/11/1909, p. 3, cols. 3-4, en TURCATTI, Dante, ob. cit., p. 42.
45
ACEVEDO, Eduardo, ob. cit., p. 422.
Bibliografía
21
BERRO GARCIA, Adolfo. El tratado de límites de 1909 entre el Brasil y el
Uru-guay y el pacifismo americano. Washington, Imprenta del gobierno,
1917.
ESCUDÉ, Carlos y CISNEROS, Andrés. «El enfrentamiento Zeballos-Río Branco
y la competencia armamentista argentino-brasileña», en Historia General
de las Relaciones Exteriores de la República Argentina. http://
www.argentina-rree.com/7/7-052.htm
GALLO, Ezequiel. «Política y sociedad en Argentina. 1870-1916», en Historia
de América Latina. Tomo 10. Leslie Bethell. Barcelona, Ed. Crítica, 1992.
MARCHA, Cuadernos. No. 20. Diciembre de 1968.
MONIZ BANDEIRA, Luiz Alberto. Argentina, Brasil y Estados Unidos. De la
Triple Alianza al Mercosur. Buenos Aires, Editorial Norma, 2004.
RODRÍGUEZ AYÇAGUER, Ana María. «Prólogo», en: Selección de informes
de los representantes diplomáticos de los Estados Unidos en el Uruguay.
Tomo 1: 1930-1933. Montevideo, FHCE, 1997.
SANGUINETTI, Julio María. «El Barón de Río Branco y el Uruguay», en: www/
2.mre.gov.br/ipri/papers/barao%2odo%20branco/sanguinetti.doc
TURCATTI, Dante. El equilibrio difícil. La política internacional del batllismo.
Montevideo, Arca, 1981.
Fuentes
22
23
El objetivo de la colección Avances de Investigación es fortalecer
la difusión del rico y valioso trabajo de investigación realizado en
la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE).
Asimismo, estimular la discusión y el intercambio a partir de estos
pre-prints, preservando la posibilidad de su publicacion posterior,
en revistas especializadas o en otros formatos y soportes.
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24 Ciencias de la Educación