FICHA 1 Semana 2

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DESARROLLO E INTEGRACIÓN DE FRONTERAS¹

La nueva visión de frontera promueve la unión y la cooperación entre las poblaciones


fronterizas con la finalidad de impulsar el desarrollo. Para ello, es necesario conocer
previamente los procesos históricos que determinaron las fronteras del Estado peruano.

Mecanismos de delimitación fronteriza


Las fronteras internacionales del Perú se establecieron inicialmente durante la independencia sobre la base de
los siguientes principios:
 El principio del uti possidetis. Definido como “lo que poseíste, poseerás”, permitió al Perú mantener
muchos de los dominios territoriales que había tenido desde el Virreinato.
 El principio de libre determinación de los pueblos. Se caracterizó por someter a consideración de los
pueblos fronterizos decidir al territorio de qué país deseaban pertenecer. No obstante, a lo largo de la historia
republicana se dieron otros mecanismos que definieron o consolidaron las fronteras del Perú. Por un lado, los
tratados, cuando las diferencias fronterizas se resolvieron con la diplomacia. Por otro lado, los conflictos
armados, cuando las ambiciones territoriales de los países vecinos o la poca claridad de la demarcación
fronteriza existente causaron enfrentamientos bélicos

La delimitación fronteriza con Colombia


Luego de las guerras de independencia, los territorios de Maynas y Jaén quedaron dentro del Perú, de acuerdo
con los principios de uti possi- detis y libre determinación de los pueblos. Esto fue reconocido con las firmas del
Tratado de Girón y el Tratado Larrea-Gual, en 1829. Sin embargo, luego de la disolución de la Gran Colombia, los
compromisos establecidos en 1829 perdieron vigencia y se tuvieron que reiniciar las negociaciones, esta vez por
separado, con Ecuador y Colombia.
Desde mediados del siglo XIX, el tema limítrofe con Colombia volvió a cobrar importancia por las posibilidades de
explotación que ofrecía la región amazónica y porque dicho país sostenía que tenía derechos sobre Maynas.
Entre 1904 y 1906, el Perú y Colombia realizaron negociaciones bajo el arbitraje del rey de España y,
posteriormente, del papa, aunque sin que se resolviera el problema. En 1909 se firmó el Tratado Porras-Tanco
Argáez, por el cual ambos países acordaron postergar el tema hasta que el rey de España se pronunciara sobre
el juicio con Ecuador. Sin embargo, la situación se agravó en 1911 tras la incursión de tropas colombianas en la
margen derecha del río Caquetá en Puerto Córdoba. En respuesta, fuerzas peruanas desalojaron a los invasores.
Luego de ello, se firmó el Convenio Pinto Olaya-Herrera, que estipuló el carácter provisional de las guarniciones
de Caquetá.
Tratado Salomón-Lozano
Para finalizar el impase fronterizo, el 24 de marzo de 1922 se
suscribió en Lima el Tratado Salomón- Lozano, que estableció
como línea fronteriza entre el Perú y Colombia el río Putumayo,
trazando una línea geodésica entre los ríos Yaguas y Atacuari
que continúa por el río Amazonas hasta el límite entre el Perú y
Brasil. De este modo, Colombia obtuvo acceso directo al
Amazonas a través de la cesión que hacía el Perú del territorio
conocido como Trapecio amazónico cuya base estaba
constituida por el río Amazonas. A cambio, Colombia reconoció
como peruanos los territorios comprendidos entre la margen
derecha del río Putumayo y la línea establecida en la frontera
entre Ecuador y Colombia, en las hoyas del Putumayo y el
Napo.
La delimitación fronteriza con Ecuador
Después de la disolución de la Gran Colombia en 1830, Ecuador inició una serie de reclamos sobre los
territorios peruanos de Tumbes, Jaén y Maynas. La posición ecuatoriana desconoció la validez de la Real
Cédula de 1802 que había establecido que la Comandancia General de Maynas, entonces bajo la autoridad
del Virreinato de Nueva Granada, regresara a la jurisdicción del Virreinato del Perú. En 1832, el representante
diplomático ecuatoriano Diego Noboa y el ministro peruano José María Pando firmaron un tratado en el que se
estipulaba que la cuestión de límites permanecía pendiente, pero que mientras no se llegara a un acuerdo se
reconocía el derecho peruano sobre las zonas de disputa.
En la provincia de Maynas, constituida legalmente como región política de Loreto en 1853, surgió el primer
conflicto armado con Ecuador, pues el presidente de ese país, general Francisco Robles, otorgó los márgenes
de los ríos Bobonaza y Pastaza para uso y explotación de sus acreedores extranjeros en el año 1857. Las
acciones armadas llevaron al Perú a ocupar la ciudad de Guayaquil, lo cual desató una anarquía política en
Ecuador. En enero de 1860 se firmó el Tratado de Mapasingue, en el que Ecuador declaró nula la adjudicación
de territorios cedidos a sus acreedores, aceptó provisionalmente los límites derivados conforme a la cédula de
1802 y convino en hacer una rectificación de límites. Este tratado no fue ratificado. En 1887, el Gobierno
ecuatoriano pretendió restablecer el acuerdo de 1857 con sus acreedores ingleses en territorios amazónicos
peruanos, lo que generó reacciones diplomáticas en el Perú. Esto llevó a la firma del Tratado García-Herrera
en 1890, en el que el Perú mantenía los territorios de Jaén y Tumbes, pero perdía gran parte de Maynas. Esta
decisión produjo debates y en el Congreso peruano, el cual introdujo modificaciones que disminuían las
pérdidas territoriales peruanas. A raíz de ello, el congreso ecuatoriano retiró su aprobación al tratado.

La guerra de 1941 y el protocolo de paz


En julio de 1941, fuerzas ecuatorianas atacaron los puestos fronterizos peruanos en Tumbes. La ofensiva
ecuatoriana, que empezó el 23 de julio, encontró una sólida resistencia peruana. El 30 de julio se inició la
contraofensiva. El ejército peruano ocupó las provincias de El Oro y Machala. Las negociaciones de paz
tuvieron como países garantes a Brasil, Argentina, Chile y Estados Unidos, y finalizaron el 29 de enero de
1942 con la firma del Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro. En él se fijaron definitivamente
las fronteras, aunque quedaba por demarcar un tramo de 78 kilómetros en la cordillera del Cóndor. Ecuador,
sin embargo, impidió que se concluyera la demarcación y defendió a partir de 1960 la tesis de la nulidad del
protocolo. La indefinición del tramo fronterizo y el nacionalismo ecuatoriano agravaron las tensiones, situación
que originó conflictos como el del “Falso Paquisha” en 1981.
La paz con Ecuador
La falta de una demarcación definitiva generó
nuevas infiltraciones ecuatorianas al territorio
peruano, como la de fines de 1994 en las cabeceras
del río Cenepa. Tras fracasar las vías diplomáticas,
el 26 de enero de 1995 se produjo un primer
enfrentamiento. Después de cinco semanas de
hostilidades, las autoridades militares peruanas
informaron que se habían recuperado los puestos
de Cueva de los Tayos, Base Sur y Tiwinza,
denominados así por los ecuatorianos, quienes los
habían instalado en territorio nacional. El cese de
las hostilidades se logró gracias a las gestiones de
los países garantes del Protocolo de Río de Janeiro
y a la firma de la Declaración de Paz de Itamaraty.
Después las negociaciones se reanudaron para
resolver los “impases subsistentes”, un conjunto de
desacuerdos sobre la demarcación de la frontera. Luego de arduas negociaciones, que incluyeron aspectos
como la integración fronteriza, medidas de confianza, libertad de comercio y navegación y fijación de la
frontera, en 1998 se llegó a un acuerdo final con el Acta de Brasilia

La delimitación fronteriza con Brasil


El Perú estableció sus límites con Brasil sobre la base legal de los tratados negociados entre España y
Portugal en el siglo XVIII. En el tratado de 1750 se acordó que la línea de frontera partía desde el río Guaropé
hasta el río Madeira y finalizaba al margen este del río Yavarí. Este acuerdo fue reemplazado por el Tratado
de San Ildefonso de 1777, que en general no hizo mayores modificaciones. En 1801, el tratado de paz entre
España y Portugal no introdujo ninguna cláusula que restaurara los acuerdos anteriores. Por ello, Brasil alegó
que no tenían validez. En 1841 se firmó el Tratado Ferreyros-Da Ponte Ribeyro, el cual fijaba como norma
para la futura demarcación fronteriza el uti possidetis de 1821; es decir, la posesión que Brasil tenía, de hecho,
en muchos puntos de la Amazonía y que modificaba los acuerdos del Tratado de San Ildefonso. Este tratado
no fue ratificado. En 1851, el Perú firmó con Brasil la Convención Fluvial Herrera-Da Ponte Ribeyro. Este
tratado estableció el libre tráfico de productos y embarcaciones peruanas y brasileñas por la frontera y ríos de
ambos países. Además, señaló que una comisión mixta reconocería la línea de frontera y propondría los
cambios necesarios. También estipulaba que la navegación por el río Amazonas pertenecería exclusivamente
a los Estados ribereños. La Convención Fluvial de 1858 permitió al Perú la salida al Atlántico.
En 1867, la política brasileña respecto al Amazonas cambió, al permitir la libre navegación de barcos
mercantes de todas las naciones. En 1868, el Perú también declaró la libre navegación en sus ríos interiores.
Por ello, el 10 de octubre de 1891, se firmó el Tratado de Comercio y Navegación, que dejaba sin efecto la
Convención Fluvial de 1858.

El Tratado Velarde-Río Branco


Entre 1902 y 1903 hubo enfrentamientos entre tropas peruanas y brasileñas en las guarniciones de los ríos
Purús y Yuruá. En 1903, la situación se hizo más compleja, pues Brasil y Bolivia llegaron a un acuerdo
limítrofe –el Tratado de Petrópolis– por el cual Bolivia cedió territorios que estaban en litigio con el Perú.
Luego, a inicios de 1904, se produjo otro incidente en la zona del Acre. Por todo ello, el Perú y Brasil
acordaron un “acuerdo provisional” el 12 de julio de 1904.
Como el Perú tenía simultáneamente problemas limítrofes con Chile, Bolivia y Ecuador, el gobierno de
Augusto B. Leguía decidió resolver de manera rápida los problemas con Brasil. Así, se detenía su expansión
territorial y se ganaba un aliado poderoso. En este contexto se firmó en 1909 el Tratado Velarde-Río Branco,
que fijó definitivamente la frontera con Brasil. Este complementaba lo acordado en el tratado de 1851, el cual
estableció que la frontera se ubicaba en la naciente del río Yavarí
¹ SANTILLANA, 2019. Ciencias Sociales.

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