Liturgia Rosario Misionero
Liturgia Rosario Misionero
Liturgia Rosario Misionero
Misionera
CELEBRACIONES LITÚRGICAS
HORA SANTA
ROSARIO MISIONERO
Presentación
La Misión de proclamar la Buena Nueva es el mandato de Cristo a toda la Iglesia,
a los apóstoles, a cada uno de los discípulos; en otras palabras, no se puede ser
cristiano sin ser misionero.
Se trata de un proyecto que, con mucha alegría, dirigimos a las comunidades, con
un método misionero encaminado a reactivar la vida parroquial, no sólo para
los feligreses que participan con constancia de las actividades comunitarias,
sino también para llevar la Iglesia de nuevo a quienes, por diferentes motivos,
se han alejado de ella, con la intención de reinsertarlos en diversas pastorales.
Fruto de este trabajo son los dos tomos que hoy tienen en sus manos y presentamos
con júbilo, los cuales sirven como guía y apoyo para las actividades de la Semana
de Animación Misionera. En el primero de ellos se presentan las celebraciones
litúrgicas que se llevan a cabo a lo largo de esa semana. En el segundo se incluyen
temas de contenido misionero, adaptados para niños, jóvenes y adultos, que se
desarrollan, con diversos cantos, reflexiones y dinámicas, al paso de los días.
Presentación 1
Esperamos que este material sirva de apoyo para que muchos católicos
mexicanos tomen conciencia de lo que significa ser testigo de la fe y la caridad
de nuestro Señor.
En Cristo misionero,
P. Raúl Ibarra Hernández, mg
Superior General
Ciudad de México, 7 de junio de 2017
2 Presentación
Lunes
14 Rosario misionero
Introducción
El Rosario misionero es una forma de oración semejante al Rosario tradicional, que por
intercesión de María pide al Padre por las intenciones y necesidades de todo el mundo.
Es una oración mariana universal y misionera.
Está estructurado, al igual que el Rosario tradicional, en cinco misterios, en cada uno de
los cuales se pone como intención a uno de los cinco continentes.
Las cuentas de cada misterio son de un color que identifica a cada continente.
Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y redentor mío, por ser tú
quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte
ofendido. Quiero y propongo firmemente confesarme a su tiempo. Ofrezco mi vida, obras
y trabajos en satisfacción de mis pecados. Y confío en que en tu bondad y misericordia
infinita, me los perdonarás y me darás la gracia para no volverte a ofender. Amén.
Podemos encender los cinco cirios y espontáneamente realizar una o más oraciones por
cada continente y rezar por el mundo entero el Rosario misionero para que el Evangelio
llegue hasta los confines de la tierra y a todos los corazones.
Recemos este misterio por ÁFRICA, para que siga cooperando con el anuncio
del Evangelio.
Recemos este misterio por AMÉRICA, para que escuche la Palabra, aprenda
del Maestro y anuncie por el mundo el amor.
Recemos este misterio por EUROPA, para que siga, cada día, naciendo Jesús.
Recemos este misterio por OCEANÍA, para que siga presentando a Jesús al
mundo.
Recemos por ASIA para que halle a Jesús en su riqueza cultural y milenaria.
Recemos por ÁFRICA, para que sienta que Jesús resucita cada día pese a sus
dificultades.
LETANÍAS MISIONERAS
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre Celestial, que quieres que todos los hombres se salven.
Ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo Redentor del mundo, que sufriste una muerte de cruz por todos.
Ten piedad de nosotros.
Por el mundo
Santa María, Reina de las misiones,
ruega por el mundo.
San Pedro,
ruega por el mundo.
San Pablo,
ruega por el mundo.
Por África
San Marcos,
ruega por África.
Por América
Santo Hermano Miguel,
ruega por América.
Por Europa
San Bonifacio de Alemania,
ruega por Europa.
Por Oceanía
Padre Damián de Molokay,
ruega por Oceanía.
Por Asia
San Andrés,
ruega por Asia.
Santo Tomás,
ruega por Asia.
Oración final
Bajo tu amparo nos acogemos, santa madre de Dios. No desprecies las
súplicas que te dirigimos ante nuestras necesidades: antes bien, líbranos
de todos los peligros. ¡Virgen gloriosa y bendita!, ruega por nosotros santa
madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro
Señor Jesucristo. Amén.