Sofocles y Aristofanes
Sofocles y Aristofanes
Sofocles y Aristofanes
Caracteres dramático
Es un tópico entre los estudiosos de la obra de Sófocles afirmar que en buena medida su
teatro es un teatro de caracteres. De hecho, el título de todas las tragedias conservadas
(salvo Las traquinias) se corresponde con los nombre de los protagonistas
correspondientes. Cada una de estas figuras emerge como un auténtico coloso y arquetipo
humano.
Vivió durante la guerra del Peloponeso,
época que coincide con el esplendor del
imperio ateniense y su consecuente derrota
a manos de Esparta. Sin embargo, también
fue contemporáneo del resurgimiento de la
hegemonía ateniense a comienzos del siglo
IV a. C.
Leyendo a Aristófanes es posible hacerse
una idea de las intensas discusiones
ideológicas (políticas, filosóficas,
económicas y literarias) en la Atenas de
aquella época.
Poesía
El lenguaje de las obras de Aristófanes, y en la vieja comedia en general, fue valorado por
los comentaristas antiguos como un modelo del dialecto ático. El orador Quintiliano creía
que el encanto y la grandeza del dialecto del ático hacían de la vieja comedia un ejemplo
para que los oradores estudiaran y siguieran, y él lo consideraba inferior en estos aspectos
solo a las obras de Homero. Un renacimiento del interés en el dialecto del ático pudo haber
sido responsable de la recuperación y de la circulación de las obras de Aristófanes durante
los 4tos y 5tos siglos AD, dando por resultado su supervivencia hoy. En las obras de
Aristófanes, el dialecto del ático se expresa en verso y sus obras pueden apreciarse por
sus cualidades poéticas.
Para los contemporáneos de Aristófanes, las obras de Homero y Hesíodo formaron las
piedras angulares de la historia y la cultura helénicas. Así, la poesía tenía un significado
moral y social que lo convertía en un tema inevitable de la sátira cómica. Aristófanes era
muy consciente de las modas literarias y tradiciones y sus obras cuentan con numerosas
referencias a otros poetas. Estos incluyen no solo dramaturgos rivales cómicos como
Eupolis y Hermippus y predecesores como Magnes, Crates y Cratinus, sino también
tragedios, notablemente Esquilo, Sófocles y Eurípides, los tres de los cuales se mencionan
en p. Las ranas. Aristófanes era el igual de estos grandes tragedios en su sutil uso de letras.
Parece que ha modelado su enfoque del lenguaje en el de Eurípides en particular, tanto
que el dramaturgo cómico Cratinus lo calificó de un "Euripidistofanista" adicto a las sutilezas
que rasguñan el cabello.
Retórica
Se cree ampliamente que Aristófanes condenó la retórica por razones tanto morales como
políticas. Afirma que "un orador entrenado en la nueva retórica puede utilizar su talento para
engañar al jurado y desconcertar a sus oponentes con tanta profundidad que el juicio pierde
toda apariencia de imparcialidad" . Está hablando del "arte" de la adulación, y la evidencia
apunta hacia el hecho de que muchas de las obras de Aristófanes fueron creadas con la
intención de atacar el punto de vista de la retórica. El ataque más notable se puede ver en
su obra Banqueters, en la que dos hermanos de diferentes orígenes educativos sostienen
que la educación es mejor. Un hermano viene de un fondo de educación "pasada de moda"
mientras que el otro hermano parece ser un producto de la educación sofística
El coro fue utilizado principalmente por Aristófanes como una defensa contra la retórica y,
a menudo, hablar de temas como el deber cívico de los que fueron educados en las
enseñanzas clásicas. En opinión de Aristófanes, era el trabajo de esos adultos cultos
proteger al público del engaño y permanecer como un faro de luz para aquellos que eran
más crédulos que otros. Una de las razones principales por las que Aristófanes estaba tan
en contra de los sofistas surgió de los requisitos enumerados por los líderes de la
organización. El dinero era esencial, lo que significaba que casi todos los alumnos que
estudiaban con los sofistas provenían de la clase alta y excluían el resto de la polis.
Aristófanes creía que la educación y el conocimiento eran un servicio público y que todo lo
que excluía las mentes voluntarias no era más que una abominación. Concluye que todos
los políticos que estudian la retórica deben tener "ciudadanías dudosas, una moral
indescriptible y demasiada arrogancia".
Obras
Desde su juventud escribió comedias. Se conservan once obras suyas, desarrolladas con
una estructura definida en la que alternan el diálogo y el canto:
• Los acarnienses, 425 a. C.
• Los caballeros, 424 a. C.
• Las nubes, 423 a. C. Una sátira contra los nuevos filósofos, como Sócrates.
• Las avispas, 422 a. C.
• La paz, 421 a. C.
• Las aves, 414 a. C. Una sátira del imperialismo ateniense.
• Lisístrata, 411 a. C.
• Las Tesmoforias, 411 a. C.
• Las ranas, 405 a. C. Una sátira contra Eurípides.
• Las asambleístas, 392 a. C.
• Pluto, 388 a. C.
Aristófanes presenta su primera comedia a un certamen siendo tan joven que no la puede
hacer con su nombre, esto es más por una cuestión tradicional ya que era perfectamente
legal. Esta pieza, hoy desaparecida, se estrenó en el año 427 a. C. y fue llamada Los
convidados. Su segunda obra es Los babilonios, y fue representada en 426 a. C. Esta
comedia tampoco ha llegado hasta nuestros días.
Miscelánea
En honor de Aristófanes se bautizó al asteroide (2934) Aristophanes con su nombre.
El gesto obsceno de levantar el dedo corazón, que muchos creerían contemporáneo,
aparece ya en Las Nubes, escrita cuatrocientos años antes de Cristo. En esa comedia un
rústico al que le hablan de un verso dactílico (en griego: δάκτυλος [daáktylos] ‘dedo’)
yergue el mayor y pregunta: "¿Cuál...? ¿Este?", con lo que seguramente despertó las risas
del público.
También presentaba gatos en sus obras para lograr un efecto cómico, acuñando la frase
"el gato lo hizo" para señalar al culpable.