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Zamboni - Lo Inaudito

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DUODA Revista d'Estudis Feministes núm 27-2004

CHIARA ZAMBONI
Acción e inaudito en la política de las rnuieres.'

Durante la mayor parte de nuestra vida nosotras actuamos. Estamos


ocupadas haciendo algo. En ello hay una condicion que no es solo una
constriccion, sino un placer. ¿Pero sabemos lo que hacemos mientras
actuamos? ~Cuandouna accion es libre y cuando no lo es?
'Por que escoger hablar de accion?

Es cierto que las mujeres sienten gran estima por las palabras pero
tienen, quizas incluso mas, una grandísima estima por hacer. Desde el
hacer mas cotidiano, como el de preparar una cena, hasta el de dar
forma a un ciclo de musica, a una exposicion de pintura o a un congreso
de filosofas.
¿Por que las mujeres sienten esta pasion por el actuar, por el hacer en
todos sus aspectos, desde lo concreto hasta lo cultural? ¿Por que mas
las mujeres que 10s hombres?

Aquí doy una respuesta, y es una respuesta que me hace entrar en


juego personalmente. De hecho, tambien es mía la experiencia que
cuento cuando hablo de las mujeres. Cuando uso 10s terminos "las
mujeres" y "10s hombres" estoy haciendo una apuesta de significado
partiendo de 10s significantes "mujeres" y "hombres", que por s i solos

* Traducción del italiano de Margarita Checa.


Chiara Zarnboni. Acción e inaudit0 en la política de las mujeres.

estan vacios. Tengo confianza en hacer esta apuesta de significado


cuando hablo de mujeres y hombres. De hecho, pienso que el texto que
escribo es suficientemente abierto de modo que, 10s hombres y las
mujeres que lo lean, estaran o no de acuerdo con lo que he afirmado.
Tambien un texto puede abrir al que lo lee a posiciones diferentes a
partir de una apuesta de significado.

La respuesta que doy es la siguiente: la experiencia practica mantiene


un vinculo con las cosas, que es vital porque las modifica y se deja
modificar por el contexto en un intercambio continuo. Permite, en otras
palabras, un ir y venir donde la transformacion es tanto activa como
repentina. Se entra en una intensa relacion con el mundo en que
vivimos. Las mujeres tienen con 10s contextos materiales un vinculo
mayor que 10s hombres.

¿Por que?

Franqoise Dolto, psicoanalistay pensadora, afirma que 10s seres huma-


nos viven pulsiones pasivas y activas. En las mujeres son mas fuertes
las pulsione!; pasivas a causa de una continuidad con la madre.' Ahora
bien, añado yo, las pulsiones pasivas tienen que ver con el actuar.
Parece paradojico, pero no lo es. De hecho, las pulsiones pasivas
tienen que ver con un tipo de accion, que es bien diferente de la accion
que se proyecta por completo en la realizacion de un proyecto.

Dolto dice: las pulsiones pasivas son vividas por las mujeres en conti-
nuidad con la madre. Quiere decir que la continuidad con la madre -y
su mundo- es vivida como un tejido subterraneo sin que sea preciso
darle una forma desde fuera. Las mujeres viven pasivamente tal conti-
nuidad sin que se advierta la necesidad de intervenir activamente para
darle a esta una representación.

La madre, dandonos la vida y enseñandonos a hablar, nos abre al


mundo. La continuidad que las mujeres advierten con respecto a la
madre se extiende al mundo. Con el las mujeres sienten una continui-
DUODA Revista d'Estudis Feministes num 27-2004

dad que se expresa en el padecimientode las relaciones con 10s demas


y con las cosas. Tampoco en este caso sienten la necesidad de dar una
forma, una expresion a este vinculo continuo con el mundo, porque
ése, ciertamente, es subterraneo, aunque insistente.
Esto es anterior a toda conciencia. Es anterior a toda categoria.

En esta condicion de subterránea continuidad con el mundo, la accion


se percibe intensa por parte de las mujeres cuando mantiene vivo y
articula siempre de nuevo este vinculo. Se siente desarraigada una
accion que, por el contrario, proyecta el mundo, con la voluntad lo
transforma, sin pararse en tener un intercambio con el.

Solamente asi me explico el retorno insistente del tema del actuar en el


saber de las mujeres.

Comenzando por las filosofas. Y en este punto pienso en las grandes


filosofas del siglo XX como Simone Weil y Hannah Arendt que, de
maneras distintas, han situado en el centro de sus reflexiones un cierto
modo de concebir la accion, muy diferente a un acto de voluntad que
proyecta el mundo.

Esta inclinacion se encuentra de nuevo clarisima en el movimiento de


las mujeres de 10s años 70 y 80, almenos en ltalia y Francia que son las
dos realidades que conozco mejor. La política de las mujeres ha sido y
es una política fundada sobre practicas. La practica de la autoconcien-
cia, la del inconsciente, la de la relacion - solo por nombrar algunas.
Practicas que se renuevan en el tiempo. Éstas extraen su fuerza del
saber dar expresion a 10s sentimientos que iluminan lo real. Asi también
me explico una cierta inclinacion femenina a imaginarse la propia
experiencia organizada alrededor del hacer. Con Diotima, la comuni-
dad de filosofas de la Universidad de Verona con las que trabajo,
hemos preguntado a diversas mujeres sobre su experiencia. De sus
repuestas, publicadas en Elperfume de la maestra, emergia lo siguien-
te: su experiencia estaba representada por 10s momentos mas signifi-
cativos de sus vidas, y estos tenian que ver con lo que les habia
Chiara Zamboni. Accion e inaudit0 en la política de las mujeres.

sucedido actuando en periodos largos. Claramente hablaban de mo-


mentos particularmente significatives, que rompian con la monotonia
de la repeticion, que iluminaban de sentido sus vidas. Pero era ese
hacer complejo que implica pensamiento, elecciones, pasiones, el que
estaba en el centro de 10s relatos. Y esto era siempre asi, tanto si
preguntabarnos a una enfermera, a una bedela o a una m a e ~ t r a . ~

El actuar, por tanto, renueva el vinculo pasivo y afectivo con el mundo,


lo desarrolla, lo transforma. Es una continuidad con ese vinculo que lo
renueva a traves de un intercambiocon 10s otros y con las cosas. Es por
eso que en @Ihay deleite.

Hay deleite precisamente porque hay intercambio y se despierta de


nuevo el tejido de relaciones pasivas que esta en el fondo, se pone en
funcionamiemto. Es como si en esa ocasion el mundo viniera a nuestro
encuentro.

El ejemplo mas convincente del deleite que hay en el hacer, se encuen-


tra en la actuacion de las artistas. Éstas muestran un cierto tipo de
relacion con la cualidad propia del material con el cual interaccionan
que es poetica. lntentan y vuelven a intentar un color -las diferentes
luminosidades del amarillc-, un elemento como la madera, con su
porosidad de grados diversos. Adoran un tejido por la cantidad de
posibilidades que ofrece: por su suavidad o rugosidad, por su crujido,
por el tornasolado de 10s reflejos o la absorcion de lo oscuro. Las
relaciones con 10s otros y con el mundo son tan importantes que
renuncian a la obra si esta les lleva a interrumpir 10s vinculos que se
han ~ r e a d o . ~

Es obvio entonces, que el actuar que, por el contrario, rompe las


relaciones con el mundo porque lo proyecta en transformaciones que
se sobreponen a la realidad en lugar de acompañarla, no conlleva ese
deleite. Pienso banalmente en quien proyecta autopistas perfectamen-
te rectas en un paisaje de colinas dulces y sinuosas, que necesitan de
carreteras que acompañen las curvas del paisaje. O en quien propone
DUODA Revista d'Estudis Feministes num 27-2004

leyes de reforma de la escuela, sin tener en cuenta la valiosa experien-


cia de 10s profesores, acumulada durante tiempo. Estas reformas con-
sideran a 10s profesores y a 10s estudiantes como meros peones de
ajedrez: mujeres y hombres sin alma, sin necesidades ni sentimientos,
a 10s cuales disponer de uno u otro modo sobre un gran tablero de
ajedrez.

Quizás tambien haya deleite en este actuar desarraigado, pero enton-


ces es el deleite de quien se siente un dios omnipotente, encerrado en
su soledad.

Llegados a este punto, quisiera hacer una pequeña reflexion sobre la


libertad. Cuando lo que se hace se proyecta antes, es una simple
ejecucion, entonces el hacer no es libre. Es solo un instrumento para
alguna otra cosa. Instrumento que no conlleva memoria, que se tira
despues de ser usado.

En cambio, cuando la accion se considera un proceso en el cual sucede


algo vital entre nosotros y el mundo, entonces la accion misma se
convierte en el centro simbolico de lo real. Por un lado, se acoge la
dependencia del mundo y, por otra, al mismo tiempo, se mantiene con
el un juego libre, como una danza.

Tambien cambia la relacion con el tiempo. El tiempo del proyecto se


proyecta hacia adelante, en un futuro por realizar, respecto al cual la
accion es solo instrumento, por lo tanto, vive en un presente de papel
de seda, un presente que simbolicamente no existe. No es nada.

En cambio, el tiempo de la accion que es juego libre, tiene la plenitud de


lo que ocurre en el presente. Con todas las derrotas y fracasos que
pueda haber y que forman parte del proceso mismo.

Cuando el actuar se ve como un proceso, entonces hay escucha de lo


que acontece de imprevisto. De hecho, un evento se sopesa en el alma
en una pausa de silencio interior. El silencio interior permite poner

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Chiara Zamborii. Accion e inaudito en la política de las mujeres.

atencion al sentido de lo que ha acontecido. Es en ese momento


cuando el alma lo comprende como un hecho inaudito que, a diferencia
de la escucha apresurada, puede parecer un hecho como tantos otros,
sin particular importancia.

La escucha tle lo inaudito lleva a transformar la accion, a elegir caminos


insolitos respecto a 10s que nos habíamos prefijado. Caminos no codifi-
cados simbolicamente. El presente, que imaginabamos de cierta mane-
ra, muestra en su interior momentos distintos, ricos en potencialidades
imprevistas."

Entonces el mundo se presenta como una granada, llena de granos


que no son visibles desde fuera.

Hay hombres que han considerado el actuar como un proceso. Pienso


en Gregory Bateson, por ejemplo. Y, sin embargo, Veo que para 10s
hombres es rnas difícil desplazar la atencion hacia el proceso y el saber
que se extrae. Estan mas dispuestos a mostrar 10s resultados objetivos
de una accion. En ellos esta muy marcado el impulso de medirse con
10s demas hombres en relacion a 10s productos concluidos, determina-
dos y circunscritos.

Esta inclinacion va al unisono con la pasion de 10s hombres por la


visibilidad. Como si ellos existieran por lo que hacen: por una obra que
resulte visible a 10s demas. Y en este punto se examina nuevamente la
division tan clara y precisa que ellos realizan entro lo publico y lo
privado, entre lo visible y lo invisible. Lo que permanece invisible en el
actuar no tiene importancia para ellos.

En muchas mujeres observo atencion al proceso de actuar, a 10s


intercambios que acontecen durante este recorrido, al valor de las
relaciones que estrechan haciendo esto. La realidad es que las mujeres
van y vienen de lo privado a lo publico, de lo visible a lo invisible. Ellas
sienten estos dos aspectos como dos elementos de un unico pro ces^.^
Lo advierto en mi misma: la obra, el resultado es importante, pero no
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tanto como para sacrificar las relaciones por prisa por llegar al resulta-
do; esto queda como algo fuera de lugar, y que me deja fuera de lugar.
A la larga me hace descarrilar.

Durante el proceso de actuar, mucho de 10 que sucede se deja en el


fondo y no se le da ninguna forma. Esta indeterminacion, en general, no
se percibe como negativa por parte de las mujeres.

El fondo oscuro del actuar, que queda sin forma y sin palabras que lo
expresen, tiene que ver con las pulsiones pasivas.

Las pulsiones pasivas son el tejido en la base del actuar. Son la trama
esencial de la cua1 la accion individual despues es el urdido.

Este tejido basico depende de un padecer 10s vinculos con la realidad,


de un soportarlos en el sentido etimologico de sufrir, es decir, sub-fero,
que significa "llevar encima" de uno mismo.

Lo cua1 comporta atravesar la necesidad del mundo tal como es.


Padecerla. Sufrirla.

Un buen ejemplo de 10 que estoy diciendo 10 da Maria Zambrano.


Zambrano reconoce a la poesia la capacidad de padecer la realidad. En
Filosofia e poesia escribe que 10s poetas soportan que las cosas
amadas puedan no realizarse. Hablan de ello sin protegerse de este
dolor. Precisamente por esto logran restituir, en el actuar de la escritu-
ra, la singularidad de la cosa en toda su fragilidad. Los filosofos, por el
contrario, estimando de la misma manera 10 real, han intentado defen-
derse del dolor de su perdida, salvando las singularidades estimadas
en el mundo de las ideas. Es derto que de este modo se han protegido
del dolor de 10 real, pero actuando asi han cortado las relaciones con
elm6

De esta manera mostraba Simone Weil en 10s Quadernicomo padecer


la necesidad del nacimiento, de la muerte de las cosas, del desarrollo

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Chiara Zamboni. Accion e inaudit0 en la política de las mujeres.

inexorable del tiempo, de la copresencia del bien y del mal en este


mundo permite la apertura de otro plano de la realidad. Un plano
completamente diferente pero que esta precisamente en este mundo.'

La pasividad no excluye, obviamente, el conflicto: puedo combatir lo


que no considero justo, precisamente porque padezco las distorsiones
de una realidad que conozco. Si 10s hechos del mundo han sido
acogidos en el alma, soportados, entonces la accion conflictiva no esta
desarraigada. Tiene sus propias raices en el haber acogido la realidad.

Por ejemplo, puedo tomar partido en contra de la guerra, pero despues


de haber sopesado en el alma o, si se prefiere, en el silencio interior, 10s
eventos, llev6ndolos a su sentido y substrayendolos de 10s significados
dados. No antes. No a priori.

Llegados a este punto, quiero decir lo que he aprendido de Cristina


Faccincani, que ha escrit0 en El perfume de la maestra sobre su
experiencia como psicoanalista. Empiezo citando lo que ella dice:
"Perteneceria a este estado de pasividad la posibilidad de particion del
alma de otro. Naturalmente, se trata de algo enteramente distinto, diria
que opuesto, respecto a aquellas formas de confusion con el otro en
que, por ejernplo en el sentirnentalismo, el Yo destaca y la alteridad del
otro se cancela violentamente, y nadie puede surgir. En el estado de
pasividad como particion se daria, por el contrario, una forma de saber
propio de la afectividad, un saber del afecto al otro lado de todo saber.
El modelo podria ser el estado de gestacion, la relacion magica del niño
y de la madre durante la gestacion; magica porque esta unida a una
especie de acto de fe en la condicion de imposibilidad de control. La
pasividad no es individual: podemos ser activos estando solos, en
cambio, podemos ser pasivos solos o en compañia de una o mas
personas.*

Padecer 10s vinculos con 10s demas y el mundo es un compartir. Lo cua1


significa que lo que hay de pasivo en el actuar no es individual, sino que
es participacion en una condicion de existencia, en un evento, en un
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momento 'historico, en una dificultad. Esto acontece antes de toda


reflexion o pensamiento que podamos hacer sobre ello.

Sirve como modelo para esto la primera experiencia, sin comparacion,


que hemos tenido en la vida. Aquella en la que hemos venido al mundo:
nos hemos formado al nacer en relacion con nuestra madre. Y de
nuestra madre dependiamos por entero y con confianza.

Quisiera destacar la diferencia de paradigma. Normalmente se afirma


que la accion se da fundamentalmente en relacion con 10s demas y con
el contexto, mientras que 10s momentos de pasividad son solitarios. En
cambio, aquí afirmo: 10s momentos de pasividad, que forman el tejido
de fondo de la accion, son cornpartidos con 10s demas y con las cosas,
sin que de tales vinculos nos demos cuenta. El urdido, que crea algo
sobre este fondo de pasividad es, en la accion, el momento mas
individual, mas unido a la intencion y a la eleccion. La accion, en su
conjunto, es "justa" cuando el urdido del acto individual tiene en cuenta
la pasividad compartida con otros y con el mundo.

Son estas las acciones "justas" que las mujeres a veces saben hacer.
No siempre. No cuando se adecuan a 10s modelos masculinos de
accion, separandose de su padecimiento del mundo.

La política de las mujeres en ltalia ha valorado este actuar femenino


que tiene sus raices en 10s contextos. Lo ha tomado en consideracion
mostrando como este es el te~rrenofertil de practicas politicas. Ha
mostrado su valor simbolico. Lo ha interpretado a la luz de una apuesta
política de transformacion de nuestra relación con una realidad, que es
compartida de manera diferente por 10s hombres.

La conciencia política es un salto simbólico, pero que pocas mujeres


llevan a cabo. Por ello la apuesta todavía esta completamente abierta,
completamente por jugar.

Desde esta perspectiva es interesante entender como las practicas


Chiara Zamboni. Accion e inaudit0 en la política de las mujeres.

politicas se crean y tambien luego se apagan, no se cumplen. Puedo


describir esto en la política de las mujeres en Italia, que es la que
conozco mejor.

Una practica política nace siempre en una situacion de fracaso, de


impasse: hasta ese momento lo que se hacía tenia sentido y restituia el
sentido a la relacion con el mundo pero, desde un cierto momento en
adelante, se vuelve repetitivo. La repeticion es una manera de decir que
nuestro intercambio con el mundo no nos restituye el sentido de lo que
estamos haciendo. La actuacion se vuelve vacia, mecanica.

Algunas mujeres en 10s años 70 inventaron la practica de la autocon-


ciencia, manteniendo encuentros entre ellas para hablar sobre ellas
mismas y sobre su relacion con la realidad.g De esta manera se
apartaron deWla mirada y de 10s discursos de 10s hombres referentes a
las mujeres. Era un modo para escapar del fracaso de un discurso que
circulaba sobre las mujeres y que no se correspondia con ellas. En
aquel momento hablar entre mujeres sobre si mismas comportaba el
deleite de decir finalmente lo real. Todo esto se hizo con la conciencia
política de transformar con su gesto la relacion con hombres y mujeres
y, por tanto, la relacion con lo real. La calidad política de su gesto lo
diferenciaba de aquel tipo de habla entre mujeres por amistad que
siempre, tarnbien antes, se habia dado pero que no habia sido asumido
como un actuar que pudiera transformar la propia relacion con la
realidad y, por tanto, la realidad misma. No habia sido acogido como
una manera de hacer política.

A mediados de 10s años 70 esta misma practica, tan revolucionaria en


sus inicios, se agoto. Poco a poc0 comenzo el aburrimiento de tantos
relatos amontonados uno junto a otro, sin que nada mas vital aflorase.
Lo testimonian las mujeres que fueron protagonistas.

Para algunas, el paso a la practica del inconsciente presuponia la


practica de la autoconciencia, aunque se llevaba a cabo de manera
diferente, porque implicaba entrar realmente en el razonamiento de
DUODA Revista dlEstudis Feministes num 27-2004

otra, hacerle ver lo no dicho, 10s elementos convencionales, las verda-


des a medias.1°

Como vemos las practicas, del rnismo modo que nacen empujadas por
una situacion de constriccion, de necesidad, tambien se agotan. Decli-
nan. ¿Como es eso? El motivo no es tanto la perdida de la fuerza de 10s
inicios, de la vitalidad de 10s momentos en que surgio. Éstas tienen
vitalidad mientras haya deleite en el intercambio con lo real y las
practicas muestren un movimiento de lo real. Por eso son simbolicas.
Pero si no se cumple tal inteacambio no se cumple su capacidad
simbolica.

Cuando se esta en una situacion de impasse porque el mundo ha


enmudecido de sentido, aunque estemos rodeadas por una infinidad de
mensajes contradictorios, estamos obligadas a pensar en otro actuar.
En otras practicas. Cuando se toma un camino se esta solo en 10s
inicios, no se sabe hacia donde nos Ilevará. Y, por consiguiente, se
pone a prueba el nuevo actuar politico poniendolo en accion. Apren-
diendo de lo que se hace. Y expresando en palabras lo que se descu-
bre, tanto en el caso de que esto nos parezca que ilumine lo real, como
en el caso que nos parezca que lo cubra con un velo, impidiendonos
relacionarnos con ello.

La diferencia entre estas practicas y cualquier actuar comun es la


conciencia de transformar políticamente la propia relacion con el mun-
do y, por tanto, el mundo mismo.

Tambien he visto producirse esta dinamica en ambito no feminista. En


algunas entrevistas Naomi Klein, punto de referencia de entre 10s mas
importantes del movimiento en contra de 10s efectos negativos de la
globalizacion, hacia la misma observacion. Hablando sobre algunas
practicas de puesta en marcha local de acciones de demostracion,
sostenia que estas habian agotado su sentido, y que hacia falta encon-
trar otras nuevas y diferentes. Igual que en el feminismo, en este caso
se trataba de practicas locales que habian dado paso a un movimiento
Chiara Zarnboni. Accion e inaudit0 en la política de las mujeres.

no local. Pero tambien es cierto que Naomi Klein ha tenido una madre
feminista y que, por tanto, conoce las practicas del feminismo.

Lo mas peligroso que hay en las practicas es identificarse con la accion.


Por esto entiendo pensar que se esta completamente en la accion que
se lleva a cabo. Se que Spinoza escribe en Ethica more geometrico
demonstrata que cuanto mas se hace mas se es. Pero si esto se toma
al pie de la letra puede volverse muy peligroso.

De hecho, el significado de una accion simbolica es mucho mas amplio


que mi yo que cumple la accion. Si la accion simple y Únicamente me
representara, entonces yo no podria descubrir en ella rastros de infinito,
una trascendencia que me remitiera a vinculos con lo real que se
abrieran en ese momento. Momentos de lo real que yo no conociera.

Es muy importante notar que en 10s casos en 10s que uno se identifica
con lo que hace y se imagina ser precisamente lo que se hace, uno se
vuelve inconsciente.

En la cultura griega se decia que 10s dioses cegaban a aquellos que


pecaban de ubris, es decir, de soberbia del yo. Un yo seguro de si
mismo hasta el punto de desafiar al cielo: se trata de un yo que se
identifica cor1 sus propias gestas. No acoge momentos de pasividad en
su propio actuar. Entonces pierde 10s limites. Se equivoca, precisamen-
te, en el sentido de errar: el de ir de un lado a otro a ciegas. En terminos
contemporaneos diria que el heroe se vuelve inconsciente, capturado
por su propio hacer. Y es asi como se pierde, extraviando 10s limites de
su actuar.

Esto es evidente en 10s conflictes mas duros en 10s cuales, llegados a


cierto punto, se supera un limite y quien actua no deja un poc0 de
silencio para captar algun rastro de infinito en la accion conflictiva.
Entonces el conflicte se ha convertida en un cuerpo a cuerpo. En ese
punto su yo se ha identificado con lo que se hace y la accion se vuelve
inconsciente. Va camino de perdicion, siguiendo sin quererlo un remoli-
DUODA Revista dlEstudis Feministes núm 27-2004

no imparable.

Notese como el silencio interior esta en sintonia con 10s momentos de


pasividad que hacen captar el infinito en la actuacion. Y, paradojica-
mente, captar el infinito permite precisamente tener sentido del limite.

Hasta aqui he hablado de accion simbolica. Sin embargo, estoy con-


vencida de que cuanto mas "se actua" la accion como un proceso
significativo por sí mismo, en el cual se cultivan verdades de uno mismo
en relacion con el mundo, mas asume el lenguaje una verdadera
importancia.

Tambien el lenguaje puede ser visto simplemente como un instrumento


para hacer proyectos que realizar mas adelante. El esquema predomi-
nante, que mas o menos todos tenemos en mente, es que se proyecta
con el lenguaje y que luego la accion entra en juego como instrumento
de concrecion.

Hasta aqui hemos visto lo que es un actuar que acoge e integra la


finalidad por la cual actua en un proceso mucho mas amplio en el que
es preciso captar lo imprevisto. Esta liberacion de la accion, que de
instrumento pasa a ser significativa por sí misma, tiene como efecto el
ver que tambien el lenguaje puede ser no solo instrumento, sino tam-
bien algo mas. De instrumento, o sea, basicamente "no lugar" -algo
que se usa y luego se tira- el lenguaje se puede transformar en "lugar"
donde acontecen descubrimientos. Es entonces que el lenguaje es
lugar simbolico, en el cual acontece un intercambio con la realidad de la
cual se habla, acontecen transformaciones y cambios politicos.

Siempre me ha impresionado como Walter Benjamin habia afrontado


esta cuestion en una carta de 1916, afirmando que la liberacion de la
accion implica la liberacion del lenguaje. Asi pues, el lenguaje asume
toda su importancia política como lugar donde acontece la política y no
como medio para partidos politicos únicamente llenos de buenas inten-
ciones.ll A Benjamin, sin embargo, le faltaba una concepcion articula-
Chiara Zamboni. Accion e inaudito en la política de las mujeres.

da de un actuar libre y política.

En cambio, he encontrado en la política de las mujeres una expresion


muy rica de lo que es el actuar simbolico en su valencia de practica
política. No es una casualidad que precisamente en la política de las
mujeres se haya elaborado paralelamente una concepcion del lenguaje
simbolico visto como lugar en el que hay intercambio con lo real.12

notas:

1. Cfr. Francoise Dolto, L'image incosciente du corps, París, Seuil, 1984, pp.
375-376.

2. Cfr. AA.VV., Diotima. Elperíume de la maestra, Icaria, Barcelona, 2002.

3. Donatella Franchi ha hablado de la importancia de las relaciones con respecto


a la obra en el hacer de las artistas en una conferencia que tuvo lugar en la
Universidad de Verona el 13 de diciembre de 2001.

4. Sobre el tema del actuar, donde hay descubrimiento de lo inaudito, hago


referencia a dos textos mios: Chiara Zamboni, L'inaudito, en AA.VV., Diotima.
Mettere al mondo 1 i mondo, La Tartaruga, Milan, 1990, pp. 9-24 (traduccion
española: Ead., Lo inaudito, en Diotima, Traer al mundo el mundo, Icaria,
Barcelona, 1996, pp. 23-39) y en Chiara Zamboni, L'azione perfetta, Centro
Virginia Woolf B, Roma, 1994.

5. Sobre el tema del ir y venir entre lo publico y lo privado, entre 10 visible y 10


invisible de las mujeres durante la historia vease AA.VV., Diotima. Approfittare
dell'assenza. Punti di awistamento sulla tradizione, Liguori, Nápoles, 2002.

6. Cfr. Maria Zambrano, Filosofia epoesia, trad. ¡t. de Pina De Luca, Pendragon,
Bolonia, 1998.
DUODA Revista d'Estudis Feministes num 27-2004

7. Sobre el tema de la aceptacion de la necesidadcomo pasaje a otro plano de la


realidad lease Simone Weil, Quaderni, vol. 2", a cargo de Giancarlo Gaeta,
Adelphi, Milan, 1985, pp. 232-235.

8. Cristina Faccincani, llpensiero della'esperienza,en AA.VV., Diotima. Ilprofu-


mo dell'esperienza, Liguori, Napoles, 1999, p. 119. Publicado en España con el
titulo Diotima, Elperfume de la maestra, Barcelona, Icaria, 2002).

9. Sobre la política de la autoconciencia en ltalia lease el diario de Carla Lonzi:


Taci, anziparla. Diario diuna femminista,Scritti di Rivolta femminile, Milan, 1978.

10. Sobre el paso de la practica de la autoconciencia a la practica del incons-


ciente, lease Libreria delle donne di Milano, Non credere di avere dei diritti,
Rosenberg & Sellier, Turin, 1987, pp. 32-50

11. Cfr. Walter Benjamin, Lettera a Buber. 1916, en Id., Lettere 1913-1940,tr. it.
De Anna Marietti y Giorgio Backhaus, Einaudi, Turin, 1978, pp. 23-25.

12. Para comprender una concepcion política del lenguaje donde acontecen
descubrimientos para un intercambio con lo real, lease Libreria delle donne di
Milano, Eacaduto nonpercaso, Sottosopra, enero 1996, en particular la seccion
I1 sole che ride.

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