portafolio de laboratorio
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Siempre nos han dicho en clases que el teatro es acción con un con icto, que hay
drama signi cando la acción y manifestación de los sentimientos, a diferencia de cómo
se usa comúnmente el término re riéndose a agrandar una situación. Pero Peter
Szondi y Roland Barthes en este texto di eren, proponiendo que hay teatro sin drama,
ya que existe el diálogo.
El autor o director de una obra trata de mandar un discurso al público mediante el
espacio que habla, creando una representación.
El teatro formalista es la nueva realidad que propone el teatro, con una acción
abstracta que di ere de la mimesis de acciones humanas, donde busca otra realidad
donde el drama ya no sea el centro estético.
Los sentimientos humanos imitan el arte y el arte imita la vida.
Se ve el drama estético que ayuda a la percepción del drama social, pero no son
iguales.
En cuanto al teatro energético, este se centra en las fuerzas, intensidades y afectos
presentes. Sus elementos constitutivos son el horros y el dolor.
Drama y dialéctica
“El drama promete dialéctica”
Hay una relación tanto del drama con la dialéctica y del drama con la
abstracción. ¿Qué material puede salir y ser usado para interpretar la
realidad?
La poética de Aristóteles requiere una estructura con lógica, pero lo que
causa emocionalmente, la anagnórisis, es el enigma. Por eso funciona la
tragedia, porque es lo sensorial estructurado.
Para Hegel, lo bello en el drama hace que se aleje de todo lo que no es
ético o que se aleje de ello, por lo tanto crea “lo ideal”, pero hace más
difícil el reconocimiento, y así, la catarsis.
Con el paso de los años, el teatro ha estado incorporando más lo “feo” en
su fondo y forma, entrando al posdrama, que no es más allá del drama,
sino que es una deconstrucción del drama, donde los personajes eran
seres humanos reales.
A la escucha
Lo sonoro es efímero, y para escucharlo, se tiene que aguzar al oído,
“estar a la escucha” para entender. Se escucha porque se quiere
comprender.
El sonido resuena, interna o externamente, y tiene un remisor.
Para escuchar se necesita el sentido del oído y estar presente mientras el
sonido lo esté (presente). Lo visual ya existe antes de que lo veamos, lo
sonoro llega y existe cuando lo escuchamos solamente.
Presente fuera y adentro, en sí mismo y en el otro.
Incluso en el silencio hay un momento de resonancia, de uno mismo.
Hay un sujeto de la escucha y un sujeto a la escucha, pero estos roles
pueden ser invertidos.
Re exión:
No sabía qué esperar antes de nuestra visita al centro de rehabilitación, aparte de que
no sabía cómo nos iban a recibir, también el dar el taller de pos sí solo eso ya me daba
nervios. Pero desde que llegamos, a ambos lugares, nos sentí bienvenidos. Creo que
fue por el sacarlos de su rutina, que por lo que ví es muy controlada y rigurosa, que les
pudimos dar, y ellos mismos lo dijeron, un momento de recreación y felicidad. Me llevo
varias cosas de esta experiencia, principalmente el cómo el teatro realmente puede
afectar a una audiencia. Esto fue una de las veces en las que más, sino en la que más
pude ver el efecto que este trabajo puede tener en las personas. Nosotras fuimos y
salimos, tuvimos ese privilegio y claro que tuvimos una afectación por la experiencia,
pero creo que también el impacto más grande estuvo en ellos. Y eso fue por algo que
nosotras hicimos. Nuestras palabras y lo que hacemos en escena y fuera de ella sí
impacta a las personas. Y me movió mucho cómo estaban pensando usar esas
experiencias que tuvieron ahí con nosotras para usarlas con su hijos, familias o incluso
entre ellos.
A veces después de salir de escena solo salgo y no me pongo a pensar en cómo se
habrá ido al público. Lo que para mí fue solo una función o un examen para otro pudo
haber sido un cambio en su forma de pensar o una escapada de algún problema. Me
ayudó a darle más peso a lo que hago y al porqué lo hago. Con esto entiendo que esto
es lo que quiero hacer en mi vida por esa posibilidad de ayudar a alguien, aunque sea
en lo más mínimo, aunque sea en distraerlos una hora, pero cambiar una política
pequeña ya es mucho. Por mucho tiempo había perdido mi motivación para seguir en
la carrera, mi motivación del semestre era encontrar una motivación, algo que me
moviera y me animara a levantarme a seguir, a moverme, y esta experiencia me la
regresó.
También me hizo poner los pies en la tierra y darme cuenta de todos los privilegios que
tengo en mi día a día que muchas veces lo paso por alto. Cosas que se ven tan
pequeñas como el elegir a qué hora quiero comer y no tener que apegarme a un
horario ya es mucho. En mi día a día hay tantas cosas que hago casi que por rutina y
sin pensar que hay personas que ni siquiera tienen la opción me abrió mucho los ojos
también. Somos muy afortunados por muchas cosas y sé que tengo que empezar a
valorarlas más.
Por último el no juzgar. No sabemos las circunstancias que orillaron a una persona a
hacer lo que hace y por más que queramos nunca las vamos a entender al cien por
ciento. Si hubiera estado en una situación exactamente igual, con una historia de vida
exactamente igual a la del otro muy probablemente había hecho exactamente lo mismo
y sólo por estar fuera no nos hace más o menos que. Todos somos personas con vidas
separadas y mentes propias, con cosas buenas y malas, y yo quién soy para juzgar a
otro. Creo que esta experiencia también me ayudó para ir por la vida, en vez de
juzgando, mejor escuchando y compartiendo, y así aprender y crecer yo también.