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Madre Encarnación 2012

El documento habla sobre la vida y virtudes de la Madre María Encarnación Rosal, una monja guatemalteca que fundó la Congregación Bethlemita y se dedicó a la educación y al servicio de los necesitados. Se describe cómo fue una mujer de fe, oración, caridad, fortaleza, sabiduría, bondad, servicio, alegría, humildad y fidelidad que llevó la luz del evangelio a varios países de Latinoamérica.
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Madre Encarnación 2012

El documento habla sobre la vida y virtudes de la Madre María Encarnación Rosal, una monja guatemalteca que fundó la Congregación Bethlemita y se dedicó a la educación y al servicio de los necesitados. Se describe cómo fue una mujer de fe, oración, caridad, fortaleza, sabiduría, bondad, servicio, alegría, humildad y fidelidad que llevó la luz del evangelio a varios países de Latinoamérica.
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EUCARISTÍA MADRE ENCARNACIÓN

MONICIÓN:

El 26 de octubre de 1820 nace en Quetzaltenango, Guatemala, una


pequeña niña que se llamaría Vicenta, quien sería más adelante, la
Madre María Encarnación Rosal.

Ella fue en el mundo y en la Iglesia como una antorcha encendida


que comunicó su luz a muchas personas y a muchas naciones, salió de Guatemala,
pasó por Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador, llevando a su paso la luz del
evangelio y del amor que Jesucristo le había revelado, ella extendió la Congregación
Bethlemita en Latinoamérica e impulsó la educación en diferentes ambientes y culturas,
pero, especialmente, ella fue y sigue siendo misionera del amor de Jesucristo, un
ejemplo de fe y de servicio tan diciente para el mundo de hoy como lo fue hace más de
ciento veinte años.

Mujer de FE: Fue un claro testimonio de confianza en el amor de Cristo, una fe


fuertemente cimentada en la experiencia de un Dios Padre providente y cercano.

Mujer de ORACIÓN: Pasaba largos ratos orando y su relación con Dios es tan cercana
que el mismo Jesucristo le confía los dolores de su corazón.

Mujer de CARIDAD: Que supo comprender a los demás incluso cuando estaban en
contra de ella; que se preocupó por hacer siempre el bien a los demás y brindar a los
necesitados toda la ayuda necesaria.

Mujer de FORTALEZA: Soportó con firmeza las persecuciones y destierros y vivió con
generosidad todas las incomodidades y trabajos que se le presentaron en sus largos
viajes, en la fundación de las nuevas obras y en la dirección de la Congregación.

Mujer de SABIDURÍA: Supo distinguir lo esencial de lo secundario y no se dejó seducir


por las apariencias y la superficialidad; dirigió con acierto la Congregación y tomó las
mejores decisiones en el momento oportuno.

Mujer de BONDAD: quienes se acercaban a ella encontraban una mujer cercana,


amable y tierna que trataba a todos con bondad, reflejando así la grandeza del amor de
Dios a todos sus hermanos.

Mujer de SERVICIO: Que pensó en la niñez y la juventud para formarlos y educarlos


con amor y exigencia; atendía siempre a quienes acudían a ella en busca de ayuda y
no ahorró esfuerzos para socorrer a los necesitados.

Mujer de ALEGRIA: Gozaba y disfrutaba haciéndose pequeña con el niño y


compartiendo con los adultos, transmitía la alegría que viene de Dios, porque se sentía
amada por Él y comunicaba a los demás su gozo.

Mujer de HUMILDAD: Que supo acercarse incluso a quienes se oponían a ella, perdonó
y comprendió a todos y se reconoció a sí misma como la más pequeña en la cual se fijó
Dios.
Mujer de FIDELIDAD: Mantuvo vivo el espíritu del Santo Hermano Pedro y permaneció
firme en el ideal que tenía en su corazón para que toda la familia Bethlemita
permaneciera fiel al espíritu y a la herencia dejada por el Santo Fundador.

Agradezcamos al Señor por el testimonio de vida de la Madre María Encarnación Rosal


y pidámosle que nos enseñe a seguir sus ejemplos y aprender sus virtudes.

LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS EFESIOS

Hermanos: Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a
la que habéis sido llamados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos,
sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con
el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo espíritu, como una sola es la esperanza a
la que habéis sido llamados. Un Señor, una fe, un bautismo, un solo Dios, Padre de
todos, que lo trasciende todo, lo penetra todo y lo invade todo.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

R/ El señor es compasivo y misericordioso

Bendice, alma mía, al Señor


y todo mi ser a su santo nombre
Bendice, alma mía al Señor
Y no olvides sus beneficios.

R/ El Señor es compasivo y misericordioso

El Señor es compasivo y misericordioso,


Lento a la cólera y rico en clemencia.
Como un padre siente ternura por sus hijos
Así el Señor siente ternura por sus fieles.

R/ El Señor es compasivo y misericordioso

La misericordia del Señor dura siempre,


Su justicia pasa de hijos a nietos
Para los que guardan su alianza.

R/ El Señor es compasivo y misericordioso

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 22, 39-43

Jesús salió y se fue, como era costumbre, al monte de los olivos y lo siguieron también
sus discípulos. Cuando llegaron allí les dijo: oren para que no caigan en tentación.
Después se alejó de ellos a la distancia de un tiro de piedra y doblando las rodillas
oraba diciendo: Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz pero que no se haga mi
voluntad sino la tuya. Entonces se le apareció un ángel del cielo que le consolaba.

Palabra del Señor.


PETICIONES

Dirijamos a Dios nuestras súplicas confiadas y digamos todos:


Por el amor de tus santos, escúchanos, Señor,

1. Por el Papa, los Obispos y todos los miembros de la Iglesia para que, en este
año de la fe, sepamos dar en el mundo testimonio de nuestro compromiso
cristiano.

2. Por toda la Congregación Bethlemita, para que, fortalecida con el ejemplo de la


Beata Madre Encarnación, siga realizando su labor evangelizadora en el mundo.

3. Por Nuestra Institución Educativa, para que cada día se fortalezca y siga siendo
lugar de formación en la fe y en los valores para las nuevas generaciones.

4. Por todos los niños y jóvenes, a los cuales amó y educó nuestra Madre
Encarnación, para que, guiados por el Espíritu Santo, crezcan cada día en la
sabiduría y en la fe.

5. Por todos los pobres, los que sufren por diferentes motivos, para que puedan
salir adelante y encuentren en nosotros la solidaridad y el apoyo.

OFRENDAS

PAN Y VINO
Como el trigo se deja triturar para convertirse en pan y las uvas se dejan cosechar para
convertirse en vino, así también Jesucristo se entregó para la salvación de todos los
hombres. Te presentamos, Señor, junto al Pan y al Vino, su sacrificio de amor por la
humanidad.

LÁMPARA
En esta lámpara ofrecemos nuestra acción de gracias por la vida de la Madre María
Encarnación Rosal, que, encendida por el amor de Jesucristo, llevó luz a dondequiera
que fue e iluminó el camino de quienes se acercaban a ella.

ROSARIO
La Madre Encarnación supo unir el servicio a los demás con una oración constante que
la mantuvo siempre firme en su misión. En este símbolo presentamos también nuestra
oración y el deseo de ser cada día mejores misioneros.

ACCIÓN DE GRACIAS

Gracias, Señor, por el don de la Eucaristía, maravilloso regalo donde te quedas como
amigo de todos nosotros. Gracias, hoy, especialmente por la vida de la Madre María
Encarnación Rosal, pues en ella nos has dejado un hermoso modelo de entrega,
servicio, alegría y amor; por medio de ella has impulsado la obra Bethlemita, llevando tu
mensaje y tu ayuda a los necesitados y aun hoy gozamos de los frutos de su trabajo.
Gracias, Señor, por todo lo que ella nos ha enseñado y sobre todo, porque sabemos,
como ella, que siempre nos acompañas, que podemos confiar en ti porque nunca nos
abandonarás.
Que con su ejemplo podamos ser en el mundo auténticos discípulos misioneros para
dar testimonio ante los demás de tu amor y de tu Palabra. Amén.

ORACIÓN
M. María Encarnación Rosal
Padre santo, tú hiciste a tu hija
María Encarnación Rosal
modelo de oración y servicio
como educadora de la niñez y
juventud y la dotaste de gran
amor para seguir a tu Hijo
entregado por nosotros y para
vivir con gozosa esperanza el
Evangelio. Por su intercesión,
concédenos la gracia de
unirnos a la Pasión de Cristo y
mostrar con nuestra vida tu
amor misericordioso de Padre.
Por Jesucristo,
Nuestro Señor.
Amén.

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