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MARK STRAND FANTASfA SOBRE LAS RELACIONES ENTRE POES{A Y FOTOGRAFIA Traduccion de JAIME MORENO VILLARREAL 1, ACERCA DE LA TRISTEZA DE UNA FOTOGRAFIA FAMILIAR ENGO UNA FOTO de mi madre, mi hermana y yo, tomada cuando yo tenia unos cuatro aos y mi ma ‘dre andaba por los teinta y dos. Mi hermana y yo estamos de pie en lo que debe de ser la acera de nues- tracasa frente a un seto, y mi madre esté agachada en elcen- tro con un brazo alrededor de cada uno de nosotros. Debe de ser primavera, porque evo pantalén corto y camisa de ‘manga larga, abotonada, quizds como una concesi6n ala pro- piedad, hasta el cuello. Mi hermana, que ten‘a por entonces dos afos y medio, viste una chaquetita que le lega apenas sobre las rodillas. Las mangas son demasiado grandes. Debe de set mediodiao alrededor de mediodia; nuestra sombra co- imiin estd directamente debajo de nosotros. El cabello de mi madre es oscuro, y ella sontie. La luz se derrama sobre su frente y bafa sus mejilias por lo ato, un trozo de luz se posa 22um lado de su barbilla. La luz cae del mismo modo sobre Ja cara de mi hermana y la mia. Y los ojos de los tres estan sombreados precisamente de la misma manera. He mirado Y vuelto a mirar esta foto, y siempre he sentido un profundo € inexplicable salto de tristeza. (Es porque mi madre, que nos abraza y una de cuyas manos estrecho, ya estd muerta? {© €s porque se ve tan joven, tan content, tan orgullosa de ‘us nfios? (Es porque los tres estamos momenténeamente uni 440s por el modo en que la luz se distribuye de idénticas ma- neras sobre nuesteas caras, enlazindonos, proclamando nivestea unidad por un instante en el pasado que fue nuestro Y que nadie puede ahora compartir? 2O es sencilamente por ‘que nos vemos un poco anticuados? £0 porque cualquier cosa ‘que hayamos sido entonces nos remueve el corazén mera ‘mente por haber quedado atrs? Creo que todas ésas son bu ‘as razones para sentise triste, y pueden dar cuentaen parte ‘de mi sentimiento, pero hay algo mds a lo que soy sensible. Es la presencia del fordgrafo. Es por él por quien los tres de 1a fotografia aparecemos an vigorosamente animadas. Por ¢, ‘mi madre se permite aparecer tan esponténeamente presen: ‘e, mostrar un aspecto de sf misma desahogado de toda con tencién, de toda sefal de pesar. Y hacia él me inclino, hacia Al quiero correr. No es ser fotografiado lo importante para ‘mi, es quién toma la foto. Pero iquién era é?? Debe de haber sido mi padre, me digo una y otra vez, mi padre que, por e308 «das, areca estar siempre ausente, siempre de vai, vendier- do servicios informativos a los diarios de los pueblitos de Pennsylvania, Por esto, lo que me pone triste no es que haya sido un momento de ternura que nunca volverd. Es que él mds intensamente presente no esié en la foto pero exista con. jeturalmente como una ausencia. Algo ms que me conmue- ve de esta fotografia cs lo bien que representa el momento en que fue tomada. Como la infancia misma, s inocenteres- ecto del fururo. Siento una enorme compasién por el niio Que fui, y me siento culpable de que su retrato le Sea presen- tado aos més tarde 2 6l como persona mayor, exist en quel ‘momento no para mi mirada de hoy, sino para el fot6grafo encl instante dela fotografia. En ours palabras, yo no estaba posando. No podria haberlo hecho, pues no podia anticipar tun futuro para ese momento; viva, como casi todos 10s n- fos, en un perpetuo presente. Podi estarme quiet, pero Po- sar no. Y en mi estarme quieto, manifesto un ansiaremenda por liberarme, por abrazar a mi padre, que esté en ninguna parte en la foto. I. ACERCA DE LA TRISTEZA DE OTRA FOTO FAMILIAR Tengo otra foto de mi madre, tomada cuando ten‘a veint- cuatro afios. Est sentada con su madre en una playa en Mi mi. Ninguna de las dos esté en trae de bao. Mi abuela leva tun suéter sobre su blusay una falda, mi madre leva una os- ccura prenda cualquiera. En el fondo, un salvavidas estd sen- tado al lado de un mirador de madera con toldo de lona. Mi ‘madre mira fijamente al lente, como obedeciendo en ese ins- tance la indicaciGn del fot6grafo de mirar a la cémara. Por qué estan triste esta foto? Mi madre se ve mds hermosa que nunca, ¥ est sonriendo. Incluso su madre, acerca de quien siempre of que la felicidad era imposible de logra, parece contenta. Entonces? Es otro caso del personaje ausente, Y en esta foto soy yo el que falta. Todavia no habia nacido, ni habia sido concebido, ni mi madre habfa conocido siquiera 2 mi padre. Que mi madre estuvierafelizmente viva a pesar de mi ausencia no es motivo de asombro, pero ses algo que en cieta forma dicige un reparo a mi persona, y parece po- ner en dca mi propia importancia. Después de todo, la co- foci exclusivamente en relacibn conmigo, por lo que hay un aspecto de mi que se siente desplazado, ¢ incluso celoso. Y hay otra cosa, ademas, No la veo como a mi madre sino co- mo a una hermosa mujer joven, y pienso para mis adentros ccémo me hubiera gustado conocerla entonces. Quizds le hu- biera yo gustado, y ella ami. Podriamos incluso haber sido amantes. La imposibilidad de ese contacto ex6tico ¢s lo que fesulta enristevedor.:No es una manera de recuperala, de querer reclamarla enteramente para m? Fantase0 con vivir antes de haber nacido. Qué desesperanza. Uno se enfrenta 2 la ausencia desi, y una pérdida tal carece de dulzura, pues Vuelta 164 15, Julio de 1990 MARK STRAND ¢s absoluta, pues no hay correccién posible, uno no puede reescribir el guiGn de su vida cuando no estaba vivo. Mi ma dre mira, asi, a la cémara que probablemente su padre soste- nia. Sonrie encantadoramente. Es en ese momento un ser Cconfiado. Et da es soleado, sin nubes en Miami. Perocincuen- talocho aos después una sombra se cierne sobre ese momen- to de brillantez, de equilibrio familiar. Soy yo, es el fururo, sufriendo una terrible, inextirpable exclusiGn. Ill, ACERCA DE LA DIFERENCIA ENTRE LAS FOTOS DE FAMILIA Y LAS FOTOGRAFIAS DEL RESTO DEL MUNDO Hay algo en las instanténeas de familia que las distingue de {as fotos del resto del mundo. Las miramos de modo distinto, sentimos algo mds apasionado respecto de elas. Pucden ser de nosotros mismaos, 1o que sin duda contribuye a absorber: ‘nos mds, pero no tienen que setlo, Pueden ser de cualquiera ‘a quien seamos cercanos, lo suficientemente cercanos como ‘para que nuestros lazos emocionales y movedizos afectos f Gllmente nublen o coloreen la vision que tenemos de esos signficativos otros, defdndonos en perpetua duda sobre c6- ‘mo deberian de ser vistos y haciéndomos cuestionar cualquier ‘punto de vista sobre ellos con que nos tropecemos. Las ins tanténeas familiares nos presentan algo semejante a lo que Ro- land Barthes lamaba punctum. Un punctum es algo en una fotografi, un detalle que punza o penetra al observador hia cia una reapreciacién emocional de lo que ha visto. Puede ‘er un collar, una sonrisa imperfecta, la posicign de una ma: ‘no —una cosa 0 un gesto— que se impone a nosotros, que fncia nuestra mirada con repentina, inesperada intensidad. No es algo que pueda ser controlzdo o anticipado por el fo tégrafo, porque es un detalle que coloca a la fotografia en tn contexto diferente del de su momento de origen. Lo que cexperimentamos al observarinstantineas familiares puede no set, estrictamente hablando, lo que Barthes entendia por ppunctum, pero tiene relaci6n con éste. Pues muy frecuente ‘mente descubrimos algo en la mirada de alguien cercano que podria informarnos mds acerca de ¢l y aun desafiar 0 confir ‘mar la exactitud de nuestros sentimientos. Y muy frecuente ‘mente la mutabilidad de nuestras necesidades y expectativas trveca lo que vernos, cambiando ls imagenes de setes quer: dos en ocasiones de ensuefo, y los acontecimientos que los rodean en motivos de investigacién Confieso que fui un tanto malicioso al emplear la expre si6n “fotografias del resto del mundo”, Después de todo, ¢! mundo ¢s ancho y por lo menos tan diverso como las foto: ‘grafias que de él se toman. ¥ al oponer las instanténeas fam liares a las fotos del resto del mundo, estaba concibiendo ‘categoriasfundadas en extremos de la experiencia. Di por he: cho que las forografias del resto del mundo no ceden tan fi ‘ilmentea nuestra custodia emocional como las familiares. Por alguna razon, nos importa menos el mundo que lo que ocurre en casa; asimismo podemos situarnos en el centro de nuestra escena doméstica, pero seria una locura imaginarnos en el cen ‘to de una escena mayor. Cuando nos enfrentamos con imé genes del mundo, raramente somos incitados a emprender revisions y reevaluaciones de nosotros mismos respecto de 1. Raramente sentimos necesidad de avenienos con lo que parece estar ya establecido 0 sobreentendido, por exstico que sea, Nuestra respuesta serd muy probablemente de aceptacién ppasiva. ¥ el clima visual ol indole de la fotografia se revelarén subordinados 2 una codificacién que esté cultural 0 hist6ri ccamente determinada. Aun cuando la fotografia tevele teri- ‘les malestares sociales, no aparecerd como inexplicablemente SOLSTICIO LUNA LLENA JUNIO 1985 SOLSTIOO AMANECER STO DXSDE LA GMA DE BEN MAGLIO UNA CUMINATA IRCLUAR CAIRGORNS BSCOGIA Vuelta 164 16 Julio de 1990 Coleccion Su y Joe Bernd FANTASIA SOBRE LAS RELACIONES ENTRE FOTOGRAFIA Y POESIA problemética; por el contrario, proveerd irremediablemente tuna lectura alegOrica para darse a entender. El bien y el mal estarfin justamente “expuestos”, y el fotdgrafo apelard en tl- timo términoa nuestra comprension. En otras palabras, tales {otografias suministran un contexto reconocible gracias 2! cual pueden ser leidas. Lo sin motivo, que en las instanténeas fa- ‘miliares conduce con frecuencia a la revetacién, estf simple ‘mente fuera de lugar en las fotograffas det mundo. IV. ACERCA DE POSAR, COMO DEFENSA CONTRA EL CANDOR DE LAS FOTOGRAFIAS FAMILIARES ‘Como las fotos del resto de! mundo, as fotograias formales, ¢s decir aquéllas en las que la gente posa, se oponen al tipo de revelacin personal que ofrecen las instanténeas de familia, De hecho, podria afirmarse que posar es una defensa precisa- ‘mente en contra de la revelaciOn personal. El posante desea trascender el clima y el contexto intimos, personales de la instantinea familiar. Desea no ser visto de ninguna otra mane- ra que como él Io determina. No quiere ser él mismo en la medida en que quiere ser un objeto, es decir que preferira ser juzgado estética antes que personalmente, y el mundo al que se integraria es el mundo permanente del arte. Verse vivo, ‘paral, s mirarse imperfecto, Tene una idea acerca de cémo se ve, y quiere verla confirmada. Por ello trata de controlar el resultado de la fotografia y de anticipar, en lo posible, de ‘qué modo se verd; pero su extrema autoconciencia siempre se traduce en una imagen de extraftamiento —unt micada des- apasionada nubla su vista él parece hallarse en otra parte, Sus ‘expectativas se fundan en engatiosas pretensiones que corres- ponden a necesidades que estin més alld del poder de la ct- ‘ara para saisfcerias, Por ejemplo, si nuestro posante estd ‘obsesionado por la belleza convencional, probablemente que- rr verse como una estrella de cine; slo extasfan las personi fieaciones ordinaras dela responsabilidad, puede querer verse ‘como un hombre de Estado La cuestion es que desea que la cdmara sea sensible a una imagen, y no 2 un set QUE teme, pues, el posante? ;Por qué desea aparecer de un Gierto modo y no de cualquier modo? ¢Es s6lo vanidad lo que querra hacerlo verse perfecto en lugar de tal como es? ;O es que sus necesidades tienen mas que ver con la pro- pia conservaciOn, es decir con un rechazo 2 que se le evo- ue su mortalidad? De cualquier modo, los resultados son los rmismos, Su idealizacion significa que no estardlocalizado en el dempo. Cuando mire a fotografia, aos después, no ha- br de sentir siquiera una punzada de tristeza, ni nosotros en el caso de que el posante haya muerto. No podemos lamen- tar propiamente su pérdida por la simple razén de que no ha alojado lo bastante de s{ en la fotografia, En lugar de es0 se ha convertido en su propio monumento conmemorativo, V. ACERCA DEL POEMA "RETRATO DE MI PADRE COMO HOMBRE JOVEN”, DE RILKE, COMO EVIDENCIA DE LAS LIMITACIONES DE LA POSE Cuando miro la fotografia de mi madre y mi abuela, siento una tristeza que tiene que ver con mi ausencia en un periodo dela vida de mi madre. En otras palabras, he suftido mi muer te en reversa: nact demasiado tarde para estar abi. En la ur sencia de darme un lugar mientras examino la fotografia, me Vuekia 164 sorprende la arbitrariedad de nuestra existencia en el tiem- po. Enel poema “Retrato de mi padre como hombre joven’ de Rilke, el esmerado examen de una fotografia lo conduce irremediablemente 2 la sensacién de su propia muerte. RETRATO DE MI PADRE COMO HOMBRE JOVEN En los ojos suefo. La frente como sensible 2 algo muy lejano. En torno de Jos abies, gran frescura —seductora, aunque sin sonrisa Bajo las lineas de galones de orrato cen el esbeto uniforme de oficial del Imperio la emputtadura del sable. Ambas manos apoyadas en ella, hacia ninguna parte, apacibles Y ahora casi invsibles, como si hubieran sido las primeras en comprender la distancia y en disolverse. Y el resto tan envueto en sf mismo, tan nublado, que 90 puedo entender ba figura conforme se esfuma en el fondo— ‘Oh, fotografia edpidamente evanescente ‘en mi mano que desapatece mds lentamente Esas manos apoyadas en la empufadura, que no irén a nin- sguna parte, que no consumarin ning gesto —i en la foto- alla, porque ext inmdvil ni enka vida, porque el ade etd ‘ucrto— estén apacibies mientras desqparecen, coniigurando tna especte de retiro deb actividad, de fa realidad, La foto- ‘grafla se desvanece, todo en ella estd tan nublado, tan envuehto ‘en si mismo, tan esfumado en otras palabras, que s¢ torna no en tun momento que haya sido rescatado, un fragmento de vida que haya sido savado, sino en un emblema de la imucric. ¥ como si hubiera podido anticipat esto cuando fa foto fue tomada, sentir el momento de a desintegracion apc0- ximarse, el padre de ilke habia comenzado a desprenderse 4e lo inevitable, y 2 poner en su lugar otra jana, una eja iia generada ens interior, un SueRo cuyos origenes ¥ dest ro Son mds eres, mis ificles de aprehender que nvestros Dropios rasgos. Asi que, en el momento en que la foto fue tomada, él esaba ya en otra parte, razon por la que Rilke en tra en aprictos al trata de ubicaio. Lo que Rilke descuibre cen cste evanescente monumento3 su padre, en esta mascara de la que su padre se habia desprendido, es solamente una ose, y por exo dice “no puedo entender la figura”. Para sal- var a su padre, debe leer en la fotografia lo que ésta no puc- de mostrar. Por e30 "la feente como sensible 2 algo muy Iejano",y “las manos como si pudieran comprender (eto 5, tanto rodear como entender la distancia’ Una fotografia 90 puede desribir lo que no estéen el. Pero el lengue s{ poe de, y este es uno de los rasgos emotivos del poema de Rilke: €l deseo de columbrar ms de lo que fa fotografia es capar de registrar, y la necesara dependencia de las propiedades especulativas del lengua para lograrlo. El lenguaje cs sens ble a lo que esd adentroo detésw oculto, a0 que, en otras Palabras, no se ofrece a la vista, y sugiere que tal como es Oscuro el comicnzo dela creacién, af a luz es su conclo si6n, De este modo, conforme ba luz dela foto se desvanece, ef poema toma posesion. ¥ sila mano es metonimia por la escritura, como frecuentemente oes, entonees en este poe sma contrac a responsabilidad de sobrellevar, por un vempo, 17 Jullo de 1990 marx la imagen del padre de Rilke. Pero s6lo por un tiempo, pues €l poema es, también, mortal VI, ACERCA DEL POEMA “SENTIMIENTOS CONFUSOS" DE JOHN ASHBERY, Y DE SU RECHAZO DE LA CLASE DE TRISTEZA COMUNMENTE ASOCIADA CON LAS INSTANTANEAS FAMILIARES El poema de John Ashbery comienza, como el de Rilke, con la descripcién de una fotografia tan desvanecida que cs di ficil de distinguir. El apremio y la ternura del poema de Ril ke concluyen més bien oscuramente con una manifestacion de la presencia mortal del propio poetz. El pocma de Ash- bery toma una ruta diferente; evitando cualquier sugerencia de oscuridad, termina con una afirmacién de las posibilida des potticas. SENTIMIENTOS CONFUSOS Un agradable olor de salehichas friéndose ‘Asalta el sentido, junto con una vieja casi invisible Foografa de lo que parece ser muchachas deambulando en torno De un caza~ bomburdero, cosecha circa 1942 {Como explicale a estas chicas, sien efecto Io son ‘Aestas Ruth, Linda, Paty Shella BT gran cambio que ha sobrevenido En a estructura de nuestra sociedad, que ha alter la textura De todo lo que hay en ell? ¥ no obstante Pareciera que de algin modo lo supieran,s6lo ‘Que es tan diet! miraras, es diff! gurarse Con exactitud qué clase de expresiones pone. {Como emplean su tiempo libre, chicas? Ay, no me vengas, Una de ells podela decir, 2 mi este tipo me sobrepasa \émonos por ahi, a dar una vuelta, 2algin lado Por los corredores de las tendas de géneros ‘Aun pequeti café a beber una taza. No me ofende que estas creatuas (esta es la palabra) ‘De mi imaginacién parercan tenerme en tan poca estima, (Que les importe muy poco. Como se, es parte de una complicada Rutina de Mirteo, indudablemente. {Pero y exe parlteo sobre a tienda de géneros? De seguro que es el sol de California (Que las vaplea 4 lla y a! viejo armatoste del que Se han colgado, borrando lz insignia det Pato Donald [Al limite de ta legibilidad (Quizds mentian pero parece mds bien que sus ‘Mimisculas intligencias no pueden retener mucha informacion (Quizds ni siquiers un dato, Por eso CCreen que estan en Nueva York. Me gusta el modo (Como se ven y actian y senten. Me pregunto Gémo es que Hegaron a ser asf, pero no voy a Perder ms tempo pensando en ells, Ya las olvidé Hasta que algin dia en el no muy remoto fueuro ‘Cuando quizss nos encontremos en la sala de un moderno aeropuero Se vean tan sorprendentemente jovenes y frescas, como cuando ‘esta foro fue comada Pero lenas de ideas contradictoras, algunas estpidas ‘Ouras provechosss, pero todas desbordando nuestrs mentes CConforme conversemos sobre el cielo y el cima y las setvas del cambio Vodka 164 STRAND ‘Uno experimenta asf el paulatino desgaste de la ya de por si vieja, cas invisible fotografia de un grupo de chicas que

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