Ap - Subgéneros Narrativos. Actividades
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SUBGÉNEROS
NARRATIVOS:
ACTIVIDADES
1. COMPLETA EL SIGUIENTE ESQUEMA
El mito
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2. BUSCA INFORMACIÓN SOBRE LOS SIGUIENTES MITOS:
a) El mito de la creación de la Vía Láctea
b) El mito de Prometeo
c) El mito de la caja de Pandora
d) El mito de Perséfone
e) El mito de Aracne
Elige el mito que más te haya gustado y escríbelo con tus propias palabras en el siguiente
recuadro. Si tú conoces algún mito, puedes contarlo en lugar de los que te he propuesto.
Recuerda que todo relato se divide en planteamiento, nudo y desenlace. Además, debes
dejar claro al final de tu relato qué pretende explicar el mito. También puedes buscar una
imagen para acompañar la historia.
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3. LEE ATENTAMENTE LA SIGUIENTE HISTORA:
El mensaje de la liebre
(bosquimano)
Un día Luna, viendo que los hombres vivían angustiados pensando en la muerte, decidió enviar a la
liebre para que les contase la verdad: los hombres y las mujeres han sido
hechos a imagen y semejanza de Él y por eso no mueren, sino que, igual
que Luna, comienzan a menguar, a apagarse, hasta desaparecer; pero al
poco tiempo, como Luna, vuelven a la vida, grandes y resplandecientes.
–Ehhhh, esto... que me envía padre Luna a deciros que... que..., como Él,
menguaréis y os apagaréis hasta desaparecer. Pues... sí... esto es lo que
me ha mandado deciros Luna.
Luego, la liebre se fue y regresó temerosa ante Luna. Cuando Luna se enteró del mensaje incompleto
que había transmitido a los hombres, enfadado, la agarró de las orejas y la lanzó contra la Tierra
partiéndole el morro para siempre. La liebre, dolorida, cogió su manta, la calentó al fuego y, cuando
estaba ardiendo, la lanzó contra Luna provocándole quemaduras. Es por eso por lo que la luna tiene
manchas, es por eso por lo que las liebres tienen el morro partido y es por eso por lo que hombres y
mujeres creemos que nos morimos...
Texto extraído de La madre Muerte, edición de Ana Cristina Herreros, Editorial Siruela
a) Marca con una x los elementos que encuentres en esta historia y responde, si es necesario, a
las preguntas que se te plantean:
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b) Teniendo en cuenta tus respuestas en el ejercicio anterior, explica si el relato que has leído es
un mito, una leyenda o una fábula.
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4. Todos los países, todas las culturas, tienen sus propias leyendas, muchas de las
cuales se transmiten de padres a hijos. Encuentra una leyenda de tu país de origen (o
del de tus padres), escríbela y cuéntasela a tus compañeros. Puedes utilizar diversas
fuentes de información: Internet, libros, algún familiar… (de hecho, si tu fuente es un
familiar, sería interesante que entre los dos escribierais la leyenda y tu familiar la
grabara con tu móvil para que el resto de tus compañeros pueda oírla en clase).
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5. Lee la siguiente fábula y responde luego a las cuestiones que planteamos (McGraw Hill, pág.
77, actividad 3):
a) ¿Qué valores humanos crees que representan los tres animales que aparecen en la
fábula?
b) Explica la moraleja final. ¿Quién o quiénes no quieren compartir? ¿Por qué se afirma que
si no compartes lo pierdes todo?
La cigarra era feliz disfrutando del verano: cantaba y cantaba, mientras su amiga y vecina, una pequeña
hormiga, pasaba el día entero trabajando, recogiendo alimentos.
- ¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo mientras canto algo para ti. – Le
decía la cigarra a la hormiga.
- Mejor harías en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta holgazanería – le respondía la hormiga,
mientras transportaba el grano, atareada.
La cigarra se reía y seguía cantando sin hacer caso a su amiga.
Hasta que un día, al despertarse, sintió el frío intenso del invierno. Los árboles se habían quedado sin hojas y
del cielo caían copos de nieve, mientras la cigarra vagaba por campo, helada y hambrienta. Vio a lo lejos la
casa de su vecina la hormiga, y se acercó a pedirle ayuda.
- Amiga hormiga, tengo frío y hambre, ¿no me darías algo de comer? Tú tienes mucha comida y una casa
caliente, mientras que yo no tengo nada.
La hormiga entreabrió la puerta de su casa y le dijo a la cigarra.
- Dime amiga cigarra, ¿qué hacías tú mientras yo madrugaba para trabajar? ¿Qué hacías mientras yo cargaba
con granos de trigo de acá para allá?
- Cantaba y cantaba bajo el sol- contestó la cigarra.
- ¿Eso hacías? Pues si cantabas en el verano, ahora baila durante el invierno-
Y le cerró la puerta, dejando fuera a la cigarra, que había aprendido la lección.