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Estructuras y Arquitecturas de Doménico Parma

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2

Ingenieros y arquitectos
italianos en Colombia
editado por
Rubén Hernández Molina
Olimpia Niglio
Scientific Editor
Olimpia Niglio, Italy
Kyoto University, Graduate School of Human and Environmental Studies
Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, Colombia

Scientific International Committee


Antonello Alici, Norway, Sweden and Finland
Aalto University, School of Arts, Design and Architecture
Università Politecnica delle Marche, Ancona, Italia

Andrea Catenazzi, Argentina


Universidad Nacional de General Sarmiento

Mónica Luengo, Spain


ATP- Arquitectura, Territorio, Paisaje, Madrid
ICOMOS International Scientific Committee on Cultural Landascapes

Stephen J. Kelley, FAIA, SE, FUSICOMOS


Heritage Conservation Specialist, World Monuments Fund
Isabel Mercado, México
Universidad Autonoma Ciudad de México
Atsushi Okada, Japan
Kyoto University, Graduate School of Human and Environmental Studies

Michael Turner, Israel


UNESCO Chair in Urban Design and Conservation Studies
Bezalel Academy of Arts and Design, Jerusalem

Karin Templin, UK
University of Cambridge

Jeremy C. Wells, USA


Roger Williams University, Bristol
Copyright © MMXVI
Ermes. Servizi editoriali integrati S.r.l.

www.6ermes.com
info@6ermes.it

via Quarto Negroni, 15


00072 Ariccia (RM)
(06) 9342171

ISBN 978–88–6975–114-1

I diritti di traduzione, di memorizzazione elettronica,


di riproduzione e di adattamento anche parziale,
con qualsiasi mezzo, sono riservati per tutti i Paesi.

Non sono assolutamente consentite le fotocopie


senza il permesso scritto dell’Editore.

I edizione: aprile 2016


INDICE

9
Presentación
Uberto Malizia

11
Introducción
Rubén Hernández Molina, Olimpia Niglio

17
La marca italiana en la arquitectura colombiana
Armando Silva

33
Giovan Battista Coluccini (1569-1631) en Bogotá
el monje ilustrado y la traza italiana
Fabio Andrés Vinasco Ñustes

55
Fray Serafín Barbetti (1800 – 1887) y el puente sobre el río Juanambú
en el municipio de Buesaco, Colombia
William Pasuy Arciniegas

65
Uno de los teatros “a la Italiana en Colombia”. El teatro Colón
Mariana Patiño Osorio

95
Gaetano Lignarolo y Cali: dos patrimonios
Teatro Jorge Isaacs
José Luis Giraldo Jaramillo

105
Vida y obra de dos piamonteses en Colombia
Fernando Carrasco Zaldúa

121
De Antonelli a Violi
Los ingenieros y arquitectos italianos en Colombia
Mauricio Uribe González y Alessandra Morales Ferraro
159
Conservación y continuidad de un edificio moderno en Bogotá, Colombia
Eduardo Mazuera Nieto

171
Historia, Patrimonio e Investigación Científica
Inquietudes de Angiolo Mazzoni Del Grande, arquitecto italiano en la
Universidad Nacional de Colombia (1948-1950)
Olimpia Niglio, Jorge Vincente Rámirez Nieto

179
Angiolo Mazzoni Del Grande, ingeniero italiano en Colombia y propuestas para
una teoría de la restauración arquitectónica
Olimpia Niglio

193
Ingeniero Víctor Morgante y Gaetano Di Terlizzi
Sus huellas por el sector de las ladrilleras
Rubén Hernández Molina

213
De la estructura y el revestimiento a lo sublime de la superficie
Bruno Violi y la obra del Edificio El Tiempo
Giovanni Castellanos Garzón

225
La arquitectura como representación urbana
Una aproximación al Proyecto Urbano del Centro Administrativo Oficial
de Bruno Violi
Giovanni Castellanos Garzón

239
Estructuras y arquitecturas de Doménico Parma
Claudio Varini

251
Reseñas que nos marcan de Ingenieros y Arquitectos Italianos en Colombia
Rubén Hernández Molina

287
Autores
ESTRUCTURAS Y ARQUITECTURAS DE DOMÉNICO PARMA

CLAUDIO VARINI

La oscuridad no enseña nada


El dominio de Domenico Parma, el ingeniero, es amplio como sus intereses pero
paradójicamente es un trabajo oscuro, poco visible y reconocido. Su incesante labor
abarca un campo insólitamente extenso para un profesional: de la creación de sistemas
al cálculo estructural; de la producción de artefactos al de máquinas; de la
investigación a la actividad empresarial.
Este campo no es nunca determinado por aquel protagonismo macroestructural o
por aquella extroversión ósea propia de otros grandes ingenieros: se distingue más
bien por una visibilidad de mínimo impacto. Sus estructuras, sus máquinas se retienen
indefectiblemente dentro de una dimensión icástica, tangible pero nunca exhibida.
Parma imagina, crea y retiene, expresa como si la visibilidad fuera un elemento
consecuente. Este espíritu profundamente ‘naturalista’ le deriva probablemente de su
percepción del espacio, toda peculiar para la gente que se cría frente al mar.
La imaginación de Parma es antimágica, un simple instrumento para explorar, para
hacer tangible una interna inquietud, una capacidad de observación curiosa y alegre
que se hace concreta a través de la materia.
Fuerte de un realismo sólido y pragmático, nunca empírico, Parma urde sus
estructuras buscando su síntesis en la exactitud y en la claridad del análisis y del
cálculo, acondicionando una excepcional capacidad de abstracción a un medio a veces
efervescente, receptivo pero dotado de modestos recursos materiales.
Él mismo define como primera de sus especializaciones la matemática avanzada. Es
esto el invisible hilo conductor de toda su actividad profesional. Es capaz de transferir
sus intuiciones a fórmulas matemáticas ejerciendo un dominio lógico sobre las fuerzas
que sale de la mera interpretación de códigos, de las reglas y de las convenciones. Son
estas como camisas de fuerza demasiado estrechas y quiere ser él mismo el diseñador
de sus propios modelos matemáticos. Parma abstrae y condensa conceptos
elementales, que deduce de la observación de fenómenos naturales, interiorizando los
principios ordenadores de los fenómenos para generar maquinas como seres
mitológicos o como visiones de Piranesi. Lo posible, lo factible son sus instrumentos de
navegación interior, las tensiones son vientos, las estructuras velas y mástiles; los
torones, sogas que diseñan mapas de líneas de huesos y nervios entrelazados.
Parma, el ingeniero, tiene todavía una perceptible sensibilidad arquitectónica.
Gestos, geometrías diseñadas en el aire y metáforas elocuentes para explicar sus

250
ESTRUCTURAS Y ARQUITECTURAS DE DOMÉNICO PARMA 251

estructuras denotan la facilidad con que Parma transfiere esfuerzos y tensiones a su


propio cuerpo que se convierte en vehículo de comunicación concreta, visible.
Su sensibilidad no le viene tanto de la formación académica de ingeniero, algo -
como lo lamenta Nervi - indistinto, demasiado técnico, nada intuitivo. Reconoce en los
ingenieros modernos un límite constituido por una visión demasiado parcial del
proyecto y por consiguiente su imposibilidad de extrapolar.
Una formación personal de amplio espectro, la continua observación de fenómenos
naturales y un espíritu extremadamente inquieto le permiten superar visiones
convencionales: como ingeniero es él intérprete más de sí mismo que del pensamiento
de una escuela.
La extrema facilidad con que entiende y explica los conceptos se mantiene siempre
como estrictamente funcional y concreta, como se reconoce en sus escritos:

“Tengo la impresión de que Cesare1, en sus investigaciones, proceda muy bien... Su última
tesis es: Estudio de la propagación de una no-uniformidad en un plasma en no-equilibrio.
Yo la hubiera llamado: golpe de cola de la barracuda en el mar en tempestad...”2

Es probablemente este realismo riguroso que contiene su espíritu creativo y


probablemente lo retiene. Su discreción se manifiesta como una forma tal vez excesiva
de respeto para las arquitecturas y para el oficio de los mismos arquitectos.
Muy bien fundamentado, Parma define un límite preciso entre el quehacer
arquitectónico e ingenieril, asimilando los principios rectores del proyecto general,
proponiendo conceptos y soluciones, mas no superponiéndose a lo arquitectónico; por
ello viene constantemente consultado y escuchado desde las fases iniciales del diseño.
Parma gusta de trabajar en equipo: respeta profundamente las expresiones de los
proyectos arquitectónicos. Busca en los arquitectos intensa, sincera creatividad e
independencia de los estereotipos y es cuando se conjugan estos aspectos que el
ingeniero se supera. Tiene la suerte de trabajar con personalidades tan diferentes entre
sí por sensibilidad, expresión y pensamiento, lo que le permite estudiar y proponer una
gran variedad de aplicaciones y soluciones. Su ser ingeniero con inclinación a la
invención lo hace atípicamente típico. Típico como inventor y como tal por perseguir
constantemente un más allá, un mejor, un descubrimiento con el gusto infantil de
explorar nuevos horizontes; atípico como profesional que no da nada apriorísticamente
como imposible. La ingeniería como la concibe Parma es una fuente de placer ya que
“une la sencillez de algo que debe funcionar bien, desde todo punto de vista, con la
grandeza de la investigación espiritual.”3
Es esta la metáfora del hombre renacentista, hombre de arte y ciencia, en donde los
componentes de la complejidad se conjugan para generar una solución orgánica.
En sus escritos aparece como referente ideal Leonardo da Vinci pero recurre
también la metáfora del castor que construye porque debe construir: un aterrizaje que

1 Cesare es el hijo de Domenico Parma.


2 Parma, Domenico: carta enviada a la hija Alessandra [extracto] desde Bogotá en 1971.
3 Parma, Alessandra: Risposte a 22 domande. Correo electrónico, septiembre de 2000
252 CLAUDIO VARINI

aleja lo visionario para volver a la dimensión física del hombre, un ser pequeño con un
rol que debe desenvolver. También Maillart representa para Parma la capacidad de
unir investigación, estética e ingeniería, en especial en los puentes. Espíritu de perro
suelto, poco vinculado a las convenciones, sus lecturas delatan esta inclinación: alterna
la lectura de literatura técnica con sus autores preferidos: Thoreau, Eliot, Emerson y
Séneca. En campo artístico prefiere el arte griego y Leonardo, pero estudia también a
Paladio y a Le Corbusier. Al arquitecto suizo reconoce la gran inteligencia y al mismo
tiempo la actitud visionaria de un esnob. Las ciencias naturales ejercitan una gran
fascinación para Parma, el hombre, así como los escritos de Einstein, pero su gran
pasión es el mar y muchos son los libros de navegación en su biblioteca personal.
Desde el comienzo de su profesión se hace evidente que él no es un típico calculista;
no es tampoco un diseñador como Nervi, eminentemente intuitivo. No ambiciona
hacer arquitecturas, pero su creatividad se apoya en una profundidad teórica
sustentada por una lógica cristalina.
Como Freyssenet4 y Nervi es extremadamente confiado en la intuición, con un
especial gusto para obras de grandes dimensiones, es además capaz de sostener sus
propuestas con soluciones correctas estructuralmente y costos competitivos.
Los límites en los recursos y la búsqueda de la máxima racionalidad en la obra lo
obligan, desde el comienzo de su actividad, al desarrollo de sistemas estructurales y
constructivos evolutivos. Lo que hace posible a Parma sus logros es una cualidad
infrecuente: la de ‘sentir la estructura’, es decir, de intuir la resistencia global de los
sistemas resistentes.
Acero y, sobre todo, hormigón en múltiples configuraciones y aplicaciones
constituyen los materiales con los cuales Parma trabaja. Se acerca al concreto reforzado
con una mentalidad pionera y una curiosidad infantil: poco referente a ‘otros’
ejemplos, confía fuertemente en su rigurosa lógica analítica.
Su acercamiento hacia el proyecto, en cuanto cuerpo in fieri, no depende de
antecedentes ilustres ni del contexto de origen. Su actitud frente al proyecto es
auténticamente creativa conceptual y técnicamente; no tanto por orgullo, más bien por
aquella autoconfianza que lo acompaña al igual que el gusto por la superación del
estado de las cosas.
El Entrepiso Reticular Celulado representa uno de sus mayores logros. Representa
el primero y hasta hoy un rarísimo ejemplo de patente ‘tecnológica’ que puede
reivindicar Colombia en el campo de la construcción. Poco más tarde patenta la
máquina para manipular los bloques en concreto y un sistema de anclaje para

4 Freyssinet considera “dos solas fuentes de información: la percepción directa y la intuición, en la cual veo
la expresión y la síntesis de todas las experiencias acumuladas en el subconsciente del ser luego de la
primera célula.” Cuando hay contradicciones entre intuición y cálculo, sostiene que el error está siempre
en el segundo.
Análogamente Nervi mete en discusión que la ciencia de las construcciones deba confiar exclusivamente
en análisis y calculo. Su método de trabajo - que consiste en: generar forma, realizar maqueta sobre la cual
realizar pruebas: forma, maqueta, pruebas de cálculo y estática, finalmente la rectificación de la forma
original – lo confirma de hecho.
ESTRUCTURAS Y ARQUITECTURAS DE DOMÉNICO PARMA 253

postensionamiento. En cada uno de estos casos desarrolla continuamente técnicas y


producto. Si el pensamiento y las estructuras de Parma reflejan la confianza en lo
intuitivo, es al desarrollo de programas de cálculo dedicados a las estructuras que se
dedica a partir de los años 60 y con mayor entusiasmo del final de esta década
aprovechando de la extraordinaria herramienta de cálculo representada por las
computadoras. Tan absoluto es el rigor que lo acompaña que es él mismo su primer
crítico cuando afirma que:

“La oscuridad no enseña nada, y quien ha estado más en ella no puede ser maestro para
quien apenas ha entrado. A menudo he buscado construir teorías; ninguna ha resistido a mi
propia crítica.
Tal vez la explicación es muy sencilla y está toda allí: el hombre es más crítico que su propia
conciencia...”5

En Colombia Parma encuentra un terreno favorable que le da la posibilidad de


manifestar sus cualidades. Reconoce todavía, y sin vacilar, que debe limitar sus
aspiraciones teóricas ya que no puede absolutamente aprovechar de adecuados medios
científicos, técnicos e infraestructurales. Con ingenio y el apoyo de emprendedores y
colegas puede igualmente desarrollar proyectos de desarrollo tecnológico y transferir
sus soluciones a miles de construcciones. Parma se entrega con alma y cuerpo al trabajo
y lo hace con confianza y gran entusiasmo; cuando aparece el desencanto y siente que
en otros contextos hubiera podido alcanzar más ambiciosos objetivos ya es demasiado
tarde. No obstante, su legado es extraordinario: 1586 proyectos, - solamente los que
utilizan Reticular Celulado superan las 1300 unidades - marcan cuatro décadas
denotadas por la generación y el desarrollo de sistemas constructivos originales.
Parma renuncia a la componente artesanal del proceso constructivo para dedicarse
por completo a la transferencia tecnológica; orientado a la serialidad, patenta sistemas
que pueden ser aplicados en diferentes tipologías arquitectónicas y a obras
infraestructurales. Son muchas las obras de Parma excepcionales por tipo y
dimensiones no obstante la realidad colombiana le imponga el camino de la
racionalización en sistemas y tecnologías capaces de realizar una prefabricación en
grande escala para atender una fuerte demanda de construcción básica.
Estos resultados demuestran que no es solamente la disponibilidad de recursos -
privilegio propio de países con economía más sólida, que mucho invierten en
investigación y desarrollo - sino que son la determinación y el ingenio que hacen
posibles los avances en diferentes niveles de sostenibilidad.
La teoria del castor:

Proyectar es todavía una de las más grandes aventuras posibles.


Proyectar es una aventura: un viaje, en cierto sentido.
Se sale para conocer, para aprender.

5 Parma, Domenico: carta enviada a la hija Alexandra [extracto] desde Bogotá en 1969.
254 CLAUDIO VARINI

Se acepta lo imprescindible.
Cada proyecto es una historia que recomienza,
y tú estás en una tierra inexplorada.6

Sintetizando al máximo la actividad de Domenico Parma se puede afirmar que


estamos frente a una labor caracterizada por un limitado número de constantes y un
elevado número de variables.
Sorprende ver una variedad estructural tan amplia y un campo de acción en
continua transmutación, como si resultara abominable la repetición. Se reúnen en la
obra de Parma dos distintas componentes: por un lado una fuerte relación con la
materia medievalista o más bien pre albertiana, la búsqueda de su máxima expresión,
el cultivo de la intuición como instrumento investigativo. Son aspectos antrópicos que
se extienden y orientan la segunda, complementaria componente: la de un rigorismo
cientista que consiste en experimentar y comprobar los comportamientos físicos con
base en leyes rigurosas de causa-efecto. La regla queda, para Parma, siempre
subordinada al caso específico, a la intuición, a la visión abstracta: metabolizada y
plasmada. Las normas, las formulas tienen una consistencia plástica al ser aceptadas e
interpretadas, al no ser vistas como dictámenes sino como el resultado de un modelo
de pensamiento, de unas experiencias, de unos parámetros atrevidamente
prudenciales; tipifican y actúan en un ámbito concreto y como tales corresponden
contemporáneamente a un dominio científico y al mismo tiempo ético.
Normas y códigos de comportamiento constituyen una estructura lingüística
común, un modo para uniformar y controlar comportamientos, acciones, condiciones.
Por su misma naturaleza consideran y delimitan los campos de la normalidad,
definiendo ámbitos de aceptabilidad y está entre ellos el campo de maniobra del
proyectista estructural. Más vinculado que el arquitecto a firmes leyes científicas, a
resultantes y al hacer lo más objetivo su propio actuar, el ingeniero estructural tiende a
tomar frecuentemente distancia de la excepción, de la creatividad; admite la evolución
como factor ‘natural’ de una racionalidad practica que expresa la ciencia.
El limitado número de constantes y el elevado número de variables que caracterizan
la actividad proyectual de Parma obedecen precisamente a la constante búsqueda de
los límites del campo y de las excepciones admisibles a las reglas generales.
¿A que se debe esta continua búsqueda? La respuesta se puede encontrar en dos
niveles: por un lado en los escenarios que abre la tecnología y por el otro en la
inquietud que asalta a alguna persona y que la empuja a buscar un más allá de límites
definidos o experimentados.
Al expresarse como concretización de la ciencia, persiguiendo intereses y objetivos
reales7, la tecnología constituye el campo inventivo de la ingeniería; un camino
personal y social de transferencia que se materializa proyectualmente y a través de
productos físicos.

6Piano, Renzo: Giornale di bordo, Paris/Génova, Florencia, 1997


7Liz, Manuel: Conocer y actuar a través de la tecnología, en: Fernando Broncano [editor]: Nuevas
meditaciones sobre la técnica, Madrid, 1995
ESTRUCTURAS Y ARQUITECTURAS DE DOMÉNICO PARMA 255

Si bien es cierto que es de las expresiones científicas que se toma para desarrollar
avances, es igualmente cierto que existe otro factor determinante que, aun sin ser
científico, constituye el más eficaz motor para que la transferencia pueda realizarse. Es
un factor que se genera de la necesidad de actuar, de llegar a un resultado tangible a
través del conocimiento que se genera durante la misma acción. En estos casos el punto
de partida es una pregunta sin respuesta, un vacío, un anillo faltante.
Ver lo que no existe, darle instrumentalmente cuerpo es la acción del proyectar: el
campo del proyectar tiene la finalidad práctica de realizar; de dar cuerpo físico, de
construir. El construir constituye un dominio aparentemente mecánico, si lo limitamos
a la acepción terminológica de edificar, de realizar con términos adecuados, pero el
construir que caracteriza a Parma no es simplemente una acción productiva, es dar
cuerpo, en donde el término cuerpo admite, más bien alimenta, un desarrollo
‘biológico’ sea bajo forma de variantes generativas dentro del mismo objeto sea bajo
forma de modificación evolutiva.

1
Fig. 1 Bodegas para la Federación de cafeteros. Manizales, 1951

Estructura
¿Cómo transfiere Parma estas inquietudes y estos potenciales tecnológicos? A través
de la identificación autentica y de la doble significación que contiene, desde su
generación, el termino: ‘estructura’.
La raíz latina de la palabra, struere, genera y admite tanto el significado de sostener
como aquel de estructurar. El término estructura, hoy en día inalienable y
fundamental en los campos de la proyectación y de la construcción, ha sido
paradójicamente relegado por largo tiempo a la marginalidad para ser considerada
expresión culta, a favor del homólogo término opus (aparejo) – y sus derivados-
utilizado corrientemente a partir de los antiguos romanos.
Es interesante constatar que el destierro del término se da solamente con Friederich
Von Schlegel che extiende de lo concreto a lo abstracto el término agregándole una
significación lingüística.
256 CLAUDIO VARINI

Es con Saussure que este paralelismo divergente sienta las condiciones para que la
pérdida de uso, el alejamiento se convierta en un enriquecimiento que amplía las
connotaciones de estructura al definirlas en términos de campo.
En la historia de la construcción la estructura se convierte en dominio propio del
ingeniero –recién creado como figura autónoma y con caracterizaciones disciplinarias
propias- al separarse físicamente lo portante de lo portado. El dimensionamiento de
elementos puntuales y superficies, de retículas y elementos espaciales es así objeto de
cálculo y no resultado de experiencias.
Los casi contemporáneos desarrollos de la lingüística y de la matemática llevan a
una redefinición de la estructura en el sentido directamente derivado de struere. La
definición de Cláparede: “conjuntos constituyentes unidades autónomas, manifestando
una solidaridad interna, y teniendo leyes propias”8, ya implica la necesidad de
definición en un conjunto integrado, aun admitiendo implícitamente articulaciones y
separaciones entre sus componentes.
La visión de conjunto implica la interdependencia y cierta autonomía, pero, y sobre
todo, “la solidaridad interna”de sus componentes.
La autonomía de las unidades admite la creatividad – y la necesita si no quiere auto
marginarse al dominio estereotípico – “según leyes propias”. El término estructura, por
obra de los lingüistas, pasa de ser la definición de un cuerpo funcionalmente
especializado para convertirse en la expresión misma de la práctica proyectual.
La estructuración del proyecto obedece a las leyes del conjunto que incluye a los
artífices y a los mismos elaborados. Si se hace el ejercicio de leer retrocediendo se
reconocen, dentro de los significados de struere, los invisibles hilos que han guiado la
vida y la actividad profesional de Parma.
El ingeniero no se limita, por ejemplo, a la simple creación de objetos, sino de
sistema estructurados, compuestos por elementos compatibles dentro de un sistema,
pero no solamente esto: admiten también variación de condiciones de uso,
intercambiablidad, adaptabilidad a mutantes condiciones estáticas. Estos son los casos
de sistemas constructivos de Reticular celulado o de sistemas para casas modulares o
sistema de postensionamiento. Son estos ejemplos eminentemente lingüísticos: pueden
componerse los términos y modificar significados fraseológicos a través de
reconfiguraciones o del uso de elementos de fortalecimiento, de síntesis y así
siguiendo. La misma admisión de variables ‘fraseologicas’ expresa la capacidad de
Parma de no encerrarse en un modelo estereotípico estanco y autor referente; al
contrario. Casi siempre son las arquitecturas que imponen los términos referenciales
para la acción estructurante de Parma: su afirmación “no cambie la forma” no es
entonces gratuita sino dialogante; se articula dentro de un campo definido
complementando una primera estructuración lógica con otra necesaria y compatible.

8 Brandi, Cesare: Struttura e architettura, Turin, 1975


ESTRUCTURAS Y ARQUITECTURAS DE DOMÉNICO PARMA 257

Fig. 2. Rogelio Salmona: Sociedad Colombiana de Arquitectos. Bogotá, 1970

Proyecto
Es propio la relación dialogante entre proyectistas lo que Parma ha buscado
caracterizando su actividad y permitiéndole dar vida a grandes proyectos individuales
y de equipo. Es esta la connotación moderna del proyectar. Las construcciones no
tienen un solo artífice: son el producto de una interacción entre los profesionales, la
persecución de una finalidad práctica común.
Lo que aparece en los archivos de Parma y en los testimonios de sus compañeros de
ventura es la frecuente realización de este vínculo.
En la acción de proyectar es implícito el recorrido, que de una visión, de unas
intuiciones, de unos hechos creativos, lleva a una concretización. Y es este virtual
camino que califica el objeto construido.
Confinar un dominio y un campo de acción con reglas, y con sentido común es una
reducción a lo mecánico: llegar a un destino conocido, ya visto.
La fortuna de Parma está en haber tenido cerca personas no en busca de un refugio
seguro sino un trampolín, un más allá. Compartir el riesgo, jugar los destinos entre
todos se realiza en las más significativas obras que proyecta estructuralmente Parma.
Son sobre todo las décadas de los 50 a los 70 que se denotan por un repentino
desarrollo de las tecnologías dedicadas a la construcción en el mundo. Las grandes
inversiones en investigación proporcionan a los proyectistas estructurales medios
técnicos que permiten a las arquitecturas pasar de un racionalismo calibrado,
fuertemente cargado de instancias sociales a un estructuralismo monumental.
Parma muestra la voluntad, desde el comienzo de su actividad profesional, de
buscar un camino de frontera, para encontrar nuevos horizontes. La voluntad y la
capacidad de formar equipo le permite, desde el comienzo de su actividad, de
compartir con personas especiales el deseo de investigar, de recorrer nuevos caminos.
Un verdadero juego, en donde arte y técnica andan juntos en verdaderos actos de tekné.
258 CLAUDIO VARINI

3
Fig. 3. Obregón & Valenzuela: Centro Internacional. Bogotá

La regla y la excepción
El credo, la convicción y las mismas cualidades del entrepiso Reticular Celulado,
representan el más tangible signo de fidelidad a sí mismo. Llega el ingeniero, por un
lado a afinarlo, a hacerlo más liviano, a estandarizarlo, a optimizar sus dimensiones y
resistencia; por otro lado llega a adaptarlo modificando su configuración en edificios
con diseños radiales o sesgados. Sigue proponiéndolo y en la gran mayoría de los casos
logra realizarlo. Cuando existen determinantes absolutamente desfavorables o cuando
las exigencias expresivas del arquitecto no lo permiten, solamente entonces, pasa a otro
sistema. Y es emblemático observar como ya en la última grande obra, el Bulevar Niza,
ya no hay la posibilidad de realizar entrepisos con su sistema. Paradójicamente las
losas son macizas y es precisamente relevando el desperdicio de material de esta
solución que 40 años atrás, Parma genera el Reticular Celulado. Han cambiado, en
cuatro décadas, muchas cosas: la responsabilidad y el costo de los materiales, la
presencia masiva de instalaciones que necesitan ser inspeccionadas, los costos
unitarios, todos factores que juegan en contra de su reticular.
Una segunda constante en la obra de Parma es el postensionamiento o, más bien: su
sistema de postensionamiento. Cuando utiliza por vez primera el sistema existen raras
aplicaciones postensadas en la construcción. Pero pre-esforzar es la herramienta que le
permite superar los límites del Reticular Celulado, inclusive le permite
complementarlo. Grandes luces y cargas excepcionales, pueden ser afrontadas creando
aquellas tensiones que permiten el máximo rendimiento del concreto. Con los
arquitectos, ingenieros de suelos y constructores se establece una forma de
complicidad que les permite perseguir la superación de los límites.
Es indudable que esa actitud tiene más campo en lo atípico que en lo típico: Hotel
Hilton, Torres del Parque, Pan American – y muchas más – presentan más excepciones
que acatamiento a reglas. Cuantos de los proyectos presentados no hubieran permitido
soluciones más prudentes, más sencillas, más experimentadas. Esto es el terreno de las
ESTRUCTURAS Y ARQUITECTURAS DE DOMÉNICO PARMA 259

excepciones. La creatividad debe superar lo existente y superarlo implica, en estos años


más que nunca, apoyarse a la tecnología. Se establece en buena parte de las obras una
tríplice proyectualidad –arquitectónica, estructural y constructiva – que genera una
indisoluble interdependencia. El juego de las excepciones a las reglas no está en
eludirlas: está en metabolizarlas, en sentirlas como parte vital de propia expresividad.
El no repetir soluciones y gestos, perpetúa la búsqueda de los límites, la magia de
estar en una tierra de nadie, vincula a las personas con una complicidad única. Los
hechos dicen y demuestran. Ninguna teoría, ninguna conceptualización.
Viene otra vez a la memoria Brunelleschi, que para realizar sus obras mayores, debe
inventarse estructuras y maquinas como el badalone y la colla.
Quedan las obras, con sus elocuentes silencios.

“ El infinito: nosotros no podemos tocarlo con la mano; afuera de nosotros no existe. Pero el
modo de operar de nuestro intelecto lo define por pura y simple extrapolación de un
razonamiento. Extravío y angustia me han hecho, finalmente vivir entre altibajos. Épocas de
trabajo bien dirigido, constructivo, lleno; luego la pregunta – ¿Porqué? – Respuesta imposible,
entonces destrucción. De ahí la teoría del castor: hace puentes, diques sin saber porque, solo por
ser castor. Y yo, hombre, hago lo mismo. Mejor dicho, debo hacerlo si quiero vivir como
hombre...”9

4
Fig.4. Puente colgante en Chinciná

9 Parma, Domenico: carta a la hija Alexandra [extracto] desde Bogotá fechada 1970.

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