Pilares

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

Las seis prácticas(los seis pilares)

Como la autoestima es una consecuencia, un producto de prácticas que se generan


interiormente, no podemos trabajar directamente sobre la autoestima, ni sobre la nuestra ni
sobre la de nadie

Estos son los seis pilares de la autoestima:

1-LA PRÁCTICA DE VIVIR CONSCIENTEMENTE.

Percibimos la consciencia como la suprema manifestación de la vida. Cuanto más elevada sea
la forma de consciencia, más avanzada será la forma de vida.

identificamos una mayor madurez con una visión más amplia, una mayor consciencia y un
conocimiento superior.

la consciencia es el instrumento básico de supervivencia -

Como hemos visto, somos seres para quienes la consciencia (a nivel conceptual) es volitiva.
Esto significa que el diseño de nuestra naturaleza contiene una opción extraordinaria

tenemos la opción de ejercitar nuestras facultades o de subvertir nuestros medios de


supervivencia y de bienestar. Esta capacidad de dirigimos por nosotros mismos es nuestra
bendición y, en ocasiones, nuestra carga.

Nuestra mente es nuestro instrumento básico de supervivencia. Si se traiciona ésta, se


resiente la autoestima.

si no vivimos de manera conciente, el precio inevitable es un mermado sentido de eficacia


personal y de respeto de uno mismo

La autoestima es la reputación que llegamos a tener para con nosotros mismos.

El principio de vivir de manera consciente no está afectado por los grados de inteligencia.

Vivir de manera consciente significa intentar ser consciente de todo lo que tiene que ver con
nuestras acciones, propósitos, valores y metas.

La traición de la consciencia

La consciencia que no se traduce en una acción adecuada es una traición de la consciencia; es


una auto-anulación de la mente.

Vivir de manera consciente significa más que el mero ver y conocer; significa actuar sobre lo
que vemos y conocemos.

Ser responsable hacia la realidad

El vivir conscientemente implica un respeto hacia los hechos de la realidad

Esto significa tanto los hechos de nuestro mundo interior (necesidades, deseos, emociones)
como del mundo exterior.

Cuando vivimos de manera consciente no imaginamos que nuestros sentimientos son una
guía infalible a la verdad

El vivir de manera consciente es vivir siendo responsable hacia la realidad.


. No es necesario que nos tenga que gustar lo que vemos

pero reconocemos que lo que existe, existe, y que lo que no existe, no existe. Los deseos, o
temores, o negaciones no modifican los hechos.

cuando vivimos de manera consciente no confundimos lo subjetivo con lo objetivo.

Los aspectos concretos del vivir de manera consciente vivir de manera consciente supone:

o Una mente que está activa en vez de pasiva.

o Una inteligencia que goza de su propio ejercicio.

o Estar «en el momento» sin desatender el contexto más amplio.

o Salir al encuentro de los hechos importantes en vez de rehuirlos.

Un reto

El vivir de manera consciente es tanto una práctica como una actitud mental, una orientación
hacia la vida. Sin duda se dispone a lo largo de un continuo.

Nadie vive de manera totalmente inconsciente.

Nadie es incapaz de expandir su consciencia.

Tendemos a ser más conscientes en algunos ámbitos de nuestra vida que en otros

Algunos de nosotros podemos necesitar aportar más consciencia al ámbito de nuestras


necesidades materiales básicas. Otros necesitan una mayor atención a las relaciones. Otros
precisan atender más al desarrollo intelectual.

Todos conocemos a personas muy conscientes en el ámbito del trabajo y que son una
catástrofe de inconsciencia en sus relaciones personales.

El determinar qué necesidad ha de tener un carácter prioritario está en función de dónde nos
encontramos en nuestra evolución general, y también de nuestras circunstancias objetivas.

2. LA PRÁCTICA DE ACEPTARSE A SÍ MISMO.

Mientras que la autoestima es algo que experimentamos, la aceptación de sí mismo es algo


que hacemos.

Formulado de manera negativa, la aceptación de mí mismo es mi negativa a permanecer en


una relación de confrontación conmigo mismo.

Este concepto tiene tres niveles de significación:

El primer nivel

la aceptación de sí mismo se refiere a una orientación de la valoración de mí mismo y del


compromiso conmigo mismo resultante del hecho de que estoy vivo y soy consciente.

Como tal, es más primitiva que la autoestima.

Es un acto de afirmación de sí mismo pre-racional y pre-moral, una especie de egoísmo natural


que es un derecho innato de todo ser humano y contra el que sin embargo tenemos la
potestad de obrar y anular.
Una actitud de aceptación básica de sí mismo es lo que espera suscitar un psicoterapeuta
eficaz en una persona con el más bajo nivel de autoestima.

Esta actitud puede inspirar a una persona a enfrentarse a lo que más necesita encontrar sin
derrumbarse en el odio a sí misma, sin rechazar el valor de su persona o abandonar la voluntad
de vivir.

El segundo nivel

La aceptación de sí mismo supone nuestra disposición a experimentar

es decir, a hacer realidad para nosotros mismos, sin negación o evasión- pensamos que
pensamos, sentimos que sentimos, deseamos que deseamos, hemos hecho lo que hemos
hecho y somos lo que somos.

Es la negativa a considerar cualquier parte de uno mismo -nuestro cuerpo, nuestras


emociones, nuestros pensamientos, nuestros actos, nuestros sueños- como algo ajeno, algo
distinto a mí.

es la disposición a decir respecto de cualquier emoción o conducta lo siguiente:

«Esto es una expresión de mí, no necesariamente una expresión que me gusta o que admiro,
pero una expresión de mí a pesar de todo, al menos en el momento en que tuvo lugar»

Es experimentar, estar en presencia de, contemplar la realidad de algo, integrar en mi


consciencia.

Tengo que abrirme y experimentar plenamente las emociones no deseadas, y no sólo


reconocerlas superficialmente.

El experimentar nuestros sentimientos tiene un poder curativo directo.

La aceptación de sí mismo es la condición previa del cambio y el crecimiento.

Así pues, si me enfrento a un error que he cometido, al aceptar que es mi error soy libre de
aprender de él y de hacer mejor las cosas en el futuro.

Si no puedo aceptarme a mí mismo no puedo estar verdaderamente para mí mismo, no puedo


levantar la autoestima.

El tercer nivel

La aceptación de sí mismo conlleva la idea de compasión, de ser amigo de mI mismo.

La aceptación de sí mismo no niega la realidad, no afirma que sea en realidad correcto lo que
está mal, sino que indaga el contexto en el que se llevó a cabo una acción. Quiere comprender
el porqué.

El interés en actitud de aceptación y compasión no fomenta la conducta no deseada sino que


reduce la probabilidad de que acontezca.

No comprendemos a otro ser humano cuando sólo conocemos que lo que hizo está mal, es
descortés, destructor o cualquier otra cosa
Necesitamos conocer las consideraciones internas que motivaron la conducta. Siempre hay
algún contexto en el que las acciones más ofensivas pueden encontrar su propio sentido. Esto
no significa que se justifiquen, sino sólo que pueden ser comprensibles

Yo puedo condenar una acción que he realizado y tener aún un interés compasivo por los
motivos que me llevaron a ella.

Aún puedo ser amigo de mí mismo. Esto no tiene nada que ver con disculpar, racionalizar o
evitar la responsabilidad.

Igual que cuando tenemos que censurar o corregir a otras personas desearíamos hacerlo de
forma que no dañe su auto estima

pues la conducta futura estará determinada por el concepto de sí mismo- deberíamos tener
también esta misma benevolencia para con nosotros mismos. Esta es la virtud de la aceptación
de uno mismo.

También podría gustarte