El Efecto Devolutivo en El Recurso de Apelacion
El Efecto Devolutivo en El Recurso de Apelacion
El Efecto Devolutivo en El Recurso de Apelacion
Contenido
DOCTRINA ............................................................................................................................................................... 2
1. Modos de concederse la apelación (3.1.8.3.6) ................................................................................. 2
2. Apelación, Efectos ....................................................................................................................................... 3
3. Recurso de Apelación ................................................................................................................................ 4
NORMATIVA ........................................................................................................................................................... 8
ARTÍCULO 569.- Efecto devolutivo........................................................................................................... 8
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DOCTRINA
[Alsina]i
a) Los efectos del recurso, así como la manera de sustanciársele ante el Tribunal de
segunda instancia, varían según que se le conceda en ambos efectos (suspensivo y
devolutivo), o sólo en el efecto devolutivo, y también libremente o en relación (CPr, art
47). Estos conceptos requieren una explicación previa.
b) Sabido es que en Roma la jurisdicción residía en el príncipe y que los jueces la ejercían
como delegados suyos, de tal manera que al tener por objeto la apelación reparar los
agravios que la sentencia ocasionaba al apelante, la interposición del recurso impedía su
cumplimiento porque la jurisdicción del juez quedaba en suspenso al devolverla al
príncipe en cuyo nombre la ejercía. Más tarde, el derecho canónico, al advertir que en
ciertos casos de urgencia la suspensión del cumplimiento de la sentencia podría ocasionar
perjuicios irreparables, como en la prestación de alimentos, mandó que en ellos se
devolviera la jurisdicción sin suspenderse la ejecución. Desde entonces la apelación fue
devolutiva por esencia y suspensiva por naturaleza, de tal manera que el efecto suspensivo
no puede existir por sí sólo, sino que lleva tras de sí el devolutivo.
d)El efecto suspensivo es, pues, una consecuencia normal de la devolución de jurisdicción
y de aquí que, pendiente la apelación, nada pueda hacer de nuevo en la causa el inferior.
"Tenemos por bien et mandamos —dice la ley 26, tít 23, partida 3—, que mientras que el
pleito anduviere ante el juzgador de alzada, que el otro juez de quien se alzaron, non faga
ninguna cosa de nuevo en el pleito ni en aquello sobre que fue dado el juicio". Todo lo que
en contravención a esta ley hiciere el juez inferior en la causa, daba lugar al recurso de
atentado y debía revocarse por el mismo juez o por el superior (Curia Filípica, part 5 párr
1, núm 30); pero como este recurso no existe en nuestra legislación, puede alegarse la
nulidad de esas actuaciones por vía de incidente, o interponiendo el recurso de nulidad
ante el superior.
g) El trámite del recurso en segunda instancia varía según que se le conceda libremente o
en relación. En el primer caso, la cuestión resuelta por el inferior se discute nuevamente
por las partes ante el superior, y hasta puede producirse prueba respecto de la misma
dentro de ciertas restricciones. En el segundo, el tribunal se pronuncia teniendo en cuenta
únicamente las actuaciones producidas ante el inferior.66 De esta materia nos
ocuparemos nuevamente al estudiar el procedimiento en segunda instancia.
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De lo expuesto resulta que la distinción entre efecto suspensivo o devolutivo, y recurso
concedido libremente o en relación, se funda en conceptos independientes, refiriéndose el
primero al cumplimiento de la providencia apelada y el segundo a la manera de conocer el
recurso por el superior; de modo que una apelación concedida libremente o en relación
puede serlo en ambos efectos o sólo en efecto devolutivo.
h) El código ha sentado un principio general que permite resolver los casos de duda. Dice
el art 48: "Procederán en ambos efectos en todos los casos en que esté expresamente
prevenido que se admitan en un solo, y procederán libremente siempre que no esté
prevenido que se otorguen en relación". Veremos en seguida que el código fija luego reglas
más precisas, mandando que las apelaciones de sentencias definitivas se concedan
libremente y en ambos efectos, y las de las interlocutorias también en ambos efectos, pero
sólo en relación, con las excepciones que luego examinaremos.
En cambio, por disposición expresa del mismo código, procede en relación, pero sólo con
efecto devolutivo, la providencia que decreta un embargo (art 452); el auto que conceda el
término extraordinario de prueba (ley 4128, art 10); que concede un recurso
extraordinario ante la Corte suprema cuando la sentencia de segunda instancia es
confirmatoria de la de primera instancia (ley 4055, art 7o); etcétera.
2. Apelación, Efectos
[Arguedas Salazar]ii
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relación con la competencia del juez y con la resolución recurrida, para los efectos de su
posibilidad o no de su ejecución, por estar recurrida en segunda instancia. Pero repito, la
terminología que se conserva no ha ofrecido problemas prácticos y esta fue la razón por la
que se mantuvo. Bueno es indicar que en términos generales cuando se admite la
apelación en el efecto devolutivo la resolución recurrida puede ejecutarse, y el efecto
contrario se produce cuando se admite en el efecto suspensivo. Pero existe una diferencia
que es necesario mencionar y que consiste en que tratándose de sentencias de procesos
que no son ordinarios, y los autos en que se ordene entregar sumas de dinero, o entregar
otra clase de bienes, o se ordene cumplir con una obligación de hacer, para su ejecución no
obstante la apelación, es necesario garantizar las resultas. Tal es la norma contenida en el
párrafo 3o. del artículo 563. Esta ejecución provisional se introdujo como institución
nueva en relación con las sentencias de segunda instancia recurridas en Casación, como lo
prevé el artículo 599.
El cambio de efecto previsto en el artículo 571 ocurre sólo cuando el efecto en el que ha
sido admitida la apelación ha sido equivocado por el a quo.
3. Recurso de Apelación
[López González]iii
Todas las sentencias y los autos con carácter de sentencia, son susceptibles de ser
impugnadas mediante el recurso de apelación. En cuanto a los autos rige algún tipo de
limitación. Aunque son muchos los que admiten ese recurso, el Código señala expresa-
mente cuáles autos gozan de apelación. Para ello se establece un complejo sistema
dependiendo en unos casos de los efectos del pronunciamiento, en otros del tipo de
proceso y hasta de si el proceso es de menor o de mayor cuantía. Por todo el Código hay
resoluciones a las que expresamente se les señala como apelables (véase lo dicho en las
generalidades sobre este recurso). Para el proceso sumario se establece una lista de
resoluciones apelables en el artículo 435. Para el proceso abreviado se establece una lista
de resoluciones apelables en el artículo 429. En el artículo 560 se establece otra lista de
resoluciones apelables que se ha entendido como de carácter general, es decir, aplicable a
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todos los procesos. Finalmente, cuando se trata de procesos de menor cuantía, sólo cabe
apelación en los supuestos que señala el artículo 429 (428 párrafo 2o).
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afectada debe tomar la iniciativa de dirigirse al Tribunal, instándolo al conocimiento del
recurso. Obviamente, se deben exteriorizar esos reproches, los cuales servirán, en el caso
del recurso de apelación, para que el órgano de alzada pueda resolver con plena
competencia. Las censuras delimitarán la actuación del juzgador de segunda instancia, en
este punto, como lo regula el artículo 565 del Código Procesal Civil al decir que: "El
superior no podrá, por lo tanto, enmendar o revocar la resolución en la parte que no sea
objeto del recurso, salvo que la variación, en la parte que comprenda el recurso, requiera
necesariamente modificar o revocar otros puntos de la resolución apelada". (El subrayado
no es del original). Es claro, así, que el superior ejerce su competencia en función del ruego
específico del recurrente, quien al expresar los motivos de inconformidad, fundamentando
con ello su interés en apelar, delimita el control que debe llevarse a cabo sobre lo decidido
por el juez de primera instancia, lo cual corresponde con la tesis moderna orientada hacia
una apelación limitada, en donde la revisión del primer proceso se realiza bajo estrictos
límites. El Tribunal Supremo Español, por ejemplo, ha señalado que la apelación tiene
como finalidad comprobar la exactitud o inexactitud de los resultados obtenidos en el
proceso. En la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil Española, del 6 de enero del 2000, este
tema se encuentra resuelto en forma muy concreta. Como en el proceso no se pueden
introducir asuntos nuevos, fuera de las excepciones o limites calificados, en segunda
instancia la actividad revisora debe limitarse a las mismas pretensiones, oposiciones,
pruebas y conclusiones. La doctrina reciente referida a dicha Ley (Bonet Navarro (Ángel).
Los Recursos en el Proceso Civil, Madrid, La Ley-Actualidad, S.A., 2000, p. 111) explica el
contenido de la decisión del superior otorgado por las partes para definir un cierto ámbito
de conocimiento, en función del mandato expreso del artículo 465.4, en punto a que el
Tribunal deberá pronunciarse "... sobre los puntos y cuestiones planteados en el recurso y,
en su caso, en los escritos de oposición, o impugnación". Desde esa perspectiva, un examen
oficioso de la sentencia impugnada, no sólo desbordaría las atribuciones del tribunal de
alzada, sino que afectaría la competencia, libertad y autoridad del juez de primera
instancia, pues aunque el recurrente no tome la iniciativa de exponer los motivos por los
cuales, a su juicio, le desfavorece lo re-suelto, podría modificarse a capricho del superior,
quien se sentiría con absoluta libertad de explorar cada detalle del asunto, limitándose tan
solo con la prohibición de reformar en perjuicio, pero esta prohibición, en su correcto
sentido, debe entenderse íntimamente relacionada con la imposibilidad de "enmendar o
revocar la resolución en la parte que no sea objeto del recurso", lo que presupone que el
apelante debe ser claro en indicar cuáles son esos aspectos que le resultan desfavorables.
Sería, pues, paradójico, que se examine en forma absoluta la resolución impugnada y se
pueda proceder con un margen mucho más amplio cuando el recurrente, negligentemente,
apela sin expresar agravios, frente a otros que, observando las normas mínimas de
diligencia, exponen censuras concretas, pues en tales casos sólo se revisará en orden a lo
rogado. Por principio general, entonces, todos los recursos deben estar debidamente
fundamentados, porque quien combate una resolución debe expresar los criterios de su
inconformidad. Cuando el recurso es planteado contra una sentencia este principio
adquiere exigencias mayores respecto de aquéllas con efecto no devolutivo, por cuanto el
inferior pierde la competencia sea para quedar radicada en el superior o para continuar
otro iter procesal para ser conocido por un nuevo órgano, tal es el caso de cuando la
sentencia de aquél gozare del recurso de casación. También, como principio general de los
recursos, está el deber del órgano de alzada de limitar su competencia a lo expresamente
combatido, ya que ella deriva de la impugnación, por ello se le señala como recurso en
relación. Siguiendo el principio de legalidad procesal, la doctrina más generalizada critica
la tesis minoritaria de otorgarse a sí misma una competencia mayor del análisis del
asunto, más allá de lo recurrido, porque en ese caso sería desbordada. La competencia
precisa la otorgan los reproches; consecuentemente, el superior no puede entrar a conocer
sobre ámbitos no rogados. En Costa Rica, el proceso sigue el principio dispositivo. Las
pretensiones, las oposiciones, el ofrecimiento de pruebas, las conclusiones son patrimonio
exclusivo de las partes. El principio inquisitivo es el opuesto, propio de los sistemas
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autoritarios y dictatoriales, donde el juez dispone sobre los alcances de la pretensión, las
posibilidades de las oposiciones (incluso defendiendo a una de las partes, bajo el
argumento de la defensa al más débil), y disponiendo de prueba no ofrecida por las partes
para la determinación de una cierta "verdad real" impuesta por el interés público.
Democráticamente, cada vez se sostiene más la necesidad de fortalecer el principio
dispositivo, apoyando al más débil de la relación procesal a través de diferentes
mecanismos, pues el sustento fundamental del juez es la imparcialidad, por tal razón no
puede variar las pretensiones y, en principio, disponer de prueba distinta a la ofrecida por
las partes. Existe hoy la corriente denominada "Garantismo Procesal" (en América Latina
encabezada por Adolfo Alvarado Velloso) cuya tesis es repudiar todo sistema procesal
autoritario. El primer resultado se encuentra en materia penal donde se pasó del sistema
inquisitivo al acusatorio; Otro tanto se intenta hacer en todas las materias distintas a la
penal, fundamentalmente desarrollando el principio del Derecho Romano Judex Secundum
llegata et probata partium decidere debet, el cual tantas veces ha citado nuestra Sala de
Casación. Ello implica que el juez sólo puede resolver, en el caso de la apelación, sobre lo
alegado por las partes y no le es dable pronunciarse sobre algo diferente.".- (Lo anterior es
un resumen, casi textual de lo dicho por la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia en
Resolución No.l95-f-02 de las dieciséis horas quince minutos del veinte de febrero del año
dos mil dos, criterio seguido por el Tribunal Segundo Civil, Sección Segunda en sentencia
No. 385 de las 9:50 horas del 28 de setiembre de 2001, ambos órganos jurisdiccionales,
amparados en lo resuelto por la Sala Constitucional en sentencias números 5798-98 y
1306-99)."
Como dije antes, la admisión de la apelación en efecto devolutivo es la regla general. Por
ello se dispone que salvo los casos expresamente comprendidos, los autos de todos los
procesos serán apelables por efecto devolutivo (563.2). También debe admitirse en ese;
efecto la apelación de todas las sentencias, excepto las dictadas en procesos ordinarios.
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La admisión de la apelación en efecto suspensivo es excepcional. Sólo se admite en efecto
suspensivo la apelación que se interponga contra la sentencia definitiva o auto con
carácter de sentencia en los procesos ordinarios (563.1).- La admisión del recurso de
apelación en efecto suspensivo, tiene las siguientes implicaciones para el procedimiento.
Queda en suspenso la competencia del juez; sin embargo puede seguir conociendo:
- De los incidentes que se tramitan en pieza separada, que se hayan formado antes
de admitirse la apelación.
- De lo relativo a la administración, custodia y conservación de bienes embargados,
y de su venta, si hubiere peligro de pérdida o deterioro.
- De lo relativo a la seguridad y depósito de las personas. (Por ej. Menores).-
- De lo referente a la tramitación del recurso, a fin de poner el expediente en estado
de que se envíe al Superior.
- Del desistimiento del recurso, antes de que se envíe al Superior.
- De cualquier otra cuestión cuya urgencia lo amerite, a criterio del órgano
jurisdiccional que tuviere el expediente.
Cambio de Efecto
No dice el Código en qué casos las partes pueden pedir este cambio de efecto (571), sólo
dice que pueden hacerlo dentro del emplazamiento. Entendemos que si la parte apelante
quiere suspender el proceso, pedirá que la apelación se admita en efecto suspensivo; al
contrario, si la parte contraria -a quien se le denomina impropiamente apelada, tiene
interés en el que el proceso no se paralice, pedirá que la apelación sea admitida en efecto
devolutivo. En ambos casos la petición la resuelve el superior, obviamente cuando el
inferior la haya admitido en forma errónea cambiará el efecto. En muchos casos aunque la
legislación no lo establece expresamente, algunos superiores, aún sin gestión de parte
cambian el efecto de acuerdo a lo que dispone la ley, lo que me parece acertado.
NORMATIVA
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i Alsina, Hugo (2008). Juicio Ordinario. Serie Clásicos de procedimientos civiles. Tomo I. Editorial
Jurídica Universitaria. Impreso en México. Páginas: 291-292.
ii Arguedas Salazar, Olman. (2002) Comentarios al Código Procesal Civil. Segunda Edición
actualizada. Editorial Juritexto. San José, Costa Rica. Páginas: 205-206.
López González, Jorge Alberto. (2007). Lecciones de derecho procesal civil: Volumen 1. Editorial
iii
ivAsamblea Legislativa. Ley 7130 del 16/08/1989. Código Procesal Civil. Fecha de vigencia desde
03/11/1989. Versión de la norma 9 de 9 del 04/12/2008. Gaceta número 208 del 03/11/1989.
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