Constelaciones Familiares: Curso Acreditado en
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Constelaciones Familiares
1. ¿Qué son constelaciones familiares?
Fue creado, a mediados de los años 90’, por el alemán, Bert Hellinger;
quien desarrolló su trabajo como terapeuta familiar, sobre la parte más
profunda de la conciencia.
Bert Hellinger expresó, en ese entonces, “yo estaba muy impresionado por
su trabajo, pero no podía entenderlo. No voy a renunciar a eso antes de
que realmente haya entendido la Terapia Sistémica Familiar. Un año
después pensé de nuevo en eso, y me sorprendí al descubrir que estaba
trabajando ya de una manera sistémica”.
Bert Hellinger
Realizó estudios en Psicoanálisis, Dinámica de Grupo, Terapia Primaria e
Hipnoterapia, Terapia Gestalt y Programación Neurolingüística (PNL). De
su trabajo con Análisis Transaccional extrae una visión multigeneracional
llevándolo a la Terapia Sistémica. Muere el 19 de septiembre de 2019, a
sus 93 años.
Principios básicos
Hay tres leyes que le dan ese orden, esa contención al amor, para que fluya
“riegue la tierra y la fructifique en vez de perderse”.
Estos órdenes aparecen estrechamente ligados a la noción de humildad;
quizás se pueda explicar el termino humildad, con la famosa frase de
Hellinger: “Admitir lo que es”. De todas formas nos dice no tenemos
elección, “estamos sometidos a nuestro propio destino o al lugar que
ocupamos en un sistema”.
Existen tres reglas o principios que forman “los órdenes del amor”
demostradas incansablemente:
Pertenencia
Desde que nacemos pertenecemos a una familia, todos los miembros del
sistema tienen derecho a pertenecer y el sistema necesita que pertenezcan.
Si alguien es excluido, otro de sus integrantes ocupará su lugar (de manera
inconsciente) repitiendo su destino.
Un excluido es esa persona que no es considerada parte de la familia.
Básicamente cuando se niega, se cierran a reconocerla, a mencionarla, a
mirarla siquiera, dejan su lugar para alguien más.
¿Quién pertenece?
Jerarquía
Bert Hellinger establece, como otro orden del amor, que “el ser se califica
por el tiempo”. Esto significa que existe un orden jerárquico en la familia
que se define por el tiempo: Primero van los padres, después la fila de los
hijos, el primogénito ocupa un lugar anterior a los demás hermanos, y un
segundogénito, siempre será un segundogénito, aunque su hermano mayor
haya muerto.
Se observa algo semejante en los niños que cargan con algo, queriendo
asumir aquello que corresponde a los padres. Estos niños se dicen
internamente: “Mejor yo que tú”. ¿Qué es lo que está realmente contenido
en esta frase? Esta frase significa: “yo me muero en tu lugar”.
Los que llegaron antes tiene prioridad sobre los que llegan después: como
por ejemplo:
Bert Hellinger considera que “lo que ayuda a alcanzar la felicidad, es que
cada cual esté en el lugar que le corresponde”. Por lo tanto, “los padres
deben ocupar el lugar como padres y los hijos ocupen el lugar de los
hijos”. Los padres son grandes frente a los hijos, quienes son los pequeños.
Mientras que en la pareja, son igualmente adultos, “hombro con hombro”.
Para establecer el equilibrio entre el dar y el tomar, hay que considerar que
en todos los sistemas vivos existe una continua compensación de
tendencias antagónicas. Es similar a una ley natural. Es decir, la
compensación entre tomar y dar no es más que una aplicación a sistemas
sociales.
Dicho equilibrio no se cumple con los padres e hijos, debido a que los
padres nos regalan lo más grande que se tiene la vida y esto no puede ser
devuelto…sino que se tiene que tomar con todo nuestro corazón y pasarlo
hacia delante, hacia nuestros propios hijos o proyectos.
Ese hijo se convertirá en padre y dará a su vez la vida a sus hijos, que ellos
recibirán. Así el intercambio, entre padres e hijos, se equilibra, pues la
deuda de los hijos hacia los padres, por la vida recibida, es tan grande que
es imposible de saldar. De esta forma el equilibrio se establece.
Todo hijo al recibir la vida deberá agradecer y honrar a sus padres tal y
como son, indistintamente del comportamiento de los progenitores; sin
pretender cambiarles. Eso es lo sano. Además existe el componente de la
responsabilidad, si se suscitasen hechos punibles dentro del ámbito
familiar, es de los padres y con ellos queda, los hijos no juzgan ni critican a
sus padres.
Bert Hellinger