Titulación

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Titulación

La titulación o valoración ácido-base es un método de análisis químico que permite


determinar la concentración de una disolución ácida o básica desconocida, mediante una
neutralización controlada.

Para realizar el procedimiento experimental, se debe colocar en un matraz Erlenmeyer un


volumen determinado de la disolución desconocida, es decir, disolución problema. Desde
una bureta se deja caer gota a gota la disolución patrón, es decir, la disolución de
concentración conocida, hasta llegar al punto de equivalencia, que es el punto donde no
queda ácido ni base libre en la muestra.

Para determinar en qué momento se llega al punto de equivalencia, antes de iniciar la


titulación se deben agregar unas gotas de indicador, que generalmente es fenolftaleína. En
el momento en que se aprecia un cambio de color del indicador, se ha llegado al punto
final.

La expresión para calcular la concentración de la disolución problema es:

donde:

Ma = concentración molar de la disolución problema.


Va = volumen de la disolución problema.
Mb = concentración molar de la disolución patrón.
Vb = volumen de la disolución patrón

Es un tipo de valoración basada en una reacción ácido-base o reacción de neutralización


entre el analito (la sustancia cuya concentración queremos conocer) y la sustancia
valorante. El nombre volumetría hace referencia a la medida del volumen de las
disoluciones empleadas, que nos permite calcular la concentración buscada.
Las titulaciones corresponden a un grupo de técnicas que son empleadas para la
determinación cuantitativa de múltiples mensurandos. En la actualidad, se reconoce que los
avances y aplicaciones de estas técnicas han contribuido enormemente al desarrollo de la
industria química y por lo tanto al desarrollo de la química misma. En 1729, se publicó el
primer artículo en el que se empleó la titulación para la cuantificación de ácido acético en
vinagre. Desde entonces, la titulación ha evolucionado y, en la actualidad, se emplea para la
determinación de constantes de equilibrio, evaluación de procesos de adsorción,
cuantificación de medicamentos, especiación, determinaciones de proteína o evaluación de
acidez.

consiste en determinar con la mayor precisión posible la concentración de una solución


ácida o de una solución básica mediante la medición de pH.

Por lo tanto, es necesario medir el pH obtenido en equivalencia. Son dos los métodos más
utilizados:

 un método gráfico apropiado para mediciones en papel milimétrico: el método de


las tangentes.
 un método matemático implementado mediante una computadora: el método de la
derivada.
Con la titulación puede determinar la concentración desconocida en un líquido añadiéndole
reactivos de un contenido conocido. La titulación es un procedimiento relativamente
sencillo que no requiere un despliegue de aparatos técnicos para determinar la
concentración de sustancias conocidas disueltas. Los instrumentos esenciales para la
titulación son una bureta y un vaso de precipitados. La bureta contiene una solución
volumétrica de la cual se conoce la concentración de la sustancia. En el vaso de
precipitados se encuentra la solución con la concentración desconocida y un indicador para
la detección del parámetro. Después de mezclar la solución volumétrica y la solución con la
muestra en el vaso de precipitados es posible, en base al conocimiento del desarrollo
químico de reacción y el consumo de la solución volumétrica, calcular la concentración de
la solución con la muestra. Los diferentes procedimientos de titulación se pueden separar
según los tipos de reacción químicos.

Titulación ácido-base: El fundamento de la titulación ácido-base es la reacción de


neutralización entre ácidos y base. Como solución volumétrica se selecciona un ácido o
base como complemento a la solución de prueba. Mediante la titulación se consigue una
neutralización entre iones H3O+- y OH-. Si se alcanza el valor pH 7 la solución es neutra;
añadiendo más solución volumétrica la solución de prueba se volverá más ácido o básico.
Si se registra en una curva el desarrollo del valor pH a través de todo el desarrollo de la
reacción, es posible determinar la cantidad a raíz del punto de equivalencia (valor pH 7).

Titulación redox: En la titulación redox se deja reaccionar la solución de prueba con una
solución volumétrica oxidada o reducida. Se añade la solución volumétrica hasta que todas
las sustancias que puedan reaccionar en la solución de prueba hayan sido oxidadas o
reducidas. Solamente se consiguen resultados si el punto de saturación de la solución de
prueba no se sobrepasa añadiendo más solución volumétrica. Por tanto, es imprescindible
conocer el punto de saturación para determinar con precisión el valor de medición. Esto se
consigue de forma muy precisa mediante indicadores químicos o potenciométricos.

Titulación por precipitación: La titulación por precipitación combina muy bien sustancias
muy solubles con sustancias que no se diluyen tan bien. Se consigue obtener el resultado
una vez que la reacción química se ha completado y sea claramente visible la caída de la
sustancia que se diluye con dificultad.

Se llevan a cabo normalmente en disolución de ambos reactivos. Las bases más frecuentes
son los hidróxidos y las reacciones que dan con los ácidos son del tipo general:

ácido + hidróxido → sal + agua

Para determinar la concentración de una disolución de un ácido o de una base, el método


más empleado es el conocido como valoración ácido-base. La valoración se lleva a cabo
haciendo reaccionar una disolución que contiene una concentración conocida de base (o
ácido), con una disolución de ácido (o de base) de concentración desconocida. El
procedimiento básicamente consiste en medir el volumen de la disolución (V X) de base (o
ácido) necesario para que reaccione (neutralice) con todo el ácido (o base).

En el momento de lograrse la neutralización completa se alcanza el punto de equivalencia,


entonces se cumple la siguiente relación:

NA x VA = NB x VB (Ec.1)

Donde NX es la normalidad de la disolución de ácido (A) o base (B).

Para ello, un volumen conocido de la disolución problema se situará en un matraz


erlenmeyer, mientras que para la disolución valorante se empleará una bureta con la que
mediremos el volumen utilizado hasta alcanzar el punto de equivalencia.

El punto de equivalencia se determinará utilizando un indicador colorimétrico. Estos


compuestos indicadores son ácidos (o bases) orgánicos que se caracterizan por tener
distinto color la molécula y el ion que resulta de ella. Existen varios tipos de indicadores
colorimétricos, cada uno de ellos cambia de color (viraje) en un intervalo de pH diferente.
Debemos elegir un indicador cuyo intervalo de viraje coincida con el salto de pH que se
produce en el punto de equivalencia de la neutralización que estamos ensayando.
Por último, hay que mencionar que la valoración de una base fuerte o débil, suele
efectuarse con un ácido fuerte, generalmente nítrico, clorhídrico o sulfúrico. Las
concentraciones de las disoluciones ácida y alcalina deben ser aproximadamente iguales.

Como práctica, se procederá a la valoración de una disolución de hidróxido sódico (NaOH),


utilizando una disolución de ácido sulfúrico (H2SO4) de concentración conocida, y rojo de
cresol como indicador.

El material básico empleado para una valoración:

 Bureta
 Mesa o soporte de fondo blanco – se emplea para apreciar el cambio de color de la
disolución.
 Pipeta
 Indicador de pH o Indicador ácido-base (se emplean muchos diferentes, según la
reacción))
 Matraz Erlenmeyer (matraz cónico)
 Disolución estándar (una disolución de concentración conocida, como la de Na 2CO3
en agua)
 Disolución o muestra cuya concentración queremos conocer.

En una valoración ácido-base a veces es necesario el uso de un indicador ácido-base que


sufra un cambio de color y/o de un pH-metro para conocer el punto final.

En otros casos las propias sustancias que intervienen experimentan un cambio de color que
permite saber cuándo se ha alcanzado ese punto de equivalencia entre el número de
equivalentes de ácido y de base.
En otras valoraciones o volumetrías, se registra la concentración de una sustancia en
función del volumen de sustancia valorante añadida, para determinar el punto final.

En una valoración ácido-base se prefiere medir el pH como una medida de cómo transcurre
la transferencia de hidrones, H+, entre el ácido y la base. Para ello se emplean electrodos
específicos conectados a un potenciómetro. Cerca del punto de equivalencia o punto final
de la valoración se observa un cambio muy brusco de dicho potencial.

Clases de Valoración:

 Alcalimetrías: Determinación de la concentración de una base empleando un ácido


fuerte de concentración conocida como sustancia valorante.
Se emplea casi siempre ácido clorhídrico, HCl; a veces ácido sulfúrico, H2SO4; y
casi nunca los ácidos nítricos (HNO3) y perclórico, (HClO4).
 Acidimetrías. Determinación de la concentración de un ácido empleando una base
fuerte de concentración conocida como sustancia valorante, como el NaOH.

Ejemplo de base experimental:

En un matraz erlenmeyer de 250 cm 3 se colocan 25 cm3 de la disolución problema de


NaOH (VB) que se desea valorar, medidos exactamente con una pipeta:

Añadimos al matraz erlenmeyer la cantidad de


agua necesaria hasta completar un volumen
aproximado de unos 100 cm3, y a continuación
adicionamos 5 gotas de una disolución de rojo de
cresol. La disolución tomará coloración violácea.

Llenamos la bureta con el ácido sulfúrico 0,2 N


(NA) hasta el enrase inicial de su extremo
superior, que indica 0 ml. Con la bureta añadiremos despacio, gota a gota, la disolución de
ácido sulfúrico sobre el matraz erlenmeyer a la vez que éste es continuamente agitado sin
brusquedad. Una de nuestras manos debe de estar permanentemente sobre la llave de cierre
de la bureta para poder reaccionar y cerrar rápidamente cuando se detecte el cambio de
color, mientras la otra mano agitará el matraz. Durante la valoración, y hasta que se alcance
el punto de equivalencia la disolución problema seguirá de color violáceo.

El punto final de la valoración se alcanzará cuando la disolución, que en medio básico era
de color violáceo, pasa a color amarillo.
Concluida la valoración anotamos de la bureta el volumen exacto de ácido
sulfúrico utilizado en la neutralización (VA).

Una vez conocido el volumen consumido del ácido sulfúrico, calculamos la normalidad de
la disolución problema de hidróxido sódico (NB) aplicando la ecuación 1, y teniendo en
cuenta, el volumen real de disolución problema inicial que hemos valorado.

Sobre la disolución de ácido (o base) de concentración desconocida que se pretende valorar,


se van añadiendo sucesivos volúmenes de la disolución de base (o ácido) de concentración
conocida. Cuando la concentración de H3O+ aportada por el ácido es igual a la
concentración de OH– aportada por la base se alcanza el punto de equivalencia, en el cual la
neutralización se ha completado.

Curva de valoración

Si en el transcurso de la valoración vamos registrando el pH de la disolución a valorar al ir


añadiendo pequeños volúmenes de la disolución valorante, podemos hacer una
representación gráfica del pH frente al volumen añadido que conocemos como curva de
valoración.

Lo más frecuente es que sólo estemos interesados en saber cuánto ácido o base hay en una
muestra. Sin embargo, al analizar una curva de valoración podemos deducir no sólo las
cantidades de los componentes ácidos y básicos que hay en la mezcla, sino cuáles son los
valores de sus constantes de equilibrio y lo que es aún más importante, nos permite
seleccionar el indicador adecuado para una valoración determinada.
A medida que se agrega agente valorante se producen variaciones de las concentraciones de
las sustancias reaccionantes, la representación gráfica de estas variaciones en función del
volumen del agente valorante se llama curva de valoración. En una reacción entre un
ácido y una base (reacción de neutralización), la variación de concentración que se
representa es la concentración de protones. Debido a que estas variaciones son números
pequeños se emplea en lugar de la concentración la función:
pH = -log[H +]

 Establecer las posibilidades prácticas de la valoración


 Predecir el grado de definición de punto equivalente
 Seleccionar el indicador adecuado
La representación de la curva de valoració n se lleva a cabo considerando los diferentes
equilibrios que se producen a medida que se agrega agente valorante y nos permitirá :

Al valorar un ácido fuerte con una base fuerte, el punto de equivalencia tiene lugar a un pH

de 7:

Se produce un salto brusco de pH en las proximidades del punto de equivalencia (teórico)


que permite determinar cuando se ha alcanzado el punto final de la valoración
(experimental). La diferencia existente entre el punto de equivalencia y el punto final es el
error de valoración. La detección del punto final puede realizarse mediante medidas
sucesivas de pH o usando indicadores, que cambian de color según el pH del medio.

En la valoración de un ácido débil con una base fuerte, o una base débil con un ácido fuerte,
el punto de equivalencia se sitúa a un pH distinto de 7, debido a la hidrólisis del ion que
procede del ácido o base débil:

Cuando se valora un ácido poliprótico, se producen tantos saltos como protones tiene el
ácido:

En general, las curvas de valoración de un ácido empiezan con pH claramente por debajo de 7 y lo
aumentan suavemente al principio. En la zona intermedia el pH cambia bruscamente y
posteriormente vuelve a cambiar suavemente. El punto de inflexión de la zona intermedia coincide
con el Punto de Equivalencia, es decir, con el momento en que se el ácido ha sido
estequiométricamente neutralizado por la base añadida.

En el caso de la valoración de un ácido fuerte con una base fuerte la curva empieza con un pH muy
bajo y es bastante simétrica, teniendo el punto de equivalencia a pH=7. A medida que se añade la
base fuerte al ácido fuerte se produce una sal (que no se hidroliza) y resta cada vez menos
cantidad de ácido (fuerte) que valorar, por ello es razonable que el pH permanezca bastante bajo
durante gran parte de la valoración. Cuando se está próximo al punto de equivalencia el pH
cambia bruscamente en 8 o 9 unidades. Eso ocurre porque al sobrepasar el punto de equivalencia,
en el medio está presente una disolución de la base fuerte utilizada en el valoración. Como
corresponde a este tipo de sustancia, el pH será muy alto.

Cuando valoramos un ácido débil (p.e. ácido acético) con una base fuerte (o una base débil con un
ácido fuerte) la evolución del pH es diferente. Por ejemplo el punto de equivalencia está
claramente en la zona básica (en este ejemplo, es pH=8,72).

Montaje de una valoración ácido-base

Reacciones de neutralización

La neutralización es una reacción entre un ácido o una base que conduce a la formación de
una sal y de agua:

La sal sólo aparece si se cristaliza ya que se forma a partir del anión procedente de la


disociación del ácido y del catión procedente de la disociación de la base, que se encuentran
en la disolución, y realmente no experimentan ninguna modificación por lo que son meros
“iones espectadores” de la reacción. Por lo que, en esencia, la neutralización es la reacción
que tiene lugar entre el H3O+ y el OH–, que conduce a la formación de agua:

Cuando la neutralización tiene lugar entre dos disoluciones, una de carácter ácido y otra de
carácter básico, se puede establecer la siguiente igualdad:

Caso I: Valoración de un ácido fuerte con una base fuerte


En cada valoración nuestro propósito es construir un gráfico que nos muestre cómo varía el
pH a medida que se añade un volumen de agente valorante. Esto nos permite conocer la
disminución de la concentración del analito a medida que reacciona con el volumen del
agente valorante.
En la valoración de cualquier ácido fuerte con una base fuerte, como puede verse en la
siguiente figura, hay tres regiones en la curva de valoración, que representan tres
equilibrios diferentes:
1. Antes del punto de equivalencia, el pH viene determinado por el exceso de ácido
(recordar que recién en el punto equivalente el número de equivalentes del analito
es igual al número de equivalentes del agente valorante, cuando han reaccionado
totalmente)
2. En el punto de equivalencia, el número de equivalentes de OH- agregado es
suficiente para reaccionar con todos los equivalentes de ácido presentes. El producto
de esa reacción de neutralización es una sal más agua. Como la sal formada
proviene de un ácido fuerte y una base fuerte, no sufre hidrólisis, por lo tanto, el pH
está determinado por la reacción de disociación del agua.
3. Después del punto equivalente (cualquier exceso de base agregado no tiene con
quien reaccionar), el pH está determinado por el exceso de OH-.
Los indicadores á cido-base son sustancias que cambian de color en torno a un
determinado valor de pH.

Por ejemplo, la fenolftaleína es una sustancia incolora si el medio


tiene pH menor que 8,3 y de color rosa cuando lo supera.
El indicador suele ser una sustancia orgánica que actúa como ácido
(lo habitual) o como base (menos frecuente) frente al agua,
estableciéndose un equilibrio entre ellos:

Equilibrio á cido-base de la

fenolftaleína
Si se añade un ácido a la fenolftaleína, el equilibrio se desplaza hacia la izquierda siendo
visible la forma molecular (InH) incolora. Sin embargo, si en el medio abunda suficiente
cantidad de iones hidroxilo, reaccionarán con los iones hidronio eliminándolos del medio y
desplazando el equilibrio hacia la derecha siendo visible la forma iónica (In-) rosa.
Uno de los dos colores del indicador es apreciable cuando la concentración de esa forma
del indicador es aproximadamente 10 veces mayor que la otra: [InH]>10[In-] o
[In-]>10[InH]. Por tanto despejando la concentración de iones hidronio de la ecuación
anterior y aplicando logaritmos obtenemos una ecuación semejante a la de Henderson-
Hasselbalch. Esta ecuación nos indica cuál es la zona de viraje de un indicador: entre una
unidad abajo y arriba de su pKa. Es decir, la zona de viraje de un inidcador tiene una
anchura de dos unidades de pH centrada en el pKa. Cuando el pH es igual al pKa, las
concentraciones de las formas molecular e iónica del indicador son iguales.

Ejemplo: el naranja de metilo es una sustancia con Ka = 4,0·10-4 (pKa=3,4), por tanto, es
esperable que el cambio de color entre rojo y amarillo se realice entre pH=2,4 y pH=4,4.

Referencias
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medida/instrumentos-laboratorios/titulacion.htm

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