1º Parcial Fito
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1º Parcial Fito
AGRARIAS
E.A.P AGRONOMIA
“INTRODUCCION A LA FITOPATOLOGÍA”
Los fitopatólogos estudian las enfermedades causadas por hongos, bacterias, micoplasmas,
plantas superiores parásitos, virus, viroides nematodos y protozoarios. Estudian también las
alteraciones que se producen en las plantas por exceso, desequilibrio o carencia de ciertos
factores físicos o químicos, como la temperatura, la humedad y los nutrientes. Los daños que
sufren las plantas a causa de los insectos, el hombre u otros animales, por lo general no se
incluyen en el campo de estudio de la fitopatología.
INTRODUCCIÓN
Las enfermedades de las plantas son uno de los principales problemas que
se tiene que afrontar en la agricultura porque:
El hombre tiene conciencia de las enfermedades de las plantas desde épocas remotas:
- En los Vedas (1200 a.C.), el libro mas antiguo que existe, se menciona a las pudriciones de los cultivos.
- En el antiguo testamento se menciona a los mildius y tizones junto con las guerras y enfermedades humanas,
como las mas grandes calamidades de los pueblos.
- Los romanos designaron a Robigo como el Dios de los granos (cereales). Cada año antes de la primavera, los
Romanos celebran las “Robigalias”.
- En el siglo XVII con la invención del microscopio por Antonio Van Leewenhoeck se descubrieron a los hongos y
a las bacterias y otros microorganismos.
- En 1955, Tillet, estudio el carbón cubierto del trigo y descubrió que este se transmitia por la semilla botánica.
- En 1886 Mayer, pionero de la virología, comprobó que el mosaico del Tabaco era transmisible por el jugo de
las plantas enfermas aplicado a plantas sanas. En 1892 Ivanowsky comprobó que el agente causal del
Mosaico del tabaco era capaz de atravesar los filtros bacteriológicos y lo denomino “Fluido Vivo Contagioso” o
VIRUS.
Relaciones ecológicas
y asociaciones
simbioticas
En la naturaleza los organismos siempre están relacionados unos a otros,
debido a esto surgen diversas que se clasifican en dos grupos:
Ecologicas y Simbioticas.
ASOCIACIONES
ECOLOGICAS
S. S. Antagónica o
S. Mutualista Comensalistica patosistica
a) S. Mutualista: ambos organismos se benefician de
esta la unión. Ejemplo: Líquenes, Bacterias fijadoras de
Nitrógeno, Micorrizas.
Rhizoctonia solani, Phytophthora spp, Fusarium spp, Botrytis spp, Alternaria spp.
SAPRÓFITOS OBLIGADOS
Fumagina
NIVELES DE PARASITISMO
Parasito obligado: Es un parásito que vive a expensas de otros donde necesita un ser vivo para poder
desarrollarse. Eje: Algunos hongos y virus.
Un parásito obligado es un parásito que necesita estar con su anfitrión, o muere. parásitos obligados
dependen de la presencia de un huésped para completar su ciclo de vida. Hay plantas parásitas,
hongos, bacterias y animales.
Parásito biotrófico. Se aplica al parásito que se nutre a expensas de las células vivas del hospedante.
Los biotrofos son parásitos obligados, que crecen solo sobre hospedadores vivos. No suelen producir
daños graves, por lo que no matan rápidamente a las células del huésped.
Parásito Facultativo: Son organismos que puede vivir en un ser vivo y que pueden vivir en restos de
materia orgánica, Eje: Hongos, Bacterias y Nematodos.
Organismo que puede afectar a otro organismo vivo y crecer sobre materia orgánica, muerta, según las
circunstancias.
NIVELES DE PARASITISMO
Parásito Saprófito: Son todos los organismos que viven en la materia orgánica. Eje: Hongos y Bacterias,
aparecen en el tejido muerto.
Saprófito: es el adjetivo que se emplea para calificar a los organismos cuya alimentación consiste en ingerir
sustancias orgánicas en estado de descomposición. El termino también se utiliza para denominar a esta clase
de alimentación.
Saprofitos obligados: son organismos que solo pueden obtener nutrientes de esta manera.
Saprofitos facultativos: estos suelen nutrirse a través de diferentes medios y recurren a la saprotrofia solo en
ciertas etapas.
Necrotrofo: son parásitos facultativos, pudiendo vivir como saprófitos en materia orgánica muerta. Son
aquellos hongos que matan a las células vivas de su hospedero causándole deficiencia en la producción
de esporas, putrefacción.
Biotrofos: que son aquellos que viven en relación con su hospedero sin causarle daño alguno y lo hace a
través de una estructura llamada haustorio; que es un extremo de la hifa del hongo fungícola que penetra en
su hospedero para cumplir con el objetivo de nutrirse.
FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS
E.A.P AGRONOMIA
CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN
DE ENFERMEDADES EN PLANTAS
CURO: FITOPATOLOGIA
GENERAL
DOCENTE: Ing. Charles J. Campos
CONCEPTO DE ENFERMEDAD DE PLANTAS
Las plantas se mantienen sanas o normales cuando llevan a cabo sus funciones fisiológicas
hasta donde les permite su potencial genético. Esas funciones comprenden su división
celular normal, su diferenciación y desarrollo, la absorción del agua y los minerales del suelo
y su translocación por toda la planta, la fotosíntesis y la translocación de los productos
fotosintéticos hasta los órganos de utilización o almacenamiento, el metabolismo de los
compuestos sintetizados, la reproducción y, finalmente, el almacenamiento de las reservas
alimenticias necesarias a la reproducción o a la invernación.
CONCEPTO DE ENFERMEDAD DE PLANTAS
Las plantas presentarán enfermedad cuando una o varias de sus funciones sean
alteradas por los organismos patógenos o por determinadas condiciones del medio.
Las causas principales de enfermedad en las plantas son los organismos patógenos y
los factores del ambiente físico. Los procesos específicos que caracterizan las
enfermedades, varían considerablemente según el agente causal y a veces según la
planta misma.
CONCEPTO DE ENFERMEDAD DE PLANTAS
Hay decenas de miles de enfermedades que afectan a las plantas cultivadas. En promedio, cada tipo de cultivo
puede ser afectado por un centenar o más de enfermedades. Cada grupo patógeno puede atacar desde una
hasta varias docenas de variedades o incluso cientos de especies vegetales.
Para facilitar el estudio de las enfermedades de las plantas, es necesario agruparlas en forma ordenada. Esto es
necesario también para lograr la identificación y el control posterior de cualquier enfermedad de las plantas.
En ocasiones, las enfermedades de las plantas se clasifican según los síntomas que ocasionan (pudriciones de
la raíz, cancros, marchitamientos, manchas foliares, sarnas, tizones, antracnosis, royas, carbones, mosaicos,
amarillamientos, manchas anulares).
De acuerdo al órgano de las plantas que afectan (enfermedades de la raíz, tallo, hojas o frutos)
Sin embargo, el criterio más útil en la clasificación de una enfermedad es el tipo de agente patógeno que la
ocasiona. Esta clasificación tiene la ventaja de que indica la causa de la enfermedad, lo cual permite prever su
probable desarrollo y diseminación, así como las posibles medidas de control. De acuerdo con lo mencionado,
las enfermedades de las plantas se clasifican de la manera siguiente:
CLASIFICACION DE LAS ENFERMEDADES SEGÚN EL AGENTE
QUE LA OCASIONA
Enfermedades no
infeccionas o
abióticas de las
CLASIFICACION plantas
DE LAS
ENFERMEDADES
Enfermedades
infeccionas o bióticas
de las plantas
ENFERMEDADES NO INFECCIOSAS
1. Hongos
2. Organismos similares a los
hongos: Plasmodiophoromycetos,
II. Enfermedades Oomycetos.
Causadas por
infecciosas o 3. Procariontes: Bacterias y
microorganismos u
bióticas de las organismos como:
Fitoplasmas
plantas 4. Virus y viroides
5. Nematodos
6. Plantas parasitas
División de algunos de los grupos Fitopatógenos
SINTOMAS Y SIGNOS DE ENFERMEDADES
SÍNTOMA:
Manifestación externa de la
enfermedad que puede ser percibida
por uno o mas de nuestros sentidos
SIGNO:
Presencia visible del agente causante
de la enfermedad; sea mediante una
o varias de sus estructuras
CLASIFICACION DE LOS SINTOMAS
a. Pre-necróticos.
IV. Según el b. Necróticos
tipo c. Atróficos
d. Hipertróficos
e. Complejos y especiales
CLASIFICACION DE LOS SINTOMAS SEGÚN EL TIPO
2. Amarillamiento: Es la destrucción de la clorofila de los tejidos
verdes. Normalmente aparece previa, simultanea o después de la
marchitez y muchas veces rodean tejidos necróticos
3. enrojecimiento: es cuando el tejido se torna
rojo antes de la muerte de los tejidos. Se debe a
la acumulación de antocianinas y es característico
en algunas especies de plantas.
Wilsonomyces carpophyllus En melocotonero
Alternaria alternata En algonodero
CLASIFICACION DE LOS SINTOMAS SEGÚN EL TIPO
SINTOMAS Y SIGNOS DE
LAS ENFERMEDADES
FITOPATÓGENAS
Curso: Fitopatología General
Puccinia graminis
Uromyces appendiculatus
UNIVERSIDAD NACIONAL HERMILIO VALDIZAN DE HUANUCO
FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS
ESCUELA DE INGENIERIA AGRONOMICA
SECCION HUACRACHUCO
Las condiciones ambientales que predominan tanto en la atmósfera como en el suelo, una
vez establecido el contacto entre un patógeno y su hospedante, pueden influir
considerablemente en el desarrollo de una enfermedad y que con frecuencia constituyen el
factor que determina si se producirá o no esa enfermedad.
Los factores del medio ambiente que afectan mayormente el inicio y desarrollo de las
enfermedades infecciosas de las plantas son la temperatura, la humedad, la luz, los
nutrientes y el pH del suelo. Sus efectos sobre las enfermedades son el resultado de su
influencia sobre el desarrollo y la susceptibilidad del hospedante, sobre la propagación y
actividad del patógeno o sobre la interacción entre ambos y de su efecto sobre el desarrollo
de los síntomas de la enfermedad
INTRODUCCIÓN
Para que una enfermedad se produzca y desarrolle óptimamente, debe haber una
combinación de tres factores:
✓ una planta susceptible,
✓ un patógeno infectivo y
✓ un medio favorable.
CARACTERISTICAS GENERALES
Las enfermedades abióticas o no infecciosas en las plantas son el producto de la falta o
exceso de algún factor necesario para la vida de la planta.
- semillas
- Plántula
- Planta en crecimiento
Pueden afectar : - planta madura
- Frutos
- Almacenamiento
- Mercadeo
Los síntomas pueden ser desde ligeros hasta severos; y las plantas afectadas pueden
incluso morir
ENFERMEDADES ABIOTICAS
DIAGNOSIS:
La diagnosis de algunas enfermedades abióticas puede ser sencilla porque existen
síntomas muy característicos que se deben al exceso o falta de algún factor ambiental.
Los síntomas se pueden fácilmente confundir con los causados por los virus, fitoplasmas
y muchos patógenos de raíz.
Necesario descartar la presencia de todos los patógenos posibles y después, en la
medida de lo posible, exponer a las plantas sanas a los factores que se piensan son los
causantes.
PRINCIPALES FACTORES AMBIENTALES QUE CAUSAN ENFERMEDADES
1. LA TEMPERATURA
Las temperaturas extremas (altas o bajas) son las que llegan a afectar a las
plantas.
1.1. TEMPERATURAS ALTA
Rara vez en la naturaleza se dan temperaturas demasiado elevadas como para sobrepasar el limite
que pueden soportar las plantas, especialmente si ellas están en sus zonas de origen.
Las temperaturas altas al parecer despliegan sus efectos conjuntamente con otros factores del
ambiente, como son la luz excesiva, la sequia, la falta de oxigeno, vientos fuertes, baja Humedad
Relativa.
Las temperaturas altas producen las “quemaduras” de sol en las superficies expuestas al sol de
frutos y hortalizas suculentas (pimientos, cebollas, tubérculos de papa).
Las hojas de la plantas suculentas pueden formar quemaduras de sol cuando después de días
nublados y lluviosos tienen días cálidos y soleados.
Estas zonas son irregulares en las hojas y son de un color verde pálido al inicio pero después
colapsan y se tornan en manchas de color café.
Zona de contacto entre los tejidos suculentos y el suelo, lo que causara
cambio de color, ampolladuras y aspecto húmedo del fruto u órgano y
una desecación de los tejidos localizados debajo de la cascara.
Los daños causados por las bajas temperaturas son mucho mas
notorios que los causados por las altas temperaturas.
La helada blanca
La helada negra es la mas destructiva porque en la helada blanca se produce una película
de escarcha que absorbe gran parte del frio antes que dañe al tejido vegetal.
Helada negra
Se produce enfriamiento del agua tanto intracelular como extracelular.
Debido a que el agua de las células tiene sustancias disueltas su punto de congelación es
mas bajo. Conforme se van formando cristales de hielo, va fluyendo agua desde la célula
hacia estos cristales, por lo tanto, el agua citoplasmática aumenta su concentración y es mas
difícil de congelarse.
Los cristales de hielo que se forman intercelularmente ejercen presión y laceran paredes y
membranas celulares, además, debido al flujo de agua de las células hacia los espacios
intercelulares, ocurre plasmolisis y deshidratación del citoplasma. Si el agua intracelular se
congela, se forman cristales que laceran las membranas citoplasmáticas y matan a las
células. El punto de congelación varia de acuerdo a los tejidos y a la especie vegetal.
Los cristales intracelulares se forman mas frecuentemente cuando las temperaturas
bajan bruscamente; la disminución lenta de la temperatura no permite la formación de
estos cristales.
El derretimiento rápido provoca inundación de la zona comprendida entre la pared
celular y el protoplasto y se produce desgarre y rompimiento de la membrana, por lo
tanto la célula colapsa. Si el descongelamiento es mas lento, entonces las células
pueden rehidratarse, pero como sus membranas están laceradas, estas revientan.
La H.R. baja es temporal y no causa daño excepto cuando está combinado con otros
factores ambientales como de agua en el suelo, altas temperaturas y vientos fuertes. De
esta manera el follaje pierde una gran cantidad de agua dando lugar a la formación de
quemaduras y marchitez temporal o permanente de la planta en general.
La humedad del suelo es mas importante que la H.R. debido a que la mayoría de las
plantas absorbe el agua junto con las sales minerales, directamente del suelo a través
de las raíces.
EFECTO DE LA HUMEDAD
Causa desde un menor desarrollo hasta la muerte de las plantas. Las plantas que desarrollaron
en suelos con humedad deficiente siempre se atrofian, tiene un color que va del verde pálido al
amarillo claro; forman hojas pequeñas, presentan epinastia, producen pocas flores y frutos, y en
caso que la sequia continúe, se marchitan y se mueren.
Las plantas perennes son mas resistentes que las anuales, pero
también sufren daños al someterlos a periodos prolongados de
sequia, muestran menor crecimiento, hojas pequeñas y
chamuscadas, ramas cortas, muerte regresiva, defoliación y,
finalmente, marchitez y muerte.
EFECTO DE LA HUMEDAD
El drenaje inadecuado de los suelos o la inundación de las plantas cultivadas en los terrenos,
en los jardines o en las macetas, provoca daños inmediatos y de mayor consideración que las
sequias, incluso la muerte de las plantas.
Las plantas pierden el vigor, se marchitan, las hojas se vuelven de color verde pálido o verde
amarillento. Las plantas anuales suculentas muestran marchitez permanente a los 2 o tres días
y la muerte posterior.
Las especies perennes leñosas, resisten mas tiempo, las raíces deben estar sumergidas
completamente durante varias semanas para producirse el año permanente e irreversible.
EFECTO DE LA HUMEDAD
El exceso de humedad en el suelo ocasiona el desplazamiento del oxigeno del suelo y la falta
de oxigeno ocasiona tensión, asfixia y desintegración de la mayoría de las células de las raíces.
Las plantas, debido a la muerte de sus raíces, no pueden absorber agua, se marchitan y
mueren. Las raíces fibrosas se mueren y se pudren.
GOLPE DE AGUA
Se produce en variedades de la papa con tubérculos grandes, los cuales al ser fertilizados
con exceso de nitrógeno y tiene exceso de humedad, se agrietan internamente.
3.EFECTO DE LA BAJA CONCENTRACION DE OXIGENO
La baja concentración de oxigeno esta relacionado con la alta temperatura y exceso de humedad
den el suelo.
La falta de O2 en el suelo por exceso de humedad causa muerte de raíces por asfixia.
Se observa frecuentemente en plantas que crecen cerca de arboles u otros objetos que
producen sombra, en plantas de ornato que crecen al interior de las casas, en invernaderos, en
almácigos y en épocas con poca iluminación.
La falta de iluminación ocasiona la etiolación en plantas jóvenes, que son susceptibles al acame.
En plantas en crecimiento se produce amarillamiento clorótico, escaso desarrollo, caída
prematura de flores y hojas.
4.2. EXCESO DE LUMINOSIDAD
Las enfermedades bióticas o infecciosas son las que se producen por la infección que ocasionan un patógeno en
una planta.
Se caracterizan por la capacidad que tiene el patógeno de crecer y reproducirse con gran rapidez en las plantas y
por su habilidad para difundirse de éstas a otras plantas y, por consiguiente, causan nuevas enfermedades.
De la gran diversidad de organismos vivos, solo unos cuantos miembros de algunos grupos parasitan a las plantas,
estos son:
-hongos, -oomycetos,
-plasmodiophoromycetos, -bacterias,
-fitoplasmas, -plantas superiores parasitas,
-nematodos, - protozoarios,
-virus y viroides.
CARACTERÍSTICAS GENERALES
Para que estos parásitos puedan desarrollarse, necesitan invadir la planta, reproducirse en ella y
obtener sus nutrientes de ella; además deben adaptarse a las condiciones en que vive su hospedante.
Parásitos obligados o
biotróficos
Parásitos facultativos o
necróticos
ENFERMEDADES BIOTICAS
GAMA DE HOSPEDANTES
Los patógenos difieren en base al tipo de planta que atacan, a los órganos y a los tejidos que infectan
y a la edad del mismo órgano de una misma planta sobre la que puedan desarrollarse.
Algunos patógenos son específicos para una especie de planta, otras para cierto genero, para una
familia; mientras que otras tienen un rango mas amplio de hospedantes, que incluyen plantas de
diversos grupos taxonómicos.
Existen patógenos que solo desarrollan en raíces, otros solo en tallos, otros principalmente en hojas,
frutos carnosos, etc. Otros son patógenos vasculares y solo son específicos en estos tejidos.
GAMA DE HOSPEDANTES
Esto debido a que producen diferentes toxinas no especificas y enzimas que alteran sustancias y
procesos metabólicos que se dan normalmente en plantas.
Sin embargo existen parásitos no obligados que producen enfermedades solo en una especie de
plantas o en algunas de ellas.
CICLO DE LA ENFERMEDAD
Inóculo
Es la unidad del inoculo, es decir, una espora, una célula bacteriana, un huevo de nematodo, etc.
Tipo de inóculo
a) Primario:
Es el inoculo que sobrevive el invierno o el verano y que ocasiona las primeras infecciones en
primavera u otoño. También se considera al primero que llega a un campos limpio. Produce
infecciones primarias.
b) Secundaria:
Es el que se origina del inoculo primario y produce las infecciones secundarias en el campo.
FUENTES DEL INÓCULO
Las esporas de los hongos y las semillas de las plantas parasitas deben germinar previamente antes de
iniciar la penetración, este proceso requiere de temperatura y humedad adecuada (película de agua o
H.R alta); de lo contrario se pueden desecar o morir.
La mayoría de esporas germinan inmediatamente después de su maduración y liberación, pero otras
requieren de un periodo de reposo variable.
La espora germina produciendo un tubo germinal que es la primera parte de un micelio que penetra a la
planta.
La germinación puede ser favorecida o estimulada por los nutrientes (azucares y aminoácidos) que se
difunden a través de la superficie de las plantas. Esto hace que germinen mas esporas y con mayor
rapidez.
En muchos casos la germinación es inhibida por sustancias que las plantas liberan en el suelo
circundante, por las sustancias que contiene las esporas aglomeradas en mucilágeno y por la microflora
saprofita antagónica que crea un ambiente de inanición y libera metabolitos tóxicos.
El fenómeno que impide que las esporas de los hongos germinen o que sus tubos
germinativos mueran, por las causas mencionadas, se denomina fungistasis.
Los suelos en los que ocurre este fenómeno se denominan suelos supresivos, los cuales
son suelos ricos en materia orgánica que soportan una variada microflora. Sin embargo, la
fungistasis se contrarresta por los exudados de la raíz de las plantas hospedantes que
crecen en él.
El crecimiento de los tubos germinativos hacia los sitios de penetración esta regulado por varios
factores, entre los cuales se incluyen:
▪ mayor humedad en el medio
▪Respuesta tigmotroficas o de contacto
▪Sustancias químicas asociadas con aberturas tales como heridas, estomas y lenticelas (quimiotaxis)
▪Respuestas nutricionales de los tubos germinativos hacia donde exista mayores concentraciones de
azucares y aminoacidos presentes en las raíces.
El movimiento de las zoosporas esta regulada por los mismos factores.
b) HUEVOS DE NEMATODOS
Las esporas de los hongos, las bacterias y las semillas de plantas parasitas inicialmente son puestas en
contacto con la superficie externa de los órganos de las plantas y deben unirse a la superficie para
poder iniciar el proceso de penetración. Estas estructuras tienen su superficie cubiertas con mucílago
los cuales al humedecerse se tornan pegajosos y ayudan al patógeno a adherirse a la planta.
Los tubos germinativos producen también sustancias mucilaginosas ya sea en toda su longitud o solo
en la punta.
Los virus, viroides, fitoplasmas, bacterias fastidiosas vasculares y protozoarios son llevados
directamente a las células de las plantas por sus vectores y son rodeadas inmediatamente por el
citoplasma, por lo tanto no requieren de ningún mecanismo de adhesión propio.
3. PENETRACIÓN
Los patógenos penetran a la planta en forma directa, a través de aberturas naturales de las plantas o a
través de heridas.
La penetración del patógeno no siempre produce infección
Es común en varias especies de hongos, en la gran mayoría de los nematodos y el único de las plantas
parasitas. Ningún otro patógeno ingresa directamente.
Las esporas de los hongos germinan y forman un “apresorio” a partir del cual se forma una hifa
denominada comúnmente “hifa infectiva” o “gancho de penetración” la cual perfora la cutícula y la pared
celular mediante fuerza mecánica acompañados en varios casos por degradación enzimática de los
nutrientes de la pared celular.
Las plantas parasitas forman un apresorio y un gancho de penetración entre la zona de contacto de la
radícula y la planta hospedante, y penetra igual que los hongos.
Los nematodes penetran mediante una serie repetida de impulsos hacia delante y hacia atrás de sus
estiletes. Esto sucede una pequeña abertura en la pared de las plantas, lo cual permite que el
nematodo introduzca su estilete en la célula o que entre todo el nematodo en ella.
3.2. PENETRACION A TRAVÉS DE HERIDAS
La mayoría de los hongos, todas las bacterias, algunos virus y todos los viroides penetran en las
plantas a través de varios tipos de heridas.
Virus, viroides, fitoplasmas, bacterias fastidiosas vasculares, entran a la planta a través de heridas
producidas por sus vectores.
Las heridas que utilizan los hongos y bacterias pueden ser viejas o recientes y se pueden constituir de
tejidos lacerados o destruidos.
Las heridas se pueden producir:
a) Por abrasión o rompimiento por el viento , arena, granizo, frio quemaduras.
b) Por animales como insectos, nematodos, gusanos y animales superiores
c) Practicas agrícolas del hombre: deshierbo, injertos, trasplantes, cosecha, etc.
d) Heridas naturales: cicatrices foliares, grietas de la raíz, emergencia de raíces secundarias, etc.
e) Heridas ocasionadas por otros patógenos.
3.3. PENETRACION A TRAVÉS DE ABERTURAS NATURALES
Muchos hongos y bacterias entran a las plantas a través de sus estomas, pero algunas bacterias
penetran a través de lenticelas, hidatodos y nectarios.
Las bacterias nadan en la película de agua y entran a través de estomas y se introducen en la cavidad
subestomatica donde inician la infección. Las bacterias pueden penetrar aunque los estomas estén
cerrados.
Las esporas de los hongos germinan y el tubo germinativo penetra por el estoma y se empieza a
desarrollar. Es frecuente la formación de un apresorio en el estoma y a partir de ahí se forma la hifa de
penetración que crece y desarrolla en la cavidad subestomatica, y de allí a otras células. Algunos tubos
germinativos pueden penetrar incluso con estomas cerrados.
Por los hidátodos penetran algunas bacterias y algunos pocos hongos. Algunas bacterias también
aprovechan los nectarios de las flores.
Las lenticelas localizadas en frutos, tallos, tubérculos sirven de entrada a algunos hongos y bacterias.
La entrada a través de estos orificios es una vía secundaria de menor eficiencia que las heridas.
UNIVERSIDADA NACIONAL HERMILIO VALDIZAN DE HUÁNUCO
FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA AGRONÓMICA
REFORZAMIENTO
Introducción
Las plantas se desarrollan normalmente dentro de ciertos límites de los distintos factores
que constituyen su medio. Estos factores incluyen la temperatura, la luz, el pH y la
humedad del suelo, la humedad atmosférica, los contaminantes del suelo y de la
atmósfera, los nutrientes y la estructura del suelo. Aun cuando todos estos factores
influyen sobre el crecimiento de todas las plantas en la naturaleza, su importancia es
considerablemente mayor en el caso de plantas que con frecuencia son cultivadas en
zonas que apenas satisfacen los requerimientos para su desarrollo normal. Además, es
frecuente que las plantas cultivadas se desarrollen o mantengan en ambientes
totalmente artificiales (en invernaderos, casas, almacenes, etc.) o sean sometidas a
varios métodos de cultivo (como fertilización, irrigación, aspersión con plaguicidas, etc.)
que pueden afectar su crecimiento en forma considerable.
Características generales
La característica común de las enfermedades no infecciosas de las plantas es que son
el producto de la falta o exceso de algún factor que permite la continuidad de la vida.
Las enfermedades no infecciosas se producen en ausencia de patógenos y, por lo tanto,
no pueden ser transmitidas de plantas enfermas a plantas sanas. Este tipo de
enfermedades pueden afectar a las plantas en cualquiera de sus etapas de desarrollo,
ya sea en la etapa de semilla, plántula, planta madura o fruto y pueden ocasionar daños
en el cultivo, durante el almacenamiento o incluso en el mercado. Los síntomas
producidos por las enfermedades no infecciosas varían en clase y severidad con el
factor particular del ambiente que participa en la enfermedad y con el grado de
desviación de ese factor a partir de su curso normal. Los síntomas van desde ligeros
hasta severos y las plantas que han sido afectadas incluso pueden morir.
Diagnosis
La diagnosis de las enfermedades no infecciosas en ocasiones se facilita por la
presencia, sobre la planta, de síntomas característicos que se sabe se deben a la falta
o al exceso de algún de
terminado factor (figura 10-1). En otras ocasiones, la diagnosis se logra mediante el
examen y análisis cuidadosos de las condiciones climáticas que prevalecían desde
antes de la aparición de la enfermedad, los cambios recientes que se observan en los
niveles de contaminantes del suelo y de la atmósfera en la zona donde se desarrollan
las plantas o cerca de ella y las prácticas agrícolas o los incidentes que se produzcan
durante el curso de estas prácticas, efectuadas antes de la aparición de la enfermedad.
Sin embargo, es frecuente que los síntomas de varias enfermedades no infecciosas
sean muy comunes y se asemejen bastante a los que ocasionan varios virus,
micoplasmas, etc., y muchos patógenos de la raíz. La diagnosis de esas enfermedades
llega a ser un tema bastante interesante, pero de gran complejidad. Es necesario
obtener primero pruebas de que las plantas se encuentran libres de patógenos que
pudieran ocasionar enfermedad y ésta debe reproducirse en plantas sanas después de
haberlas expuesto a condiciones semejantes a las que se piensa son la causa de su
enfermedad. Además para determinar entre los factores del medio ambiente que
ocasionan síntomas similares, el investigador debe sanar las plantas enfermas y de ser
posible cultivarlas bajo condiciones en las que el grado o la cantidad del factor del medio
que se sospeche que participa en la enfermedad, ya han sido ajustadas a su nivel
normal.
Control
Las enfermedades no infecciosas de las plantas pueden controlarse al evitar los valores
extremos en las condiciones del ambiente que son responsables de esas enfermedades,
o bien al blindarles protección a las plantas o al suministrarles sustancias que pudieran
llevar esas condiciones a niveles favorables para el desarrollo normal de las plantas.
Efectos de la temperatura
Las temperaturas mínima y máxima a las que las plantas todavía pueden desarrollarse
normalmente, varían de manera bastante amplia con respecto a la especie vegetal y a
la etapa de desarrollo por la que pase la planta durante las temperaturas extremas (altas
o bajas). Debido a esto, algunas plantas como el tomate, los cítricos y otras plantas
tropicales, se desarrollan óptimamente a altas temperaturas, pero son dañadas
considerablemente cuando la temperatura disminuye hasta un valor cercano o inferior
al punto de congelación. Por otra parte, algunas plantas como la col, el trigo de invierno,
la alfalfa y la mayoría de las plantas perennes de las zonas templadas, soportan
temperaturas mucho menores al punto de congelación sin que al parecer sufran daños.
Sin embargo, incluso estas plantas sufren daños y finalmente mueren en caso de que
la temperatura disminuya hasta un valor mínimo.
Las plantas, también difieren en su capacidad para resistir los valores extremos de
temperatura en las diferentes etapas de su desarrollo. Así, las plantas adultas y
endurecidas son más resistentes a las bajas temperaturas que las plántulas jóvenes.
Asimismo, los diferentes tejidos u órganos de una misma planta varían ampliamente en
su sensibilidad a esas bajas temperaturas. Las yemas son más sensibles que las
ramitas mientras que las flores y los frutos recién formados son más sensibles que las
hojas, y así sucesivamente.
Efectos de las altas temperaturas
Por lo general, las plantas se dañan más rápido y en mayor grado cuando las
temperaturas sobrepasan el valor máximo que permite su desarrollo que cuando son
inferiores al valor mínimo. Sin embargo, rara vez se dan en la naturaleza temperaturas
demasiado altas. Las temperaturas altas al parecer despliegan sus efectos sobre las
plantas conjuntamente con los efectos de otros factores del medio ambiente, en
particular la luz excesiva, la sequía, la falta de oxígeno o los fuertes vientos que van
acompañados de una baja humedad relativa. Las altas temperaturas normalmente son
las responsables de los daños de quemaduras de sol (figura 10-2 A) que aparecen sobre
las superficies expuestas al sol de los frutos carnosos y hortalizas, tales como los
pimientos, manzanas, tomates, bulbos de cebolla y tubérculos de papa. En días cálidos
y soleados, la temperatura de los tejidos del fruto que se localizan por debajo de la
superficie expuesta al sol, pueden ser mucho mayor que la que predomina sobre su lado
sombreado y en la atmósfera. Esto causa cambios de color, la apariencia ampulosa y
húmeda y una desecación de los tejidos localizados bajo la cascara que corresponden
a las zonas hundidas de la superficie del fruto. Las hojas de las plantas suculentas,
también pueden formar síntomas de quemadura de sol, especialmente cuando los días
cálidos y soleados llegan después de los períodos de los días nublados y lluviosos. Las
zonas irregulares de las hojas adquieren una tonalidad verde pálido al principio, pero al
cabo de cierto tiempo se colapsan y forman manchas secas de color café. Este síntoma
es característico de las plantas suculentas carnosas de ornato que se mantienen cerca
de las ventanas y con una exposición meridional durante el verano y a principios de la
primavera, cuando los rayos del sol calientan en exceso sus hojas carnosas. Las
temperaturas demasiado altas que predominan a nivel de la superficie del suelo en
ocasiones matan a las plántulas jóvenes (figura 10-2 B) o producen cancros en la corona
de los tallos de las plantas maduras. Al parecer, las altas temperaturas participan
también en el desarrollo de la enfermedad del corazón acuoso de las manzanas (figura
10-2 C) y, aunadas a las bajas concentraciones de oxígeno, en el corazón negro de las
papas
Los daños más notorios que sufren los cultivos son ocasionados por las bajas
temperaturas y no por las altas temperaturas. Las bajas temperaturas, incluso por arriba
del punto de congelación, dañan a las plantas de climas cálidos, como el frijol y el maíz.
También producen un endulzamiento y al freír, la caramelización indeseable de las
papas, debido a que, a bajas temperaturas, el almidón se hidroliza hasta formar
carbohidratos.
Las temperaturas por debajo del punto de congelación ocasionan una gran variedad de
daños en las plantas. Estos daños incluyen el daño ocasionado por las heladas (ardías
a los ápices meristemáticos jóvenes (figura 10-3 A y C) o a las plantas herbáceas y
completar la muerte, debido al frío de las yemas del durazno, cerezo y otros árboles y
la muerte de las flores, los frutos jóvenes y en ocasiones, de las ramitas suculentas de
la mayoría de los árboles. Bandas heladas, que constan de tejido suberoso y sin color
localizado en una banda o en una amplia zona de la superficie del fruto, con frecuencia
aparecen sobre manzanas, peras, etc., después de la llegada de heladas tardías (figura
10-3 D). Las bajas temperaturas de invierno destruyen las raíces jóvenes de árboles
como el manzano y producen también el agrietado de la corteza y el desarrollo del
cancro (figuras 10-3 B y 10-4) de los troncos y ramas grandes en particular de las
superficies expuestas al sol de varios tipos de árboles frutales. Los cortes transversales
de las ramas de esos árboles muestran un anillo negro en la madera o bien una
condición de "corazón negro" en ella. Los tejidos carnosos, como los tubérculos de papa,
sufren daños a temperaturas por debajo del punto de congelación. Los daños varían con
base en el grado en que disminuya la temperatura o con respecto a la duración de las
bajas temperaturas. Los primeros daños sólo afectan los principales tejidos vasculares
y, debido a esto, adquieren un aspecto de necrosis anular; los daños que sufren los
elementos vasculares más finos, que se encuentran distribuidos en el tubérculo, se
asemejan a los síntomas de la necrosis reticular. Los daños más generales afectan las
grandes porciones del tubérculo y propician la aparición de la necrosis denominada
necrosis "manchada" (figura 10-3 E)
Figura 10-3: A) Daños por el frío en hojas y ápices de plantas jóvenes de chícharo
debidas a las heladas tardías. B) Incisión de la corteza del tronco de una manzana
debido a las bajas temperaturas de invierno. C) Daños ocasionados por las heladas
tardías en hojas de un peral durante la emergencia. (Izquierda) decoloración de la
superficie superior; (centro) decoloración y línea necrótica en la superficie superior de la
hoja; (derecha) línea necrótica sobre la superficie del envés. D) Daños por las heladas
en el fruto del manzano. E) Daños por las bajas temperaturas en tubérculos de papa
almacenados. (Foto A y E por cortesía del Departamento de Fitopatología de la
Universidad de Cornell.)
Las plantas de interiores (de sombra), ya sea que se cultiven en casa o invernadero,
son particularmente sensibles a las bajas temperaturas que predominan en los lugares
donde crecen y a su transporte desde un invernadero o florería hasta una casa o bien
de una casa a otra. Con frecuencia, las plantas de interior son plantas tropicales
cultivadas lejos de su clima normal. La exposición de estas plantas a las bajas
temperaturas, no necesariamente hasta el punto de congelación, da como resultado su
atrofia y amarillamiento, la caída de las yemas o las hojas, etc. Asimismo, al cultivarlas
en interiores, incluso las plantas locales que se mantienen en un estado vegetativo
bastante suculento se encuentran completamente indefensas ante los efectos de las
bajas temperaturas, en particular de las que están por abajo del punto de congelación.
Las plantas que se mantienen cerca de las ventanas o puertas durante los días fríos del
invierno y en particular durante las noches, se ven sometidas a temperaturas mucho
más bajas que las que predominan en sitios alejados de esas ventanas. De igual forma,
las grietas o roturas de las ventanas, los hoyos de las salidas de los cables de
electricidad que comunican con el exterior, permiten la entrada de aire frío que daña a
las plantas. La disminución de las temperaturas nocturnas por debajo de 12°C hace que
las hojas y en particular las yemas florales de muchas plantas se pongan amarillas y
desprendan.
Figura 10-4: A) Daños por las heladas sobre una planta joven de rododendro en etapa
de crecimiento. B) Agrietado del tallo de rododendro ocasionado por las heladas. (Fotos
por cortesía del Departamento de Fitopatología de la Universidad de Cornell.)
Mecanismos por los cuales las altas y bajas temperaturas ocasionan daños en las
plantas
Los mecanismos mediante los cuales las altas y bajas temperaturas producen daños a
las plantas son bastante diferentes. Las altas temperaturas, al parecer, inactivan
algunos sistemas enzimáticos y aceleran otros, lo cual origina reacciones bioquímicas
anormales y la muerte de la célula. Las altas temperaturas, también propician la
coagulación y desnaturalización de las proteínas, el rompimiento de las membranas
citoplásmicas, la sofocación y posiblemente también la liberación de productos tóxicos
en la célula.
Las bajas temperaturas, por otro lado, dañan a las plantas principalmente al inducir la
formación de cristales de hielo entre las células o en el interior de ellas. El agua pura de
los espacios intercelulares se congela primero a casi 0°C, mientras que el agua del
interior de las células contiene sustancias disueltas que, dependiendo de su naturaleza
y concentración, disminuye el punto de congelación del agua hasta en varios grados
centígrados. Además, cuando el agua de los espacios intercelulares se congela, se
produce un flujo adicional de vapor (agua) desde el interior de las células hacia esos
espacios intercelulares, donde también se congela. El volumen menor de agua de las
células reduce además el punto de congelación del agua intracelular y ésta puede
continuar hasta un cierto nivel sin que se dañe la célula. Sin embargo, por debajo de
ese nivel, se forman cristales de hielo dentro de la célula, los cuales rompen su
membrana plasmática y la dañan e incluso pueden propiciar su muerte.
Existe la posibilidad de que las alteraciones en la humedad del suelo, más que cualquier
otro factor del medio, sean responsables de que en grandes extensiones de tierra la
mayoría de las plantas se desarrollan en forma deficiente y sean año tras año
improductivas. Las zonas, ya sean pequeñas o grandes, pueden carecer de agua
durante ciertas temporadas. Los volúmenes deficientes de agua de que disponen las
plantas en esas zonas hacen que muestren un menor desarrollo, se enfermen o incluso
mueran. La falta de humedad también es característica de ciertos tipos de suelo, laderas
o capas delgadas de suelo que se encuentran por debajo de las rocas o la arena, y da
como resultado la aparición de manchas de plantas enfermas, en tanto exista la
posibilidad de que las zonas circunvecinas contengan cantidades suficientes de
humedad y las plantas cultivadas en ellas se desarrollen normalmente. Las plantas que
se desarrollan en suelos con humedad deficiente casi siempre se atrofian, tienen un
color que va del verde pálido al amarillo claro, forman hojas pequeñas, presentan
epinastia, producen escasos frutos y flores y, en caso de que la sequía continúe, se
marchitan y mueren (figura 10-5). Aunque las plantas anuales son mucho más
susceptibles a los períodos cortos de humedad deficiente, incluso los árboles y las
plantas perennes sufren daños al someterse a períodos prolongados de sequía y
muestran además, un menor crecimiento, pequeñas hojas chamuscadas y ramitas
cortas, muerte descendente, defoliación y finalmente, marchitamiento y muerte. Las
plantas debilitadas por la sequía también son más susceptibles a ciertos patógenos e
insectos.
Figura 10-5: A) Planta de Fuchsia sana (izquierda); (centro) planta achaparrada debido
a un suministro deficiente de agua y (derecha) planta marchita por falta de agua. B)
Quemadura foliar debida a un suministro deficiente de agua en la hoja. C) Plantas de
maíz achaparradas, marchitas y destruidas en la parte baja de un terreno que se inundó
durante varios días debido a las fuertes lluvias. D) Área oscura, seca y hendida en una
naranja debida a la disminución de oxígeno durante su almacenamiento.
La falta de humedad en la atmósfera, esto es, la baja humedad relativa, por lo común
es temporal y rara vez produce daños. Sin embargo, cuando se combina con las altas
temperaturas y ¡la rápida velocidad del viento, hace que el follaje de las plantas pierda
una cantidad excesiva de agua, lo cual favorece la quemadura de las hojas, el
marchitamiento de los frutos y la marchitez temporal o permanente de las plantas.
La humedad excesiva del suelo donde las plantas crecen es un fenómeno mucho menos
frecuente que la sequía, pero un drenaje insuficiente o la inundación de las plantas
cultivadas en macetas, jardines o terrenos cultivados, provoca daños inmediatos y de
mayor consideración o incluso la muerte de las plantas (figura 10-5 C) que los que
ocasiona la falta de humedad. Un drenaje inadecuado hace que las plantas carezcan de
vigor, se marchiten con frecuencia y hace que las hojas tengan un color verde pálido o
verde amarillento. Cualquier inundación que se produzca durante la estación de
crecimiento de las plantas produce un marchitamiento permanente y la muerte de las
plantas suculentas anuales al cabo de 2 ó 3 días. De la misma forma, las inundaciones
destruyen a los árboles, pero es común que los daños se manifiesten con menor rapidez,
máxime cuando las raíces de esos árboles se han mantenido constantemente
sumergidas durante varias semanas.
Debido a la excesiva humedad del suelo ocasionada por las inundaciones o por un
drenaje insuficiente, las raíces fibrosas de las plantas se pudren, probablemente debido
a un menor abastecimiento de oxígeno. La falta de oxígeno ocasiona tensión, asfixia y
desintegración de la mayoría de las células radicales. Las condiciones anaerobias y
húmedas propician el desarrollo de microorganismos anaerobios que, durante las
etapas de su ciclo de vida, forman sustancias como los nitritos que son tóxicos para las
plantas. Además, las células de la raíz que han sido dañadas directamente por la falta
de oxígeno, pierden su permeabilidad selectiva y permiten que metales tóxicos y otros
compuestos sean absorbidos por la planta. Asimismo, cuando mueren los tejidos de la
raíz, los parásitos facultativos ocasionan más daños, ya que se benefician ampliamente
por el nuevo ambiente. Así, la marchitez de las plantas, que se produce un poco después
de que se ha producido una inundación, tal vez sea el resultado de la falta de agua
(debida a la muerte de las raíces) en los órganos de la planta que se localizan por arriba
del nivel de la superficie del suelo, aunque existe la posibilidad que participen también
las sustancias tóxicas translocadas.
Otro síntoma común de las plantas de ornato (y en ocasiones de las plantas que crecen
a la intemperie) que se debe a la humedad excesiva, es el denominado edema o
hinchamiento. Este síntoma se caracteriza por la aparición de abundantes
protuberancias pequeñas sobre el lado inferior de las hojas o sobre los tallos. Las
"protuberancias" son pequeñas masas de células que se dividen, expanden y
sobresalen de la superficie normal de la hoja y que en principio forman agallas o
hinchamientos blanco-verdosos. Más tarde, la superficie expuesta de esos
hinchamientos adquieren un color rojizo y una textura de corcho. El edema se debe a
un riego excesivo, especialmente cuando el tiempo se encuentra nublado y húmedo,
pero puede evitarse al disminuir el riego y al mejorar la iluminación y la circulación del
aire en torno a la planta. Muchas otras alteraciones se deben a un riego irregular o
excesivo. Por ejemplo, se sabe que los tomates que se cultivan bajo condiciones de baja
humedad, con frecuencia se agrietan durante su etapa de maduración si se les
suministra súbitamente una humedad excesiva ya sea mediante riego o,
independientemente, cuando caen lluvias copiosas. Asimismo, el corazón amargo de
las manzanas, que se caracteriza por la aparición de pequeñas manchas profundas y
negras sobre la superficie de los frutos, es el resultado de abastecimiento irregular de
humedad, aunque al parecer participa también en el desarrollo de esta enfermedad una
fertilización excesiva en nitrógeno y deficiente suministro de calcio.
Luz
La cantidad de luz es de gran importancia con respecto a las plantas de ornato. Algunas
de ellas requieren de sitios total o parcialmente sombreados durante su etapa de
crecimiento o bien necesitan exponerse a la luz del sol total durante el invierno. Otras
de ellas necesitan sombra durante todo el año, mientras que otras más deben exponerse
a la luz del sol durante todo ese mismo tiempo. Como regla general, las plantas de
ornato que tienen hojas de color verde oscuro prefieren o toleran los sitios sombreados
mucho mejor que las plantas con hojas de colores claros, y estas últimas tienen una
mejor respuesta cuando reciben una mayor cantidad de luz del sol. La mayoría de las
plantas de ornato que florean, se desarrollan y florecen más adecuadamente cuando se
les expone totalmente a la luz del sol durante todas las estaciones. La falta de
iluminación adecuada para cualquiera de esos tipos de planta tiene los mismos efectos
que sobre las plantas que crecen a la intemperie, esto es, hace que las hojas tengan un
color; verde pálido, que su crecimiento sea espigado, que se desprendan sus hojas y
flores, que produzcan muy pocas flores o ninguna de ellas, etc. Por otra parte, la luz del
sol que incide en exceso sobre plantas que necesitan de menos luz con frecuencia da
lugar a la aparición de manchas plateadas o café-amarillentas sobre sus hojas. Las
plantas que se llevan con rapidez hacia una zona con una intensidad luminosa bastante
distinta, con frecuencia sufren defoliación general.
Contaminación atmosférica
La mayoría de los contaminantes atmosféricos que ocasionan daños en las plantas son
gases, pero ciertas partículas o polvos también afectan a la vegetación. Algunos
contaminantes gaseosos como el etileno, el amoniaco, el cloro y en ocasiones los
vapores de mercurio, ejercen sus efectos nocivos sobre ciertas áreas limitadas. Con
mayor frecuencia afectan a las plantas o a sus productos que han sido almacenados en
lugares muy poco ventilados, ya que en estos lugares las mismas plantas producen esos
contaminantes (como sucede con el etileno); no obstante, esos compuestos
contaminantes pueden provenir de escapes en el sistema de refrigeración, como en el
caso del amoniaco.
Figura 10-6: Moteado del haz de la hoja del tabaco debido a las altas concentraciones
normales de ozono en la atmósfera.
En la tabla 10-1 se mencionan los principales contaminantes, sus fuentes y los efectos
sobre las plantas.
El escape de los automóviles en las calles y autopistas y los gases de escape de otras
máquinas de combustión interna de las fábricas, quizá son las fuentes más importantes
de ozono y otros contaminantes fitotóxicos. A diario, el escape de los automóviles libera
en la atmósfera miles de toneladas de NO2 e hidrocarburos parcialmente quemados.
En presencia de la luz ultravioleta del sol, el dióxido de nitrógeno reacciona con el
oxígeno atmosférico y forma ozono y óxido nítrico. El ozono reacciona con el óxido
nítrico y forma los compuestos originales de acuerdo a la siguiente reacción:
Sin embargo, en presencia de radicales de hidrocarburos sin quemar, el óxido nítrico
reacciona con ellos y no con el ozono y, como consecuencia, la concentración de este
último aumenta. O3 + [NO + hidrocarburos sin quemar de los automóviles, etc.] O3 +
nitratos de peroxiacilo
También el ozono reacciona con los vapores de algunos hidrocarburos insaturados, pero
los productos de dichas reacciones (varios peróxidos orgánicos) también son tóxicos
para las plantas. Normalmente, los humos nocivos que producen los automóviles y otras
máquinas se difunden en dirección ascendente por las corrientes de aire caliente desde
la superficie terrestre hacia el aire frío de la atmósfera, donde se disipan. Sin embargo,
durante los periodos de calma en que la atmósfera está estática, se forma una capa de
inversión de aire caliente por encima del aire frío y esto evita la dispersión hacia arriba
de los contaminantes atmosféricos. Éstos, por lo tanto, quedan atrapados cerca de la
superficie terrestre donde, después de alcanzar cierta concentración, ocasionan daños
considerables a los organismos vivos.
Los daños que producen los nitratos de peroxiacilo (PAN) se han observado
principalmente en tomo a las áreas metropolitanas, donde los automóviles liberan a la
atmósfera grandes cantidades de hidrocarburos. El problema es grave, especialmente
en ciudades como Los Ángeles y Nueva Jersey, donde las condiciones atmosféricas
favorecen la formación de las capas de inversión. El PAN afecta a muchas especies de
plantas que crecen en grandes áreas geográficas en torno al sitio de su formación
debido a que las corrientes de aire ligero lo difunden o dispersan sobre esas zonas.
La concentración a la cual cada contaminante ocasiona daños en las plantas varía con
la especie de que se trate e incluso con la edad de ésta o sus órganos. Conforme
aumenta el tiempo de exposición de la planta al contaminante, los daños que se
producen en ella se deben a las concentraciones cada vez más pequeñas del
contaminante, hasta que se alcanza un umbral mínimo de daños por dosis. Los daños
que causan en las plantas aumentan en general al aumentar la intensidad de luz, la
humedad del suelo, la humedad relativa y la temperatura, así como ante la presencia de
otros contaminantes atmosféricos.
El ozono daña a las hojas de las plantas que han estado expuestas incluso durante
algunas horas a concentraciones de 0.1 a 0.5 partes por millón (ppm). Este gas es
absorbido por las hojas a través de sus estomas y daña principalmente al parénquima
en empalizada, pero también daña a otras células al romper su membrana. Las células
afectadas que se encuentran cerca de los estomas se colapsan y mueren y aparecen
lesiones necróticas blancas (decoloradas), primero en el lado superior de la hoja y
después en cualquiera de las superficies de ella. Muchas plantas de cultivo, como la
alfalfa, el frijol, los cítricos, la vid, la papa, la soya, el tabaco y el trigo, y muchas plantas
de ornato y árboles como el fresno, la lila, varios pinos y el álamo, son bastante sensibles
al ozono, mientras que otros cultivos como la col, el chícharo, el cacahuate y el chile,
son de sensibilidad intermedia; y otros, como la remolacha, el algodón, la lechuga, la
fresa y el albaricoque, son tolerantes.
El dióxido de azufre daña a las plantas a concentraciones tan bajas como 1 a 5 ppm.
Debido a que las plantas absorben este gas a través de los estomas de sus hojas, las
condiciones que favorecen o inhiben la apertura de estas estructuras afecta de manera
semejante la cantidad de dióxido de azufre que han absorbido las plantas. Después de
haber sido absorbido por las hojas, el dióxido de azufre reacciona con el agua y forma
iones sulfito que son fitotóxicos. Sin embargo, éstos son oxidados lentamente en la
célula para producir iones sulfato inocuos. Así, en caso de que los plantas absorban con
menor rapidez el dióxido de azufre, tendrán la capacidad de protegerse cuando aumente
la concentración de los iones fitotóxicos de sulfilo.
El PAN, también es absorbido por las hojas a través de sus estomas y ocasiona daños
a concentraciones tan bajas como 0.01 a 0.02 ppm. En las grandes áreas urbanas, no
son raras las concentraciones de 0.02 a 0.03 para este contaminante y en las áreas
céntricas de algunas ciudades, se han medido concentraciones hasta de 0.05 a 0.21
ppm. Una vez que ha penetrado en las hojas, el PAN ataca sobre todo a las células del
parénquima esponjoso, que se colapsan y son sustituidas por bolsas de aire que le dan
a las hojas una apariencia plateada o brillante. Los síntomas que ocasiona este
contaminante en las plantas de hoja ancha aparecen en el envés de las hojas, mientras
que las hojas de las monocotiledóneas los muestran a ambos lados. Las hojas y tejidos
jóvenes son más sensibles al PAN y las exposiciones periódicas de las hojas a este
contaminante suelen causar "bandeado" e incluso en algunas plantas "colapso"
marginal de las hojas debido, a una decoloración y muerte de las células afectadas más
sensibles.
Lluvia acida
La lluvia normal impoluta contendría casi agua pura (H2O), en la que estarían disueltos
cierta cantidad de bióxido de carbono (CO2), cierta concentración de amoniaco (NH3 )
que se origina de la materia orgánica y que existe en el agua como NH4 + y cantidades
variables pero pequeñas de cationes (Ca++, Mg++, K+ y Na+) y aniones (Cl- , SO4 --).
Aunque el pH del agua pura es neutro de 7.0, el pH de la lluvia normal "impoluta" es por
lo general de 5.6; en otras palabras, es ácido. Sin embargo, dicha lluvia se considera
"normal" y, sólo cuando el pH de ella o de la nieve es inferior a 5.6, se considera ácida
("lluvia ácida").
La lluvia ácida es el resultado de las actividades humanas, sobre todo la combustión de
energéticos provenientes de fósiles (petróleo, carbón, gas natural) y de la fundición de
los minerales de sulfuro. Estas actividades liberan en la atmósfera grandes cantidades
de óxidos de azufre y de nitrógeno que, cuando entran en contacto con la humedad
atmosférica, se convierten en dos de los ácidos más fuertes que se conocen (sulfúrico
y nítrico) y que se precipitan al suelo pon la lluvia y la nieve. El pH de estas últimas, en
las grandes regiones del mundo fluctúa entre 4,0 y 4.5, que es 5 a 30 veces más ácido
que el pH más bajo (5.6) esperado para las áreas no contaminadas. Los pHs más bajos
para la lluvia hasta ahora dados a conocer (2.4 en Escocia, 1.5 m Virginia Occidental y
1.7 en Los Ángeles) son más ácidos que el vinagre (pH de 3.0) y el jugo de limón (pH
de 2.2). Se estima que cerca del 70% del ácido de la lluvia ácida es ácido sulfúrico y
que el ácido nítrico representa casi el 30%. Aparte del azufre que contienen los ácidos
existentes en la lluvia, se piensa que una cantidad casi igual de azufre llega a todas las
superficies por sedimentación seca de este elemento en partículas. Cuando la atmósfera
es húmeda, este azufre también se oxida para formar ácido sulfúrico.
La lluvia ácida ejerce una gran variedad de efectos al aumentar en forma considerable
la solubilidad de todos los tipos de moléculas y al afectar directamente (por el pH bajo y
la toxicidad de los iones —SO4 -- y —NO3 -- ) o indirectamente (a través de las
moléculas disueltas) a muchas formas de vida. Sus efectos adversos sobre los
microorganismos, plantas y peces de los ríos y lagos han estado bien documentados.
Sin embargo, sus efectos sobre las plantas de cultivo han sido más difíciles de explicar.
En los experimentos en los que se aplicó lluvia ácida (pH de 3.0) a plantas
experimentales demostraron que, en algunas condiciones, las hojas tratadas mostraron
perforaciones, manchas y enrollamientos y que las plantas tratadas, con o sin síntomas,
a veces disminuían su peso seco. Asimismo, se observó que un mayor número de
semillas de algunas especies vegetales germinaba cuando en el suelo, donde se
sembraban, se aplicaba lluvia ácida, que cuando ésta no era aplicada y ocurría lo
opuesto en el caso de otras especies. Los experimentos que se han llevado a cabo para
determinar el efecto que tiene la lluvia ácida sobre los procesos de iniciación y desarrollo
de las enfermedades de las plantas, han demostrado que en el caso de algunas
enfermedades como la roya del roble ocasionada por Cronartium fusiforme, sólo se
formó un 14% de telias con el tratamiento con lluvia ácida (pH de 3.0) que cuando el
tratamiento se hizo con lluvia de pH 6.0 y que las plantas de frijol tratadas con lluvia
ácida (pH de 3.2) sólo mostraron la formación de un 34% de masas de huevecillos de
nematodos que cuando se trataron con lluvia de pH de 6.0. Por otra parte, una
enfermedad bacteriana (el tizón de halo) y la roya del frijol a veces fueron más severas
y otras veces más moderadas en presencia de lluvia ácida que con lluvia de pH 6.0. En
general, aunque existen algunas evidencias de que la lluvia ácida causa daños de
grados variables, cuando menos en algunas plantas, los datos cuantitativos
consistentes todavía son insuficientes para determinar la magnitud de dichos daños en
varios cultivos en las áreas donde se han establecido.