Ley de Vagos y Maleantes
Ley de Vagos y Maleantes
Ley de Vagos y Maleantes
2, 1997,9-48
ISSN: 0798-9598
La publicación en estos momentos de un trabajo crítico sobre la Ley de Vagos y Maleantes reviste
gran importancia y pertinencia en vista de la reciente decisión de la Corte Suprema de Justicia de
derogar dicho instrumento, medida que ha suscitado una fuerte reacción de las autoridades locales
del gobierno quienes reclaman que se les haya expropiado del medio legal a través del cual
controlan y combaten la delincuencia y que la ciudadanía haya quedado a merced del hampa.
* Investigadora del Instituto de Criminología Dra. Lolita Aniyar de Castro (!CLAC) Facultad de
Ciencias Jurídicas y Políticas, Universidad del Zulia, con la colaboración del Sociólogo Leovic
Baralt.
Ley de vagos y maleantes o la pervivencia de contracorrientes
en el proceso de modernización del sistema penal venezolano 11
RESUMEN
Dedicamos las páginas siguientes a analizar los efectos que la
resolución de desaplicar la Ley de Vagos y Maleantes en el Es-
tado Zulia, emitida en Febrero de 1994 por la entonces Gober-
nadora del Estado, suscitada en las prefecturas así como en los
seis Tribunales Municipales y de Parroquia, y en el Centro de
Arrestos y Detenciones Preventivas y Judiciales El Marite (re-
tén). Nos fundamos en información obtenida en la prefectura del
Municipio Maracaibo mediante el examen de las hojas de con-
trol de detenidos, allí elaborados para 855 casos registrados en
enero, marzo y mayo de 1994, y en entrevistas aplicadas a los
jueces de Municipio en septiembre de ese año, así como en en-
trevistas realizadas a funcionarios del centro de retención, com-
plementados con datos recogidos de la observación de las activi-
dades allí desarrolladas y de las condiciones y funcionamiento
de las instalaciones destinadas a alojar a los vagos y maleantes
remitidos por la prefectura, como también la información obte-
nida de la revisión del libro de novedades de control de deteni-
dos. Intentamos conocer y constatar si la medida gubernamental
de desaplicar la mencionada ley, fue pertinente y se basó en sóli-
dos argumentos. Tales resultados son de especial trascendencia
en la actual situación de abolición de dicha ley.
Palabras clave: Leyes de vagos y maleantes, anulación, pertinencia legal
ABSTRACT
The following text analyzes the effects of the nonapplication or
annulment resolution of the vagrancy law in Zulia State, issued
in February of 1994 by the governor of the State and applied in
l. INTRODUCCIÓN
a) Perspectivas de Análisis:
Se asumió la evaluación de la decisión gubernamental tomada en fe-
brero del año 94 a partir de argumentos críticos a la Ley, no tanto los referi-
dos a sus inconsistencias jurídico-legales y constitucionales, sino sobre todo
en los que se refieren a su efectividad y eficacia instrumental. En este senti-
do las estadísticas delictivas oficiales no indican que la ley haya contribuido
a prevenir los delitos ni tampoco que la reincidencia en las conductas des-
critas como vagancia y mal entretenimiento hayan disminuido. Esto signifi-
ca que los fines preventivos y correctivos que se pretenden no se alcanzan y
por lo tanto que la ley es ineficaz.
Así las cosas, si partimos de que en sentido lato la política criminal
busca racionalizar la relación fines-medios, y en este caso el medio - la ley-
no es adecuada a los fines - prevenir delitos y corregir a los individuos anti-
sociales o predelincuentes - entonces, lo razonable sería prescindir del re-
curso en cuestión. A esto se añade que el mismo es un recurso impropio
para cumplir con los principios doctrinarios y las exigencias técnicos-lega-
les que requiere un ordenamiento jurídico que tiene como fundamento pro-
veer la seguridad jurídica y garantizar las libertades ciudadanas.
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1
11tamara Santos A.
14 Capítulo Criminológico VoL 25, No. 2 (1997)
Estas son interrogantes antiguas, para las cuales no hay respuesta ofi-
cial pese a las recurrentes críticas a la ley, por tanto ante el silencio, surge la
pregunta de si tanta obstinación en mantenerla no se debe a una voluntad
implícita de imponer la existencia de un régimen legal que más que comple-
mentario es suplementario del derecho penal, con la ventaja para la autori-
dad política de poder disponer discrecionalmente sin muchas reglas ni lími-
tes legales y según las circunstancias aconsejen, de algunos individuos, cu-
yas características y cuyo comportamiento o acto "indiquen" peligrosidad o
"potencial para delinquir".
Si a dicha pregunta sumamos la manifiesta ineptitud del sistema judi-
cial penal para ventilar inclusive un significativo número de delitos graves,
la natural conclusión es que la preservación de la ley de vagancia está sujeta
a intereses pragmáticos de carácter político que se anteponen y suprimen los
intereses y valores de justicia.
Thamara Santos A.
16 Capítulo Criminológico VoL 25, No. 2 (1997}
cuencias de la medida del Ejecutivo para los despachos judiciales, y las ob-
servaciones y sugerencias sobre la decisión.
El instrumento empleado para obtener la información consistió en una
entrevista abierta que se realizó a cada funcionario.
Thamara Santos A.
18 Capítulo CriminológicO VoL 25, No. 2 (1997)
algunos de los arrestados por orden del prefecto por ser denunciados por
una causal de la ley que nos ocupa.
La información se recaudó mediante entrevistas específicas al perso-
nal directivo, profesional y de custodia y a los arrestados en el local.
Las entrevistas fueron complementadas con las notas y observaciones
realizadas durante las visitas y recorrido por las instalaciones en las cuales
se desempeñan las labores técnicas y profesionales, y en las cuales se dis-
pensan los diversos servicios a los arrestados y detenidos: Sala Técnica,
donde reposan los archivos y se reseña y fotografía a quienes ingresan al
centro; pabellones destinados a las diferentes categorías de arrestados y de-
tenidos; servicios médicos y deportivos, economato y área de seguridad in-
terna y externa.
Una fuente informativa adicional la constituyó la revisión de los archi-
vos y la del libro de novedades o diario de control de detenidos.
3 Para despejar las dudas que nos provocara la lectura de las hojas de control de detenidos y
otros suministros, y sobre todo acerca de si los problemas planteados eran privativos de
esa prefectura en particular, revisamos los instrumentos originales que la investigadora
Daniela Bettiol, de Mérida, empleara en esa localidad para evaluar la visibilidad y
recursos en el control social formal en el contexto de vagos y maleantes, de título
homónimo (revista CENIPEC. Mérida) y verificamos que se registraban problemas
similares también ligados a la discrecionalidad de los funcionarios para redactar los
informes que allí se llevan.
Ley de vagos y maleantes o la pervivencia de contracorrientes
en el proceso de modernización del sistema penal venezolano 21
Cuadro 1
Hechos y situaciones de vagancia conocidos en la prefectura por denuncias o actuación
de otlcio atribuidos a individuos primarios
Meses
Situaciones de vagancia Enero Marzo Mal'o Total
Merodear en actitud sospechosa 4 8 4 16
Mantener en zozobra 2 4 8 14.
Azote del sector 2 o 5 7
Total 8 12 17 37
Cuadro2
Hechos y situaciones de vagancia conocidos en la prefectura por denuncias o actuación
de otlcio atribuidos a individuos reincidentes
Meses
Hechos l' situaciones de vagancia Enero Marzo Mal'o Total
Mantener en zozobra 5 3 2 10
Merodear en actitud sospechosa o 5 6 11
Azote del barrio o o 5 5
Total 5 8 13 26
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22 Capítulo Criminológico VoL 25, No. 2 (1997)
Cuadro 3
* Hechos delictivos conocidos en la prefectura por denuncia o
actuacl6n de oftcio atribuidos a primarios
Cuadro4
* Hechos delictivos conocidos en la prefectura por denuncia o actuación de oficio
atribuidos a individuos reincidentes que correspondan al Código Penal
Hechos Mes~:s
Enero Marzo Mayo Total
Thamara Santos A.
24 Capítulo Criminológico VoL 25, No. 2 (1997)
CuadroS
Hechos y situaciones de vagos y maleantes conocidos en la prefectura por denuncia o
actuación de oficio atribuidos a primarios ashnilables al Código de Policía
Meses
Hechos y Situaciones Enero Marzo Mayo Total
Riña Colectiva 6 12 15 33
Ejercer Prostitución o o 2 2
Desconectar servicio telefónico 3 2 2 7
Interferir labor policial 2 2 13 17
Introducirse en residencia 16 12 6 34
Ebriedad 9 27 19 55
Efectuar fiesta ilegal o 1 o
Total 36 56 57 149
Cuadro 6
Hechos y situaciones de vagos y maleantes conocidos en la prefectura por denuncia o
actuación de oficio atribuidos a reincidentes y asimilables al Código de Policía
Meses
Actos indeseables o faltas policiales Enero Marzo Mayo Total
Meses
Hechos y situaciones ~o encuadrables Enero Marzo Mayo Total
Por ser descripciones vagas, y en tanto no configurar un hecho típico tal como lo exigen los
principios penales de reserva de ley y de taxatividad, consideramos que no son encuadrables en
ninguna ley ni penal ni administrativa.
Tiulmara Santos A.
26 Capítulo Criminológico Vol. 25, No. 2 (1997}
Meses
Hechos y situaciones no encuadrables Enero Marzo Mayo Total
*No especifica si en el público o privado, ni a través de qué medio o fonna ofendió la moral
pública, si fuera específico sería una falta al Código Penal.
** Pudieran denotar lesión y daño, pero el término agredir es vago.
Pudiera incluirse aquí el ITEM, Delito contra la propiedad
Ley de vagos y maleantes o la pervivencia de contracorrientes
en el proceso de modernización del sistema penal venezolano 27
Tiw.mara Santos A.
28 Capítulo CriminDlógtco VoL 25, No. 2 (1997}
Th.am.ara Santos A.
30 Capítulo Criminológico VoL 25, No. 2 (1997)
las reglas fijadas tanto por los grupos de referencia y en número significati-
vo por los grupos de pertenencia.
Se trata sin más de personas no domesticables a través de algún recur-
so coercitivo legal debido a que sus problemas remiten a carencias, elemen-
talidad y defectos adjudicables a su socialización, al modo como se desarro-
lla su vida e interacción humana y a la tenencia de capacidades e instrumen-
tos para desenvolverse respecto a sí mismo y al mundo de relaciones. Estos
problemas sólo admiten vías especiales de intervención por parte de servi-
cios asistenciales públicos o privados.
En esta perspectiva la ley confunde dos órdenes claramente distingui-
bles de problemas, éstos últimos referibles a los servicios asistenciales, a los
cuales compete la atención, los comportamientos, hechos o situaciones de
vagancia o discordantes y los hechos y comportamientos punibles en senti-
do estricto que son enjuiciables y solventables por los órganos judiciales pe-
nales.
Si la ley trata de modo similar a categorías diferentes de problemas es
porque lo que le da su razón y sentido es la uniformidad, la igualdad social
de sus destinatarios principales, es decir, su condición de miserables, térmi-
no con el que queremos significar la extrema pobreza cultural, social, perso-
nal y económica que caracteriza su clientela. Esto a su vez significa que la
ley de vagancia sobrevive porque configura el ámbito adecuado para los
justiciables que carecen de espacio en el sistema ordinario de la justicia pe-
nal, punto medular de nuestro planteamiento el cual esbozamos así:
La Ley de Vagos y Maleantes sobrevive en Venezuela porque ella
cumple dos objetivos políticos criminales: un objetivo explícito visible de
profilaxia social, y un objetivo implícito, subterráneo de colmar el vacío
que la estructura organizativa de la administración de justicia penal deja al
no abrir un espacio para la justicia de las pequeñas faltas y causas penales,
cuyos protagonistas proceden, en su mayoría, de los segmentos sociales pri-
vados de recursos para solventar sus litigios en la sede que garantiza dere-
chos y decisiones más ajustadas a las reglas de la equidad y los límites lega-
les.
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Thamara Santos A.
32 Capítulo Criminológtco VoL 25, No. 2 (1997)
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'111amaro. Santos A.
34 Capítulo Criminológtco VoL 25, No. 2 (1997)
Thamara Santos A.
36 Capítulo CrtmblOlógfco VoL 25, No. 2 (1997)
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Cuadro7
Casos de hurto concluidos por la poUcía, y número de asuntos recibidos
en los tribunales penales de primera instancia
dio de 65% del total de los casos de hurto registrados por la Policía Técnica
Judicial es descartado.
Segundo, que en ese mismo lapso de tiempo del total de casos conclui-
do por ese Cuerpo Policial, un porcentaje significativo -alrededor del 30%-
no llega a los tribunales.
Tercero, que ese doble filtraje de hechos de hurto puede indicar o que
la Policía Técnica los remite a otras instancias de policía administrativa, o
que salen del sistema policial y no reciben respuesta.
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Thamara Santos A.
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'Tha.mara Santos A.
40 Capitulo Crim1nológtco VoL 25, No. 2 (1997)
de desaplicar la ley, para luego él junto a los fiscales del Ministerio Público
acordar a su vez recibir los casos correspondientes al Código Penal ya que
desde la prefectura les enviaban muchos no ajustados a esta ley. De los
otros dos jueces uno devolvió todos los casos porque competen al prefecto,
y otro no había recibido ningún caso en Maracaibo, pero al lugar donde tra-
bajaba antes le remitieron uno y no se ajustaba al Art. 413 del Código de
Enjuiciamiento Criminal9.
Una cuarta información fue que se remitieron algunos casos a la Poli-
cía Técnica Judicial debido a la construcción defectuosa de los expedientes.
En otros casos se devolvieron porque se aproximaba el vencimiento del pla-
zo para la sanción y pronto serían liberados.
Intentamos luego, relacionar las razones de la devolución con los ca-
sos que cada juez hubiera encontrado, conocido, procesado y sancionado,
que fueran previstos en la ley de vagos y maleantes y el Código de Policía.
La respuesta de dos entrevistados coincidió en señalar que sólo se ocupaban
de aquellos literales del Art. 413 del Código de Enjuiciamiento Criminal;
otro entrevistado expresó no haber conocido ningún caso, y un cuarto mani-
festó que esa es competencia de los prefectos según lo establece el artículo
23 del Código de Policía 10.
Como quiera que los entrevistados manifestaron no tener ninguna ex-
periencia en materia contravencional que no sea la atribuida por el citado
Art. 413, no pudieron dar cuenta de algún resultado, ni de problemas que se
le hubieran presentado con la medida de desaplicar la ley de vagancia y re-
solver en su sede los casos de delitos.
9 Art. 413. Corresponde a los jueces de Parroquia o Municipio el conocimiento de todos los
juicios por faltas definidas en el Libro m del Código Penal y los que procedan por los
delitos enumerados en sus artículos.
10 Art. 23. El Código de Policía del Estado Zulia, establece: La limitación del Poder de
Policía se encuentra en el orden público como concepto jurídico indeterminado, pero
determinable, y que al estudiar el caso concreto pueda ser valorado y sopesado por el
juez, en caso de intentarse recurso administrativo, por encima de lo que haya
previamente interpretado la administración.
Ley de vagos y maleantes o la pervivencia de contracorrientes
en el proceso de rrwdemización del sistema penal venezolano 41
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42 Capítulo CriminDlógico VoL 25, No. 2 (1997)
una nueva, que en buena parte resulta de esa falta de soluciones adecuadas,
es decir, de la ineficacia de los medios y decisiones tomadas.
Por otro lado como tampoco se admite la creación de foros extralega-
les para solucionar muchos de esos conflictos planteados por vagos y ma-
leantes, que no son otros que problemas de convivencia, en sustitución de la
justicia de faltas, no hay más camino que judicializar esos hechos y tratarlos
en su ámbito natural conforme al mismo procedimiento legal previsto para
los delitos de importante cuantía.
En este orden de ideas se inscribe la medida gubernamental: una inter-
pretación de la ley bajo criterios de justicia y no de la ley como mera fór-
mula de cálculo y tramitación de casos según su valor económico, o sea la
cuantía. Por otra parte un argumento imbatible sobre la legitimidad de la de-
cisión gubernamental es que si se hubiese tratado de la derogación o anula-
ción de ley, sin duda alguna se hubiesen violado la competencia y procedi-
mientos legales expresamente establecidos, pero se trató de la desaplicación
de la ley por parte de la legítima autoridad, a la cual el Código Civil le otor-
ga la facultad de ejercer el control difuso de la Constitución. La resolución
se funda en una interpretación amplia de la Constitución y en una visión po-
lítico-criminal de la problemática delictiva y de la inseguridad que no admi-
te otra forma de considerar al Derecho que no sea la de resolver los conflic-
tos, proveer seguridad jurídica y lograr la paz y orden ciudadano, por la vía
de garantizar a todos los justiciables una sola justicia y un igual trato y res-
11
peto a sus derechos .
En un segundo momento, entendemos que la instrucción de los expe-
dientes, defectuosa y errada, dificulta a los jueces conocer y elaborar dictá-
menes, sobre todo cuando ésto es causa de atrasos en el trabajo y añade un
Thamara Santos A.
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Cuadro 8
Número de personas en relación al número mensual de entradas policiales
~- --·--
Meses
No. De entradªs Enero Marzo Ma~o
1-5 65 87 105
6-10 11 23 17
11-15 11 16 8
16-20 6 6 3
21-25 6 3 4
26omás 2 6 3
N.S/N.R. o 1 2
Total 101 142 142
Thamara Santos A.
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7. CONSIDERACIONES FINALES
BffiLIOGRAFIA
FERNÁNDEZ, S. José. Norberto Bobbio: El Filósofo y la Política. Fondo de
Cultura Económica, México 1996.
GABALDÓN, Luis Gerardo y BETTIOL, Daniela. "La Visibilidad y Recursos
en el Control Social Formal en el Contexto de Vagos y Maleantes". En Revista
CENIPEC No. 14.199-1992. Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la
U .L.A. Mérida.
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48 Capitulo Criminológtco VoL 25, No. 2 (1997}
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