La Importancia de Creer

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La importancia de creer

1Re 13:18 Y el otro le dijo, mintiéndole: Yo también soy profeta como tú, y un ángel me ha
hablado por palabra de Jehová, diciendo: Tráele contigo a tu casa, para que coma pan y
beba agua.

Hemos hablado y aprendido ya, que los mandamientos de Dios son también
las palabras Dios, por tanto, obedecer no es una opción, es lo mas importante
en nuestra vida.

La historia que nos cuenta el capítulo 13 de reyes, implica a un joven profeta


de Dios, a quien Dios le dio un mensaje y una orden, pero fue engañado por
un profeta viejo.

Este profeta vivía en el lugar donde tuvo que viajar el profeta joven, cabe la
pregunta, ¿porque entonces Dios no le hablo el mensaje a este
profeta?¿porque tiene que hacer venir de otro lugar a un hombre con el
mensaje si en ese lugar había un profeta?

La respuesta obvia es que Dios ya no le hablaba a este profeta viejo y conocer


esto habría salvado la vida del profeta joven.

Recibir una palabra de Dios incluye también que analicemos la situación en


la que nos encontramos, nuestro alrededor. Incluso debemos analizar cuales
son los viejos profetas a los cuales Dios ya no les habla. Esto podría salvar
nuestra vida.

Yeshúa, nuestro maestro, pasó por circunstancias parecidas cuando fue


enfrentado por aquellos “viejos profetas” en el templo.

Mar 12:14 Viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres hombre veraz, y que no te
cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con verdad enseñas
el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos?

Las características descritas en este verso nos deben poner a pensar en la


forma correcta de actuar de una persona que ha recibido la palabra de Dios.

Llegó la hora de la verdad, ¿podría ser tan duro en su forma de hablar cuando
la persona en cuestión es el gran Cesar, emperador de Roma?

Estar seguro de que es la voz de Dios la que nos mueve es algo importante en
nuestra vida, podría costarnos la vida.
Debemos analizar las circunstancias en las que esa palabra de Dios esta en
nuestras vidas, puede ser que aparezca un “viejo profeta” y nos convenza de
lo contrario. Aún Pablo advirtió de esto a los Gálatas.

Gál 1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente
del que os hemos anunciado, sea anatema.
Gál 1:9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente
evangelio del que habéis recibido, sea anatema.

Ser valiente para hablar la palabra de Dios es solo el comienzo la prueba. El


profeta joven al igual que Yeshúa, no tuvo temor de hablar delante del Rey
mismo quien enojado ordenó que lo atraparan, pero su mano se secó y
entendió el mensaje de Dios.

El problema vino después, un viejo profeta vino a decirle que él también


había recibido palabra de Dios, la biblia dice que él le mentía.

Los saduceos también se acercaron a Yeshúa con mentiras, cuando


preguntaron sobre la resurrección, ellos ni siquiera creían en la resurrección.

Mar 12:26 Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés
cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el
Dios de Jacob?
Mar 12:27 Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos; así que vosotros mucho erráis.

Yeshúa supo darse cuenta de que estos eran viejos profetas, errados en su
doctrina y forma de vida y, aunque respondió su pregunta, les dejó claro su
error.

Pidamos a Dios sabiduría para poder ser guiados por su palabra y poder
darnos cuenta cuando un viejo profeta intenta sacarnos del camino, que
podamos creer la palabra de Dios, hasta las últimas consecuencias, el
enemigo no se cansará hasta hacernos resbalar.

Recuerde: “mas el que persevera hasta el fin ese será salvo”

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