Montero Cap 8
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La problematización: procedimientos
El concepto de problematización
ejemplo de la llamada
telefónica
ba" y las "pasa", o no, a los actores, según el momento y el
tema de la representación.
Tales representaciones son de corta duración. No duran
más de media hora. Y suelen ir seguidas de un receso corto y
luego de una discusión sobre lo visto, sentido, recordado y
opinado, reflexionando sobre la situación y analizando las
relaciones y situaciones allí presentadas en comparación con
las vividas.
Ejercicios como éstos pueden ser creados por agentes
externos e internos, trabajando en colaboración, siempre en
función de los problemas concretos sufridos por la co-
munidad. Pero si las dramatizaciones no entusiasman a esos
agentes, entonces puede usarse una técnica como la que Vela
(1992, pág. 57) sugiere para la exploración de "la mentalidad
que sobre un determinado tema tienen los miembros de un
grupo", empleando el procedimiento con alguna variación,
para generar discusiones problematiza-doras. En dicha
técnica se preparan las preguntas proble-matizadoras, que
versarán todas sobre una misma situación o problema, ya
que la mezcla de problemas puede restarle utilidad a la
discusión debido a que habrá que saltar de un problema a
otro, sin profundizar en ninguno. Cada pregunta se coloca en
una tarjeta separada y con todas ellas se hacen mazos como
los de una baraja (tantos como participantes haya, de modo
que todos lean las mismas preguntas) que se reparten entre
los participantes, quienes tendrán un tiempo para leerlas y
pensar en ellas. Ese lapso debe ajustarse al tiempo total del
cual se dispone para la sesión. Sin embargo, se debe tener en
cuenta que si no se leen las consignas con atención, se puede
viciar la actividad desde el comienzo e impedir la reflexión
posterior, debido a la falta de comprensión o de atención en
relación con lo escrito. Según el número de tarjetas que se
repartan y de la comprensión lectora de los participantes,
entre 15 y 20 minutos podrían ser suficientes. Pero es la
actitud de los participantes la que señalará si es
tiempo de pasar a la siguiente actividad o si se necesita dar
más tiempo a esta parte del procedimiento.
Luego se hacen dos pilas de tarjetas: una en la que cada
participante coloca aquellas cuyo contenido lo ha impactado,
o sobre el cual puede dar una respuesta. Y otra, en la cual
pone lo que menos lo ha impactado, o sobre lo que no puede
responder o no sabe qué hacer o decir.
A continuación se unen aquellas tarjetas en las que ha
habido coincidencias y se presentan y se discuten en grupo
las respuestas posibles, la explicación del impacto y las ra-
zones para no saber qué responder. Y lo mismo se hace con
las de menor impacto.
Para ello se sigue el procedimiento de la discusión re-
flexiva, que se desarrollará más adelante. Sólo mencionaré
que la función de quien facilite y coordine la sesión deberá
incluir nuevas preguntas problematizadoras en función de
las respuestas que se obtengan. El coordinador debe ser
insistente, observando las características que dichas pre-
guntas deben tener, además debe garantizar que todas las
participantes intervengan y, al final, resumir los aportes
problematizadores hechos por el grupo.
no supremacía de
POV.
gando más conocimiento impuesto que no ha sido
discutido.
• Como ya se dijo antes, los facilitadores/as tampoco
deben asumir tonos y gestos didácticos, protectores,
conmiserativos, magistrales. Es necesario partir del
hecho de que las personas tienen opiniones, conoci-
mientos y sentimientos sobre los cuales es necesario
trabajar. Pero ese trabajo es sólo facilitado desde fuera,
pues es su conciencia la que va a movilizarse y ése es
un trabajo que hace cada persona desde sí misma en
una situación grupal. Es decir, se da en sociedad, pero
a la vez individualmente, pues todo trabajo individual
es social y todo trabajo colectivo está hecho a partir de
una suma de individualidades.
• No olvidar que ésta es una técnica dialógica. Por lo
tanto, se trata de escuchar al otro y discutir con él.
• Frenar las necesidades individuales de facilitadores y
facilitadoras ante las necesidades de la comunidad que
son el centro de la discusión-reflexión (Montero,
1997).
no hay pre
preguntas.
La condición crítica de la pregunta problematizadora
Ejercicios problematizadores