Cultura Aymara

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Cultura Aymara

El concepto de aimara aparece definitivamente durante la colonia y, salvo raras


excepciones, no fue utilizado para identificar sociopolíticamente a ningún grupo
poblacional de esa zona de los Andes. Todas estas formaciones sociopolíticas, verdaderas
naciones durante los siglos xv y xvi (reinos aimaras), fueron agrupadas bajo la etiqueta
“Aymara”, para fines económicos, pero manteniéndose las nominaciones originarias para
describir, por ejemplo, las organizaciones políticas más relevantes de acuerdo a los
intereses económicos, eclesiásticos o administrativos territoriales fluctuantes de la
colonia.Los antecesores de los actuales aymaras nunca supieron que se llamaban así. Los
incas los llamaban collas, hasta que en 1559 Juan Polo de Ondegardo y Zárate los
denominó «aymaras» a partir de la información lingüística obtenida en el Collao de una
pequeña colonia de mitimaes quechuas pero que habían incorporado el lenguaje local y
que se denominaban aymaras y provenían de los alrededores de Cuzco. Así se llamó «en
español» al idioma, cuyo real nombre era jaqi aru (que significa “humanidad” y “lengua”,
respectivamente) y después le aplicaron ese nombre a quienes hablaban ese idioma,
quienes se llamaban a sí mismos jaqi.Los documentos tempranos de la colonia no dan
nombre propio al idioma, sino que los cronistas Cieza de León y Pedro Pizarro se refieren
a él como «lengua del Collao» y «lengua de los collas» respectivamente. En 1559, el
licenciado Juan Polo de Ondegardo, a la sazón corregidor del Cusco, escribe la relación De
los errores y supersticiones de los indios tras haber convocado una junta de «indios viejos
que habían quedado» (de la época inca) que le sirvieron de informadores. Por este medio,
Ondegardo tuvo conocimiento de un grupo de mitimaes (una etnia desplazada por el
estado) que era originario de la región cusqueña y que, en última instancia, había acabado
asimilando el habla aimaraica de su nuevo entorno.Tomando la parte por el todo, se
empezó a usar el nombre de la etnia trasplantada como nombre de todo el idioma, de
manera que en las publicaciones producidas por el. Concilio Limense (1584-85), que
incorporan también un extracto de la mencionada obra de Ondegardo.aparece por
primera vez la palabra «Aymara» explícitamente aplicada a la lsabios. Las naciones o
pueblos que ancestralmente hablan este idioma eran: Aullaga, Collagua, Cana, Canchi, Caranga,
Charca, Omasuyus, del aimara uma, ‘agua’ y suyu, ‘lado’; entonces significaría ‘los del lado del
agua’, Pacaje de pacajaki, paca, ‘águila’, y jaquis: ‘gente’; entonces significaría ‘los hombres
águila’, los Lupaca de lupijaki, Lupi, ‘sol’, y jaqui: ‘gente’; entonces significaría ‘los hombres del
sol’, Quillaca y los Kollas de Qulla, ‘sabio’ entonces significaría ‘los sabios.

A estos pueblos se les ha atribuido una única identidad con el nombre qullasuyu (también conocido
como Collasuyo) y conformaron una parte del Imperio inca.

Aymara, es un pueblo indígena originario de América del Sur, que habita la meseta andina del lago
Titicaca desde tiempos precolombinos, extendiéndose entre el noroeste de Argentina, el occidente
de Bolivia, el norte Grande de Chile y el sureste del Perú. Reciben el nombre de collas ,La historia
acerca del surgimiento u origen de la cultura Aymara es bastante compleja y han surgido diferentes
opiniones e hipótesis acerca de ello, inicialmente se creía que esta etnia sería descendiente de la
cultura Tiahuanaco, por parte de antropólogos e historiadores como Carlos Ponce Sanginés o Max
Uhle El cronista Reginaldo de Lizárraga describe al pueblo puquina, pero este cronista comete un
error de redacción al describir que el pueblo puquina sería próspero, agricultor y ganadero,
fundando así esta hipótesis, debido a que Tiahuanaco desarrolló el sector ganadero y agricultor,
pero otros cronistas como Guamán Poma de Ayala describirían que el pueblo de habla puquina era
muy pobre y con una carencia de vestidura, siendo esta una prueba de que Tiahuanaco no era de
habla puquina, ya que en su apogeo esta cultura desarrollaría una opulencia, tal como o
demuestran sus cerámicas, esculturas y textiles, destaca los trabajos de Max Uhle y demás autores
acerca de la expansión del Aymara en la cultura Tiahuanaco, también se indicaría la gran cantidad
de vocablos aymaras en las selvas bolivianas conquistadas por Tiahuanaco Restos arqueológicos
encontrados por Carlos Ponce Sanginés demuestran que Tiahuanaco habría sufrido una guerra,
guerra que derivaría en la desintegración del estado en pequeños estados regionales o señoríos
aymaras, tal como demuestra el asentamiento de Tiahuanaco en Caquiaviri (Capital del Señorío
Aymara Pacajes), que en el apogeo tiahuanacota habría tenido una población escasa, pero en el
ocaso de Tiahuanaco, habría multiplicado en relevancia y población. Ponce aplicó el método de
datación de carbono 14 restos de cerámica descubierta en sus excavaciones y estableció la
cronología de la vida de Tiahuanaco, desde que era una aldea hasta su caída como Imperio debido a
guerras internas y a una devastadora sequía. Los patrones de asentamiento, investigados por
Jordán Albarracín, del período post-tiwanaku, indican una migración de los tiwanakotas a sus
asentamientos cercanos, posteriormente esto fue reafirmado por Alan Kolata en un estudio
arqueológico, realizado en 2003, reveló piezas cerámicas, correspondientes a los señoríos aymaras,
con una clara estilística tiwanakota, y sin influencias externas, posteriormente esta cerámica
pasaría un periodo de transición cerámica.

Desaparecido el Estado tiwanaku, la región quedó fragmentada en etnias aimaras. Estos aymaras
se caracterizan por sus necrópolis compuestas por tumbas en forma de torres-chullpas. Existen
también algunas fortalezas denominadas pucarás. En las últimas décadas, se tuvo un animado
debate sobre los orígenes del Aymara, desde tres posiciones teóricas. En tanto que Alfredo Torero
(1972) y sus seguidores vieron un origen de esta lengua en la parte central del Perú, y por tanto la
expansión del aymara desde allí, Teresa Gilbert (1987) y otros, en base a algunos cronistas,
plantearon un origen desde el sur (desde la región de Copiapó), con una expansión al norte, en
tanto que Lucy Briggs (1994) percibió un patrón de expansión desde el núcleo de Tiwanaku. Por
otro lado, según Cieza de León, los aymaras son procedentes de Coquimbo, un valle del Norte
Chico de Chile, John Hyslop demuestra la importancia de un sitio altiplánico llamado Coquimbo
como capital lupaca y necrópolis de sus mallkus. Es decir, la ola Aymara que penetra en el
Urcosuyo viene de mucho más al sur de lo que pretende Torero

Aymara son las personas indígenas (nativas) que viven en el altiplano (llanuras altas) de la
Cordillera de los Andes de Bolivia. Bolivia tiene la mayor proporción de pueblos indígenas de
cualquier país de América del Sur. También es el país más pobre del continente

Características Aymara
Una característica importante de la cultura aymara es la obligación social de ayudar a otros
miembros de la comunidad. El intercambio de trabajo y la ayuda mutua desempeñan un papel
básico dentro de un ayllu o comunidad. Tales intercambios ocurren cuando se requiere más trabajo
de lo que una familia puede proporcionar.

Un campesino Aymara podría pedir ayuda a un vecino para construir una casa, cavar una acequia
o cosechar un campo. A cambio, se espera que él o ella devuelva el favor donando el mismo número
de días de trabajo al vecino.

Cultura
Los aymaras tienen una rica tradición musical. Aunque hay una clara influencia española, las
principales influencias musicales se remontan a los antepasados preincaicos. Tambores y flautas se
presentan en festivales y celebraciones. Las flautas (zampoñas) y el cuerno pututu, hecho de un
cuerno de vaca vaciado, son instrumentos tradicionales que aún se tocan. Los violines y tambores
hechos en casa también son comunes. (Ver Artículo: Xinca)

Las danzas tradicionales se han transmitido de generación en generación. Muchos bailes presentan
máscaras y disfraces grandes y brillantes. Algunas danzas representan y parodian a los
colonizadores españoles. El “baile del viejo hombre”, por ejemplo, presenta a un noble español
encorvado con un gran sombrero de copa. El bailarín imita de manera cómica los gestos y gestos de
los antiguos caballeros españoles.

Arte
Desempeña un papel en la preservación del patrimonio cultural de la nación. Bolivia tiene una
distinguida tradición en literatura (especialmente novela y cuento), una tradición oral popular y, en
menor medida, artes gráficas y escénicas textil y tejidos.

Lengua
El idioma aymara, originalmente llamado jaqi aru (el idioma de las personas), sigue siendo el
idioma principal en los Andes bolivianos y en el sureste de Perú. En las áreas rurales, uno
encuentra que el idioma Aymara es predominante. En las ciudades y pueblos, los aymaras son
bilingües, hablan tanto español como Aymara. Algunos son incluso trilingües, en español, Aymara y
quechua, en regiones donde predominan los incas. Los aymaras valoran mucho si el hablante vio o
no los eventos descritos. La cultura Aymara implica una gran diferencia entre “visible / invisible” y
“conocido / desconocido”, resaltando siempre esa diferencia.

Costumbres
Los aymaras celebran las mismas vacaciones que otros bolivianos: las fiestas cívicas como el Día de
la Independencia y las religiosas como la Navidad y la Pascua. Otra fiesta importante es Día del
Indio, el 2 de agosto, que conmemora su patrimonio cultural.

Los aymaras también celebran el Carnaval. El Carnaval es un festival que se celebra justo antes de
que comience la Cuaresma. Es ampliamente celebrado en toda Sudamérica. Bailar a tambores y
flautas acompaña a una celebración de una semana. También es importante el festival Alasitas, que
presenta al dios de la buena suerte. La mayoría de los hogares tienen una figura de cerámica del
espíritu de la buena suerte, conocida como Ekeko. Se cree que este espíritu trae prosperidad y
otorga deseos. La muñeca es una figura redonda y regordeta, que lleva réplicas en miniatura de
artículos para el hogar, como utensilios de cocina y bolsas de comida y dinero.

Organización Social
La unidad social central del Aymara es la familia extendida. Por lo general, una familia incluirá a
padres, hijos solteros y abuelos en una casa o en un pequeño grupo de casas. Las familias grandes
con hasta siete u ocho niños son comunes.

Existe una división aguda del trabajo dentro de un hogar aymara, pero el trabajo de las mujeres no
necesariamente se considera menos valioso. La siembra, en particular, es un trabajo de mujeres
muy respetado.

Problemas Sociales
Con el acceso a la educación, los aymaras han comenzado a participar más plenamente en la vida
moderna del país. Sin embargo, todavía existen barreras serias de clase y raza, y
desafortunadamente, muchos aymaras siguen viviendo en la pobreza en las áreas rurales. Un gran
número se traslada a las ciudades, donde la vida se vuelve aún más difícil para ellos de muchas
maneras.Control social en el sistema aymara flexible e idealmente igualitario ha dado lugar a
relativamente pocas reglas y tabúes y, en consecuencia, a un bajo grado de control social. En caso
de conflicto personal, se usan las formas comunes de control social: chismes y ostracismo (por
ejemplo, en la forma de exclusión de bailar, beber y comer con el grupo de fiesta bien delimitado).

Las disputas individuales y familiares, a menudo sobre la tierra o la herencia, fueron resueltas por
el jilaqata, quien también arbitró en conflictos entre ayllus. En la organización actual, los conflictos
se resuelven en las reuniones de la asamblea, o si no se pueden resolver, se refieren a las
autoridades centrales.

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