Introducción de La Carta A Los Gálatas
Introducción de La Carta A Los Gálatas
Introducción de La Carta A Los Gálatas
Introducción
¿Quiénes eran los Gálatas? Este apelativo, tan poco preciso, tal vez indique a las
comunidades de Pisidia evangelizadas por Pablo en su primera misión (H 13,22; 14,25;
16,1-3); o tal vez podría tratarse de otras comunidades que Pablo habría fundado más
al norte, en la antigua Galacia, durante su segunda misión (H 16,6; 18,23).
Pablo escribe porque la comunidad está en peligro. Es algo extraño: no hace alusión a
escándalos, ni a un relajamiento, ni a conflictos de autoridad, como ocurrió en Corinto.
Había seguramente tensiones y dudas, ya que algunos se propasaban y querían volver
a valorizar las prácticas judías. Sin embargo y según parece, ni los promotores de esa
vuelta a la Ley, ni los que se les oponían, podrían haber esperado una advertencia
semejante de Pablo. Pero su intención iba más lejos que ellos: los fieles piden de
nuevo prácticas religiosas porque no han comprendido o porque han olvidado que ser
cristiano no es ante todo practicar una religión, sino más bien vivir la fe.
El descubrimiento del Evangelio había sido para los Gálatas un baño de libertad. Los
que eran judíos habían escapado así de la tiranía de las prácticas que marcaban toda la
existencia. Los que eran griegos (y paganos) se habían liberado de una visión fatalista
del mundo y de los prejuicios de su sociedad; ahí también la liberación se había hecho
en la forma más radical. Mas, ¿eran capaces de seguir a Pablo cuando les participaba
su propia experiencia? ¿Habían descubierto que Cristo es lo suficientemente grande
como para llenar la existencia y que el Espíritu dirige mucho mejor que las
obligaciones religiosas?
Durante un tiempo los Gálatas habían vivido lo mismo que vivía Pablo, pero era difícil
que la comunidad se mantuviera en una línea tan nueva. Transcurrido el momento del
primer entusiasmo, la gran mayoría de estos nuevos cristianos sintió la necesidad de
reglas y prácticas. Tenían fe en Cristo, pero era demasiado pedirles que fueran todos
«espirituales».
Además había allí gente que ofrecía una respuesta. Eran tal vez cristianos de origen
judío que sabían lo bueno que es tener una ley. Aspiraban, por supuesto, a tomar la
dirección de la comunidad, pero el capítulo 6 de esta carta nos da a entender que no
eran totalmente desinteresados, ya que la vuelta a las prácticas judías les abría todas
las puertas de la comunidad judía. Existía una solidaridad muy fuerte entre los judíos
en un mundo que les era habitualmente hostil, y juntarse con ellos procuraba una
seguridad real. Algunos prefe rían esta seguridad a la aventura de la fe y los riesgos
que las comunidades cristianas enfrentaban en aquel tiempo.
La respuesta de Pablo es severa, y tal vez nos parecerá muy parcial y negativa con
respecto a las prácticas religiosas —pero es palabra de Dios—. Dar demasiado crédito
a las reglas y prácticas de una religión es encerrarse en un sistema, en un orden en el
que se espera, aún sin decirlo, la recompensa por las buenas acciones. La fe, por el
contrario, significa entregarse a Dios y a su misterio, tan temible como la cruz que es
su símbolo.
Todo esto nos indica que esta carta a los Gálatas tiene hoy gran actualidad, pues son
muchas las personas que andan en busca de certidumbres. Por otra parte, en la
medida en que la Iglesia deba atender a muchos fieles que sólo tienen una limitada
experiencia de la vida en el Espíritu, tiene siempre cierta obligación de ponerse a su
nivel con ritos, preceptos y autoridades. Debe pues mantener clara o recuperar la
conciencia de su identidad y al mismo tiempo redescubrir la vida por la fe.
1 Quiénes eran
2 Concilio de Jerusalén (50 o 51 d.C.)
3 El Incidente en Antioquía
4 Los Judaizantes en otras Iglesias
5 Historia Final
Quiénes eran
(Del griego Ioudaizo, adoptar costumbres judías ---Ester 8,17; Gál. 2,14).
Bajo tales condiciones, era fácil prever que la admisión de los gentiles debía provocar
una crisis, lo cual aclararía la situación. Cuando los hermanos en Jerusalén, entre los
cuales probablemente ya había conversos de la secta de los fariseos, se enteraron de
que Pedro había admitido a Cornelio y su casa al bautismo sin someterlos a
la circuncisión, le reconvinieron en voz alta ( Hch. 11,1-3). La causa asignada a sus
quejas es que él "había ido a los hombres no circuncidados y había comido con ellos",
pero la razón subyacente era que había pasado por alto la circuncisión. Sin embargo,
como el caso era uno excepcional, en el que se manifestaba la voluntad de Dios por
circunstancias milagrosas, Pedro encontró pocas dificultades para calmar la
insatisfacción (Hch. 11,4-18). Pero las nuevas conversiones pronto dieron lugar a
problemas mucho más graves, que durante un tiempo amenazaron con producir
un cisma en la Iglesia.
El decreto leía como sigue: “Habiendo sabido que algunos de entre nosotros, sin
mandato nuestro, os han perturbado con sus palabras, trastornando vuestros ánimos, …
Que hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas que éstas
indispensables: abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de los animales
estrangulados y de la impureza [lo que probablemente significaba
los matrimonios dentro de ciertos grados de parentela]. Haréis bien en guardaros de
estas cosas” (Hch. 15,5-29). Se impusieron estas cuatro prohibiciones en aras de
la caridad y la unión. A medida que prohibían prácticas que eran tenidas en
especial aversión por todos los judíos, su observancia era necesaria para
evitar escandalizar a los hermanos judíos y para hacer posible las relaciones libres entre
las dos clases de cristianos. Esto es lo esencial de la algo oscura razón que Santiago
adujo a favor de su propuesta: "porque desde tiempos antiguos Moisés tiene en cada
ciudad sus predicadores y es leído cada sábado en las sinagogas» (Hch. 15,21). Las
cuatro cosas prohibidas están severamente prohibidos en los capítulos 17 y 18 del Lev.,
no sólo a los israelitas, sino también a los gentiles que viven entre ellos. Por lo tanto, los
cristianos judíos que escucharan estos mandatos leídos en las sinagogas, se
escandalizarían si no fuesen observados por sus hermanos gentiles. Por el decreto de
los apóstoles se ganó la causa de la libertad cristiana contra los rigurosos judaizantes, y
se suavizó el camino para la conversión de las naciones. La victoria fue enfatizada por
la negativa de San Pablo de permitir que Tito fuera circuncidado, incluso como una
concesión pura a los extremistas (Gál. 2,2-5).
El Incidente en Antioquía
La decisión de Jerusalén concernía sólo a los gentiles, ya que la única cuestión ante
el concilio era si se le debía imponer a los gentiles la circuncisión y la observancia de
la ley mosaica. Nada se decidió respecto de la observancia de la ley por los judíos; Aun
así, estaban implícitamente y en principio liberados de sus obligaciones. Pues si las
observancias legales no eran necesarias para la salvación, el judío no estaba más
obligado a ellas que el gentil. Tampoco se decidió nada explícitamente en cuanto a las
relaciones que debían existir entre los judíos y los gentiles. Tal decisión no era exigida
por las circunstancias, ya que en Antioquía las dos clases vivían juntas en armonía
antes de la llegada de los corruptores. Los judíos de la dispersión eran menos
escrupulosos que los de Palestina, y muy probablemente se había llegado a algún tipo
de acuerdo mediante el cual los cristianos judíos podían comer sin escrúpulos con sus
hermanos gentiles en el ágape.
A su llegada a Pedro, que hasta ese momento había comido con los gentiles, "se le vio
recatarse y separarse por temor de los circuncisos” (Gál. 2,12), y con su ejemplo atrajo
hacia sí no sólo a los otros judíos, sino incluso a Bernabé, compañero de labores
de Pablo. En previsión de las consecuencias de dicha conducta, Pablo le reprendió
públicamente, porque "no procedían con rectitud, según la verdad del Evangelio". “Si tú,
siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿cómo fuerzas a los gentiles a
judaizarse?” (Gál. 2,14-15). Baur y su escuela le han dado mucha importancia a este
incidente como muestra de la existencia de dos formas primitivas de cristianismo: el
petrismo y el paulinismo, en guerra entre sí. Pero cualquiera que mire los hechos sin
teoría preconcebida, debe ver que entre Pedro y Pablo no hubo diferencias en los
principios, sino simplemente una diferencia en cuanto a la conducta práctica a seguirse
en las circunstancias. Como expresa felizmente Tertuliano: Conversationis fuit vitium no
praedicationis. La conducta de Pedro en el momento de la conversión de Cornelio, la
posición que tomó en el concilio de Jerusalén y su forma de vida antes de la llegada de
los judaizantes demuestran que los principios de Pedro eran los mismos que los de
Pablo. Pablo, por el contrario, no sólo no se opuso a la observancia de la ley mosaica,
en la medida en que no interfiriera con la libertad de los gentiles, sino que se ajustaba a
sus mandatos cuando la ocasión lo requería (1 Cor. 9,20). Así que poco después
que circuncidó a Timoteo (Hch. 16,1-3), y estaba en el mismo acto de observar el ritual
mosaico, cuando fue arrestado en Jerusalén (Hch. 21,26 ss.).
La diferencia entre ellos era que Pedro, recién llegado de Jerusalén, sólo pensaba en no
herir la susceptibilidad de los zelotes allí, y por lo tanto fue inducido a un curso de
acción aparentemente en contradicción con su propia enseñanza y calculado para
promover los designios de los judaizantes; mientras que Pablo, no preocupado con tal
consideración y con más experiencia entre los gentiles, tuvo una visión más amplia y
más verdadera del asunto. Vio que el ejemplo de Pedro promovería el movimiento a
evitar relaciones estrechas con los gentiles, que era sólo una forma indirecta de
forzarlos a adoptar las costumbres judías sobre ellos. También vio que si se llevaba a
cabo una política de este tipo, se debía abandonar la esperanza de convertir a los
gentiles. De ahí su audaz y enérgica acción. El relato que hace San Pedro del incidente
no deja ninguna duda de que San Pedro vio la justicia del reproche. (La gran mayoría de
los comentaristas toman el relato anterior de Gál. 2,1-10 como que se refiere
al concilio de Jerusalén, y el incidente de Antioquía se coloca consecuentemente
después del concilio. Sin embargo, algunos pocos intérpretes refieren Gál. 2,1-10 a la
época del viaje de San Pablo mencionado en Hch. 11,28-30 [44 d.C.], y colocan la
disputa en Antioquía antes del concilio.)
Los Judaizantes en otras Iglesias
Después de los acontecimientos que preceden los judaizantes no pudieron hacer mucho
daño en Siria, pero podían llevar su agitación a las iglesias distantes fundadas por San
Pablo, donde los hechos eran poco conocidos; y esto fue lo que intentaron hacer. Las
dos Epístolas a los Corintios dan buenas razones para creer que pusieron manos a la
obra en Corinto. El partido, o más bien facción, de Cefas (1 Cor. 1,12) muy
probablemente consistía de judaizantes. Sin embargo, no parecen haber ido más allá de
menospreciar la autoridad y la persona de San Pablo, y sembrar desconfianza hacia él
(cf. 1 Cor. 9,1-5; 2 Cor. 1,17-20; 10,10-13; 11,5-12; 12,11 -12). Pues mientras que él
tiene mucho que decir en su propia defensa, no ataca los puntos de vista de los
judaizantes, como sin duda lo habría hecho si ellos hubiesen predicado abiertamente.
Sus dos cartas y su posterior visita a Corinto ponen fin a las maquinaciones del partido.
En el ínterin (suponiendo que la Epístola a los Gálatas haya sido escrito poco después
de las dos a los corintios, como probablemente ocurrió) los emisarios judaizantes
habían penetrado a las iglesias de Galacia, importa poco aquí si a las del norte o las del
sur (vea Epístola a los Gálatas, y con sus hábiles maniobras casi habían logrado
persuadir a los gálatas, o por lo menos a muchos de ellos, a aceptar la circuncisión. Al
igual que en Corinto, atacaron la autoridad y la persona de San Pablo. Él era sólo
un apóstol secundario, subordinado a los Doce, de quienes había recibido su instrucción
en la fe y de quienes poseía su misión. A su enseñanza opusieron la práctica y
enseñanza de las columnas de la Iglesia, de los que habían conversado con
el Señor (Gál. 2,2 ss.). Él era un oportunista, que cambiaba su enseñanza y conducta
de acuerdo a las circunstancias, con miras a congraciarse con los hombres (Gál. 1,10;
5,11). Ellos argumentaban que la circuncisión había sido instituida como un signo de
una alianza eterna entre Dios e Israel: si los gálatas entonces deseaban tener una
participación en esta alianza, con sus bendiciones, si deseaban ser cristianos en el
pleno sentido del término, debían aceptar la circuncisión (Gál. 3,3 ss.; 5,2). Sin embargo
ellos no insistían, al parecer, en la observancia de toda la Ley (5,3). Al conocer la noticia
de la amenazada defección de las iglesias que había fundado a tal costo para sí mismo,
San Pablo apresuradamente redactó la vigorosa Epístola a los Gálatas, en las que se
enfrenta paso a paso a las acusaciones y los argumentos de sus oponentes, y usa
todos sus poderes de persuasión para inducir a sus neófitos a permanecer firmes y a no
ser sometidos de nuevo bajo el yugo de servidumbre. La carta, por lo que sabemos,
produjo el efecto deseado.
A pesar de su parecido con la Epístola a los Gálatas, la Epístola a los Romanos no es,
como se ha afirmado, un escrito polémico dirigido contra el partido judaizante en Roma.
El tono general de la Epístola muestra esto (cf. en particular, 1,5-8.11-12; 15,14; 16,19).
Si se refiere a los cristianos judíos de Roma, es sólo para exhortar a los gentiles a
llevarse con estos hermanos débiles y a evitar cualquier cosa que
pudiera escandalizarlos (14,1-23). No habría mostrado tal tolerancia hacia los
judaizantes, ni hubiese hablado de ellos en tonos tan suaves. Su objetivo al tratamiento
sobre la inutilidad de la circuncisión y las observancias legales era advertir y prevenir a
los romanos contra los perturbadores judaizantes, en caso de que ellos llegasen a la
capital, según tenía razones para temer (Rom. 16,17-18).
Historia Final
Con la desaparición de la comunidad judeocristiana de Jerusalén en el momento de la
rebelión (67-70 d.C.), el asunto sobre la circuncisión y la observancia de la Ley dejó de
ser de alguna importancia en la Iglesia, y pronto se convirtió en un asunto muerto. A
principios del siglo II San Ignacio de Antioquía, es cierto, todavía advierte contra los
judaizantes (Magnes, X, 3; VIII, 1; Philad, VI, 1), pero el peligro era probablemente más
un recuerdo que una realidad. Durante la rebelión la masa de los cristianos judíos de
Palestina se retiraron al otro lado del Jordán, donde perdieron poco a poco contacto con
los gentiles y en el transcurso del tiempo, se dividieron en varias sectas. San
Justino (alrededor de 140) distingue dos tipos de cristianos judíos: los que observan
la ley de Moisés, pero que no requieren que otros la observen ---podían tener comunión
con estos, aunque en esto todos sus contemporáneos no estaban de acuerdo con él--- y
los que creen que la ley mosaica era obligatoria para todos, a quienes
considera herejes (Dial Cum Tryph, 47).
Todos hemos sentido la horrible opresión del lazo del temor al hombre. Puede ser que
evites comentar acerca de temas controversiales pero importantes para que nadie se ofenda.
Tal vez digas siempre “sí” a cualquier petición para complacer a todos. O quizá dejas de
comer con tus hermanos cuando llega alguien con quien quieres quedar bien.
En medio de su apasionada epístola a los gálatas, Pablo nos narra la fuerte confrontación
que tuvo con Pedro en Antioquía (Gál. 2:11-21).
En las palabras de Pablo, Pedro “era digno de ser censurado” (v. 11). Describió su manera
de comportarse como “hipocresía” (v. 13) y estableció que el apóstol de la circuncisión no
andaba “con rectitud en cuanto a la verdad del evangelio” (v. 14).
Pedro estaba de visita en Antioquía, la ciudad donde se fundó la primera iglesia gentil.1 Al
principio todo iba muy bien; Pedro disfrutaba de comer junto a los cristianos gentiles. Sin
embargo, cuando varios judíos llegaron al lugar, el apóstol empezó a retraerse y apartarse.
Como si esto fuera poco, Pedro no hacía esto solo. En su hipocresía arrastró a varios judíos
más, incluyendo a Bernabé, compañero cercano de Pablo.
Pedro sabía que compartir los alimentos con sus hermanos gentiles –cristianos convertidos
del paganismo– no tenía absolutamente nada de malo. De hecho, él mismo ya había
enseñado acerca de esto (Hch. 10:28; 11:03). En el contexto de la situación, el acto
aparentemente inocente de dejar de comer con los gentiles hacía ver como si Pedro
estuviera respaldando la enseñanza de los juidaizantes, quienes enseñaban que los cristianos
tenían que vivir conforme a las costumbres judías (especialmente la circuncisión) para ser
salvos.
Pero Pablo tenía muy claro cuál era la verdad al respecto: “No hago nula la gracia de Dios,
porque si la justicia viene por medio de la Ley, entonces Cristo murió en vano” (Gál. 2:21).
El apóstol sabía que esta idea no sería atractiva para aquellos que andan conforme a su
propia sabiduría; aquellos que quieren salvarse a sí mismos. Para Pablo, los días de buscar
ganarse la aprobación de los demás a través de sus méritos humanos habían quedado atrás
(Fil. 3:3-8). Uno no puede ser siervo de Cristo y temer al hombre al mismo tiempo.
“¿Busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O me esfuerzo por agradar a los
hombres? Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de
Cristo”, Gálatas 1:10.
Pablo estaba firme en el evangelio de Jesús. Gracias a lo que Cristo hizo en la cruz, él podía
ser libre de la hipocresía. Él sabía que la verdadera intención de los celosos de la
circuncisión era solo evitar la persecución. A final de cuentas, aunque ellos cumplieran ese
aspecto de la ley, jamás podrían cumplir con el resto de ella a la perfección (Gál. 6:12-13).
Eso solo lo hizo Cristo, y su justicia ahora es la nuestra.
Pedro tuvo miedo y rechazó a sus hermanos por temor al hombre. Su afán por agradar a
quienes lo observaban lo llevó a la hipocresía y a arrastrar a otros en su pecado. Fue
necesario que Pablo condenara públicamente esta conducta, que negaba el evangelio que
nos ha sido confiado. Como el resto del Nuevo Testamento evidencia, Pedro aceptó la
corrección y su confianza en el Señor fue renovada.
En Cristo, el lazo del temor al hombre ha sido desatado. Ahora podemos buscar agradar a
Dios, no para quedar bien con los que están a nuestro alrededor, sino para amarles como
Dios nos amó a nosotros primero.
a. Si alguno fuere sorprendido en alguna falta: Pablo reconoce que puede
haber entre los cristianos de Galacia, que hayan sido sorprendidos en
algunatransgresión. Pablo no parece excluir a los que sorprendieron de los
hermanos, sin embargo, no debe permanecer en el lugar de donde
fue sorprendido.
i. La Redacción de Pablo aquí no se habla de un determinado, templado, pecador.
En cambio, la idea es la de alguien que ha caído en el pecado, encontrándose
ellos mismos atrapados en un lugar que nunca pensaron que
estarían. Sorprendidos “contiene la idea de caer. No es deliberado, la planeación,
aspecto de pecado que se destacó aquí, sino más bien el elemento inconsciente.
Error en lugar de fechoría es la fuerza de la palabra, pero sin la absolución de la
responsabilidad. “(Ridderbos, citado en Morris)
ii. “Si sopesamos cuidadosamente las palabras del Apóstol se percibe que él no
habla de los fallos y errores doctrinales, sino de fallos mucho menores por el cual
una persona es sorprendida por la debilidad de su carne. Esto explica por qué el
Apóstol elige el término más suave ‘culpa’. Para minimizar la ofensa aún más,
como si quisiera excusarse por completo y tomar toda la culpa lejos de la persona
que ha cometido la falta, El habla de él como de haber sido “sorprendido”,
seducido por el diablo y por la carne… Esta frase reconfortante a la vez me salvó
la vida. “(Lutero)
iii. La influencia de los legalistas entre los Gálatas hizo esta advertencia necesaria:
“Nada revela la maldad del legalismo mejor que la forma en que los legalistas
tratan a los que han pecado.” (Wiersbe)
Llevar las cargas de otros, y cumplid así la ley de Cristo. Porque si alguno se
cree ser algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo. Pero que cada uno
examine su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse en sí mismo,
y no en otro. Para cada uno llevará su propia carga.
a. Llevar las cargas unos de los otros: Cuando Pablo nos lleva a la idea de
alguien sorprendido en alguna falta, se pinta la imagen de una persona
hundidabajo una carga pesada. Ahora, se expande la idea de alentar a todos los
cristianos a llevarlas cargas los unos de los otros.
i. El enfoque no está en “esperar que otros llevensus cargas.” Eso es auto-
centrado, y siempre conduce a la soberbia, la frustración, el desaliento y la
depresión. En cambio, Dios siempre nos dirige a estar en otros enfocados, y dice,
“soporten las cargas de otros.”
ii. Se trata de un simple mandato para obedecer. Busque un hermano o una
hermana con una carga, y ayúdelo con él. No es complicado, y no hace falta tomar
un gran programa o la infraestructura para hacerlo. Sólo tiene que buscar una
carga para soportar y aguantar!
iii. “Si podemos pasar por alto nuestros propios defectos y malas acciones,
debemos pasar por alto los defectos de los demás de acuerdo con las palabras:”
Sobrellevad los unos las cargas de los otros. ‘”(Lutero)
iv. “Observe la suposición que se encuentra detrás de este mandato, es decir, que
todos tenemos cargas y que Dios no quiere decir que nos llevamos en paz.” (Stott)
b. Y cumplid así la ley de Cristo: Como llevamos las cargas los unos delos
otros, estamos cumpliendo con la simple ley de Cristo: Un mandamiento nuevo
os doy: que os améis unos a otros, como yo os he amado, que también os améis
unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor
los unos a los otros (Juan 13:34-35).
i. A través de toda esta carta, Pablo ha luchado contra los legalistas entre los
cristianos de Galacia. Aquí, dispara otro golpe. Pablo esencialmente dice,
“¿Quieres cumplir la ley? Grandioso. Aquí está su ley a cumplir. Tenga cargas
de los otros y asícumpliréis la ley de Cristo. “
ii. “Así que Pablo puede decir a ellos, en efecto, que, en lugar de imponer la ley
como una carga para los demás, y no deben levantar sus cargas y cumplid así la
ley de Cristo.” (Stott)
c. Si alguien cree ser algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo: ¿Qué nos
impedirá tener cargas de otros y el cumplir la ley de Cristo? El orgullo, que es
cuando alguien cree ser algo, no siendo nada. A menudo es el orgullo que nos
impide ministrar unos a otros como deberíamos.
i. Más que nada, el orgullo es auto-focus. El orgullo no dice necesariamente, “yo
soy mejor que tú.” El Orgullo simplemente dice “yo soy más importante que tú, así
que me merezco más de mi propia atención y el amor que tú.” En cambio, la
humildad bíblica nos dice, “no soy más que tú pero tú eres algo. Permítanme
encargarme de sus cargas y necesidades”.
ii. Cuando alguien cree ser algo, no siendo nada, sino que también reprime el
ministerio de otra manera. La gente, por orgullo, se niega a recibir ayuda cuando
alguien se acerca a ayudar a soportar la carga.
iii. Es importante entender que Pablo escribe a cada cristiano cuando dice, “el no
es nada.” En el sentido que Pablo usa aquí la idea, no es que algunos cristianos
son algo, y los demás no son nada, y el problema es que los vagos creen que son
uno de los tantos. En cambio, Pablo escribe con la misma idea detrás
de Filipenses 2:3b-4: En humildad, estimando cada uno a los demás como
superiores a sí mismo. Que cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses
sino también por los intereses de los demás. Si estima que por encima de mí, y
me estima por encima de ti, algo maravilloso sucede: tenemos una comunidad
donde todo el mundo se levantó para, y nadie se mira hacia abajo!
iv. “El significado es más general y por lo tanto debe ser expresado así:” Dado que
todos los hombres no son nada, el que desea que aparezca algo y se convence a
sí mismo de que es alguien se engaña a sí mismo. “(Calvin)
ii. Esto ayuda a explicar el mayor engaño de los más grandes engañadores –
Satanás mismo. Si había alguien que cree que esalgo, no siendo nada, era
Satanás antes y después de su caída. Y si hay alguien que engaña a
símismo, seguro que es Satanás – que trabaja en y en contra de Dios en el
autoengaño de que puede que algún día triunfará.
e. Pero que cada uno examine su propia obra: En lugar de engañarnos a
nosotros mismos, debemos tener un cuidado y un examen sobrio de nuestras
obras ante Dios. Si no lo hacemos, y si seguimos con nuestra auto-engaño,
entonces podemos pensar que nuestras obras son aprobadas delante de Dios,
cuando en realidad no lo son. Queremos tener nuestro trabajo aprobado delante
de Dios, para que nuestro gozo en el día de la recompensa pueda ser para
nuestro propio trabajo (cara a cara), y no en el trabajo de otro.
i. Hay otro aspecto de gloriarse en sí mismo. Significa tener alegría en tu
caminar con el Señor, en lugar de sentirte espiritual porque algunos a
su alrededor tal vez son sorprendidos en alguna falta.
f. A continuación, tendrá motivo de gloriarse en sí mismo, y no en otro tiene
una especial relevancia a los que predican y enseñan la Palabra de Dios. Nos
muestra que no podemos evaluarnos a nosotros mismos simplemente en lo que
los demás piensan o dicen de nosotros, si es bueno o malo.
i. “‘Vamos a ser un ministro fiel en su oficina,” es el mandamiento apostólico. ‘Que
no busca su propia gloria o buscar alabanza. Que el deseo de hacer un buen
trabajo y para predicar el Evangelio en toda su pureza. Si un mundo ingrato
aprecia sus esfuerzos es darle ninguna preocupación porque, después de todo, él
está en el ministerio no para su propia gloria, sino para la gloria de Cristo. “(Lutero)
ii. “Si tuviéramos que sentir que el éxito de nuestro ministerio dependía de nuestra
popularidad entre los hombres que iban a morir, porque no son populares. Por el
contrario, somos odiados por todo el mundo con amargura rara. Nadie nos alaba.
Todo el mundo nos critica a nosotros. Pero nos gloriamos en el Señor, y
atendemos nuestro trabajo con alegría. “(Lutero)
g. Para cada uno deberá llevar su propia carga: La Biblia habla de un día en el
que se examinarán las obras ante el Señor. Este es el tribunal de Cristo descrito
en Romanos 14:10 y 2 Corintios 5:10. En ese día, cada uno llevará su propia
carga.
i. No hay contradicción entre llevar las cargas de los otros (Gálatas 6:2) y cada
uno llevará su propia carga (Gálatas 6:5). En Gálatas 6:5, Pablo habla de
nuestra responsabilidad última ante Dios. En Gálatas 6:2, habla de la necesidad
de cuidar de otros en el cuerpo de Cristo.
ii. También hay una diferencia en la redacción que Pablo usa. La palabra para
la cargaen Gálatas 6:5 es un término común para la mochila de un hombre. La
palabra para la carga en Gálatas 6:2 es una palabra diferente que significa “cargas
pesadas” – aquellos que son algo más que un hombre debe llevar. Al final,
nosotros todos somos responsables de nuestro propio trabajo, pero podemos
ayudar a llevar las cargas de otros.
iii. ¿Significa esto que no tenemos ninguna responsabilidad hacia los demás? Por
supuesto que sí. “Pues aunque sean superiores deberán responder ante Dios por
los pecados de sus inferiores, sin embargo, no será adecuadamente por los
pecados de sus inferiores”, pero por sus propios pecados, en el descuido de
advertirles y reprenderles y para hacer lo que en ellos yacían y que les han
obstaculizado en sus acciones pecaminosas. “(Poole)
iii. Pasajes como este pueden ser incómodos para el predicador. Martín Lutero
escribió: “Estos pasajes están destinados a beneficiar a los ministros. Debo decir
que no encuentro mucho placer en la explicación de estos versos. Se me hace
aparecer como si yo hablo por mi propio beneficio. “Sin embargo, son importantes.
Consulte con lo que las grandes cartas que he escrito con mi propia mano!
ii. “La mayoría de los comentaristas consideran que utilizó grandes letras
deliberadamente, ya sea porque él estaba tratando a sus lectores como niños
(reprender a su inmadurez espiritual mediante el uso de la escritura del bebé) o
simplemente para dar énfasis… tanto como nos gustaría utilizar mayúsculas o
subrayado palabras de hoy. “(Stott)
2. (Gálatas 6:12-13) Una palabra final sobre los motivos de los legalistas entre los
Gálatas.
Todos los que quieren hacer un buen papel en la carne, éstos os obligan a
ser circuncidados, solamente para no padecer persecución por la cruz de
Cristo. Porque ni aun los que son circuncidados guardan la ley, mas ellos
desean haceros circuncidar para que puedan gloriarse en vuestra carne.
a. Todos los que quieren hacer un buen papel en la carne, éstos tratan de
obligar a circuncidarse: Pablo se refiere aquí a los cristianos legalistas entre los
Gálatas, y escribe con franqueza sobre sus motivos: para hacer un buen papel
en la carne. Ellos trabajaron para llevar a los cristianos de Galacia de un fondo
gentil bajo la circuncisión, ya que sería una buena actuación para ellos –
pero una buena actuación en la carne.
i. Los legalistas fingieron estar motivado por la preocupación de los que trataron
de llevar ante la ley. Pero Pablo vio su este engaño, y vio que su motivo era muy
egoísta, simplemente deseando el honor y la gloria de agradar en la carne.
Querían que los gálatas se circuncidaran para que pudieran llevar la presentación
de los gentiles como un testimonio de los logros. A pesar de que David se había
jactado en los doscientos prepucios de filisteos que había matado, por lo que
estos legalistas quería que la lealtad de estos gentiles principalmente como un
trofeo.
ii. Obligar es una palabra importante. No había nada malo con un gentil ser
circuncidado. Había de todo lo malo en que obliga a los gentiles a circuncidarse,
diciendo que no podía estar bien con Dios sin que sean objeto de la ley de Moisés.
b. Sólo que ellos no pueden padecer persecución por la cruz de Cristo: Más
allá de su propia gloria, su otro motivo era evitar la persecución por la cruz de
Cristo. Si estos legalistas habían dicho “Somos salvos únicamente por la obra de
la cruz de Cristo, y no por la obediencia de la ley,” habrían sido perseguidos.
Probablemente lapersecución habría venido de otros cristianos legalistas, o de
los que siguen en el judaísmo. Su falta de voluntad para pararse frente a esta
presión hace que se destaquen por falsas doctrinas.
i. También hay otra manera de considerar esto. Al alinear el cristianismo con el
judaísmo a través de enfatizar la circuncisión y la ley de Moisés, los hombres
pudieron escapar de la persecución de los romanos. “Para defender la circuncisión
era alinear el nuevo movimiento con el judaísmo, una religión que tenía sanción
oficial de Roma, por lo que evitar la persecución. Los predicadores Pablo se
oponían y pudo haber incluido la cruz en su proclamación, pero añadió la
necesidad de la circuncisión para evitar la persecución. “(Morris)
ii. Es una cuestión digna para nosotros: ¿Qué pecado o engaño es que estamos
atrapados y porque no queremos sufrir persecución por la cruz de Cristo?
iii. Los lectores originales de la carta a los hebreos estaban en el mismo tipo de
lugar (Hebreos 12:3-4). A través de su carta, el autor de hebreos les anima a
hacer un soporte para la obra terminada de Jesucristo, y muestra la superioridad
de la obra de Jesús a la antigua institución del judaísmo.
3. (Gálatas 6:14-15) Pablo escribe acerca de sus motivos.
iv. Cambio implícito de Pablo entre el motivo y los motivos de los legalistas nos
recuerda que todo legalismo, todos los intentos de obtener justicia o el favor de
Dios sobre la base de nuestras buenas obras es un rechazo fundamental de la
obra de Jesús en la cruz. No se puede confiar en sus propias obras, su propia
interpretación de la ley, y al mismo tiempo de gloria… en la cruz de nuestro
Señor Jesucristo.
b. Por quien el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo:
En Gálatas 5:24, Pablo escribió acerca de haber crucificado la carne con sus
pasiones y deseos. Ahora, con la carne en la cruz, sino que también pone el
mundo en la cruz, y se considera muerto para el mundo. El mundo no puede
tener ninguna influencia sobre si Pablo está muerto, y Pablo no puede responder a
ninguna influencia de ella si está muerto para el mundo.
i. El mundo, en el sentido que Pablo quiere decir aquí, no es la tierra global, ni es
la masa de la humanidad (que Dios mismo ama, Juan 3:16). En cambio, es la
comunidad de la humanidad pecadora que está unido en la rebelión contra Dios.
ii. No hay nada más mundano de tratar de hacer un buen papel en la carne.
Cuando vivimos para la gloria que viene de la fama, de la riqueza, del estado, o el
poder entre los hombres somos muy vivos al mundo y el mundo es muy vivo para
nosotros.
iv. “Vivir para servir a los hombres es una cosa, vivir para bendecirlos es otro, y
esto nos va a hacer, la ayuda de Dios, haciendo sacrificios para su bien. Pero
temer a los hombres, para pedir su permiso para pensar, para pedir a sus
instrucciones en cuanto a lo que vamos a hablar, y cómo vamos a decir – que es
una bajeza que no podemos consentir. Por la gracia de Dios, nos hemos
degradado tanto a nosotros mismos, y nunca lo haré. “(Spurgeon)
Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a
ellos, y al Israel de Dios.
a. Y a todos los que anden conforme a esta regla: Lightfoot en regla, la palabra
griega kanon: “El carpintero o línea del topógrafo mediante el cual se toma una
dirección.” Hay una regla para la vida cristiana, revelado por la Palabra de Dios.
Simplemente no lo inventamos sobre la marcha. Debemos medirnos de acuerdo
con esta regla.
b. La paz y misericordia sea a ellos, igual que Pablo estaba dispuesto a
pronunciar una maldición sobre aquellos que enseñaban doctrinas falsas (Gálatas
1:8-9), sino que también está dispuesto a dar una bendición a los que anden
conforme a estaregla. Estos son aquellos que son el verdadero Israel de Dios,
los descendientes de Abraham según la fe.
5. (Gálatas 6:17-18) Las últimas palabras.
a. Yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús: Pablo escribe como
alguien que ha sufrido por Jesús, y que lleva las marcas en su cuerpo. Después
de haber sufrido tanto, se puede decir que a partir de ahora en adelante nadie
me causemolestias, en el sentido de que es inútil para cualquier persona a
intentar, porque ya ha sufrido lo peor.
i. En 2 Corintios 11:23-25, Pablo describe su sufrimiento físico por causa de
Jesús. Lo que tuvo que soportar un montón suficiente para dejar
cicatrices, marcas del Señor Jesús.
ii. Algunos piensan “que nadie me cause molestias” es la manera de Pablo de
decir a los cristianos de Galacia: “No seré un problema para mí por seguir jugando
un poco con estas falsas doctrinas – He sufrido bastante.”
b. Las marcas del Señor Jesús: Algunos han pensado que Pablo habla aquí de
un fenómeno conocido como los estigmas. Se dice que son marcas en el cuerpo
similar a las heridas de Jesús, como heridas en las manos, pies, lado, o en la
cabeza como consecuencia de una identificación mística intensa con Jesús. Este
punto de vista se lee demasiado en las sencillas palabras del texto, ya menudo se
utilizan para justificar un misticismo poco saludable.
i. Las marcas del Señor Jesúsno son heridas similares a las heridas de Jesús,
sino que son marcas que identifican – o incluso “marca” – Pablo como un seguidor
de Jesús. En el mundo antiguo, los esclavos eran marcados con el nombre de su
maestro. “A menudo, un maestro calificado a sus esclavos con una marca que
mostraron que sean suyas. Lo más probable es lo que Pablo quiere decir es que
las cicatrices de las cosas que había sufrido por Cristo son las marcas que
muestran que él es un esclavo de Cristo. “(Barclay)
ii. La práctica de la marca también era conocida en la vida militar: “Se registran
casos de soldados que se marcan a sí mismos con el nombre de su general en
señal de su devoción absoluta a su causa.” (Rendall) Pablo dice que
sus marcas son sus “marcas” de lealtad.
iii. “Porque así como la guerra terrestre tiene su decoración con la que los
generales honor a la valentía de un soldado, por lo que Cristo nuestro líder tiene
sus propias marcas, de las cuales Él hace un buen uso en la decoración y honra a
algunos de sus seguidores. Estas marcas, sin embargo, son muy diferentes de los
demás, porque ellos tienen la naturaleza de la cruz, y ante los ojos del mundo que
son una vergüenza… pero ante Dios y los ángeles superan todos los honores del
mundo. “(Calvin)
c. Pablo puede desear nada más grande para los Gálatas que la graciadel
SeñorJesucristo sea con vuestro espíritu. Si esto es así, caminarán en una
relación de gracia con Dios, en lugar de la relación jurídica, basado en el
desempeño que les pone en peligro tanto – un fin apropiado para la letra y la
oración de toda la vida.
i. “Después de la tormenta y la tensión y la intensidad de la carta viene de la paz
de la bendición. Pablo ha argumentado y reprendido y engatusado, pero la última
palabra es la GRACIA, para él la única palabra que realmente importaba.
“(Barclay)
© 2001 David Guzik – No se permite la distribución más allá del uso personal sin
autorización.
(...) Fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios
para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.
(Efesios 6:10-11)
Jesús ya venció al diablo en la cruz, la batalla final está ganada. Sin embargo, nos
enfrentamos a batallas espirituales cada día y debemos hacerlo con las armas que
Dios nos da, no con nuestro intelecto o con nuestras fuerzas físicas. Esta es una
lucha espiritual y nuestro adversario, el diablo, es astuto e intentará desanimarnos
en nuestro andar con Cristo. Usando bien las armas que Dios nos da,
venceremos.
La guerra espiritual
Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra
autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra
fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto, pónganse
toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta
el fin con firmeza.
(Efesios 6:12-13)
La realidad es que estamos en una lucha espiritual constante nos guste o no. En 1
Pedro 5:8-9 dice:
Al usar todas las armas que Dios nos ha provisto, estaremos protegidos y
listos para la batalla. Esa es la forma en la que resistiremos firmemente hasta el
fin, hasta que estemos con Jesús por la eternidad.
La armadura de Dios
Veamos una corta descripción de cada una de las partes de la armadura que Dios
ha puesto a nuestra disposición.
1. El cinturón de la verdad
Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad...
(Efesios 6:14 a)
El cinturón que llevaban los soldados era ancho y servía para mantener la túnica
interior en su lugar a la vez que protegía y daba soporte al cuerpo. De esa misma
forma el cristiano debe conocer la verdad sobre quién es en Jesús y vivir una vida
íntegra que honre su posición en Cristo.
El diablo intentará engañarnos con sus mentiras para que fallemos, dudemos o
comprometamos nuestra identidad. Debemos permanecer firmes en la verdad de
que somos hijos de Dios, transformados por él y salvados de la muerte eterna.
Nada ni nadie nos arrebatará de su mano (Juan 10:28).
2. La coraza de la justicia
...protegidos por la coraza de justicia...
(Efesios 6:14 b)
Cómo usar la coraza: recuerda tu identidad en Cristo, que gracias a él has sido
justificado y perteneces a Dios por la eternidad. No creas las acusaciones del
enemigo cuando trae a tu mente los pecados del pasado como si definieran tu
presente. Tampoco creas cuando te dice que no puedes vencer una tentación.
Pide a Dios que te ayude a verte como él te ve, a recordar el poder que él te
concede para vencer y a actuar siempre como él desea que lo hagas.
Los pies necesitan estar bien protegidos para avanzar en la batalla. El enemigo
puede colocar objetos cortantes o trampas para hacernos caer y evitar que
avancemos. Su meta es impedir que salgamos a proclamar el evangelio de la paz.
Puede atacar con tentaciones, complejos, sentido de inferioridad, ansiedad, gente
que se burla... la lista es larga. Pero en Cristo nuestros pies están firmes y
dispuestos para llevar el evangelio de la paz. Damos pasos y ganamos terreno
(vidas) para el reino de Dios porque él nos capacita y porque nosotros mismos
hemos experimentado su paz.
Cómo usar el calzado: Permite que la paz de Dios llene tu corazón cada día.
Pasa tiempo con Jesús y fortalece tu espíritu. No dejes que las trampas del
enemigo impidan tu avance y efectividad. Afirma tus pies, pide a Dios que te de
valentía y comparte su evangelio de paz con todos los que te rodean.
4. El escudo de la fe
Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las
flechas encendidas del maligno.
(Efesios 6:16)
Aquí Pablo no solo menciona la parte de la armadura sino que también nos dice
para qué la usaremos. El escudo al que se refiere era uno grande que cubría y
protegía toda la parte delantera del soldado. Era resistente y estaba cubierto de
cuero porque a veces el enemigo atacaba con flechas encendidas y el cuero
actuaba como aislante protector.
Una de las armas que el diablo usa con frecuencia es la duda. Nos incita a dudar
del poder, el amor o la bondad de Dios. Al ejercitar nuestra fe y afirmarnos en lo
que sabemos sobre Dios y su obra en nosotros, esos ataques pierden su
efectividad y avanzamos en nuestro andar con Jesús.
5. El casco de la salvación
Tomen el casco de la salvación...
(Efesios 6:17 a)
Somos "linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a
Dios, para proclamar las obras maravillosas de aquel que nos llamó de las
tinieblas a su luz admirable" (1 Pedro 2:9). Esa es nuestra realidad y ese es
nuestro propósito. No permitamos que el diablo ponga en nuestras mentes dudas
sobre nuestra salvación. Somos salvos por la fe en Cristo (Gálatas 3) y nadie nos
puede arrebatar esa salvación.
Cómo usar el casco: Recuerda que eres salvo por la fe en Jesús y eso nadie lo
puede cambiar. Vive en confianza y en obediencia la vida que Jesús desea para ti.
Combate con la palabra de Dios las dudas sobre tu salvación o las tentaciones a
sentir que no mereces su amor o su perdón. Él te ama, te salvó y eres suyo por la
eternidad.
Esta es la única arma de ataque, las otras son más bien defensivas. La espada
sirve tanto para la defensa como para atacar al enemigo. La palabra de Dios
alumbra nuestro camino (Salmo 119:105) e ilumina nuestras mentes con la
enseñanza del evangelio. Con la espada del Espíritu nos defendemos y hacemos
frente a los ataques del enemigo (mentiras, engaños) a la vez que le atacamos
con la verdad. Recordemos el ejemplo de Jesús cuando fue tentado, cómo usó la
palabra de forma efectiva para vencer las tentaciones del diablo (Mateo 4).
Combatimos los malos pensamientos, las dudas y las enseñanzas falsas llenando
nuestra mente con el mensaje de la Biblia. El diablo intentará engañarnos, pero si
conocemos bien la palabra de Dios podremos afirmarnos en la verdad y continuar
activos en la batalla sin temor.
Cómo usar la espada: Estudia la Biblia, memorízala, aprende a usar la palabra
de verdad de forma efectiva. Combate las mentiras con su verdad. Guarda la
palabra de Dios y vive una vida acorde a lo que él pide.
La importancia de la oración
No solo debemos orar por nuestras luchas, retos o dificultades, sino que debemos
apoyar a nuestros hermanos en oración. Si vemos a algún hermano luchando
contra un pecado o duda, o si está pasando por sufrimiento o persecución,
debemos apoyarle con nuestras oraciones y animarle.
¿Quieres vencer en esta guerra espiritual? Vístete cada día con la armadura de
Dios, pasa tiempo en oración delante de él, estudia su palabra y mantente alerta
frente a los ataques del enemigo.
Nuevo Testamento – Clase
18: Colosenses y Filemón
Artículo
27.06.2018
Clase esencial
Panorama del Nuevo Testamento
Clase 18: Colosenses y Filemón
A diferencia de la carta a los Efesios, Pablo escribe su carta a los cristianos en Colosas para
confrontar una herejía bastante específica. Parece que algunos estaban enseñando a estos
jóvenes cristianos que la vida y la sabiduría se encontraban a través de los poderes de
nuestras facultades humanas. En el capítulo 2, versículo 8, leemos: «Mirad que nadie os
engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres,
conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo».
En el corazón de gran parte de esta falsa enseñanza estaba la idea de que el evangelio de
Jesucristo es un gran comienzo, pero hay mucho más en oferta. Es decir, Jesús es el
comienzo, pero hay otras formas de recibir la «plenitud» en la vida cristiana. Esta debía ser
recibida mediante una sabiduría especialmente revelada, quizá con una comprensión
particular de la ley judía, y tal vez a través de encuentros angélicos.
En respuesta, Pablo escribió para recordarles que la vida del Reino se encuentra finalmente
en Cristo, y solo en Cristo. En Cristo encontramos una nueva vida. A través de la muerte de
Cristo, morimos a nuestras vidas pasadas y, a través de su vida, recibimos una nueva vida.
Nuestras nuevas vidas se caracterizan por relaciones transformadas con Dios y con los
demás. Y como resultado, la vida del Reino es una vida centrada en la cruz.
1. Contexto y fecha
Parece que Pablo escribió y envió Efesios y Colosenses juntos. Hay una superposición
considerable entre las dos cartas, y Pablo menciona a Tíquico al final de ambas cartas como
el que probablemente las entregó. Si tuvieras que leer las dos cartas una detrás de la otra,
probablemente tendrías la clara impresión de que Efesios era la carta general (recordarás que
probablemente fue escrita como una carta circular a todo un grupo de iglesias en Asia Menor),
mientras que Colosenses se ocupa de muchos de los mismos temas, pero estaba dirigida a
las necesidades de una iglesia en particular. A diferencia de Éfeso, Pablo nunca visitó
Colosas, a pesar de que estaba solo a 160 km al este de Éfeso. Sin embargo, había sido
fundamental en la fundación de esa iglesia, a través de la conversión de Epafras, a quien
luego envió con el evangelio a Colosas. Al igual que la carta a los efesios, parece que Pablo
escribió esta epístola mientras estaba en prisión en Roma, alrededor del año 60 d. C. (4:3, 10,
18).
2. Bosquejo
A partir de ahí, Pablo se adentra en la esencia fundamental de su carta con uno de los retratos
más increíbles de Cristo que podemos encontrar en las Escrituras: «Él es la imagen del Dios
invisible, el primogénito de toda creación» (1:15), y de ahí hasta el versículo 20 del capítulo 1.
Desde allí, Pablo dirige su atención a la implicación principal de quién es Cristo para los
colosenses: su reconciliación con Dios que puedes ver en Col. 1:21 hasta el versículo 23.
Estas dos verdades: quién es Cristo y quiénes somos como resultado, son el núcleo teológico
de este libro. Y Pablo retrocede por un momento, Col. 1:24-2:3, para considerar su propio
trabajo en apoyar esas grandes verdades.
Luego, comenzando en Col. 2:4 hasta el final de este capítulo, seguimos leyendo para ver la
alternativa que se ha colocado frente a estos cristianos. Proviene de «filosofías y huecas
sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no
según Cristo» (versículo 8). Pablo hace una pausa por un momento para recordarnos
(maravillosamente) el evangelio, y luego continúa describiendo esta falsa doctrina en el
versículo 16. Se consume con la tradición, festivales religiosos, celebraciones de luna nueva,
días de reposo. Se deleita en la falsa humildad (versículo 18), el culto a los ángeles y una
celebración de esa experiencia mística. Es ascética, imponiendo reglas estrictas acerca del
cuerpo (versículos 20-23). Curiosamente, Pablo observa, versículo 23, que: «Tales cosas
tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro
trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne». Un muy buena
prueba de fuego para evaluar diferentes aspectos de la enseñanza en nuestros días.
Más adelante, en el capítulo 3, Pablo aborda cómo deberíamos vivir como cristianos: las
implicaciones del verdadero evangelio que de hecho dan como resultado vidas transformadas,
en una verdadera restricción de la indulgencia carnal. Abarca cómo deberíamos vivir juntos en
santidad, cómo deberían funcionar nuestras familias y cómo deberíamos comportarnos con
los demás en la comunidad en general. Y luego, con otra ronda de saludos personales, Pablo
termina su carta con el capítulo 4.
3. Temas principales
Ahora, con eso como panorama, me gustaría abordar esta carta de manera temática e intentar
analizar su mensaje principal para nosotros.
¿Cómo aborda Pablo exactamente la falsa enseñanza que amenaza con apartar a los
Colosenses de Cristo a la sabiduría de este mundo? Hay dos cosas importantes que quiero
que observes.
Primero, la nueva vida del cristiano proviene de Dios solo por medio de Cristo.
En Cristo hemos recibido una vida nueva. Antes (2:13) estábamos «muertos en pecados»,
pero ahora Dios nos «dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados». Antes
(3:1-4) nuestras mentes estaban enfocadas en las «cosas de la tierra», pero ahora nuestras
mentes y corazones están enfocados en «las cosas de arriba». Antes (2:21) vivíamos la vida
como enemigos de Dios, alejados de él, pero ahora, vivimos «como es digno del Señor»
(1:10). Esta nueva vida cambia la manera en que nos relacionamos con Dios y con otras
personas. Pero si nos adentramos directamente en cómo deberíamos vivir y olvidamos la
fuente de eso, que nuestra nueva vida proviene de Dios, nos encontraremos alineados
directamente con estos falsos maestros predicando un evangelio basado en nuestra propia
fortaleza, derivado de nuestra propia sabiduría y tradiciones, que, al final, son débiles contra la
pecaminosidad de nuestros propios corazones.
Y segundo, la nueva vida del cristiano se refleja en sus relaciones con otras personas.
Como resultado de la cruz, no de la sabiduría humana, las vidas de los cristianos han sido
transformadas. Puede ser que tu mente solía estar planeando festejar el fin de semana o
expandir tu cartera, o simplemente asegurarte de que nadie se metiera contigo. Ahora piensa
en cuáles son tus prioridades: amar a los demás con sacrificio, difundir el evangelio, agradar a
Dios.
Veamos estos dos puntos principales más detalladamente.
A. De Dios
En primer lugar, nuestra nueva vida es un regalo de Dios. Pablo agradece a Dios por la fe de
los colosenses, sabiendo que Dios es su autor (1:3). Ora: «con gozo dando gracias al Padre
que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado
de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos
redención por su sangre, el perdón de pecados» (1:12-14). En su oración reconoce que Dios
rescata, fortalece, capacita y nos redime.
Ahora observemos dos cosas acerca del regalo de Dios de una nueva vida para nosotros.
Primero, Dios nos da esta nueva vida a través de Cristo. «Porque en él habita corporalmente
toda la plenitud de la Deidad», escribe Pablo (2:9). «Y a vosotros, estando muertos en
pecados… os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados» (2:13). Cristo es
la fuente de nuestra vida, y su muerte y resurrección es el medio por el cual Dios aplica esa
vida a nosotros. Pablo escribe: «Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con
Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis
manifestados con él en gloria» (3:3-4). Esto es lo que el bautismo simboliza, y la razón por la
cual el bautismo es la señal pública de nuestra profesión de fe. También escribe: «En él
también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el
cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo, en
el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó
de los muertos» (2:11-12). Incidentalmente, Colosenses es uno de los lugares más claros en
el Nuevo Testamento donde entendemos lo que significa el bautismo. A menudo, las personas
han sugerido que el bautismo es una continuación del pacto de la circuncisión en el Antiguo
Testamento y, por tanto, que debe aplicarse a nuestros hijos incluso antes de que sean
salvos. Y, en efecto, en Colosenses 2:11-12, Pablo ciertamente compara el
bautismo con la circuncisión. Pero se esfuerza por demostrar que la circuncisión a la
que se refiere no es la circuncisión física «hecha a mano», sino la circuncisión del corazón. Y
así como la circuncisión del corazón era una referencia a la fe en el Antiguo Testamento, el
bautismo de hoy es solo para aquellos que han experimentado esa misma fe.
Segundo, si Dios nos da esta nueva vida a través de Cristo, también debemos observar que
Dios nos da esta nueva vida solo por medio de Cristo. Ninguna otra persona, logro, idea o
esfuerzo humano nos servirá. Y esta idea de la salvación solo por medio de Cristo es
fundamental, ya que Pablo defiende el evangelio de estos falsos maestros. Pablo llama a
Cristo «el misterio de Dios el Padre… en quien están escondidos todos los tesoros de la
sabiduría y del conocimiento» (2:2-3). Con ese fin, Pablo advierte a los Colosenses que no
deben ser engañados ni cautivos «palabras persuasivas» (2:4), «filosofías y huecas
sutilezas», «tradiciones de los hombres» o «rudimentos del mundo» (2:8). Los colosenses
evidentemente estaban siendo desviados al confiar en rituales, el ascetismo, el culto a los
ángeles y filosofías de moda. «Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto
a días de fiesta, luna nueva o días de reposo… Nadie os prive de vuestro premio, afectando
humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado
por su propia mente carnal» (2:16, 18). Estas son tentaciones serias. Como leí anteriormente,
Pablo reconoce que «tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto
voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo», pero finalmente «no tienen valor alguno
contra los apetitos de la carne» (2:22-23).
Cuídate del cristianismo más algo más. Cristianismo, con una pizca de budismo. Cristianismo
y un régimen diario de meditación y ejercicio. Cristianismo modernizado con la sensibilidad de
la Nueva Era. Cristianismo hecho intelectualmente respetable con Platón o Aristóteles.
Cristianismo simplificado con un calendario fijo de oraciones, recitaciones y velas perfumadas.
Hay muchas fórmulas para agrandar la Biblia con otra cosa. Muchos cristianos sienten el
impulso de mezclar su fe con otra cosa, ya sea la filosofía, el ascetismo, otras religiones o
ceremonias y rituales elaborados. El problema es que la otra cosa termina volviéndose más
importante y conflictiva con las verdades fundamentales de la Escritura. El libro de Colosenses
es un buen lugar para reflexionar sobre la suficiencia y la supremacía de la obra de Dios en
Cristo, y la simplicidad resultante de la fe cristiana.
No hay nada de malo en simplemente estudiar otras religiones o filosofías del mundo. Tal
estudio puede ayudarnos a ser mejores evangelistas y apologistas de la fe. Y no hay nada de
malo en participar en la adoración corporativa compartida, que con el tiempo desarrollará sus
propios hábitos y características. Pero estas cosas nunca deben convertirse en sustitutos de
Cristo, o incluso adiciones necesarias a Cristo. Podemos cambiar nuestros rituales y aún
adorar a Dios. Podemos pasar toda nuestra vida cristiana sin un encuentro angélico o incluso
sin una «experiencia» espiritual dramática y aún ser fieles. Podemos llegar a ser
perfectamente conocedores de la fe sin estudiar los comentarios de los filósofos acerca de
ella. Pablo advierte fuertemente a los colosenses que siempre recuerden que solo Cristo es
suficiente para llevarnos a la «plenitud» y darnos una «nueva vida». De hecho, Pablo da una
de las declaraciones más fuertes acerca de la supremacía y suficiencia de Cristo en toda la
Escritura en Col. 1:15-20:
«El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron
creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e
invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado
por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los
muertos, para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en él
habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están
en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz».
Eso fue lo primero que quería que notaras: nuestra nueva vida proviene de Dios solo por
medio de Cristo. Y lo segundo es esto: esta nueva vida se vive para la gloria de Dios y de
acuerdo con sus propósitos. Dios no es solo la fuente de nuestra nueva vida: el carácter de
Dios es el modelo para nuestra nueva vida y su voluntad es una guía para nuestra nueva vida.
Como mencioné antes, Pablo ora para que los cristianos en Colosas vivan «como es digno del
Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el
conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para
toda paciencia y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para
participar de la herencia de los santos en luz» (1:10-12). Nuestras vidas deben ser dignas de
Dios y agradables para él, lo que significa que nuestras vidas deben estar marcadas por un
conocimiento cada vez mayor de Dios, un agradecimiento por todo lo que nos ha dado y una
paciencia ante las pruebas y las tentaciones de esta vida. Pablo reitera este tema en Col. 1:6,
donde escribe que la verdad del evangelio «que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el
mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la
gracia de Dios en verdad».
Pablo les dice a los colosenses que su nueva vida en Cristo debería tener implicaciones
reales en la manera en que viven sus vidas y en la manera en que se tratan unos a otros.
«Habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual
conforme a la imagen del que lo creó» (3:9-10). Escribe: «dejad también vosotros todas estas
cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los
unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos» (3:8-9). En su
nueva vida, deben vivir de manera diferente. «Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos
y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de
paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja
contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas
estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto» (3:12-14). Nuestra nueva vida
comienza con un nuevo corazón, con nuevas actitudes, con un nuevo enfoque y una nueva
forma de pensar y responder al mundo.
Hablando de manera práctica, esta nueva forma de vida se muestra en nuestras relaciones
con otras personas. En el capítulo 3, Pablo brinda orientación a diferentes grupos de personas
en sus relaciones clave, centrándose en la familia. «Casadas, estad sujetas a vuestros
maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos
con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres,
no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten» (3:18-21). Nuestra nueva vida en
Cristo debería ser evidente primero en la forma en que tratamos a los miembros de nuestra
familia. Esto puede ser especialmente desafiante porque los miembros de nuestra familia son
precisamente las personas que a menudo damos por sentado. Puede ser tentador ver el
hogar como el lugar donde ya no tenemos que ser educados o amables, donde se nos permite
«relajarnos», en otras palabras, siendo honestos, ser egoístas con nuestras palabras y
nuestro tiempo. Pero Pablo es muy específico: el hogar es el lugar donde comenzamos a vivir
nuestras nuevas vidas. Ten en cuenta que si bien los roles difieren, esposa, esposo, hijos, el
tema es el mismo: el amor.
También vivimos nuestras nuevas vidas en el lugar de trabajo. Pablo instruye a los «siervos»,
lo cual es paralelo a nuestro concepto de «empleados» y «jefes». «Siervos, obedeced en todo
a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres,
sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como
para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la
herencia, porque a Cristo el Señor servís» (3:22-24). Ahora bien, los empleados modernos en
este país generalmente tienen muchos más derechos y privilegios en el lugar de trabajo que
los antiguos siervos en el suyo. Sin embargo, Pablo les estaba diciendo a los siervos en el
mundo antiguo que debían «obedecer» con un «corazón sincero» y «hacerlo de corazón». Si
ellos, con muchas menos recompensas, debían trabajar con sinceridad y esfuerzo, ¿cuánto
más nosotros? Esto puede ser difícil, porque quejarnos de nuestros trabajos es casi todo el
contenido de nuestras pequeñas charlas en fiestas y almuerzos aquí en Washington, DC. Sin
embargo, Pablo nos recuerda que deberíamos estar agradecidos de trabajar y que
deberíamos tener cuidado de honrar a Dios con nuestro trabajo. Deberíamos procurar
entusiastamente complacer a nuestros jefes, genuinamente desde el corazón. No deberíamos
hacer solo lo suficiente para salir del paso, o trabajar solo cuando el jefe está mirando. Pienso
que Pablo dice que deberíamos enorgullecernos de nuestro trabajo, ¡incluso disfrutarlo!
Finalmente, Pablo agrega una palabra para los jefes. «Amos, haced lo que es justo y recto
con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis un Amo en los cielos».
De modo que nuestra nueva vida debería mostrarse en nuestras relaciones con nuestra
familia, en el lugar de trabajo y en todas nuestras interacciones en general. Mientras Pablo
termina su breve carta a los colosenses, les aconseja: «Andad sabiamente para con los de
afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para
que sepáis cómo debéis responder a cada uno» (4:5-6). Esta nueva vida debería ser
simplemente un estilo de vida evidente en todo lo que hacemos, en todo lo que decimos, a
cada persona que conocemos y con quien interactuamos.
Debido a que nuestra nueva vida es tan importante y tan abarcadora, debemos esforzarnos
por perseverar hasta el final. «…ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de
la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; si en verdad
permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que
habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo
fui hecho ministro» (1:22-23). Debemos perseverar hasta el final para recibir la plenitud de
nuestras nuevas vidas con él en la nueva creación. Por esa razón, Pablo ora para que los
colosenses tengan «toda paciencia y longanimidad» (1:11). Sabemos que nuestra
perseverancia está garantizada por Dios, que nos permite vivir a través de su Espíritu, pero
también vemos aquí en Colosenses que debemos esforzarnos todos los días por vivir esta
perseverancia.
C. Conclusión
La carta de Pablo a los colosenses nos enseña que en Cristo hemos recibido una nueva vida.
Estábamos muertos en nuestros pecados y hemos recibido vida través de él. Y solo Cristo es
suficiente para nuestras nuevas vidas. Él es la «imagen del Dios invisible» en quien habita la
plenitud de Dios. Comparado con la supremacía absoluta de Cristo, nada más se compara. La
filosofía sofisticada, los encuentros angélicos, los rituales hermosos, las tradiciones antiguas,
el conocimiento supuestamente secreto, el espiritismo de la Nueva Era y cualquier otra cosa
simplemente palidecen en comparación con Cristo Rey.
Y nuestras vidas nuevas producen nuevas relaciones. Nos relacionamos de una manera
fundamentalmente nueva con Dios. Tenemos paz para con él, buscamos crecer en el
conocimiento de él y obedecemos su voluntad para nuestras vidas. También nos
relacionamos de una nueva manera con nuestros familiares, amigos, colegas y compañeros
de trabajo. Ya no estamos marcados por la «fornicación, impureza, pasiones desordenadas,
malos deseos y avaricia», sino por «entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de
mansedumbre, de paciencia». Y estamos llamados a perseverar en esta nueva vida hasta el
final, con la ayuda de Dios a través de su Espíritu. Ese es el mensaje de Colosenses. Lo que
nos lleva a Filemón.
Filemón es la más corta de las cartas de Pablo. También es única en el sentido de que no es
una carta a una iglesia, sino a un miembro individual de la iglesia. Es una carta personal de
Pablo en nombre del esclavo fugitivo de Filemón, Onésimo, que sirvió junto a Pablo
(suponemos que Onésimo llegó a ser cristiano después de que escapó). La compasión y el
amor de Pablo por el joven son evidentes cuando lo llama «mi hijo». Lo ha enviado de vuelta
para pedir perdón.
1. Bosquejo
Onésimo es una imagen de alguien que necesita perdón. Pablo envió a Onésimo a su jefe a
quien había perjudicado. Ahora Onésimo aparecería en la casa de Filemón con nada más que
una carta de Pablo en su mano. ¿Te imaginas al antiguo esclavo de pie en la puerta cuando
su antiguo jefe abre la puerta, necesitando perdón, incapaz de pagar, cuidado únicamente por
alguien que está muy lejos en la cárcel? En cierto sentido, la destitución de este antiguo
esclavo es incomparable. No puede ofrecer nada, y merece un castigo.
Filemón, por su parte, puede no haber encontrado fácil perdonar. Al perdonar a Onésimo,
podría pensarse que muestra debilidad. Podría ser avergonzado entre sus vecinos por tratar a
un empleado fugitivo, o siervo contratado, de esta manera. Tal vez le preocupa que dicha
indulgencia alentara a Onésimo a ver su crimen a la ligera. Quizá también alentaría a otros a
seguir el ejemplo de Onésimo y les haría pensar que ellos también se librarían
fácilmente. Cualquiera de nosotros que haya ejercido autoridad en el lugar de trabajo conoce
la tensión entre la justicia y la misericordia hacia nuestros empleados.
¿Por qué Pablo hace esta solicitud? Para que se demuestre el amor de Cristo y el poder
reconciliador y redentor del evangelio. ¡Pablo es un pacificador, y es agresivo al respecto!
Observa cómo Pablo se dedica a suplicarle a Filemón. Onésimo se había convertido en
cristiano, por lo que Pablo se identifica estrechamente con Onésimo. Onésimo es «mi hijo»,
(10) y «hermano amado, mayormente para mí» (16). Incluso dice: «recíbele como a mí
mismo» (17), y ofrece pagar las deudas de Onésimo (18). Pablo entra en el mundo de
Onésimo y se identifica estrechamente con él y sus pruebas. Desde esa posición, Pablo
suplica a Filemón no por el bien de Onésimo, sino por el suyo. ¡Qué imagen de lo que Cristo
ha hecho por nosotros! Cuando nos unimos a él, él se identifica con nosotros y le suplica al
Padre en nuestro nombre. Pablo simplemente está siguiendo el ejemplo de Cristo al buscar la
reconciliación entre dos creyentes.
El uso de Pablo de la situación ofrece un modelo y un ejemplo de ministerio pastoral,
asesoramiento y perdón. Cuando confrontes a alguien, apela al amor que ellos han conocido
en Cristo. Ten la confianza de que si le estás hablando a un cristiano, entonces el Señor
obrará con amor en él. No necesitamos manipularnos mutuamente. Al igual que en
Colosenses, podemos mantener el evangelio entre nosotros, confiando en que es el único
motivo suficiente para la transformación.
Y Onésimo, por su parte, está en la situación en la que todos nos encontramos ante Dios. No
podemos ofrecer nada a Dios. Merecemos castigo, y necesitamos desesperadamente su
perdón. Podemos imaginar cómo debería haberse sentido Onésimo cuando Pablo le dijo que
tenía que regresar a Filemón, o lo que era tener que llevar esa carta a su jefe. ¿Recuerdas
cómo fue la primera vez que te diste cuenta de la profundidad de tu pecado y la justicia de la
ira de Dios contra ti? La pequeña carta de Pablo ofrece una buena oportunidad para meditar
sobre eso y recordarlo nuevamente. Necesitamos el amor condescendiente y abnegado de
Dios en nuestras propias vidas, que se nos ofrece solo porque Cristo ha cumplido las
demandas de justicia para todos los que se arrepienten y creen. Necesitamos ser perdonados,
y debemos perdonar, si queremos tener verdadera fe cristiana.
Conclusión
Entonces, ¿cuál es la vida del Reino? Es una vida que de principio a fin está marcada por la
gracia que se nos ha mostrado en y por medio de Cristo. Una gracia que nos une, una gracia
que nos anima, una gracia que nos ha transformado, para que podamos ser una reflejo de la
gloria de Dios, para que las palabras de Jesús se cumplan, para que todos los hombres sepan
que somos sus discípulos, por nuestro amor mutuo.
having.
Génesis 3:15
Y pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la
cabeza, y tú lo herirás en el calcañar.
Salmos 68:18
Tú has ascendido a lo alto, has llevado en cautividad a tus cautivos; has recibido dones
entre los hombres, y aun entre los rebeldes, para que el SEÑOR Dios habite entre ellos.
Isaías 49:24,25
¿Se le podrá quitar la presa al poderoso, o rescatar al cautivo del tirano?…
Isaías 53:12
Por tanto, yo le daré parte con los grandes y con los fuertes repartirá despojos, porque
derramó su alma hasta la muerte y con los transgresores fue contado, llevando El el pecado
de muchos, e intercediendo por los transgresores.
Mateo 12:29
¿O cómo puede alguien entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si
primero no lo ata? Y entonces saqueará su casa.
Lucas 10:18
Y El les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
Lucas 11:22
Pero cuando uno más fuerte que él lo ataca y lo vence, le quita todas sus armas en las cuales
había confiado y distribuye su botín.
Juan 12:31
Ya está aquí el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.
Juan 16:11
y de juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido juzgado.
Efesios 4:8
Por tanto, dice: CUANDO ASCENDIO A LO ALTO, LLEVO CAUTIVA UNA HUESTE
DE CAUTIVOS, Y DIO DONES A LOS HOMBRES.
Hebreos 2:14
Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, El igualmente participó también
de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la
muerte, es decir, el diablo,
Apocalipsis 12:9
Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama el diablo y Satanás, el cual
engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.
Apocalipsis 20:2,3,10
Prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años;…
principalities.
Colosenses 1:16
Porque en El fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e
invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por
medio de El y para El.
2 Corintios 4:4
en los cuales el dios de este mundo ha cegado el entendimiento de los incrédulos, para que
no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios.
Efesios 6:12
Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de
maldad en las regiones celestiales.
triumphing.
Lucas 23:39-43
Y uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos, diciendo: ¿No eres
tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros!…
Juan 12:32
Y yo, si soy levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.
Juan 19:30
Entonces Jesús, cuando hubo tomado el vinagre, dijo: ¡Consumado es! E inclinando la
cabeza, entregó el espíritu.
Hechos 2:23,24,32-36
a éste, entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de Dios, clavasteis
en una cruz por manos de impíos y le matasteis,…
in it.
Enlaces
Colosenses 2:15 Interlineal • Colosenses 2:15 Plurilingüe • Colosenses 2:15
Español • Colossiens 2:15 Francés • Kolosser 2:15 Alemán • Colosenses 2:15
Chino • Colossians 2:15 Inglés • Bible Apps • Bible Hub
Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The
Lockman Foundation, La Habra, Calif, //www.lockman.org. Usadas con permiso.
Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman
Foundation, La Habra, Calif, //www.lockman.org. Usadas con permiso.
2. Mis cursos
3. BIB 112
4. Day 81 - 90
Estado Finalizado
Pregunta 1
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
El mensaje teológico de Galatas proclama que la salvación es por Gracia por medio de
la fe, fue la base de la reforma protestante y predicación de?
Seleccione una:
a.
Aniceto
b.
Jonathan Edwards
c.
AyB
d.
Martin Lutero
Retroalimentación
La respuesta correcta es: Martin Lutero
Pregunta 2
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
Los Judaisantes eran_________
Seleccione una:
a.
b.
Un grupo de militantes cristianos judíos que creían en la lucha por la libertad política
de Israel de Roma.
c.
Cualquier judío cristianos que cree que la Torá fue hablada por Dios.
d.
e.
Los creyentes judíos en Jesús que insistían que los cristianos tenían que guardar leyes
de ritual del Antiguo testamento a fin de ser salvados.
Retroalimentación
La respuesta correcta es: Los creyentes judíos en Jesús que insistían que los cristianos
tenían que guardar leyes de ritual del Antiguo testamento a fin de ser salvados.
Pregunta 3
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
Colosas era una ciudad de Asia menor, lo que hoy se conoce como?
Seleccione una:
a.
Turquia
b.
Grecia
c.
Italia
d.
Palestina
Retroalimentación
La respuesta correcta es: Turquia
Pregunta 4
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
Cuando Pedro dejó de comer con los cristianos gentiles en Antioquía, como reaccionó
Pablo?
Seleccione una:
a.
b.
Pablo vio la acción de Pedro como hipócrita y fuera de línea con el Evangelio, por lo
que Pablo se opuso a Pedro en su cara.
c.
d.
Pablo declaró que Pedro fue el apóstol del Evangelio para los judíos, y que Pablo fue el
apóstol del Evangelio para los Gentiles.
Retroalimentación
Gal 2:11-21
La respuesta correcta es: Pablo vio la acción de Pedro como hipócrita y fuera de línea
con el Evangelio, por lo que Pablo se opuso a Pedro en su cara.
Pregunta 5
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
Somos justificados en parte por la fe en Jesús y en parte por obediencia a la ley de
Dios.
Seleccione una:
Verdadero
Falso
Retroalimentación
La respuesta correcta es 'Falso'
Pregunta 6
Correcta
Puntúa 1,00 sobre 1,00
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
En Gálatas Pablo escribió, "Digo, pues: _____________, y no cumpliréis el deseo de la
carne."
Seleccione una:
a.
Cargar tu cruz
b.
c.
Seguir la Ley
d.
Caminar en la Palabra
Retroalimentación
Gálatas 5:16
La respuesta correcta es: Caminar por el Espíritu
Pregunta 7
Correcta
Puntúa 1,00 sobre 1,00
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
De acuerdo con Gálatas 6, cuando un compañero creyente está atrapado en un
pecado, qué hacen los cristianos?
Seleccione una:
a.
b.
c.
d.
Retroalimentación
Gal 6:1-2
La respuesta correcta es: Todas las de arriba
Pregunta 8
Correcta
Enunciado de la pregunta
¿Qué enseña Pablo en el Nuevo Testamento sobre cómo los cristianos deberían tratar
con normas de ritual del Antiguo testamento para los alimentos y festivales?
Seleccione una:
a.
b.
Debe guardar normas de los alimentos y festivales para ser un mejor cristiano, aunque
pueda ser salvo sin ellos.
c.
d.
e.
Los alimentos y los festivales son asuntos de la preferencia personal, mientras que se
concentra en Jesús.
f.
C, D, y E
Retroalimentación
La respuesta correcta es: C, D, y E
Pregunta 9
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
En Efesios 3 Pablo dice que predica las inescrutables riquezas de Cristo y trae el plan
de Dios a la luz para que a través de la iglesia la múltiple sabiduría de Dios puede
ahora ser dado a conocer al____________.
Seleccione una:
a.
b.
c.
Retroalimentación
(Ef 3:10)
La respuesta correcta es: Los gobernantes y autoridades en el reino celestial
Pregunta 10
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
"_______________________ , en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,
Seleccione una:
a.
b.
c.
d.
Pregunta 11
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
Cuando nos ponemos la armadura de Dios, debemos tomar el escudo de_________, con
el que podemos extinguir todos los dardos de fuego de el enemigo.
Seleccione una:
a.
La Palabra de Dios
b.
Salvación
c.
Rectitud
d.
Fe
e.
Verdad
Retroalimentación
Ef 6:16
La respuesta correcta es: Fe
Pregunta 12
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
Pablo estaba____ cuando escribió Filipenses.
Seleccione una:
a.
b.
En prisión
c.
Huyendo asesinos
d.
Aborde de un barco
Retroalimentación
La respuesta correcta es: En prisión
Pregunta 13
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
Pablo escribo, "aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del
______________"
Seleccione una:
a.
b.
Ser resucitado
c.
d.
Proclamar el evengelio
Retroalimentación
Fil. 3:8
La respuesta correcta es: Conocimiento de Cristo Jesús
Pregunta 14
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
Pablo escribio en Filipenses "____________ en el Señor siempre. Otra vez digo________"
Seleccione una:
a.
Regocijaos
b.
Perseverar
c.
Obedecer
d.
Amar
e.
Testificar
Retroalimentación
Fil 4:4
La respuesta correcta es: Regocijaos
Pregunta 15
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
¿Cuál de los siguientes es un error que Pablo refuta en Colosenses?
Seleccione una:
a.
b.
c.
Adorar angeles
d.
e.
Todas las de arriba
Retroalimentación
La respuesta correcta es: Todas las de arriba
Pregunta 16
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
En Colosenses ¿qué dice Pablo acerca de Cristo Jesús?
Seleccione una:
a.
b.
c.
d.
f.
Retroalimentación
Col 1:15-20
La respuesta correcta es: Todas las de arriba
Pregunta 17
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
En Colosenses Pablo compara la práctica del Antiguo testamento de la circuncisión a la
práctica del Nuevo Testamento de __________.
Seleccione una:
a.
Matrimonio
b.
Confirmación
c.
Dedicación
d.
Bautismo
e.
Retroalimentación
(Col 2:11-12)
La respuesta correcta es: Bautismo
Pregunta 18
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
¿Qué dice Colosenses que le pasó a las autoridades y poderes espirituales cuando
Cristo fue clavado en la Cruz?
Seleccione una:
a.
b.
d.
Retroalimentación
Col 2:15
La respuesta correcta es: Fueron desarmados y puestos en vergüenza pública.
Pregunta 19
Correcta
Marcar pregunta
Enunciado de la pregunta
Pablo instruye a los esposos gobernar a sus esposas y someterlas bajo su autoridad.
Seleccione una:
Verdadero
Falso
Retroalimentación
Ef 5:25; Col 3:19.
La respuesta correcta es 'Falso'
Pregunta 20
Correcta
Enunciado de la pregunta
Pablo dice instruye a los amos tratar a sus esclavos de manera justa y equitativa. ¿Qué
razón da?
Seleccione una:
a.
b.
c.
Los amos deben ver a esclavos como niños que necesitan la nutrición.
d.
Retroalimentación
Ef 6:9; Col 4:1.
La respuesta correcta es: Los amos tienen un Amo en el cielo a quien deben responder.