Fallas Geológica de Venezuela Ciencias de La Tierra

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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación.


U.E. Colegio “Madre Cecilia”.
Asignatura: Ciencias de la Tierra.

Fallas Geológicas de
Venezuela

Realizado por:
Andrea Reyes.
5to Año Sección “B”.
Estudio de las fallas terrestre en Venezuela
     Con el propósito de continuar estudios geodinámicos y sismológicos, la
Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), organismo
adscrito al Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y
Tecnología (Mppeuct), cuenta con seis estaciones de monitoreo continuo a través
del Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS), también conocido como
Sistema de Posicionamiento Global (GPS), en el territorio nacional, para mejorar el
conocimiento de la dinámica de la Placa Caribe y caracterizar las fallas geológicas
activas generadoras de sismos importantes en Venezuela.
     La Red Geodésica de Venezuela está conformada por un conjunto de puntos
distribuidos estratégicamente en todo el país, con el fin de ser medidos de forma
temporal o continúa con receptores GNSS de alta resolución. Esta red fue
concebida con el fin de estudiar la geodinámica que afecta Venezuela, permitiendo
monitorear el desplazamiento y rotación de los bloques geológicos, cuantificar el
movimiento de las fallas geológicas, así como la interrelación de las placas Caribe
y Suramericana.

Prevención
     Datos de Funvisis señalan que en algunas zonas del estado Mérida, incluso la
capital, ocurren hasta 70 microsismos diariamente, lo que hace a la falla de
Boconó la más activa de Venezuela.
     Los expertos explicaron que estos sismos son normales y que se deben al
movimiento de la placa suramericana con respecto a la caribeña, ambas
causantes de estos movimientos.
     El organismo explicó en sus informes que estos movimientos naturales no son
un preaviso de un sismo mayor, pero tampoco descartan que ocurra alguna vez.
     La planificación es la mejor herramienta para hacerles frente a los terremotos.
La prevención es la clave.

Movimientos telúricos en Venezuela


     Ubicada sobre el choque de dos placas geológicas, Venezuela es un país con
una frecuencia sísmica importante. La Placa de Suramérica y la Placa del Caribe
tienen su límite justo por el norte y suroeste del país. La placa suramericana se
mueve hacia el oeste, mientras que la Placa del Caribe se mueve en dirección
sureste. Como la Placa del Caribe es más densa, se hunde por debajo de la Placa
de Suramérica. Este choque es el responsable del levantamiento de las islas del
Caribe, así como de los volcanes que muchas de esas ínsulas poseen.
     En su límite sur, esta colisión es la causante de la formación del sistema
montañoso norte-costero (cordilleras de La Costa, Macizo Oriental y Sistema
Coriano). Entretanto, por el suroccidente de Venezuela entra un ramal de la
Cordillera de Los Andes, cuya formación está ligada a subducción de la Placa de
Nazca (Océano Pacífico) bajo la Placa de Suramérica.
     Es por esos motivos que nuestro territorio presenta una alta tasa de
movimientos telúricos, la mayoría de menor rango e imperceptibles para los
habitantes del país. Sin embargo, han ocurrido varios episodios, algunos de forma
cíclica, donde estas fracturas de la corteza terrestre han liberado energía de forma
repentina y violenta.
     Las principales fallas que producen los terremotos en Venezuela son: Oca-
Ancón (que recorre el norte del estado Zulia y el sur de Falcón), San Sebastián
(que pasa por las costas de Carabobo, Aragua, Vargas y Miranda), Boconó (que
trascurre por Táchira, Mérida, Trujillo y Lara) y la falla de El Pilar que atraviesa
todo el estado Sucre.
     Entretanto, las fallas de Valera (Trujillo y Costa Oriental-Zulia), La Victoria
(Carabobo, Aragua y Miranda) y Urica (Anzoátegui y Monagas) se consideran de
menor actividad sísmica.
     Según la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis),
los sismos son “uno de los mayores riesgos potenciales en Venezuela en cuanto a
pérdidas humanas y económicas”. Según explica, cerca del 80% de la población
venezolana vive en zonas de alta amenaza sísmica “variable que aumenta el nivel
de riesgo, haciéndolo cada vez mayor a medida que se eleva el índice
demográfico y las inversiones en infraestructura”.
Los 5 grandes terremotos que han sacudido al país:
1. El de mayor magnitud
El 21 de octubre de 1766, un sismo de magnitud 7,9 sacudió Venezuela
     Es considerado el más grande de la historia de la sismicidad venezolana,
según Funvisis.
     Según información de Venezolana de Televisión, el sismo se produjo al
amanecer y se sintió en varias áreas del país. “Desde Maracaibo hasta los
actuales estados Sucre y Nueva Esparta, se reportaron daños. La ciudad de
Cumaná quedó totalmente destruida. En Caracas, las iglesias de San Pablo, San
Lázaro, la Catedral y otros templos sufrieron daños severos”. No se conoce el
número de muertos.
2. El más destructivo
     El 26 de marzo de 1812, un sismo de magnitud entre 7,7 y 8,0 sacudió
Caracas. Según Funvisis, el evento duró unos dos minutos y dejó entre 10.000 y
20.000 muertos.
     Era un jueves santo, y según relata Funvisis, en ese entonces algunos
religiosos hicieron creer al pueblo que era un castigo de Dios por “la sublevación
de los patriotas contra Fernando VII”.
     Funvisis también dice que en ese entonces Simón Bolívar habría dicho: “Si la
naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”.
3. Un terremoto devastador en Sucre
     El 9 de julio de 1997, un sismo de magnitud 6,9 devastó gran parte de Cariaco,
en Sucre, dice Funvisis. Se produjo en las horas de la tarde. Unas 70 personas
murieron.
4. Caracas tiembla
     Pasadas las 8:00 p.m. del 29 de julio de 1967, un terremoto sacudió a Caracas
dejando 236 muertos y 2.000 heridos, dice Funvisis. Tuvo una magnitud de 6,5 a
6,7 y su epicentro se localizó a 20 kilómetros de Caracas. Duró entre 35 y 55
segundos y causó daños materiales por más de 10 millones de dólares, explica
Funvisis.
     De este terremoto hay una célebre grabación. Según relata Funvisis: “en los
estudios Sonomatrix realizaban un playback en el que usaban como fondo la
canción titulada Mi navidad, del coro Armonía Navideña. Debido a la naturaleza de
esta grabación, solo se encontraban, al momento del sismo, el organista y los
técnicos que iban a trabajar con los efectos especiales, pues los niños de la
agrupación ya habían grabado sus voces con anterioridad. Es por eso que en la
cinta no se escuchan gritos. Fue así como quedó mezclado el ruido del
movimiento telúrico con la letra y música de la canción antes citada”.
5. Un poderoso sismo, sin pérdidas humanas o materiales
     Venezuela sintió cómo la tierra se estremecía por el sismo de magnitud 7,3 el
21 de agosto de 2018 en las horas de la tarde. Pero un día después no se
reportaron “daños ni hechos que lamentar”, según dijo el ministro del Interior,
Justicia y Paz de Venezuela, Néstor Reverol.
     Algunas réplicas se produjeron un día después del sismo, según Reverol, y el
movimiento telúrico del 21 de agosto dejó inclinados los últimos pisos del Centro
Financiero Confinanzas, conocida como la Torre de David en Caracas, el famoso
rascacielos abandonado en la capital venezolana, pero de hecho no hubo mayores
daños en el país.

Fallas geológicas de Venezuela


  Venezuela, es un territorio ubicado al extremo norte de América del Sur, y
geológicamente representa el límite entre las placas Caribe y Suramericana. Estas
placas presentan un límite transformante o de desgarre, el cual cosiste en el rose
horizontal de ambas placas, generando así fractura en la corteza denominadas
“fallas geológicas”. Esta situación, genera que al norte de nuestro país se extienda
una gran falla geológica con movimiento horizontal que va desde Táchira hasta
Sucre, considerado el sistema de fallas Boconó-San Sebastián-El Pilar, siendo así
las fallas más importantes y sísmicas de Venezuela.
   Así mismo, dentro de todo el territorio se encuentran alrededor de 250 fracturas
que modelan su estructura geológica e inciden en su fisionomía. La mayoría de las
fallas geológicas del país se encuentran inactivas, sin embargo las que están en
constante actividad son las responsables de la sismicidad que ocurre en el país. A
continuación se detallan las principales fallas geológicas de Venezuela.

Falla de Boconó.
     La Falla de Boconó es considerada la falla tectónica más importante de
Venezuela por tres principales razones: fue la primera es ser reconocida y
estudiada; posee una traza superficial de 500 km (la más extensa) y su recorrido
va desde la depresión del Táchira (al sur de Cordero) y el Mar Caribe (área de
Morón, estado Carabobo), cruzando en forma oblicua a los Andes venezolanos y
cortando el extremo occidental de las montañas del caribe (Cordillera de la Costa
y Serranía del Interior).
     Según consideraciones de Laffaille (2000), la dirección noreste de la falla,
su oblicuidad  en relación al rumbo de los Andes venezolanos y el hecho de que
ella corta y desplaza provincias geológicas de origen y edad diferentes (Cordillera
de los Andes y del Mar Caribe), sugiere que es una estructura externa a esos
sistemas, que fue incorporada a la frontera entre las placas del Caribe
y Suramericana en un pasado geológico relativamente reciente.

     Por otra parte, la falla en todo su recorrido presenta ramificaciones que serían
los afloramientos de otras fallas, como ocurre al este de Morón y a lo largo de la
costa del Mar Caribe, donde se desprenden de ella las fallas de Morón y el Pilar;
así también en el extremo sureste, la falla termina en una serie de corrimientos y
fallamientos inversos en la depresión del Táchira. Dentro de este marco, es
preciso denotar que en la longitud de la falla también se hallan depresiones
tectónicas locales, como la Cuenca de Las Gonzales, al suroeste de Mérida y la
cuenca del río Yaracuy, entre Barquisimeto y el Morón.
     En lo que concierne a su desplazamiento, es una falla rumbo-deslizante hacia
la derecha (Laffaille, 2000). Tal movimiento se considera concordante con un
desplazamiento hacia el este de la Placa del Caribe respecto a la Suramericana,
considerando así a esta falla una de las que ocasiona el contacto de límite
transformante entre ambas placas. En este sentido, Camacho y Negrete (2015),
indican que la fractura genera un desplazamiento importante que va de 2 a 6 cm al
año, registrando diariamente movimientos de baja intensidad.
     Así pues, por las consideraciones anteriores, se estima a la falla de Boconó
como la responsable de la mayor parte de los sismos ocurridos en el territorio
venezolano y por tanto es motivo de preocupación creciente entre las
comunidades que se hallan en las vecindades de la misma, por las consecuencias
sismológicas que puede acarrear los movimientos de esta falla (Fuenmayor y
Strauss, 2008).

Falla de San Sebastián.


     Ubicada en la cordillera de la Costa, la falla de San Sebastián se extiende
desde Barcelona, estado Anzoátegui, hasta las costas del estado Aragua, donde
se ramifican otras fallas menores como la de Morón, recorriendo así la mayor
parte de las costas venezolanas. Al igual que la falla de Boconó, tal recorrido lo
hace desde un tipo de desplazamiento orientado rumbo-deslizante hacia el este de
la Placa del Caribe, siendo entonces, junto a aquella, corresponsable de la
tectónica y dinámica entre dicha placa y la placa Suramericana.
     A propósito de su dinámica, la falla de San Sebastián, en un principio, tenía el
papel de subducirse en la Placa Suramericana, lo que generó el levantamiento de
la serranía del Ávila. Sin embargo, ahora es de tipo transcurrente, lo que acarrea
que en tal sistema montañoso haya un balance morfo dinámico negativo, proceso
que hace que orogenéticamente se desgaste más masa continental que la que se
gana.

Falla La Victoria.
     Caracterizada por ser relativamente pequeña respecto a las demás, pero
responsable de varios movimientos sísmicos, la falla La Victoria propiamente dicha
se extiende desde el Lago de Valencia, en el estado Aragua, hasta el estado
Miranda. Ahora bien, considerada en su sistema conjunto, la falla está compuesta
por las fallas menores de Guacamaya, La Cabrera, El Hormo, La Victoria y Pichao,
teniendo así un recorrido de 400 km o más que va desde el estado Yaracuy,
pasando por Carabobo y Aragua, hasta Miranda. Considerada de este modo con
calidad continua y con desplazamiento dextral, según mapas elaborados por la
Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (FUNVISIS, 2000).
     Como resultados de sus movimientos, este sistema de falla ha ocasionado
varios movimientos sísmicos, entre los que se le atribuyen están algunos que han
afectado a Caracas, sobre todo por la dinámica de la falla La Victoria, que se
encuentra cerca de la capital.

Falla El Pilar.
     Junto a las fallas de Boconó y San Sebastián, la falla El Pilar, que data de fines
del Terciario, conforma el contacto entre la placa del Caribe y la placa
Suramericana y son las causantes de los eventos más severos que han ocurrido
en el territorio nacional (Pereira, 2002). Siendo la más importante, la falla en
cuestión proviene del océano Atlántico, extendiéndose en dirección este-oeste por
unos 350 km, entre el Golfo de Paria al Este y la fosa de Cariaco al Oeste,
atravesando el estado Sucre de extremo a extremo.
     Expone Pereira (2000), que los geólogos Rod, Pérez y Stephan, examinaron la
falla El Pilar y la catalogaron como aquella que ejerce una gran fricción de
movimiento relativo hacia el este de la Placa Caribe respecto a la Suramericana.
Así mismo, la FUNVISIS (2000), la considera de calidad continua con rumbo
dextral.
     Bajo esta mirada, la falla El Pilar presenta unas zonas más activas en
superficies submarinas, tanto en mar afuera al Norte de la ensenada de
Barcelona, como en los golfos de Cariaco y Paria; teniendo entre ellas una zona
de falla más activa, de Este a Oeste aproximadamente desde el Golfo de Cariaco,
al Norte de Cumaná, hasta Casanay, que ha sido la causante de movimientos
sísmicos en el territorio venezolano en tiempos pasados y más recientes.

Falla de Icotea.
     También llamada falla Urdaneta y formada geológicamente durante el Eoceno
(era Cenozoica), se concibe como un sistema de fallas complejo que forman un
alineamiento rectilíneo que se extiende desde el noreste de Punta Icotea
(Cabimas) sobre la costa Este del Lago de Maracaibo, hasta ligeramente el Oeste
de las bocas del río Catatumbo sobre la costa occidental del mismo lago,
recorriendo así la cuenta lacustre casi de Norte a Sur, con una longitud de más de
150 km. El sistema de facturas que componen la falla de Icotea, se encuentra
afectado y dinamizado por una serie de fallas transversales a lo largo de toda la
parte central del lago, subparalelas al alineamiento principal.
     Partiendo de lo anterior, la falla de Icotea es definida como una falla,
transcurrente sinestral, de plano muy inclinado, cuyo desplazamiento es vertical
(Calleja, 1998). Dentro de su estructura, se puede observar  que en el flanco
oriental se encuentra cierto grado de convergencia y algunas fracturas se arquean
contra el alineamiento principal, en la zona de convergencia disminuye la magnitud
del buzamiento, lo cual se considera como efecto de la transcurrencia.
     Cabe agregar, que se piensa que la falla no tiene capacidad para producir
grandes eventos sísmicos debido al hecho de no ser una falla continua, sino más
bien un sistema de fallas cortas alienadas. Sin embargo existen varios eventos
que podrían ser asociados con ella, los cuales fueron registrados
instrumentalmente, Para ilustrar, uno de esos eventos sísmicos que se le asocian
tuvo una magnitud de 5,6 en la escala de Richter.

Falla de Ancón de Iturre.


     La falla de Ancón es considerada una ramificación que se extiende hacia el sur-
este de la falla de Oca, bordeando el límite entre los estados Falcón y Lara, siendo
a su vez el límite norte de la cuenca del Lago de Maracaibo, separándolo de la
cuenca del Golfo de Venezuela. FUNVISIS (2000), considera a la falla de Ancón
con calidad continua, de tipo normal (en su extremo noreste) y con rumbo dextral.
Tiene, así mismo, la característica relevante de tener convergencia al Oeste con la
depresión de la Bahía El Tablazo.

Falla de Perijá.
     A lo largo de la sierra de Perijá, se despliega una serie de fallas paralelas con
orientación Norte y sur-oeste, la cuales tienen extensión desde el río Palmar hasta
el río Tocuy en Colombia. Dentro de esas fallas, se encuentra la falla de Perijá,
caracterizada por FUNVISIS (2000) como una falla inversa, con buzamento
aproximadamente vertical y de calidad discontinua. La estructura sistémica de la
falla de Perijá la hace considerar la más importante de la zona, la cual, junto a las
fallas de Baracay y Dacuma, se consideran de corrimiento, y ocasionan el
desplazamiento de las unidades más viejas sobre las más jóvenes, acarreando el
adelgazamiento en la orogénesis de las formaciones de Orocué y Carbonera.

Falla de Oca.
     Geográficamente ubicada al norte del estado Zulia y del Lago de Maracaibo, la
falla de Oca se considera aquella que separa las formaciones de la sierra de Perijá
y la península de La Guajira (Calleja, 1998). El mismo autor señala que datos
recientes hacen pensar que esta fracturada podría trazarse hasta Falcón, pero que
resulta difícil correlacionar exactamente cuál de las tres fallas principales que el
sismógrafo pone de manifiesto en la plataforma de Dabajuro es la falla de Oca.
     Por otra parte, la falla presenta movimientos transcurrentes de magnitudes
variables, sin embargo, su mayor actividad estuvo marcada durante distintos
períodos geológicos, particularmente en el Eoceno (era Cenozoica). Según el
estudio FUNVISIS (2000), la falla es concebida de calidad continua y con rumbo
dextral.

Falla de Cocuiza.
     Según FUNVISIS (2000), es una falla de calidad discontinua y con rumbo
dextral, ubicada en la parte más septentrional del estado Zulia, atravesando desde
Colombia a Castilletes y el Golfo de Venezuela, hasta tocar de nuevo tierra
venezolana en Falcón, donde se convierte en otra falla de tipo continua. Poca
información se ha registrado sobre ella.

Placas tectónicas de Venezuela


     La tectónica de placas es una teoría geológica que explica la forma en que está
estructurada la litósfera del planeta. La misma da una explicación a las placas
tectónicas que forman la superficie terrestre y a los desplazamientos que se
observan entre ellas, sus direcciones e interacciones y las causas que estas
implican, entre estas la formación de las cadenas montañosas (orogénesis).
Asimismo, da una explicación satisfactoria de por qué los terremotos y
los volcanes se concentran en regiones concretas del planeta o de por qué las
grandes fosas submarinas están junto a islas y continentes y no en el centro del
océano.
     Las placas tectónicas se desplazan unas respecto a otras con velocidades de
2,5 cm/año, esta comprende a lo que conocemos con el nombre de "corteza
terrestre", constituida por: la corteza continental, más gruesa, y la corteza
oceánica, la cual es relativamente delgada. 

La Tectónica de Placas y el Territorio Venezolano


     Las consecuencias del movimiento de las placas en Venezuela se reflejan en el
origen de los sistemas montañosos que se presentan en su territorio: los Andes y
las cadenas costeras, la existencia del mar Caribe, la separación de superficies
insulares y otros acontecimientos relevantes en su fisiografía.
     La migración de las placas hizo que el Escudo Guayanés se separara del gran
escudo Pre-Cámbrico que conformaba con el continente africano. En el
Paleozoico, durante la Pangea, nuestro territorio se unía a la parte central-oeste
de África, de allí la coincidencia de que las provincias geo-estructurales de dicho
continente sean un tanto similares a las de Suramérica, además de la coincidencia
en especímenes fósiles encontrados en ambos continentes, lo cual apunta con
mayor certeza a las teorías antes mencionadas.
     Hace 180 m.a., en el Jurásico, América del Sur se separó de la América del
Norte. Para entonces, en los lineamientos de las dorsales atlánticas, Suramérica
se apartaba de África en dirección noroeste, lo cual en un período de 135 a 65
m.a. el continente suramericano estaba separado por completo tanto de África
como de la América del Norte.
     Este desplazamiento hacia el oeste hizo que los márgenes occidentales de
América se convirtieran en activos, mientras que los orientales, se comportaban
de forma pasivas. Los primeros son los más afectados por la confluencia de las
placas, por eso se producen cinturones extensos de levantamientos,
plegamientos, vulcanismo, entre otros.
     Para finales del Cretáceo, el movimiento de Suramérica hacia el noroeste pudo
haber comenzado a levantar la cordillera de la Costa hacia el lado noreste de
Venezuela, antes de eso, seguramente el litoral se ubicaba en el borde norte del
Escudo Guayanés. Los Andes primitivos comenzaron a levantarse igualmente a
finales del periodo Cretácico. Al final del Eoceno continuó la orogenia formadora
de la Cordillera de Mérida.
     El levantamiento, tal vez muy rápido, de las cordilleras ubicadas en el Estado
Falcón, esto hizo que el río Orinoco se desviara hacia el lado este del país, dado
que parte de los fósiles encontrados en la zona de Urumaco son propios de dicho
río, tal como lo atestiguan los restos de algunas especies de bagres, tortugas y
toninas. Si no hubiera sido tan rápido el levantamiento de esas montañas,
posiblemente el Orinoco hubiese seguido circulando hacia el norte del país.
     Venezuela está comprendida entre dos placas: la Placa del Caribe y la Placa
Sudamericana; la primera se mueve hacia el oeste y su límite oriental se asocia al
arco de islas antillanas. La geo fractura que pasa por la costa centro-oriental y por
la Cordillera de Mérida comprende un borde entre las placas antes mencionadas.
Los desplazamientos a ambos lados de dicha geo fractura indican una especie de
movimiento de rotación en el borde sur de la placa caribeña.
     Una de las evidencias de este contacto es la intensidad sísmica (fallas de
Boconó y de El Pilar), siendo Los Andes y las montañas costeras zonas de alta
sismicidad. Estudios recientes (finales del siglo XX), a través de la utilización de
aparatos de GPS, demostraron que la Placa del Caribe, en la parte norte del
estado Sucre, se mueve a razón de un centímetro por año en dirección hacia el
este.
     En resumen, los efectos más recientes de la tectónica de placas han dado
origen en Venezuela a los sistemas montañosos andinos y costeros; a la par de
esta orogénesis, los agentes externos han removido en los paisajes montañosos
grandes volúmenes de sedimentos que han colmatado a grandes regiones como
los Llanos, el delta del Orinoco y la depresión del lago de Maracaibo.
     La inestabilidad tectónica reciente también ha sido responsable de que una
parte de los Llanos (estados Anzoátegui y Monagas) haya sido ligeramente
levantada con respecto al nivel del mar, dando como resultado paisajes de
extensas mesas disectadas.

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