Introduccion de Economia General

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TEMA N°2

INTRODUCCION A LA ECONOMÍA

La palabra economía proviene del griego Oikonomos, que significa “El que
administra una casa”. Al principio este origen podría parecer peculiar, pero de
hecho, los hogares y la economía tienen mucho en común.

¿Qué es la economía? En los últimos cincuenta años, el estudio de esta ciencia


se ha expandido y abarca una inmensa variedad de temas. ¿Cuáles son las
principales definiciones de esta disciplina cada vez más amplia? Las
importantes se incluyen a continuación:

* Explora el comportamiento de los mercados financieros, incluidos los


tipos de intereses y los precios de las acciones.

* Analiza las razones por el cual algunas personas o países tienen


ingreso elevados mientras que otros son pobres y sugiere maneras para elevar
los ingresos de los pobres sin dañar la economía.

* Examinan los ciclos económicos (las altas y bajas del desempleo y la


inflación) junto con las políticas para moderarlos.

* Estudia el comercio internacional, las finanzas y los efectos de la


globalización.

* Analiza el crecimiento en países en desarrollo y propone maneras


de estimular el uso eficiente de los recursos.

* Se pregunta cómo pueden implementarse políticas


gubernamentales para alcanzar metas importantes como un rápido crecimiento
económico, un uso eficiente de los recursos, el pleno empleo, la estabilidad de
precios y una distribución justa el ingreso.

No obstante, si condensamos todas estas definiciones, encontramos un tema


común.
Economía es el estudio de como las sociedades utilizan recursos escasos
para producir bienes valiosos y distribuirlos entre diferentes personas.

Tras esta definición se esconden dos ideas clave de la economía: los bienes
son escasos con eficiencia. De hecho, la economía es una disciplina importante
debido a la escasez y el deseo de ser eficiente.

Sin embargo, no hay sociedad que haya llegado a tal utopía de posibilidades
ilimitadas. Nuestro mundo es uno de escasez, lleno de bienes económicos.
Una situación de escasez es aquella en la que los bienes son limitados en
relación con los deseos.

Ante los deseos ilimitados, es importante que una economía haga el mejor uso
de sus recursos limitados. Este enfoque nos lleva al concepto fundamental de
eficiencia. Por eficiencia se entiende el uso más eficaz de los recursos de una
sociedad para satisfacer las necesidades y deseos de las personas.

Las teorías económicas afirman que una economía produce con eficiencia
cuando no se puede mejorar el bienestar económico de una persona sin
perjudicar a otra.

La economía, que alguna vez formó parte de la filosofía, es considerada hoy


una ciencia social. Las ciencias sociales estudian el comportamiento humano y
postulan que dicho comportamiento está caracterizado por las decisiones
individuales (por supuesto, no son ciencias simplemente por estudiar el
comportamiento humano. La literatura también estudia el comportamiento
humano). Esto las distingue de las ciencias físicas. Los átomos o las
estructuras moleculares de la física, química o biología no son percibidas
poseyendo un pensamiento consciente. Se supone que adhieren pasivamente
a las leyes naturales. En cambio, las acciones de los seres humanos se
asumen que reflejan sus decisiones. Es decir, se asumen intencionadas.

La economía se distingue de otras ciencias sociales en el estudio del


comportamiento humano por el marco conceptual que utiliza: el de la teoría de
la elección racional. El supuesto de que los individuos son racionales implica
que éstos al actuar poseen un propósito bien definido. De hecho, es la
presencia de este propósito en la conducta individual lo que permite la
medición, al menos aproximada, de la ganancia o la pérdida que experimenta
un individuo ante una nueva situación. Por ejemplo, permite medir cuánto
ganan o pierden los productores y consumidores ante cambios regulatorios en
los mercados.

La conducta racional asume que los individuos no escogen una acción


dominada (es decir menos conveniente) por otra acción accesible. Parece
natural que la economía adopte como parte de su método de análisis el
postulado de que los individuos sean racionales en este sentido, incluso
aunque en una sociedad pueda haber un número considerable que no lo sea, y
que todos, de vez en cuando, cometamos errores en nuestras decisiones. Sin
embargo, establecer este concepto mínimo de racionalidad es pedir demasiado
poco.

Existe un criterio adicional para juzgar la racionalidad de la elección de un


individuo: que sus elecciones no se contradigan. Es decir, aunque las
preferencias e intenciones pueden evolucionar en el tiempo, en cualquier
momento del tiempo suponemos que la conducta individual sigue cierta
coherencia lógica tal que una acción que se haya rechazado, digamos en un
momento dado, no se seleccionará en otro momento si todavía es posible
seguir la acción escogida originalmente. El supuesto de racionalidad le confiere
un elemento de predictibilidad al comportamiento humano, y es sobre ese
elemento que se construye el análisis económico

1.- COMO TOMAN DECISIONES LOS INDIVIDUOS.

La administración de los recursos de la sociedad es importante porque los


recursos son escasos. Escasez, significa que la sociedad tiene recursos
limitados y, por tanto, no puede producir todos los bienes y servicios que las
personas desearían tener. De la misma manera que un miembro de un hogar
no puede tener todo lo que quiere, la sociedad no puede proporcionar a todos
sus miembros el máximo nivel de vida al que cada uno aspira.

La economía es el estudio de cómo la sociedad administra sus recursos que


son escasos. En la mayoría de las sociedades los recursos no son asignados
de la manera que uno desea, sino que se distribuyen por medio de las acciones
conjuntas de millones de hogares y empresas.

Es por esto que los economistas estudian la manera en que las personas
toman sus decisiones, cuánto trabajan, qué compran, cuánto ahorran y en qué
invierten sus ahorros. Los economistas también estudian la manera en que las
personas se interrelacionan. Examinan, por ejemplo, cómo una multitud de
compradores y vendedores de un bien determinado, deciden a qué precio se
vende y en qué cantidad.

Finalmente, los economistas también analizan las fuerzas y las tendencias que
afectan a la economía en su conjunto, incluyendo el crecimiento del ingreso
promedio, la porción de la población que no encuentra trabajo y la tasa a la que
se incrementan los precios.

En este modulo estudiaremos los Diez principios de la economía.

PRIMER PRINCIPIO: LOS INDIVIDUOS SE EMFRENTAN A DISYUNTIVAS.

La primera lección sobre la toma de decisiones la resume el dicho “el que algo
quiere, algo le cuesta”. Para conseguir lo que nos gusta, normalmente tenemos
que renunciar a otra cosa que también nos gusta. Tomar decisiones es elegir
entre dos objetivos. Consideremos el caso de un estudiante que ha de decidir
cómo va a repartir su recurso más valioso: el tiempo. Puede dedicarlo todo a
estudiar economía o a estudiar sicología; o puede repartirlo entre las dos
materias. Por cada hora que estudia una de ellas, renuncia a una hora que
podría dedicar a estudiar la otra. Y por cada hora que dedica al estudio,
renuncia a una hora que podría dedicar a dormir la siesta, montar en bicicleta,
ver la televisión o trabajar a tiempo parcial para ganar algún dinero más para
sus gastos. O consideremos el caso de los padres que han de decidir cómo
van a gastar la renta familiar. Pueden comprar alimentos, ropa o unas
vacaciones familiares o pueden ahorrar una parte de esa renta para cuando se
jubilen o para pagar los estudios universitarios de los hijos. Cuando los
individuos se agrupan en sociedades, se enfrentan a diferentes tipos de
disyuntivas. La clásica es la disyuntiva entre “los medicamentos y la
mantequilla”. En la sociedad moderna, también es importante la disyuntiva
entre un medio ambiente limpio y un elevado nivel de renta. La legislación que
obliga a las empresas a reducir la contaminación eleva el coste de producir
bienes y servicios. Al ser más altos los costes, éstas acaban obteniendo menos
beneficios, pagando unos salarios más bajos, cobrando unos precios más altos
o las tres cosas a la vez. Por lo tanto, aunque la legislación sobre la
contaminación tiene la ventaja de conseguir un medio ambiente más limpio y la
mejora de la salud que trae consigo, tiene el coste de reducir las rentas de los
propietarios de las empresas, de sus trabajadores y de sus clientes.

La sociedad también se enfrenta a una disyuntiva entre la eficiencia y la


equidad. La eficiencia significa que la sociedad está sacando el mayor
provecho posible a sus recursos escasos. La equidad significa que está
distribuyendo equitativamente los beneficios de esos recursos entre sus
miembros. En otras palabras, la eficiencia se refiere al tamaño de la torta
económica y la equidad a cómo se reparte ésta. Estos dos objetivos suelen
entrar en conflicto cuando se elabora la política económica.

El reconocimiento de que los individuos se enfrentan a disyuntivas no nos


indica por sí solo qué decisiones tomarán o deberían tomar. Un estudiante no
debe dejar de estudiar sicología simplemente porque así tendría más tiempo
para estudiar economía. La sociedad no debe dejar de proteger el medio
ambiente simplemente porque la legislación que lo regula reduce nuestro nivel
de vida material. Los pobres no deben dejarse de lado simplemente porque si
se les ayuda, se distorsionan los incentivos para trabajar. No obstante, es
importante reconocer las disyuntivas que hay en la vida porque probablemente
los individuos sólo tomarán buenas decisiones si comprenden cuáles son las
opciones que tienen.
SEGUNDO PRINCIPIO: EL COSTE DE UNA COSA ES AQUELLO A LO QUE
SE RENUNCIA PARA CONSEGUIRLA.

Como los individuos se enfrentan a disyuntivas, para tomar decisiones deben


comparar los costos y los beneficios de los diferentes cursos de acción
posibles. Sin embargo, en muchos casos el coste de una acción no es tan
evidente como parece a primera vista.

Consideremos, por ejemplo, la decisión de estudiar en la universidad. El


beneficio es el enriquecimiento intelectual y la mejora de las oportunidades de
trabajo durante toda la vida; pero, ¿cuál es el coste? Para responder a esta
pregunta, podríamos caer en la tentación de sumar el dinero que gastamos en
matrícula, libros, alojamiento y manutención. Sin embargo, este total no
representa realmente aquello a lo que renunciamos para estudiar un año en la
universidad. El primer problema que plantea esta respuesta se halla en que
comprende algunas cosas que no son realmente costes de estudiar en la
universidad. Aun cuando el lector abandonara los estudios, necesitaría un lugar
para dormir y comida para alimentarse. El alojamiento y la manutención sólo
son costes de estudiar en la universidad en la medida en que sean más caros
en la universidad que en otros lugares.

El segundo problema que plantea este cálculo de los costes se halla en que no
tiene en cuenta el mayor coste de estudiar en la universidad: el tiempo. Cuando
una persona pasa un año asistiendo a clase, leyendo libros y escribiendo
artículos, no puede dedicar ese tiempo a trabajar. Para la mayoría de los
estudiantes, los salarios a los que renuncian por estudiar en la universidad
constituyen el mayor coste de su educación.

El coste de oportunidad de una cosa es aquello a lo que renunciamos para


conseguirla. Cuando tomamos una decisión, como estudiar en la universidad,
debemos ser conscientes de los costes de oportunidad que acompañan a cada
una de las opciones posibles. De hecho, normalmente lo somos. Los
deportistas en edad universitaria que pueden ganar millones si abandonan los
estudios y juegan deportes profesionales son muy conscientes de que para
ellos el coste de oportunidad de los estudios universitarios es muy alto. No es
sorprendente que a menudo lleguen a la conclusión de que el beneficio no
merece el coste.

TERCER PRINCIPIO: LAS PERSONAS RACIONALES PIENSAN EN


TERMINOS MARGINALES.

Muchas decisiones que se toman en la vida obligan a realizar pequeños ajustes


adicionales en un plan de acción que ya existía. Los economistas los llaman
cambios marginales. En muchas situaciones, los individuos toman las mejores
decisiones posibles pensando en términos marginales.

Supongamos, por ejemplo, que un amigo nos pide consejo sobre el número de
años que debe permanecer estudiando. Si comparamos el estilo de vida de una
persona que tenga el doctorado con el de otra que no terminara los estudios
primarios, podría quejarse de que esta comparación no le sirve de mucho para
tomar su decisión. Lo más probable es que nuestro amigo ya posea algunos
estudios y tenga que decidir si estudia uno o dos años más. Para tomar esta
decisión, necesita saber cuáles son los beneficios adicionales de un año más
de estudios y los costes adicionales en que incurriría.

Comparando estos beneficios y costes marginales, puede averiguar si merece


o no la pena estudiar un año más, los individuos y las empresas pueden tomar
mejores decisiones pensando en términos marginales. Una persona toma una
decisión racional si y sólo si el beneficio marginal es superior al coste marginal.

CUARTO PRINCIPIO: LOS INDIVIDUOS RESPONDEN A LOS INCENTIVOS.

Como los individuos toman las decisiones comparando los costes y los
beneficios, su conducta puede cambiar cuando cambian los costes o los
beneficios.

Es decir, los individuos responden a los incentivos. Por ejemplo, cuando sube
el precio de una manzana, deciden comer más peras y menos manzanas, ya
que el coste de comprar una manzana es mayor. Al mismo tiempo, los
agricultores deciden contratar más trabajadores y cosechar más manzanas, ya
que el beneficio de vender una manzana también es más alto. El papel
fundamental que desempeñan los incentivos en la determinación de la
conducta es importante para las medidas que han de tomar los poderes
públicos. Estas suelen alterar los costes o los beneficios de las acciones
privadas.

Muchos de los incentivos que estudian los economistas son más sencillos Por
ejemplo, a nadie le sorprende que un impuesto sobre las manzanas lleve a los
consumidores a comprar menos manzanas. Sin embargo, las decisiones de los
poderes públicos a veces tienen unas consecuencias que no son evidentes de
antemano. Cuando se analiza una medida cualquiera, hay que considerar no
sólo los efectos directos, sino también los indirectos que actúan a través de los
incentivos. Si la medida altera los incentivos, llevará a los individuos a cambiar
de conducta.

B. COMO INTERACCIAN LOS INDIVIDUOS.

Los cuatro primeros principios se refieren al modo en que se toman las


decisiones, los tres principios siguientes se refieren a la forma cómo
interactúan los individuos.

QUINTO PRINCIPIO: EL COMERCIO PUEDE MEJORAR EL BIENESTAR DE


TODO EL MUNDO.

Cuando un miembro de nuestra familia busca trabajo, compite con los


miembros de otras que están buscando trabajo. Las familias también compiten
entre sí cuando van de compras, ya que cada una quiere comprar los mejores
bienes al menor precio posible. Por lo tanto, cada una de las familias de la
economía compite en cierto sentido con todas las demás.

A pesar de esta competencia, una familia no mejoraría su bienestar aislándose


del resto. Si se aislara, necesitaría cultivar sus propios alimentos, hacerse su
propia ropa y construirse su propia casa. Es evidente que gana mucho si
aprovecha la posibilidad de comerciar con otras.

El comercio permite a cada persona especializarse en las actividades que


mejor realiza, ya sea cultivar el campo, coser o construir viviendas.
Comerciando con otras personas, puede comprar una variedad mayor de
bienes y servicios con un coste más bajo. Los países, así como las familias, se
benefician de la posibilidad de comerciar entre sí. El comercio permite a los
países especializarse en lo que hacen mejor y disfrutar de una mayor variedad
de bienes y servicios. Los japoneses, así como los franceses y los egipcios y
los brasileños, son tanto nuestros socios en la economía mundial como
nuestros competidores.

SEXTO PRINCIPIO: LOS MERCADOS NORMALMENTE CONSTITUYEN UN


BUEN MECANISMO PARA ORGANIZAR LA ACTIVIDAD ECONOMICA.

Actualmente la mayoría de los países que tenían economías basadas en un


sistema de planificación central han abandonado este sistema y están tratando
de desarrollar economías de mercado.

En una economía de mercado, las decisiones del planificador central son


sustituidas por las decisiones de millones de empresas y de hogares. Las
empresas deciden a quién van a contratar y qué van a producir. Los hogares
deciden en qué empresas van a trabajar y qué van a comprar con su renta.
Estas empresas y hogares interactúan en el mercado, en el cual los precios y el
interés personal orientan sus decisiones.

El éxito de las economías de mercado es enigmático a primera vista. Podría


parecer que las decisiones descentralizadas de millones de hogares y
empresas que se mueven por su interés personal conducen al caos. Sin
embargo, no es así. Las economías de mercado han demostrado tener un éxito
notable en la organización de la actividad económica de una forma que
promueva el bienestar económico general. En su libro La riqueza de las
naciones, publicado en 1776, el economista Adam Smith hizo la observación
más famosa de toda la economía: los hogares y las empresas interactúan en
los mercados como si fueran guiados por una «mano invisible» que los
condujera a obtener unos resultados de mercado deseables. Uno de los
objetivos de este libro es comprender la magia de esta mano invisible.

Los precios reflejan tanto el valor que tiene un bien para la sociedad como el
coste social de producirlo. Como los hogares y las empresas observan los
precios cuando deciden lo que van a comprar y a vender, tienen en
consideración sin darse cuenta los beneficios y los costes sociales de sus
actos.

Como consecuencia, los precios llevan a cada uno a obtener unos resultados
que en muchos casos maximizan el bienestar de la sociedad en su conjunto. La
habilidad de la mano invisible para guiar la actividad económica tiene un
importante corolario: cuando un gobierno impide que los precios se ajusten a
las condiciones naturales de la oferta y la demanda, impide que la mano
invisible coordine a los millones de hogares y empresas que constituyen la
economía.

Este corolario explica por qué los impuestos afectan negativamente a la


asignación de los recursos: los impuestos distorsionan los precios y, por lo
tanto, las decisiones de los hogares y de las empresas. También explica el
daño aún mayor que causan las medidas que controlan directamente los
precios, como el control de los alquileres.

Los planificadores centrales fracasaban porque trataban de dirigir la economía


con una mano atada a la espalda: la mano invisible del mercad

SEPTIMO PRINCIPIO: EL ESTADO PUEDE MEJORAR A VECES LOS


RESULTADOS DEL MERCADO.

Aunque los mercados suelen ser un buen mecanismo para organizar la


actividad económica, esta regla tiene algunas excepciones importantes. Hay
dos grandes razones por las que el Estado interviene en la economía: para
fomentar la eficiencia y la equidad. Es decir, la mayoría de las medidas aspiran
a aumentar la torta económica o a cambiar la forma en que se reparte.

La mano invisible normalmente lleva a los mercados a asignar los recursos


eficientemente. No obstante, a veces no funciona por varias razones. Los
economistas utilizan el término fallo del mercado para referirse a una situación
en la que el mercado no asigna por sí solo los recursos eficientemente. Una
causa posible de un fallo del mercado es una externalidad.

Una externalidad es la influencia de las acciones de una persona en el


bienestar de otra. La contaminación es el ejemplo clásico. Si una fábrica de
productos químicos no soporta todo el coste del humo que emite,
probablemente emitirá demasiado. En este caso, el gobierno puede mejorar el
bienestar económico legislando sobre el medio ambiente. Otra causa posible
de un fallo del mercado es el poder de mercado.

El poder de mercado se refiere a la capacidad de una persona (o de un


pequeño grupo de personas) para influir indebidamente en los precios de
mercado. Supongamos, por ejemplo, que todos los habitantes de un pueblo
necesitan agua, pero sólo hay un pozo. Su propietario tiene poder de mercado -
en este caso, un monopolio- sobre la venta de agua. No está sujeto a la
rigurosa competencia con que la mano invisible frena normalmente el interés
personal.

La mano invisible es aún menos capaz de garantizar la distribución equitativa


de la prosperidad económica. Una economía de mercado retribuye a los
individuos de acuerdo con su capacidad para producir cosas que otros están
dispuestos a pagar.

La mano invisible no garantiza que todo el mundo tendrá suficiente comida, una
ropa digna y una asistencia sanitaria adecuada. Un objetivo de muchas de las
medidas que toman los poderes públicos, como el impuesto sobre la renta y el
sistema de asistencia social, es conseguir una distribución más equitativa del
bienestar económico.

Decir que el Estado puede mejorar los resultados del mercado algunas veces
no significa que los mejorará siempre. Las medidas no son tomadas por
ángeles, sino por medio de un proceso político que dista de ser perfecto.
Algunas veces las medidas adoptadas tienen únicamente por objeto
recompensar a los que tienen poder político.

OCTAVO PRINCIPIO. EL NIVEL DE VIDA DE UN PAÍS DEPENDE DE LA


CAPACIDAD QUE TENGA PARA PRODUCIR BIENES Y SERVICIOS.

Los cambios que experimentan los niveles de vida con el paso del tiempo
también son grandes. Caso de las rentas han crecido históricamente alrededor
de un 2% al año (una vez tenidos descontados los cambios del coste de la
vida). A esta tasa, la renta media se duplica cada 35 años. En algunos países,
el crecimiento económico ha sido aún más rápido

¿A qué se deben estas grandes diferencias entre los niveles de vida de los
distintos países y de distintas épocas? La respuesta es sorprendentemente
sencilla. Casi todas las diferencias entre los niveles de vida son atribuibles a las
diferencias existentes entre los niveles de productividad de los países, que es
la cantidad de bienes y servicios producidos con cada hora de trabajo.

En los países en los que los trabajadores pueden producir una gran cantidad
de bienes y servicios por unidad de tiempo, la mayoría de las personas
disfrutan de un elevado nivel de vida; en los países cuyos trabajadores son
menos productivos, la mayoría de las personas llevan una existencia más
precaria. Asimismo, la tasa de crecimiento de la productividad de un país
determina la tasa de crecimiento de su renta media.

La relación fundamental entre la productividad y los niveles de vida es sencilla,


pero sus implicaciones son transcendentales. Si la productividad es el principal
determinante de los niveles de vida, otras explicaciones deben tener una
importancia secundaria

La relación entre la productividad y los niveles de vida también tiene profundas


implicaciones para la política económica. Cuando nos preguntamos cómo
afectará una medida cualquiera a los niveles de vida, la pregunta clave es
cómo afectará a nuestra capacidad de producir bienes y servicios.

Cuando el gobierno necesita financiar un déficit presupuestario, pide préstamos


en los mercados financieros, una empresa puede pedir un préstamo para
financiar una nueva fábrica. Cuando el Estado se endeuda para financiar su
déficit reduce, pues, la cantidad de fondos de que pueden disponer otros
prestatarios. Por lo tanto, el déficit presupuestario reduce la inversión tanto en
capital humano, como en capital físico (la fábrica de la empresa). Como una
reducción de la inversión hoy significa una productividad menor en el futuro,
generalmente se considera que los déficits presupuestarios reducen el
crecimiento de los niveles de vida.
NOVENO PRINCIPIO: LOS PRECIOS SUBEN CUANDO EL GOBIERNO
IMPRIME DEMASIADO DINERO.

En cambio, en la década de 1980 la inflación ha sido del orden de un 3% al


año; a esta tasa, los precios tardarían veinte años en duplicarse. Como una
elevada inflación impone algunos costes a la sociedad, mantenerla en un bajo
nivel es un objetivo de los responsables de la política económica de todo el
mundo. ¿A qué se debe la inflación? En la mayoría de los casos en los que es
alta o persistente, el culpable resulta ser siempre el mismo: el crecimiento de la
cantidad de dinero.

DÉCIMO PRINCIPIO: LA SOCIEDAD SE ENFRENTA A UNA DISYUNTIVA A


CORTO PLAZO ENTRE LA INFLACIÓN Y EL DESEMPLEO.

Si es tan fácil explicar la inflación, ¿por qué a veces tienen dificultades los
responsables de la política económica para librar a la economía de ella? Una
de las razones se halla en que a menudo se piensa que la reducción de la
inflación provoca un aumento temporal del desempleo.

Esta disyuntiva o intercambio entre la inflación y el desempleo se denomina


curva de Phillips, en honor al economista que examinó por primera vez esta
relación. La curva de Phillips sigue siendo un tema controvertido para los
economistas, pero actualmente la mayoría acepta la idea de que existe una
disyuntiva a corto plazo entre la inflación y el desempleo. Según una
explicación habitual, esta disyuntiva se debe a que algunos precios se ajustan
lentamente. Supongamos, por ejemplo, que el gobierno reduce la cantidad de
dinero que hay en la economía. A largo plazo, la única consecuencia de este
cambio de política es un descenso del nivel general de precios. Sin embargo,
no todos los precios se ajustan inmediatamente. Pueden pasar varios años
antes de que todas las empresas publiquen nuevos catálogos, todos los
sindicatos hagan concesiones salariales y todos los restaurantes impriman
nuevos menús.

Es decir, se afirma que los precios son rígidos a corto plazo. Como son rígidos,
algunos tipos de medidas producen efectos a corto plazo diferentes de sus
efectos a largo plazo. Cuando el gobierno reduce, por ejemplo, la cantidad de
dinero, reduce la cantidad que gastan los individuos. Una reducción del gasto,
junto con unos precios demasiado altos, reduce la cantidad de bienes y
servicios que venden las empresas.

Una disminución de las ventas lleva, a su vez, a las empresas a despedir


trabajadores. Por lo tanto, la reducción de la cantidad de dinero eleva el
desempleo temporalmente hasta que los precios se ajustan totalmente en
respuesta al cambio. La disyuntiva entre la inflación y el desempleo sólo es
temporal, pero puede durar varios años, por lo que la curva de Phillips es
fundamental para comprender muchos acontecimientos que ocurren en la
economía.

En particular, los responsables de la política económica pueden explotar esta


disyuntiva utilizando diversos instrumentos. Alterando la cantidad que gasta el
Estado, la cantidad que recauda en impuestos y la cantidad de dinero que
imprime, los responsables de la política económica pueden influir a corto plazo
en la combinación de inflación y desempleo que experimenta la economía.
Como estos instrumentos de la política monetaria y fiscal pueden ser muy
poderosos, el modo en que deben utilizarse para controlar la economía, en
caso de que deban utilizarse, es objeto de continuos debates.

2.- MODELOS ECONOMICOS.

Un modelo económico es un programa de política económica para un país.


Suele referirse a determinadas variables clave, como por ejemplo tipo de
cambio, metas de inflación, política fiscal, etc. Existen, no obstante, objeciones
a este tuso extendido, en la medida en que meramente es una agenda de
acciones a tomar, cuando un modelo económico debería referir a un modo de
comprender la economía, a un mapa teórico. Más allá de estas
especificaciones, lo cierto que en el ámbito dela política, la referencia a un
modelo de estas características da cuenta de las acciones a tomar desde la
perspectiva del estado.

Con esto en mente, podemos afirmar que el concepto de modelo


económico tiene dos grandes aplicaciones. Dentro de la economía política, la
noción se usa para nombrar a aquel proceso que es orquestado por
un gobierno para organizar la actividad económica y buscar un vínculo
armónico entre las empresas y el resto de los actores sociales.
Se supone que los modelos económicos deben ser transparentes (sus reglas
tienen que estar a la vista de todos) y homogéneos (dichas reglas deben
aplicarse por igual), aunque suele haber distorsiones.
Los grandes modelos económicos son el modelo de economía
dirigida (el Estado interviene con la intención de regular la actividad
económica), el modelo liberal (confía en la capacidad del mercado para su
autorregulación) y el modelo mixto (que combina aspectos de la economía
dirigida y del modelo liberal).
Muchos son los estudiosos que a lo largo de la historia han llevado a cabo
análisis e investigaciones sobre los distintos modelos económicos que existen
en el mundo. Entre aquellos habría que destacar, sin lugar a dudas, a Milton
Friedman que, entre otras cosas, recibió el Premio Nobel de Economía por el
conjunto de aportaciones que realizó en materias como la estadística, la
macroeconomía, la estadística o la historia económica.

De la misma forma, tampoco se puede pasar por alto la figura de Paul


Samuelson. Este también recibió el citado Premio Nobel, en su caso en el año
1970, por llevar a cabo una serie de importantes apuntes en cuanto a la teoría
económica dinámica y estática.

En la economía matemática, por otra parte, un modelo económico es


un esquema o una representación que muestra, en teoría, cuál es el
funcionamiento que se pretende de los distintos procedimientos económicos. El
modelo económico, en este sentido, apela a diversas variables y a las
relaciones lógicas que se establecen entre ellas para desarrollar una
representación simple que contribuya al entendimiento de sistemas más
complejos.

A). EL MODELO DEL FLUJO CIRCULAR.

El denominado “flujo circular de la renta” es un diagrama que ayuda a entender


el funcionamiento de la economía en su conjunto. Se trata aquí de exponer de
un modo simplificado el modelo de las transacciones que tienen lugar en la
economía de un país mediante dos tipos de flujos formando un círculo.

Uno de ellos, llamado flujo real, recoge los bienes, servicios, trabajos y
materias primas. El segundo flujo, que va en sentido contrario al anterior,
representa el dinero que se paga a cambio de los elementos reales.

Este diagrama sencillo representa una economía con dos tipos de agentes:
economías domésticas, que son hogares compartiendo su renta, y empresas
que producen bienes y servicios. Se trata de una economía cerrada (sin
considerar el sector exterior) y, por el momento, sin incluir el Sector Público.

Como vemos en el gráfico, hay sólo dos tipos de mercado. En uno de ellos, el
mercado de bienes y servicios, las economías domésticas compran a las
empresas los bienes y servicios que desean (por ejemplo, alimentos y
electrodomésticos), dando lugar a un flujo físico hacia los hogares y, en
contrapartida, las empresas reciben el correspondiente flujo monetario.

El segundo tipo de mercado es el de factores productivos, en el que las


empresas contratan trabajadores y compran otros recursos para producir
bienes y servicios, retribuyéndolos con un flujo monetario (por ejemplo, salarios
e intereses), de tal modo que los mercados de factores vienen a determinar la
distribución de la renta entre los trabajadores y los propietarios del capital

El diagrama de flujo circular no sólo es útil para observar cómo fluyen los
fondos a través de la economía, sino que nos permite conocer ciertas
condiciones de equilibrio que deben darse siempre.

Si una parte de los ingresos de los hogares no vuelven a las empresas como
consumo de bienes y servicio, significa que las familias han decidido ahorrar.
Para que haya equilibrio, el sector empresarial tendrá que dedicar a inversiones
el volumen equivalente al ahorro, es decir, en lugar de producir únicamente
bienes de consumo, dedicará fondos a bienes de capital (instalaciones y
equipamientos). En caso contrario, el sector empresarial no equilibrará sus
cuentas y acabará en pérdidas, que pueden llevar a reducir la producción y
emplear a menos trabajadores, para volver a un nuevo equilibrio.

Añadiendo ahora al modelo la intervención del Estado, el flujo de fondos que


entra en el Sector Público por impuestos y contribuciones sociales debe ser
igual, al menos a medio plazo, al que sale cuando compra bienes y servicios,
otorga subvenciones y paga tanto a funcionarios como a pensionistas.

Los años en los que los ingresos no compensen a los gastos, se quiebra el
equilibrio y el Estado incurre en déficit, dando lugar a la deuda pública, que se
financia emitiendo títulos suscritos por familias y empresas.

B). FRONTERA DE POSIBILIDADES DE PRODUCCION.

La frontera de posibilidades de producción (FPP) es una representación gráfica


de las cantidades máximas de producción que puede obtener una economía,
en un periodo determinado, haciendo uso de todos los recursos que tiene
disponibles.

En una economía que cuenta con miles de productos, las alternativas para
producir uno u otro bien y qué cantidad de cada uno son muy grandes. Cuando
se escoge una alternativa, significa que se está renunciando a otras
posibilidades. La relación entre lo que elegimos y a lo que renunciamos es
el coste de oportunidad.

Una frontera de posibilidades ( FDP ) o curva de posibilidades de


producción ( PPC ) es una curva que muestra varias combinaciones de
conjunto de dos productos que se pueden producir con los recursos dados y
tecnología donde los recursos dados son completamente y eficientemente
utilizado por unidad de tiempo. Una buena sólo puede producirse mediante la
desviación de recursos de otros bienes, y por lo tanto produciendo menos de
ellos. Este equilibrio se considera generalmente para una economía, pero
también se aplica a cada individuo, del hogar, y la organización económica.

Que delimita gráficamente la producción establecido para magnitudes de


entrada fijos, la curva de FDP muestra el nivel de producción máxima posible
de una mercancía para cualquier nivel de producción dada de la otra, dado el
estado actual de la tecnología. Al hacerlo, se define la eficiencia productiva en
el contexto de ese conjunto de producción: un punto de la frontera indica el uso
eficiente de las entradas disponibles
FDP normalmente se dibujan como abultamiento hacia arriba o hacia el exterior
desde el origen ( "cóncava" cuando se ve desde el origen), pero que se puede
representar como abultamiento hacia abajo (hacia el interior) o lineal (recto),
dependiendo de una serie de suposiciones. Un FDP ilustra varios conceptos
económicos, tales como la escasez de recursos (el problema económico
fundamental al que se enfrentan todas las sociedades), coste de oportunidad (o
tasa marginal de transformación), la eficiencia productiva, la eficiencia de
asignación , y las economías de escala .

Un desplazamiento hacia fuera de la FPC resulta del crecimiento de la


disponibilidad de insumos, como el capital físico o laboral, o de los avances
tecnológicos en el conocimiento de cómo transformar entradas en salidas. Tal
cambio refleja, por ejemplo, el crecimiento económico de una economía ya que
funciona a su plena productividad (en la FDP), lo que significa que más
de dos salidas se pueden producir ahora durante el período de tiempo
especificado sin sacrificar la salida de cualquiera de bueno. Por el contrario, la
FDP se desplazará hacia el interior si la fuerza laboral se contrae, el suministro
de materias primas se agota, o un desastre natural disminuye el stock de
capital físico.

Sin embargo, la mayoría de las contracciones económicas no reflejan que


menos se puede producir, pero que la economía ha comenzado a operar por
debajo de la frontera, ya que, por lo general, tanto en mano de obra y capital
físico son subempleados, quedando, por tanto, inactivo.

3.- MICROECONOMÍA Y MACROECONOMÍA

A). MICROECONOMIA.

Frecuentemente se considera a Adam Smith como el fundador de la


microeconomía, rama de nuestra disciplina que se ocupa hoy del
comportamiento de entidades individuales tales como mercados, empresas y
hogar. En La riqueza de las naciones (1776), Smith considero la manera en
que se fijan los principios individuales, estudio la determinación de los precios
de la tierra, el trabajo y el capital e investigo las fortalezas y debilidades del
mecanismo de mercado. Y lo que es más importante, identifico las propiedades
notables de eficiencia de los mercados y observo que el beneficio económico
resulta de las acciones interesadas de los individuos. Todo lo anterior sigue
siendo relevado en la actualidad y, si bien el estudio de la microeconomía ha
experimentado grandes adelantos desde la época de Smith, político y
economistas siguen situándolo por igual.

QUÉ ES MICROECONOMÍA.

La microeconomía es la rama de la economía que estudia el comportamiento,


las acciones y decisiones de los agentes económicos individuales, tales como
individuos, familias o empresas, y sus relaciones e interacción en los
mercados. En este sentido, se distingue de la macroeconomía, que se enfoca
en los sistemas económicos a gran escala, como el de un país o región.

QUÉ ESTUDIA LA MICROECONOMÍA

La microeconomía centra su objeto de análisis en los bienes, los precios, los


mercados y los agentes económicos, y estudia, analiza y explica cómo y por
qué cada individuo toma decisiones económicas para satisfacer sus propias
necesidades e intereses.
En este sentido, basa su estudio en distintas teorías: la del consumidor, la de la
demanda, la del productor, de del equilibrio general y la de los mercados de
activos financieros.

 La teoría del consumidor estudia y explica cuáles son los factores que
intervienen en las decisiones del consumidor: qué compra, cómo decide
comprarlo, por qué, para qué y en qué cantidad.
 La teoría de la demanda, por su lado, estudia cómo la cantidad y calidad de
productos, bienes y servicios disponibles en el mercado variará sus precios de
acuerdo con la demanda de los agentes económicos individuales, considerados
en conjunto o separadamente.
 La teoría del productor estudia cómo actúa y qué decisiones toma la empresa
productora para aumentar sus beneficios en el mercado, implicando esto
decisiones de orden interno, como la cantidad de trabajadores a contratar, sus
horarios, lugar de trabajo y estándares de producción, así como la medida en
que todo lo anterior variaría con un cambio de precios del producto en el
mercado o en los materiales usados para su fabricación.
 La teoría del equilibrio general, por su parte, se encarga de estudiar, analizar
y explicar la interacción entre todas las teorías de la dinámica microeconómica.
 La teoría de los mercados activos financieros considera los distintos tipos
de mercados que pueden existir en relación con el número de oferentes y
demandantes, ya se trate de monopolio, duopolio, oligopolio o competencia
perfecta.

PARA QUÉ SIRVE LA MICROECONOMÍA.

Entre algunos de sus objetivos fundamentales, la microeconomía se enfoca


en comprender el comportamiento de empresas, hogares e individuos, y la
manera en que este influye sobre los mecanismos de mercado que establecen
los precios relativos a productos, bienes y servicios.
De este modo, sus hallazgos son fundamentales en el estudio de la teoría
económica, puesto que sirven de base para que otras áreas, como la
macroeconomía, desarrollen sus teorías, y así, en conjunto, dar explicación y
respuesta sobre los diversos hechos y fenómenos que constituyen la dinámica
de la economía.

B)- MACROECONOMIA.

La otra rama importante de nuestra disciplina es macroeconomía, la cual se


refiere al desempeño general de la economía. La macroeconomía no existía en
su forma moderna hasta 1936, cuando John Maynard Keynes público su obra
revolucionaria Teoría general del empleo, el interés y el dinero. En esa época,
tanto Inglaterra como Estados Unidos seguían estancados por la Gran
Depresión de los años treinta, con más de acuarta parte de la fuerza laboral
estadounidense desempleada. En su nueva teoría, Keynes desarrollo un
análisis de las causas de los empleos ciclos económicos, en los que alternan
periodos de desempleo alto e inflación elevada. En la actualidad, la
macroeconomía analiza una amplia variedad de temas, como la manera en que
se determina la inversión total y el consumo, las formas en que los bancos
centrales manejan el dinero y las tasas de interés, las causas de las crisis
financieras internacionales y por qué algunos países cresen rápidamente
mientras otras permanecen estancadas. Si bien la macroeconomía ha
procesado mucho desde sus primeras conclusiones, los temas de los que se
ocupó Keynes todavía hoy define el estudio de la macroeconomía.

¿QUÉ ES LA MACROECONOMÍA?

La macroeconomía es la parte de la economía que se encarga de analizar y


estudiar el funcionamiento económico de manera global y general. Para ello,
estudia las variables que se producen en el monto total de bienes y servicios,
ganancias, grado de empleo, nivel de precios, entre otros aspectos
importantes.
Así, a diferencia de la microeconomía, la macroeconomía hace hincapié en
los grandes aspectos de la economía, dejando de lado los agentes
económicos.

CARACTERÍSTICAS DE LA MACROECONOMÍA.

Las características destacadas de la macroeconomía son las siguientes:

 Estudia el funcionamiento de la economía a nivel global y general.


 Explica la relación entre las distintas variables de la economía.
 Busca entender y explicar la economía junto con el objetivo de evitar
crisis.
 No se preocupa por el comportamiento de cada mercado individual,
sino que los estudia en conjunto.

VARIABLES DE LA MACROECONOMÍA.

La macroeconomía utiliza diferentes instrumentos y variables para desarrollar


sus estudios:
 Producto Bruto Interno (PBI): valor total de la producción de un país
durante un período determinado.
 Inflación: aumento sostenido de los precio de bienes y servicios.
 Tasa de desempleo: cantidad de personas que no poseen trabajo.
 Balanza de pagos: junto con la balanza comercial, mide las
transacciones entre diversos países, teniendo en cuenta los ingresos
y egresos de la economía.
 Tasa de interés: el porcentaje de dinero extra que cobra un banco al
ofrecer créditos.
 Gasto público: dinero que gasta el Estado para solventar sus gastos.
 Tasa de cambio: valor de la moneda extranjera (generalmente dólar)
en unidades de determinada economía.

OBJETIVOS DE LA MACROECONOMÍA.
Los principales objetivos que persigue la macroeconomía son los siguientes:

 Fomentar el crecimiento rápido del producto bruto interno de un


país.
 Bajar la tasa de desempleo y fomentar la producción para
generar nuevos puestos de trabajo.
 Lograr estabilidad en el nivel de precios.
 Evitar el déficit fiscal (es decir que Estado gaste más de lo que
ingresa).
 Administrar el tipo de cambio, el valor de la moneda extranjera en
moneda nacional.
 Lograr un equilibrio en la balanza comercial exterior.

IMPORTANCIA DE LA MACROECONOMÍA.

La macroeconomía cumple un papel fundamental en el desarrollo de un país,


ya que las variables que analiza y los objetivos que persigue son
imprescindibles para el correcto funcionamiento de la economía.
Sin un estudio adecuado de la macroeconomía, una economía podría sufrir de
desempleo, elevada inflación, déficit fiscal y, como resultado, devenir en crisis
económica.
Las dos ramas (microeconomía y macroeconomía) convergen para integrar el
núcleo de la economía moderna.

4.- LOS TRES PROBLEMAS DE LA ORGANISACION ECONOMICA.

Cualquier sociedad, independientemente de su tamaño, de su grado de


desarrollo y de su sistema político, trata de solventar, en la medida de lo
posible, el problema económico básico que consiste en decidir cómo satisfacer
las necesidades ilimitadas de sus miembros por medio de unos recursos que
son escasos.
Este problema de carácter general se subdivide en otros tres más concretos
que a su vez, son fundamentales e interdependientes: ¿qué producir?, ¿cómo
producir? y ¿para quién producir?, es decir, toda sociedad debe decidir cómo
asignar sus recursos entre las distintas actividades productivas y cómo se van
a distribuir los bienes y servicios de consumo entre los individuos que la
componen.
Pues bien, el mecanismo con el que una sociedad se organiza para dar
respuesta a estas cuestiones es su sistema económico. Por consiguiente, el
sistema económico de una sociedad es el conjunto de relaciones y
procedimientos institucionalizados con los que trata de resolver el problema
económico básico.
¿Qué producir? La respuesta a la primera de las cuestiones indica en qué se
van a emplear los recursos productivos y qué cantidad de producto final se va a
obtener con estos medios de producción. Esto dependerá de las necesidades
que tengan los miembros de la sociedad y de los recursos de los que se
disponga, ya que éstos últimos son limitados y susceptibles de usos
alternativos. Este hecho conlleva plantearse otras cuestiones: ¿Se consumirán
más bienes de consumo o de producción? ¿Primará la cantidad o la calidad en
la producción? ¿Se incrementará la producción de bienes materiales o la
prestación de servicios? ¿Se producirán bienes para el mercado interior o se
orientará la producción hacia el exterior?
¿Cómo producir? Esta cuestión se refiere a la organización de la producción,
es decir, quién se va a encargar de llevar a cabo la actividad productiva, cómo
se va a acometer dicha actividad y cómo van a combinarse los factores
productivos de los que se dispone. Todo ello implica que la sociedad se plantee
cuestiones como si se utilizarán tecnologías intensivas en maquinaria o mano
de obra, si se hará a través de empresas privadas o de iniciativa pública, qué
fuentes de energía se utilizarán en la producción o si los procesos productivos
por los que se va a optar serán contaminantes o respetuosos con el medio
ambiente.
¿Para quién producir? Toda sociedad debe diseñar un sistema de reparto de
los bienes y servicios, lo que lleva a reflexionar sobre cuestiones como:
¿Quiénes serán los destinatarios de esa producción, unos pocos o la gran
mayoría de los ciudadanos? ¿Qué método o sistema se va a utilizar para
distribuir la totalidad de la producción? ¿La distribución de la renta será
igualitaria o se producirán diferencias muy acusadas entre los miembros de la
sociedad?

5.- EL ANÁLISIS NORMATIVO FRENTE AL ANÁLISIS POSITIVO

La diferencia entre economía positiva y normativa está basada en que


la economía positiva trata de explicar lo que la economía es, mientras
la economía normativa trata de indicar cómo debería ser.

Así pues, la diferencia está en el enfoque de cada una de ellas. Mientras la


economía positiva trata de describir la realidad, la economía normativa nos
propone recomendaciones de cómo podría mejorar según criterios subjetivos.

1.- ECONOMÍA POSITIVA

Tal como indica nuestro diccionario económico, la economía positiva intenta


explicarnos cómo funciona en realidad la economía. En este sentido, al tener
en cuenta este enfoque estamos dando por hecho que los economistas se
comportan como científicos. Por ejemplo, si quieren describir cómo afecta la
subida de los impuestos sobre un determinado sector, realizarán un estudio
sobre los efectos de las subidas de impuestos y sus consecuencias.
Aunque no siempre es posible, pues la realidad es muy compleja y está
formada por muchas variables, la idea fundamental es describir los procesos
económicos y sus relaciones de una manera objetiva.

2.- ECONOMÍA NORMATIVA

Por su lado, la economía normativa propone políticas, recomendaciones o


acciones basadas en juicios de valor. Esto es, proponen lo que debería ser
según distintas ideas preconcebidas. Para ello se basa en la teoría económica
disponible (no siempre contrastada de forma empírica).

En este caso, las consideraciones se basan en la ética, la responsabilidad y la


concepción del mundo del economista que trata de explicarla. A diferencia de la
economía positiva, los hechos en los que se basa la economía normativa no
son siempre están demostrados.

Diferencia entre economía positiva y normativa por pensamientos


económicos

Durante la historia del pensamiento económico ha existido siempre el debate


sobre si era posible hacer una economía sin juicios de valor.

Los últimos escritores de la Escuela Clásica, como William Nassau Senior o


John Stuart Mill, estaban convencidos de que era posible dividir de forma clara
economía positiva de economía normativa. Al respecto, John Neville Keynes,
padre de John Maynard Keynes, estableció una distinción clara entre la
definición de los fines a seguir (economía normativa) y la determinación de la
mejor manera de alcanzar esos fines (economía positiva). Esta es la postura
ortodoxa seguida por Milton Friedman, Max Weber o Lionel Robbins.

Pero también hay autores como Myrdal o Pigou que están en contra de la
distinción positivo-normativo. Estos autores argumentan, o bien que la
economía está irremediablemente influenciada por nuestros valores y
consideraciones políticas (Myrdal), o bien establecen un juicio de valor de
antemano para lograr la objetividad en la economía normativa (Pigou).
De modo que hay corrientes económicas que afirman que no puede existir otra
economía que la positiva (lo que es), otros que defienden que no puede existir
otra economía que la normativa (lo que debería ser) y otros que se niegan a
distinguirlas pues piensan que la economía es un todo en este sentido.

Con todo, la diferencia entre economía positiva y normativa es que esta última
está influenciada por los juicios de valor y las consideraciones éticas.

6.- TEORÍA DE LA VENTAJA ABSOLUTA.

La ventaja absoluta es la capacidad de una persona, empresa o país para


producir un bien, teniendo que usar menos factores de producción que
otro.

En otras palabras, la ventaja absoluta nos dice que un país mejor que otros en
la producción de un bien o servicio. Ofrece mayor calidad a un menor coste. Al
tener mejores recursos tales como tecnología, tiempo, capital o mejor factor
humano, puede producirse algo con más eficiencia. Esto hace que pueda
emplearse esta medición a la hora de establecer comparaciones entre distintos
productores.

De esta manera, podemos comparar naciones, empresas o individuos


atendiendo a su gasto de recursos a la hora de producir un bien. El que utilice
menos recursos para llevar a cabo esta acción, diremos que tiene ventaja
absoluta.

LA VENTAJA ABSOLUTA DE ADAM SMITH

Este concepto económico es una de las primeras bases en el estudio de la


economía y del comercio internacional, desde que Adam Smith anunciase su
teoría. Para Smith, los países tienden a especializarse en la producción de
aquellos bienes en los que tienen ventaja absoluta. Esto sucede por el menor
gasto de recursos en la producción que se mencionaba anteriormente.

Según la teoría de la ventaja absoluta, al especializarse los países en los


bienes en los que tiene ventaja absoluta, exportan esos bienes y con las
ganancias de esta venta compran otros bienes producidos por otros países. De
esta manera llegaba a la conclusión de eficiencia del comercio internacional.

No obstante, la idea de la ventaja absoluta como motor de comercio


internacional resultó ser demasiado simplista para la realidad. Ya que existían
casos en los que, según la definición dada, no podría darse el comercio.

Por poner un simple ejemplo: si el país A produce pan por 5Bs. y galletas por
6Bs, mientras que el país B se dedica a la producción de pan por 10 y de
galleta por 12, no existiría comercio entre ellos según la teoría de la ventaja
absoluta. Esto sucedería debido a que el país A tiene ventaja absoluta en
ambos productos y no estaría interesado en adquirir ninguno al país B.

De este modo, se llegó a través del estudio de que el comercio internacional no


responde estrictamente a la teoría de la ventaja absoluta, sino al de la ventaja
comparativa.

7.- TEORÍA DE LA VENTAJA COMPARATIVA.

La ventaja comparativa es la capacidad de una persona, empresa o país


para producir un bien utilizando relativamente menos recursos que otro.

El concepto de ventaja comparativa es uno de los fundamentos básicos


del comercio internacional. Asume como decisivos los costes relativos de
producción y no los absolutos. En otras palabras, los países producen bienes
que les supone un coste relativo más bajo respecto al resto del mundo.

El modelo de la ventaja comparativa fue desarrollado por el economista David


Ricardo como respuesta y mejora de la teoría de la ventaja absoluta de Adam
Smith. Según el punto de vista aportado por Ricardo en el siglo XIX, los países
se especializan en la producción y exportación de aquellos bienes que pueden
fabricar con costes relativamente más bajos.

Cada país en cuestión se especializará en aquello en lo que sea más eficiente.


A la misma vez, importará el resto de productos en los que son más ineficaces
en términos de producción. Aunque un país no tenga ventaja absoluta al
producir algún bien, podrá especializarse en aquellas mercancías en las que
encuentre una ventaja comparativa mayor y poder participar finalmente en el
mercado internacional. En este sentido, puede potenciar su comercio exterior.

Se trata entonces de la idea básica de que los países eligen especializarse


para poder comerciar en actividades donde tiene cierta ventaja. Es decir, en
lugar de producir lo que hacen mejor de forma absoluta, producen lo que hacen
mejor de forma relativa. Por lo tanto, la diferencia con la teoría de la ventaja
absoluta radica en que no se produce lo que al país le cuesta menos, sino
aquel con menores costes comparativos.

Según la teoría de la ventaja comparativa, dicha ventaja procederá del coste de


oportunidad al que se enfrente en la producción de cada bien. En otras
palabras y aplicando un ejemplo sencillo, para producir plátanos debe sacrificar
menos dejando de lado la producción de manzanas. Formalmente, el país
produce un bien y lo exporta porque tiene un coste relativo menor al de otro
país ya que prescinde de la producción de menor cantidad de bien.

Siguiendo este patrón de conducta el comercio tiene lugar. En consecuencia,


hay países importadores y exportadores que funcionan bajo la idea
de eficiencia. Un esquema muy simple pero que se convirtió rápidamente en
uno de los pilares fundamentales en el estudio del comercio internacional.

VENTAJA ABSOLUTA VS VENTAJA COMPARATIVA.

Actualmente, todos los acuerdos comerciales que se realizan a nivel mundial


se centran en la teoría de las ventajas absolutas y comparativas. Esta teoría
del comercio internacional se centra en que cada receptor o país se beneficie
del comercio si se especializa en sus productos (los cuales tienen menor costo
de oportunidad respecto a otros) al intercambiarlos. David Ricardo, economista
inglés desarrolló en 1817 la teoría de las ventajas absolutas y comparativas
con motivo de que Europa protegía sus mercados de las importaciones
estadounidenses mediante cuotas y aranceles.
Como ventaja absoluta nos referimos a la virtud que tiene un ente (país,
persona, organismo, etc.) de utilizar menos factores de producción que otro
para producir un mismo bien. Es decir, quien necesite menos insumos para
producir un bien, tendrá ventaja absoluta sobre dicho bien. Por ejemplo, si
María necesita 5 minutos para llenar una canasta de manzanas, y Diego
necesita 15 minutos para llenar la misma canasta de manzanas, siendo el
tiempo el insumo, María posee una ventaja absoluta respecto al tiempo sobre
Diego.
Ahora bien, como ventaja comparativa nos referimos a que un ente tenga la
habilidad de producir un bien con un costo de oportunidad más bajo que el
otro. Es decir, que tenga que sacrificar menos de otros bienes con el fin de
producir ese bien, o tenga un menor costo de fabricación de ese bien respecto
a otros entes. Por ejemplo, en el comercio para dos países, si el país “X” es
mejor produciendo carros, pero no presenta ventajas en la producción de las
gomas, se contrata al país “Y” para proveer las gomas, quién sí tiene ventajas
en la producción de las mismas. Esto permite que el país “X” obtenga mejores
costos para la producción del carro final, ya que la decisión de producir un
carro con gomas del país “Y” les genera mayor beneficio que producir el carro
con sus gomas, no obstante, el país “X” produzca gomas.
Es posible que se tenga ventaja absoluta sobre varios bienes, pero no se
puede tener ventaja comparativa para ambos bienes, ya que el costo de
oportunidad de un bien es el inverso del costo de oportunidad del otro bien.
David Ricardo concluye con esta teoría que cuando las personas se
especializan en producir aquel bien en el que tienen ventaja comparativa, el
total de la producción de la economía se incrementa mejorando el bienestar de
todos. Es importante destacar que para que la especialización y el comercio
tengan beneficios, el precio al que se comercia no debe estar por encima de
sus costos de oportunidad.

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