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INTRODUCCIÓN AL
ANTIGUO TESTAMENTO B102-01
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“Introducción”

Prof. Miguel Núñez

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Bienvenidos al aula virtual del Instituto Integridad y Sabiduría. En esta ocasión,
vamos a estar comenzando esta materia que tiene el nombre de Introducción al
Antiguo Testamento. Y le llamamos introducción porque, obviamente, es una
materia de mucho contenido. Y si fuéramos a revisar todo lo que el Antiguo
Testamento tiene necesitaríamos varios cursos para hacerlo. Pero, esperamos
que podamos darle una vista panorámica de todo lo que ese Antiguo
Testamento enseña y contiene. Y, que al final, usted pueda tener una buena
idea de cuál fue el flujo de los acontecimientos históricos y la teología detrás de
esos acontecimientos. Si hay algo en lo que nosotros quisiéramos hacer énfasis,
es que no ganamos nada con comprender la historia, si no entendemos la
teología detrás de los acontecimientos.
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Dios no nos reveló, simplemente, una historia muerta, sino que Dios nos reveló
su carácter a través de una historia, a través de la relación de Él con su pueblo,
escribiendo y haciendo la historia. Y, realmente, de eso es que el Antiguo
Testamento trata. Algunos se han preguntado: ¿Qué es el Antiguo Testamento?
Pensando que la palabra testamento implica pacto. Pero: ¿Qué es? ¿Qué
comprende? Y pudiéramos definirlo de diferentes maneras. Pudiéramos decir
que es una historia del plan de Dios, que incluye o que va desde la creación o
comienza en la creación, continúa luego con la caída del hombre y le da inicio a
la redención o al plan de redención de nuestro Dios. Otros pudieran definirlo
como la historia del pueblo judío, pero yo creo que si lo definimos así, estamos
siendo muy reduccionistas.
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Estamos minimizando lo que verdaderamente el Antiguo Testamento contiene.
Es más que eso, es más que la historia de un pueblo en relación con su Dios,
que sería otra manera de definirlo: La historia del pueblo judío en relación con
nuestro Dios. Es el desarrollo histórico de un pacto; han dicho algunos. Dios
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hizo un pacto con su pueblo y en la medida en que ese pacto se desarrolla, en
la historia, nosotros podemos ver, entonces, los acontecimientos. Pero, una vez
más, yo quiero insistir, en que el Antiguo Testamento, es más bien, la revelación
del Dios, del pueblo judío, en relación con ese pueblo. Y pudiéramos decirlo de
esa manera: Es la historia de un pueblo, Israel, caminando en pacto, en una
relación de pacto con su Dios.
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Yo creo que esa es la mejor manera de figurarnos o de pensar en que es el
Antiguo Testamento, que contiene. Porque, en realidad, cuando pasamos al
Nuevo Testamento va a ser un poco más de lo mismo. Es un Dios, caminando
con su pueblo, otra vez, en otro momento de la historia, pero tratando de
revelar quien Él es y tratando de revelar su carácter. Pudiéramos decir que la
meta del Antiguo Testamento o el propósito, es el comienzo de la narración de la
historia de un Dios, Jehová, que deseó crear un pueblo y después de crear su
pueblo quiso morar entre ellos. Y lo creó para morar entre ellos y vivir en
relación con ellos. Eso yo creo que nos da una buena idea de qué es lo que
Dios quiere con nosotros.
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Dios no vivió en la eternidad pasada en necesidad de compañía, Dios no tiene
necesidad, Dios es autosuficiente, Dios está completo, satisfecho, gozoso en sí
mismo, pero Dios, por el amor que Él tiene y el amor que Él es, quiso darse así
mismo. Y cuando lo hizo, entonces, creó un pueblo, para darse a ese pueblo,
vivir con ellos, vivir entre ellos. De tal manera, que en la relación con ellos, ellos
pudieran llegar a ser como su Hijo Jesús; como es el propósito que declara el
libro de Romanos en el capítulo 8. Es interesante que cuando uno revisa la
historia bíblica, uno encuentra a Dios morando con su pueblo de principio a fin.
En el Antiguo Testamento, al inicio, Dios está en el Génesis, en relación con
Adán y Eva, sin que nada lo interrumpiera, interrumpiera esa relación.
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No había pecado en la creación y Dios está ahí, relacionándose con ellos de la
forma más íntima posible. Hay una caída y luego de la caída, entonces, Dios
elige a un pueblo, pero quiere que en el pueblo se fabrique, se edifique, se erija
un Tabernáculo. Y en el Tabernáculo, entonces, habrá un lugar, que Él denominó
el lugar santísimo. Donde Dios, entonces, iba a morar, en el lugar santísimo,
simbólicamente y el Tabernáculo iba a estar en el medio del pueblo; ese fue el
diseño de Dios. De una manera, comunicando, yo quiero morar con mi pueblo,
en medio de mi pueblo. Entonces, cuando no pudo hacerlo ya, porque el
pecado del hombre lo impidió, lo comenzó a hacer de otra manera. Luego hay
una fabricación del templo y Dios permanece todavía, habitando en el templo.
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Obviamente, las paredes no lo contenían, pero el templo era el símbolo de que
Dios estaba habitando en medio del pueblo. Bueno, el templo, por razones
históricas conocemos que fue destruido por la desobediencia del pueblo judío,
del pueblo hebreo. El pueblo se va al exilio, pasamos al Nuevo Testamento y
ahí viene la persona de Jesús. Y Jesús representa la encarnación de Dios y
viene a habitar de nuevo con su pueblo. De manera que, la plenitud de Dios
ahora, Dios con nosotros, Dios encarnado, ahora está en medio del pueblo de
otra manera, de una forma más íntima incluso, más real, habitando con el
pueblo. Jesús, termina su misión, asciende a los cielos y el Espíritu de Dios
desciende y comienza a morar con nosotros, en nuestro interior.
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Y nosotros vemos todo el tiempo a Dios queriendo morar con su pueblo: En el
jardín, en el Tabernáculo, en el templo, en la persona de Jesús, ahora en
nuestro interior. Y cuando llegamos al libro de Apocalipsis ¿Qué encontramos?
La nueva Jerusalén, en medio de la cual, mora el Hijo de Dios; y Él es el nuevo
templo, en la nueva Jerusalén. De manera que, de una forma clara, nosotros
podemos ver el deseo de un Dios autosuficiente, que no necesita de nada ni de
nadie, queriendo morar en el medio de su pueblo, para darse a sí mismo y que
el pueblo pueda disfrutar de los beneficios de lo que Él es; y eso es como
debiéramos comenzar a ver el Antiguo Testamento.
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La palabra testamento, en hebreo, es la palabra: “Berit”. Y la palabra significa,
en nuestro idioma, en nuestro lenguaje: Pacto. De manera que, estamos
hablando de un pacto, que no es realmente antiguo, no es la mejor palabra,
pero es una palabra usada para referirnos a que es un pacto anterior al pacto
en que nosotros vivimos hoy en día. La palabra viene del latín: “Testamentum”,
pero en el hebreo, como ya mencioné, significa o escrito como: “Berit”. Y en
realidad, ahora, lo que Dios ha hecho es que establece un pueblo, establece un
pacto, le da inicio al pacto y a lo largo de toda la historia bíblica, Dios vive en un
pacto con su pueblo. Ese pacto ha tenido diferentes manifestaciones, Él ha
tenido diferentes formas de relacionarse con ese pueblo.
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Pero, si hay algo que sale a relucir y yo creo que eso es vital que nosotros lo
podamos ver, es que a lo largo del Antiguo Testamento, que es lo que estamos
estudiando, si hay algo que Dios quiere hacer es revelar sus atributos. Y, de
hecho, algunos de los teólogos, incluyendo uno de los teólogos
contemporáneos, R. C. Sproul, dice que: “Si tú quieres conocer, ver, los
atributos de Dios de una forma más clara, tú realmente debieras estudiar el
Antiguo Testamento”. Y yo no tengo la estatura de este teólogo, pero hasta
donde mi conocimiento llega, yo pudiera decir la misma cosa. El Antiguo
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Testamento es una revelación extraordinaria de los atributos de Dios y dentro
de esos atributos de la fidelidad de Dios en medio de un pueblo infiel.
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Y, entonces, la fidelidad de Dios es resaltada aún más por la infidelidad del
pueblo. Y es esa relación del Dios fiel con un pueblo infiel lo que pone de
manifiesto el gran Dios que nosotros tenemos, el gran Dios en el que hemos
confiado; y lo que nos debe motivar a estudiar aún mejor ese Antiguo
Testamento. Al cual mucha gente le tiene miedo o le huye, quizás porque no lo
entiende, quizás porque es muy largo, quizás porque es difícil, a veces, de
comprender, pero yo espero que si usted se dedica a escuchar, a estudiar lo
que este testamento es, Dios mediante tendrá una mejor idea de cómo se
desarrolló todo esto y se dará cuenta que no es tan difícil, una vez usted
entiende el flujo de la historia y el por qué.
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Y parte del problema está, en que los libros, en la manera en que fueron
organizados no describen adecuadamente el flujo de la historia y, entonces,
ahora, después que usted ve todo el Antiguo Testamento tiene que comenzar a
amar el rompecabezas, que va aquí, que va allí, que va en este otro lugar; y
esperamos que usted lo pueda ver así a través del estudio. Yo decía, que el
Antiguo Testamento es una revelación de los atributos de Dios. Bueno, mira lo
que Dios dice en Jeremías 9:24, que está, obviamente, en el Antiguo
testamento: "Mas el que se gloríe, gloríese de esto:
de que me entiende y me conoce (ese es el propósito de Dios, toda la historia
está escrita con ese propósito, de que me entiende y me conoce),
pues yo soy el Señor que hago misericordia,
derecho y justicia en la tierra,
porque en estas cosas (escucha) me complazco —declara el Señor”.
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Me complazco en hacer misericordia, en hacer derecho, en hacer justicia, pero
me complazco en que mi pueblo me conozca. Y si ese es el propósito número
uno de Dios, cada vez que estudiamos la Biblia, debiéramos entender que este
texto que yo estoy leyendo es primariamente para que yo conozca a Dios,
secundariamente para todo lo demás, pero primariamente para que yo conozca
algo del Dios que se ha estado revelando. Cuando vemos, entonces, el Antiguo
Testamento y comenzamos a desglosar, lo encontramos en ese testamento,
varios pactos, distintos; y diferentes teologías lo han organizado de manera
distinta.
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No voy a entrar en la diferenciación entre la teología dispensacional, que habla
de que Dios se relacionó con el hombre de manera distinta en cada
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dispensación; y que cada dispensación terminó y le dio comienzo a una nueva
dispensación sin conexión con la interior, no voy a entrar en esos detalles; me
voy a limitar, más bien, a definir estos pactos y, quizás, en la forma en que lo voy
a hacer, lo vamos a estar haciendo mas conforme a la teología reformada. En el
Antiguo Testamento, los reformados han planteado que, en esencia, nosotros
tenemos un pacto inicial, que fue un pacto de obras, Adán y Eva tenían que
cumplir una ley, el día que violes esa ley, tienes un solo chance, el día que
violes esta ley; morirás.
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Bueno, no murieron físicamente, pero murieron espiritualmente. Pero,
ciertamente, si ellos hubiesen mantenido la ley de Dios, las obras que Dios les
había dado que ejecutaran, el pacto hubiese permanecido sin ser quebrantado.
Ese pacto terminó o fue quebrantado y abrió un pacto de gracia, que es como
los reformados lo han visto, un pacto de gracia, ahí mismo, en la caída. Y bajo
esa sombrilla del pacto de gracia, entonces vemos, pactos distintos con Dios,
pero todos motivados por la gracia de Dios que quiere redimir al hombre.
Entonces, de esa forma usted pudiera verlo, un pacto de obras con Adán y Eva,
el pacto fue violado, un pacto de gracia para el resto del tiempo.
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Y bajo ese pacto de gracia, entonces, nosotros hemos distinguido, en el
estudio: El pacto con Noé, después del diluvio; el pacto con Abraham al inicio
del comienzo del pueblo judío; el pacto con Moisés, ya en el desierto, cuando
los 10 mandamientos son dados y ya el pueblo ha salido de Egipto y está en el
desierto; luego el pacto con David, es un pacto que promete a David, que en el
trono de David, se sentaría, justamente, el descendiente de David, el Hijo de
Dios que vendría después y que el cetro, el gobierno de la nación de Israel, no
partiría de ese cetro, de ese descendiente que estaba por venir. Entonces, en el
Antiguo Testamento, el último pacto que vemos, es ese pacto con David.
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Pero, Dios prometió, a través del profeta Jeremías, justamente, que habría un
nuevo pacto después de este pacto, que sería un pacto que nosotros luego
conocemos como un pacto en su sangre, un pacto de gracia, todavía bajo ese
período de la gracia, pero un pacto en su sangre, en la sangre del unigénito de
Dios. Y eso es lo que Cristo anuncia en el aposento alto: “Este es mi pacto,
este es el nuevo pacto en mi sangre". Tú tiene los textos ahí, en Jeremías
31:31, donde Dios promete un pacto que iba a consistir, en esencia, en poder
escribir su ley ahora, en el corazón de los hombres y no en piedras, cuando el
Espíritu Santo viniera a morar en ti. Y las citas de Mateo 26:27-29 y Lucas
22:19-21, de manera resumida, donde Cristo inaugura el pacto.
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Yo quería, brevemente, sin mucho comentario, ver una cita en el Nuevo
Testamento, donde nosotros podemos, claramente, identificar el paso del
antiguo pacto al nuevo pacto. El libro de Hebreos, se escribió, en gran medida,
para gente hebrea, por eso se llama como se llama, gente que entendía la ley.
Y, entonces, ahora, en ese libro de Hebreos, el autor, que algunos piensan que
fue Pablo, otros piensan que no, les ayuda a entender a ellos como pasó esto
de un pacto a otro. Y en el capítulo 9:16-17, leemos: "Porque donde hay un
testamento, necesario es que ocurra la muerte del testador. Pues un testamento
es válido sólo en caso de muerte, puesto que no se pone en vigor mientras vive
el testador”.
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Esto está haciendo alusión a Cristo, Cristo era el testador. Entonces, Cristo
viene bajo la ley, cumple la ley y, todavía, hasta que Él muere, la ley está en
efecto. Porque para que un pacto, el nuevo pacto que se iba a inaugurar, entre
en efecto, tiene que morir el testador. Es como el que escribe un testamento
hoy y le deja su herencia a una serie de personas, ese testamento no entra en
efecto hasta que muere quien lo escribió. Bueno, cuando Cristo muere,
entonces, entró en efecto el nuevo pacto; y ahí nosotros vemos el paso de un
pacto a otro. Habiendo mencionado eso, que este pacto del Antiguo Testamento
le da paso al nuevo pacto, tenemos que ver cuál es la relación que un
testamento guarda con el otro.
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Y se ha dicho por mucho tiempo, que el Nuevo Testamento estaba escondido
en el Antiguo Testamento. Y, ciertamente, si tú lees el Antiguo Testamento
despegado del Nuevo, tú no lo entiendes tan bien, porque está ahí, pero está
escondido, tú no entiendes las profecías tan bien. Nosotros la entendemos
mucho mejor, porque ahora el Antiguo Testamento ha sido revelado en el
Nuevo. Entonces, la mayoría de nosotros, ha entrado a la fe cristiana por el
Nuevo. Ahora que entendemos el Nuevo, venimos a un curso como este y se
nos enseña el Antiguo Testamento y decimos: ¡Ah! Pero, si eso es tan claro,
estaba tan claro, como no lo vieron! Si, ahora, que nosotros entramos por la
revelación del Antiguo, luego nos vamos al Antiguo y lo vemos más claramente.
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Pero ellos entraron cuando el Nuevo estaba escondido en el Antiguo y les era
muy difícil y muchas veces imposible poderlo ver. Ahora, ese Antiguo
Testamento, apuntaba a Cristo. Porque, precisamente, toda la historia redentora
del hombre tiene que ver con el redentor. Entonces, tanto el Antiguo como el
Nuevo Testamento tienen un centro y el centro es Cristo. Pudiéramos decirlo de
esta manera: El Antiguo Testamento apuntaba a Cristo, que es el centro y el
Nuevo Testamento gira alrededor de Cristo. Y ahí vemos, entonces, la figura
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central de Cristo. Y de esta forma, cuando usted estudia el Antiguo Testamento,
la mejor manera de hacerlo es preguntándose: ¿Dónde está Cristo aquí?
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Y aunque no siempre está tan claro y no pudiéramos decir que en cada verso
está Cristo identificado, la realidad es que en cada libro Cristo está, de alguna
manera, su obra, su plan, su redención; tú tomas a Esther, hay redención en
Esther. Y de esa manera, entonces, podemos decir: ¡Ah! Aquí está Cristo.
Quizás, no la persona, pero está la obra de redención ahí, que tiene que ver con
el redentor. De manera que, es fácil decir que la Biblia entera es Cristo céntrica.
Yo quería mencionar, en esta primera clase, algo que no se encuentra en
muchos libros de textos, pero Walter Kaiser, en su obra acerca de la teología
bíblica tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, cita este autor de apellido
Beecher.
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Willis J. Beecher, que en el año 1905 fue invitado a dar unas conferencias en el
seminario de Princeton, un seminario que era extremadamente ortodoxo en su
momento, extremadamente liberal ahora; y en esa ocasión, él introdujo un
concepto más o menos nuevo, que honestamente a mí me gusta la idea. Él no
habla tanto de pacto, sino de promesas. Entonces, él llama, en vez de hablar de
un pacto, el habla del “Epangelia”, que en griego es promesa, no tanto de
pactos, sino promesas; Dios ha hecho una promesa. Entonces, él habla de que
el plan de salvación, él no quiere verlo como Antiguo Testamento y Nuevo
Testamento, sino que el plan de salvación es uno solo, es una sola historia de
redención; y que el contenido de los pactos, cada pacto, su contenido lo que
hace es, que es enriquecido en el próximo pacto.
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De manera que, él no ve la terminación de estos pactos, el comienzo de otro,
sino que él entiende es un solo pacto, que el contenido de este pacto en cierta
manera es retenido por el próximo, cuando el próximo llega mantiene el
contenido del anterior y enriquece lo que se había dicho o revelado hasta ese
momento, hasta culminar en Cristo, que viene e inaugura el último pacto en su
sangre, con todas las bendiciones, todas las promesas y todo aquello que los
pactos anteriores no habían entregado. Entonces, por eso él no habla del
Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, el habla del plan de Dios que es
uno y le llama la promesa; y de esa misma manera, él no habla del pueblo judío
y la iglesia, el pueblo judío en el Antiguo Testamento y la iglesia.
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Él habla del pueblo de Dios, que en el Antiguo Testamento fue o estuvo
constituido por el pueblo judío y que en el Nuevo Testamento, el mismo pueblo
de Dios está constituido por la iglesia, dentro de la cual, también, está el pueblo
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judío creyente o el remanente. Quería mencionar eso, porque eso nos da a
nosotros otra visión de cómo pudiéramos ver el Antiguo Testamento en relación
con el nuevo. Al estudiar el Antiguo, yo creo que mencioné algo de esto ya, el
punto central del Antiguo Testamento es Dios, no es el hombre. Yo creo que
nosotros tenemos, lamentablemente, un legado demasiado antropocéntrico. Y
nosotros leemos la historia, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento,
como si nosotros fuéramos el centro y las bendiciones que recibimos fuera lo
más importante.
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Lo cual es importante, pero nosotros no somos el centro; Dios es el centro: Su
revelación, el desarrollo de su plan, la trama de lo que ocurre, en un testamento
o en el otro; es secundaria. Porque lo que la trama está tratando de revelar es,
al Dios que ha creado la trama, en el primer lugar, al Dios que ha creado el
drama, el drama de redención, el director del drama es lo que está siendo
revelado. Cuando tú miras un drama, tú dices: ¡Wao! ¿Pero, quién escribió eso?
Brillante el libreto de esto, la historia detrás; ese es Dios. Entonces, la atención
debe estar en la historia para descubrir la teología detrás y la teología detrás es
la revelación de ese Dios; y de esta forma usted va a poder entender mucho
mejor.
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Esa historia, si usted la estudia sin la teología que revela, es estéril. No tiene
fructificación, porque no voy a tener aplicación y toda teología sin aplicación
termina de una manera estéril. Hablando, entonces, del Dios del Antiguo
Testamento o el Dios que se ha revelado en el Antiguo y en el Nuevo y
hablando de los atributos revelados en el Antiguo, una de las cosas que se ha
dicho una y otra vez, obviamente, no por los estudiosos de la Biblia o por lo
menos los estudiosos ortodoxos, es que el Dios del Antiguo Testamento es un
Dios juzgador, es un juez, sanguinario; y la realidad es que es todo lo opuesto.
Hay cosas de Dios que salen a relucir, como su justicia, pero eso no está por
encima de los otros aspectos de Dios que si salen a relucir.
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En primer lugar, cuando tú abres la Biblia y te encuentras con la creación de ese
universo, lo primero que sale a relucir es la soberanía de Dios, que habla y un
universo es formado, su poder, su sabiduría, como orquesta, como Él habla y
separa las aguas y las aguas saben dónde pararse, exactamente, como Él dice
que se formen las plantas y los animales y estos animales y plantas saben
dónde aparecer, de qué forma aparecer; eso es extraordinario. Luego, tú
comienzas a ver a ese Dios que se distancia un poco, por así decirlo, del
hombre, por el pecado del hombre, en Génesis 3 con la caída. Entonces, luego
hay un Dios que juzga el pecado, en su santidad, es cierto. Pero, a fin de
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cuentas, lo que más llama la atención, es que ese pecado que ha interrumpido
su historia, a pesar de eso, Dios quiere una relación con el hombre.
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Y, entonces, elige a Abraham y de Abraham Él iba a crear un pueblo. Ese
comienzo nos habla a nosotros de lo empeñado en que este Dios está,
precisamente, en relacionarse con el hombre a pesar de su pecado. Él no
abandona su plan, Él no abandona al hombre, É lo que hace es que continúa su
plan, precisamente, para poder seguir relacionándose con el hombre. Si hay
algo que Dios pone de manifiesto, se lo dice a Moisés, Moisés lo puede
escuchar, cuando Moisés subió al monte, es, precisamente, cuán compasivo y
misericordioso Él es; y Él revela esto en el Antiguo Testamento. Escucha lo que
dice Éxodo 34:6-7: “Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante
en misericordia y fidelidad; el que guarda misericordia a millares, el que
perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado, y que no tendrá por inocente
al culpable…”
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Oye todo lo que Dios dice antes de decir: “Y no tendrá por inocente al
culpable”. Como Él se describe, como: Compasivo, como clemente, lento para
la ira, abundante en misericordia; ese es el Dios del Antiguo Testamento.
Cuando nosotros vemos los otros aspectos, donde Dios parece sanguinario, se
nos olvida que el plan original era: Un pecado y estás muerto. Y en el Antiguo
Testamento nos encontramos cientos, millones, quizás, de pecados y Dios
persiste en relacionarse con su pueblo. “El hace justicia al huérfano y a la
viuda, y muestra su amor al extranjero dándole pan y vestido”; dice
Deuteronomio 10:18. Ahí está el carácter de Dios otra vez, mostrando justicia al
huérfano, no ignorándolo.
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Ese es el carácter que nosotros necesitamos hoy, ese es el Dios que Isaías ve
en una visión que él tuvo y que oyó o escucho a los serafines cantar: Dios es
Santo, Santo, Santo”. Ese mismo Dios, lento para la ira, compasivo, abundante
en misericordia, que no ignora al huérfano, es el Dios Santo y que a la vez es el
Dios que ama a sus enemigos; en el Antiguo Testamento está esto. Escucha
como lo dice el libro de Proverbios 25:21: "Si tu enemigo tiene hambre, dale de
comer pan,
y si tiene sed, dale de beber agua”. Eso no es Nuevo Testamento, eso es
Antiguo Testamento, una vez más, el carácter benevolente, perdonador, fiel, del
Dios de la Biblia, es mejor visto, incluso, en el Antiguo Testamento.
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Y lo que la gente tiene es una visión reducida de uno de los atributos de Dios
cuando hace justicia y se les olvida, de qué manera, este mismo Dios, una y
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otra vez, trató de rescatar al pueblo y permanecer con el pueblo para no
destruirlo. Habiendo dicho todo eso, a manera de introducción en cuanto a lo
que es el Antiguo Testamento, lo que contiene, como verlo, como estudiarlo, yo
quisiera decir algunas cosas acerca de la estructura del Antiguo Testamento,
porque de esa manera, si comprendo un poco su estructura, yo voy a entender
mejor lo que estoy leyendo. El Antiguo Testamento hebreo, que hoy es
conocido, por lo menos en inglés, no se como ellos le llamarán en su propio
idioma, pero es: “Tanakh”.
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Es un Antiguo Testamento como el nuestro, en hebreo, organizado de manera
distinta. Entonces, ese Antiguo Testamento hebreo, estaba organizado o
dividido en tres partes: La ley, los profetas y los escritos. Y cuando uno lee el
Nuevo Testamento uno encuentra esas tres divisiones identificadas de esta
forma, en Lucas 24:44: “Y les dijo: Esto es lo que yo os decía cuando todavía
estaba con vosotros (Esto es Cristo, hablando a los discípulos que estaban
camino a Emaús): que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre mí
está escrito en la ley de Moisés (esa es la primera división), en los profetas (la
segunda división) y (la tercera división, Cristo la identifica como) en los salmos”.
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La razón por la que ahí dice los salmos y no los escritos, es porque los hebreos,
los judíos, habían aprendido a llamar a esta tercera porción: Los Salmos.
Simplemente, porque los escritos que representan la tercera porción comienzan
con el libro de los Salmos y es el libro más extenso. Entonces, los salmos, eran
sinónimos de los escritos. Y ahí, en su gráfica, usted podrá ver cómo esas tres
porciones estaban divididas. La ley correspondía a la “Torah”, la ley de Moisés,
con los primeros cinco libros de la Biblia. Tienes al Génesis, tienes al Éxodo,
tienes a Levítico, tienes a Números, tienes a Deuteronomio; ahí están los cinco
libros. Luego, ellos tenían los profetas divididos. No en mayores y menores
como nosotros los dividimos hoy, sino en profetas primeros y profetas últimos.
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Ahí está Josué, Jueces, Samuel, Reyes; ellos le llamaban ahí los profetas
primeros. Reyes es la historia de los reyes, pero con cada historia de los reyes
habían profetas confrontando al pueblo y confrontando al rey mismo; y de ahí,
quizás, el nombre porque lo agruparon bajo profetas. Y los profetas últimos,
donde ellos incluyen a Isaías, Jeremías, Ezequiel y luego los doce. Los doce
son los que nosotros llamamos los profetas menores, no porque tienen menor
importancia, sino porque sus libros, sus escritos son de menor cuantía o de
menor volumen. Luego estaba, entonces, los escritos que en hebreo son:
“Ketubim”. Y bajo esos escritos, entonces, estaban los libros poéticos: Salmos,
Proverbios, el libro de Job.
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Luego estaban los cinco rollos, que ellos le llamaban: Cantar de los Cantares,
Ruth, Lamentaciones, Eclesiastés, Ester. Y, finalmente, los libros históricos de
Daniel, Esdras, Nehemías (que era un solo libro) y Crónicas. En este Antiguo
Testamento hebreo, Samuel es un solo libro, no tenían primer y segundo libro
de Samuel, Crónicas es un solo libro, Reyes es un solo libro, esa división de
primer y segundo libro de Reyes o de Crónicas o de Samuel viene después
¿Cuándo vino? Bueno, cuando se tradujo esa Biblia hebrea o ese Antiguo
Testamento hebreo se tradujo al griego y se produjo la Septuaginta. La
septuaginta fue la traducción al griego del Antiguo Testamento hebreo ¿Quiénes
las hicieron? Las hicieron 70 eruditos; de ahí el nombre Septuaginta.
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¿Dónde lo hicieron? En Alejandría, en un momento dado, entre el Antiguo
Testamento y el Nuevo Testamento. Y produjeron una traducción al griego ya
que Alejandro Magno se había propuesto helenizar, convertir a la cultura griega,
toda esa región. Entonces, ellos crearon una nueva división de ese Antiguo
Testamento. Esa nueva división que ellos crearon es la que pasó a las versiones
modernas de la Biblia que nosotros tenemos. Entonces, en esa nueva división
está: La Ley, al igual que los hebreos la tenían, los primeros cinco libros de
Moisés que mencionamos; están los libros históricos, que yo voy a mencionar
ahora; están los libros poéticos o libros de sabiduría, poesía y sabiduría, escrito
en ese lenguaje poético y al mismo tiempo revelando sabiduría; y están los
profetas mayores y menores.
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Esta es la división: Primero La Ley, con los cinco libro de Moisés, los primeros
cinco libros de la Biblia. Luego los libros que, básicamente, describen historia:
Josué, Jueces, Ruth, 1 y 2 de Samuel, 1 y 2 de Reyes, 1 y 2 de Crónicas,
Esdras, Nehemías, que formaban un solo libro en el Antiguo Testamento
hebreo. Y Ester, Ester fue un libro que se escribió fuera de Palestina, en
Babilonia, cuando el pueblo estaba todavía en el exilio. Y poesía o libro de
sabiduría, ahí esta: Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los
Cantares. Y luego, entonces, los profetas. Los profetas divididos en mayores,
aquellos que tienen mayor volumen en contenido: Isaías, Jeremías,
Lamentaciones (es un libro corto y en realidad en el Antiguo Testamento
hebreo, Jeremías y Lamentaciones era un solo libro, escrito por el mismo
autor), Daniel, Ezequiel.
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Y Luego los menores, que son aquellos profetas que nosotros mismos
conocemos menos, porque no le damos tanta importancia y, sin embargo,
tienen revelación trascendental; tanto para la venida de Cristo como para el
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nuevo reino, cuando Cristo lo instaure. De hecho, cuando Pedro está
predicando su primer sermón apostólico en el libro de los Hechos, él está
haciendo referencia a una profecía de Joel. De manera que, son libros
importantes, ahí esta: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm,
Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías, Malaquías. La mayoría de estos profetas
fueron enviados o al Reino del Norte de Israel o al Reino del Sur de Israel.
Solamente algunos de ellos, como Jonás, fue enviado a los Ninivitas y no era un
pueblo hebreo.
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Nahúm fue enviado a una nación gentil y de esa misma manera, Abdías, fue
enviado a los edomitas. De manera que, podemos ver de qué manera, Dios, de
una manera, de una forma muy especial, estaba tratando con su pueblo, el
pueblo hebreo, a quienes Él envío la mayorías de sus profetas. Cuando
nosotros abrimos el Antiguo Testamento, como lo vemos hoy, el último libro que
tenemos es el libro de Malaquías, el profeta que anunció la venida de Cristo. En
el último párrafo, del último capítulo del libro de Malaquías, está el anuncio,
precisamente, que aparece en el versículo 5 que dice: “He aquí, yo os envío al
profeta Elías antes que venga el día del Señor, día grande y terrible. El hará
volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia
los padres, no sea que venga yo y hiera la tierra con maldición”.
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Ahí está el anuncio. Cuando el Antiguo Testamento cierra, 400 años de silencio
pasan, el pueblo judío no ha tenido un profeta por un siglo, por dos, por tres,
por cuatro; de repente aparece uno. Y hay uno que está en el desierto, que dice
que es una voz que clama en el desierto: “Enderezad los caminos del Señor”;
ese debe ser Elías. Y eso fue lo primero que el pueblo concluyó y por eso
estaban preguntándole a Juan: ¿Eres tú Elías? Eventualmente, algunos
pensaron que Cristo mismo era Elías, porque cuando cerró la antigua
revelación, ahí fue donde se quedó; antes del gran día del Señor, Elías viene a
preparar el camino. Y luego, Cristo reveló que Juan el Bautista había venido en
el poder y en el espíritu de Elías, pero no era Elías.
!
Sin embargo, en el Antiguo Testamento hebreo, el último libro no es Malaquías,
es Crónicas. Y Crónicas cierra con la última porción de la historia del pueblo
hebreo; y por eso ellos lo tienen dónde lo tienen. Malaquías, como profeta, fue
contemporáneo de Nehemías. Eso lo vamos a ver más adelante, pero para que
pueda ir teniendo una idea, cuando el pueblo regresa de Babilonia, en el último
regreso, Nehemías es quien trae al pueblo. El primero había sido hecho por
Zorobabel, dirigiéndolo; el segundo por Esdras; y el tercero por Nehemías.
Bueno, Malaquías esta ahí con Nehemías y está confrontando al pueblo,
!12

!
precisamente, porque el pueblo que ha regresado está en pecado otra vez, está
robándole a Dios, no está diezmando a Dios, los hombres habían sido infieles
con sus mujeres.
!
Y Dios le dice: “Pues tú has sido fiel con la mujer de tu pacto, la mujer de tu
juventud”; eso es al final de la historia del Antiguo Testamento. Entonces, ahí es
que cierra con el libro de Malaquías, el Antiguo Testamento que nosotros
conocemos; y por eso lo menciono, para que vaya teniendo una idea del flujo
de los acontecimientos, aunque más adelante daremos más detalles sobre
estas cosas. Entonces, ahora tenemos una idea de la estructura del Antiguo
Testamento, pero vamos a ver algunos detalles. Nosotros hablamos de la ley, la
primera división de ese Antiguo Testamento ¿Qué describe? Bueno, justamente,
la vida moral del pueblo. Ahí están los 10 mandamientos: Como el pueblo debe
comportarse; no debía tener dioses ajenos, solamente un Dios, no tendrás
dioses ajenos delante de mí.
!
Luego, Dios le habla: Tienes que honrar padre y madre; no robaras; no
cometerás adulterio; la vida moral del pueblo está contenida en ese libro de la
ley. Los libros de historia, ya los mencionamos, algunos de ellos, ahí está
Jueces, está Reyes, está Crónicas. Bueno, esos libros de historia, mayormente,
describen la vida nacional. La nación de Israel, sus acontecimientos, qué está
pasando. Hay una teología detrás, pero el contenido de la letra, es la vida
nacional del pueblo judío. Los libros de poesía: Job, Cantar de los Cantares,
Salmos, Proverbios, Eclesiastés, tienen mucha sabiduría ¿Qué están
describiendo? La vida espiritual del pueblo. Los Salmos, es la celebración de la
vida espiritual del pueblo hebreo.
!
Proverbios, por igual, Proverbios es la sabiduría espiritual que Dios quiere dejar
en el pueblo. Eclesiastés, es la sabiduría de Dios, de esta manera: Es un
hombre que ha abandonado a Dios, Salomón, se ha alejado, está viendo la vida
debajo del sol, pero Dios quiere que yo entienda como la vida luce,
verdaderamente, debajo del sol, si no considero a Dios. Y, en ese sentido, es
revelación de la sabiduría de Dios, pero a través de un hombre que se ha
alejado de Él, para que yo entienda, que ocurre al hombre que se aleja de Él; y
eso nos da a nosotros una idea. Y los profetas, finalmente, la vida mesiánica,
apuntando al Mesías que habría de venir.
!
Entonces, ahora nosotros podemos identificar cada porción del Antiguo
Testamento, con un contenido revelatorio para nosotros y por qué Dios, entre
otras cosas, quiso tener diferentes libros, diferentes contenidos, diferentes
!13

!
énfasis para nosotros en el día de hoy. En términos del lenguaje que es usado
en el Antiguo Testamento o los lenguajes, mayormente el hebreo, pero hay
porciones en arameo y yo puse aquí esas porciones que aparecen en arameo.
Cuando el pueblo se va al exilio en Babilonia, en ese momento el pueblo
hablaba hebreo, el pueblo se va a Babilonia, pasa 70 años en Babilonia y
cuando regresa viene hablando arameo, es un idioma que ellos aprenden fuera
de Palestina.
!
Sin embargo, aún así, tú encuentras una porción en Génesis 31:47, la segunda
parte el versículo 47, en arameo; y eso, da origen, entre otras cosas, que
algunos postulen hoy, que Moisés realmente no fue el autor del libro del
Génesis. Esa es una evidencia pequeña entre muchas otras que otros tratan de
citar. Y que realmente, el libro del Génesis fue compuesto en cuatro épocas
distintas, está toda una teoría que ustedes tendrán que estudiar como parte de
las asignaciones de este estudio. Y entonces, que una de esas porciones
correspondió a un periodo tardío de la historia. El libro de Esdras contiene
algunas porciones cortas, del 4:8-6:18 y del 7:12-26, escrito en arameo, pero ya
Esdras es posterior al exilio.
!
Jeremías, tiene una pequeña porción del versículo 11 del capitulo 10. Jeremías
es el profeta que está en Jerusalén, con vida, cuando el pueblo está yéndose al
exilio. Y de nuevo, entonces, algunos piensan que porciones de Jeremías
debieron haberse escrito posiblemente en una época tardía, pero hay otras
maneras de explicar esas cosas. Y Daniel, que es un libro que se escribe o la
historia que recoge, la recoge durante el exilio. Tienes del 2:4-7:28, toda esa
porción, ésa es la porción más larga, en arameo, en el Antiguo Testamento, son
varios capítulos. El arameo y el hebreo son considerados lenguajes semíticos,
pero habían otros lenguajes semíticos en la época, que no aparecen en la
Biblia, pero que para fines de conocimiento general, cultura bíblica general,
aquí estoy mencionando esa familia de idiomas.
!
Entre ellos estaba: El acadio, que era el lenguaje que hablaban los asirios y los
babilonios, dos de los grandes imperios del Antiguo Testamento; el arábico; y los
lenguajes cananeos, los lenguajes que hablaban aquellas tribus que estaban en
la tierra prometida y que son desplazados por los hebreos. Y entre esos
estaban los lenguajes de: Los edomitas, fenicios, amonitas, moabitas y el
mismo hebreo, el mismo hebreo era parte del lenguaje que se encontró en
Canaán, en esa época. Todo este conjunto de idiomas, lenguajes, pertenecía a
una misma familia; y hasta el día de hoy, así es como son vistos estos
lenguajes. Tenemos que continuar tratando de introducir panorámicamente todo
!14

!
lo que vamos a estar estudiando.
!
Pero, una de las cosas que nos va a facilitar ese estudio, es saber donde pasó
esto, cuál fue la región donde todo esto ocurrió, qué países están ahí donde todo
esto ocurrió y necesitamos ver eso. Y, entonces, de ahí, que dediquemos un
tiempito, en este tiempo de estudio, a la geografía del Antiguo Testamento.
Algunos son fascinados por la historia, otros son fascinados por la geografía,
otros no son fascinados ni por uno ni por el otro. Pero, la realidad es, que en la
medida en que yo entiendo la historia y en la medida en que yo entiendo la
geografía, como que los eventos comienzan a ser mejor entendidos, son parte
del rompecabezas, es una parte del rompecabezas que yo necesito conocer. Y,
honestamente, no es tan complejo, la misma geografía no es tan compleja.
!
Tú necesitas pensar, en esencia, en tres o cuatro áreas, que te las voy a
mostrar en mapas que tú podrás ver de una forma muy clara. Está el área de
Mesopotamia, esa es fácil de identificar, entre los ríos Tigris y Éufrates. Esos
dos ríos forman un área, dejan un área en el medio; y eso es lo que
Mesopotamia significa: Una tierra entre dos aguas. Hoy en día, los países que
están en esa región y los ríos están ahí todavía con el mismo nombre, es Irak e
Irán. Se supone que esa es el área donde inició todo, donde el Jardín del Edén
estaba. Algunos piensan que el Jardín del Edén estaba al sur de Irak, otros
piensan que estaba al norte, pero, independientemente, si es uno u otro es en
esa área, los ríos están ahí con sus mismos nombres.
!
El libro del Génesis menciona esos dos ríos y dos más, Tigris y Éufrates y dos
ríos más que hoy no tenemos. La manera, quizás, de explicarlo, es el diluvio. El
diluvio fue acontecimiento tan extraordinario, que sería capaz de cambiar toda
la topografía de todo el planeta y, quizás, con el diluvio desaparecieron esos
otros dos ríos que irrigaban el Jardín del Edén. La otra área que voy a mostrar,
en el norte, la parte norte es hoy Turquía, pero que en esa época se llamaba
Asia Menor o Anatolia; ahí es el área donde estaban las siete iglesias del libro
de Apocalipsis, esa Asia Menor. Luego, la región estrecha llamada Siro-
Palestina, ahí es donde está Israel, donde está Jordania, donde está Siria,
donde está el Líbano.
!
Esa es la región que mejor conocemos, en cierta medida, porque es raro que
esa región no esté en los periódico todos los días, ya sea en un periódico o en el
otro, pero esa región todos los días tiene cosas que están ocurriendo; y, por
tanto, son del diario vivir. Y la península de Arabia, cuando yo te muestre el
mapa, lo vas a poder ver mucho mejor. Ahí tú tienes a Irán y a Irak, eso es
!15

!
Mesopotamia, en sentido general. Hacia el norte tú tienes a Turquía, si miras
hacia el sur tú tienes a Arabia Saudita y, entonces, esto que conecta, esta franja
que conecta lo que sería Egipto, Arabia Saudita, con la Mesopotamia aquí y
Turquía aquí arriba en el norte, entonces, esa franja es la que es conocida
como Siro-Palestina, donde está como mencionamos: Israel, Siria, Líbano y
Jordania; y todo eso que nosotros conocemos hoy.
!
Si lo miras de esta otra manera, en este otro mapa donde ya no están los
países de hoy, quería que te familiarizaras primero con la geografía política de
hoy, para que luego pudiéramos ver un poco la geografía física, esto es cómo
lucirían: Esta zona verde que tú ves en tu gráfica, ha sido identificada como la
semiluna fértil ¿Por qué se le llama semiluna fértil? Bueno, tiene en cierta
medida, una forma de semiluna. La palabra fértil, porque hay un área que
corresponde a la región de los ríos Tigris y Éufrates, Mesopotamia, es fértil por
el agua que tiene. Luego, la franja más estrecha del Medio Oriente: Israel,
Jordania, Siria; ahí está el río Jordán, que en el pasado entendemos debió haber
sido más grande que lo que es hoy.
!
Hoy en día es un rio bien pequeño, de hecho, pero ahí se ha podido cultivar
también; y de ahí, entonces, la región verde de esa semiluna. Y luego, cuando
sigue más hacia abajo llega hasta Egipto donde está el río Nilo. Y, obviamente,
ese es un rio extraordinario, con mucha área fértil a su alrededor; y de ahí, que
sea llamado la semiluna fértil. Toda la historia del Antiguo Testamento se
desarrolla, básicamente, en esta semiluna fértil. La primera parte del Antiguo
Testamento se desarrolla en Mesopotamia, ahí es donde comienza el Jardín del
Edén, es ahí donde ocurre la dispersión de las naciones, la Torre de Babel.
Luego, entonces, Abraham que era de Ur de los Caldeos, al sur de Irak,
entonces, Abraham emigra hacia Canaán.
!
Ya eso está en la franja que mencionamos, en la franja estrecha, que
comunicaba a Egipto con Mesopotamia. Y, obviamente, Egipto es una región
clave, porque el pueblo judío, el pueblo israelita termina en Egipto. Noten como
yo me corregí ahí mismo y pase de pueblo judío a pueblo israelita, porque el
nombre judío no aparece hasta que ellos regresan de Babilonia. Cuando ellos
se van al exilio, ellos eran los israelitas, básicamente; y cuando ellos regresan,
entonces, vienen con el nombre de judíos, por razones que quizás veamos más
adelante. Entonces, ahora tú tienes que, la región de Mesopotamia se extiende
en la gráfica que tú tienes ahí. Si miras a Irak, a Irán, el Golfo Pérsico se
extiende desde el Golfo Pérsico hacia el norte, hacia lo que sería la región de
Turquía, hacia las montañas conocidas como Zagros.
!16

!
!
Y, entonces, esa es la región, donde muchos opinan que se originó la
civilización. Tú vas a ver en un momento como esa es la región que ocupa los
imperios del Antiguo Testamento: Asiria, Babilonia, Persia. Es en esa región que
se dan los tres, en parte, porque ahí había agua. Tú no puedes desarrollar una
civilización en el desierto, sin una zona fértil. Entonces, el primero de esos tres
imperio, que nos importa para el estudio del Antiguo Testamento, es Asiria.
Asiria es el imperio que se inicia en la parte, originalmente, más norte de la
semiluna fértil en Mesopotamia y luego crece. Ese es el imperio que invade el
Reino del Norte en el año 722 a.C. y se lleva las diez tribus de Israel. Pero, los
imperios siempre han sido sucedidos por otros imperios.
!
Entonces, el imperio de Babilonia (lo vamos en ver en graficas y en colores),
eventualmente, toma el imperio de Asiria. Sin embargo, el imperio de Asiria era
más grande que el de Babilonia, el imperio de Babilonia era un poco más
pequeño, el más pequeño de los tres. Nabucodonosor, cuando reinaba, es quien
invade a Israel; y, entonces, se lleva el Reino del Sur, con dos tribus que habían
quedado: Judá y Benjamín. Entonces, cuando Nabucodonosor hace eso, lo
hace en tres campañas, tres invasiones. La primera en el año 605 a.C., la
segunda en el 597 a.C. y la tercera, cuando ya Jerusalén cae, en el año 586
(587 según otros) a.C.; ese es el imperio de Babilonia. El imperio de Babilonia,
a su vez, es tomado por el imperio Persa y el imperio Persa es el más grande
de los tres, como vamos a ver en un momento.
!
Ahí está en gráfica, tú puedes ver, ahora, mientras estudias, mientras escuchas
estas clases también; este es el imperio de Asiria. Nota, que el imperio de Asiria
llega hasta el Golfo Pérsico, toma parte de lo que sería Irak, llega hacia la parte
sur de lo que hoy es Turquía y se extendió hasta Egipto. Fue un imperio de
bastante buen tamaño y es el imperio que se llevó las diez tribus. De manera
interesante, aunque este imperio se extiende a lo largo de toda la franja Siro-
Palestina, las dos tribus del sur de Israel las dejó sin tocar, Dios las protegió y
las dejo ahí por como 150 años más, hasta que, entonces, ocurrió la invasión del
imperio babilónico. Mira el imperio babilónico, ahora, que es más pequeño, pero,
también, no llega hasta Egipto, se extiende un poco menos en Irak.
!
Pero, todavía ocupando parte de la Mesopotamia; pero sí ocupa la franja Siro-
Palestina, incluyendo las dos tribus del Sur. Y, entonces, el imperio Persa, que
fue el último, este es el imperio más grande, este es el imperio, de los imperios
que aparecen en la historia del Antiguo Testamento; ese es el último que
aparece en la historia del Antiguo Testamento. Porque, posterior al imperio
!17

!
Persa, aparece el imperio de Alejandro Magno, del cual Daniel profetiza. Pero,
Daniel profetiza, pero no está escrito su presente, cuando ocurrió, simplemente
lo que iba a ocurrir. De aquellos eventos que ocurrieron durante ciertos
imperios, el último que es mencionado es Persa.
!
Y ahí nosotros tenemos el rey Ciro, que es el que da permiso para que Israel
regrese, desde lo que sería el área de Babilonia, de regreso a la tierra
prometida con estos tres regresos que mencionamos: Zorobabel, Esdras y
finalmente, bajo Nehemías. Nota lo extenso del imperio Persa, el imperio Persa
no solamente ocupó el área de Irak que es la que está más pegada a lo que
sería el Golfo Pérsico, sino toda la parte que corresponde a Irán. Por eso, es
que cuando la gente piensa en Irán, piensa en el imperio Persa. Y luego, se
extendió y ocupó toda Turquía; y luego se extendió toda la franja Siro-Palestina
y ocupó a Egipto. Este imperio fue masivo, sumamente poderoso y es el último
de los imperios mencionados en el Antiguo Testamento.
!
Esto que yo quiero que veas, ahora, es simplemente los tres imperios, que lo
puedas ver comparativamente, para que puedas ver sus tamaños, puedas ver
las similitudes en la extensión de territorio, pero también puedas ver las
diferencias de tamaño entre uno y otro. Y, a la vez, que tú puedas ver, también,
en el mapa político, a que corresponde. Nota, que ninguno de esos imperios
tocó Arabia Saudita, no era parte de lo que ocuparon, pero si todos ocuparon el
Medio Oriente, Irak, Irán y Persia tomó a Turquía también. Ahí está de nuevo la
luna o la semi-luna fértil, simplemente, para que, nuevamente, puedas ver la
relación entre estas áreas fértil y el desarrollo de los imperios.
!
¿Que más necesitamos saber de estas geografías? Bueno, no voy a emplear
nada de tiempo en esto, pero tienes esta información ahí. Si tú estudias el
próximo gráfico o si tú ves ahora, si me estas escuchando y estás viendo tu
gráfica, si tú prestas atención a este mapa, a las líneas en rojo que aparecen en
el mapa, ésas eran las rutas de viaje que venían desde Egipto hasta
Mesopotamia. Si hubo algo que le dio importancia a la región de Israel, lo que
es hoy Israel, Jordania, Siria, Líbano, lo que le dio importancia a eso, es que
era la franja que conectaba Egipto con todo su desarrollo con Mesopotamia,
África con Asia representaba la conexión de estos continentes; y de ahí,
entonces, vía Turquía hacia Europa.
!
De manera que, está franja era vital y era la franja de tránsito comercial. Habían
varias carreteras importantes. Hay una que se llama: “La vía de la mar”, que tú
la puedes ver, va pegado al mar, al mar Mediterráneo, luego se desvía, si le
!18

!
prestas atención y pasa cerca de lo que era el lago de Galilea hasta llegar hasta
Mesopotamia. De manera interesante, estas rutas hoy se conocen y han sido
trazadas con cierta precisión. Y creo que, también es bueno recordar que
aunque estoy hablando de la franja Siro-Palestina, nunca ha habido un país
palestino, el nombre de Palestina es un nombre derivado de los filisteos, el
nombre realmente era: “Pelishtim”, en hebreo, de dónde viene el nombre
filisteos.
!
Los filisteos llegaron ahí, alrededor del año 1300 ó 1200 a.C, al área de Canaán;
pero, los filisteos desaparecieron. Y, desde ese entonces, nunca se formó un
país palestino. Yo sé que los palestinos lucharían por decir lo contrario hoy y
esto no representa un comentario político en favor de Israel, sino una realidad
histórica. No ha habido un país como tal, aunque hoy se lucha por lograr la
formación de un país donde ellos puedan vivir. Y no voy a entrar en toda esa
polémica política, de hoy en día, pero no es un país que ellos han tenido, nunca
ha existido tal país palestino; ellos existieron dentro del grupo de naciones
árabes. Finalmente, yo quería antes de salir, en esta primera clase, darles una
idea panorámica de los períodos en el Antiguo Testamento, porque eso los va a
ayudar a ubicar, desde ya, a manera de sombrilla.
!
Entonces, cuando yo leo el Génesis, esa primera parte, Abram, Isaac, Jacob ¿A
qué corresponde? Bueno, eso ha sido llamado el periodo patriarcal ¿Cuándo
ocurrió el periodo patriarcal? Se estima que el periodo patriarcal ocupó unos
300 años, del año 1700, más o menos, al año 2000 a.C. Entonces, si tú piensas:
Periodo patriarcal (año 2000) y le das 300 años, entonces, de historia;
obviamente, porque esta gente vivió ciento y pico de años cada uno. Luego, el
período de Éxodo, te mueves 500 años más para irlo facilitando, 1500 periodo
del Éxodo. Algunos hablan de 1400, otros hablan de 1300, pero muchos
piensan que alrededor de 1450, 1500 años, entonces; ahí redondeamos la
fecha. 1500 años antes de Cristo, el Éxodo, ahí esta Moisés.
!
Bueno, Moisés sale al desierto y pasa en el desierto ¿Qué? 40 años. Entonces,
la conquista ocurre inmediatamente después del desierto. Eso se ha situado, de
manera global, alrededor del año 1450; esa es la época de Josué, ese es el
personaje principal. Luego, viene el período de los Jueces. En el periodo de los
Jueces, algunos hablan de 350 años, otros hablan de 400 años, pero más o
menos, entonces, lo sitúan entre 1410 al año 1050, unos 400 años más o menos
de historia duraron los Jueces. Después del periodo de los Jueces ¿Qué ocurre?
Bueno, Samuel es el último de esos Jueces y el primero de los reyes es Saúl.
Ya los hijos de Samuel se habían comportado de una manera que el pueblo no
!19

!
quería que ellos fueran sus jueces; y ahí viene Saúl.
!
Entonces, Saúl inaugura un nuevo período, el periodo del reino. Saúl, David,
Salomón, un solo reino. Eso es conocido, ese periodo, como el Reino Unido,
tres reyes; no es tan difícil de recordar. Y el Reino Unido va alrededor del año
1050 al año 960. Cuando Salomón gobierna, a su muerte, el reino se divide y se
divide en dos. Uno lo toma, precisamente, uno de sus hijos y otro lo toma uno
de sus comandantes; luego vamos a dar los detalles de eso, pero eso se
conoce como el reino dividido. Algunos lo ponen alrededor del año 928 a.C.,
otros hablan del año 950. Cuando yo trato de recordarlo para mí, yo pienso en
950, simplemente para pensar en números redondos y formas más fáciles de
recordar.
!
Luego, el pueblo de Israel se fue al exilio. Después del reino divido, el reino
sigue en deterioro, hay un Reino del Norte, hay un Reino del Sur. Durante el
gobierno del Saúl, David y Salomón no había Reino del Norte, no había Reino
del Sur. Es en la división a la muerte de Salomón que hay un Reino del Norte
con diez tribus que se revelan y dos tribus que permanecen fiel a la corona,
donde está la tribu de Benjamín y la tribu de Judá; ese es el Reino del Sur. El
Reino del Sur se va secundario al exilio, el Reino del Norte se va primero con
Asiria. Asiria lo invade, Asiria viene del área de Mesopotamia, viene del Norte.
Llega Israel, se lleva las tribus del norte, las diez tribus, las tribus del sur
estaban aquí; esas dos permanecen, más o menos unos 150 años después, 120
años después.
!
Entonces, el Reino del Sur es invadido por Babilonia y ese es el otro exilio. Por
eso, está aquí como 722 a.C., el exilio del Reino del Norte; 586 la tercera
invasión de Nabucodonosor, el exilio del Reino del Sur. Luego, viene el retorno,
cuando el pueblo judío regresó. Entonces, le das 70 años a eso y tú vas
haciendo las matemáticas de estos números; y el retorno ocurre del año 535 al
445. La razón por la que está ese período así es porque hubo tres retornos y
este retorno duró: Bueno, tú haces las matemáticas del 535 al 445, unos 90
años; el pueblo regresando: Zorobabel, Esdras, Nehemías. Y luego, entonces,
entra en un período del silencio, donde no hubo revelación.
!
Es en ese período del silencio donde se produce la Septuaginta, en ese período
del silencio donde se escribieron la mayoría de los libros apócrifos que la iglesia
de Roma todavía tiene en su Biblia y es en ese período del silencio donde no
hubo nueva revelación profética. El libro de Macabeos habla de que no hubo
profetas en ese tiempo y cuando Juan el Bautista aparece, realmente el pueblo
!20

!
estaba sediento, el pueblo estaba 400 años de no oír a nadie, de no oír la voz
de Dios ¿Te imaginas 400 años sin oír la voz renovada de Dios? Todo lo que
podían saber era algo que se había escrito en el pasado.
!
Nosotros pudiéramos decir: Bueno, pero hoy no tenemos revelación nueva. No,
no tenemos revelación nueva, pero nosotros tenemos un Espíritu que mora en
nosotros, que ilumina la revelación que Dios ha dejado y nos da entendimiento
fresco y nuevo, continuamente, de su historia y de lo que Dios quiso o ha
querido para nosotros. Y finalmente, brevemente, mencionar los personajes
claves de estos períodos. Cuando nosotros vemos estas cosas así,
panorámicamente, tenemos mejor sentido. Período patriarcal, personas claves:
Abraham, Isaac, Jacob. Período del Éxodo, personaje clave: Moisés ¿Qué viene
después del Éxodo? La conquista, persona clave: Josué. Después de la
conquista ¿Qué viene? Bueno, el periodo de los Jueces, 350 años/400 años.
!
El último juez: Samuel. Bueno ¿Y después quién gobernó sino eran los Jueces?
Bueno, ahí viene el período del reinado. El reinado unido antes del reinado
dividido. Reino Unido, tres reyes: Saúl, David, Salomón. Se divide el reino,
ahora viene el reino dividido: Roboam y Joroboam. Y ahí están los profetas de
Israel confrontando a estos reinos. Bueno, el reino dividido fue cayendo cada
vez más en pecado y, entonces, como fruto de su pecado Dios lo envía al exilio.
Primero a Asiria, Reino del Norte; y luego a Babilonia, Reino del Sur ¿Quién se
va a Babilonia? En Asiria no se fue nadie de los profetas. Recordemos que
estas son las 10 tribus dispersas. Ahora, de esas tribus dispersas, lo veremos
más tarde, en la dispersión de esas diez tribus, bajo gente al Reino del Sur;
emigrando, protegiéndose.
!
De manera que, esto es importante, porque el pueblo judío a veces o nosotros
pensamos: !Ah! ¿Entonces, no hay descendientes de esas diez tribus? No, no,
no. Cuando el pueblo se va a Babilonia, el Reino del Sur, hay gente de esas
diez tribus que había descendido y estaba viviendo en el sur. Cuando se va a
Babilonia, cuando ellos retornan, cuando leemos la historia de los retornos,
nosotros encontramos nombres de personas de estas otras diez tribus que
vienen de retorno, que vienen de regreso, porque habían formado parte del
Reino del Sur. Entonces, en el exilio a Asiria, no se fue nadie de importancia
que nosotros conozcamos. En el exilio a Babilonia se va Daniel y se va
Ezequiel.
!
Daniel se va en la primera invasión, Ezequiel se va en la segunda invasión, en
la tercera invasión no se va ningún profeta, quedaba Jeremías que quedó con el
!21

!
pueblo en Jerusalén. Luego, el retorno, ya mencionamos los tres personajes
principales: Zorobabel, retorno uno; Esdras, retorno dos y Nehemías, en el
retorno número tres. En el período del silencio, olvidé mencionar hace un
momento, es donde surgen los fariseos y los saduceos, pero de ellos, los más
importantes: Los fariseos. La idea original de los fariseos fue buena, los fariseos
no surgen como una secta moralista que quiere crucificar a un Mesías futuro.
No, ellos querían complacer a Jehová, querían seguir la Ley. Ellos habían
reconocido que el pueblo se había ido al exilio por olvidar la Ley.
!
Y, entonces, se reúnen, formar un grupo, para observar la Ley y que Jehová los
pueda bendecir de nuevo. En el proceso, la Ley los mato, adoraron la letra de la
Ley, se olvidaron del Señor de la Ley; y nosotros podemos hacer eso hoy,
también. Nosotros podemos terminar adorando la doctrina y creo que ha
ocurrido, en grupos específicos; y se han olvidado del Señor de la doctrina. Y
les pasa, entonces, como la iglesia de Éfeso, que olvidó su primer amor. Lo
menciono, porque los fariseos van a aparecer cuando estudien el Nuevo
Testamento, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, en los Evangelios; y
este es el origen, es el período del silencio. Y ahora podemos ver, que el
período del silencio es un periodo importante.
!
Es en ese período del silencio que se da, también, la invasión de Alejandro
Magno, de toda esa área; y luego la división del imperio de Alejandro Magno en
cuatro secciones distintas, es durante este periodo, unos 350 años a.C./300
años a.C.; es un período importante, aunque no hubo revelación de parte de
Dios. Con eso, terminamos esta primera sesión introductoria, fue mucho
material, mucho terreno que recorrimos, mucha información entregada. Pero,
recuerde, que usted necesita estudiar, necesita estudiar no solamente lo que
escuchó, usted necesita y vamos a ir, en su momento, pasando a los
estudiantes información extra que necesita revisar en los libros de texto, para
completar esto que estamos enseñando.
!
Pero, esta primera sombrilla, lo ubica en el tiempo, lo ubica en el área
geográfica, le da una idea grande, una pincelada del flujo de los eventos. De
manera que, posteriormente, cuando vengamos a ver los eventos
paulatinamente, usted pueda entender mejor qué pasó, cómo, cuándo y dónde.
Si se lo imagina es como montarse en un helicóptero, revisar la foresta desde
arriba (eso es lo que hicimos ahora) y luego, vamos a descender en el
helicóptero, vamos a ir caminando para ver si podemos identificar arboles
específicos, de esa foresta, que formaron parte de esa visión panorámica inicial.
!
!22

!
Quisiéramos recordarles a los estudiantes del aula virtual, que quisiéramos oír
sus inquietudes, que no olvide escribirnos a la página del Instituto Integridad y
Sabiduría. Y que ahí, usted puede enviar su pregunta y en su momento
nosotros poder responder sus inquietudes o aquellas cosas que no quedaron
claras o aquellas cosas que usted necesita entender para seguir estudiando
hacia adelante. Una vez más, recuerde, el propósito de la historia es conocer a
Dios, revelar a Dios, en un caminar con su pueblo y un pacto que Él ha hecho
con el pueblo, porque en esto es que Dios se gloría: En que usted me conoce o
que tú me conozca, me entiendas y me conozcas. Que Dios bendiga tu vida.
!
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Prohibida la reproducción total o parcial de este documento sin la autorización escrita del
Ministerio Integridad & Sabiduría. 2014.
www.integridadysabiduria.org www.institutois.org
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Las citas bíblicas son tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS ©
Copyright 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation
Usadas con permiso
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