El Territorio de La Bestia
El Territorio de La Bestia
El Territorio de La Bestia
GRADO: DÉCIMO
TELÉFONO: 3138934250
escenario.
la que las siete personas nos encontrábamos. No hubieron más sobrevivientes. Algunos de
como yo. Pero lo que era seguro es que no sabríamos cómo sobrevivir a lo que nos
esperaba.
Nunca me imaginé estar en una de éstas situaciones. Se ven en las películas, en las obras,
pero cuando te pasa realmente a ti, es cuando empiezas a pensar en lo desagradecido que
Pero la suerte estaba de nuestro lado, hallamos una pequeña isla, donde no se divisaba
ningún tipo de civilización. No edificios, no autos. Pero por lo menos era tierra. Donde
podríamos refugiarnos y sobrevivir. Mucho mejor que en una pequeña balsa y el mar
infinito acompañándonos. Pusimos pie en la zona desconocida. Era una isla desolada como
había predicho, andamos por allí durante varias horas, pero no hallamos nada ni nadie que
nos socorriera.
Decidimos pasar la noche en la playa, construyendo un pequeño refugio con ramas y hojas
ver a mi familia. Por esto, me aislaba, no hablaba con nadie de los sobrevivientes. Ellos,
con el pasar de los días, empezaron a acostumbrarse, a divertirse, ya que eran jóvenes.
Aquel viaje en barco era una travesía de intercambio a otro país. Viajé yo sola, sin
compañía de ninguno de mis familiares, por lo tanto en este momento lo agradecía, si ellos
Los sobrevivientes y ahora mis acompañantes, eran estudiantes de varios lugares del país
que se dirigían al mismo destino que yo, por lo tanto, a diferencia de unos pocos, yo
incluida, tendían a tomar la situación como una broma, como otra manera de divertirse.
Pasaron los días. Ya había una rutina específica para el diario vivir. Se hicieron equipos
comida ingerida. Prefería lo último ya que así no tenía que hablar con nadie, pero luego de
Uno de los chicos más jóvenes y risueños fue encontrado en la playa, carecía de sus globos
oculares y de sus extremidades. Por esto empezamos a tomar medidas, porque aquello, solo
Sin embargo volvió a ocurrir dos días después. Ésta vez, no fue solo uno, sino dos. En este
Ahora solo quedábamos cuatro personas. Praia, Nacor, Heist y yo. Permanecíamos juntos,
tratábamos de cambiar nuestro refugio de lugar cada tanto, nadie salía solo. Pero esto solo
retrasó lo inevitable.
No había forma de no hablarles, al fin y al cabo estábamos juntos en esto y era injusto
hacerles compañía. Praia estaba triste, los fallecidos eran sus amigos, sus ojos ya no
Brillaban como usualmente lo hacían, ella estaba devastada. Me senté a su lado a conversar,
y por primera vez desde el trágico accidente, pude relajar mi mente y ser normal de nuevo.
Pero no duró.
Oímos un ruido entre la maleza. Nos levantamos rápidamente y nos acercamos más a la
persona que estaba a nuestro lado. Nacor nos dijo que iba a revisar, pero cuando llegó a la
maleza, algo lo sujetó de sus piernas y se lo llevó. Su grito desgarrador nos obligó a correr
Mis pulmones quemaban, mis piernas dolían, pero la adrenalina y el pensamiento de ser
atrapada y asesinada por aquella bestia me daba fuerza para seguir avanzando. Praia y Heist
corrían a mi lado, sin embargo la chica en algún momento resbaló y cayó. Cuando se trató
de levantar fui en su ayuda, pero una gran extremidad se hizo visible y agarró de los
tobillos a Praia. Ella gritó y lo hice yo también. Pero no pude sostenerla por mucho tiempo.
El monstruo se la había llevado. Reuniendo todas mis fuerzas con la ayuda de Heist
Decidimos subirnos a la cima de un árbol para evitar la muerte segura. Heist me levantó
haciendo como una escalera. Ayudándome a escalar. Cuando llegué a lo más alto, vi cómo
una parte del rostro de la bestia se mostraba. No tenía pelo, era gris y sus ojos estaban
inyectados en sangre, mostrando una gran pupila rojiza. Sus fauces tenían aquel líquido
Me agarré el cabello con mis dos manos y lloré como nunca lo había hecho. Puede ser
Que no los hubiera conocido bien, pero Heist me había salvado, me había ayudado a
Como me estaba lamentando tan profundamente no pude oír como el monstruo subía por el
Bajé rápidamente, las ramas se enterraban en mi piel y rasgaban mi ropa, pero eso no era lo
más importante.
Corre.
Aquello era lo único que mi mente gritaba, podía oír cómo se acercaba a mí, como sus
pasos grandes y calculados avanzaban hacia mi dirección. Así que no dudé otro segundo
más y corrí. Mi cabello me golpeaba en la cara, las piedras me hacían tropezar y además mi
mente estaba demasiado traumada como para pensar en ser más veloz.
No tardó en atraparme.
Sus extremidades se ajustaron a mi cintura y me hicieron caer de una forma tan brusca que
mis huesos sonaron con un crujido. La bestia era inteligente, eso no lo dudaba. Me tenía
completamente inmovilizada. Su hedor hacía que mis ojos lagrimearan y su saliva, que me
salpicaba la cara hacía que tuviera ganas de vomitar. Pero eso no era lo peor. Su cara era lo
más atemorizante, sus ojos vacíos y carentes de vida. Su boca grande y con los dientes más
grandes que hubiera visto, esa piel seca y grisácea, pegajosa y asquerosa. No tenía
No dejé de luchar mientras engullía uno de mis brazos. Lo cual me causaba un dolor tan
terrible que hizo que gritara y llorara desesperadamente. Grité, pataleé, mordí a la bestia
horrenda, pero no pude vencer. Luego, cuando mis ojos ya no podían mantenerse más
En mis últimos momentos, dónde ya no podía sentir nada más, aparte de un asco profundo
por ésta cosa. Pude ver el rostro de alguien. El ruido de una pistola y sentir el peso de lo
Alguien me cargó y me llevó a un lugar donde se oían las olas. Cuando abrí los ojos y ví a
—Bájame.
Me obedeció y con el brazo que tenía, saqué la foto de mi familia que tenía en el bolsillo
temblorosamente.
Sabía que no podían curarme, que estaba más en el lado de los muertos que de los vivos.
Entonces el hombre, me dejó cerca del agua de mar, la cual siempre me había gustado.
Mis ojos se posaron el cielo, las estrellas reinando e iluminándolo todo, donde pude ver la
cara de mi hermana menor, y de mi hermano mayor, los dos sonrientes. Imité sus sonrisas y