Stephanie Kwolek

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Ingeniería y Sociedad

Trabajo Práctico N°1: Biografía de Stephanie Kwolek


Aufrere, Candela Nayré
Galli, Juliana
Reynaga, Federica Merlina
Reynaga, Lourdes Antonella
Stephanie Kwolek
¿Quién fué?
Stephanie Kwolek nació en New Kensington, el 31 de julio de 1923, fue una
química polaco-estadounidense, inventora del poliparafenileno tereftalamida
conocido como Kevlar, una fibra de alta resistencia de color amarillo, que puede
ser hasta cinco veces más resistente que el acero y que en la actualidad es
utilizada en la elaboración de chalecos antibalas.

Su padre, un apasionado naturalista le inculcó la pasión por la ciencia, mientras


que su madre, ama de casa y costurera, despertó su interés por las fibras, los
colores y las texturas de las telas. Estas dos pasiones acabarían por ser
determinantes para su futuro.
Inicio de su carrera
Stephanie se graduó en Química en la Margaret
Morrison Carnegie College en 1946. Su idea era
trabajar como química de forma temporal hasta
poder costearse la facultad de medicina, su
verdadera vocación de entonces. Ese mismo año, el
químico Charch, inventor del celofán impermeable
(1927) y jefe de investigación de fibras textiles
sintéticas en Dupont le ofreció un puesto en la
empresa en Buffalo (Nueva York) que ella aceptó.
Primer descubrimiento
En 1950, Stephanie fue trasladada a Wilmington al
laboratorio de investigación de fibras sintéticas de la
misma empresa. Allí, trabajó en el nylon descubierto
en 1935 por Carothers para DuPont, también
propietaria de otros materiales sintéticos como el
neopreno (1930) o el teflón (1938), y desarrolló un
novedoso y sencillo procedimiento para producirlo
mediante el llamado “truco de la cuerda de nylon”
Registrado por DuPont en 1957, este procedimiento le
valió a Stephanie el primero de sus reconocimientos
en 1959, con un premio de la Sociedad Americana de
Química.
Comienzo de su investigación
A comienzos de la década de 1960, Stephanie comenzó a experimentar con
nuevos materiales sintéticos a bajas temperaturas (entre 0º y 40ºC cuando lo
usual era que fibras como el nylon se confeccionarán a partir de los 200ºC) y
también con procesos de policondensación para crear polímeros muy
resistentes al calor que no se derretía hasta llegar a los 400ºC. En 1964 fue
puesta al mando de un equipo de investigación con el fin de diseñar un
nuevo tipo de fibras sintéticas más ligeras y resistentes que el nylon,
capaces de aguantar en condiciones extremas y cuyo destino sería la
fabricación de neumáticos de poco desgaste con el fin de ahorrar
combustible.
la fibra más resistente que el acero
En el proceso habitual de producción de fibras sintéticas las
soluciones empleadas eran transparentes, mientras que en el caso
de los polímeros de poliamidas aromáticas (aramidas) su falta de
transparencia y viscosidad tras ser disueltas se debía a la
presencia de cristales líquidos extremadamente fluidos y turbios. A
pesar de la apariencia “no-válida” de estas soluciones, Stephanie
decidió no descartar una de aquellas muestras y se la llevó a un
técnico para que la hilara. Tuvo que hacer frente a la reticencia del
hombre a hilar aquel material, ya que consideraba que el aspecto
turbio de la disolución hacía presagiar problemas con la máquina,
pero se mantuvo firme hasta conseguir hacer la prueba, y el
resultado fue impresionante: la fibra resultante era mucho más
resistente que el nylon, cinco veces más resistente que el acero y,
además, era muy ligera.
El Kevlar
Había nacido el Kevlar, un polímero cristal
líquido en el cual las cadenas poliméricas se
orientaban de tal forma que formaban hilos de
una dureza y resistencia extraordinarias, y que
demostró, en ensayos posteriores, ser todavía
más resistente cuando se calentaba. Ante el
éxito que se auguraba, DuPont puso a todo un
equipo a trabajar en esa línea y, tras solicitar
su patente en 1971, comenzó a comercializar
el Kevlar en 1972 .
Estructura química del kevlar
Usos del kevlar
Sus primeros usos, como se había planificado, tuvieron lugar
en neumáticos, pero actualmente cuenta con más de
doscientas aplicaciones. El más conocido es su uso en la
fabricación de chalecos antibalas usados por policías y
militares a nivel mundial. (a pesar de no haber estudiado
medicina, Stephanie cumplió su sueño de salvar vidas), sus
usos en la industria marítimo-naval, petrolera y náutica. Los
cabos de Kevlar para ambientes marinos son un 95% más
ligeros que los de acero a igual resistencia, por lo que se han
ido incorporando, por ejemplo, a cabos de salvamento y
remolque. La resistencia de este material también permite
llevar a cabo operaciones vitales en instalaciones petrolíferas
offshore.
Por su parte, los usos en náutica de recreo y competición
son variados también. En cuanto a las velas, el Kevlar se
ha convertido en la fibra predominante para las velas de
competición dado que tiene un módulo de elasticidad
cinco veces superior al del PET y casi dos veces superior
al del PEN. El punto débil es que el Kevlar, al igual que
otras fibras de aramida tiene poca resistencia a los rayos
UV, llegando a perder su resistencia el doble de rápido
que el PET por los efectos de la luz solar, además de
presentar una rápida pérdida de resistencia con la
flexión, el plegado y el flameado, por lo que un trato
cuidadoso puede resultar clave para conseguir prolongar
de manera significativa la vida útil de una vela de Kevlar.
Sus reconocimientos
La carrera de Stephanie estuvo llena de logros, entre los cuales destacan unas 29
patentes para DuPont (la última de 1985) y su magistral invento supuso miles de
millones de dólares en beneficios (un millón de chalecos antibalas vendidos hasta 2014,
por ejemplo). Aquel descubrimiento, junto con el desarrollo de muchos otros materiales
trajeron consigo un gran reconocimiento en el ámbito científico y público

En cuanto al reconocimiento académico, fue investida como doctora honoraria por el


Instituto Politécnico de Worcester (1981), la Universidad Clarkson de Potsdam en el
Estado de Nueva York (1997) y la Universidad Carnegie-Mellon (2001), y fue miembro
del Consejo Nacional de Investigación de la Academia Nacional de Ciencias (1990) y de
la Academia Nacional de Ingeniería (2001).
Retiro
Después de cuarenta años de trabajo en DuPont, donde llegó a
ser la Directora del DuPont Pioneering Lab de polímeros, y de
una carrera llena de éxitos, Stephanie se retiró como
investigadora en 1986, aunque continuó trabajando para Dupont
Company and the National Research Council of the National
Academy of Sciences (NAS) desde un puesto de consultora.
Siguió trabajando para acercar a los jóvenes a la ciencia,
centrándose especialmente en las niñas, y fue mentora de
muchas estudiantes e investigadoras. Durante sus últimos años
de vida, disfrutó de sus pasatiempos favoritos, la costura y la
jardinería, hasta su muerte en Wilmington el 18 de junio de
2014, a los 90 años de edad.

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