Responsabilidad y Cadena de Valor

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“AÑO DEL BICENTENARIO DEL PERÚ: 200 AÑOS DE INDEPENDENCIA”

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y

ADMINISTRATIVAS

PROGRAMA DE ADMINISTRACIÓN

CURSO: Gerencia avanzada II

DOCENTE: Mg. Diaz Valladares, Ysabel Amparo

TEMAS: Prospectiva frente al covid.

ALUMNOS: Celestino Tarazona Karen


Palomino Napuri Desyrie
Fernández Rivera Simón Franco
Valladares Chumbe Sandra Vanessa

CICLO: IX

2021
La incertidumbre de las empresas y como controlarla

Las organizaciones atraviesan un panorama de incertidumbre producto de la

pandemia, donde nada es seguro y toda decisión puede implicar un gran riesgo. Según

la Encuesta de opinión sobre el impacto del COVID-19 en las empresas del Instituto

Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 67.4 % de organizaciones en Lima

Metropolitana presentó una disminución en la demanda de sus productos durante la

pandemia. Sin embargo, la economía no ha sido el único factor golpeado por la crisis

sanitaria. La reducción del equipo humano de trabajo y la pérdida de alianzas

comerciales han ayudado al aumento de la incertidumbre en las compañías.  

"La incertidumbre es la falta de control sobre el futuro empresarial, profesional y

personal", asegura Jesús Charlan Hidalgo, docente del Diploma Internacional Gestión

comercial de ESAN. "Para entenderlo en su plenitud, recurro al acrónico VUCA + H,

donde VUCA significa volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, y el

término H significa hiperconectividad", complementa el docente. 

"Cuando nos referimos a la incertidumbre, hablamos de falta de predictibilidad,

las sorpresas del mercado y, quizás sin saberlo, aludimos a la teoría de la relatividad. Y,

claro, también está la incapacidad del ser humano, incluso ayudado de inteligencia

artificial, para observar, controlar y entender todas las variables que forman parte de las

ecuaciones que explican los porqués de las cosas", indica Jesús Charlan Hidalgo.

Ante esta crisis -que está todavía lejos de desaparecer- es vital que las empresas

cuenten con un plan de gestión preventivo que contemple el inventario de daños,

análisis de riesgos, compromisos de deuda, revisión de proveedores y otros factores

determinantes para planificar las acciones a tomar en momentos de crisis como el

actual. 
Para que las empresas se encuentren preparadas frente a esta incertidumbre es

recomendable realizar las siguientes acciones:

Analiza y define la situación 


Es importante comprender y entender la envergadura de la situación a la que está
expuesta la organización. Para ello, es clave el monitoreo y análisis del contexto. 
En paralelo, los gerentes deben conocer cuáles son los motores de su negocio y
los atributos que posee para destacarse en el mercado. Estos datos le servirán para
mitigar alguna otra crisis que pueda acontecer.
Es también imprescindible que se conozca el precio real de los costos de los
negocios de la empresa. Esta se puede determinar con el punto de equilibrio, una técnica
que mide el punto en que los ingresos totales son iguales a los gastos totales; es decir,
no hay ganancias ni pérdidas. Este resultado permitirá observar el desempeño
comercial, así como también conocer si es posible o no ofrecer un descuento. 
Identificación de indicadores claves de rendimiento (KPI)
Permitirá medir la eficacia con la que trabaja una empresa para lograr sus
objetivos comerciales. Con ellos, también podrá comparar y analizar la evaluación de su
desempeño a lo largo del tiempo e identificar qué acciones pueden realizar para mejorar
esos números. 
Los KPI y métricas que se utilicen variarán según la industria en la que opere.
Entre las más importantes se encuentran:
KPI de ventas: están dirigidos a generar y mejorar las ventas de un producto o
servicio (satisfacción del cliente, nuevas oportunidades comerciales, número de ventas
realizadas, ciclo de vida del cliente, entre otros.)
KPI de retail: dirigidas para aumentar las ventas y reducir los gastos comerciales
(total de ventas, rotación de inventario, tasa de conversión).
KPI de producción: permite mejorar los procesos de producción de una empresa
(rendimiento, eficacia del equipo de trabajo, tiempo de actividad en la producción).
Planifica y ajusta el presupuesto
El presupuesto sirve para estimar un evento que puede ocurrir en una empresa.
Para gestionarlo de manera eficiente, es importante ajustarlo de manera periódica, más
aún en momentos de crisis como el actual.
Es necesario -también- vigilar la estructura de costos, realizar recortes
razonables cuando convenga y no eliminar la capacidad de generar los ingresos que se
necesitan. 
Administración del efectivo
Supone planificar, controlar y medir el  flujo de caja. Esta medida ayuda a las
organizaciones a enfrentar, de manera acertada, los riesgos. Asimismo, es necesario
velar por la administración de los niveles de deuda, pues los bancos siempre están
alertas, más aún en este tipo de situaciones. 
El rol de la prospectiva frente al covid-19 y la etapa de la pospandemia

La Red de Planificación para el Desarrollo de América Latina y el Caribe (ALC)

acaba de publicar el primer número de la serie Apuntes en agosto 2021. Las

instituciones que editan este documento son el ILPES-CEPAL y la Cooperación

Española (AECID). Esta publicación aprovecha los resultados del Foro de Discusión

sobre el Rol de la Prospectiva frente al Covid-19 y la etapa de pospandemia; y de la

reunión de expertos llevada a cabo después del Foro.

La publicación forma parte del componente de fortalecimiento de capacidades

para abordar los desafíos de la planificación y la gestión pública en la implantación de

la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. En el Foro realizado en 2020 participaron 80

expertos de 13 países de la región. En el documento se sistematiza la información

generada en ambas actividades. Se sintetizan las reflexiones que surgieron en torno a las

preguntas planteadas y luego se presentan recomendaciones y desafíos de la

implementación de la prospectiva en la formulación de políticas públicas.

Ojalá que con el cambio de gabinete en el Perú se otorgue el lugar que

corresponde al planeamiento estratégico y al análisis prospectivo para mirar más allá del

corto plazo. Las urgencias de presente y los inmensos retos del futuro así lo exigen.

Alertas prospectivas
Es necesario destacar que, de acuerdo con las opiniones recogidas en la

encuesta, algunos países desconocían las alertas prospectivas sobre la ocurrencia de una

pandemia y por ello no tomaron acciones, mientras que otros estaban en conocimiento

de las investigaciones y los estudios sobre el tema y, sin embargo, los ignoraron.

En el segundo caso se podría pensar que esta falta de acción se debió a un

desconocimiento de la utilidad de la prospectiva o a la existencia de sesgos cognitivos y

culturales que llevan a los Gobiernos a actuar en función de la resolución de problemas

urgentes con una mirada de corto plazo.

En cuanto a la interrogante ¿por qué no fueron consideradas las alertas

prospectivas sobre la pandemia? 41% señaló que los gobiernos no tienen en cuenta las

alertas prospectivas; el 21% sesgos que solo llevan a pensar dentro de la zona de confort

y del corto plazo; para el 14% los especialistas en prospectiva no presentan las alertas

en forma clara, oportuna y eficaz; y un 12% por desconocimiento de la existencia de

estudios prospectivos. La diferencia de explica por sobrecarga de información que

complejiza su procesamiento y la toma de decisiones; y la desconfianza en quienes

elaboraron las alertas prospectivas.

Responsabilidad por omisión

La segunda interrogante fue la relativa a ¿de quién es la responsabilidad de que

no se hayan considerado las alertas prospectivas? Para el 32% corresponde a los

políticos; el 22% por problemas en los liderazgos; 19% por problemas de gestión; y el

15% por problemas en la planificación.

El 7% y 3% señalaron como responsables a la cultura y a la ciudadanía

respectivamente.

Institucionalización prospectiva
Ante la interrogante ¿cómo institucionalizar la función prospectiva en los países

de la región? la mayor cantidad de respuestas se enfocó en los aspectos normativos e

institucionales. En concreto el 32% creando una ley que incluya la función prospectiva

y la visión de largo plazo en la planificación del país, el 18% creando una unidad

funcional política formal en cada país (ministerio, secretaría, dirección u otra); y 16%

que la prospectiva se incluya en los planes de formación académica y profesional en

general.

Otras respuestas se refieren al impulso de actividades académicas y de

investigación en materia de prospectiva; que la función prospectiva sea considerada

como una etapa en los procesos presupuestales; en la gestión de riesgos, a través de

sistemas de alerta temprana; y demostrando los costos que tendría ignorar o no

considerar las alertas prospectivas.

Recomendaciones y desafíos

La Prospectiva para el Desarrollo tiene dos dimensiones básicas: por un lado,

una dimensión ética que se relaciona con la construcción colectiva del futuro, basada en

los conocimientos, deseos y aspiraciones de los propios actores; y por otro lado una

dimensión sistémica, ya que se trata de un ejercicio que plantea un proyecto del futuro

que se basa en la anticipación, participación y es resultado de un análisis integral.

ALC requiere de innovaciones para salir del estancamiento, adopción de nuevos

modelos mentales, y prácticas organizativas que fortalezcan las instituciones. Es urgente

avanzar en el desarrollo de capacidades de pensamiento estratégico y análisis

prospectivo que permitan observar los cambios, pero también propiciar respuestas

internacionales activas y oportunas. Se trata de redescubrir la planificación (o

planeamiento estratégico) para mejorar la anticipación y logros, y que la gestión sea

sistémica, integral y coordinada señala ILPES-AECID.


Prospectiva y planificación

La incorporación de la función prospectiva en la planificación y en particular en

los procesos de planificación estratégica debe ser valorada por los responsables de la

toma de decisiones pues permite legitimar el proceso, generar nuevas ideas, establecer

objetivos claros, apoyar la definición de políticas y validar la toma de decisiones

racional.

La prospectiva y la planificación estratégica se conforman como disciplinas que

se complementan constantemente, aportando visiones diferentes que se integran. En el

cuadro 1 se muestran como se abordan los cuatros desafíos de estas disciplinas. Por

ejemplo, en la planificación la perspectiva va del presente al futuro, mientras que en la

prospectiva va del futuro al presente. Por otra parte, mientras la planificación está más

orientada a la implantación para ejecutar estrategias y la solución de conflictos; en el

análisis prospectivo sirve para construir el futuro.

Asimismo, la planificación va generalmente de lo nacional a lo local; mientras

que la prospectiva es bidireccional. Por otra parte, se establece que lo recomendable es

que la planificación y la prospectiva interactúen de forma permanente y continua a lo

largo del tiempo, pasando de ejercicios prospectivos específicos a la conformación de

sistemas prospectivos. Esto consistiría en una observación permanente de la realidad

que permita tomar decisiones.

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