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La restricción presupuestaria se refiere al conjunto de combinaciones de bienes que puede consumir un individuo con su ingreso y los precios de los bienes. Se representa gráficamente mediante una recta de balance. Si se reducen los precios, la recta se desplaza hacia la derecha, aumentando el ingreso real del consumidor y su capacidad para comprar otros bienes o ahorrar.
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La restricción presupuestaria se refiere al conjunto de combinaciones de bienes que puede consumir un individuo con su ingreso y los precios de los bienes. Se representa gráficamente mediante una recta de balance. Si se reducen los precios, la recta se desplaza hacia la derecha, aumentando el ingreso real del consumidor y su capacidad para comprar otros bienes o ahorrar.
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La restricción presupuestaria

Se entiende por recta de balance o restricción presupuestaria, al conjunto de distintas combinaciones


de dos bienes que pueden ser consumidas por un individuo, partiendo de una determinada renta o
presupuesto y unos determinados precios de los bienes.
La elección de solo dos bienes para estudiar las elecciones del consumidor supone una
simplificación para el análisis, pues en la vida real los consumidores pueden elegir entre multitud de
bienes. La restricción presupuestaria para más de dos bienes puede tratarse analíticamente
generalizando la recta de balance a un hiperplano en el espacio euclídeo de n dimensiones.
La simple suma del comportamiento individual da como resultado el comportamiento global o total
del mercado. En otras palabras, si se tienen las curvas de demanda individual, se puede obtener,
mediante su adición, la curva de demanda del mercado. ¿Qué es lo que determina la demanda del
consumidor individual? Ahí está el meollo de la explicación de la demanda del mercado. Se supone
que cada consumidor individual “elige la mejor cesta de bienes que puede adquirir”. ¿Cómo elige la
mejor? De acuerdo con sus gustos. ¿Qué determina lo que puede adquirir? El ingreso del
consumidor (m) y los precios de los bienes y servicios (P1 y P2 ). Para simplificar se supone que el
Bien uno (X1 ) es el que se está estudiando y el Bien dos (X2 ) representa todos los demás bienes
que el consumidor desea consumir. 52 Rogelio Huerta Quintanilla Geométricamente esta restricción
se puede representar por una recta. Si en el eje horizontal se miden las diferentes cantidades del
Bien uno y en el eje vertical las cantidades del Bien dos, y el ingreso disponible del consumidor está
dado (m), entonces, si los precios está dados, se puede dibujar una recta del siguiente tipo: m = P1
X1 + P2 X2 La abcisa en el origen es m/P1 y la ordenada en el origen es m/P2 . La pendiente de la
recta es la relación de precios con signo negativo: -P1 / P2 . La interpretación de esta pendiente es
muy interesante. Mide la disposición del consumidor para sustituir un bien por otro. En realidad, es
lo que los economistas conocen como costo de oportunidad. ¿Cuánto está dispuesto, el consumidor,
a sacrificar de un bien para obtener más del otro? El costo de oportunidad se mide por lo que tiene
que renunciar el consumidor para obtener una cantidad adicional de un bien. X1 X2 • A Recta
presupuestaria. Pendiente= - P1/P2 Gráfica 1 •B - Una lectura crítica de Varian. Notas sobre
Microeconomía Intermedia 53 Vamos a suponer que un consumidor se encuentra en el punto A de
la gráfica 1 y que el bien X1 es leche, medida en litros mensuales y el bien X2 representa todo lo
demás que compra este consumidor. (Varian pone: todo lo demás que desea consumir, pero aquí
vamos a dar por sentado que es todo lo demás que consume). La suma de X1 (litros de leche que el
consumidor compra mensualmente) con X2 (todos los demás bienes que el consumidor compra
mensualmente con su ingreso), multiplicando cada bien por su respectivo precio, nos da el total de
ingreso mensual del consumidor. Estamos suponiendo que en el punto A, el consumidor gasta todo
su ingreso en los bienes disponibles en el mercado. En cualquier punto por debajo de la recta de
presupuesto, se supone que el consumidor no gasta todo su ingreso en bienes y servicios y que una
parte lo ahorra. Como sabemos, un porcentaje de la población gasta todo su ingreso y no ahorra
nada. Es la población que sobrevive con ingresos raquíticos y se ve obligada a gastar todo su
ingreso en bienes de consumo necesario. O más aún, si tomamos en cuenta las necesidades
humanas, tenemos que contemplar una restricción de sobrevivencia, es decir, existe un ingreso
mínimo en donde no hay elección, o se gasta todo y se consumen cantidades mínimas necesarias de
los bienes que se requieren para sobrevivir, o se deja poco a poco de existir. Si en el punto B de la
gráfica 1, se miden las cantidades mínimas necesarias para la sobrevivencia del consumidor, este no
tiene elección alguna, debe tener un ingreso, dados los precios, equivalente al consumo en B o dejar
de existir. “Cuando las restricciones del presupuesto y de las necesidades dejan al consumidor con
cero grados de elección… las preferencias, si es que existen, se vuelven irrelevantes. Si para 54
Rogelio Huerta Quintanilla una parte significativa de la población del planeta la restricción
presupuestaria…está por debajo o muy cerca de la restricción de las necesidades…es evidente que
la teoría del consumidor basada en las preferencias tiene que revisarse…los pobres y los que están
cerca de serlo, que toman decisiones siempre bajo la “coerción de las necesidades”, no alcanzan
ningún óptimo, por lo cual, al menos para esa población, habría que abandonar las nociones de
maximización de la utilidad en la conducta” (Boltvinik, 2008, pp. 47,48 y 49). Pero volviendo al
punto A de la gráfica 1, se supone que ahí, el consumidor puede elegir entre comprar menos o más
leche y cambiar su nivel de consumo de los otros bienes (X2 ). Por tanto, puede sustituir un bien por
otro en la medida en que su consumo está por arriba de las cantidades mínimas necesarias. Esto
implica que puede elegir entre los bienes que consume o puede elegir ahorrar y si lo hace quiere
decir que la restricción presupuestal no es tal, ya que tiene ingresos suficientes para ahorrar. Por
tanto, en el punto A no existe una restricción del presupuesto en el sentido que éste se agote con el
consumo. La recta presupuestaria representa entonces, el total de ingreso disponible. Pero,
supongamos que una vez que el consumidor ha decidido, porque tiene necesidades básicas que
cubrir, comprar 30 litros de leche al mes (un litro diario) y que con esta cantidad el consumidor
cubre sus necesidades; si se disminuye el precio de la leche, la recta de presupuesto tendría que
girar hacia la derecha pues con el menor precio de la leche, el consumidor tiene un mayor ingreso
real. Su ingreso monetario sigue siendo el mismo, pero con la reducción del precio, su ingreso real
se aumenta. De acuerdo con la lógica de Una lectura crítica de Varian. Notas sobre Microeconomía
Intermedia la teoría convencional de la demanda, al bajar el precio de un bien se incrementa su
cantidad demandada. Pero de acuerdo a lo que re- visamos en el capítulo anterior, se puede decir
que esto es debido a que personas que no tenían suficiente ingreso para comprar leche, al reducirse
su precio van a entrar al mercado como compradores, pero
¿qué pasa con nuestro consumidor individual que ya
consume la cantidad de leche que necesita? Obviamente
va a consumir más de los otros bienes pues ahora va a
pagar menos por cada litro de leche y va a tener más
ingreso disponible para comprar otros bienes o va a
ahorrar más. Este fenómeno se conoce como efecto
ingreso para el consumidor individual. Va a seguir
comprando la misma cantidad de leche a pesar de que su
precio ha bajado y va a comprar más de otros bienes o va
a ahorrar porque su ingreso real se ha incrementado. La
reducción del precio de la leche no necesariamente incrementa la cantidad que demanda el
consumidor, pues éste, al tener cubiertas sus necesidades mínimas, puede decidir comprar otros
bienes con su mayor ingreso real, pero también puede decidir comprar más le- che. No se sabe lo
que va a decidir, por lo que no necesariamente la curva de demanda individual tiene pendiente
negativa. ¿Se puede derivar una curva de demanda del consumidor individual con la recta de
presupuesto? En principio sí; entendiendo que los consumidores tienen necesidades y que sólo muy
pocos tienen la oportunidad de elegir según sus preferencias y que estos pocos no tienen ninguna
restricción presupuestaria, pero deciden gastar de- terminada cantidad de dinero en cada producto.
Es decir, la restricción presupuestaria es aplicada por cada consumidor a sí mismo para organizar
sus gastos. Veamos qué puede ocurrir con la construcción de una curva de demanda a partir de la
recta de presupuesto. Para obtener una curva de demanda de un bien por parte del consumidor
individual, partiendo de una recta
presupuestaria que está determinada por los
precios de las mercancías y los ingresos
monetarios del consumidor, se establece el
nivel de consumo del bien en cuestión
suponiendo constantes los gustos y
preferencias. Si x1 , es el bien del que se
pretende obtener la curva de demanda, y x2
son todos los demás bienes que puede
comprar el consumidor (incluido el ahorro),
se puede dibujar la recta de restricción
presupuestaria, dividiendo el ingreso monetario (m) entre los precios de cada bien. Así, m/p1 , será
el punto del eje horizontal en donde se ubicaría el consumidor si dedicara todo su ingreso a comprar
la mercancía x1; y m/p2 será el punto del eje vertical en donde el consumidor se ubicaría si todo su
ingreso lo dedicara a comprar la mercancía denominada “todos los demás bienes” (x2 ). Una lectura
crítica de Varian. Notas sobre Microeconomía Intermedia 57 Si el consumidor elige un punto a lo
largo de la recta de pre- supuesto, se puede encontrar un primer punto de la curva de demanda por el
bien x1 . Si este es al punto A de la gráfica 2, se puede decir que al precio de p1 la cantidad
demandada del bien x1 será x’1 . Dados los gustos y preferencias del consumidor y de acuerdo con
la teoría convencional del consumidor, se va a suponer que ese es un punto óptimo, pues ahí el
consumidor iguala la relación de precios de la recta con la relación de utilidades marginales de los
bienes. Es decir, en ese punto p1 /p2 = Um1 /Um2 , la pendiente de la recta de presupuesto es igual
a la pendiente de la curva de indiferencia. Estás no se dibujan pues se supone que existe un mapa
infinito de curvas de indiferencia y alguna es tangente a la recta de presupuesto. Se da por hecho ese
mapa, pues sólo existe de manera subjetiva en cada consumidor. De esa manera, sólo se tienen que
tener en cuenta las condiciones objetivas para derivar la curva de demanda del consumidor
individual. ¿Qué ocurre si disminuye (por cualquier razón), el precio de la mercancía x1 ? Es decir,
¿qué pasa si el precio p1 , llega a ser p2 ? La recta de presupuesto rotará hacia la derecha teniendo
como eje la ordenada m/p2 , ya que tanto el ingreso monetario como el precio de x2 permanecen sin
cambios. Pero ¿en dónde se ubicará el consumidor? El consumidor tiene tres opciones: 1) seguir
consumiendo la misma cantidad de esa mercancía, 2) consumir menos o 3) consumir más. En el
primer caso se trata de una mercancía cuya elasticidad precio es igual a cero, o sea es un bien con
una elasticidad totalmente rígida. Su ingreso real se incrementa y le permite adquirir más de la
mercancía x2 . En el segundo caso, se trata de un bien de los 58 Rogelio Huerta Quintanilla
denominados de Giffen, en donde a menor precio, el consumidor compra menos de ese bien porque
su ingreso real se incrementó. Este aumento del ingreso real también repercute sobre el bien x2 ,
pues aumenta su nivel de consumo. Y en el tercer caso se tiene un bien normal: cuando disminuye
el precio, la cantidad demandada del mismo se incrementa. Pero aquí, el efecto ingreso puede llegar
a ser negativo para el bien x1 , ya que el consumidor puede aumentar en tal magnitud el consumo
del bien x1 , que puede disminuir el consumo del bien x2 . En el caso del bien normal, el aumento
en la cantidad demanda- da puede variar. Si el consumidor mantiene constante la compra del bien
x2 , todo el efecto del aumento del ingreso real del consumidor se dirigirá al bien x1 . Se puede
afirmar entonces, que debido a la disminución del precio de x1 , lo único que se modifica es la
cantidad consumida del bien que baja de precio. Pero esto no necesariamente es siempre así. Por el
contrario, lo más común, para un bien normal, es que por la reducción de precio se aumente el nivel
de consumo de ese bien, pero al mismo tiempo se puede disminuir o aumentar el consumo de todos
los demás bienes. En el caso de que el consumo de todos los demás bienes disminuya, se está
sustituyendo a todos los demás bienes por el bien que redujo su precio. Es el denominado efecto
sustitución. Pero puede ocurrir que además del incremento en el consumo del bien que redujo su
precio se incremente al con- sumo de los demás bienes, debido al aumento en el ingreso real. Este
es el ya conocido y denominado efecto ingreso. Pero el efecto ingreso puede hacerse sentir sobre el
consumo del bien que baja de precio, sobre los demás bienes o sobre ambos. Es decir, el aumento
Una lectura crítica de Varian. Notas sobre Microeconomía Intermedia 59 del ingreso real a partir de
la disminución del precio de la mercancía, puede ser utilizado (ese aumento del ingreso real), para
aumentar la cantidad demandada del bien en cuestión (efecto ingreso de los libros de texto), pero
también puede ser utilizado para aumentar el consumo de todos los otros bienes. O aún, puede
disminuir el consumo del bien que bajó de precio,
como en el caso de los bienes de Giffen. ¿Cuál es la
decisión que va a tomar el consumidor? No se sabe.
La única razón por la cual incrementaría el
consumo del bien que baja de precio, sería porque
con el precio anterior no le alcanzaba el dinero para
comprar toda la cantidad que deseaba y ahora sí le
alcanza, por lo cual el efecto ingreso real es el más
importante. Si no se sabe la respuesta del
consumidor ante la disminución del precio de un
bien, entonces no se puede saber la forma que va a
tener la curva de demanda por ese bien.
Teóricamente podremos tener una curva de demanda totalmente vertical: cuando el nivel de
consumo no varía al variar el precio; una curva de demanda con pendiente positiva: en el caso de
los bienes Giffen; y una curva de demanda con pendiente negativa: en el caso de un bien normal. La
teoría convencional les llama “bienes normales”, porque con este tipo de demanda su mercado
funciona normalmente. Ahora supongamos que en vez de disminuir el precio de la mercancía x1 ,
éste se incrementa. ¿Qué va a ocurrir con la demanda de este bien? En la medida en que menos
consumidores pueden acceder, dados sus ingresos, a este bien con el precio incrementado, la curva
de demanda tendrá pendiente negativa con precios más altos. Lo que hay que subrayar aquí, es que
a partir de la recta de pre- supuesto se puede derivar la curva de demanda. Lo que hace falta es la 60
Rogelio Huerta Quintanilla determinación de las preferencias del consumidor al cambiar el precio
de los bienes y su ingreso monetario. De acuerdo con Varian, cuando el precio del bien en cuestión
disminuye, la recta de presupuesto rota a la derecha y el consumidor puede consumir más de ambos
bienes. Si el precio aumenta, la recta se mueve a la izquierda y el consumidor ve reducido su
ingreso real y sus posibilidades de consumo. Por otro lado, cuando el ingreso monetario aumenta,
manteniendo constantes los precios, la recta de presupuesto se desplaza hacia afuera de manera
paralela y el consumidor tiene posibilidad de consumir más de ambos bienes; y al revés, cuando el
ingreso monetario se reduce la recta de presupuesto se desplaza hacia adentro y el consumidor ve
reducidas sus posibilidades de consumo. ¿Qué productos va reducir en su con- sumo, cuáles va a
mantener igual y qué otros van a consumir más? No se sabe, porque según esta teoría, eso depende
de las preferencias de los consumidores, no de sus necesidades. Suponiendo que el consumidor
gasta todo su ingreso, entonces estaría en un punto de consumo sobre la recta de presupuesto. Su-
poniendo además que el nivel de consumo de todos los demás bienes (X2 ) está determinado, para
saber el nivel de consumo del bien X1 , se puede despejar de la ecuación: X1 = m/P1 – P2 /P1 X2
Definido el nivel de consumo de uno de los bienes, automáticamente se define el nivel de consumo
del otro. Es decir, si no hay ahorro o dentro de los “otros bienes” se incluye al ahorro y se tiene
definido el nivel de consumo de los otros bienes (X2 ); de manera aritmética Una lectura crítica de
Varian. Notas sobre Microeconomía Intermedia 61 se pueden definir los niveles de consumo del
bien que se está estudiando (leche o X1 ).
¿Qué pasa si se pone un impuesto o si se da un subsidio? El impuesto a los bienes opera como un
incremento del precio y el subsidio como una reducción del precio. Puede haber impuesto absolutos
cuando el consumidor paga una cantidad fija por cada unidad que compra: P1 + t. Donde t es el
impuesto. Y puede haber impuestos sobre el valor del bien y que se miden en términos
porcentuales. Se conocen como impuestos ad valorem: P1 (1+ τ), donde τ es un porcentaje que se le
paga al gobierno. Lo inverso ocurre cuando se aplica un subsidio. Cuando existe un programa de
racionamiento y si se quiere consumir más cantidad de lo que dispone la ración, se tiene que pagar
más, ya sea un impuesto al gobierno o bien en el mercado negro, lo que ocurre es que la recta de
presupuesto se quiebra y se aumenta de pendiente a partir del punto de mayor cantidad a la ración.
La t representa el impuesto del gobierno o lo que hay que pagar demás en el mercado negro.

Rogelio Huerta Quintanilla (2013). Una lectura crítica de Varian. Notas sobre
Microeconomía Intermedia. México: UNAM.

Estática Comparativa

En la praxis económica es muy frecuente el uso de las técnicas de estática comparativa,


como complemento del análisis dinámico en los estudios de diferentes modelos
económicos. Ambos análisis se reconocen en la literatura como aplicaciones, por
antonomasia, de la Matemática a la Economía, y esos temas se recogen de una u otra
forma en la mayoría de los libros y textos existentes sobre Economía Matemática. No
obstante, sobre todo en lo que a las técnicas de la estática comparativa se refiere, el
acercamiento que se hace es a mi juicio un tanto parcial, incompleto y sesgado al estudio
de ciertos equilibrios de diferentes modelos eco- nómicos. El poder responder con
claridad a la pregunta de qué es un análisis de estática comparativa resulta de mucha
importancia, entre otros motivos, porque el herramental que brinda la matemática, en
particular el cálculo diferencial, puede ser más amplio de lo que se pueda pensar, y no
necesariamente se circunscribe al cálculo de una derivada parcial. Como el mismo nombre
sugiere, y según la mayoría de los textos, se suele decir que la estática comparativa es una
comparación de dos o más estados de equilibrio de un mismo modelo económico, sin
tener en cuenta lo que pudo haber provocado el paso de una situación a la otra. Y
entonces, la pregunta sería: ¿qué es un estado de equilibrio? Primeramente, habría que
dejar claro que los modelos pueden ser estáticos o dinámicos, en dependencia de que las
variables del modelo dependan o no del tiempo, y evidentemente se parte del supuesto
de que tales estados de equilibrio existen. En los análisis de estática comparativa se
consideran modelos en que las variables definidas en él sean independientes del tiempo;
tales modelos se denominan estáticos. La noción de equilibrio implica la aceptación de
ausencia de tendencia al cambio de las variables definidas en el modelo, en condiciones
ceteris paribus. Si un equilibrio se desplaza, si la situación de equilibrio cambia, es porque
hay otras variables que sí cambian según leyes o situaciones que no son contempladas en
el modelo de estudio. Entonces no basta con saber si dicho modelo es estático o dinámico.
Es necesario tener bien determinadas las variables propias o inherentes al modelo y que
son definidas por el mismo (variables endógenas), así como las que no lo son (variables
exógenas), que en Matemática se representan como parámetros. Según Chiang y
Wainwright (2006), en su obra Métodos fundamentales de Economía Matemática, este
tipo de análisis estático no considera dos situaciones particularmente interesantes:   La
accesibilidad del equilibrio, que incluye el análisis de su estabilidad y el proceso de ajuste
se puede dilatar por un periodo de tiempo tal que el análisis estático perdería su razón de
ser si las variables exógenas hubieran experimentado variaciones. En un análisis estático,
con las técnicas de la estática comparativa se aborda el estudio de las variaciones de un
estado de equilibrio provocadas por cambios exógenos. En un análisis dinámico se debe
tratar la accesibilidad y estabilidad del equilibrio. Cada uno de estos tipos de estudio
cumple su función en el análisis económico y, por lo tanto, es imperativa su utilización en
el examen de todo modelo. En lo que se refiere a la estática comparativa, esencialmente
se trata de la comparación de variaciones de variables endógenas, cuando varían las
variables exógenas, lo cual se aborda perfectamente con las
técnicas que brinda el cálculo diferencial. Las técnicas de la
estática comparativa, que por lo general están presentes en
las obras de análisis económico, se reflejan en la mayoría de
los libros de economía matemática, así como en los textos de
Matemática para economistas, pero de una manera parcial, y
con el ánimo de brindar una rápida aplicación de las derivadas
parciales a la economía, y las diferentes formas de calcular
estas derivadas, lo que lamentablemente transmite ideas
inacabadas sobre el alcance que tiene un análisis de estática comparativa en la mayoría de
las disciplinas económicas. ¿Cómo entender la noción de equilibrio de un modelo, qué
papel desempeñan en él las variables endógenas y las variables exógenas? Como ya se
explicó, existe una concepción ampliamente aceptada por una mayoría de autores, debido
a su generalidad, es decir, que el equilibrio de un modelo es una situación caracterizada
por la ausencia de una tendencia al cambio. Pero, ¿al cambio de qué?, ¿y en qué
condiciones no hay esa tendencia? La aseveración anterior se refiere al cambio de las
variables endógenas, es decir, las variables definidas por el modelo. Lo que no se dice,
usualmente, es que esas variables no cambian cuando «todo lo demás permanece
constante», es decir, en condiciones ceteris paribus. ¿Y qué es «lo demás»?
Evidentemente, aquellas variables que sin estar definidas por el modelo –aunque sí
utilizadas en él–, por las más diversas razones, varían. Son las llamadas variables
exógenas, que deben estar bien definidas en el modelo de referencia. economía y
desarrollo... Quizás un ejemplo de lo que se dice en el párrafo anterior se vea con facilidad
en el conocido modelo que describe las cantidades de mercancías que un consumidor
puede adquirir, en una economía de dos bienes: X y Y. Ese modelo se da a través de la
inecuación pXX + pYY ≤ m, donde pX y pY son los precios de los bienes, respectivamente,
mientras que m representa el presupuesto del consumidor. Las variables endógenas, las
que están definidas por el modelo, son X y Y, que delimitan las cestas de cantidades de
bienes asequibles al consumidor (X ; Y), en un triángulo (gráfico 1) que no tiene por qué
cambiar, dado un vector de precios fijos
(pX ; pY ) y un presupuesto fijo m,
variables no definidas por el modelo, y,
consecuentemente, variables exógenas.
Se debe observar que este equilibrio no
es un punto, sino una figura
geométrica. Al variar las variables
exógenas, se obtiene en general otro
triángulo donde se ubican las nuevas
cestas de cantidades de bienes
asequibles al consumidor, dadas las
nuevas condiciones. Al comparar los
conjuntos de cestas asequibles por el
consumidor en cada caso, se está
efectuando un análisis de estática comparativa. Otro ejemplo de modelo, cuyo equilibrio
no es un punto –en este caso una curva–, es la conocida demanda de un bien por un
consumidor, que determina la cantidad a consumir para optimizar el bienestar del
consumidor, en función del precio de ese bien en el mercado. La cantidad de unidades del
bien y el precio de mercado de ese bien son las variables endógenas. Aquí se tienen
valores fijos para los precios de otros bienes y para los ingresos del consumidor (variables
exógenas), e inalterables las preferencias establecidas del consumidor, dictadas por la
moda, sus gustos, etcétera, que en tanto definidas como función de utilidad en la Teoría
del Consumidor en Microeconomía, son asimismo variables exógenas. Hay un movimiento
en la curva de demanda, cuando al variar el precio de mercado del bien, varía la cantidad
demandada en un equilibrio optimizador del bienestar del consumidor; además, la curva
se observa cuando varían los determinantes de esta o las ya mencionadas variables
exógenas del modelo. Al comparar la curva de demanda obtenida cuando varían las
variables exógenas, con la curva de demanda inicial, se está haciendo un análisis de
estática comparativa. El modelo cuyo equilibrio se remite a un punto posiblemente más
manido es el de equilibrio del mercado de un bien. El equilibrio está dado por la
intersección de las curvas de demanda y de oferta de ese mercado, o, lo que es lo mismo,
por la solución de la ecuación que iguala la oferta a la
demanda, para determinados valores fijos de los
economía y desarrollo de precios de otros bienes, de
los precios de los factores de producción, de los niveles
de ingresos, de los impuestos aplicados, etcétera. En
este caso, las variables definidas por el modelo
(variables endógenas) son el precio de mercado del
bien, y la cantidad que de este se oferta y se demanda.
El resto de las variables mencionadas desempeñan el
papel de variables exógenas. Cuando se compara el equilibrio que se obtiene al variar al
menos una variable exógena, con el equilibrio inicial, lo que se hace es un análisis de
estática comparativa.
 

Antelo, M. (2000): Tópicos de microeconomía teórica, Tórculo, Santiago de Compostela.


Teoría de la producción y costos

La producción es el proceso de creación de los bienes y servicios que la población puede


adquirir para consumirlos y satisfacer sus necesidades. El proceso de producción se lleva a
cabo en las empresas, las cuales se encuentran integradas en ramas productivas y estas en
sectores económicos. La empresa utiliza recursos productivos para realizar el proceso de
producción, estos recursos son considerados insumos que se transforman, con el objeto de
producir bienes y servicios: La teoría de la producción, a través de la función de
producción, nos permite analizar las diversas formas en que los empresarios pueden
combinar sus recursos o insumos para producir bienes o servicios, de tal forma que le
resulte económicamente conveniente. El proceso de producción se puede expresar
técnicamente en una función de producción, la cual es la relación que media entre la
cantidad máxima de producción que se puede obtener con la cantidad de recursos o factores
utilizados por la empresa en un tiempo determinado. Otras definiciones de la función de
producción son:

 Relación que existe entre los insumos y el producto total en un proceso productivo.

 Función que expresa la cantidad de producción (Q) que obtiene una empresa con una
determinada combinación de factores: trabajo (T) y capital (C) . Q=f(T,C).

Los principales supuestos de la función de producción son: o Cada uno de los factores de
producción utilizados se pueden dividir en forma infinita. o Es posible cualquier
combinación de insumos utilizados para crear una determinada cantidad de producción. o
Cualquier cambio en los factores de productivos trae aparejado un cambio en la magnitud
total de la producción por muy pequeño que sea. o Existe una interdependencia funcional
entre los factores productivos utilizados y el valor de la producción total. Costos El costo es
un recurso que se sacrifica o al que se renuncia para alcanzar un objetivo específico. El
costo de producción es el valor del conjunto de bienes y esfuerzos en que se ha incurrido o
se va a incurrir, que deben consumir los centros fabriles para obtener un producto
terminado, en condiciones de ser entregado al sector comercial.

Entre los objetivos y funciones de la determinación de costos, encontramos los siguientes: 


Servir de base para fijar precios de venta y para establecer políticas de comercialización.

 Facilitar la toma de decisiones.

 Permitir la valuación de inventarios.

 Controlar la eficiencia de las operaciones.

 Contribuir a planeamiento, control y gestión de la empresa.


En este estudio se pretende analizar las decisiones fundamentales que tiene que hacer una
empresa bajo condiciones de competencia perfecta, para lograr el objetivo de producir con
la máxima eficacia económica posible, para lograr el nivel de producción de máxima
eficacia económica y máxima ganancia. Hay que tomar en consideración que la ganancia
total de una empresa depende de la relación entre los costos de producción y el ingreso total
alcanzado. El precio de venta del producto determinará los ingresos de la empresa. Por lo
tanto, los costos e ingresos resultan ser dos elementos fundamentales para decidir el nivel
de producción de máxima ganancia.

Costos variables: Algunos de los costos de la empresa se conocen como costos variables,


porque cambian conforme la empresa varía la cantidad de producción.

Costos Totales: Los costos totales de una empresa, son la suma de sus costos fijos y sus
costos variables.

Costo promedio: Los costos totales divididos entre la cantidad producida se llaman costos
totales promedio. Debido a que los costos totales son la suma de los costos fijos y los
variables, los costos totales promedio se pueden expresar como la suma del costo fijo
promedio, más el costo variable promedio. El costo fijo promedio es el costo fijo total
dividido entre la cantidad producida, mientras que el costo variable promedio es el costo
variable total dividido entre la cantidad producida.

Costos totales promedios = costos totales/cantidad


Frank, R. (1991): Microeconomics and behavior. McGraw-Hill, New York.

La demanda agregada

La demanda agregada muestra la relación inversa entre


la demanda total de bienes y servicios y el nivel de
precios de una economía. Como sabemos, la demanda
agregada está compuesta de los distintos tipos de gasto
agregado: el consumo, la inversión, el gasto del gobierno
y las exportaciones netas. En el Capítulo 7, vimos que a
partir del equilibrio simultáneo en el mercado de bienes
y de dinero en el modelo IS-LM, podíamos derivar dicha
relación. Si permitimos que el nivel de precios varíe, la
curva LM se desplazará. Una reducción del nivel de
precios desplaza la curva LM hacia la derecha, donde el
nuevo equilibrio tiene un mayor nivel de producción y
una tasa de interés menor. Es importante resaltar que, en
cada punto de la curva de demanda agregada, el mercado
de bienes y de dinero se encuentra en equilibrio. De
acuerdo con esta función, la demanda agregada tiene la
forma de una hipérbola. Su representación gráfica es la
siguiente: P Y La curva de demanda agregad.

En lo sucesivo, los gráficos que presentaremos


reflejarán el uso de la siguiente versión lineal y sencilla
de la demanda agregada. La forma no lineal de la
demanda agregada La demanda agregada que se grafica
en el plano (Y, P) tiene la forma de una hipérbola. P mY
= − β α Como los gráficos que presentaremos se basarán
en una versión lineal de esta función, es necesario
identificar qué parámetros desplazan la curva y qué
parámetros modifican la curvatura de la misma.
Cambios en α desplazan la curva de demanda agregada; por ejemplo, un incremento de la
inversión autónoma o del gasto público provoca un
desplazamiento hacia la derecha. Hay un mayor nivel
de precios para un mismo nivel de producto. De la
misma forma, una reducción del gasto público
desplaza la curva de demanda agregada hacia la
izquierda, generando menores
niveles de precios para
cualquier nivel dado de
producto. ∂ ∂ = − ⋅

Demanda Agregada   =    DA   =   C + I + G + X - M


Consumo privado (C): Son los bienes de consumo y servicios que demandan las economías
domésticas (las familias), tales como los alimentos, el vestido, los automóviles y depende
de su renta disponible, que será la renta personal que obtienen menos los impuestos más las
transferencias del estado. Suele ser, generalmente, el mayor componente del PIB.  Un
elevado porcentaje del consumo privado (alto grado de actividad de las familias) indica
un bajo grado de desarrollo del país, ya que significa que la actividad del resto de los
agentes económicos es baja.

Inversión privada (I): Son los bienes que las empresas compran como bienes de equipo
(edificios, maquinarias, etc.) y estructura de producción (materias primas, mercaderías),
incluyendo también las inversiones de las familias en la vivienda. Suelen ser financiadas
con recursos ajenos, por lo que su volumen estará en función del coste del dinero (tipo de
interés). Un elevado porcentaje de inversión privada indica que el país está en crecimiento
económico.

Gasto Público (G): Se refiere al gasto en bienes y servicios de interés general, sin una
demanda individualizable, que el Sector Público realiza como ejecución presupuestaria,
tanto en consumo (Sanidad, Seguridad Nacional, etc.) como en inversión (carreteras,
escuelas, hospitales, parques, etc.). Su porcentaje sobre el PIB dependerá del grado de
intervención del estado en los asuntos económicos.

Exportaciones netas (X - M): Las relaciones internacionales implica que parte de la


producción generada por un país se vende a otros países (exportaciones) y que parte del
gasto que realizan los países consiste en la compra de bienes y servicios producidos en
otros países (importaciones). Por ello, habrá que contabilizar el saldo neto de estas dos
operaciones, de tal forma que denominaremos exportaciones netas a la diferencia entre las
exportaciones (X) y las importaciones (M).

Por lo tanto, a la suma del consumo privado (C), la inversión privada (I) y el gasto público
(G), habrá que añadirle el valor de las exportaciones (X) y restarle el de las importaciones
(M), de tal forma que la fórmula para calcular la demanda agregada (DA) sería:

La demanda agregada (global) es la suma de la cantidad de bienes y servicios que planean


comprar las familias (C), las empresas (I), el gobierno (G), y los extranjeros (X),
descontando la parte de estas compras que se realizan a otros países; es decir, las
importaciones (M).

F. Jiménez. (2013) Modelo de oferta agregada y demanda agregada en una economía


abierta. México.

El costo de oportunidad

La influencia del coste de oportunidad en el proceso de toma de decisiones ha sido siempre


objeto de interés por parte de los agentes económicos. Estos costes se consideran relevantes
ya que les ayudan a garantizar la calidad de las decisiones futuras. No obstante, se aprecian
diferencias conceptuales en el entorno económico y contable, que resulta conveniente
analizar.

El coste de oportunidad en el ámbito económico

El concepto de coste de oportunidad nace con Frederich von Wieser (1851-1926) el cual
definió el valor de un factor de producción en términos de su coste de oportunidad, es decir,
el ingreso neto generado por el factor en su mejor uso alternativo (Burch y Henry, 1974, p.
119). En el enfoque económico, se parte de la idea de que los recursos son escasos y, en su
mayoría, tienen usos alternativos. Así pues, la producción de un bien implica la renuncia a
fabricar otro producto con esos mismos recursos. El bien o servicio al que se le han
aplicado esos recursos se expresará en términos del bien o servicio sacrificado. La toma de
decisiones en un mundo de escasez implica renunciar al resto de opciones, lo que supone el
sacrificio de hacer otra cosa. Esa opción a la que se renuncia se denomina coste de
oportunidad (Samuelson y Nordhaus, 1992, p. 38). El coste de oportunidad se mide en
unidades físicas en vez de unidades monetarias. Es cierto que los bienes se valoran
monetariamente, pero esa tasación carece de sentido si no se sabe qué se hubiera podido
adquirir con ese dinero cuando se ha optado por un bien concreto (Lipsey y Harbury,1989,
p. 8). Katz y Rosen (1994, pp. 2-3) aplican concepto de coste de oportunidad tanto a nivel
individual como social, es decir, cuando un individuo decide adquirir un manual de
contabilidad, está renunciando a una entrada al teatro. Desde un punto de vista social, el
mejor uso alternativo podría haber sido la donación del dinero a una organización benéfica.
Si bien el coste de oportunidad se define como el valor de un recurso en su mejor uso
alternativo, puede ocurrir que esa opción sustitutiva que se sacrificaría para poder disponer
de 7 la tenencia de un determinado recurso no existiera, lo cual significaría que el coste de
oportunidad fuese cero (Miller y Meiners, 1988, p. 290). Se puede hablar de tres casos en
los que el coste de oportunidad toma este valor (Lipsey y Harbury, pp. 9-10, 1989): ·Bienes
libres. Se trata de bienes que existen en abundancia en la naturaleza y cuyo empleo no
genera costes de oportunidad. ·Factores de un solo uso. Aquellos recursos que se pueden
emplear en diferentes alternativas tienen un coste de oportunidad porque al optar por una de
ellas, se está sacrificando al resto. Si ese recurso sólo tuviese una única alternativa, su coste
de oportunidad sería cero. ·Desempleo general. En general, la elaboración de un bien
supone apartar recursos de la producción de otro bien. En determinadas ocasiones, los
recursos están desempleados y el coste de oportunidad es cero. El coste de oportunidad se
puede representar gráficamente mediante la frontera de posibilidades de producción la cual
recoge todas las combinaciones de bienes que se pueden elaborar al emplear todos los
factores de producción de que se disponen con la máxima eficiencia. La economía produce
eficientemente cuando no puede producir una cantidad mayor de un bien sin producir una
menor del otro, es decir, cuando se encuentra en la frontera de posibilidades de producción.

El coste de oportunidad en el ámbito contable


La Contabilidad Financiera no recoge el coste de oportunidad al contabilizar aquellos
costes que representan ingresos o gastos que, o bien se cobran o pagan en el momento
actual o, en un momento posterior. Es decir, cuando se opta por una alternativa se
contabilizarán todas las operaciones que de ella se deriven pero, no se registrarán las
operaciones que procedan de la mejor alternativa a la que se renuncia, o sea, el coste de
oportunidad. 8 El principio de devengo viene a ratificar la afirmación anterior en cuanto
que señala que la imputación de los ingresos y los gastos se hará en función de la corriente
real de bienes y servicios que los mismos representen independientemente del momento en
que se produzca el cobro o el pago de ellos. Este principio está indicando que los ingresos y
los gastos se contabilizan cuando se generan unos derechos de cobro o de pago los cuales
generarán unos desembolsos futuros. Se contabilizan las alternativas seleccionadas, pero no
aquellas que se rechazan ya que éstas no crean derechos de cobro o de pago y, por lo tanto,
tampoco desembolsos. El hecho de que el coste de oportunidad no sea incorporado en los
informes de la Contabilidad Financiera obedece a la dificultad para calcularlo. Es preciso
conocer todas las alternativas a las que se renuncia cuando se elige una de ellas, lo cual en
la mayoría de los casos no es posible porque son muchas las peculiaridades y restricciones
informativas existentes sobre los cursos de acción alternativos (López Díaz y Menéndez
Menéndez, 1989, p. 305). Además, su incorporación implicaría un alto grado de
subjetividad en la información económico-financiera, nada aconsejable cuando el objetivo
del Plan Contable es que las cuentas anuales se formulen evitando distorsiones en la imagen
que un tercero podría tener sobre los resultados habidos durante el ejercicio y sobre la
situación real de la empresa desde una perspectiva económica, patrimonial y financiera.
Junto a este aspecto, es preciso añadir que los costes de oportunidad están cambiando
constantemente, es decir, varían según las circunstancias lo que hace aún más difícil su
contabilización. Lo que hoy puede ser un coste de oportunidad, mañana puede dejar de
serlo (Honrgren et al., 1996, p. 397). No obstante, el coste de oportunidad es utilizado en
los sistemas de contabilidad de costes cuando la descentralización de operaciones y la
autoridad ha sido implantada y también, cuando la medida del funcionamiento se hace a
través de divisiones operativas dentro de la compañía (Neuner y Deakin III, 1983, p. 709).
Además, este coste resulta relevante en 9 la adopción de decisiones y deben ser tenidos en
cuenta a la hora de seleccionar la opción más conveniente.

Comparación económica y contable del coste de oportunidad

El concepto de coste de oportunidad es definido por los diferentes autores tanto del ámbito
contable como económico, en función de los ingresos, los costes o los beneficios. Las
diferencias en el terreno económico y contable, no radican en el concepto de coste de
oportunidad sino en el concepto de coste, el cual es distinto, y la razón de esas diferencias
subyacen, precisamente, en el coste de oportunidad. Los costes contables de un input o
conjunto de inputs se basan en los precios pagados por los recursos en el momento de su
adquisición. Sin embargo, los costes económicos de utilizar un input o combinación de
inputs en una actividad determinada, son los ingresos netos que se podrían haber generado
en su mejor uso alternativo, es decir, los costes de oportunidad (Burch y Henry, 1974, p.
119). El Plan General de Contabilidad español señala que los bienes se valorarán al precio
de adquisición o al coste de producción entendiendo por precio de adquisición, el importe
reflejado en factura además de todos los gastos que se necesiten para que el bien se ponga
en funcionamiento (si se trata de un inmovilizado), o todos los gastos que se generen de
forma adicional hasta que los bienes se encuentren almacenados (en el caso de las
existencias), y por coste de producción, el precio de adquisición de las materias primas y
otras materias consumibles, y el resto de los costes tanto directos como indirectos que se
puedan imputar a dichos bienes, siempre que tales costes se correspondan con el período de
fabricación. Como se puede observar, en ambos conceptos se prescinde del coste de
oportunidad. 10 El coste recogido por la Contabilidad de Costes se refiere al conjunto de
recursos que participan en el proceso de producción de un período determinado y, que se
captan, registran y tasan atendiendo a los criterios propios de esta disciplina contable (Sáez
Torrecilla et alt., 1993, p. 24). En línea con esta concepción se recoge la afirmación de
Pedersen que señala que los costes son el consumo, valorado en dinero, de bienes y
servicios para la producción que constituye el objetivo de la empresa (Mallo et al., 1994, p.
17). Tanto en Contabilidad como en Economía, el concepto de coste incluye los
denominados costes explícitos. Sin embargo, los costes implícitos no son contemplados en
el ámbito contable y sí en el económico. Existen varios casos de costes no imputados en
Contabilidad como son el coste del capital propio y el sueldo del empresario, los cuales
constituyen las dos diferencias más importantes entre el resultado económico y el resultado
contable. El coste del capital propio es un coste de oportunidad ya que, al destinarse los
recursos financieros a la financiación de un determinado bien, servicio o proceso
productivo, se está renunciando a la remuneración o interés que se obtendría si los mismos
se materializaran en inversiones financieras. Respecto al sueldo del empresario, se trata de
un concepto de coste habitualmente tratado de forma distinta, según los autores. Ha habido
algunos intentos para poder reflejar este coste en la Contabilidad. Así, el Grupo 9 del Plan
General de Contabilidad, o Contabilidad Analítica ha tratado de calcular e imputar tales
costes, a través de un modelo con costes de oportunidad en el que se incluye el sueldo del
empresario. 11 El Grupo 9 indica que desde que el empresario toma la decisión de trabajar
en su empresa, está sacrificando el salario que podría conseguir si trabajase en otra
empresa. El concepto de remuneración del empresario tiene un carácter más teórico que
práctico y, en la actualidad, su incidencia se reduce a aquellas empresas pequeñas en las
que la figura del empresario y del capitalista puede superponerse, frente a las empresas de
cierto tamaño las cuales se caracterizan por la profesionalización de la dirección (Rocafort
Nicolau, 1985, pp. 105-106). El trabajo del empresario debe considerarse como un coste,
aunque no cobre de manera directa sino a través de la compensación que supone el
beneficio obtenido por su empresa. La remuneración del propietario se define como un
coste de oportunidad, es decir, como los ingresos que deja de percibir al ser el dueño no
remunerado de su empresa y, no asalariado en otra (Samuelson y Nordhaus, 1992, p. 610).
Cuando al empresario no se le remunera su trabajo, el valor que se imputa a la actividad
que realiza es, bien la cantidad que se pagaría a otra persona para que realice su misma
labor, bien la cantidad que percibiría si ocupase otro puesto de trabajo. Este concepto de
coste ha perdido importancia por varias razones, entre otras porque la figura del empresario
está siendo sustituida por un equipo directivo (Mallo, 1997, p. 249) y porque la legislación
laboral obliga a que cualquier trabajador que lleve a cabo una labor continuada en un
determinado lugar de trabajo, sea remunerado (Mallo, 1994, p. 184). 3.
El coste de oportunidad en el proceso de toma de decisiones

Los costes se pueden catalogar de múltiples formas atendiendo a su naturaleza, a su


función, a su vinculación al momento de producción o a su valor para la toma de
decisiones, entre otras. Estas clasificaciones son abiertas en cuanto a que no se pueden fijar
límites 12 perfectos para ellas. Cada empresa deberá crear la clasificación de costes que
mejor se adapte a sus características y a sus necesidades de información contables. Como
señaló Maurice Clark, existen diferentes costes para diferentes propósitos, no pudiendo
haber un único concepto de coste (Ripoll Feliú y Vilar Sanchís, 1989, p. 340). Los costes se
pueden clasificar atendiendo a su valor para la toma de decisiones en: ·Costes diferenciales.
Son la diferencia entre los costes totales de dos alternativas. Cuando el coste de elegir una u
otra opción aumenta, se llama coste incremental. Si, por el contrario, ese coste disminuye se
habla de coste decremental. El coste diferencial también se denomina coste marginal
porque se refiere al coste que ocasiona la producción de una unidad adicional de un bien.
Contablemente, el coste marginal se refiere al coste incremental asociado con un proyecto
adicional. ·Costes relevantes o irrelevantes. Mientras que los costes relevantes son aquellos
costes futuros esperados que serán diferentes según las alternativas, los costes irrelevantes
no se ven influidos por las resoluciones de la gerencia, es decir, son costes que no varían
sea cual sea la opción elegida. Un ejemplo de costes irrelevantes son los costes hundidos
que son costes pasados en los que ya se ha incurrido, los cuales no se deben considerar a
efectos de la toma de decisiones. ·Costes de oportunidad. En el apartado anterior, se ha
definido ampliamente el coste de oportunidad. Básicamente, es el beneficio de la mejor
alternativa a la que se renuncia, al elegir otra opción. ·Costes controlables o incontrolables.
Los primeros son costes sobre los que el directivo de una empresa puede influir en un
período de tiempo. Por el contrario, aquéllos que no se ven afectados por las decisiones de
la gerencia son costes incontrolables. ·Costes de desembolso. Son costes que generan un
pago en el momento actual o anterior o en un momento posterior, por lo que podrán
contabilizarse.

Neuner, J. Y Deakin III, E. B. (1983): Contabilidad de costos, principios y práctica. Uteha,


México.

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