Propuesta Didáctica para Nivel Inicial y Primer Ciclo
Propuesta Didáctica para Nivel Inicial y Primer Ciclo
Propuesta Didáctica para Nivel Inicial y Primer Ciclo
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MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE TUCUMÁN
DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN INICIAL Y PRIMARIA
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Propuesta de actividades para
Nivel Inicial y 1er. ciclo a partir
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de un itinerario lector
Programa Provincial de Alfabetización
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Inicial
Abril de 2013
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ÍNDICE
PRESENTACIÓN.......................................................................................................................................4
INTRODUCCIÓN.......................................................................................................................................7
Secuencia didáctica para Nivel Inicial y Primer Ciclo........................................¡Error! Marcador no definido.
a partir de un itinerario lector.........................................................................¡Error! Marcador no definido.
Caperucita Roja en el Nivel Inicial:.................................................................¡Error! Marcador no definido.
la apropiación de un texto que nos pertenece a todos......................................¡Error! Marcador no definido.
Presentar el texto.........................................................................................¡Error! Marcador no definido.
Algunas recomendaciones para la organización del espacio durante la lectura.. .¡Error! Marcador no definido.
La lectura....................................................................................................¡Error! Marcador no definido.
Volvemos a contar. Renarración y rescritura mediada......................................¡Error! Marcador no definido.
Los personajes............................................................................................¡Error! Marcador no definido.
El juego dramático.......................................................................................¡Error! Marcador no definido.
¡A jugar! Dramatizamos la historia..................................................................¡Error! Marcador no definido.
Trabajo final: Escritura mediada.....................................................................¡Error! Marcador no definido.
Juguemos en el bosque................................................................................¡Error! Marcador no definido.
Primer ciclo: una propuesta de trabajo........................................................................................................21
Actividades para el inicio del recorrido lector...............................................................................................23
Leemos el cuento.....................................................................................................................................24
Después de la lectura: hablamos sobre lo que hemos visto y leído................................................................24
Algunas actividades de escritura que el docente puede realizar después la lectura:.........................................25
Actividades Lúdicas:.................................................................................................................................26
Jugamos al “Bingo de palabras”.................................................................................................................26
¡¡¡¡A Jugar a adivinar!!!!.............................................................................................................................27
Continuamos con el trayecto…..................................................................................................................29
Escribimos una postal para mandar al autor del cuento................................................................................29
Completamos el crucigrama.....................................................................................................................30
UN LIBRO NOS LLEVA A OTRO:..............................................................................................................32
POBRE LOBO, DE EMA WOLF, EN FILOTEA............................................................................................32
“Escribimos tantanes”...............................................................................................................................40
Entrevistamos a los personajes..................................................................................................................41
Itinerario Lector........................................................................................................................................42
ANEXO...................................................................................................................................................43
2
Primera versión del cuento de CAPERUCITA ROJA., de tradición oral recopilación de Charles Perrault...........43
Cuento CAPERUCITA ROJA. Hermanos GRIMM........................................................................................45
CAPERUCITA ROJA Y EL LOBO..................................................................¡Error! Marcador no definido.
Caperucita…pero no tanto – Marcela Corte.................................................................................................49
Caperucita Roja (Gabriela Mistral)..............................................................................................................50
Caperucita Roja (versión del lobo enamorado) - Arciniegas...........................................................................52
Caperucita Roja (versión del Lobo) - Anónimo.............................................................................................56
3
PRESENTACIÓN
Tiene como propósito general acompañar a los docentes de las escuelas primarias de
Tucumán con propuestas pedagógico didácticas de Lengua y Matemática que posibiliten el
mejoramiento de la enseñanza a fin de generar mejores condiciones de aprendizaje para
fortalecer las trayectorias reales de los chicos.
¿Por qué acompañar a las escuelas? Porque la escuela es la institución que tiene a su cargo
(desde hace siglos) la responsabilidad social por la inclusión de los sujetos en el mundo de la
cultura escrita. Formar lectores críticos de la palabra y del mundo, como decía Paulo Freire,
implica visibilizar el problema de la desigualdad social y cultural, lo que supone reconocer los
distintos puntos de partida de los alumnos (heterogeneidad cultural) de la educación primaria
obligatoria y a lo largo de los recorridos, los vínculos y tipos de experiencias que deben
vivenciar para que los modos de apropiación de la lectura y la escritura sean equitativos e
igualitarios.
Se recupera aquí al maestro Luis Iglesias que habla de una escuela de la abundancia: en la
escuela se leía mucho, se conversaba mucho, se escribía mucho, se creaba mucho. Los
chicos, que llegaban de hogares carentes, encontraban un aula que los desafiaba en lugar
de suponer limitaciones; un maestro que proponía otros mundos, respetando el propio. No
negamos la necesidad de recursos materiales, pero aquí el comienzo del camino es la
apuesta y la creencia de que esos chicos pueden1.
1
Entre directores de escuelas primarias “El trabajo del director en los contextos actuales” pág. 19. Ministerio de Educación de la Nación.
2012
4
La enseñanza y el aprendizaje de la lectura y la escritura, como prácticas sociales, no
deben presentarse fragmentadas, separadas de sus propósitos, despojadas de
niveles de complejidad, carentes de significado.
Para que se generen experiencias significativas y valiosas, tiene que haber un docente que
propicie un encuentro con el conocimiento en las aulas. Cuando se habla de estas
cuestiones, se está hablando de la enseñanza. En palabras de Paulo Freire se puede pensar
al maestro como un enseñante y como un investigador: “Enseño porque busco, porque
indagué, porque indago y me indago. Investigo para comprobar, comprobando intervengo,
interviniendo educo y me educo. Investigo para conocer lo que aún no conozco y comunicar
o anunciar la novedad.”
Considerar los dos primeros años de la escolaridad primaria como una unidad pedagógica:
supervisada, acompañada, apoyada por acciones dirigidas a asegurar el aprendizaje
contribuirá a lograr una mayor justicia escolar y constituirá una política de cuidado, para
que el destino escolar y social de los niños no quede negativa e inexorablemente marcado,
desde temprana edad: 6 ó 7 años.
Para que se trate de una política de cuidado es indispensable que se involucre un conjunto
de mecanismos para potenciar y diversificar estrategias.
5
La concertación como estilo: institucional, conceptual, curricular, pensando este
proceso desde el paradigma de la complejidad, evitando la reducción de las acciones
pedagógicas sólo a actividades de integración entre alumnos de un mismo grado, de
otros grados, niveles o ciclos.
Una entrega y toma pensada. Una posta pensada, implica una acción pedagógica
atenta.
En este sentido, la unidad pedagógica nos convoca a pensar en los procesos de enseñanza
y de aprendizaje en torno a la apropiación de la lectura y la escritura en todas las áreas (por
ejemplo: apropiación de la noción de numeración, de las operaciones básicas, que se
continúan y profundizan en los diferentes grados), a partir del desarrollo y la implementación
de estrategias didácticas diversas que flexibilicen la gradualidad de nuestro sistema escolar,
para mejorar los aprendizajes de los alumnos teniendo en cuenta que no todos aprenden las
mismas cosas al mismo tiempo, es decir que el acompañamiento comprometido del docente
permite detectar quienes tienen mayores necesidades de intensificar sus aprendizajes
(pedagogía de la abundancia).
3
: http://portal.educacion.gov.ar/primaria/leer-con-todo/
6
En este sentido, necesario que la unidad pedagógica sea una construcción institucional a fin
de generar diferentes estrategias de enseñanza, aprendizaje y evaluación acompañada.
Será primordial promover nuevos modos organizacionales, diferentes agrupamientos de
alumnos, discutiendo en colectivo propuestas de enseñanza que no fueron efectivas y que
es necesario repensar. De esta manera se recupera una cultura docente que trabaja
coherente y colaborativamente en la elaboración de propuestas de enseñanza secuenciadas,
tanto para el primero como el segundo ciclo de la escuela primaria.
INTRODUCCIÓN
Es así que las palabras, como ventanas, nos ayudan a conocer el mundo, a recrear
nuestra realidad conociendo otras realidades. Esas que viven en los cuentos, en las historias
contadas por otros, que con el tiempo se quedan a vivir en nosotros tan profundamente que
ni nosotros mismos percibimos su existencia. Ese es el poder de las palabras. Palabras
furiosas. Palabras amantes. Palabras amarillas, tristes, transparentes.
Con semejante poder de las palabras, con esta capacidad simbólica del lenguaje,
¿cómo podríamos siquiera pensar que aprender a leer es solo descifrar el código lingüístico?
Dominar las reglas básicas del lenguaje escrito no significa graduarse como lector. “El
proceso de construcción como lector de una persona –niño, joven o adulto- depende de
los primeros contactos con la palabra escrita, su frecuentación a lecturas significativas, la
valorización simbólica que les otorga a esas experiencias y la significación afectiva e
intelectual que les connota”4.Se puede aprender a descifrar el código de manera elemental,
4
Docentes que dan de leer – Nivel Inicial – Plan de Lectura.-
7
pero nunca se llegará a ser un lector si no tenemos la mediación de ese otro que convierta el
hecho de leer en una práctica cultural, que pueda compartir con uno lo que un texto nos
regala cuando se deja leer: emoción, misterio, sorpresa, humor…Ese “dar de leer” 5 del
mediador, y ese “darse” a sí mismo a través de la lectura, con afecto, con empatía, con
vocación de lector, es el camino más seguro para formar lectores. La literatura se convierte
así en el objeto cultural más poderoso para despertar en las personas, niños o adultos, la
motivación por leer y escribir, favoreciendo además al desarrollo y la apropiación del sistema
de la lengua.
Para enseñar lectura no es suficiente hablar sobre las obras literarias, leer sus síntesis
o análisis hechos por terceros, es imperioso poner en contacto a los alumnos con las obras.
“Es a través de esa lectura extensa como los alumnos van adquiriendo nociones implícitas
del funcionamiento de los textos literarios y pueden configurar un horizonte de expectativas
sobre el cual contrastar sus lecturas”.7
5
“Dar de leer”. Metáfora acuñada por Graciela Montes en su texto “La gran ocasión”, y que parafrasea la
premisa “dar de comer” poniendo a la lectura al nivel de una de las necesidades básicas para la supervivencia
del hombre. El alimento es indispensable para el desarrollo del cuerpo, pero la lectura es insustituible para la
nutrición del espíritu humano.-
6
Buenos libros para leer, buenos días para crecer.1 - Plan Nacional de Lectura - Ministerio de Educación de la
Nación.-
7
Revista latinoamericana Lectura y vida – La enseñanza de la literatura como construcción de sentido -
diciembre de 2001.-
8
La escuela debe ser promotora de lecturas y generar multiplicidades de experiencias
lectoras, para todos y sobre todo, a los que las “palabras de los textos no los han
conquistado aún. Muchos niños llegan a la escuela sin haber tenido nunca un libro entre sus
manos. Y cuando se encuentran las palabras, aparece la alegría, el goce, el poder “ser” en
palabras.
“Todos los chicos y las chicas deben tener las mismas oportunidades. Los que nacieron entre
libros y padres que les leyeron y aquellos que no pudieron compartir ese momento íntimo y
trascendente. No podemos conformarnos con que sólo lean quienes quieran leer, cuando tantos
chicos no han conocido jamás la posibilidad de que un texto les sea revelado, les resuene y los
envuelva. A leer se aprende leyendo, como decía Malicha Leguizamón: “La lectura, y aún el
aprendizaje de un idioma, se aprende leyendo”; no existe otra manera.
“El acceso a la cultura escrita, al saber, a la información, constituye un derecho escamoteado
con demasiada frecuencia. Al igual que la apropiación de la literatura. Y es por varios motivos
que ésta les parece deseable, como veremos: el hecho de tener acceso a ella les permitirá ser
más hábiles en el uso de la lengua, tener una inteligencia más sutil, más crítica; y ser capaces
de explorar la experiencia humana, de darle sentido y valor poético”.
Como lo mencionan los cuadernos para el aula, “La formación de lectores se plantea
hoy como una de las funciones de la escuela y, para esto, la presencia de la diversidad de
material escrito y la interacción de los alumnos con ellos es una de las maneras más
eficientes de generar situaciones de lectura que excedan el marco de lo escolar para
convertirse en situaciones de vida”.8
8
Cuadernos para el aula – Nivel Inicial – Juegos y juguetes-Narración y biblioteca - Ministerio de Educación de
la Nación.-
9
“Construir sentidos no es buscar algo que esté dado en las palabras, no es buscar una posibilidad única de
interpretación. Construir sentidos implica un movimiento personal que se va transformando en un camino
lector propio que se transita durante toda la vida, con sus vueltas, sus laberintos, sus lugares luminosos y
oscuros, ocultos a veces. Y en este camino lector de construcción de sentidos que nosotros mismos nos vamos
trazando, hay encuentros imprescindibles con las voces de los otros. Voces que hablan también a través de la
escritura en todas sus formas, en carteles, en folletos, en revistas, en catálogos, en recortes y, por supuesto, en
libros.” Cuadernos para el aula – Nivel Inicial – Juegos y juguetes-Narración y biblioteca - Ministerio de
Educación de la Nación.-
9
cada libro leído se resignifica a partir de la lectura de otros textos, va adquiriendo nuevas
formas, va develando nuevos secretos, que a su vez impactan en las nuevas lecturas,
generándose así un círculo lector en crecimiento permanente, en el cual todas las lecturas se
entraman y potencian en la búsqueda permanente de nuevas significaciones.-
En este entramado de significaciones se va construyendo la textoteca interna como lo
señala Laura Devetach, que supone la disponibilidad del cada lector posee en la
configuración de todos los textos se incorporaron a la memoria y las emociones, que
determinan las variables del crecimiento de cada lector. Esto no se adquiere solo a través de
libros o relatos, ni siquiera de un solo libro, ni de un solo tipo de estrategia de lectura ; no es
un recorrido lineal implica actos dialógicos de retorno a los textos a las diversas escenas de
lectura que nos constituyen.
Cuando la textoteca interna de cada lector se encuentra con una biblioteca que
esperamos? Tal vez empezar a buscar respuestas esté en la definición de Ítalo Calvino:
Esa biblioteca debería comprender por partes iguales los libros leídos y que han
contado para nosotros, y los libros que nos proponemos leer y presuponemos que van a
contar para nosotros. Dejando una sección vacía para las sorpresas.
Acompañar en este camino lector “no es una tarea menor, considerando la
responsabilidad de la escuela de ingresar a los alumnos/as en la cultura escrita; por ello, el
docente como “mediador” debe propiciar, sostener y favorecer, itinerarios lectores “reales y
significativos”, donde los escenarios se vayan complejizando y propicien la autonomía de los
lectores en tanto sujetos de lectura y de cultura”10. Y en este andamiaje pondrá a prueba toda
su creatividad y su formación como lector, sus vivencias personales y sus propias escenas
de lectura.
Como mediador de lectura deberá leer, releer los libros que quiera compartir con sus
alumnos, planificar instancias y modos de leer, recurrir a distintos tipos de intervenciones
didácticas: observar, escuchar, percibir, leer las imágenes y sus colores en las multiplicidad
de estéticas; preguntar, repreguntar, responder, compartir con los alumnos sus emociones,
sus apreciaciones, sus incertidumbres, sus certezas; disfrutar, emocionarse o reír con ellos,
recorrer las múltiples posibilidades que ofrece la comunión del acto de lectura. Una comunión
después de la cual ni nuestros alumnos, ni nosotros volvemos a ser los mismos. Porque
cada lectura nos reconstruye, porque cada lectura nos desafía a ser diferentes y a enfrentar
la vida con nuevos ojos, ampliando nuestro universo personal.
10
“Posibles itinerarios lectores” – P.P.A.I. –Ministerio de Educación –Dirección de Educación Primaria - Tucumán
– abril de 2012.-
10
11
Secuencia didáctica para Nivel Inicial
a partir de un itinerario lector
El itinerario busca propiciar en los niños la construcción de una actitud lectora (dentro
y fuera de la sala), con propuestas de enseñanza que pongan en juego los conocimientos y
el modo en que cada uno puede encontrarse con lo “nuevo”, reconociendo horizontes
muchos más amplios para incorporar saberes. La novedad está en las diversas formas de
abordaje para vincular lo ya sabido y las nuevas experiencias que suman otros
conocimientos.
“Los cuentos y los chicos aparecen indisolublemente ligados entre sí. La narración fue usada
a través de los tiempos como una forma de divertir, enseñar o, simplemente, compartir un
momento con los niños de la casa (…) La palabra leída es posible si la escritura, los libros
están presentes en el ámbito cercano y se facilita, aún más, cuando el adulto allana de
diversas formas el camino hacia el libro: leyendo en voz alta, para sí mismo, buscando
información, o sea mostrándose como lector (…)
La narración es un patrimonio de todos y se aprende en la expresión del que escucha (…)”12
La obligatoriedad del Nivel Inicial convoca a los colectivos docentes, a repensar las prácticas
de aula, es decir a “volver a mirar” los procesos de enseñanza y de aprendizaje, en el marco
de una educación entendida como una política de justicia cultural en la distribución de la
herencia del conjunto de saberes, al brindar oportunidades organizadas sistemáticamente
para el desarrollo integral de los chicos.
11
Cuentos de niños y del hogar. J. Y W. Grimm. Editorial Anaya. Madrid. 1987.
12
Cuadernos NAP Nivel Inicial Vol. 1 “Juegos y juguetes. Narración y biblioteca”. Pág. 84-85. Ministerio de
Educación de la Nación. 2006.
12
En este documento a partir de la lectura de la versión tradicional del cuento de La Caperucita
Roja, se diseña un itinerario de actividades que buscan sostener y profundizar prácticas de
lectura y oralidad en la sala en el marco de la cultura escrita.
Primera sesión
Presentar el texto
Quizás muchos de los chicos habrán escuchado el cuento de Caperucita alguna vez, aunque
puede ocurrir que alguno no lo conozca, por esto es importante revisitar estos textos
universales que enriquecen siempre, tanto al que ya lo escuchó como al que no.
Sugerimos presentar el texto a partir de un soporte de papel, específicamente de un libro
ilustrado. Es preferible utilizar el formato del libro por sobre la fotocopia, sin embargo esto
dependerá de las posibilidades y los recursos de cada docente.
También es importante contarles a los chicos que ese texto antes, mucho tiempo antes, era
contado por la gente y que luego a alguien se le ocurrió escribirlo en un papel. Esta es una
buena forma de presentar la figura del recopilador. Los Cuadernos para el aula señalan la
importancia de esta distinción entre autor, autor anónimo y
recopilador:
La categoría de autor anónimo es muy
interesante (…) No es que se haya omitido
al autor, sino que hay un autor o autores
que nadie sabe quiénes fueron, aunque a
veces puede precisarse un origen
comunitario o regional.
13
Otra categoría interesante es la del recopilador, aquella persona que se ocupó de elegir y
reunir, de acuerdo con un cierto criterio, cuentos o poemas de autores diversos para armar
una antología. (pág. 130)
14
Es recomendable realizar la lectura a partir de un ejemplar en forma de libro, especialmente
si es ilustrado. En las bibliotecas escolares se encuentra el libro Mi primer Larousse de
cuentos (Nº 111 de Biblioteca) que puede utilizarse, de lo contrario puede consultarse
otras versiones de este cuento, visitando algunas bibliotecas, pedirlo prestado a otra escuela,
traerlo de la casa, etc.
El docente puede realizar el abordaje de lo para-textual, con preguntas tales:
¿Qué ven en esta tapa?
¿Aparece algún personaje que ustedes conozcan? ¿Cuál? ¿si lo conocen de dónde?
¿Tienen un libro, alguien les leyó, lo vieron en la televisión?
¿Dónde creen que está el título? ¿el nombre del o de los compiladores y del
ilustrador?
Contratapa ¿ven algo escrito? Se les lee ¿ y a creen que hace referencia este
escrito? (si tiene un resumen o valoración del libro).
La editorial, también se debe mencionar, es la empresa que se encarga de la
edición. (Existe la posibilidad de organizar itinerarios lectores por editorial. Ej.: Los
morochitos, los libros de Boris, etc.).
Observación: Se pueden agregar o suprimir las preguntas de acuerdo a los
contextos.
Agenda de textos leídos: los datos pueden volcarse en un afiche, cartulina, como
TITULO; AUTOR; EDITORIAL13 etc. y que quede a la vista de todos, para saber que
13
Cuadernos NAP del Nivel Inicial Volumen I. Pág. 129-130.
15
van leyendo, esta actividad se puede hacer con la “escritura mediada”. O que copien
como sepan.
El docente comienza con la lectura del cuento: leer en voz alta14,se puede leer el texto
completo o hacer interrupciones de ser necesario, para permitir las intervenciones
ante dudas, para mostrar las imágenes como otro lenguaje de significaciones el libro
ilustrado, el libro álbum…desencadena un valioso conflicto cognitivo, es importante
que la imagen diga cosas desde su discurso gráfico15)
Segunda sesión
Conversar sobre lo leído
14
“…Al leer en voz alta, el libro literalmente objetiva la experiencia. En este caso la relación es de dos personas que
comparten algo que está afuera de ellos mismos .No son oyente y narrador mirándose uno al otro sino lector y escucha, lado
a lado mirando juntos algo más “. en Chambers Aidam (2007)El ambiente de la lectura. FCE.
15
Istavan Schritter (2011) “La otra lectura. La ilustración en los libros para niños. ”Lugar Editorial.
16
En este punto compartimos con ustedes la idea de que un libro lleva a otro. El docente al momento de
planificar puede leer otras versiones de autores contemporáneos que recrean la versión original. Ver Cuaderno
NAP Volumen I “Juegos y juguetes. Narración y biblioteca” pág. 96. Ministerio de Educación de la Nación. 2006.
16
Mientras se hacen las preguntas, es tarea del docente mediar en la organización de los
turnos de habla, de manera tal que se escuchen, que puedan organizar sus contribuciones y
evalúen la pertinencia de las respuestas.
Un registro posible “Trabajar el orden del relato”: cuando hablan los chicos, el
docente anota las ideas en un afiche a la vista de todos. Luego se lee lo registrado,
que son los sucesos ej.: Primero pasó…después…y cuando se encontró con el
lobo…… y se la pone a consideración de la clase. Las modificaciones podrán agregar
detalles necesarios o bien eliminar lo que suena repetido. Finalmente los chicos
ilustrarán el afiche, con sus producciones, usando distintos recursos: lápices de
colores, témperas, crayones, collage, etc. (Se puede pensar otro forma de
intervención)
Esto permite no solo seguir la cronología sino también resignificar frases iniciáticas como:
había una vez, que señalan el carácter temporal de lejanía e imprecisión que son propios
de los relatos orales. Durante el desarrollo de esta actividad, los niños deberán ordenar no
solo la sucesión cronológica de los acontecimientos, sino además sus propias intervenciones
orales.
Tercera sesión
Otras actividades que permiten ir y volver al texto: como un acto de retorno.
17
Buscar los párrafos donde están descriptos los personajes. Hay palabras o expresiones
claves que son descriptivas y particulares Ej.: feroz, roja, peludo (Tarea mediada entre
docente y alumnos). Se puede escribir las características de los personajes en fichas, o
poner el nombre de los personajes en un listado y puntear las particularidades, listado con
imágenes y escritura etc. Siempre tiene que quedar a la vista en la sala como soporte
gráfico de escrituras. Estas escrituras son el banco de recursos inicial para la ampliación
del vocabulario y los campos significativos de los mismos.
Los personajes
Trabajar sobre los personajes es una actividad sugerida por los cuadernos para el aula NAP.
En actividades anteriores los alumnos ya han comenzado a trabajarlos de una u otra manera.
En ésta, nos centraremos en el trabajo con los rostros.
Las expresiones faciales y gestuales revelan estados de ánimo y en situaciones
comunicativas sustituyen o amplían los significados otorgados por la palabra.
El armado de máscaras es una de las expresiones estéticas que pueden ser utilizadas para
que los niños reflexionen acerca de la importancia de otros lenguajes como el corporal y que
se materializan en contextos orales.
Resulta necesario comenzar con la observación de distintas expresiones en gran cantidad de
rostros. Puede utilizarse el ejemplo que acompañamos en este apartado o recurrir a otros
soportes como revistas. Otra opción es la observación del propio rostro en un espejo o
centrarnos en las expresiones de los compañeros. Esta actividad requerirá algún tiempo y
puede ser parte de un trabajo complementario a esta propuesta de trabajo17.
Lo central es poder ir definiendo las expresiones características de los personajes
principales18 (Caperucita, abuelita, lobo, cazador) adjetivándolas y dejándolas plasmadas en
otros soportes como ilustraciones/ imágenes, armado de títeres, etc. Para ello los niños han
de focalizar en detalles como el tamaño de los ojos, la posición de las cejas, la forma de los
labios al hacer una sonrisa o al expresar susto.
Por otro lado, es importante mirar los distintos escenarios
para develar en estas estéticas los significados para
agilizar la construcción de sentidos cada vez más amplios.
Sugerencia: aquí los chicos, organizados en grupos de
hasta 4 integrantes, pueden dibujar diferentes rostros a
partir de la elección de los ojos y describir oralmente su
17
Ver sugerencia en pág. 157 del Vol. 2 del Cuaderno para aula de Nivel Inicial.
Banco de recursos: es la fuente que permite datos, informaciones, a través de palabras o expresiones claves, para caracterizar los
18
Cuarta sesión
Algunas propuestas:
Escritura mediada: armar un relato disparatado: donde el lobo sea exitoso, donde la
Caperucita visita la ciudad, donde el cazador está enfermo de tos, entre otros. Esto
puede materializarse de diversas maneras, quedar escrito en soporte papel afiche
para que todos lo vean, un libro para la biblioteca, para regalar, para leer en una
oportunidad importante para la escuela, etc.
Propuestas extraídas de “Recursos creativos para contar historias” basados en el libro Gramática de la
19
20
Ídem cita 19.
19
“abuela”, “niña” y la sexta palabra es la que rompe la serie: “helicóptero”. Se puede hacer
lo mismo con diferentes cuentos. ¿Qué pasa si se añade una nueva palabra a la historia?
20
Primer ciclo: una propuesta de trabajo
“Entre los libros ilustrados se encuentran los libros-álbum, que son aquellos libros cuya
ilustración, además de generar sentidos y ampliar la lectura, funcionan en forma inseparable
con el texto para construir una historia que quedaría inconclusa sin las imágenes (...) El libro-
álbum sostiene un tramado minucioso entre sus partes. Tapa, contratapa, guardas,
ilustraciones, texto, todo es concebido como una unidad, lo que da paso a una obra de arte
visual”23.
21
Serie Propuestas para el aula. EGB1 Lengua. Ministerio de Educación de Nación.
22
Silvia M. González (2010) Propuesta de trabajo para 1er. ciclo. Áreas Curriculares - Dirección de Gestión
Educativa. Ministerio de Educación de la Nación. en jornadas Alfabetización e interculturalidad.
23
Cuadernos para el Aula .nivel Inicial volumen 1. 2006.ME. Pág. 146-147
21
En la secuencia se propone el texto “Caperucita Roja (tal
como se lo contaron a Jorge)” de Luis María Pescetti,
debido a que es un texto disponible en las bibliotecas
móviles del PIIE. Otro de los textos que se aborda en este
itinerario es Pobre lobo, de Ema Wolf, extraído de su libro
Filotea. En el anexo se puede encontrar otros textos, otras
versiones acerca del cuento tradicional para que cada
docente pueda continuar con esta propuesta. La lectura de
estos textos puede ser hecha con distintos propósitos y en diferentes momentos, lo que no
implica que sean utilizados siempre para abordar aspectos relacionados con el eje”
Reflexiones acerca del sistema de la lengua (sistema, norma, uso) y de los textos”.
Esto significa que, si bien en la enseñanza de la lengua hay muchos momentos en los que los chicos
escriben, leen, conversan esto es, realizan prácticas de lectura, escritura y oralidad sin detenerse
necesariamente en aspectos puntuales del lenguaje, hay otros en los que la lengua y los textos se
convierten en el foco de atención y de sistematización, es decir, momentos en los que se realizan
actividades metalingüísticas (que complementan las otras).- Cuadernos para el aula NAP 2, pág. 120
Otros lugares donde se puede buscar otras versiones: bibliotecas escolares, del aula,
personales, populares; además, y considerando las TIC como una herramienta valiosa para
la alfabetización, los invitamos a realizar una búsqueda de estas versiones en la web.
24
Cuadernos para el aula NAP Lengua 1 pág. 86
22
Actividades para el inicio del recorrido lector : Caperucita Roja (tal como se lo contaron a Jorge)
de Luis Pescetti.-
Anticipaciones a la lectura
(En esta instancia el docente recupera en la memoria de los niños la versión original del
cuento de Caperucita Roja)
Leemos el cuento
El docente realizará la lectura mediada del cuento, buscando diferentes estrategias
para el seguimiento de la comprensión: lectura comentada, lectura interrumpida, para ir
recuperando la información. Mientras la docente lee la historia, los alumnos van leyendo
también las imágenes; ya que esta obra requiere la lectura del texto apelando al lenguaje
23
estético de las imágenes para lograr la construcción de los sentidos del texto. Por esta razón,
en este caso, no podemos prescindir de la imagen. Se sugiere por lo tanto, no solo la
exploración del cuento en su portador original, sino también recurrir a las Tics para que todos
los chicos tengan la posibilidad de hacer una lectura en otros soportes, tejiendo redes en la
cultura escrita: formato digital y papel.
En la obra de Pescetti, “lo central es el modo en que el texto –que mayormente es el cuento
de Caperucita Roja– se pone en relación con las imágenes que contienen los globos donde
se muestran los distintos imaginarios del niño y del padre, atravesados por la diferencia
generacional.
El cuento de Caperucita es usado como un punto de partida común, como lo que todos
creemos que va a ser entendido de una sola forma. Y muestra, con el recurso del humor, las
diferentes experiencias culturales que generan nuevos arquetipos que son aplicados por el
lector a la interpretación de los textos”.25
25
Cuadernos para el Aula .nivel Inicial volumen 1. 2006.ME. Pág. 146.
24
Mientras se lee, pueden anotar/señalar/marcar palabras que provoquen dificultades
en la comprensión.
Anotar los nombres de los personajes (el docente en la pizarra) para que los chicos
los busquen en el texto y lo marquen.
Estas actividades pueden abordarse desde Nivel Inicial hasta tercer grado, lo que cambiará
es la estrategia del docente para simplificar o complejizar la tarea según el grupo de niños
con el que trabaje, por ejemplo:
- El docente escribirá el título/palabras lentamente ante la vista de los niños y lo leerá
señalando las palabras con el dedo. Los niños lo copiarán (o no) en sus cuadernos.-
- El docente escribirá el título del cuento y animará a los niños a pasar al pizarrón-
afiche y escribir algunas palabras del título.
- El docente dictará el título para que los niños lo consignen en sus cuadernos,
consultando con el modelo de escritura expuesto en el pizarrón o en una cartulina en
su pupitre.
- El docente dicta el título del cuento ( o también el nombre del autor, según los casos)
para que los niños lo escriban en sus cuadernos consultando la escritura de las
palabras que necesiten a partir de un banco de palabras expuesto en el aula o en sus
cuadernos.
- El docente dicta el título del cuento ( o también el nombre del autor, según los casos)
para que los niños lo escriban en sus cuadernos consultando con el compañero de
banco.
- El docente dicta el título del cuento ( o también el nombre del autor, según los casos)
para que los niños lo escriban en sus cuadernos de memoria, sin ninguna ayuda.
Actividades Lúdicas:
Instrucciones para jugar al “bingo de las palabras”: El primer paso será el armado de los
cartones para jugar. El docente les propone a los chicos elegir, entre todos, palabras del
cuento (que remplazarán a los tradicionales números de los cartones del bingo). El docente
irá escribiendo en el pizarrón una lista de las palabras que los chicos le dictan (bosque,
abuela, lobo, cama, orejas, etc.):
25
Escribir a la vista de todos
Otra instancia de escritura de palabras o frases es aquella en la que, en situación colectiva,
se escribe en el pizarrón a la vista de todos. Toda la clase, junto con el docente, conversa
sobre la escritura de una palabra. En esa conversación pueden surgir algunas preguntas
como estas: ¿quién se anima a escribirla? ¿Cómo empezamos? ¿Cuál es la que sigue? ¿En
dónde la escribimos? ¿Dónde podemos buscar cómo se escribe la que va ahora? ¿Terminó
la palabra? ¿Dónde dejamos un espacio?
Ver Cuaderno para el Aula NAP lengua 1 Pág. 123 y 124
Luego le repartimos a cada niño un cartón de bingo con 6 casilleros vacíos. Los chicos
deberán elegir 6 palabras de la lista que escribimos entre todos para completar su cartón,
escribiendo una palabra en cada casillero. De esa manera ya tenemos listo los cartones para
el Bingo.
Empezamos a jugar:
El docente leerá al azar las palabras del pizarrón y cada chico tachará en su cartón las
palabras anunciadas. El ganador será aquel que consiga cantar primero ¡BINGO!
Consideraciones Didácticas:
Este juego requiere la intervención del docente: por un lado, para ofrecer ayuda a aquellos
que todavía manifiestan dificultades en la lectura individual; por otro lado, puede plantear
otros desafíos a aquellos que han alcanzado ya cierta autonomía en la lectura. Una ayuda
puede consistir en que el docente, al anunciar oralmente una palabra, puede marcarla y
releerla señalándola con el dedo. La palabra escrita en el pizarrón, será un referente
fundamental para el niño que todavía no se anima a leer solo.
Para otorgarle mayor complejidad el docente deberá solo anunciar oralmente la palabra.
También puede ofrecer un cartón con más palabras o confeccionar cartones con palabras
que aparecen en el texto y otras que funcionen como distractores. En fin, las variables son
infinitas. Dependerá de nuestro objetivo de enseñanza, del grupo de alumnos y de nuestra
creatividad.
26
En el cuaderno escribimos:
HOY JUGAMOS AL BINGO DE PALABRAS
Luego pegamos el cartón de Bingo.
EN EL PARTIDO DE HOY GANÓ:__________________
El maestro escribe los textos que los chicos le dictan…Para que todos participen en
situaciones de escritura de textos, es necesario que los maestros asuman de manera
provisoria algunas subtareas del proceso de escritura que los alumnos aún no están en
condiciones de llevar a cabo solos.26
Para organizar la escritura colectiva, los chicos en colaboración con el maestro:
Acordarán el propósito del texto
Prepararán un “borrador oral”, los chicos dictan y el docente escribe, lentamente a la
vista de todos.
Mientras escribe, hace notar que no todo lo que se nos ocurre se puede escribir tal
como se dice, reflexionado acerca de la relación oralidad-escritura, del sistema de la
lengua y de algunas convenciones de la puesta en página.
Por último, realizarán la lectura, y discutirán acerca de lo que se escribió y si se
corresponde con lo que se quería decir.
Una vez corregido el texto, los chicos lo copiarán en el soporte apropiado, según la
finalidad de la escritura: mandar una carta, conformar una antología, una invitación,
etc. La copia, en este caso, se convierte en una actividad con sentido en el marco de
la propuesta de enseñanza, los chicos entienden qué están copiandoy para qué lo
hacen; deja de ser una práctica despojada de sentido, una actividad disciplinadora y
rutinaria.
26
Cuadernos para el Aula 1. 2006.ME. Pág. 105.
28
Continuamos con el trayecto…
Escribimos una postal para mandar al autor del cuento (Taller de escritura individual.)
Completamos el crucigrama.
29
¿Por qué crucigramas? En los crucigramas se trabaja la escritura de palabras de manera
lúdica. Por otro lado, como en ellos se indica cuántas letras deben escribirse, constituyen
una ayuda para los niños que omiten letras (siempre y cuando sepan cómo se completan).
Antes de comenzar, es importante que el docente converse con los niños acerca de qué son
los crucigramas: ¿Qué es un crucigrama? ¿Conocen a alguien que sea fanático de los
crucigramas?
Es recomendable además que se les explique cómo se realiza esta tarea mostrando, por
ejemplo, el completamiento de una o dos palabras.
1 C A N A S T A
2 A B U E L A
3 P E R R A U L T
4 J O R G E
5 F E R O Z
6 B O S Q U E
7 C A Z A D O R
8 P E L I G R O
9 C U E N T O
10 C A M A
REFERENCIAS
1) Cesta donde Caperucita Roja llevaba la comida.
2) Pariente al cual le llevaba la comida.
3) Apellido del autor del libro.
4) Nombre del niño protagonista del libro.
5) ¿Cómo era el lobo?
6) ¿Dónde se le apareció el lobo a Caperucita? En el...
7) ¿Quién mató al lobo feroz?
8) ¡Cuidado! , al cruzar el bosque pueden correr...
9) Caperucita Roja no es un poema. Es un...
10) Después de comer a la abuelita el Lobo se acostó en la...
Consideraciones didácticas:
Para esta actividad les proponemos una variante, también en formato de juego, que
consiste en armar una canasta con las referencias y disponer sobre la mesa las respuestas
en tarjetas (CANASTA – FEROZ – ABUELA – BOSQUE – PELIGRO – CUENTO). El docente
va leyendo las pistas para cada palabra, los niños deben buscarlas en la canasta.
30
En ambos juegos, para la lectura delas referencias del crucigrama, se tendrá en cuenta la
autonomía lectora de los niños, abordando distintas estrategias de lecturas, según los
grupos: mediada por el docente en caso de grupos/niños con poca autonomía lectora, o
lectura individual en el caso de los chicos con autonomía lectora.-
27
Cuadernos para el aula NAP Lengua 2 (Pág. 91)
31
Hablamos sobre lo que vamos a leer (Anticipaciones a la Lectura)
Consideraciones didácticas:
Podrían mostrarse también en un primer momento solo las imágenes del cuento (a partir de
un power point o del libro) y pedirles a los niños que cada uno cuente la historia que les
sugieren las imágenes. (Estas interpretaciones podrán ser debatidas y ratificadas o
rectificadas después de la lectura.)-
Continuamos con la lectura
32
llaman la atención sobre ella. Hay condiciones propicias y otras menos propicias, o incluso disuasivas.
Hay mediadores encendidos y mediadores indiferentes...
La ocasión a veces no está, en ese caso habrá que crearla.
La escuela tiene sus rutinas, sus tiempos y sus espacios de larga tradición. Pero, si quiere dar lugar a
la experiencia de la lectura personal –la que vale la pena– y permitir que se despliegue en todas sus
posibilidades, deberá reservarle un lugar –en el espacio y en el tiempo– cómodo, holgado y
específico.
Una ocasión precisa, las condiciones necesarias y un ánimo deliberado. De modo que quede claro
para todos que lo que se hará en ese espacio y ese tiempo elegidos será justo eso: leer.
Serían las cinco cuando Caperucita llegó a la casa de su abuela. Por supuesto, adentro estaba el lobo.
-Pasá, nena, está abierto – le dijo cuando escuchó los golpes en la puerta -. Y cerrá en seguida, que
hace un fresquete…
Caperucita puso la canasta sobre al mesa y se derrumbó en una silla.
-¡Qué voz ronca tenés, abuela! ¡Ni que comieras tuercas!
Al lobo le molestó un poco el comentario.
-Es por mi catarro de pecho, querida.
-Te traje caramelos de miel, yogur casero y no sé cuántas cosas más que metió la vieja en la canasta.
Pesaba mil esta canasta. Ladrillos habrá puesto. Algo pegajoso se volcó adentro. Ahora que te miro
bien: ¡qué boca enorme tenés! ¡Y qué dientes amarillos!¿Siempre tuviste los dientes así de amarillos?
El lobo se incorporó en la cama para mirarse en el espejo. Tuvo que reconocer que no era una
hermosura.
-Son los años, tesoro.
-Serán. Además es la primera vez que te veo los ojos así de colorados.
-Grandes, querrás decir.
-Sí, grandes también, pero yo digo colorados como los de los conejos.
28
Cuadernos para el aula NAP Lengua 2 Pág. 63-64
33
Eso fue muy fuerte para el lobo. Nunca lo habían comparado con un conejo.
-Son para mirarte mejor, querida.
-¿Te parece?
Los comentarios de Caperucita siguieron.
-¡Qué orejas inmensas tenés abuela!
-Son para escucharte mejor.
-No me parece que hagan falta orejas así para escuchar bien. ¿Y por qué tenés las uñas tan torcidas?
El lobo escondió las manos debajo de la frazada.
-Y decime, ¿cuánto calzás? Nunca vi unos pies tan grandes. Ni el tío Cosme tiene lso pies de ese
tamaño.
El lobo escondió las patas.
Caperucita seguía.
-Ese camisón te queda chico. ¿Engordaste?
- Tenés el cuello como, como lanudo…, como estropajoso…¿Y bigotes!
-De las orejas te salen pelos negros.
De la nariz también te salen pelos. Y te cuelgan unos m…
-¡Basta! – aulló el lobo.
Lloraba.
Saltó de la cama, tiró la cofia al suelo y se fue sin cerrar la puerta, de lo más deprimido.
Intercambio oral.
a) ¿Conoces a los personajes que aparecen en esta
historia?
b) ¿Cuándo se inicia el cuento? ¿Cómo termina?
c) ¿Qué parte del cuento te gustó?
d) ¿Quién es la víctima en la versión tradicional?
¿Quién es la víctima en esta versión?
e) ¿En qué se parecen este cuento con la versión
tradicional de Caperucita Roja y la de Pescetti? (además de trabajar la
intertextualidad, aquí podemos observar el itinerario lector iniciado en el jardín de
infantes)
f) ¿Qué quiso decir el narrador cuando menciona que caperucita “se derrumbó en una
silla”?
34
g) ¿Qué quiso decir la autora cuando afirma que el lobo “tuvo que reconocer que no era
una hermosura”?
h) Según tu opinión, ¿el cuento podría llamarse lobo pobre? ¿Significa lo mismo? ¿Por
qué?(Los distintos significados de una frase a partir de la ubicación del adjetivo:
pobre lobo - lobo pobre)
i) ¿Cuál fue el comentario que más entristeció/ molestó al lobo?
j) ¿Qué habrá sentido el lobo al ser comparado con un conejo? ¿Por qué?
k) ¿Por qué el lobo escondió las manos y las patas?
l) ¿Por qué el lobo se fue llorando deprimido? ¿Qué significa estar deprimido?
m) ¿Qué podríamos hacer para que el lobo no esté deprimido? (es importante trabajar
con preguntas conjeturales de este tipo)
Caperucita roja
Mamá de
caperucita
Leñador
“Para nombrar y caracterizar los aspectos físicos, la forma de ser y los estados de ánimo del
retratado, es preciso contar con un léxico específico. Un banco de datos es un buen recurso
para que los chicos tengan a su disposición palabras y expresiones que puedan utilizar en el
momento de producir retratos orales o escritos. Este puede estar en un papel afiche
expuesto en el aula y se puede ir ampliando a medida que aparecen nuevas palabras, a
partir de las actividades que la clase va realizando. También puede estar en una caja de
“archivo” o en los cuadernos o carpetas de los chicos”29
Consideraciones didácticas:
Esta actividad de escritura puede ser planteada también por medio de la producción de
pequeños textos descriptivos, ya sea mediatizada por el docente a partir de las estrategias
mencionadas anteriormente, o bien mediante la escritura autónoma por parte los niños.-
En esta actividad les proponemos a los chicos jugar con cajas clasificadoras. En esta
ocasión y con el propósito de ofrecer espacios para la escritura de palabras, les proponemos
a los chicos armar el juego entre todos. En parejas, armamos las tarjetas con palabras.
En el pizarrón el docente escribirá las palabras y los chicos irán copiándolas en las tarjetas.
En este momento, será importante que el docente asuma un rol de guía y coordinador en
la escritura y vaya acompañando la escritura de los chicos, señalando y leyendo cada
palabra mientras los chicos escriban. Por ejemplo: el docente anuncia: ahora escribimos
caaaapeeerrrruuucciiittaaa (alargando la palabra y señalándola con el dedo)
37
Empezamos a jugar: cada pareja irá clasificando en las cajas las palabras teniendo en
cuenta las preguntas orientadoras. Esta actividad tiene como propósito que los chicos
distingan reflexivamente tres clases de palabras: sustantivos, adjetivos y verbos. El docente
les explica que pueden utilizar las preguntas para descubrir cuál es la caja en la que
deberán colocar cada palabra.
¿Qué es? ¿Cómo es? ¿Qué hace?
¿Qué son? ¿Cómo son? ¿Qué hacen?
Antes de iniciar el juego se proporcionará a los niños distribuidos en grupo de tres o cuatro,
una oración en cartulina a cada grupo; ellos deberán separar las palabras con una tijera para
poder realizar la siguiente tarea: colocarán cada palabra en la caja correspondiente, según
responda a las preguntas que se presentan a continuación:
Ejemplos de oraciones:
El lobo tenía también la boca enorme, los dientes amarillos, la nariz peluda.
Mientras se desarrolle esta actividad, los niños se darán cuenta de que hay palabras que no
pueden ser introducidas en ninguna de las tres cajas. Se habilitará entonces otra caja con el
nombre de “OTRAS” dentro de la cual se irán guardando los conectores y artículos.-
Otras
“Escribimos tantanes”
La hipérbole (exageración) es uno de los recursos literarios de los que se vale la autora para
lograr el efecto humorístico en el cuento. Esta se da tanto a nivel del discurso, en los
comentarios de Caperucita, como a nivel de la imagen.-
Era tan tan...
Esta propuesta consiste en producir descripciones exageradas, los chicos agrupados
de a dos, pueden jugar a producir tantanes, partiendo de la estructura “es/era tan... que...”, A
continuación, sugerimos algunos ejemplos:
• Era una nena tan fastidiosa, tan fastidiosa que hasta el lobo feroz le tenía desconfianza.
• Era un lobo tan feo, pero tan feo que hasta su madre se asustó cuando lo vio por primera
vez.
El lobo estaba tan deprimido, tan deprimido que….
39
Caperucita puso la canasta sobre la mesa y se derrumbó en una silla.
Te traje caramelos de miel, yogurt casero y no sé cuántas cosas más que me metió
la vieja en la canasta.
El lobo se incorporó en la cama para mirarse en el espejo. Tenés el cuello como,
como lanudo…, como estropajoso…
En equipo elijemos uno de los personajes del cuento para que nos
cuente su versión de la historia y también para conocer algunas
cosas más sobre su vida, sus gustos personales, el trabajo que
desarrolla, etc.
Itinerario Lector
Se puede continuar con el itinerario de lectura abordando la lectura de otras versiones de
Caperucita, u otros cuentos con lobos, por ejemplo se proponen algunos títulos como los
siguientes:
41
ANEXO
Recurso: los libros digitalizados habilitan posibilidades en la organización de la propuesta
pedagógico-didáctica con un uso pertinente. Esto, no sustituye al objeto libro.
Distintas versiones del cuento Caperucita Roja para trabajar itinerario lector
Primera versión del cuento de CAPERUCITA ROJA., de tradición oral recopilación de Charles Perrault
(1682 -1703)
Érase una vez una niña de pueblo, la más bonita que se pudo ver jamás; su madre estaba
loca con ella, y su abuela más loca todavía. La buena mujer encargó una caperucita roja
para ella, que le sentaba tan bien, que por todas partes la llamaban Caperucita roja.
Un día se madre, habiendo cocido y hecho tortas, le dijo:
-Ve a ver cómo anda la abuela, pues me han dicho que estaba mala; llévale una torta y este
tarrito de mantequilla.
Caperucita roja salió en seguida para ir a casa de su abuela, que vivía en otro pueblo. Al
pasar por un bosque, se encontró con el compadre lobo, que tuvo muchas ganas de
comérsela, pero no se atrevió, porque andaban por el monte algunos leñadores. Le preguntó
adónde iba; la pobre niña, que no sabía que es peligroso pararse a escuchar a un lobo, le
dijo:
-Voy a ver a mi abuela, y a llevarle una torta con un tarrito de mantequilla que le envía mi
madre.
-¿Vive muy lejos? –le dijo el lobo.
-¡Oh sí! –dijo Caperucita roja-. ¿Ve aquel molino lejos, lejos? Pues, nada más pasarlo, en la
primera casa del pueblo.
-Pues mira –dijo el lobo-, yo también quiero ir a verla; yo voy por este camino y tú por aquél,
a ver quién llega antes.
El lobo echó a correr con todas sus fuerzas por el camino más corto, y la niña se fue por el
camino más largo, entreteniéndose en coger avellanas, correr tras las mariposas y hacer
ramilletes con las florecillas que encontraba.
No tardó mucho el lobo en llegar a la casa de la abuela; llamó: “Toc, toc”.
-¿Quién es?
-Soy su nieta, Caperucita roja –dijo el lobo, desfigurando la voz-, y le traigo una torta y un
tarrito de mantequilla que le envía mi madre.
La buena de la abuela, que estaba en la cama porque se encontraba un poco mal, le gritó:
-Tira de la aldabilla y caerá la tarabilla.
El lobo tiró de la aldabilla y se abrió la puerta. Se arrojó sobre la buena mujer y la devoró en
un santiamén, pues hacía más de tres días que no había comido.
42
Después cerró la puerta y fue a acostarse en la cama de la abuela, aguardando a Caperucita
roja, que llegó un poco más tarde y llamó a la puerta: “Toc, toc”.
-¿Quién es?
Caperucita roja, al oír el vozarrón del lobo, tuvo miedo al principio, pero, creyendo que su
abuela estaba acatarrada, contestó:
-Soy su nieta, Caperucita roja, y le traigo una torta y un tarrito de mantequilla que le envía mi
madre.
El lobo le gritó, suavizando un poco la voz:
-Tira de la aldabilla y caerá la tarabilla.
Caperucita roja tiró de la aldabilla y se abrió la puerta. El lobo, al verla entrar, le dijo mientras
se ocultaba en la cama bajo la manta:
-Deja la torta y el tarrito de mantequilla encima del arca y ven a acostarte conmigo.
Caperucita roja se desnudó y fue a meterse en la cama, donde se quedó muy sorprendida al
ver cómo era su abuela en camisón.
Le dijo:
-¡Abuelita, qué brazos más grandes tienes!
-Son para abrazarte mejor, hija mía.
-¡Abuelita, qué piernas más grandes tiene!
-Son para correr mejor, niña mía.
-¡Abuelita, qué orejas más grandes tiene!
-Son para oír mejor, niña mía.
-¡Abuelita, qué ojos más grandes tiene!
-Son para ver mejor, niña mía.
-¡Abuelita, qué dientes más grandes tiene!
-¡Son para comerte!
Y diciendo estas palabras, el malvado del lobo se arrojó sobre Caperucita roja y se la comió.
43
Cuento CAPERUCITA ROJA. Hermanos GRIMM , Jacobo Luis (1785-1863) y Guillermo Carlos
(1786-1859)
Érase una vez una pequeña y dulce muchachita, que en cuanto se la veía se la amaba, pero
sobre todo la quería su abuela, que no sabía qué darle a la niña. Un buen día le regaló una
caperucita de terciopelo rojo, y como le sentaba muy bien y no quería llevar otra cosa, la
llamaron Caperucita Roja. Un día la madre le dijo:
-Ven, Caperucita, aquí tienes un pedazo de pastel y una botella de vino; llévaselo a la
abuela, que está enferma y débil, y se sentirá aliviada con esto. Prepárate antes de que haga
mucho calor, y cuando salgas ve con cuidado y no te apartes del sendero, si no, te caerás y
romperás la botella, y la abuela se quedará sin nada. Y cuando llegues no te olvides de darle
los buenos días, y no te pongas a curiosear antes por todas las esquinas.
-Lo haré todo bien –dijo Caperucita a su madre, y le dio la mano a continuación.
La abuela vivía muy dentro del bosque, a una media hora de distancia del pueblo. Cuando
Caperucita llegó al bosque, se tropezó con el lobo. Pero Caperucita, que aún no sabía lo mal
bicho que es el lobo, no tuvo miedo de él.
-Buenos días, Caperucita Roja –dijo él.
-Muchas gracias, lobo.
-¿Adónde tan temprano, Caperucita?
-A ver a la abuela.
-¿Qué llevas debajo del delantal?
-Pastel y vino. Ayer lo hicimos. Con esto la abuela, que está muy débil, se alimentará y se
fortalecerá.
-Caperucita, ¿dónde vive tu abuela?
-Todavía a un buen cuarto de hora andando por el bosque. Debajo de tres grandes encinas,
está su casa; abajo están los setos del nogal, como sabrás.
El lobo pensaba para sí: “Esta joven y tierna presa es un dulce bocado y sabrá mucho mejor
que la vieja; tengo que hacerlo bien desde el principio para cazar a las dos”. Siguió andando
un rato junto a Caperucita Roja y luego dijo:
-Caperucita, mira las hermosas flores que están alrededor de ti, ¿por qué no echas una
ojeada a tu alrededor? Creo que no te fijasen lo bien que cantan los pajarillos. Vas como si
fueras a la escuela y aquí en el bosque es todo tan divertido...
Caperucita Roja abrió los ojos y cuando vio cómo los rayos del sol bailaban de un lado a otro
a través de los árboles y cómo todo estaba tan lleno de flores, pensó: “Si llevo a la abuela un
ramo de flores, se alegrará; aún es pronto y podré llegar a tiempo”.
44
Y se desvió del sendero, adentrándose en el bosque para coger flores. Cogió una y,
pensando que más adentro las habría más hermosas, cada vez se internaba más en el
bosque. El lobo, en cambio, se fue directamente a casa de la abuela y llamó a la puerta:
-¿Quién es?
-Caperucita Roja, traigo pastel y vino. Ábreme.
-¡Mueve el picaporte! –gritó la abuela-. Estoy muy débil y no puedo levantarme.
El lobo movió el picaporte, la puerta se abrió y él, sin decir una palabra, fue directamente a la
cama de la abuela y se la tragó.
Luego se puso sus vestidos y su cofia, se metió en la cama y corrió las cortinas.
Entre tanto Caperucita Roja había seguido buscando flores y cuando ya había recogido
tantas que no las podía llevar, se acordó de nuevo de la abuela y se puso de nuevo en
camino de su casa. Se asombró de que la puerta estuviera abierta y, cuando entró en la
habitación, se encontró incómoda y pensó: “Dios mío, qué miedo tengo hoy, cuando por lo
general me gusta estar tanto con la abuela”.
Exclamó:
-Buenos días –pero no recibió contestación.
Luego fue a la cama y descorrió las cortinas; allí estaba la abuela con la cofia tapándole la
cara, pero tenía una pinta extraña.
-¡Ay, abuela, qué orejas tan grandes tienes!
-Para oírte mejor.
-¡Ay, abuela, qué ojos tan grandes tienes!
-Para verte mejor.
-¡Ay, abuela, qué manos tan grandes tienes!
-Para cogerte mejor.
-¡Ay, abuela, qué boca tan enormemente grande tienes!
-Para devorarte mejor.
Apenas había dicho esto, el lobo saltó de la cama y se zampó a la pobre Caperucita Roja.
Después de que el lobo hubo saciado su apetito, se metió de nuevo en la cama, se durmió y
comenzó a roncar con todas sus fuerzas. El cazador, que pasaba en ese preciso momento
por casa, pensó: “Cómo ronca la anciana; tendrías que ir a ver si necesita algo”. Y cuando
entró en la habitación y se acercó hasta la cama, vio que el lobo estaba dentro.
-¡Ah, estás aquí, viejo pecador! –dijo él-. ¡Tanto tiempo como llevo buscándote! Entonces
quiso cargar su escopeta, pero pensó que el lobo podía haber devorado a la abuela, y lo
mejor aún se la podía salvar, así que no disparó, sino que cogió las tijeras y comenzó a rajar
al lobo la barriga. Cuando había dado unos cuantos cortes, salió la muchacha y dijo:
-¡Huy qué susto tenía! En la barriga del lobo estaba todo muy oscuro.
45
Y luego salió la abuela también viva, aunque casi no podía respirar. Caperucita Roja cogió
rápidamente unas piedras, con las que llenaron la barriga al lobo. Cuando éste despertó,
quiso irse saltando, pero las piedras eran tan pesadas que se cayó y murió.
A consecuencia de esto estaban los tres muy felices. El cazador le quitó al lobo la piel y se la
llevó a su casa; la abuela se comió el pastel y bebió el vino que había traído Caperucita Roja
y se recuperó de nuevo. Caperucita Roja pensó: “Ya no te volverás a desviar en toda tu vida
del camino, si tu madre te lo ha prohibido”.
Se cuenta también que, una vez, Caperucita Roja llevó de nuevo a la abuela pastas, y otro
lobo le habló y la quiso desviar del camino. Caperucita Roja se guardó de hacerlo y siguió
directamente su camino, y le dijo a la abuela que se había encontrado con el lobo, que le
había dado los buenos días, pero que la había mirado con tan malos ojos, que si no hubiera
estado en un lugar público, la hubiera devorado.
-Ven –dijo la abuela-, vamos a cerrar la puerta para que no pueda entrar.
Poco después llamó el lobo y gritó:
-¡Abre, abuela, soy Caperucita Roja y te traigo pastas!
Ellas permanecieron en silencio y no abrieron la puerta. El cabeza gris dio varias vueltas
alrededor de la casa, finalmente saltó al tejado y quiso esperar hasta que Caperucita Roja se
fuera por la noche a casa; entonces él la seguiría y se la zamparía en la oscuridad. Pero la
abuela se dio cuenta de lo que le rondaba por la piedra, y le dijo a la niña:
-Coge el cubo, Caperucita; ayer cocí salchichas, trae el agua en la que las he cocido y
échalo en la artesa.
Caperucita Roja trajo agua hasta que la gran artesa estuvo llena. Luego empezó el olor de
las salchichas a llegarle a la nariz al lobo, olisqueó, miró hacia abajo, y finalmente estiró tanto
el cuello, que no pudo sujetarse más y comenzó a resbalar, de modo que se cayó del tejado
precisamente dentro de la artesa y se ahogó. Caperucita Roja se fue feliz a casa y nadie le
hizo daño.
Fuente: Cuentos de niños y del hogar. J. Y W. Grimm. Editorial Anaya. Madrid. 1987.
46
Estando una mañana haciendo el bobo
le entró un hambre espantosa al Señor Lobo,
así que, para echarse algo a la muela,
se fue corriendo a casa de la Abuela.
"¿Puedo pasar, Señora?", preguntó.
La pobre anciana, al verlo, se asustó
pensando: "¡Este me come de un bocado!".
Y, claro, no se había equivocado:
se convirtió la Abuela en alimento
en menos tiempo del que aquí te cuento.
Lo malo es que era flaca y tan huesuda
que al Lobo no le fue de gran ayuda:
"Sigo teniendo un hambre aterradora...
¡Tendré que merendarme otra señora!".
Y, al no encontrar ninguna en la nevera,
gruñó con impaciencia aquella fiera:
"¡Esperaré sentado hasta que vuelva
Caperucita Roja de la Selva!"
-que así llamaba al Bosque la alimaña,
creyéndose en Brasil y no en España-.
Y porque no se viera su fiereza,
se disfrazó de abuela con presteza,
se dio laca en las uñas y en el pelo,
se puso la gran falda gris de vuelo,
zapatos, sombrerito, una chaqueta
y se sentó en espera de la nieta.
Llegó por fin Caperu a mediodía
y dijo: "¿Cómo estás, abuela mía?
Por cierto, ¡me impresionan tus orejas!".
"Para mejor oírte, que las viejas
somos un poco sordas". "¡Abuelita,
qué ojos tan grandes tienes!". "Claro, hijita,
son las lentillas nuevas que me ha puesto
para que pueda verte Don Ernesto
el oculista", dijo el animal
mirándola con gesto angelical
mientras se le ocurría que la chica
47
iba a saberle mil veces más rica
que el rancho precedente. De repente
Caperucita dijo: "¡Qué imponente
abrigo de piel llevas este invierno!".
El Lobo, estupefacto, dijo: "¡Un cuerno!
O no sabes el cuento o tú me mientes:
¡Ahora te toca hablarme de mis dientes!
¿Me estás tomando el pelo...? Oye, mocosa,
te comeré ahora mismo y a otra cosa".
Pero ella se sentó en un canapé
y se sacó un revólver del corsé,
con calma apuntó bien a la cabeza
y -¡pam!- allí cayó la buena pieza.
Al poco tiempo vi a Caperucita
cruzando por el Bosque... ¡Pobrecita!
¿Sabéis lo que llevaba la infeliz?
Pues nada menos que un sobrepelliz
que a mí me pareció de piel de un lobo
que estuvo una mañana haciendo el bobo.
Montada en su motoneta
y con casco color violeta
cruzó el bosque y se encontró
con un lobo…no muy feroz.
48
Fuera, lobo, dejame sola
o te pisaré la cola.
Le llevo compacts a mi abuela
y después me iré a la escuela.
50
El terror en la niña los dilata también.
“Abuelita, decidme ¿por qué esos grandes ojos?”
“Corazoncito mío, para mirarte bien…”
“Ese día encontré en el bosque la flor más linda de mi vida. Yo, que siempre he sido de
buenos sentimientos y terrible admirador de la belleza, no me creí digno de ella y busqué a
alguien para ofrecérsela. Fui por aquí, fui por allá, hasta que tropecé con la niña que le
decían Caperucita Roja. La conocía pero nunca había tenido la ocasión de acercarme. La
había visto pasar hacia la escuela con sus compañeros desde finales de abril. Tan locos, tan
traviesos, siempre en una nube de polvo, nunca se detuvieron a conversar conmigo, ni
siquiera me hicieron un adiós con la mano. Qué niña más graciosa. Se dejaba caer las
medias a los tobillos y una mariposa ataba su cola de caballo. Me quedaba oyendo su risa
entre los árboles. Le escribí una carta y la encontré sin abrir días después, cubierta de polvo,
en el mismo árbol y atravesada por el mismo alfiler. Una vez vi que le tiraba la cola a un
perro para divertirse. En otra ocasión apedreaba los murciélagos del campanario. La última
vez llevaba de la oreja un conejo gris que nadie volvió a ver.
Detuve la bicicleta y desmonté. La saludé con respeto y alegría. Ella hizo con el chicle un
globo tan grande como el mundo, lo estalló con la uña y se lo comió todo. Me rasqué detrás
de la oreja, pateé una piedrecita, respiré profundo, siempre con la flor escondida. Caperucita
me miró de arriba abajo y respondió a mi saludo sin dejar de masticar.
Me quedé mudo. Sí era el lobo pero no feroz. Y sólo pretendía regalarle una flor recién
cortada. Se la mostré de súbito, como por arte de magia. No esperaba que me aplaudiera
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como a los magos que sacan conejos del sombrero, pero tampoco ese gesto de fastidio.
Titubeando, le dije:
–No veo la belleza –dijo Caperucita–. Es una flor como cualquier otra.
Sacó el chicle y lo estiró. Luego lo volvió una pelotita y lo regresó a la boca. Se fue sin
despedirse. Me sentí herido, profundamente herido por su desprecio. Tanto, que se me
soltaron las lágrimas. Subí a la bicicleta y le di alcance.
–No me caí.
–Eres un imbécil.
Sentí que el polvo era mi pecho, traspasado por la bala de chicle, y el río de la sangre se
estiraba hasta alcanzar una niña que ya no se veía por ninguna parte. No tuve valor para
subir a la bicicleta. Me quedé toda la tarde sentado en la pena. Sin darme cuenta, uno tras
otro, le arranqué los pétalos a la flor. Me arrimé al campanario abandonado pero no encontré
consuelo entre los murciélagos, que se alejaron al anochecer. Atrapé una pulga en mi
barriga, la destripé con rabia y esparcí al viento los pedazos. Empujando la bicicleta, con el
peso del desprecio en los huesos y el corazón más desmigajado que una hoja seca
pisoteada por cien caballos, fui hasta el pueblo y me tomé unas cervezas. “Bonito disfraz”,
me dijeron unos borrachos, y quisieron probárselo. Esa noche había fuegos artificiales.
Todos estaban de fiesta. Vi a Caperucita con sus padres debajo del samán del parque. Se
comía un inmenso helado de chocolate y era descaradamente feliz. Me alejé como alma que
lleva el diablo.
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Volví a ver a Caperucita unos días después en el camino del bosque.
–¿Vas a la escuela? –le pregunté, y en seguida me di cuenta de que nadie asiste a clases
con sandalias plateadas, blusa ombliguera y faldita de juguete.
–Corta un pedazo.
Me prestó su navaja y con gran cuidado aparté una tajada. La comí con delicadeza, con
educación. Quería hacerle ver que tenía maneras refinadas, que no era un lobo cualquiera.
El pastel no estaba muy sabroso, pero no se lo dije para no ofenderla. Tan pronto terminé
sentí algo raro en el estómago, como una punzada que subía y se transformaba en ardor en
el corazón.
–Es un experimento –dijo Caperucita–. Lo llevaba para probarlo con mi abuelita pero tú
apareciste primero. Avísame si te mueres.
Así era ella, Caperucita Roja, tan bella y tan perversa. Casi no le perdono su travesura.
Demoré mucho para perdonarla: tres días. Volví al camino del bosque y juro que se alegró
de verme.
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Caperucita, expliqué que estaba en tratamiento para que me instalaran un silenciador.
Corrimos. El sudor inundó su ombligo, redondito y profundo, la perfección del universo. Tan
pronto llegamos a la casa y pulsó el timbre, me dijo:
–Cómete a la abuela.
No podía creerlo.
No tuve otra salida. Todo el mundo sabe eso. Pero quiero que se sepa que lo hice por amor.
Caperucita dijo que fue por hambre. La policía se lo creyó y anda detrás de mí para abrirme
la barriga, sacarme a la abuela, llenarme de piedras y arrojarme al río, y que nunca se vuelva
a saber de mí.
Caperucita dijo que me pusiera las ropas de su abuela y lo hice sin pensar. No veía muy
bien con esos anteojos. La niña me llevó de la mano al bosque para jugar y allí se me
escapó y empezó a pedir auxilio. Por eso me vieron vestido de abuela. No quería comerme a
Caperucita, como ella gritaba. Tampoco me gusta vestirme de mujer, mis debilidades no
llegan hasta allá. Siempre estoy vestido de lobo.
Ni siquiera Caperucita Roja. Ahora más que nunca soy el lobo del bosque, solitario y
perdido, envenenado por la flor del desprecio. Nunca le conté a Caperucita la indigestión de
una semana que me produjo su abuela. Nunca tendré otra oportunidad. Ahora es una niña
muy rica, siempre va en moto o en auto, y es difícil alcanzarla en mi destartalada bicicleta. Es
difícil, inútil y peligroso. El otro día dijo que si la seguía molestando haría conmigo un abrigo
de piel de lobo y me enseñó el resplandor de la navaja. Me da miedo. La creo muy capaz de
cumplir su promesa.”
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(Caperucita Roja y otras historias perversas de Arciniegas Triunfo, Panamericana. Editorial
Ltda.)
“El bosque era mi hogar. Yo vivía allí y me gustaba mucho. Siempre trataba de mantenerlo
ordenado y limpio. Un día soleado, mientras estaba recogiendo las basuras dejadas por unos
turistas sentí unos pasos. Me escondí detrás de un árbol y vi llegar a una niña vestida de una
forma muy divertida: toda de rojo y su cabeza cubierta, como si no quisieran que la viesen.
Caminaba feliz y comenzó a cortar las flores de nuestro bosque, sin pedir permiso a nadie,
quizás ni se le ocurrió que estas flores no le pertenecían. Naturalmente, me puse a
investigar. Le pregunté quién era, de dónde venía, a dónde iba, a lo que ella me contestó,
cantando y bailando, que iba a casa de su abuelita con una canasta para el almuerzo. Me
pareció una persona honesta, pero estaba en mi bosque cortando flores. De repente, sin
ningún remordimiento, mató a un mosquito que volaba libremente, pues el bosque también
era para él. Así que decidí darle una lección y enseñarle lo serio que es meterse en el
bosque sin anunciarse antes y comenzar a maltratar a sus habitantes.
La dejé seguir su camino y corrí a la casa de la abuelita. Cuando llegué me abrió la puerta
una simpática viejecita. Le expliqué la situación y ella estuvo de acuerdo en que su nieta
merecía una lección. La abuelita aceptó permanecer fuera de la vista hasta que yo la llamara
y se escondió debajo de la cama.
Cuando llegó la niña la invité a entrar al dormitorio donde yo estaba acostado vestido con la
ropa de la abuelita. La niña llegó sonrojada, y me dijo algo desagradable acerca de mis
grandes orejas. He sido insultado antes, así que traté de ser amable y le dije que mis
grandes orejas eran para oírla mejor.
Ahora bien, la niña me agradaba y traté de prestarle atención, pero ella hizo otra
observación insultante acerca de mis ojos saltones. Comprenderán que empecé a sentirme
enojado. La niña mostraba una apariencia tierna y agradable, pero comenzaba a caerme
antipática. Sin embargo pensé que debía poner la otra mejilla y le dije que mis ojos me
ayudaban a verla mejor. Pero su siguiente insulto sí me encolerizó. Siempre he tenido
problemas con mis grandes y feos dientes y esa niña hizo un comentario realmente grosero.
Reconozco que debí haberme controlado, pero salté de la cama y le gruñí, enseñándole
toda mi dentadura y gritándole que era así de grande para comérmela mejor. Ahora, piensen
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Uds.: ningún lobo puede comerse a una niña. Todo el mundo lo sabe. Pero esa niña empezó
a correr por toda la habitación gritando mientras yo corría detrás suya tratando de calmarla.
Como tenía puesta la ropa de la abuelita y me molestaba para correr me la quité, pero fue
mucho peor. La niña gritó aun más. De repente la puerta se abrió y apareció un leñador con
un hacha enorme y afilada. Yo lo miré y comprendí que corría peligro, así que salté por la
ventana y escapé corriendo.
Me gustaría decirles que éste es el final del cuento, pero desgraciadamente no es así. La
abuelita jamás contó mi parte de la historia y no pasó mucho tiempo sin que se corriera la
voz de que yo era un lobo malo y peligroso. Todo el mundo comenzó a evitarme y a odiarme.
Desconozco que le sucedió a esa niña tan antipática y vestida de forma tan rara, pero si les
puedo decir que yo nunca pude contar mi versión. Ahora ya la conocen…”
http://www.youtube.com/watch?v=ItKz94re3Zw
Bibliografía
Libros
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la Alfabetización temprana, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.
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Documentos
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Buenos Aires, Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación.
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