Estrategias de Memorización

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1.

Enfoca tu atención en lo que estás haciendo

La atención es uno de los principales componentes de la memoria. Para que la información


pueda pasar de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo es necesario enfocarse en esta
información. A la hora de estudiar o de intentar memorizar algo es importante estar en un lugar
sin distracciones que nos permita centrar la atención.

Evita las distracciones y huye del “modo multitarea on”

Para ello también puedes practicar mindfulness. A través de esta técnica, aprenderás a centrar tu
atención en un solo estímulo. De esta forma, te ayudará a la hora de ponerte a estudiar ya que es
una forma de entrenar, entre otras cosas, nuestra atención. Así, cuando estemos estudiando,
tendremos menos probabilidades de distraernos y estaremos más centrados.

2. Establece sesiones de estudio regulares y no lo dejes todo para el final

No se trata de educar la disciplina, sino de ayudar a nuestra mente a procesar adecuadamente la


información. Se ha demostrado que los estudiantes que estudian regularmente recuerdan mucho
mejor el material de estudio que los que dedicaron sesiones maratonianas al estudio del mismo
material.

Organiza tu tiempo y evita los “atracones”

Al estudiar un poco todos los días, los conocimientos se irán procesando e irán pasando de la
memoria de trabajo a la memoria a largo plazo. Con ello, nos aseguramos mayores posibilidades
de recordar la información cuando lleguemos al examen. Cabe recordar que la memoria de trabajo
es limitada, por lo que, si estudiamos un poco todos los días, iremos almacenando la información
de una forma más adecuada y duradera.

3. Estructura y organiza la información

Los investigadores han demostrado que la información se organiza en la memoria en grupos


relacionados entre sí. Por lo tanto, estructurando y organizando los materiales de estudio,
agrupando los conceptos similares o haciendo resúmenes con notas tomadas a lo largo del
estudio, es más fácil asociar la información relacionada y así mejorar el estudio.

Simplifica, esquematiza, analiza, relaciona. Tienes muchas herramientas y tecnología para hacerlo
más fácil y entretenido
4. Utilizar técnicas mnemotécnicas para recordar la información

Las técnicas mnemotécnicas son estrategias empleadas para recordar la información que suelen
ser muy personales. Funcionan como una “tecla de acceso” que nos permiten asociar algo
concreto a lo que deseamos recordar. Algunas técnicas consisten en formar una palabra utilizando
las iniciales de las primeras palabras de una lista para recordar todos los puntos o memorizar una
serie de imágenes o dibujos divertidos, utilizar una canción, etc.

Elabora secuencias o palabras graciosas para recordar: Estudia en positivo

5. Relaciona la información nueva con lo que ya conoces

Cuando te enfrentes a un material de estudio nuevo y desconocido, piensa primero cómo puedes
relacionarlo con lo que ya sabes. Al establecer relaciones entre las nuevas ideas y los recuerdos
previamente existentes conseguirás recordar la nueva información mucho mejor.

Pensar en lo que ya sabes te ayudará a darle mayor sentido y significado a la nueva información

6. Presta especial atención lo más difícil y reestructura la información

Los investigadores han encontrado que el orden de la información puede jugar un papel
importante en el recuerdo. Una técnica interesante consistiría en reestructurar la información,
empezando por lo que nos resulte más sencillo recordar, dedicando un poco más de tiempo a lo
que nos resulte más difícil.

Desmenuza la información y conviértela en algo fácil de digerir. Localiza lo que te cuesta más y
dedícale un poco más de tiempo

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