Estadistica Descriptiva
Estadistica Descriptiva
Estadistica Descriptiva
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Investigación: Estadística descriptiva de los datos 1/5
Pita Fernández, S. Uso de la estadística y la epidemiología en atención primaria. En: Gil VF, Merino J,
Orozco D, Quirce F. Manual de metodología de trabajo en atención primaria. Universidad de Alicante.
Madrid, Jarpyo Editores, S.A. 1997; 115-161.
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Introducción
Existen diferentes razones por las cuales los profesionales de la atención primaria deben conocer los
fundamentos de la epidemiología y la estadística como instrumentos del trabajo cotidiano. Entre dichas
razones señalamos las siguientes: los términos estadísticos y epidemiológicos invaden la literatura
médica, la medicina es cada vez más cuantitativa, su conocimiento nos permitirá leer la bibliografía
médica con más capacidad crítica para detectar errores potenciales y falacias. Nos será también útil para
llegar a conclusiones correctas acerca de procedimientos para el diagnóstico y del resultado de las pruebas
1,2
. Su conocimiento nos permitirá a su vez valorar protocolos de estudio e informes remitidos para su
publicación y participar, en definitiva, en la investigación médica. Resulta imprescindible, por lo tanto,
conocer los conceptos básicos de estadística que nos faciliten la realización de estudios y conocer las
posibilidades a desarrollar con ayuda de profesionales estadísticos para mejorar dicho análisis.
En este trabajo se pretende dar a conocer algunas nociones estadísticas que nos ayudarán a explorar y
describir, en un primer momento, nuestros datos.
Poblaciones y muestras
La población representa el conjunto grande de individuos que deseamos estudiar y generalmente suele ser
inaccesible. Es, en definitiva, un colectivo homogéneo que reúne unas características determinadas.
Las razones para estudiar muestras en lugar de poblaciones son diversas y entre ellas podemos señalar 3:
a. Ahorrar tiempo. Estudiar a menos individuos es evidente que lleva menos tiempo.
b. Como consecuencia del punto anterior ahorraremos costes.
c. Estudiar la totalidad de los pacientes o personas con una característica determinada en muchas
ocasiones puede ser una tarea inaccesible o imposible de realizar.
d. Aumentar la calidad del estudio. Al disponer de más tiempo y recursos, las observaciones y
mediciones realizadas a un reducido número de individuos pueden ser más exactas y plurales
que si las tuviésemos que realizar a una población.
e. La selección de muestras específicas nos permitirá reducir la heterogeneidad de una población al
indicar los criterios de inclusión y/o exclusión.
Tipos de datos
Lo que estudiamos en cada individuo de la muestra son las variables (edad, sexo, peso, talla, tensión
arterial sistólica, etcétera). Los datos son los valores que toma la variable en cada caso. Lo que vamos a
realizar es medir, es decir, asignar valores a las variables incluidas en el estudio. Deberemos además
concretar la escala de medida que aplicaremos a cada variable.
La naturaleza de las observaciones será de gran importancia a la hora de elegir el método estadístico más
apropiado para abordar su análisis. Con este fin, clasificaremos las variables, a grandes rasgos, en dos
tipos 3-5: variables cuantitativas o variables cualitativas.
a. Variables cuantitativas. Son las variables que pueden medirse, cuantificarse o expresarse
numéricamente. Las variables cuantitativas pueden ser de dos tipos:
b. Variables cualitativas. Este tipo de variables representan una cualidad o atributo que clasifica a
cada caso en una de varias categorías. La situación más sencilla es aquella en la que se clasifica
cada caso en uno de dos grupos (hombre/mujer, enfermo/sano, fumador/no fumador). Son datos
dicotómicos o binarios. Como resulta obvio, en muchas ocasiones este tipo de clasificación no es
suficiente y se requiere de un mayor número de categorías (color de los ojos, grupo sanguíneo,
profesión, etcétera).
o Escalas nominales: ésta es una forma de observar o medir en la que los datos se ajustan
por categorías que no mantienen una relación de orden entre sí (color de los ojos, sexo,
profesión, presencia o ausencia de un factor de riesgo o enfermedad, etcétera).
o Escalas ordinales: en las escalas utilizadas, existe un cierto orden o jerarquía entre las
categorías (grados de disnea, estadiaje de un tumor, etcétera).
Estadística descriptiva
Una vez que se han recogido los valores que toman las variables de nuestro estudio (datos), procederemos
al análisis descriptivo de los mismos. Para variables categóricas, como el sexo o el estadiaje, se quiere
conocer el número de casos en cada una de las categorías, reflejando habitualmente el porcentaje que
representan del total, y expresándolo en una tabla de frecuencias.
Para variables numéricas, en las que puede haber un gran número de valores observados distintos, se ha
de optar por un método de análisis distinto, respondiendo a las siguientes preguntas:
Las medidas de centralización vienen a responder a la primera pregunta. La medida más evidente que
podemos calcular para describir un conjunto de observaciones numéricas es su valor medio. La media no
es más que la suma de todos los valores de una variable dividida entre el número total de datos de los que
se dispone.
Como ejemplo, consideremos 10 pacientes de edades 21 años, 32, 15, 59, 60, 61, 64, 60, 71, y 80. La
media de edad de estos sujetos será de:
Más formalmente, si denotamos por (X1, X2,...,Xn) los n datos que tenemos recogidos de la variable en
cuestión, el valor medio vendrá dado por:
La mediana del ejemplo anterior sería el valor que deja a la mitad de los datos por encima de dicho valor
y a la otra mitad por debajo. Si ordenamos los datos de mayor a menor observamos la secuencia:
Como quiera que en este ejemplo el número de observaciones es par (10 individuos), los dos valores que
se encuentran en el medio son 60 y 60. Si realizamos el cálculo de la media de estos dos valores nos dará
a su vez 60, que es el valor de la mediana.
Si la media y la mediana son iguales, la distribución de la variable es simétrica. La media es muy sensible
a la variación de las puntuaciones. Sin embargo, la mediana es menos sensible a dichos cambios.
Por último, otra medida de tendencia central, no tan usual como las anteriores, es la moda, siendo éste el
valor de la variable que presenta una mayor frecuencia.
b. Medidas de dispersión
Tal y como se adelantaba antes, otro aspecto a tener en cuenta al describir datos continuos es la dispersión
de los mismos. Existen distintas formas de cuantificar esa variabilidad. De todas ellas, la varianza (S2) de
los datos es la más utilizada. Es la media de los cuadrados de las diferencias entre cada valor de la
variable y la media aritmética de la distribución.
Esta varianza muestral se obtiene como la suma de las de las diferencias de cuadrados y por tanto tiene
como unidades de medida el cuadrado de las unidades de medida en que se mide la variable estudiada.
Sx2=
Aunque esta fórmula de la desviación típica muestral es correcta, en la práctica, la estadística nos interesa
para realizar inferencias poblacionales, por lo que en el denominador se utiliza, en lugar de n, el valor n-1.
Aunque en muchos contextos se utiliza el término de desviación típica para referirse a ambas expresiones.
En los cálculos del ejercicio previo, la desviación típica muestral, que tiene como denominador n, el valor
sería 20.678. A efectos de cálculo lo haremos como n-1 y el resultado seria 21,79.
El haber cambiado el denominador de n por n-1 está en relación al hecho de que esta segunda fórmula es
una estimación más precisa de la desviación estándar verdadera de la población y posee las propiedades
que necesitamos para realizar inferencias a la población.
Cuando se quieren señalar valores extremos en una distribución de datos, se suele utilizar la amplitud
como medida de dispersión. La amplitud es la diferencia entre el valor mayor y el menor de la
distribución.
Por ejemplo, utilizando los datos del ejemplo previo tendremos 80-15 =65.
Como medidas de variabilidad más importantes, conviene destacar algunas características de la varianza y
desviación típica:
• Son índices que describen la variabilidad o dispersión y por tanto cuando los datos están muy
alejados de la media, el numerador de sus fórmulas será grande y la varianza y la desviación
típica lo serán.
• Al aumentar el tamaño de la muestra, disminuye la varianza y la desviación típica. Para reducir a
la mitad la desviación típica, la muestra se tiene que multiplicar por 4.
• Cuando todos los datos de la distribución son iguales, la varianza y la desviación típica son
iguales a 0.
• Para su cálculo se utilizan todos los datos de la distribución; por tanto, cualquier cambio de valor
será detectado.
Otra medida que se suele utilizar es el coeficiente de variación (CV). Es una medida de dispersión
relativa de los datos y se calcula dividiendo la desviación típica muestral por la media y multiplicando el
cociente por 100. Su utilidad estriba en que nos permite comparar la dispersión o variabilidad de dos o
más grupos. Así, por ejemplo, si tenemos el peso de 5 pacientes (70, 60, 56, 83 y 79 Kg) cuya media es de
69,6 kg. y su desviación típica (s) = 10,44 y la TAS de los mismos (150, 170, 135, 180 y 195 mmHg)
cuya media es de 166 mmHg y su desviación típica de 21,3. La pregunta sería: ¿qué distribución es más
dispersa, el peso o la tensión arterial? Si comparamos las desviaciones típicas observamos que la
desviación típica de la tensión arterial es mucho mayor; sin embargo, no podemos comparar dos variables
que tienen escalas de medidas diferentes, por lo que calculamos los coeficientes de variación:
CV de la variable peso =
CV de la variable TAS =
A la vista de los resultados, observamos que la variable peso tiene mayor dispersión.
Cuando los datos se distribuyen de forma simétrica (y ya hemos dicho que esto ocurre cuando los valores
de su media y mediana están próximos), se usan para describir esa variable su media y desviación típica.
En el caso de distribuciones asimétricas, la mediana y la amplitud son medidas más adecuadas. En este
caso, se suelen utilizar además los cuartiles y percentiles.
Los cuartiles y percentiles no son medidas de tendencia central sino medidas de posición. El percentil es
el valor de la variable que indica el porcentaje de una distribución que es igual o menor a esa cifra.
Así, por ejemplo, el percentil 80 es el valor de la variable que es igual o deja por debajo de sí al 80% del
total de las puntuaciones. Los cuartiles son los valores de la variable que dejan por debajo de sí el 25%,
50% y el 75% del total de las puntuaciones y así tenemos por tanto el primer cuartil (Q1), el segundo (Q2)
y el tercer cuartil (Q3).
Bibliografía
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