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c} ¿En qu+ ocasiones y con qu+ propó sito desliza CelesLina que su ropa
está vieja y eta? (pp. 104-106) ¿Có mo describe 1a rcacció n que ttivo
Melibea c+Jand o la a1cnhi eta ic mencionó el nombre de Cali sto* (p.
1 08) Eso descripcá Ó n, ise corresponde con la verdad*
Primero alude al escaso valor de su •manto viejo y roto• (p. 104), luego
alude a su •falda rota• (p. 105); ya en la escena siguiente (p. 106) vuelve a insistir
sobre el estado de su manto, Que ticne • treinta agujerOs•); peYO cOmO CaÍisto nO
acaba de caer en las insinuaciones, se decide finalmente a pedirle directamente
un manto y una falda (p.109) antes de entregarle el cordó n de Melibea.
Celestina exagera y dramatiza las violentas reacciones de Melibea, ya que
no só lo la insultarfa y la amenazaría con denunciarla y castigarlo (lo cual serfa
cierto, aunQue eOn me nos acritttd de IO qtle ella dice), siflo qt•e, segú in la vieja, sU•
fi•1i•fa una especfie de desmayo que la la cla retorcerse y entornar los ojos como
si el nombre de Calisto hubiese provocado tal conmoció n que In joven no acer•
tase a controlarse. Por lo cual, la descripció n de Celestina só lo parcialmente se
corresponde con la verdad, el resto es pura imaginació n de la asluta vieja para
hacer valer su astucia y mé ritos y angatusar mejor al enamorado Calisto.
a) iA qué achva Celesiina el aermr• de Pá rmeno (p. 114) y por qué de-
fiende la vieja el valor de la amistad (p. 115)? Una vez mfis, icon qué
cebo pretende atraer al muchacho? (pp. 115-116) jCon qué intenció n
le habla de las habilidades de su madre, que, segú n la alcahueta, era
•en nuestro oficio la primera •* (pp. I 16- 117)
W Celestina achaca la enemistad de Pfirmeno y su error en permanecer fiel a
Calisto a su jux'entud y falta de experiencia, por lo que no sabe lo que le conviene.
El énfasis que pone en alabarle la amistad tiene por finalidad conseguir que
ambos criados se lleven bien para que favorezcan su negocio y las dá divas de
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GUÍA DE LECTURA
e) ¿Có mo le describe •Sempronio a esa mujer? (p. 54) ¿Qué otros datos
sobre la viejo le proporciona Pá rmeno* (pp. 58-6 1) Sin embargo, icó -
mo reacciona Calisto ante las explJcaciones de sus criados y ante la
posterior llegada de la alcahuetn? (pp. 54, 58 y 63)
W S e m p ronio trozo un retrato sumamente negativo de Celestina, ya que la
considera hechicera y experta en maldades, pmxeneta y falseadora de virgini-
dades, pero capaz de despertar la Iujuria de cualquiera (p. 84). A ese retrato, Pá r-
meno apiade su f+islorial de vieja prostituta, conocida por lai en lada ta ciudad,
experta eA a1cabuetertas y el coz”rozztger doztce11as con el pretexto de vender
filos y uaguez+tos, habítidasa en cualquier tipo de medicamentos y ateiles y rre-
mas para el rostro; era, ademá s, astuta y capaz de engañ ar a cualquiera, insis-
tiendo en su cará cter de hechicera (pp. 58-61).
Sin embargo Calisto no muestra prevenció n ni rechazo nlguno, por el contra-
rio siente un gran affin por conocerle y solicitar su ayuda, hasta el ptmto de que
ruega a Dios que favorezca los pasos rinda santos de Celestina, v gule así sus pre-
tensiones pecaminosas. Má s tarde llega a considerar que la vieja tiene tanto po-
der sobre él como el propio Dios (p. 58), y se humilla, Ileno de admiració n, ante
ella como si fiaese realmente un personaje sagrado o digno de adoració n.
a) ¿Qué le dice Melibea para demandar sus espmnzas? (p. 162) Una vez
má s, iqué motiva las palabras de la muchacha? Sin embargo, ¿qué le
confiesa al instante a Cal isto y le re vela poco despué s ? (p. 1 63)
M Melibea ce muestre de nuevo reacia a las pretensiones amorosas de Ca-
listo y rechazo su amor como en la primera entrevista
La joven insiste en mgarle que no pongn en peligro sii buena fama, pues es
precisamente ese temor a perder la honra lo que ha retenido su entrega amom•
c) ¿Con qué mentiras y bravatas exigen su parte del botín? (pp. 1 70-1 71)
W Sempronio exagera sus méritos y los de Pfirmeno, por tanto su derecho a
participar en los beneficios de lo que ha pagado Calisto, inventá ndose unos ficti-
cios peligros por defender a su eeñ or. lo que habría ocasionado el destrozo y la
pérdida de las armas y la armadura que ahora tendrían que pagarse ellos mis-
a) ¿Gó rno afectan esas muertes a la honra de Cal isto? (pp. 180 y 187) Sin
embargo, ¿qué es lo finico que en verdad le importe al joven galá n y
qué decisió n torna? (pp. 181 y 189)
W Chiste lamenta superficialrnente la pé rdida de sus criados, pero sJn de-
masiada aflicció n (•aJnoru o en otro tiempo habian de pagarlo• ) y, en contraste
con sus opiniones an ieriores, considera que Celestina era una mala mujer y pagó
por sus delitos, interesadas inculpaciones para tranqcilizar su mala conciencia
El egoísmo del caballero se manifiesta al mostrarnos que su ü n4ca preocupa-
ció n estrÍ ba en eÍ hecho de que estas muertes puedan interferir en sus planes
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amorosos inmediatos, por ello toma In decisión de coger como acompañantes a
sus criados de caballerizn, Sosia y Tristíín, y acudir a la cita de Melibea como si
nada hubiese pasado.
b} ¿Oné op*nan lstórt ySosia de los amores de su amo* (p. 184)
W Los jó venes criados, consideran los amores de su amo como causa de la
muerte de sus cornpafierti; por otra parte, espeeialment e Tristfin, ve en la iridife-
rencia y la cgoísta actitud de Cá listo una muestra del desprecio y la ingratitud
que los señ ores sienten por sus criados, y en sus palabras subíace un claro re-
sentimiento social (•¡Déjate morir sirviendo a personas ruines!•), que ya había
aparecido en Areú sa.
filiH y cuHqJer interés de honor famil iar (p. 200). Esta su blimacJón de la pa-
sión amoms a y la fidelida d a ella hasta la mueVt e contrHst a cOn las relaeiones
amorosas que mantienen los criados con las ehIcas de CeÍestJ na.
gue le ordena.
Esta Areúsa se nos muestra lenguaraz y llena de genio y desparpajo, pro.
pios de una ramera experimentada en la vida y en el tralo rufianesco, muy Iejos,
pues, de aquella timorata y pudornsa joven a 1s que prácticamente tiene que
obligar Celesiina a acostarse con Pfirm e n o. Por tanto, debemos interpretar
aquella actitud del aclo VL1 como una farsesca y estudiada actitud pudibunda de
la astuto ramera para hacer valer sus favores; o bien, también cabe interpreiarla
como una incoherencia sicológica del personaje, atribuible n1 despisie del autor
que nñadió esle auto (como los otros cuatro más que conforman el Tratado de
Centurio de la •Trngicomedia •) varios años después de escrito la primera •Come-
dia de Calisto y Me1ibea•.
b) ¿Qué sentimientos expresa Elicia por Celestina y a quiénes considera
en lpnbles de la muerte de la a}cahueta y los criados? (p. 194)
M Elicia considera a Celestina como una verdadera madre y su tintas pro•
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¿pam qué me tocas la camisa?. . .•), íncl\‹so de msgá rsela 1leyado por la pasió n.
Má s directamente críticas son las palabras la empeadas por Cristo al referirse a
quitar las plumas al ave antes de comérselag en ellas la ideaJi zació n y el liinsmo
amoroso desaparecen para dar peso a la grnserfa del amante que só lo contempla
a su amada cOmO ObjetO eTÓ ticO. En cl mi smO seYt tidO, aunque de forma menos
b u rda, situan la comparació n del goce amoroso como el «mejor zumo de
frutas•. O con el comer y cl bmbmÜ , en tOdO cVsO la ObjctivacJ ó n efotica del cuerpo
de Meli bea está ya lejos de 1 a ideal izació n sub1 imadora de que hac fa gal a el
annette cortés, •cl dechado de la cortes fa y de la buena crianza» (como le repro-
cha M eliÓ Va). LOs c0mentariOs de la criada excitada QOr la eseeBa y II que Oye
a IOs arrtantes hace mas intensa la carga erotÍea del pasaje.
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sai amante el rufnfin Centurío (de euya cobardfa ella no pareec c0teVada) matc a
d)¿Dr icmodovonsgu«at«rs«aSosiz?(pp.£03-204)¿Agufp‹xso
nae+erecuerdan1osmainsde1ahermozaramera°¿ ieinformscón
lesonsacaMmuchacho°(p.206)
W /Lreúsa se atrae aí Ingenuo Sosia fia4agéadolo y haciéndole crer que está
enamorada de él.
La astucia y mañas de Awúsa mcuezdan a las de su maesoa CelesMa de la
que apareCC cDTnO desfaCaÓa aÁum na.
gu«CaüsoenAeoe)hu«üod«MsKbea
e} ¿Oué dice estar dispuesto a hacer por Areúsa * (p. 208) ioué c fraal-
canza el repertorio de muertes que le puede ofreoer? (p. 210) En iróni-
co contraste, ¿qué resuelve hncer? (p. 211)
W Cen ttiño se ofrece a dar muerte o a muttlar a on hombre. incluso a des-
BJÉar a tres juntos.0 a deÁot ar Áa Cam a u0a taujer tiVal; ó0BÉmente se Oóece
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au0que en seatióos opuestos, pero sin duda et que kace CaJTsto esté vés cezcA
óe la realidad. V esto es porque el azaaate, aunQue ideaJice a su araada, basa
su admiracíóa en una conteraplación objetiva, ya gue parte de 1a realidad. En
cambio, el zeu“ato grotesco de las dos zauje¥es sólo pIaso+a elezaeqtos puza-
o+eqte subjetivos ez+ tos que et resezttJznieüto o Ta envidia les Jeva a caricatur t-
zar“ Ta veróad.
A);PorqutAreúsazacaz1asseiomñ(p.141)
W En las pala bras de Areíisa late un verdades resentimiento eocial y una
conciencia de igualdad que resulta muy moderna. Toda su crítica parece ema-
nada de la propia experiencia y se centra en la soberbia y el mal trato que las se-
ñ oms dan a las criadas, a las que explotan y de las que desconHan, de mvnera
que en eualquier momento las despiden sin la recompensa que se les debfa por
Meli bea muestra una aeli tud hipócrita y simula ante su madre que estaba
ignorante de las pretensiones o peligros que su ponía la presencia de Celestina.
La criada comen la para sí la ingenuidad de la madre que trata de poner reme-
dio cuando ya es demasiado tarde
d) i Oué amena za prefiere lem pronto al ver marchar a la vieja* (p. 1 57)
W Sempronio muestra por primera vez su natural violento y ante el temor de
que Ía vieja se rú egue a repartir los ganancias, segú n lo acordado, prefiere una
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La persuade de tener dos amanles con la idea del pzovecho a benefîcio que
óepara la muttipficacióo óe posibiJidades, pues mantenet” la ÏiJelidaü a r+na sol a
persona es perder opo r1uni óad ¢le mayor ganancia y placer y prcpio de una per-
sona ingcnria c incxpcrla.
Quc maatenga su amistaó com 'get prooio y gue no eütorpezca o ioterfieza
en los rtegocios que se lraen enlre raar+os Para ezpTotar a Calisto.
d} ¿Cuúl es, segčin los criados, el poõer dc1 am or* fp. 128) ¿Oué contra-
dicciones le echa en care Sempmnio a Pfirmeno* (pp. 128-129)
W El poder del annoy- cont lcva la locura, incInso se sprecJ a un sentido de
drama ismo tĞgico, como r¢I1cjan 1 as pale bms be ScnJpronio •¿Ya todos aJJJe-
mas* E1 m\ í mo se ma a peJ del •.
Sompron1o rccrímina a PńJjjJeno la incoherencia de su act bud, p los m1cn-
trcs dosa conscja a Cat is fo q+4c se clcje atascmrporcT amor de M c I ibca, ćl
mJsJno sÆ ha bMscad0 Tuna angantC.
c) Pese a tolo. ¢crees que Sem pronJo aeonscja mol a sJ i amo* (pp. 132-
133) ¿Oué piensan Pàrmeno y Sernpronio de Gelestina* (p. 135)
Se m pcrxiio acoaseja acertadamente a su amo, ya que le pióe modera-
cioß pacier+cia, pbtC? no 9Ñ m Tonable dRsRar q LtR MeliÑea caiga ren¢lida be ION°-
ma inmcdiata.
Los criaclos picnsan q etc Celts fina es una facsante, pues va a la igfesta a Ra-
cer sus üegocios de lercerias sinJrdanJo gate va a rezar.
m Celestina, at enfatizar los males aparejados a la vejez (p. 92-93), estfi, indi-
mc1amen‹eaniomoúoa1ajoveoague‹ñsbnuieygoeede1ajuveo1uĄyagueñs-
pe diem• y el •CoIlige, virgo, rosas• (glosado por los poetas Marinos Horacio y An-
sonio, respectivamente), y que era ya un lugar comû n a principios del
Renacimiento. Con ello, In alcahueta intents crear un clima propicio para con•
veneer a Melibea de lo eonvemnte de gozar del amor.
Dando im paso más en la insinuneiõ n de su propõ sito, Celestina le habla de
que Dios prerrfia la caridad para con los enfermos y que si ha dotado a Melibea
de tanta beİleza que con ella puede aliviar eI sufrimiento de un erifermo, resul-
tarfa una crueldad no utilizarla corrio medicine caritativa, pues In pmpia natu-
raleza ofrece ejemplos de desprendimiento y caridad en los animates, y el hom-
bre no pueõe ser menos. El propó sito es, indudablemente, p rœlisponerla para
que se avenga aI ømor de Calisto. eurä ndolo asf de en •enfermedad de ømor•.
d j Segú n Melibea, ¿qué consecuencias traería pure eLa y para su farrñ lia
acceder a 1os deseos del «loco saltaparedes» ? (p. 95) j Cõ mo consigue
Celestina salir del grave aprieto en que se ha metido* iC on qué con-
vincentes argumentos, de índole persons y socJal, defiende la alcahce-
ta si1 rnisiõ n y su trabajo* (p. 9ò )
W Melìbea comprende que su eonsentimîento en tales amoríos supondrín la
deshonra personal de su persona como doncella, at perder la honestidad, pero
también la de su familia, que quedarla dífamada en su buen nombre.
Celestina sale del aprieto con una llamada al demonic para que la socorra
(•Eh, hermano...•). Penn, enseguîda, es su ingenîo eI que desvla el enfado de Me-
Iíbea haciéndole creer que ha habido un malentendido, que no le solicits un fa-
vor amoroso, sáno una reliquia para curar eI dole- de mueløs
Celestina defiende la inocencia de su persona hariéndose la indefensa y la ex-
plotada por los rices: Prîrnero aI sugerìr que ella es sólo la mensajera, y que ac-
tfie sin mala intención y por lástima ante el dolor de Calisto, pues su ohcio es
eervțr a los demás, incluso cargar con Its culpas, pero está resignada y acostum•
brøda a recibir de los poderosos ofensøs que no mercy
e} Pese a la inequfvoca intención de Ins palabrns de Celestina. iqué le res-
ponds y le ofreee Member? iQué pal øbrøz åe la joven revelan que ha
eritendió a la q++e se 1e ptde y que cstă dispt+csta a todo? (pp. 97-99)
W Melibea se muestra ahorø humilde y eomplaciente, incltiso muestrn sii
pesar por cl trato dado a la vieja; parece que In joven ha cambiado radicalmente,
o mäs bien ha encontrado un pmtexto parø dejarße seducir sin que ello supon-
ga en dlreeta y manifiesta voluntad de entrega, que irla contra las convenciones
de la honestidad.
La joven le enŒega el eordó n y la mønda volver aI dia sigulente parø dane
la oraeló n soLcitada, pero pone interés en que no se entere su madre y en que no
le cuente a Calisto str rechazo y enfado inicial, Jo que pone de manifiesto que no
se trota de trna obra caritanva, sino que esconde otras intenciones, y ask to com-
prende la criada. Las pHabras finales de la joven (• ni tu mensaje roe ha traído
todo eI provecho que espero ni de tu ida rrie puede venir dano•) dejan meridia-
namente cJaro que es consciente de la intencionalJdad de ese mensaje y que está
dispuestn a iniciar esa relació n. (p. 99).
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terminaba al air ante nnulmndo su Tazon, no le pcrmitfa aetuar con Íibetlad, y so-
lo se curaba con el logro de lo desVmdo (o con el si4icidio, como Ocurría eon fry-
pues sc muestran mucÍlo mfis apasionadas y Mensuales que los hombres; por otra
zarse por romper esa dificu lt0d J niciaÍ, QeTo luego todo vendrá rodado.
Solicita la ayuda de Plutón, dios de los infiernos (encarnación clásica del de-
monio cristiano) para que le ayude a vencer la resistencia de Melihe¢ penetran-
do en su pecho a través del hilado. Así, este hilo q ue vende a Melihea cumple un
doble fin, es el pretexto para entraron su casa y es el medio de que el demonio
entre en el corazón de la joven haciéndolo perder su honestidad (p. 84-85).
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sLf amO, 60s eche que Á a vieja obra asfjam Ñ aCeZ6e vader ante e3 jOver+ enamO-
faÓ O, pLf9s sabe qbte Calisfo la CStá 9scuChandD at Otr0 lado dC la pu9tta. P0r esD
QÁ Criad0 le WC0mi9nÓ a a sff amD, aUrTque 1nú f Í|mentC, que sCa dCsc0nGaÓ O y nO
[sslrnegooo]ha«mpszadobicn,asebaémicLomr]or•¿PozQuepo-
demosdecvguesusp1bmsconsiúyenuna«ona ca?
W La finalidad del discurso de Sempronio es provocar 1s prodigalidad de su
amo para con Celestina, que es trabajar en su pTopÍo Qro\echo, ya que ha
llegado a un acuerdo con la alcahuete para repartirse los beneficios obtenídos en
este ne-
•mccJ iador• tp. 75) y que se mal «no admite conmjos• (p. 76)3 Según
P á rmeno, ¿qué graves consecuencias le acarrearán a Calisto el amor
del que es víctima y su recurso a una « trotaconventos•? (p. 75) iQué
determinación acaba adoptando Pármeno y por qué razón• (p. 78)
W La posibilidad de establecer una relació n amorosa era muy diHcil en la
época, ya que las damas jó venes no podían salir solas a la calle, ni menos dialo-
gar con hombres, por tanto, era prec3eo recurrir a un intermediario, como ase-
gura Calisto, pues la diferencia social a que se alude no se refiere aquf a diferen•
cias econó micas sino a la diferencia en la libertad de actuació n entre hombres
y mujeres. En cuanto a que su ma1 no admite consejos, alude a que se pensaba
en la época que el arrebato o pasió n amorosa ero una especie de locura que de-