Definiciones de Diccionarios y Enciclopedias

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Definiciones de diccionarios y enciclopedias

Monstruo

Covarrubias Horozco, Sebastián, Tesoro de la lengua castellana o española

s/v “monstro”

Es qualquier parto contra la regla y orden natural, como nacer el hombre con dos cabeças, quatro braços y quatro
piernas; como aconteció en el condado de Urgel, en un lugar dicho Cerbera, el año 1343, que nació un niño con dos
cabeças y quatro pies; los padres y los demás que estavan presentes a su nacimiento, pensando supersticiosamente
pronosticar algún gran mal y que con su muerte se evitaría, le enterraron vivo. Sus padres fueron castigados como
parricidas, y los demás con ellos. He querido traer solo este ejemplo por ser auténtico y escrivirle nuestros cronistas.
Dixose monstro, latine monstrum, a monstrando, quod aliquid significando demonstret.

[Y Herodoto, en el lib. 7 de sus Historias, cuenta que quando el exército de Xerxes pasó a Europa, parió una yegua de las
en él iban una liebre, y por ser la yegua animal belicoso, y la liebre tímido y cobarde, fue pronóstico de vencimiento y
huyda de un tan grande ejército.]

Diccionario de Autoridades

s/v “monstro”

Parto u producción contra el orden regular de la naturaleza. Viene del Latino Monstrum. […] Por extensión se toma por
qualquier cosa excesivamente grande o extraordinaria en qualquier línea […]. Por translación se llama lo que es
sumamente feo”.

s/v “monstruosidad”

Desorden grave en la proporción que deben tener las cosas, según lo natural o regular […]. Por translación se toma por
suma fealdad u desproporción en lo physico y en lo moral.”

s/v “monstruoso”

Lo que es contra el orden de la Naturaleza […]. Se toma también por excesivamente grande o extraordinario en qualquier
línea […].”

Sirenas

Covarrubias Horozco, Sebastián, Tesoro de la lengua castellana o española

s/v “Sirena”

Fingieron los poetas ser unas ninphas del mar, el medio cuerpo arriba de mujeres muy hermosas, y del medio abaxo
pezes, que con la suavidad de su canto adormecían a los navegantes, y entrando en los navíos se los comían […]

Otros las pintan con figura de aves, que tienen los rostros de doncellas hermosas y la garra de león, y de una y otra
manera significan las rameras que destruyen a los hombres, de su vista y blandos halagos engañados […]

Añadido Demanera que aunque sea verdad que en la mar ay tritones, nereidas y sirena, no tienen perfecta semejança de hombres
de ni merecen que se les dé este nombre, sino que los pintores y poetas, con la licencia que su arte tiene, han añadido y
Noydens
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añaden muchas cosas, para causar con ellas admiración. Y también los que ven estos monstruos siempre dan relaciones
menos fieles que desvían, y de boca en boca van componiendo cosas con que en lugar de pintarlos los desfiguran.
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Pérez de Moya, Juan, Philosohia secreta

Ovidio finge que las sirenas eran unas doncellas compañeras de Prosérpina, las cuales, después del robo que della hizo
Plutón, buscáronla por toda la tierra, y no hallándola, quisieron buscarla por la mar, y subiéndose con ese intento a unas
altas peñas que estaban a la orilla dél, estuvieron algún tiempo, hasta que después, con el pesar de haber perdido a su
compañera Prosérpina, se quisieron despeñar en el mar. Los dioses, habiendo compasión dellas, mudaron sus formas,
quedándoles del ombligo arriba de doncellas y de allí abajo de pescado, y los pies de gallina con alas de ave […]

Fingen, asimismo cantar tan dulcemente que los marineros que las oyen, admirados de la melodía, adormíanse, y no
mirando por sí, las Sirenas, cuando los sienten dormidos, trastornan las fustas para después comer sus carnes, por lo cual
los antiguos pintaban las Sirenas tendidas en unos prados verdes, entre huesos de muchos muertos […]

DECLARACIÓN

Paléfato, y San Isidro, y Dorion, dicen que fueron las Sirenas unas hermosas rameras que habitaban en una ribera del
mar, que con suavidad de música atraían a los navegantes, y traídos, tanto tiempo los tenían hasta que venían a suma
pobreza […]

Otros dicen que las Sirenas eran unas aves de la India, las cuales atraían a los navegantes con sus suaves cantos a las
riberas, y allí los adormecían y después los despedazan y comían.

Otros decían que eran peñas donde los navíos se hacían pedazos.

Horacio […] dice que las Sirenas ni eran peñas, ni rameras, ni aves de las Indias, sino una pereza y negligencia y torpe
descuido, que a todos halaga y a muchos trae en destruición. Natalis Commitis dice ser las Sirenas los deleites y sus
cosquillas o apetitos de cada uno, a quien dando oídos, son dellas destruidos, dando con nuestra navecilla al través. Mas
finalmente la intención de los poetas fue dar a entender por esta ficción el arte de las mujeres dadas a deshonestidad y
lujuria que los hombres atraen a sí más por lo que tienen que por amor alguno que les hayan o encendimiento alguno
que a ellos tengan […]

En lo que dice que estas tañían diversos instrumentos y cantaban en voz, de nota que las tales su ejercicio es músicas y
cantares con que conmueven a lujurias, porque con la dulzura del canto atraen los hombres a su amor.

El tener del ombligo arriba gesto de mujeres y de allí debajo de pescados es lo primero para significar la beldad de sus
gestos ser fingida, que sin esto a pocos traerán, porque la hermosura no se ve sino en el rostro. O denota que estas tales
mujeres no tienen todas las partes humanales, mas algunas son bestiales y no subjetas a la razón. La parte más alta
tienen de mujeres, porque en ellas parece algún acto de razón, cuanto a la habla y parecer; empero en el apetito no se
gobiernan con razón, más así como bestias se dan sin algún acatamiento a la torpedad desatentada de la lujuria.

[…]

Pintan las Sirenas en prados verdes entre huesos de muertos; por los prados verdes se entienden los deleites de pasto en
comer y beber, que han las tales mujeres de los bienes de los mezquinos que engañan, porque en el prado hay dos cosas,
que son yerba y deleite, cuando está verde. Estar entre los huesos, denota que aquellos que a ellas se allegan apremian
teniéndolos debajo en vil servidumbre (Pérez de Moya, Philosofía secreta, Carlos Clavería [ed.], Madrid, Cátedra, 1995,
212-218).

Polifemo

Covarrubias Horozco, Sebastián, Tesoro de la lengua castellana o española

s/v “Cíclopes”

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[…] Dizen aver sido unos gigantes o pueblos antiquissimos en Sicilia, cerca del monte Etna con un solo ojo en la frente, los
quales dizen aver sido inventores de labrar el hierro; de donde nació el fingir los poetas que éstos eran ministros de
Vulcano, que forjaban a Júpiter los rayos […]

Pérez de Moya, Juan, Philosohia secreta

Destruida Troya, navegando para su tierra, pasó grandes trabajos y tempestades en el mar. En la isla que dicen Gelves, en
el mar de África, sus compañeros, gustando las frutas, olvidados de su patria, no querían volver a las naos. De aquí fue
echado en la isla de Sicilia, donde entró con doce compañeros en la cueva de Poliphemo, el cual, habiéndole comido los
seis, Ulysses, presentándole unos frascos de vino, le embeodó y le privó de la vista de un solo ojo que tenía; y vestido él y
los compañeros que le quedaban, de pellejos de carneros, salieron de la cueva entre el ganado (1995:541).

DECLARACIÓN

[…] El daño que a Poliphemo sucedió por gustar del vino que Ulisses le presentó representa el daño que viene a los que
destempladamente usan dél […] (idem: 543).

Esfinge

Covarrubias Horozco, Sebastián, Tesoro de la lengua castellana o española

s/v “Esfinge”

Fue un monstruo cerca de la ciudad de Tebas, cuya cabeça, cuello y pechos eran de doncella, el cuerpo de perro, con alas
de ave, voz humana, uñas de león y cola de dragón. Ésta, dizen, se ponía sobre un peñasco alto, cerca del camino real y
passagero y a todos los que por allí pasavan les proponía un enigma, y no respondiendo a él, ni declarándosele, los
despedaçava con las uñas; […] Esto todo es fábula. Alberto Magno y otros autores dizen que la esfinge es un animal
especia de mona, cabellos largos, con dos tetas grandes a los pecho, con una cola larga que tira en la color negra. Son
disciplinables y serán como los gatos pauses que traen de las Indias aunque mayores de cuerpo [ …] Sabéllico tiene por
cierto aver sido la sphinge un hombre pernicioso, foragido, y que con su astucia y trayción avia muerto multitud de
gentes. Por lo moral entienden ser símbolo de la ignorancia: y en este sentido haze Alciato un emblema. [ …] Ultra de ser
símbolo de la ignorancia, también lo es de la famosa ramera, la qual tiene el rostro de muger, apacible y halagüeña, el
resto de todo su cuerpo es de leona […]

Sierpe

Covarrubias Horozco, Sebastián, Tesoro de la lengua castellana o española

s/v “sierpe”

A serpendo, vide supra serpiente

s/v “serpiente”

Del nombre latino serpens, serpentis. Comúnmente llamamos serpiente a un género de culebra que fingimos tener alas y
grandes uñas en los pies. Dixose a serpendo , porque todo género de culebras y serpientes van arrastrando por el suelo.
Esta bestia dicha serpiente tomó por instrumento el enemigo universal del género humano y revestido en ella engañó a
nuestra madre Eva.

Hidra

Covarrubias Horozco, Sebastián, Tesoro de la lengua castellana o española

s/v “Hidra”

3
Un género de serpiente que se cría y vive en el agua: el macho se llama hydro porque se cría en el agua. Es como una
culebra pero tiene el pellejo muy pintado y hermoso, esmaltado con mil colores. Es su veneno eficacíssimo. Los poetas
fingieron aver en la laguna infernal, dicha Lerna, esta serpiente y tener en su cuerpo muchas cabeças con tal calidad y
naturaleza que, cortándole una, le buelven a nacer de nuevo otras. A ésta mató Hércules con saetas y con pegarle en la
cerviz cortada con un hacha ardiendo. Redúzese a historia en esta forma, que era una laguna suyas exhalaciones
causavan corrupción en el ayre y pestilencia, y queriendo cerrar sus manantiales, brotava luego el agua por otros nuevos;
Hércules, en el tiempo del estío, la agotó y quemó en ella tanta cantidad de leña que secó los manantiales, y se divertió el
agua por otra parte […] Platón dize aver sido hydra un sofista caviloso, y así sinifca los argumentos cavilosos, engañosos;
Hércules, que es el sabio, con el fuego de su ingenio le abrasa y con las saetas de sus razones lo mata.

Pérez de Moya, Juan, Philosohia secreta

Los poetas dicen que Hércules fue a Thesalia a librar aquella tierra de mucho daño que la serpiente Hidra hacía, que
estaba en la laguna Lernea, que tenía, según Naucrates, siete cabezas, y según Cenodoto, nueve, y según Heráclides,
cincuenta. El cual, llegado a ella, echó mano a la espada y diole en el pescuezo de la una cabeza y cortósela; mas luego, en
lugar de aquélla le nacieron otras dos. Viendo esto Hércules, no quiso más pelear con el espada, y echando mano a su
arco y flechas, tiróle una saeta en derecho del corazón, y tras aquélla otras dos. Otros dicen que siete por allí mismo, y
tan bien acertaba que la hizo estar queda; y desque que la vio así enflaquecida, de la mucha sangre que le salía, tomóla
con las manos, y apretándola la ahogó. Otros dicen que la mató con fuego, y que muchos habían ido a probar con ella su
ventura, y a todos los había muerto. Hace mención desto Ovidio y Séneca.

DECLARACIÓN

La fictión desta fábula es que en Thesalia había una laguna llamada Lernea, que tenía tres leguas de andadura en circuito
y hacíase de siete fuentes que cerca della nacían, y por no tener ninguna salida ni corriente estábase junta; y porque en el
término de esta laguna había islas y cañaverales en que se criaban muchas sabandijas, por esto decían que era serpiente;
y porque esta laguna procedía de siete fuentes, decían que tenía siete cabezas. Dice que hacía gran daño a los
comarcanos; esto es porque les usurpaba el agua gran parte de tierra muy fértil, y también por los vapores que del agua
salían por su cercanía, y de la putrifación y mal olor que de las aguas embalsadas salen causan enfermedades. En lo que
dice que Hércules echó mano a su espada y le cortó una cabeza, y luego le nacieron dos, esto fue que comenzó a cerrar
una de las fuentes, y luego reventó el agua por dos partes, lo cual viendo Hércules, le tiró una saeta por la parte del
corazón, esto es que horadó la laguna por la parte más honda, por donde se iba desaguando, y tirarle otros dos era
engrandar este desaguadero, y porque quedó la tierra en seco, por esto dice que la ahogó apretándola con las manos, o
que la mató con fuego, porque es oficio del fuego o calor desecar lo húmido; y así convirtió la laguna y la agua de las siete
fuentes en un angosto río por donde las aguas hicieron curso, y quedó aquella tierra muy buena y la mejor para la
labranza de todas las de la comarca. Y ésta es una de las mayores hazañas que se le atribuyeron a Hércules, porque en
ella se ayudó de su industria y saber, más que de fuerzas, y lo cuentan por el segundo trabajo suyo.
Hidra en griego es agua, y serpiente en latín es cosa rastrera, para declarar que no era serpiente, sino sola agua.
Eusebio, de sentencia de Platón, dice que Hidra fue un famosísimo sofista, que resolviéndole una cuestión, proponía otras
muchas más difíciles.
Otros dicen que Sthenelo, hijo de Perseo, tenía una populosa ciudad llamada Micenas, y el rey Lerno, por no querer
guardarle subjeción, traían ambos guerra, en la entrada de aquella región. El rey Lerno tenía una ciudadilla fortísima,
llamada Hidra, que la guardaban cincuenta varones, fuertes tiradores, que estaban dentro de una torre para defendella.
Euristeo envió a Hércules a combatir este fuerte. En esta pelea, los de dentro de la torre arrojaban bolas ardiendo a los
de fuera y muchas saetas; y cuando acontecía que alguno de los de dentro caía muerto, luego en el lugar del que faltaba
se ponían dos, lo cual, como Hércules viese ser difícil la entrada, tomó por más breve medio ponerle fuego, y así tomó el
fuerte y mató los que la defendían, y esta opinión tiene Paléphato; y por esto dice la fábula que la serpiente Hidra la
venció Hércules con fuego (1995:446-448).

Centauro

Covarrubias Horozco, Sebastián, Tesoro de la lengua castellana o española

s/v “centauro”

4
Los pueblos de Tesalia, que tienen s habitación en las raízes del monte Pelión, fueron los primeros que domaron los
cavallos y hallaron el arte de enfrenarlos para poderse aprovechar dellos. Y saliendo a molestar los vecinos a la primera
vista les pareció que hombre y cavallo eran de una pieça; como también se les figuró a los indios, quando vieron a
nuestros españoles pelear a cavallo, como consta de las historias de las Indias y de los hechos tan famosos de los
primeros conquistadores dellas. […]

Cerca de los griegos, centauros vale tanto como ladrones, gente fiera, inhumana.

Del origien destos fingen los poetas que, aviendo sido Ixión admitido al banquete de los dioses inmortales, se enamoró de
Juno; y aviéndola requerido de amores, ella se quexó a Júpiter, el qual formando de una nuve la efigie de la diosa, y
poniéndosela delante se abraçó con ella; y sin embargo de la burla concibió la nuve y parió los centauros, que en razón de
la madre le dieron el epícteto de nubígenos.

s/v “Quirón”

Centauro, hijo de Saturno y de Phillyra, medio cavallo y medio hombre; y la ocasión desto fue, según cuentan las fábulas,
que estando Saturno con la dicha Ninfa holgando con ella, sobrevino Opis, su mujer, recelosa de lo que podía ser; y por
disimularle el hurto se convirtió en un cavallo hermoso. Y aviéndose en este punto hecho preñada Phillyra parió a Chirón
en la forma sobredicha: el qual siendo ya mancebo se fue a las montañas y se dio a conocer y experimentar las virtudes
de las yerbas y plantas, demanera que salió un valentíssimo médico, de quien tomó nombre una yerva dicha centauro.

Pérez de Moya, Juan, Philosohia secreta

Los Centauros fueron hijos de Ixión y de una nube, y hace mención dellos Ovidio, diciendo que los venció Theseo en las
bodas de Piritoo y Hyppodamia, y que son unos animales medio hombres y medio caballos ligerísimos e invencibles, y
lujuriosísimos.

DECLARACIÓN HISTÓRICA

Todo esto es fictión, que no hay tales animales, ni pudieran estar dos formas tan diversas juntamente […] Palefacto dice
que si estos animales en algún tiempo hubieran sido, que también los hubiera agora, y que la verdad histórica es que en
tiempo de Ixión, en el monte Pelio, de Thesalia, había tanta abundancia de toros que echaban a perder los fructos y
sembrados; y para remediar este daño, mandó Ixión pregonar que quien los matase o de allí los echase, les daría grandes
premios. Vinieron cien mozos de a caballo, habitadores de un lugar montuoso, llamado Nube. Por este número los
llamaron Centauros, de ciento que acudieron, y de Tauro, que es toro, o de ciento, que es ciento, y Arios, que en griego
significa Marte, y quiere decir cien Martes o peleadores o guerreros, los cuales se ensoberbecieron tanto por la ligereza
de los caballos que dieron en hacer grandes daños en la comarca, y aun contra el mismo Ixión. Y como siendo malos y
soberbios quisiesen en las bodas de Piritoo hurtar la esposa, no pudieron porque fueron vencidos de Theseo, que dijeron
Hércules; y como yendo huyendo veían las ancas del caballo y lo demás de allí arriba de hombre, parecíanles ser todo una
pieza. Y como éstos, por orden de Ixión, vinieron del monte llamado Nube, se dio lugar a la fábula de que fuesen hijos de
Ixión, nacidos de la nube. Otros escriben que se dijeron Centauros, Quasi Gentauri, como quien dijese engendrados en el
aire, porque así como el viento velozmente vuela, así parecía en su correr volar, o porque fingieron haberse engendrado
en el aire del abrazamiento que Ixión tuvo con la nube, creyendo ser Iuno. Algunos tuvieron ser éstos los primeros que en
Thesalia domaron caballos y fueron famosos jinetes.

APLICACIÓN MORAL

Los antiguos fingieron estos Centauros para denotar por ellos la brevedad de la vida y la brutalidad de algunos hombres.
La parte de la cinta arriba, que es figura de hombre, denota la vida humana, y el caballo ligero sobre que va, que es la
parte de medio abajo, denota la ligereza con que corremos a la muerte; y por esto mismo dijeron que eran animales
ligerísimos, porque no hay águila que con más velocidad vuele que nuestra vida. Decir que son invencibles es porque no
hay poder ni señoría que haga detener este curso de la vida, para que deje siempre comiendo o dormiendo, de caminar
hacia la muerte. En decir que estos animales eran lujuriosos, quisieron dar a entender haber hombres medio brutos
entregados a sus vicios y sensualidades, regidos por el apetito y no por razón, que teniendo figuras de hombres viven
como animales, rendidos a la sucia lujuria, a quien de tropel acompañan todos los otros vicios (1995:462-464).

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