Sistemas Del Cuerpo
Sistemas Del Cuerpo
Sistemas Del Cuerpo
El sistema muscular del ser humano es vasto y complejo, constituyendo el 40% del peso
de un adulto, generando además la mayor parte de su calor corporal. Junto con el sistema
óseo (huesos) y el articular (articulaciones), constituye el llamado sistema locomotor,
encargado de los movimientos y desplazamientos del cuerpo.
Los músculos que componen este sistema están compuestos a su vez por células con alto
nivel de especificidad, lo cual les confiere propiedades puntuales como la elasticidad. Estas
células, llamadas miocitos, pueden someterse a estiramientos y compresiones intensas sin
poner en riesgo (hasta cierto punto) su constitución. Por ello las fibras musculares son tan
resistentes y elásticas.
Los músculos, además, excitables eléctricamente, y es así como el sistema nervioso los
controla.
El sistema muscular es vital para el organismo, ya que se ocupa de mantener las cosas en
movimiento. Por ejemplo, el corazón es un órgano que no puede cesar de bombear sangre,
pues nos ocasionaría la muerte.
Por ende, sus músculos deben ser fuertes y estar diseñados para el ejercicio continuo. Del
mismo modo, los movimientos digestivos, desde la tráquea a los intestinos, son
responsabilidad muscular, o los respiratorios.
Incluso gestos tan simples como mover nuestros ojos o sonreír, se deben a la acción puntual
de algún conjunto de músculos del cuerpo.
- Fuente: https://concepto.de/sistema-muscular/
Huesos. Estructuras rígidas, mineralizadas a partir de calcio y otros metales, son las
partes más duras y resistentes del cuerpo humano y de los animales vertebrados. En
su interior, además, se halla la médula que cumple con funciones hematopoyéticas
(se crean los glóbulos rojos sanguíneos).
Cartílagos. Los cartílagos se encuentran en los extremos de los huesos,
protegiéndolos al servirles de amortiguación, para que uno no choque con otro,
evitando así el desgaste. Se trata de estructuras flexibles y gruesas, compuestas
principalmente de colágeno.
Ligamentos. Tejidos fibrosos muy resistentes, densos y elásticos, que unen los
huesos entre sí en los puntos de rotación que son las articulaciones. Así, es vital
para el movimiento, pero también para evitar que los huesos se salgan de su lugar o
se muevan antinaturalmente.
Tendones. Así como los ligamentos, se trata de tejidos fibrosos gruesos y elásticos,
que unen la musculatura a las piezas rígidas de los huesos, permitiendo que la
fuerza de las células musculares se transmita a los huesos y posibilitando así el
movimiento voluntario.
- Fuente: https://concepto.de/sistema-oseo/
Sistema nervioso
De esta manera, es posible que los seres humanos y otros animales puedan coordinar sus movimientos o respuestas tanto
conscientes como reflejas.
Sistema nervioso somático (SNS): comprende tres tipos de nervios que son los nervios sensitivos, los nervios
motores y los nervios mixtos.
Sistema nervioso vegetativo o autónomo (SNA): incluye el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso
parasimpático.
Mapa conceptual del sistema nervioso
A continuación se presenta un mapa conceptual en el cual se aprecia la estructura del sistema nervioso.
El sistema endocrino es un conjunto de glándulas cuya función especial es la producción y secreción de sustancias llamadas hormonas que
entran directamente en la circulación o corriente sanguínea. Al ser transportadas por la circulación, las hormonas llegan hasta los tejidos
donde harán su efecto (comúnmente denominados tejidos u órganos blanco o diana) donde actúan sobre ellos para regular y modificar sus
funciones.
Las hormonas tienen funciones específicas tales como regular el crecimiento, el metabolismo, la temperatura y el desarrollo de los órganos
reproductivos. Así como el sistema nervioso, el sistema endocrino trabaja como una vía de señalización, aunque las hormonas tienen una
acción más lenta que los impulsos nerviosos, y pueden tardar típicamente desde algunas horas hasta algunas semanas.
El principal centro de control de los órganos del sistema endocrino es el hipotálamo en el cerebro. Todas las señales del hipotálamo llegan a
la hipófisis (glándula pituitaria), la cual en respuesta secreta sus propias hormonas que afectan prácticamente a todas las glándulas del cuerpo
humano, razón por la cual a veces se conoce como la “glándula maestra”. Se puede entender entonces al sistema endocrino como un bucle
que empieza con el hipotálamo, continúa en la hipófisis, continúa en las glándulas endocrinas del cuerpo (por ejemplo, la glándula tiroides),
las cuales a su vez informan al hipotálamo sobre su función, y completan el bucle. La rama de la medicina que se encarga del estudio del
sistema endocrino es la Endocrinología.
Este artículo hablará sobre la anatomía y la función del sistema endocrino humano.
Cuestionario de la tabla
Definición y funciones Sistema de glándulas que secretan hormonas y regulan las funciones de los órganos del cuerpo
Glándulas Hipotálamo, hipófisis (glándula pituitaria), glándula pineal, glándula tiroides,glándulas paratiroides,
glándulas suprarrenales, gónadas (testículos y ovarios)
Contenidos
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Antes de presentarte a cada una de las principales glándulas endocrinas, veamos rápidamente los mecanismos de función del sistema
endocrino en general.
Hipotálamo
Hipófisis
Glándulas periféricas
Estos tres componentes constituyen lo que se conoce como el eje hipotálamo-hipofisario-glandular.
Hormonas
Hypothalamophypophyseal tract
Tractus hypothalamohypophysialis
El hipotálamo tiene numerosos receptores que le permiten detectar varios parámetros tales como los niveles de electrolitos en la sangre y
los niveles hormonales. Por ejemplo, si los niveles de cierta hormona están bajos, el hipotálamo entonces liberará hormonas que
estimulan la secreción de la hormona que está en bajos niveles. La mayoría de las hormonas del hipotálamo se conocen como hormonas
liberadoras y llegan hacia el lóbulo anterior de la hipófisis (adenohipófisis). Sin embargo, existen dos excepciones, las neurohormonas
oxitocina y vasopresina (hormona antidiurética). En lugar de llegar al lóbulo anterior de la hipófisis, estas dos llegan al lóbulo posterior
(neurohipófisis).
De cualquier modo, las hormonas liberadas por el hipotálamo estimulan a la adenohipófisis para liberar (observa la conexión, liberación-
liberación) su propio conjunto de hormonas, llamadas hormonas estimulantes. Las hormonas estimulantes hacen justamente eso -
estimulan a las glándulas periféricas para producir sus propias hormonas. Una vez que cierta glándula periférica ha producido una
cantidad suficiente de sus propias hormonas, el hipotálamo detecta estos niveles y deja de producir la hormona liberadora
correspondiente. Esto detiene el ciclo de producción hormonal, evitando llegar a niveles hormonales patológicamente elevados. Claro que
esto último ocurre solamente hasta que los niveles de la hormona periférica vuelven a disminuir, lo que activa nuevamente al hipotálamo
para reiniciar el ciclo. Este mecanismo en el que la concentración elevada de una hormona inhibe la liberación de su propio estimulante
se denomina “sistema de retroalimentación negativa”.
En el caso de los vasos sanguíneos estos pueden clasificarse en arterias elásticas, arteriolas, arterias
musculares, capilares, venas y vénulas.
A través de sus funciones, el sistema cardiovascular hace que las células reciban nutrientes y otras
sustancias. Por otra parte, los componentes del sistema se encargan de recolectar los residuos del
metabolismo que más tarde se eliminan a través del aire expulsado durante la respiración y de la orina.
No menos importante es determinar que en el proceso de trabajo del sistema cardiovascular se convierten en
elementos básicos y escenarios fundamentales tres capas:
Interna. Esta es la que se conoce por el nombre de endocardio en lo que es el corazón e íntima en los vasos
sanguíneos. Ejerce básicamente como unidad metabólica.
Externa. Adventicia es el nombre que tiene en los mencionados vasos sanguíneos mientras que en el corazón
es llamada epicardio.
Es posible dividir la circulación de la sangre en dos grandes ciclos: la circulación mayor, general o
sistemática y la circulación menor, central o pulmonar. La circulación mayor se inicia en el ventrículo del
corazón que está situado en el lado izquierdo, pasa por la arteria aorta y las ramas arteriales y llega al sistema
capilar, en el que desemboca en una de las venas cavas para regresar oxigenada al corazón.
La circulación menor, por su parte, comienza en el ventrículo derecho, atraviesa la arteria pulmonar, se
oxigena en los capilares alveolares y regresa al corazón a través de las venas pulmonares.
El circuito completo del sistema cardiovascular, por lo tanto, empieza en el ventrículo izquierdo y recorre la
arteria aorta; las arterias y los capitales sistémicos; las venas cavas; la aurícula derecha; el ventrículo
derecho; la arteria pulmonar; las arterias y los capilares pulmonares; las venas pulmonares; la aurícula
izquierda; y regresa al ventrículo izquierdo.
Además de todo lo expuesto hay que subrayar también que existe un amplio número de enfermedades que
afectan al sistema cardiovascular. Entre ellas destaca, por ejemplo, el infarto agudo de miocardio que es
comúnmente conocido como ataque de corazón.
No obstante, entre las más frecuentes patologías que afectan a dicho sistema se encuentran también la
angina, la apoplejía, la ateroesclerosis, la insuficiencia cardíaca congestiva o el aneurisma. Este consiste en
un dilatación de uno de los vasos sanguíneos que se produce como consecuencia de un debilitamiento de lo
que es la pared vascular.
El oxígeno del aire es absorbido por el torrente sanguíneo a través de los pulmones. Cuando llega a los pulmones empieza la función del
aparato cardiovascular, ya que es ahí donde la sangre no oxigenada se oxigena y regresa al corazón. Es entonces cuando en el sistema
cardiovascular el corazón bombea la sangre rica en oxígeno ('oxigenada') y en cada latido la hace fluir a través de una red de vasos
sanguíneos - las arterias – y ramas hasta llegar a los tejidos, incluyendo los órganos, músculos y nervios de todo el cuerpo.
Cuando en el sistema cardiovascular la sangre llega a los capilares en los tejidos se libera el oxígeno, que utilizan las células para
producir energía. Estas células liberan los productos de desecho, como el dióxido de carbono y agua, que son absorbidos y transportados
por la sangre.
La sangre usada (o "desoxigenada") viaja entonces el sistema vascular a través de las venas y de regreso hacia el corazón. El corazón
bombea entonces la sangre desoxigenada de nuevo a los pulmones, desde donde se deshecha y se absorbe el oxígeno fresco, haciendo que
el ciclo del sistema cardiovascular comience nuevamente.
El sistema linfático es un complejo conjunto de órganos linfoides, tejidos, vasos y conductos, que se distribuyen por todo el
cuerpo, cuyas principales funciones son producir y madurar las células de defensa del organismo, además de drenar y filtrar
el exceso de líquido del cuerpo, encaminándolo para el torrente sanguíneo.
Esta captación de líquido, llamado linfa, ocurre a través de capilares, que son finos vasos que se comunican con las células
y, al alcanzar niveles más profundos del cuerpo, los capilares se convierten en vasos linfáticos más grandes. Durante la
circulación en los vasos linfáticos, la linfa pasa a través de órganos, como los ganglios, adenoides y bazo, responsables por
la producción, almacenamiento y maduración de las células del sistema inmune, tales como linfocitos, responsables por la
defensa y lucha contra microorganismos extraños.
1. Linfa
Es el líquido que fluye a través de la circulación linfática, generalmente, originado del extravasado del fluido del torrente
sanguíneo para el tejido alrededor de las células.
Función: el líquido fuera de los vasos es capaz de bañar las células, ofreciendo los nutrientes necesarios, pero al ser
captado por el torrente linfático, se transforma en linfa, la cual es transportada para el corazón, con la finalidad de retornar
para el torrente sanguíneo.
4. Órganos linfáticos
Son órganos distribuidos a lo largo del trayecto de los vasos linfáticos, los cuales presentan diversos tamaños, estructuras y
funciones, que pueden ser estimulados siempre que haya una infección o inflamación. Los principales son:
Médula ósea: es una estructura localizada dentro de ciertos huesos, los cuales tienen la función de formar
diversas células que componen la circulación del cuerpo, incluyendo los linfocitos, que son las células de defensa del
sistema linfático.
Timo: es una glándula localizada en la parte superior del tórax, que tiene la función de desarrollar y proliferar los
linfocitos T procedentes de la médula ósea para luego dirigirse a otros tejidos linfoides, donde se vuelven activos para
la respuesta inmune.
Ganglios: son pequeños órganos redondeados que se encuentran distribuidos a lo largo de los vasos linfáticos,
responsables por filtrar la linfa, removiendo microorganismos, como bacterias y virus y otras partículas de la circulación,
además de ser responsables de la maduración y almacenamiento de ciertos linfocitos, los cuales están listos para
actuar contra infecciones.
Bazo: es un órgano linfático situado en la parte superior izquierda del abdomen, responsable por el
almacenamiento y maduración de linfocitos, además de filtrar la sangre, eliminando microorganismos y células
envejecidas.
Además de eso, existen las amígdalas y las adenoides, que son aglomerados de nódulos linfáticos situados en la boca,
región inferior de la lengua y faringe, además de las placas de Peyer, las cuales están situadas en el intestino y también son
responsables por producir células del sistema inmune y de ayudar en la protección contra microorganismos.
Enfermedades principales
Algunas de las principales enfermedades que pueden afectar al sistema linfático son:
Malformaciones del sistema linfático: pueden ocurrir alteraciones de los vasos o ganglios linfáticos causadas,
generalmente, por enfermedades genéticas.
Filariasis: también conocida como elefantiasis, es una enfermedad infecciosa causada por un parásito
transmitido por mosquitos, los cuales ocupan y obstruyen los vasos y ganglios linfáticos, causando hinchazón del
miembro afectado. Conozca más sobre los síntomas y tratamiento para la elefantiasis.
Lesiones en la circulación linfática: pueden ser causadas por golpes, procedimientos quirúrgicos o tratamiento,
como radioterapia contra el cáncer, causando alteraciones en la capacidad de drenar la linfa. Esta situación es
particularmente frecuente en el caso de mujeres que pasaron por tratamiento contra el cáncer de mama, ya que puede
ser necesario retirar los ganglios linfáticos de la región de la axila.
Cáncer: puede causar compromiso de la circulación linfática por alcanzar sus vasos y órganos, como el linfoma o
por la metástasis o crecimiento de tumores, como de mama, abdominales o cabeza y cuello, por ejemplo. Conozca qué
puede causar cáncer linfático.
Al perjudicar la correcta circulación de linfa para el torrente sanguíneo, estas enfermedades dan origen al linfedema, que es
la hinchazón en el cuerpo producido por la acumulación de linfa y líquido en los tejidos del cuerpo.
Bronquitis
La bronquitis tiene lugar cuando los bronquios sufren una inflamación, la cual puede ocurrir a raíz de
una infección viral o bacteriana, entre otras causas. Es posible distinguir entre bronquitis aguda y crónica, de
corta y larga duración respectivamente.
Algunos de los síntomas de la bronquitis son la tos con mucosidad (a veces con sangre), la obstrucción de los
alveolos, sibilancias y dificultad para respirar. Además, esta enfermedad afecta el humor y el ánimo de
quienes la padecen, por lo cual suelen atravesar un malestar general.
Rinofaringitis
Es una enfermedad infecciosa que afecta el sistema respiratorio y suele confundirse con un catarro normal,
ya que comparten ciertos síntomas, como ser el dolor de garganta, la congestión y la tos. Sin embargo, se
diferencia principalmente por la gravedad de la inflamación de las vías aéreas, mayor en este caso, y porque
requiere de un reposo más extenso.
Además de los síntomas antes mencionados, también suele notarse la falta de energía, irritación en los ojos,
dificultad para hablar, dolor corporal generalizado y fiebre (durante los primeros días).
El intestino delgado tiene tres partes. La primera parte se llama duodeno. El yeyuno está en el medio y el íleon está al final. El intestino grueso
incluye el apéndice, el ciego, el colon y el recto. El apéndice es una bolsita con forma de dedo unida al ciego. El ciego es la primera parte del
intestino grueso. El colon es el siguiente. El recto es el final del intestino grueso.
El aparato digestivo
Las bacterias en el tracto gastrointestinal, también llamadas flora intestinal o microbiota, ayudan con la digestión. Partes de los sistemas
nerviosos y circulatorios también ayudan. Trabajando juntos, los nervios, las hormonas, las bacterias, la sangre y los órganos del aparato
digestivo digieren los alimentos y líquidos que una persona come o bebe cada día.
descompone químicamente los nutrientes en partes lo suficientemente pequeñas como para que el cuerpo pueda absorber los nutrientes y
usarlos para la energía, crecimiento y reparación de las células.
Este sistema es distinto entre seres humanos masculinos y femeninos, dado que cada uno de ellos cumple un rol distinto en
las etapas del proceso sexual.
La reproducción es una de las funciones elementales de todos los seres vivos, que permite continuar la especie más
allá de la vida de los individuos.
En el caso de los animales superiores, como el ser humano, este proceso se lleva a cabo sexualmente, vale decir,
involucrando a dos seres distintos que otorgan en el proceso la mitad de su carga genética para la construcción de
uno completamente nuevo.
La reproducción humana
La reproducción humana es un proceso de intercambio genético.
La reproducción de la especie humana es el proceso que va desde la cópula o la unión sexual de dos individuos y el
nacimiento de un individuo nuevo, luego de una etapa de gestación que normalmente dura nueve meses.
Se trata de un proceso de intercambio genético en el que los progenitores depositan la mitad de su carga genética y, a
través de una combinatoria al azar, generan uno nuevo, heredero de ambos.
Además, intervienen en el proceso las glándulas sexuales, conocidas como gónadas y ubicadas también en los
genitales, encargadas de producir las hormonas que regulan la función sexual y los procesos inconscientes de la misma, así
como la segregación del semen y los espermatozoides (hombre) y los óvulos (mujer), células destinadas a la producción
conjunta de un nuevo individuo.
Estos órganos todos se ubican en el bajo vientre del cuerpo humano. Tienen una importancia psicológica y cultural en
la civilización humana que ha conducido al tabú, es decir, a ser partes corporales “prohibidas” y que deben ocultarse de la
vista de los demás.
Pene. Órgano con forma tubular que sirve para penetrar dentro del aparato femenino y depositar allí el contenido
seminal con las células fecundadoras (espermatozoides).
Testículos. Órgano doble ubicado en un saco colgante debajo del pene, y se encargan de producir las sustancias
y las hormonas necesarias para la reproducción.
Próstata. Órgano interno, a diferencia de los dos anteriores, a donde envían los testículos los espermatozoides
para su preparación antes de ser expulsados por el pene. Se ocupa de generar diversas hormonas también.
Conductos seminales. La serie de conexiones entre los órganos que generan el semen y los conductos por los
que sale.
Conductos eyaculatorios. Las vías por donde el semen es expulsado fuera del cuerpo.
El aparato reproductor femenino es interno, a diferencia del masculino, y comprende los siguientes órganos y conductos:
Ovarios. Órganos que producen las hormonas femeninas y en donde se gestan los óvulos, células sexuales
femeninas, que luego descenderán al útero a esperar ser fecundados.
Trompas de Falopio. Son los conductos que conducen de los ovarios al útero, por donde descienden los óvulos.
Útero. El espacio en donde los óvulos esperan a la llegada de los espermatozoides para ser fecundados y,
entonces, adherirse a las paredes del óvulo y convertirse en un cigoto (óvulo fecundado).
Vagina. El conducto por el cual ingresa el pene al interior del cuerpo femenino durante el coito, y que conduce al
útero.
El coito
El coito humano consiste en la excitación sexual de los individuos, que se preparan psicológica, emocional y
corporalmente para ello. Para eso son necesarios factores culturales, rituales y psicológicos, además de los corporales, como
la erección del pene (a través del llenado de sangre de sus cavidades) y la lubricación del conducto vaginal.
Posteriormente, la unión de los órganos sexuales se produce, permitiendo el ingreso del pene en la vagina y la
estimulación recíproca de los nervios involucrados que, eventualmente, conducen al orgasmo: una sensación extática y
placentera que desencadena la eyaculación masculina, depositando el semen lleno de espermatozoides en el interior del
útero.
La fecundación
La fecundación ocurre cuando el espermatozoide penetra la barrera del óvulo.
La fecundación ocurre cuando existe un óvulo disponible y a la espera, en el útero femenino, y éste último es
inundado por el semen masculino que contiene espermatozoides.
Uno de éstos, como mínimo, logra alcanzar y penetrar la barrera celular del óvulo, deslizando hacia adentro su
contenido genético y fusionándose con éste. Entonces, ya no habrá dos células sexuales distintas, sino una célula
fecundada, que se llamará cigoto.
El embarazo o gestación
La formación del cigoto requiere miles de millones de células hiper especializadas.
El cigoto u óvulo fecundado empezará a multiplicarse aceleradamente a lo largo de los nueve meses de gestación,
para ir gradualmente alcanzando el nivel de complejidad necesario para constituir los distintos tejidos de un nuevo cuerpo
humano.
Esto requiere miles de millones de células hiper especializadas constituyendo los distintos órganos nuevos del cuerpo
joven del que entonces empezará a ser un feto, cada vez con más forma humana definida.
El parto
Una vez transcurrida la gestación, un nuevo individuo ya listo para existir de manera independiente estará alojado
en el útero materno, y deberá salir por el canal de parto de la vagina.
A este proceso se le llama parto, y suele empezar en algún momento determinado cercano al cumplimiento de los nueve
meses de embarazo.
El sistema reproductor humano es vital para la existencia de la especie y es el resultado de miles de millones de años
de evolución animal.
Patologías del sistema reproductor
Existe la posibilidad de que los órganos del sistema reproductor sufran enfermedades, atrofias o problemas puntuales que
impidan su funcionamiento, tales como:
Infertilidad. Ocurre cuando las células sexuales son defectuosas y no logran fecundar o ser fecundadas, o una
vez fecundadas no logren fijarse correctamente en la matriz del útero.
Impotencia o frigidez. Se llama así a la incapacidad del aparato reproductor masculino o femenino,
respectivamente, para alcanzar las condiciones necesarias para el coito: en el caso del hombre, alcanzar la
erección o sostenerla el tiempo suficiente para el coito; y en el de la mujer, alcanzar la lubricación necesaria para
que el ingreso del pene no sea traumático y doloroso.
Infecciones de transmisión sexual. Existen diversas infecciones de transmisión sexual que aquejan a los
órganos reproductivos y pueden eventualmente impedir su correcto funcionamiento, como son el VPH (Virus del
Papiloma Humano), la Sífilis, la Gonorrea, etc.
El sistema endocrino, también llamado sistema de glándulas de secreción interna, es el conjunto de órganos y tejidos del organismo, que
segregan un tipo de sustancias llamadas hormonas. Las hormonas, también conocidas como mensajeros químicos, son liberadas al torrente
sanguíneo y regulan algunas de las funciones del cuerpo en puntos muy alejados de donde son producidas, una vez capturadas por el
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receptor específico, conocido como célula/receptor blanco. Es un sistema de señales que guarda algunas similitudes con el sistema
nervioso, pero en lugar de utilizar impulsos eléctricos a distancia, funciona exclusivamente por medio de sustancias (señales químicas) que
se liberan a la sangre. Las hormonas regulan muchas funciones en el organismo, incluyendo entre otras la velocidad de crecimiento, la
actividad de los tejidos, el metabolismo, el desarrollo y funcionamiento de los órganos sexuales y algunos aspectos de la conducta. El sistema
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endocrino actúa como una red de comunicación celular que responde a los estímulos liberando hormonas. La endocrinología es la ciencia
que estudia las glándulas endocrinas, las sustancias hormonales que producen estas glándulas, sus efectos fisiológicos, y las enfermedades
provocadas por alteraciones de su función.