Examen 116
Examen 116
Examen 116
publicación el año pasado. La edición más reciente del DLE, la 23. The New York Times en
Español conversó con el director de la academia española y presidente de la ASALE, Darío
Villanueva, quien respondió a preguntas que nuestros lectores nos enviaron, así como a qué
nuevas palabras pueden incluirse en el diccionario, qué sucede con la tilde en el adverbio «solo»
y cuál es el mayor riesgo para nuestro idioma. Continuamente estamos registrando las palabras
que van apareciendo a través de una gran base de datos, el Corpus del Español del Siglo XXI.
Todo lo que tiene que ver con la lengua es materia muy sensible porque los ciudadanos nos
sentimos dueños de nuestro idioma y realmente lo somos.
En primer lugar, no es obligatorio usar esa expresión, pero existe y el diccionario recoge lo que
existe y no lo puede censurar. La expresión de la que hablamos no fue inventada por las
academias, en lo personal no la usaré jamás y creo que la mayoría de los académicos tampoco.
Se espera que en diciembre se dé a conocer.
¿Qué decirle a la gente que sigue pensando que España es el lugar desde
el que se decide el español que se hablará en América Latina?
La RAE trabaja con la ASALE y con la Academia Mexicana de la Lengua, con la que tenemos un
contacto intensísimo. La palabra «amigovio» así como «marinovio» son dos creaciones
americanas que son palabras perfectamente admisibles, están muy bien construidas. Los
idiomas están continuamente en ebullición, están creando palabras continuamente. No es que
nosotros las hayamos autorizado, sino que simplemente las recogemos y nos sentimos muy
orgullosos de poner en el diccionario creaciones tan ingeniosas, tan expresivas.
Que mantengamos palabras como «asín», un arcaismo que figura en el diccionario es porque
este pretende ser útil para la comprensión de textos desde 1500 hasta ahora, por lo tanto hay
palabras que no se usan, pero que están recogidas para que alguien que lea un texto de 1560
que se encuentre con esa palabra tenga respuesta.