Cheryl Clarke - Lesbianismo Un Acto de Resistencia

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Asi como la fundación del capitalismo occidental de-

pendió del tráfico de esclavos en el Atlántico Norte, el


sistema de dominación patriarcal se sostiene por la su-
jeción de las mujeres a través de una heterosexualidad
obligada. Así es que los patriarcas tienen que abalar la
pareja del muchacho-muchacha como algo "natural"
para mantener a las mujeres (y a los hombres) hetero-
sexuales y obedientes de la misma manera que el euro-
peo tuvo que alabar la superioridad caucásica para jus-
tificar la esclavitud de los africanos. Frente a ese tras-
fondo, la mujer que elige ser lesbiana vive peligrosa-
mente.

Asi como la fundación del capitalismo occidental de-


pendió del tráfico de esclavos en el Atlántico Norte, el
sistema de dominación patriarcal se sostiene por la su-
jeción de las mujeres a través de una heterosexualidad
obligada. Así es que los patriarcas tienen que abalar la
pareja del muchacho-muchacha como algo "natural"
para mantener a las mujeres (y a los hombres) hetero-
sexuales y obedientes de la misma manera que el euro-
peo tuvo que alabar la superioridad caucásica para jus-
tificar la esclavitud de los africanos. Frente a ese tras-
fondo, la mujer que elige ser lesbiana vive peligrosa-
mente.
fotocopia, difundí, circula!
La propiedad intelectual es un robo
ANTICOPYRIGHT-ANTICOMERCIAL
Arma tus propios libros!
Autonomía feminista!

fotocopia, difundí, circula!


La propiedad intelectual es un robo
ANTICOPYRIGHT-ANTICOMERCIAL
Arma tus propios libros!
Autonomía feminista!
La afro-estadunidense Cheryl Clarke há sido una
editora de Conditions, uma revista feminista de
Nueva Yorke. Ella es la autora de los libros de
poesía Narratives: Poems in the Tradition of Black
Women (Narrativas: Poemas en la Tradición de
las Negras, New York: Kitchen Table/Women of
Color Press, 1983) y Living as a Lesbian (Vivien-
do como lesbiana, Ithaca , NY: Firebrand Books,
1986). Recientemente ha terminado un libro de
poemas narrativos titulado Scarred Rocks (Rocas
cicatrizadas). Actualmente es profesora en la Uni-
versidad de Rutgers, New Jersey.

La afro-estadunidense Cheryl Clarke há sido una


editora de Conditions, uma revista feminista de
Nueva Yorke. Ella es la autora de los libros de
poesía Narratives: Poems in the Tradition of Black
Women (Narrativas: Poemas en la Tradición de
las Negras, New York: Kitchen Table/Women of
Color Press, 1983) y Living as a Lesbian (Vivien-
do como lesbiana, Ithaca , NY: Firebrand Books,
1986). Recientemente ha terminado un libro de
poemas narrativos titulado Scarred Rocks (Rocas
cicatrizadas). Actualmente es profesora en la Uni-
versidad de Rutgers, New Jersey.
El Lesbianismo: Un acto de Resistencia

Cheryl Clarke

Ser lesbiana en una cultura tan supremacista—


machista, capitalista, misógina, racista, homofó-
bica e imperialista como la de los Estados Uni-
dos, es un acto de resistencia—una resistencia
que debe ser acogida a través del mundo por
todas las fuerzas progresistas. No importa como
una mujer viva su lesbianismo – en el closet, en
la legislatura del estado, o en la recámara. Ella se
ha rebelado contra su prostitución al amo escla-
vista, ésta corresponde a la hembra heterosexual
que depende del hombre. Esta rebelión es un
negocio peligroso en el patriarcado. Los hombres
de todos los niveles privilegiados, de todas las
clases y colores poseen el poder de actuar legal,
moral, y/o violentamente cuando no pueden co-
lonizar a las mujeres, cuando no pueden limitar
nuestras prerrogativas sexuales, productivas,
reproductivas, y nuestras energías. La lesbiana
— esa mujer “que ha tomado a una mujer como
amante‖[1] — ha logrado resistir elimperialismo Difusion Heretica
del amo en esa esfera de su vida. La lesbiana ha ediciones lesbofeministas
descolonizado su cuerpo. Ella ha rechazado una independientes
1

El Lesbianismo: Un acto de Resistencia

Cheryl Clarke

Ser lesbiana en una cultura tan supremacista—


machista, capitalista, misógina, racista, homofó-
bica e imperialista como la de los Estados Uni-
dos, es un acto de resistencia—una resistencia
que debe ser acogida a través del mundo por
todas las fuerzas progresistas. No importa como
una mujer viva su lesbianismo – en el closet, en
la legislatura del estado, o en la recámara. Ella se
ha rebelado contra su prostitución al amo escla-
vista, ésta corresponde a la hembra heterosexual
que depende del hombre. Esta rebelión es un
negocio peligroso en el patriarcado. Los hombres
de todos los niveles privilegiados, de todas las
clases y colores poseen el poder de actuar legal,
moral, y/o violentamente cuando no pueden co-
lonizar a las mujeres, cuando no pueden limitar
nuestras prerrogativas sexuales, productivas,
reproductivas, y nuestras energías. La lesbiana
— esa mujer “que ha tomado a una mujer como
amante‖[1] — ha logrado resistir elimperialismo Difusion Heretica
del amo en esa esfera de su vida. La lesbiana ha ediciones lesbofeministas
descolonizado su cuerpo. Ella ha rechazado una independientes
1
El texto de esta edición fue sacado del libro “Esta vida de servidumbre que es implícita en las rela-
Puente, Mi espalda - Voces de las tercermundistas en
ciones heterosexistas/heterosexuales Occidenta-
los Estados Unidos" [This Bridge Called my Back:
Voices of Third World Women in United States], orga- les y ha aceptado el potencial de la mutualidad
nizado e traduzido por Cherríe Moraga & Ana Castillo; en una relación lésbica—no obstante los pape-
ISM Press, São Francisco-USA, 1988. les.1
Edición: noviembre de 2012.
Históricamente, la cultura occidental ha llegado
a identificar a las lesbianas como mujeres que, a
través del tiempo, tienen una serie y variedad de
Softwares usados: Free OCR para reconocimiento de
caracteres, GIMP para edición de imagen, libre office relaciones Sexuales/Sentimentales con mujeres.
para armar la edición con el escrito, PDF Booklet para Yo misma identifico a una mujer como lesbiana
organizar los libretos en A6. Softwares libres o pira- cuando ella dice que es lesbiana. El lesbianismo
teados. Abajo a las tecnologías autoritárias y
es un reconocimiento, un despertar, un redesper-
Micro$oft Bullshit.
tar de la pasión de las mujeres por las mujeres.
Las mujeres, a través de las épocas, han pcluado
y han muerto antes que negar esa pasión.
Escribí a apoiamutua@riseup.net.

La síntesis reciente que se desarrolla del lesbia-


nismo y el feminismo — dos ideologías centradas
e impulsadas por mujeres—intenta acabar con el

1
Se refiere a los papeles masculino/feminino o “butch”
/ “femme” que las lesbianas as veces toman y que
parecen reflejar los papeles tradicionales de hom-
bre/mujer en la relación heterosexual. [Nota de la
edición original]

El texto de esta edición fue sacado del libro “Esta vida de servidumbre que es implícita en las rela-
Puente, Mi espalda - Voces de las tercermundistas en
ciones heterosexistas/heterosexuales Occidenta-
los Estados Unidos" [This Bridge Called my Back:
Voices of Third World Women in United States], orga- les y ha aceptado el potencial de la mutualidad
nizado e traduzido por Cherríe Moraga & Ana Castillo; en una relación lésbica—no obstante los pape-
ISM Press, São Francisco-USA, 1988. les.1
Edición: noviembre de 2012.
Históricamente, la cultura occidental ha llegado
a identificar a las lesbianas como mujeres que, a
través del tiempo, tienen una serie y variedad de
Softwares usados: Free OCR para reconocimiento de
caracteres, GIMP para edición de imagen, libre office relaciones Sexuales/Sentimentales con mujeres.
para armar la edición con el escrito, PDF Booklet para Yo misma identifico a una mujer como lesbiana
organizar los libretos en A6. Softwares libres o pira- cuando ella dice que es lesbiana. El lesbianismo
teados. Abajo a las tecnologías autoritárias y es un reconocimiento, un despertar, un redesper-
Micro$oft Bullshit.
tar de la pasión de las mujeres por las mujeres.
Las mujeres, a través de las épocas, han pcluado
y han muerto antes que negar esa pasión.
Escribí a apoiamutua@riseup.net.

La síntesis reciente que se desarrolla del lesbia-


nismo y el feminismo — dos ideologías centradas
e impulsadas por mujeres—intenta acabar con el

1
Se refiere a los papeles masculino/feminino o “butch”
/ “femme” que las lesbianas as veces toman y que
parecen reflejar los papeles tradicionales de hom-
bre/mujer en la relación heterosexual. [Nota de la
edición original]

2
misterio y silencio que rodea al lesbianismo. El Towards Afro-/imerican Liberation (Desde el pueblo:
análisis que sigue se ofrece como una incisión ensayos políticos y sociales para la liberación afroa-
pequeña contra esa piedra de silencio y secretos. mericana), Boston: South End Press, 1980, p. 107.
Dedicó esta obra a todas las mujeres ocultadas 3. Audre Lorde, "Se×iSm: An American Disease in
B|ackface'‛ (‗‛El sexismo: una enfermedad americana
por la historia cuyo sufrimiento y triunfo han
con máscara negra"), Sister Outsider: Essays and
hecho posible que yo pueda decir mi nombre en Speeches (Hermana fuereña: Ensayos y discursos)
voz alta.2 Trumansburg, NY: The Crossing Press, 1984, p. 64.
4. Elly Bulkín, "Hard Ground: Jewish identity, Rac-
§ ism, and Anti―Semitism" ("Tierra dura: La identidad
judía, el racismo, y el antisemitismo"), en E. Bulkin,
No hay un solo tipo de lesbiana, no hay un solo M. P. Pratt, B. Smith, eds., Yours in Struggle: Three
tipo de comportamiento lésbico, y no hay solo un Feminist Perspectives on Anti-Semitism and Racism
tipo de relación lésbica. Igualmente, no hay sólo (Contigo en la lucha: tres perspectivas feministas
un tipo de respuesta a las presiones que las muje- sobre el antisemitismo y el racismo), Ithaca, NY:
Firebrand Books, 1984, p.146.
res sufren para vivir como lesbianas. Una visibi-
lidad lésbica más grande en la sociedad no quiere
decir que todas las mujeres que están

2
“En particular quiero darle mi agradecimiento a la
‘Declaración de la Colectiva Rio Combahee’. Este do-
cumento se ha convertido en un manifiesto del pen-
samiento, acción y práctica radical feminista al adoptar
‘la lucha contra la opresión racial,, sexual, heterosexual
y clasista’”.

3 20

misterio y silencio que rodea al lesbianismo. El Towards Afro-/imerican Liberation (Desde el pueblo:
análisis que sigue se ofrece como una incisión ensayos políticos y sociales para la liberación afroa-
pequeña contra esa piedra de silencio y secretos. mericana), Boston: South End Press, 1980, p. 107.
Dedicó esta obra a todas las mujeres ocultadas 3. Audre Lorde, "Se×iSm: An American Disease in
B|ackface'‛ (‗‛El sexismo: una enfermedad americana
por la historia cuyo sufrimiento y triunfo han
con máscara negra"), Sister Outsider: Essays and
hecho posible que yo pueda decir mi nombre en Speeches (Hermana fuereña: Ensayos y discursos)
voz alta.2 Trumansburg, NY: The Crossing Press, 1984, p. 64.
4. Elly Bulkín, "Hard Ground: Jewish identity, Rac-
§ ism, and Anti―Semitism" ("Tierra dura: La identidad
judía, el racismo, y el antisemitismo"), en E. Bulkin,
No hay un solo tipo de lesbiana, no hay un solo M. P. Pratt, B. Smith, eds., Yours in Struggle: Three
tipo de comportamiento lésbico, y no hay solo un Feminist Perspectives on Anti-Semitism and Racism
tipo de relación lésbica. Igualmente, no hay sólo (Contigo en la lucha: tres perspectivas feministas
un tipo de respuesta a las presiones que las muje- sobre el antisemitismo y el racismo), Ithaca, NY:
res sufren para vivir como lesbianas. Una visibi- Firebrand Books, 1984, p.146.
lidad lésbica más grande en la sociedad no quiere
decir que todas las mujeres que están

2
“En particular quiero darle mi agradecimiento a la
‘Declaración de la Colectiva Rio Combahee’. Este do-
cumento se ha convertido en un manifiesto del pen-
samiento, acción y práctica radical feminista al adoptar
‘la lucha contra la opresión racial,, sexual, heterosexual
y clasista’”.

3 20
envueltas con mujeres en relaciones sexuales-
Mientras mucha de la cercenadura y represión en sentimentales, se llamen lesbianas ni que se iden-
los Estados Unidos no tienen ―lesbiana‖ escrito tifiquen con una comunidad lésbica específica.
sobre ellas, sabemos que nos afectarán como
lesbianas, porque estamos en la resistencia. El predominio de la homofobia causa a muchas
Cuando a las mujeres, gente de color, trabajado- mujeres a que se relacionen con una comunidad
res, y revolucionarios se les ataca, se les ataca a específica como lesbianas y que ‛‛pasen" de hete-
las lesbianas. Así pues aun tenemos que luchar, y rosexuales mientras anden entre los ‗‛enemigos".
aun tenemos que educar. (Esconderse en el "closet" de la pretensión o pri-
vilegio heterosexual, sin embargo, no evita el
Es una de mis esperanzas como lesbiana— descubrimiento.) Otras pueden ser politicamente
feminista que más mujeres ahora y en el futuro, activas como lesbianas, pero aun temen expresar
debido a nuestra visibilidad, trabajo, y energía, abiertamente su lesbianismo mientras atraviesan
pongan más valor a sus relaciones con mujeres y territorio heterosexual. Después, hay las mujeres
elijan abiertamente al lesbianismo, como una que consistentemente se comprometen con rela-
política, como un modo de vida, como una filo- ciones sexuales―sentimentales con mujeres y se
sofía, y como un plan vital. ponen la etiqueta de "bisexual". (Bi-sexual es un
término más seguro que el de lesbiana porque
*** sugiere la posibilidad de una relación con un
Notas de referencia hombre.) Finalmente, hay la mujer que es una
lesbiana donde sea y dondequiera, que está en
1. ludy Cirahn, "The Common Woman", The Work
Ofa Common Woman (La obra de la mujer Común).
directa y constante confrontación con la preten-
Oakland, CA; Diana Press, 1978), p. 67. sión, privilegio, y opresión heterosexual.
2. Manning Marable, ‗‛The Cultural Dialectícs of
Vi0lence‛' ("La dialéctica cultural de la violencia"), Donde sea que nosotras como lesbianas nos en-
From the Grassroots: Social and Political Essays contremos a lo largo de este muy generalizado

19 4

envueltas con mujeres en relaciones sexuales-


Mientras mucha de la cercenadura y represión en sentimentales, se llamen lesbianas ni que se iden-
los Estados Unidos no tienen ―lesbiana‖ escrito tifiquen con una comunidad lésbica específica.
sobre ellas, sabemos que nos afectarán como
lesbianas, porque estamos en la resistencia. El predominio de la homofobia causa a muchas
Cuando a las mujeres, gente de color, trabajado- mujeres a que se relacionen con una comunidad
res, y revolucionarios se les ataca, se les ataca a específica como lesbianas y que ‛‛pasen" de hete-
las lesbianas. Así pues aun tenemos que luchar, y rosexuales mientras anden entre los ‗‛enemigos".
aun tenemos que educar. (Esconderse en el "closet" de la pretensión o pri-
vilegio heterosexual, sin embargo, no evita el
Es una de mis esperanzas como lesbiana— descubrimiento.) Otras pueden ser politicamente
feminista que más mujeres ahora y en el futuro, activas como lesbianas, pero aun temen expresar
debido a nuestra visibilidad, trabajo, y energía, abiertamente su lesbianismo mientras atraviesan
pongan más valor a sus relaciones con mujeres y territorio heterosexual. Después, hay las mujeres
elijan abiertamente al lesbianismo, como una que consistentemente se comprometen con rela-
política, como un modo de vida, como una filo- ciones sexuales―sentimentales con mujeres y se
sofía, y como un plan vital. ponen la etiqueta de "bisexual". (Bi-sexual es un
término más seguro que el de lesbiana porque
*** sugiere la posibilidad de una relación con un
Notas de referencia hombre.) Finalmente, hay la mujer que es una
lesbiana donde sea y dondequiera, que está en
1. ludy Cirahn, "The Common Woman", The Work
Ofa Common Woman (La obra de la mujer Común).
directa y constante confrontación con la preten-
Oakland, CA; Diana Press, 1978), p. 67. sión, privilegio, y opresión heterosexual.
2. Manning Marable, ‗‛The Cultural Dialectícs of
Vi0lence‛' ("La dialéctica cultural de la violencia"), Donde sea que nosotras como lesbianas nos en-
From the Grassroots: Social and Political Essays contremos a lo largo de este muy generalizado

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continuo político/social, tenemos que saber que considero la facilidad relativa con que yo pueda
la institución de la heterosexualidad es una cos- ser una lesbiana en los Estados Unidos como una
tumbre que difícilmente muere y que a través de libertad tenue. También estoy consciente de los
ella las instituciones de hombres supremacistas que no tienen las mismas alternativas que yo
aseguran su propia perpetuidad y control sobre tengo o que tienen que vivir esas alternativas en
nosotras. A las mujeres se les mantiene y contie- el closet. Esencialmente, mi trabajo y mis rela-
ne por medio del terror, la violencia y la rociada ciones son semejantes a Nicaragua — en peligro
de semen. Es provechoso para nuestros coloniza- de ser destruidos. Por cierto, la amenaza no es
dores confinar a nuestros cuerpos y alienarnos de tan inmediata ni mortal como los bombardeos
nuestros propios procesos vitales, así como fue aéreos por los contra-revolucionarios financiados
provechoso para los europeos esclavizar al afri- por los Estados Unidos, pero la amenaza preva-
cano y destruir toda memoria de previa libertad lece a pesar de todo. Recuerden la decisión de la
y autodeterminación— Margaret Walker y Alex Corte Suprema de los Estados Unidos en el 30 de
Haley, no obstante.3 junio de 1986 de mantener las leyes asignadas
por el estado contra la sodomía (Bower vs.
Asi como la fundación del capitalismo occidental Hardwick).5
dependió del tráfico de esclavos en el Atlántico
Norte, el sistema de dominación patriarcal se 5
La Corte Suprema de los EEUU decidió que la Consti-
sostiene por la sujeción de las mujeres a través de tución no da protección a las relaciones homosexuales
entre adultos conformes, aun en la privacía de sus
hogares. La decisión mantiene que la ley de estado de
3
Margaret Walker, autora dejubilee (lúbilo, Nueva Georgia que prohíbe a tod#s entrar en actos sexuales
York: Bantam, 1960) y Alex Haley, autor de Roots (Raí- orales y anales se puede usar para procesar tal conduc-
ces, Garden City, NY: Doubleday, 1976) son dos escrito- ta entre los homosexuales. La Corte se negó a decidir
res afroamericanos cuyas novelas históricas intentan si la Constitución protege a parejas casadas u otros
reconstruir el pasado afroamericano. [Nota de la edi- heterosexuales de que sean procesados bajo la misma
ción original]. ley o no,

5 18

continuo político/social, tenemos que saber que considero la facilidad relativa con que yo pueda
la institución de la heterosexualidad es una cos- ser una lesbiana en los Estados Unidos como una
tumbre que difícilmente muere y que a través de libertad tenue. También estoy consciente de los
ella las instituciones de hombres supremacistas que no tienen las mismas alternativas que yo
aseguran su propia perpetuidad y control sobre tengo o que tienen que vivir esas alternativas en
nosotras. A las mujeres se les mantiene y contie- el closet. Esencialmente, mi trabajo y mis rela-
ne por medio del terror, la violencia y la rociada ciones son semejantes a Nicaragua — en peligro
de semen. Es provechoso para nuestros coloniza- de ser destruidos. Por cierto, la amenaza no es
dores confinar a nuestros cuerpos y alienarnos de tan inmediata ni mortal como los bombardeos
nuestros propios procesos vitales, así como fue aéreos por los contra-revolucionarios financiados
provechoso para los europeos esclavizar al afri- por los Estados Unidos, pero la amenaza preva-
cano y destruir toda memoria de previa libertad lece a pesar de todo. Recuerden la decisión de la
y autodeterminación— Margaret Walker y Alex Corte Suprema de los Estados Unidos en el 30 de
Haley, no obstante.3 junio de 1986 de mantener las leyes asignadas
por el estado contra la sodomía (Bower vs.
Asi como la fundación del capitalismo occidental Hardwick).5
dependió del tráfico de esclavos en el Atlántico
Norte, el sistema de dominación patriarcal se 5
La Corte Suprema de los EEUU decidió que la Consti-
sostiene por la sujeción de las mujeres a través de tución no da protección a las relaciones homosexuales
entre adultos conformes, aun en la privacía de sus
hogares. La decisión mantiene que la ley de estado de
3
Margaret Walker, autora dejubilee (lúbilo, Nueva Georgia que prohíbe a tod#s entrar en actos sexuales
York: Bantam, 1960) y Alex Haley, autor de Roots (Raí- orales y anales se puede usar para procesar tal conduc-
ces, Garden City, NY: Doubleday, 1976) son dos escrito- ta entre los homosexuales. La Corte se negó a decidir
res afroamericanos cuyas novelas históricas intentan si la Constitución protege a parejas casadas u otros
reconstruir el pasado afroamericano. [Nota de la edi- heterosexuales de que sean procesados bajo la misma
ción original]. ley o no,

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identidad judía, el racismo, y el antisemitismo"), una heterosexualidad obligada. Así es que los
Elly Bulkin reflexiona sobre su decisión de efec- patriarcas tienen que abalar la pareja del mu-
tuar cambios en su creencias antiracistas las que chacho-muchacha como algo "natural" para
llegaron a ser una lección y un modelo para su mantener a las mujeres (y a los hombres) hetero-
activismo sobre el antisemitismo: sexuales y obedientes de la misma manera que el
europeo tuvo que alabar la superioridad caucási-
―...Por cierto cualquier atención que se ha ca para justificar la esclavitud de los africanos.
dado al racismo por las feministas blancas Frente a ese trasfondo, la mujer que elige ser
ha sido resultado de más de una década de lesbiana vive peligrosamente.
trabajo de mujeres de color quienes cons-
tante y ruidosamente han exigido que se La lesbiana negra, como cualquier otra persona
atienda al racismo dentro y fuera del mo- de color en los Estados Unidos, experimenta la
vimiento de mujeres. Aunque yo he soste- sujeción del racismo institucional y puede sufrir
nido esa idea por mucho tiempo, por ejem- igualmente el sexismo homofóbico de su propia
plo, que el racismo, tanto como otras opre- comunidad — específicamente la comunidad
siones, era injusto, no tengo ninguna ilu- ―política‖ negra. Uso el término descriptivo
sión que yo hubiera empezado a actuar so- ―política‖ entre comillas porque este segmento
bre esa creencia antiracista sin la presencia de la comunidad negra es el que ha elegido apro-
de mujeres de color.‖[4] bar públicamente a la homofobia, cuando en
virtud de su credibilidad y visibilidad, sus miem-
Los temas más importantes para mí en este per- bros podrían haber elegido apoyar los derechos
íodo de mi vida son las relaciones con las mujeres civiles, sociales, y personales de las lesbianas
y mi trabajo. Y en esta época del Reaganismo y negras y los homosexuales negros. Las relaciones
el atrincheramiento de la derecha radical, me con la comunidad negra se hacen muy problemá-
preocupo de las amenazas a estos derechos. Uso ticas para las lesbianas negras y los homosexua-
la palabra ―derechos‖ conscientemente y aun les cuando la comunidad negra contemporánea

17 6

identidad judía, el racismo, y el antisemitismo"), una heterosexualidad obligada. Así es que los
Elly Bulkin reflexiona sobre su decisión de efec- patriarcas tienen que abalar la pareja del mu-
tuar cambios en su creencias antiracistas las que chacho-muchacha como algo "natural" para
llegaron a ser una lección y un modelo para su mantener a las mujeres (y a los hombres) hetero-
activismo sobre el antisemitismo: sexuales y obedientes de la misma manera que el
europeo tuvo que alabar la superioridad caucási-
―...Por cierto cualquier atención que se ha ca para justificar la esclavitud de los africanos.
dado al racismo por las feministas blancas Frente a ese trasfondo, la mujer que elige ser
ha sido resultado de más de una década de lesbiana vive peligrosamente.
trabajo de mujeres de color quienes cons-
tante y ruidosamente han exigido que se La lesbiana negra, como cualquier otra persona
atienda al racismo dentro y fuera del mo- de color en los Estados Unidos, experimenta la
vimiento de mujeres. Aunque yo he soste- sujeción del racismo institucional y puede sufrir
nido esa idea por mucho tiempo, por ejem- igualmente el sexismo homofóbico de su propia
plo, que el racismo, tanto como otras opre- comunidad — específicamente la comunidad
siones, era injusto, no tengo ninguna ilu- ―política‖ negra. Uso el término descriptivo
sión que yo hubiera empezado a actuar so- ―política‖ entre comillas porque este segmento
bre esa creencia antiracista sin la presencia de la comunidad negra es el que ha elegido apro-
de mujeres de color.‖[4] bar públicamente a la homofobia, cuando en
virtud de su credibilidad y visibilidad, sus miem-
Los temas más importantes para mí en este per- bros podrían haber elegido apoyar los derechos
íodo de mi vida son las relaciones con las mujeres civiles, sociales, y personales de las lesbianas
y mi trabajo. Y en esta época del Reaganismo y negras y los homosexuales negros. Las relaciones
el atrincheramiento de la derecha radical, me con la comunidad negra se hacen muy problemá-
preocupo de las amenazas a estos derechos. Uso ticas para las lesbianas negras y los homosexua-
la palabra ―derechos‖ conscientemente y aun les cuando la comunidad negra contemporánea

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nos rechaza por nuestro compromiso con la libe- nalizado por nosotras y simultáneamente desa-
ración lésbica y homosexual. fiado por nosotras. Si nosotras, como lesbianas-
feministas, desafiamos al tabú, entonces empe-
La mayoría de las feministas negras están de zamos a transformar la historia de las relaciones
acuerdo que los hombres negros, como grupo, entre las negras y las blancas.
tienen que examinar y discutir seriamente la
opresión histórica de las mujeres por los hom- Debido a la presencia, trabajo y tenacidad de las
bres. Esto se ha empezado entre algunos negros lesbianas-feministas (tanto como el análisis de
progresistas. El análisis de un pensador y escritor intereses múltiples y el activismo), muchas les-
socialista, Manning Marable refleja a una postu- bianas-feministas blancas han empezado a cues-
ra de cambio. En una discusión sobre la violen- tionar y cambiar sus actitudes racistas y a ex-
cia, Marable les propone este reto a los hombres: tender su perspectiva del feminismo. Por cierto
la lucha de las lesbianas-feministas negras para
―Para que haya posibilidad de que ocurran obtener visibilidad ha catalizado a otras lesbia-
cambios fundamentales, la lucha contra la nas-feministas (por ejemplo, otras mujeres de
violencia se tiene que hacer dentro de to- color y judías) a identificar formas relacionadas
dos los movimientos progresistas sociales. con el racismo, como prejuicios culturales y el
Los hombres teóricos, negros o blancos, antisemitismo en el movimiento de las mujeres.
que no ponen la lucha por los derechos Todas juntas hemos trabajado para borrar el
democráticos y humanos de las mujeres en estereotipo del movimiento feminista como ex-
el centro de sus postulados socio- clusivamente blanco, de la clase media, hetero-
transformativos están simplemente dupli- sexual, y dominado por mujeres entre las edades
cando las prácticas y los pensamientos de los 25 y 35 años, porque hemos reclamado
predominantes de la antigua sociedad civil, nuestro territorio en él. En su ensayo comprensi-
racista y capitalista. A través de un proce- vo y fundamental, "Hard Ground: Jewish identi-
so de autocrítica y una re-educación exten- ty, Racism and Anti-Semitism" ("Tierra dura: La

7 16

nos rechaza por nuestro compromiso con la libe- nalizado por nosotras y simultáneamente desa-
ración lésbica y homosexual. fiado por nosotras. Si nosotras, como lesbianas-
feministas, desafiamos al tabú, entonces empe-
La mayoría de las feministas negras están de zamos a transformar la historia de las relaciones
acuerdo que los hombres negros, como grupo, entre las negras y las blancas.
tienen que examinar y discutir seriamente la
opresión histórica de las mujeres por los hom- Debido a la presencia, trabajo y tenacidad de las
bres. Esto se ha empezado entre algunos negros lesbianas-feministas (tanto como el análisis de
progresistas. El análisis de un pensador y escritor intereses múltiples y el activismo), muchas les-
socialista, Manning Marable refleja a una postu- bianas-feministas blancas han empezado a cues-
ra de cambio. En una discusión sobre la violen- tionar y cambiar sus actitudes racistas y a ex-
cia, Marable les propone este reto a los hombres: tender su perspectiva del feminismo. Por cierto
la lucha de las lesbianas-feministas negras para
―Para que haya posibilidad de que ocurran obtener visibilidad ha catalizado a otras lesbia-
cambios fundamentales, la lucha contra la nas-feministas (por ejemplo, otras mujeres de
violencia se tiene que hacer dentro de to- color y judías) a identificar formas relacionadas
dos los movimientos progresistas sociales. con el racismo, como prejuicios culturales y el
Los hombres teóricos, negros o blancos, antisemitismo en el movimiento de las mujeres.
que no ponen la lucha por los derechos Todas juntas hemos trabajado para borrar el
democráticos y humanos de las mujeres en estereotipo del movimiento feminista como ex-
el centro de sus postulados socio- clusivamente blanco, de la clase media, hetero-
transformativos están simplemente dupli- sexual, y dominado por mujeres entre las edades
cando las prácticas y los pensamientos de los 25 y 35 años, porque hemos reclamado
predominantes de la antigua sociedad civil, nuestro territorio en él. En su ensayo comprensi-
racista y capitalista. A través de un proce- vo y fundamental, "Hard Ground: Jewish identi-
so de autocrítica y una re-educación exten- ty, Racism and Anti-Semitism" ("Tierra dura: La

7 16
El tabú contra las relaciones entre la gente negra sa los hombres tienen que romper con la
y blanca fuera de la relación amo-esclavo, supe- lógica de lo que ha significado ser hombre,
rior-inferior se ha propagado en América para para así redefinirse a si mismos y sus
evitar que las negras y negros y blancas y blan- relaciones con las mujeres.‖ [2]
cos, quienes comparten una opresión en común a
manos del hombre blanco de la clase predomi- La escritora lésbica negra, Audre Lorde, está de
nante, se organicen contra esa opresión en acuerdo con esta posición al escribir lo que sigue:
común.
―...Al hombre negro se le debe conscienti-
Debido a su blancura, a la blanca de todas las zar que el sexismo y el odio a la mujer son
clases se le ha dado, así como al negro debido a una disfunción critica a su liberación como
que es hombre, ciertos privilegios en el patriar- negros porque emergen de la misma cons-
cado racista. La negra, sin tener la hombría ni la telación que engendra el racismo y la
blancura, siempre ha tenido una heterosexuali- homofobia. Hasta que esa conscientización
dad que los hombres blancos y negros han mani- se efectúe los negros verán al sexismo y la
pulado a la fuerza y a voluntad. Además, ella, destrucción de las negras como intereses
como toda la gente pobre, ha tenido su trabajo tangentes a la liberación Negra en vez de
que el hombre blanco capitalista ha robado y verse como el centro de esa lucha. Mientras
explotado a su voluntad. Esta capacidad le ha esto siga ocurriendo, nunca podremos em-
permitido a la negra un acceso mínimo a las mi- pezar este diálogo...que es tan esencial a
gas que se arrojan a los negros y a las mujeres nuestra sobrevivencia como pueblo. Esta
blancas. Así pues cuando las negras y las blancas ceguedad continua entre nosotros sólo
intentan unirse — sea política, emocional, o puede servirle al sistema opresivo dentro
sexualmente — traemos esa historia y todas esas del cual vivimos.‖ [3]
cuestiones a la relación. El tabú contra la intimi-
dad entre la gente blanca y negra ha sido inter-

15 8

El tabú contra las relaciones entre la gente negra sa los hombres tienen que romper con la
y blanca fuera de la relación amo-esclavo, supe- lógica de lo que ha significado ser hombre,
rior-inferior se ha propagado en América para para así redefinirse a si mismos y sus
evitar que las negras y negros y blancas y blan- relaciones con las mujeres.‖ [2]
cos, quienes comparten una opresión en común a
manos del hombre blanco de la clase predomi- La escritora lésbica negra, Audre Lorde, está de
nante, se organicen contra esa opresión en acuerdo con esta posición al escribir lo que sigue:
común.
―...Al hombre negro se le debe conscienti-
Debido a su blancura, a la blanca de todas las zar que el sexismo y el odio a la mujer son
clases se le ha dado, así como al negro debido a una disfunción critica a su liberación como
que es hombre, ciertos privilegios en el patriar- negros porque emergen de la misma cons-
cado racista. La negra, sin tener la hombría ni la telación que engendra el racismo y la
blancura, siempre ha tenido una heterosexuali- homofobia. Hasta que esa conscientización
dad que los hombres blancos y negros han mani- se efectúe los negros verán al sexismo y la
pulado a la fuerza y a voluntad. Además, ella, destrucción de las negras como intereses
como toda la gente pobre, ha tenido su trabajo tangentes a la liberación Negra en vez de
que el hombre blanco capitalista ha robado y verse como el centro de esa lucha. Mientras
explotado a su voluntad. Esta capacidad le ha esto siga ocurriendo, nunca podremos em-
permitido a la negra un acceso mínimo a las mi- pezar este diálogo...que es tan esencial a
gas que se arrojan a los negros y a las mujeres nuestra sobrevivencia como pueblo. Esta
blancas. Así pues cuando las negras y las blancas ceguedad continua entre nosotros sólo
intentan unirse — sea política, emocional, o puede servirle al sistema opresivo dentro
sexualmente — traemos esa historia y todas esas del cual vivimos.‖ [3]
cuestiones a la relación. El tabú contra la intimi-
dad entre la gente blanca y negra ha sido inter-

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Los negros, como ex-esclavos (o sea que ya no las leyes en los Estados Unidos contra las rela-
"pertenecen oficialmente" a los blancos), tienen ciones entre la gente de color y la de la raza
más oportunidad para oprimir a las negras. Hoy, caucásica. Hablando heterosexualmente, las
no tienen que competir directamente con los leyes y los tabúes fueron un reflejo del intento
blancos para controlar los cuerpos de las negras. del amo esclavista patriarcal de controlar su
Ahora, los negros pueden tomar el papel del propiedad al controlar su linaje a través de la
―amo‖ y pueden tiranizar sin obstáculos a las institución de la monogamia (sólo para las muje-
negras. Y así lo hacen los negros. Sólo tenemos res), y al justificar los tabúes y las leyes con el
que leer los diarios para atestiguar la violencia argumento de que la pureza de la raza caucásica
física que el hombre negro descarga sobre la mu- tenía que preservarse (tanto como su supremac-
jer negra. En su papel de ―amo‖ el hombre negro ía). Sin embargo, sabemos que sus leyes y tabúes
libremente descarga su violencia y hostilidad racistas tanto como raciales no se aplicaban a él
sobre le lesbiana negra. El percibe a las lesbianas con respecto a su relación con la esclava negra,
(que no se dejan manipular por los hombres) de así como sus leyes clasistas y tabúes con respecto
la misma manera que otros hombres ― como a la relación entre la clase predominante y los
caricaturas perversas de la masculinidad que sirvientes obligados por contrato, no se aplica-
amenazan su dominación del cuerpo de la mujer. ban a él cuando decidía violar sexualmente a su
sirvienta blanca. Los descendientes de cualquiera
Esa percepción, claro, es una ilusión neurótica de las uniones entre el amo blanco de la clase
sugerida a los hombres negros por las exigencias predominante y la esclava negra o la sirvienta
de la supremacía masculina, que los hombres blanca no podían legalmente heredar la propie-
negros nunca podrán realizar ya que les falta el dad ni el apellido de su progenitor blanco o de la
capital y el privilegio racial. Aunque represivas, clase predominante, solamente heredaban la
sofocantes y aburridas (en mi opinión), las no- servil de sus madres.
ciones occidentales de las relaciones mujer-
hombre que adelantan la supremacía masculina

9 14

Los negros, como ex-esclavos (o sea que ya no las leyes en los Estados Unidos contra las rela-
"pertenecen oficialmente" a los blancos), tienen ciones entre la gente de color y la de la raza
más oportunidad para oprimir a las negras. Hoy, caucásica. Hablando heterosexualmente, las
no tienen que competir directamente con los leyes y los tabúes fueron un reflejo del intento
blancos para controlar los cuerpos de las negras. del amo esclavista patriarcal de controlar su
Ahora, los negros pueden tomar el papel del propiedad al controlar su linaje a través de la
―amo‖ y pueden tiranizar sin obstáculos a las institución de la monogamia (sólo para las muje-
negras. Y así lo hacen los negros. Sólo tenemos res), y al justificar los tabúes y las leyes con el
que leer los diarios para atestiguar la violencia argumento de que la pureza de la raza caucásica
física que el hombre negro descarga sobre la mu- tenía que preservarse (tanto como su supremac-
jer negra. En su papel de ―amo‖ el hombre negro ía). Sin embargo, sabemos que sus leyes y tabúes
libremente descarga su violencia y hostilidad racistas tanto como raciales no se aplicaban a él
sobre le lesbiana negra. El percibe a las lesbianas con respecto a su relación con la esclava negra,
(que no se dejan manipular por los hombres) de así como sus leyes clasistas y tabúes con respecto
la misma manera que otros hombres ― como a la relación entre la clase predominante y los
caricaturas perversas de la masculinidad que sirvientes obligados por contrato, no se aplica-
amenazan su dominación del cuerpo de la mujer. ban a él cuando decidía violar sexualmente a su
sirvienta blanca. Los descendientes de cualquiera
Esa percepción, claro, es una ilusión neurótica de las uniones entre el amo blanco de la clase
sugerida a los hombres negros por las exigencias predominante y la esclava negra o la sirvienta
de la supremacía masculina, que los hombres blanca no podían legalmente heredar la propie-
negros nunca podrán realizar ya que les falta el dad ni el apellido de su progenitor blanco o de la
capital y el privilegio racial. Aunque represivas, clase predominante, solamente heredaban la
sofocantes y aburridas (en mi opinión), las no- servil de sus madres.
ciones occidentales de las relaciones mujer-
hombre que adelantan la supremacía masculina

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de mujeres que se unen más allá de lo sexual, lo ― -siguen siendo apoyadas por el pueblo negro
privado, lo personal. como una posición deseable. Aunque la lesbiana
feminista negra amenace el control rapaz del
No estoy tratando de cosificar ni al lesbianismo hombre negro sobre la negra, el propósito como
ni al feminismo. Trato de mostrar que el lesbia- ideología política y filosófica es no aceptar la
nismo-feminismo tiene el potencial de trastrocar posición superior del hombre negro o cualquier
y transformar un componente mayor del sistema otro.
de la opresión de las mujeres, es decir, la hetero-
sexualidad rapaz. Si el feminismo-lesbianismo Ya que a las lesbianas negras no les interesa el
radical pretende una visión antiracista, anti- pene, nosotras subvertimos uno de los pocos re-
clasista, y antiodio de la mujer que forma una cursos del poder sobre nosotras — la hetero-
unión mutua, recíproca, e infinitamente negocia- sexualidad. Esto los amenaza. De su parte los
ble; una unión libre de las antiguas prescripcio- hombres negros tratan de intimidar a las negras
nes,. y prevenir que se sumen al feminismo acusándo-
ciones y proscripciones de la sexualidad, enton- las de ser lesbianas. Las negras involucradas en
ces toda la gente que batalla para transformar el lucha de liberación, que entienden la necesidad
carácter de las relaciones en esta cultura, tiene de organizarse alrededor de nuestra opresión
algo que aprender de las lesbianas. como mujeres, tienen que resistir la intimidación
y manipulación por medio de esta táctica perni-
La mujer que toma a una mujer como amante ciosa.
vive peligrosamente en el patriarcado. Y ¡Ay de La jota negra4, como cualquier jota en los Esta-
ella! aun más si elige como amante a una mujer dos Unidos, se encuentra en todas partes: en el
que no es de su raza. El silencio entre las lesbia-
nas-feministas tocante al tema de las relaciones 4
Preservo aqui la expresión original del texto donde es
lesbianas entre mujeres negras y blancas en
extraído este texto, por jota se refiere a la torta, bolle-
América es causa del viejo tabú de hace siglos y ra o tortillera. [Nota de la editorial]

13 10

de mujeres que se unen más allá de lo sexual, lo ― -siguen siendo apoyadas por el pueblo negro
privado, lo personal. como una posición deseable. Aunque la lesbiana
feminista negra amenace el control rapaz del
No estoy tratando de cosificar ni al lesbianismo hombre negro sobre la negra, el propósito como
ni al feminismo. Trato de mostrar que el lesbia- ideología política y filosófica es no aceptar la
nismo-feminismo tiene el potencial de trastrocar posición superior del hombre negro o cualquier
y transformar un componente mayor del sistema otro.
de la opresión de las mujeres, es decir, la hetero-
sexualidad rapaz. Si el feminismo-lesbianismo Ya que a las lesbianas negras no les interesa el
radical pretende una visión antiracista, anti- pene, nosotras subvertimos uno de los pocos re-
clasista, y antiodio de la mujer que forma una cursos del poder sobre nosotras — la hetero-
unión mutua, recíproca, e infinitamente negocia- sexualidad. Esto los amenaza. De su parte los
ble; una unión libre de las antiguas prescripcio- hombres negros tratan de intimidar a las negras
nes,. y prevenir que se sumen al feminismo acusándo-
ciones y proscripciones de la sexualidad, enton- las de ser lesbianas. Las negras involucradas en
ces toda la gente que batalla para transformar el lucha de liberación, que entienden la necesidad
carácter de las relaciones en esta cultura, tiene de organizarse alrededor de nuestra opresión
algo que aprender de las lesbianas. como mujeres, tienen que resistir la intimidación
y manipulación por medio de esta táctica perni-
La mujer que toma a una mujer como amante ciosa.
vive peligrosamente en el patriarcado. Y ¡Ay de La jota negra4, como cualquier jota en los Esta-
ella! aun más si elige como amante a una mujer dos Unidos, se encuentra en todas partes: en el
que no es de su raza. El silencio entre las lesbia-
nas-feministas tocante al tema de las relaciones 4
Preservo aqui la expresión original del texto donde es
lesbianas entre mujeres negras y blancas en
extraído este texto, por jota se refiere a la torta, bolle-
América es causa del viejo tabú de hace siglos y ra o tortillera. [Nota de la editorial]

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hogar, en la calle, recibiendo ayuda del gobierno,
seguro social, en las filas del desempleo, criando Tradicionalmente, los negros y negras que se
niños, trabajando en fábricas, en las fuerzas ar- unían y permanecían juntos y criaban hijos jun-
madas, en la televisión, en el sistema de escuelas tos no tenían el lujo de cultivar una dependencia
públicas, en todas las profesiones, en la cámara entre los miembros de su familia. Así que las
de diputados del estado, en el Capitolio, asistien- jotas negras, como la mayoría de las negras en
do a la universidad o continuando estudios de los Estados Unidos han sido criadas para ser
posgrado, trabajando en administración, etc. Las autosuficientes, o sea no depender de los hom-
jotas negras, como cualquier otra mujer no- bres. Para mí, personalmente, el acondiciona-
blanca y de clase obrera y pobre en los Estados miento para ser autosuficiente y la predominan-
Unidos no ha sufrido el lujo, privilegio, ni la cia de mujeres ejemplares en mi vida, son las
opresión de ser dependiente del hombre. Aunque raíces de mi lesbianismo. Antes de hacerme les-
nuestra contraparte masculina ha estado presen- biana, frecuentemente me preguntaba por qué se
te, han compartido nuestro trabajo y lucha, me esperaba no dar importancia, o evitar y hacer
nunca hemos dependido de su machismo para trivial el reconocimiento y el apoyo que sentía de
que ―nos cuide‖ sólo con sus propios recursos. las mujeres, a fin de perseguir el asunto tenue de
Por supuesto, es otra ―ilusión neurótica‖ impues- la heterosexualidad. Y no soy única.
ta a nuestros padres, hermanos, amantes, y ma-
ridos de que ellos deben ―cuidarnos‖ porque so- Como lesbianas políticas, o sea, lesbianas que
mos mujeres. Traducir: ―cuidarnos‖ equivale a resisten los intentos de la cultura predominante
―controlarnos‖. El único poder de nuestros her- de mantenernos invisibles y sin poder, tenemos
manos, padres, amantes, maridos es su machis- (especialmente, las lesbianas negras y otras mu-
mo. Y al menos que la masculinidad no sea em- jeres de color) que hacernos más visibles a nues-
bellecida por la piel blanca y generaciones de tras hermanas escondidas en sus closets varios,
riqueza privada, tiene muy poco valor en el pa- encerradas en las prisiones del autoodio y la am-
triarcado racista capitalista. bigüedad, temerosas de tomar ese paso antiguo

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hogar, en la calle, recibiendo ayuda del gobierno,


seguro social, en las filas del desempleo, criando Tradicionalmente, los negros y negras que se
niños, trabajando en fábricas, en las fuerzas ar- unían y permanecían juntos y criaban hijos jun-
madas, en la televisión, en el sistema de escuelas tos no tenían el lujo de cultivar una dependencia
públicas, en todas las profesiones, en la cámara entre los miembros de su familia. Así que las
de diputados del estado, en el Capitolio, asistien- jotas negras, como la mayoría de las negras en
do a la universidad o continuando estudios de los Estados Unidos han sido criadas para ser
posgrado, trabajando en administración, etc. Las autosuficientes, o sea no depender de los hom-
jotas negras, como cualquier otra mujer no- bres. Para mí, personalmente, el acondiciona-
blanca y de clase obrera y pobre en los Estados miento para ser autosuficiente y la predominan-
Unidos no ha sufrido el lujo, privilegio, ni la cia de mujeres ejemplares en mi vida, son las
opresión de ser dependiente del hombre. Aunque raíces de mi lesbianismo. Antes de hacerme les-
nuestra contraparte masculina ha estado presen- biana, frecuentemente me preguntaba por qué se
te, han compartido nuestro trabajo y lucha, me esperaba no dar importancia, o evitar y hacer
nunca hemos dependido de su machismo para trivial el reconocimiento y el apoyo que sentía de
que ―nos cuide‖ sólo con sus propios recursos. las mujeres, a fin de perseguir el asunto tenue de
Por supuesto, es otra ―ilusión neurótica‖ impues- la heterosexualidad. Y no soy única.
ta a nuestros padres, hermanos, amantes, y ma-
ridos de que ellos deben ―cuidarnos‖ porque so- Como lesbianas políticas, o sea, lesbianas que
mos mujeres. Traducir: ―cuidarnos‖ equivale a resisten los intentos de la cultura predominante
―controlarnos‖. El único poder de nuestros her- de mantenernos invisibles y sin poder, tenemos
manos, padres, amantes, maridos es su machis- (especialmente, las lesbianas negras y otras mu-
mo. Y al menos que la masculinidad no sea em- jeres de color) que hacernos más visibles a nues-
bellecida por la piel blanca y generaciones de tras hermanas escondidas en sus closets varios,
riqueza privada, tiene muy poco valor en el pa- encerradas en las prisiones del autoodio y la am-
triarcado racista capitalista. bigüedad, temerosas de tomar ese paso antiguo

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