Cuadernillo de Sanación Uterina

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Este cuadernillo fue escrito con años de dedicación a

las terapias lunares y menstruales con la preparación


para acompañar todo tipo de procesos relacionados.
Su reproducción sin mi consentimiento está
completamente prohibida. Gracias por el respeto.
Nuestro útero, centro de poder.
Imagínate tener una fuente de poder infinita que
rebalsa agua cristalina y garantiza una profunda
sensación de bienestar. Imagínate a la misma siendo
demonizada y tildada de siniestra durante siglos.
Imagínate el miedo y los bloqueos que puede generar
volver a contactar con ella después de todo ese
tiempo de olvido e ignorancia.
Reconectar con nuestro útero es volver a beber de la
fuente cristalina de poder.
Al principio, a pesar de que se tiene sed y se sabe que
es la única agua que puede llegar a saciarla, un@ se
acerca a ella cautelosamente porque piensa que no
existe, que no sabe bien o que intoxica. Esta fuente no
es cualquiera, no es un dispenser así nomás, estamos
hablando de un agua muy profunda, la que yace en el
inconsciente, en lo oculto; de ella bebemos lo que se
encuentra detrás del velo de una vida carente de
sentido, monótona y automatizada.
Es agua medicinal, que guarda y recubre toda la
memoria antigua de las posibilidades del ser. La gran
recordadora. El verdadero oráculo. La suerte de dejar
de maldecir haber adquirido un cuerpo de mujer y el
poder celebrarlo. La sabiduría de honrarse. Es agua de
pensamiento vivo, conectado con las eternas hebras
de lo infinito, es la medusa habitando su mar.
Y un@ así, poquito a poco, a medida que va
sirviéndose de ella, comienza a perder el pudor ya que
este mismo líquido lleno de gracia va despertando
cualidades y percepciones dormidas dentro del
cuerpo. Se dan de baja las alarmas.
Un día, llega el momento del gran chapuzón, en el que
se decide jamás volver a olvidar que la sed insaciable
no se llena con estímulos externos, que de hecho, no
se llena con nada. La sed es tan natural como la
abundancia. No es despojarse de lo material sino
habitarlo desde su origen, comprendiéndonos como
parte inescrutable de este gran todo, que nos necesita
perceptivas, atentas, humildes y engrandecidas.
Creyentes de la propia verdad.
Ojalá nos encontremos tod@s un día en el centro de la
gran fuente. Nos miremos a los ojos y riamos, como si
el reloj fuera un simple artilugio de la magia del
tiempo, como si nunca hubiésemos dejado de beber
de nuestras aguas, como si pudiéramos llevar la
medicina del vientre a esa mirada, tirarnos destellos,
sonreír, llorar y volver a la cueva sin culpas. Ojalá.

Rito de inicio.
Este rito puede hacerse en cualquier momento del día.
Recomiendo que se realice al amanecer o atardecer ya
que son los momentos “umbral” donde la conexión
con otros planos es más accesible.
Lo que hacemos en este ritual de auto iniciación es
declarar ante las 7 direcciones de la tierra que
estamos comprometid@s a recordar quiénes somos, a
amigarnos con nuestro útero y nuestra esencia
energética. No hay edad limitante para llevarlo a cabo.
Es un procedimiento sencillo y alegre, inclusive se
puede hacer en presencia de otras personas con
útero. Las mismas deben rodear a la que se encuentra
realizando la serie de pasos. Si l@s presentes desean
hacer su ritual de inicio en esa misma ocasión, pueden
turnarse. Si se quiere para un mayor efecto se puede
realizar durante los días de luna llena.
Los rituales son importantes ya que nos ayudan a
marcar finales y comienzos, a resignificarlos y darles
vida en todas las capas de nuestra consciencia. Nos
asisten para poder situar el espacio-tiempo interno en
el espacio-tiempo externo de forma sincronizada, a
obrar en consonancia con los ciclos vitales naturales.
Elementos necesarios.
En todo ritual se dispone de una serie de elementos
con los cuales se interactúa de manera sutil o tangible
que hacen del procedimiento un momento seguro y
asistido.
1. Una vela blanca o fogata.
2. Un carboncito para sahumar (se adquiere en
santerías)
3. Sahumadura o recipiente para sahumar
improvisado.
4. Fósforos o encendedor.
5. Ropa preferentemente holgada y blanca (se utiliza
solamente en este caso por ser un ritual de
iniciación).
6. Tabaco seco (puede ser de cultivo propio o
comprado, no utilizar variedades industriales o
cigarrillos). Se considera al tabaco como la puerta
de entrada al mundo de las plantas ya que sirve
de alimento para las ánimas de las mismas. Su
medicina energética nos estabiliza, limpia y
ordena.
7. Un vaso o cuenco con agua (que no sea de
plástico o aluminio ya que rebotan la energía).
8. Localizar hacia qué lugar quedan las cuatro
direcciones (este, norte, oeste, sur.)

Procedimiento

Ya sea que se vaya a realizar el ritual en un


espacio abierto o cerrado vamos a necesitar
colocarnos en el centro aproximado del mismo. Si
estamos en un lugar muy abierto como una
montaña o valle buscamos el sitio del mismo que
energéticamente nos agrade más.
Una vez localizado nos situamos en el medio con
todos los elementos. Tomamos algunas
respiraciones profundas avisándole a nuestro
cuerpo que se va a iniciar un trabajo sagrado.
Encendemos la vela o la fogata. Apuntamos
prudentemente nuestras manos hacia la misma,
luego las apoyamos en nuestro pecho y nuestro
útero.
Mirar hacia el este y decir: madre viento del este
aquí estoy.
Mirar hacia el norte y decir: madre viento del
norte aquí estoy.
Mirar hacia el oeste y decir: madre viento del
oeste aquí estoy.
Mirar hacia el sur y decir: madre viento del sur
aquí estoy.
Volver al centro y decir: invitados los elementos
están a ser testigos del compromiso conmigo
misma.
Apoyar las manos en el suelo o tierra y decir: tierra
gracias por sostenerme en este y cada momento.
Apuntar las manos hacia el cielo o techo y decir:
cielo gracias por abrirme las posibilidades en este
y cada momento.
Encender el carbón, espolvorear el tabaco y decir:
Gracias tabaco por escucharme y llevar mi entrega
hacia donde no se conoce de límites temporales
ni espaciales. Gracias por tu medicina y tu orden.
Permanecer con los ojos cerrados un momento y
permitir que el humo del tabaco opere.
Tomar el vaso o cuenco con agua y susurrarle el
compromiso. Puede ser una frase como la
siguiente pero lo importante es que sea leal a su
corazón: Agua que todo lo contienes, espejo
universal, yo (nombre y apellido completo) me
comprometo hoy a escuchar la sabiduría alojada
en mi vientre cada vez que así lo pueda, asísteme
para saber cuándo callar, hablar y escuchar.
Beber mitad del agua y la otra mitad ofrendársela
a la tierra.
Tomarse un tiempo de conexión y por último decir:
Gracias a todas las direcciones por acompañarme
hoy. Saludo y celebro su existencia tanto como la
mía y la de mis seres queridos.
Apagar la vela o dejar que se extinga la fogata.

Es importante verbalizar las palabras y no decirlas


solo para dentro. Nuestra voz es el aliento de la
vida y su manifestación es más que importante.

Procedimiento opcional posterior


Ayuda mucho, luego de vivencias como éstas,
escribir en algún cuaderno o anotador las
sensaciones que se “obtuvieron”. Este registro
que en todo momento se muestra desprejuiciado
colabora a pasar en limpio y a ordenar nuestras
percepciones. Es importante que no se intente
racionalizar demasiado, es mejor ir anotando las
cosas tal cual se me presentan. Si siento que no
tengo palabras puedo simplemente hacer un
dibujo para terminar de canalizar el proceso.

Luna creciente
Fase pre ovulatoria
Niña-Doncella
Se recibe la primera menstruación.
La savia comienza a subir.
Primavera.

Ésta y la siguiente etapa son consideradas las fases de


luz, tanto así como está la luna en el cielo que se
corresponde con dichos lapsos del ciclo menstrual.
Luna a luna es un aprendizaje constante y cíclico que
nos coloca en un viaje intensamente sanador.
Las fases de luz son aquellas de las que más
conocimiento tenemos, si bien permanecen llenas del
polvo de la socialización y la cultura, sabemos de qué
se tratan de manera más tangible.
La joven hace referencia al momento en el cual
recibimos nuestra menstruación. Cuando vamos
creciendo, esta etapa siempre nos remonta a la niñez.
Es importante analizar entonces cómo fue o cómo me
gustaría que fuera mi primera luna (menstruación).
¿Dónde estaba? ¿Con quiénes? ¿Cómo me sentí en el
momento de ver mi sangre? ¿Cómo reaccioné?
¿Cómo se sentía mi cuerpo? ¿Cómo reaccionaron las
personas a mí alrededor? ¿Qué palabras me dijeron?
¿Qué información me transmitieron al respecto?
¿Qué elemento utilicé para contener mi luna (toallita
plástica, tela, copa, tampón, etc.)? ¿Me sentí
imposibilitada a algo de ahí en más? ¿Cómo me
hubiese gustado que fuera? ¿Qué información me
hubiese gustado recibir? ¿Me genera algún tipo de
rechazo mi sangre?
El momento de la primera menstruación es
importante para todo el ciclo menstrual. Quienes han
podido animarse a rever y repensar este momento de
su vida, tienen ciclos a menudo menos dolorosos y
conviven con una sensación de liberación provechosa
esos días. Es sumamente importante volver a
posicionarse en ese tiempo-espacio. Sentir las
incomodidades y las alegrías.
Recomiendo realizar un texto con las preguntas antes
mencionadas como disparadores del mismo.
Intentemos apuntar siempre a una conclusión
mediadora, donde podamos encontrar como cierre el
cuestionamiento sincero: ¿cómo me gustaría sentir
mi menstruación de ahora en más?

Ritual para recibir la primera luna.


No podemos hacer nada en cuanto a nuestra propia
experiencia salvo resignificarla y comenzar el proceso
de sanación de esa memoria a fin de vivir ciclos más
armónicos, mas si somos capaces, y es muy
importante que lo hagamos, de intentar rescatar los
antiguos ritos de paso para compartirlos con las
generaciones que vienen.
Si bien lo acostumbrado es que la llegada de la
primera luna se celebre por la tribu de mujeres
entera, no es necesario que una adulta mayor esté
presente en el rito. Todo debe darse según la joven
desee ya que es su ritual, su momento y es quien, en
primer instancia, debe sentirse cómod@ y a gusto con
el momento.
En algunas comunidades la madre le prepara a su hija
un colchón de plantas para que duerma durante las
noches que dura su primera menstruación a fin de
que las mismas la acompañen y guíen en esta nueva
etapa que simboliza nada más y nada menos que la
entrada a la adultez. Las jóvenes suelen entregarse a
danzas, bebidas y cantos festivos. También suelen
hacerse presente con más fuerza los sueños con
contenido simbólico (mensajes) y está bueno, que si
eso sucede, como joven o adulta se tome nota de los
mismos; lo que no parece tener un significado hoy,
mañana lo acabará teniendo.

El ritual que describiré a continuación es una


integración de los rituales recopilados
antropológicamente durante muchos años. Su fin es
el de entrar como niña a esta nueva etapa de adultez
de la manera más bella posible por eso debe
realizarse durante la llegada de la primer
menstruación.
Elementos necesarios.
1. Flores blancas y rojas.
2. Frutos morados, rojos y blancos.
3. Sangre menstrual de la niña en cuestión (puede
remojarse una toallita en agua para extraerla si
no se utiliza copita menstrual).
4. Una vela.
5. Un papel donde se debe escribir algo que se va a
dejar ir que represente para la futura joven su
niñez, por ejemplo: mis berrinches por ver la tele.
6. Un papel y una lapicera plateada o dorada.
7. Una palita y tierra para cavar o en su defecto una
maceta lo suficientemente grande.
8. Un cristal de cuarzo blanco transparente.

En caso de hacerse acompañada es importante


que la persona que esté presente asista en todo
momento poniendo en un carboncito o
encendiendo en forma de sahúmo flores secas de
lavanda.
Procedimiento.
Comenzar a pensar en la niña que fui hasta hoy,
dar las gracias por mi infancia, por las cosas
buenas y malas y quemar el papel con lo que
voy a dejar ir. Dejar la vela encendida.
Escoger un lugar y disponer de la cercanía de
todos los elementos necesarios.
Cavar un pozo en la tierra y ofrendar (poner en
él) los diferentes frutos. Lo blanco representa a
la pureza de la niña, lo rojo a la adulta y lo violeta
a la anciana (se está devolviendo la gratitud por
haberse iniciado en la rueda cíclica hormonal y a
su vez honrando a las ancestras que ya han
pasado por cada una de estas etapas).
Tomarse un momento para agradecer, decir
algunas palabras que salgan del momento y del
corazón.
Escribir en el papel con la lapicera dorada o
plateada aquello que significa para mí entrar en
la adultez.
Poner el papel dentro de la ofrenda.
Tomar el cuarzo, acercarlo al vientre y al
corazón. Colocarlo en la ofrenda junto con la
sangre lunar.
Dejarse un momento para sentir la fuerza de la
entrega.
Por último, tapar con la tierra lo ofrendado y
arriba colocar de forma bonita las flores rojas y
blancas las cuales ponen de manifiesto la unión
entre mi adulta y mi niña que ahora pasa a ser
una parte de mi interior.
Cerrar diciendo alguna frase que de por
concluido el ritual. Como por ejemplo: Ahora la
niña que fui vive dentro de mí dejando lugar al
surgimiento de la adulta que soy. Mi niña y mi
adulta están existiendo juntas perfectamente.
Ahora cuido de mí. Mis frutos han madurado. Mis
flores se han abierto.
Procedimiento opcional posterior.

No suele ser tan fácil asumir que se está


creciendo en ninguna de las etapas de la vida
pero aún más dejando de ser niña. Por eso
recomiendo sahumar los días que dure la primera
luna con lavanda.

¿Cómo sahumar?
Se puede seleccionar un manojo de hierba/s
fresco y envolverlo con hilo de algodón blanco,
hay que prensarlo bastante ya que cuando se
seca la planta pierde volumen. El mismo se deja
colgando en un lugar seco y con ventilación hasta
notarlo seco. Cada planta tiene su propio tiempo
de secado.
Otra opción es la antes mencionada, de colocar
las hierbas secas trozadas sobre el carboncito que
conseguimos en la santería.
Como elemento complementario se puede
utilizar alguna pluma que tengamos a fin de
direccionar el humo hacia partes específicas del
cuerpo o la casa.
Lavanda
Todas sus variedades comparten las propiedades
medicinales tales como su acción antiséptica,
analgésica, anti asmática, anti reumática,
reguladora de presión alta y acné. Se puede
tomar en infusión (tecito) o tintura madre como
posteriormente explicaré.
Dentro de sus propiedades energéticas se
encuentran grandes cualidades, la lavanda es la
lavandera, aquella que viene a contenernos en
los momentos más difíciles, a darnos su amor y
amamache. Limpia nuestras penas. A su vez
colabora en los desbordes de energías psíquicas
que no nos permiten disfrutar; cuando la mente
va muy rápido o está en modo “lo quiero
controlar todo y lo quiero todo ya” muy propio
de la etapa pre ovulatoria, la lavanda suele ser la
mejor asistente.
Sugiero encender lavanda, cerrar los ojos y
respirarla. Darle las gracias y sentir como su
humo recorre cada parte de mí. También puedo
pasar un manojito de la misma por diferentes
lugares del cuerpo, dejarla un rato en cada sitio
y percibir en cuáles de ellos siento que esta
planta ejerce una acción sutil con más
intensidad.
Este simple ejercicio puede hacerse con las
plantas que resonemos o tengamos a
disposición.

Recordemos que cada persona establece una


relación única con el reino de las plantas. Al
principio todo parece muy metódico, pero son
ejercicios que en última instancia contienen
siempre la intención de comenzar a aperturar
nuestra propia y segura conexión con los aliados
vegetales.

Mi niñ@ interna
Este ejercicio de escritura creativa te insta a
conectarte con ese espacio donde guardas la
conexión con tu niñez. Realizarlo puede resultar muy
liberador. No todas las infancias están rodeadas de un
halo rosa y alegre por eso el propósito de esta
propuesta no es falsear la percepción de este pasado
sino la de abrazarlo, reconocerlo y liberarlo.
Te recomendamos realizar esta y cada una de las
propuestas a tu tiempo, sin forzarte. Es sumamente
normal que aparezcan ciertas resistencias a hacer las
actividades (como nombraba en el relato al comienzo
del cuadernillo), es bueno tomarlo con calma e
intentar disfrutarlo sin presiones.
“Lo que niegas te somete, lo que aceptas te
transforma”.
Este ritual no debe hacerse si aún no se recibió la
primera luna.
Elementos necesarios
1. Cuaderno.
2. Lapicera.
3. Foto de cuando era niñ@ (de ser posible).

Podes grabar lo redactado a continuación en tu


celular y reproducirlo para hacerlo sin calma o
simplemente comprender a grandes rasgos el
ejercicio e ir realizándolo intuitivamente en tu
espacio interior.

Encuentra un momento relajado, donde no


tengas que atender otros asuntos. Ten los
elementos necesarios a mano. Puedes cerrar los
ojos e invitar a tu niñ@ intern@ a hacerse
presente. Observa que edad aproximada tienes,
cómo vistes, dónde te encuentras. Entrégate a
jugar un rato o a hacer aquello que tu niñ@
quiera hacer. Tomate tu tiempo. Luego de un
rato cuéntale que eres tú, que estás ahí para
estar con ella, para acompañarle y contenerle.
Que nunca más volverán a estar sol@s de esta
manera. Dale las gracias por el momento
compartido. Abraza a tu niñ@ y siente como ese
abrazo te funde nuevamente en el presente.

Tu niñez es tu lugar de sostén e inocencia. Es la


medicina ante las distorsiones de la adultez.
Hacerse cargo de este espacio interno es poder
acompañar desde la adultez esta parte más
instintiva de un@; sanando la ingenuidad pero
abrazando la curiosidad.

Todo arquetipo tiene su faz de luz y de sombra.


Así como se hizo el día y la noche. Tal cual existen
en la luna la oscuridad como la luz y prevalecen
unidas.

Procedimiento posterior.

Podes anotar o dibujar lo vivido en tu cuaderno.


Si conseguiste una foto de tu niñez podes
colocarla en un lugar visible de la casa y
conservarla ahí durante la fase de luna creciente
(en caso de que estar viviendo la menopausia) o
durante tu etapa pre ovulatoria (los días
posteriores a que se retira tu menstruación).

Luna llena.
Fase ovulatoria.
Madre.
Se recibe un/a hij@ biológico y/o se sustenta un
proyecto creativo.
La savia ya está en la parte aérea de las plantas.
Verano.

Esta fase lunar está relacionada a la ovulación dentro


del ciclo menstrual y a la etapa de vida de la
maternidad biológica o creativa interna.
El arquetipo de la madre no se refiere únicamente a
gestar un hijo sino que también es el proceso creativo
en sí mismo, esa fuente de energía sexual/creadora
que nunca deberíamos perder.
La relación con esta parte del interior de nuestra
psique parte de la figura de la madre real, la humana.
¿Cuál es o fue la relación con mi madre? ¿Cuál es la
visión que tengo sobre su crianza? ¿Cuáles son mis
reproches? ¿Cuáles mis agradecimientos?
Honrar y aceptar la faceta de luz y de sombra de
nuestra madre hace que podamos abrazar a la real y
única: la humana.
Recordando la gestación.
Si no sabes mucho cómo fue tu gestación te
recomiendo que de ser posible, hables con tu madre o
con alguien que haya estado presente junto a ella en
ese momento. Podes recolectar la información que te
parezca oportuna como por ejemplo ¿Cómo se sintió
durante la gestación? ¿Se sintió acompañada y
sostenida? ¿Qué ideas tenia ella antes de concebirme
sobre el embarazo?
Recordando el parto.
Quizás tengas luego de la charla alguna información
sobre cómo fue tu parto. Tu venida al mundo. En este
ejercicio te proponemos que vos mism@ realices la
conexión con este suceso. Al igual que el ejercicio de
reconexión con tu niñ@ interior te sugiero que grabes
lo narrado a continuación o lo realices de manera
intuitiva en tu espacio interior.
Elementos necesarios
1. Manzanilla (13 flores)
2. Cuenco de cerámica o bowl mediano lleno de
agua.

Procedimiento.
Colocar las 13 flores en el cuento o bowl. Colocar
las manos dentro. Asegurarse de adoptar una
postura cómoda para el cuerpo ya que vas a
permanecer un rato de esta manera.
Vas a conectarte con la manzanilla, con su
espíritu, a darle las gracias por acompañarte en
este momento.
Cerrar los ojos.
Como si el útero fuera un lugar al cual podes
visitar vas a sentir que estás dentro del mismo.
Vas a percibir sus paredes, el agua, su oscuridad.
Tomate tu tiempo para sentir tu útero. Afloja los
hombros, los músculos de la cara.
Evoca la memoria de tu gestación. Sentí como te
comenzas a achicar hasta caber dentro del
vientre de tu madre. Siente su útero. El alimento
que te proporciona. Siente cómo es estar dentro
del útero de tu madre, la temperatura, las
texturas, las posibilidades de movimiento.
Evoca la memoria de la gestación de tu madre.
Sentí como tu madre y tú comienzan a volverse
pequeñas, hasta caber en el vientre de tu abuela
materna. Siente su útero. El alimento que le
proporciona a tu madre. Siente su útero. El
alimento que le proporciona, la temperatura, las
texturas, las posibilidades de movimiento.
Si alguna sensación incómoda se presenta
simplemente se acepta, no es la intención
bloquear ni generar ningún cambio en esta
memoria viva.
Cuando estés lista van a nacer. Como si se tratara
de una mamushka o una especie de dominó.
Percibe qué sientes al nacer, cómo se siente tu
alrededor, que sensación tienes al respecto.
Si es que tienes hij@/s vuelve a tu útero y
recapitula el sentir durante la gestación y parto
del mismo. Siempre respira conscientemente,
acepta lo que se presenta porque es para sanar.
Inspira profundo algunas veces, siente el agua
con manzanilla, ve volviendo lentamente a tu
cuerpo. Tomate un tiempo para estar del todo
presente. Abre los ojos despacio.

Procedimiento posterior.
Registra con un escrito o un dibujo lo que
experimentaste en el ejercicio. Bebe agua fresca.
Riega el agua con manzanilla en la tierra. Es
aconsejable darse una ducha para limpiar las
memorias. Siempre que trabajamos con agua
estamos movilizando nuestro campo emocional.
Ponte a hacer otra cosa y olvídate por un rato del
ejercicio, eso le da a tu cuerpo tiempo para
regenerarse e integrar la información de forma
más ligera.
Si has pasado por procesos de aborto sería bueno
que despidas energéticamente esa alma. No te
preocupes ni te culpes nunca. Todo estaba escrito
en el plan de vida de ambos. Agradece y ofrenda
alguna florcita o lo que sientas a la tierra si es que
lo crees necesario.

La gran madre.

La gran madre es la madre tierra, quien hace y


deshace sobre sí. La madre tierra es el fiel reflejo
de lo que se le hace al cuerpo “femenino” en este
mundo. Extracción, contaminación y explotación.
La madre tierra es bondadosa, abundante,
multiplicadora y sustentadora pero también es
destructora, viento huracanado y desamparo
cuando hace falta.
Amigarse con su luz y oscuridad es ir más allá de
la aparente dualidad para comprender con todo
el cuerpo el proceso regenerativo de su y nuestra
ciclicidad.
Cuidarla de nosotr@s mism@s.
Entendernos como su extensión.
Agradecer y devolver la vida.
Volver al barro.
Comprender sus pulsos.
Habitar sus ciclos.
Alinearse con su paso.
Animarse a habitarla conscientes.
Dar el granito de arena.
Si bien a nivel biológico se desaconseja el empleo
de la mayoría de plantas medicinales durante el
embarazo, en el sentido energético hay plantitas
que pueden ser grandes asistentes, una de ellas
es la Manzanilla.

Manzanilla.
Útil para cólicos, durante la lactancia se pueden
tomar infusiones cargadas de manzanilla ya que
aliviarán también los retorcijones en el bebé.
Antiséptica. Salud ocular. Trastornos digestivos.
Dolores menstruales. Durante la época de
término de embarazo puede tomarse para
colaborar en el incremento de contracciones.
Desinflamante de las vías urinarias. Cicatrizante.
Energéticamente nos inicia en el proceso de
darnos cuenta de estar acompañad@s. Nos
acompaña en las aguas profundas para resaltar lo
importante o dicho con otras palabras, la síntesis
de los procesos que es nada más y nada menos
que el balance de lo creado y lo destruido.

Luna menguante
Fase pre-menstrual
Sabedora de sí misma. Huesera.
Menopausia. Puerperio
La savia comienza a descender.
Otoño.
Con esta fase comienza el descenso de la luz en la
luna. Esta etapa y la de la luna nueva son bastante
desconocidas para nosotr@s pues permanecen bajo
el velo de la cultura, la tradición y la moralidad. Para
tener una idea cada vez que resurge el movimiento de
liberación existe una contra respuesta violenta por
parte de la sociedad o del poder gobernante. En un
pasado fue, por ejemplo, la influencia de la inquisición
la que en pleno auge de los saberes de las hierbas y la
curación quemó y exterminó a miles de brujas,
persiguiéndolas, humillándolas y acusándolas de
demoníacas.
En esta sociedad todos los procesos asociados a la
caducidad dan terror. Nuestro trabajo es volver a
retomar el poder bajo las sombras. Ser cautelosa sin
que eso implique permanecer temerosa ante las
profundidades. Volver a tomar las cartas en el asunto
del poder personal.
El útero es un lugar oscuro y caótico donde la vida
tiene lugar.
La muerte, por ejemplo, para las culturas fuera del
mundo occidental representa el pasaje a otro mundo,
el acceso a otros niveles de la consciencia universal.
Así mismo, la menopausia, para diferentes
comunidades originarias es el traspaso a la sabiduría,
la consumación en la vida como hechicera o
curandera. Muy distinto a como se vive por acá ¿No?
Cabe resaltar la importancia de preguntarse ¿Cuál es
mi concepto de oscuridad? ¿Cuáles son mis temores?
¿Puedo ir más allá de sus justificativos? ¿En qué nivel
siento que los mismos limitan mis pasos? ¿Cuál es mi
visión de la muerte? ¿Cómo pienso yo a la
menopausia? ¿Cómo vivo o vivía los días anteriores a
la menstruación? ¿Puedo/podía sentir mayor
sensibilidad esos días? ¿Me animo a resignificar esta
etapa? ¿Soy consciente de mis movimientos
hormonales? ¿Cómo me gusta/ba pasar mis días pre
menstruales? ¿Puedo darle lugar a este proceso sin
pelearme con él?
A mi entender la productividad está sobrevaluada y
someterse a los cánones de valoración del sistema
capitalista es condenarse a una vida aburrida y lineal.
Es posible trabajar sobre las creencias impuestas que
causan dolor y sometimiento se tenga la edad que se
tenga. Siempre estamos a un paso de reconfigurarnos
y empezar de cero. Ese es también, otro de los
beneficios de portar un útero.
Reescribiendo la historia
Imagina que puedes reescribir la historia o al menos
modificar su presuntuoso final. Una sensación muy
liberadora sucede cuando nos permitimos
creativamente soñar otras posibilidades colectivas e
individuales.
En esta fase del ciclo una puede encontrarse con más
claridad con la propia herida y con la propia verdad,
como también proyectar miles de sentimientos
añejos, programados o ancestrales, que nada tienen
que ver con el presente inmediato. Por eso en esta
actividad te propongo, jugar un poco con ese pasado
para poder liberarlo.

Quema de brujas
Elementos necesarios.
1. Cuaderno
2. Lapicera
3. Ruda y tomillo en sahúmo o secas.
4. Carboncito para sahumar de ser necesario.
5. Una vela blanca.

Procedimiento.
Tomarse el momento para realizar el ejercicio,
encender la vela blanca y las hierbas para sahumar.
Lo mejor es que sean las nombradas pero si no tienes
ni te es posible conseguirlas podes usar alguna otra
planta amarga.
Recapitula el momento de la quema de brujas
durante la inquisición. Podes sentirlo en primera
persona si te sirve, imaginando que encarnas en
alguna de las mujeres que están llevando a la
hoguera. Intenta sentir cada detalle sin ahogarte en
las emociones que te generan, con darles lugar ya
está bien. En la historia oficial las brujas mueren y ya.
Adiós. Ahora, usa la imaginación para crear un final
alterno, uno más parecido al real ¿pues acá estamos,
no?

Procedimiento posterior.

Una vez que termines el relato podes o bien guardarlo


así tal cual o quemarlo. El fuego es el elemento
transmutador por excelencia y terminará de colaborar
para amigarte con él. Apaga la vela.
Masajes y respiración ovárica.

En los días previos a recibir nuestra luna lo mejor es


mimarse y cuidarse mucho. No ingerir en exceso
alimentos pesados y darse el tiempo extra que nos
suele llevar realizar las cosas.

Un ejercicio muy provechoso para calmar los dolores


menstruales y la fatiga mental es el de los masajes y
la respiración ovárica. No es mi intención desplegar
en este cuadernillo toda la teoría y la práctica de la
misma sino facilitar una porción de sus posibilidades a
fin de transformarla en una actividad sencilla y
efectiva.

Elementos necesarios.

1. Ropa cómoda (suelta).


2. Soledad.
3. Almohadoncito o colchoneta.
4. Aceite de coco o almendras.
Procedimiento.
Sentarme sobre lo que he conseguido para esta
actividad. Adoptar una postura cómoda y no forzada.
Untar mis manos con un poco del aceite elegido.
Colocar mis dedos pulgares uno tocando la punta del
otro sobre el ombligo, dejar que la mano quede
estirada sobre el bajo vientre sin forzar, de esta
manera, los dedos meñiques van a estar apuntando la
ubicación de los ovarios. Comenzar a masajear en
círculos los ovarios con el dedo meñique ejerciendo
una leve presión, primero generando los movimientos
circulares hacia la derecha y luego hacia la izquierda.
Tomarse el tiempo necesario hasta sentir que se
comienza a desprender calor. Esta suba de
temperatura se debe a la energía cálida de los ovarios
que de no desprenderse comienza a enquistarse.
Proceder realizando círculos más grandes donde
están apoyados los dedos índices (útero) primero
hacia la derecha y luego hacia la izquierda.
Si suelen doler las mamas lo mejor es realizar también
masajes circulares con los dedos índices sobre los
pezones, envolviendo bastante a fin de disolver la
tensión y rigidez.
Una vez que de por finalizado el ejercicio aflojar las
manos, acostarme cómodamente y respirar inflando
el bajo vientre contando hasta cinco para inspirar y
luego cinco para exhalar, repetir unas siete veces

Procedimiento posterior.
Darse una ducha o baño de inmersión luego del
ejercicio. Si es posible reposar y descansar un rato.
Ruda: rubefaciente, emanagoga (hace bajar la
menstruación), activadora de la circulación
sanguínea, reguladora de pálpitos.
Energéticamente es una planta de limpieza súper
poderosa, su elemento es el fuego. Ayuda a
transformar toda la densidad almacenada en
nuestros cuerpos. La Ruda realiza cortes
contundentes de energía negativa y emociones o
pensamientos reiterativos. Es muy bueno
conectar con ella. También trabaja sobre nuestro
Chakra raíz.

Tomillo: antibacteriana, antimicótica, aperitiva,


desinflamante, cicatrizante y digestiva.
Energéticamente es una planta a la que se quema
para entrar en contacto con el mundo de l@s
ancestr@s, purificar ambientes y campos
energéticos en general.

Luna nueva.
Fase menstrual.
Anciana sabia.
Muerte.
Los principios activos se encuentran en la tierra.
Invierno.

Luna de sangre, me abro a reconocer, la esencia


sagrada de la lunación como se expresa en el río,
cauce puro de la vida, llevando las noticias, acercando
las distancias, envolviendo de frescura mi existencia.
Luna de sangre, me abro a perdonar la
desinformación que durante siglos se ha cargado en
mi linaje, ahora observo con claridad la invaluable
belleza rojiza, el oráculo certero.
Vivo sin dolor y lamentos el recogimiento natural
hacia las profundidades, amigada con mi cueva, en el
abrazo con el reflejo de mi ancianidad arquetípica e
innata.
Luna de sangre que mueves los hilos del tiempo, que
me llevas al silencio donde nadie llega, donde estoy
profundamente sola y me aterras.
Luna de sangre que despiadada me atraviesas, que
me recuerdas ser hembra, ser salvaje, ser valerosa,
aquí estoy para cuidar del fuego que me ha sido
encomendado.
Brújula diamantina, puerta de posibilidades infinitas,
espacio cero donde gesto mi historia y ofrendo mis
desaciertos, me veo en tu espejo, mi saludo es sincero,
esta noche me envuelvo en tu certera guía, acobijad@
en tu manto permanezco.
En esta fase lunar por lo general no se suele hacer
ningún tipo de ejercicio ya que es un momento donde
debemos predisponernos mentalmente a solo
descansar y procurarnos el ambiente adecuado para
hacerlo, no olvidemos que en las etapas de vida la
menstruación representa la muerte. Eso es, un portal
hacia otra capa de nuestra consciencia, donde el
impulso del ego desciende y podemos entregarnos a
la escucha natural de nuestras necesidades para
encontrar nuestros verdaderos sentimientos e
intenciones.
A lo mejor, lo que se suele hacer, es ofrendar la
sangre lunar a la tierra. Si usas toallita en vez de copa,
podes sumergirla en agua y entregar ambos fluidos
juntos. De esta forma evitarás desecharla y la
concepción sobre la misma inconscientemente
cambiará. Podes de vez en cuando sembrarla junto a
algún cuarzo (como se explicaba en el rito de
iniciación a la adultez al principio del cuadernillo).
Voy a hacer foco, aprovechando este momento de
retiro, en las cuestiones prácticas que nos restan ver:
la confección de toallitas de tela y la elaboración de
tinturas sanadoras.

Confección de toallitas de tela.


Cada vez son más las personas capaces de reconocer
el daño que le hacemos a la tierra al generar desechos
innecesarios. Una solución ancestral y efectiva en lo
que a la salud menstrual compete es la confección de
nuestras propias toallitas de tela. Es sumamente
sencillo y nos ayuda a reciclar elementos que
seguramente tenemos en casa, por lo que no conlleva
gastos.

Elementos necesarios.

1. Telas que no sean negras o muy oscuras ya que


no permiten ver con claridad el color de nuestra
sangre. Puede servir, por ejemplo, la tela de una
remera vieja. Lo importante es que sea más que
nada de algodón y no tanto de fibras sintéticas ya
que va a ser la textura a la que va a estar
expuesta la vagina.
2. Tela de toalla o alguna símil (por su poder
absorbente)
3. Botón chiquito.
4. Hilo y aguja.
Procedimiento.
A continuación adjunto la imagen con el
procedimiento básico. Es importante que el botón sea
pequeño para que no cause molestias. Recambiar
cada tres horas aproximadamente.

Tintura lunar sanadora.

Esta receta que pasaré a continuación pertenece al


capítulo 12 de mi libro Realismo Herbolario mágico.
Nuestra sangre se encuentra repleta de células
madre, las mismas son una poderosa medicina de
vida, cada vez más científic@s vuelven la mirada
sobre este hecho reconociendo y legitimando su
utilización como cura para el alzhéimer y otras
enfermedades-trastornos degenerativos. Por otro
lado podemos aplicarla en nuestras plantas para que
crezcan con fuerza ya que es un abono súper
enriquecedor de la tierra. Pero hay un uso esotérico y
sutil que nadie debería perder de vista, este es el de la
elaboración de una tintura madre con la misma.
Recomendamos no realizar esta preparación si se
están tomando medicamentos, pastillas
anticonceptivas o utilizando toallitas de
supermercado ya que podrían verse reflejados en la
sangre. Lo más efectivo para recoger la sangre es el
uso de la copa menstrual sino puede ir bien también
una toallita de tela con esta última no podremos
extraer a ciencia cierta la cantidad de gotas que
proponemos pero será útil de todas maneras,
también podes sentirte libre de sangrar sobre el
frasco de vidrio en cuclillas.
Ingredientes:
- Alcohol de uso comestible
-Frascos de vidrio esterilizados (estilo mermelada)
- Sangre menstrual
-Agua hervida
-Gotero
-Frasco gotero de 30ml
Procedimiento.
Juntar aproximadamente 13 gotas de sangre lunar y
colocar en frasco de vidrio, llenar todo el recipiente
con alcohol. Dejar reposar durante 28 días en un lugar
oscuro cuidando que el envase esté bien tapado para
que no se nos evapore el preparado. Pasado ese
tiempo vamos a recolectar 7 gotas de la preparación y
las vamos a pasar a un gotero de 30ml repletando el
resto de capacidad del mismo con agua previamente
hervida. El frasco de mermelada lo vamos a reservar,
podemos dejarlo así como está, mientras más tiempo
pase macerándose más fuerte estará la medicina
lunar, le llamaremos frasco madre.
¿Y ahora qué?
Beberemos 13 gotas diarias, podemos tomarlas en
dos veces o en una sola toma por día. Esto lo haremos
hasta terminar un ciclo de 28 días. Podemos
comenzar a tomarlo en luna nueva o llena teniendo
en cuenta nuestra intención. La sangre menstrual está
constituida entre otras cosas por células madre, las
mismas cargan toda la información de nuestro linaje,
su sabiduría y legado. Recorda registrar tus sueños y
sensaciones mientras realizas el tratamiento lunar.

¿Final?

¿Alguna vez te perdiste?


No hablo de direcciones o diagonales, de laberintos de
grandes ciudades
¿Alguna vez estuviste con tu propio fantasma en el bosque?
¿Te encontraste alguna vez verdaderamente perdidx sin
saber ni cómo volver ni a dónde llegar?
¿Sin algún objetivo en la tarde o la noche mientras el viento
soplaba en direcciones diversas y nada parecía hablarte
mientras el mundo te gritaba en todas las caras que estabas
perdidx?
¿Lo sentiste?
¿Sentiste la desesperación de caminar hacia cientos de
lugares donde el universo parecía dejarte señales en un
suceso que se repetía, en una caricia que se sentía bien o en
la comodidad absurda de percibirse a salvo?
¿Alguna vez te cansaste de caminar por el simple hecho de
tener que salir del sitio donde estabas, sin poder cantar con
los pájaros, sin poder encontrarte con ese momento de caos
donde se desmorona todo lo que conoces?
¿Te cansaste alguna vez de lo que conoces?
¿Del orden, de saber la respuesta, de intuir la pregunta, de
la cama, del despertador, del timbre, de la corrida, de la
casa, de las cosas que hacen que te sientas encontradx?
¿Tuviste ganas de mandar todo a la mierda en un abrir y
cerrar los ojos mientras te corría el sudor por la frente de
estar tan vulnerable en ese invierno desconocido?
¿Alguna vez fuiste catapultadx a las entrañas de ese
bosque?
Sabiendo lo que es no tener a donde ir más que hacia la
muerte y no teniendo otra alternativa que disfrutar porque
el tiempo corre a través de la piel...
¿Te diste cuenta que siempre estamos perdidos o nunca lo
estuvimos?
¿Que es una de dos?
¿Y volviste aún así a sentarte entre tus emblemas
cotidianos, de si dulce o salado, de si Claudia o Mariana, de
si azul o blanco, de si pantalón largo o vestido?
¿Extrañas ese bosque, no?
Lo incierto tiene ese sabor
Extracto del libro “Realismo herbolario mágico”.

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