La Literatura Profética Hasta El Período Persa

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Profesor: Juan Luis de León

LA LITERATURA PROFÉTICA
HASTA EL PERÍODO PERSA
DEFINICIÓN DE “PROFETA”

 Quizá la definición de profeta que más consensos ha logrado


sea la formulada por M. Wippert en el Neues Bibel-Lexicon
(1997):
 Una persona que, mediante una experiencia cognitiva (visión,
experiencia auditiva, aparición audiovisual, un sueño o similar),
se convierte en el sujeto de la revelación de una divinidad, o de
varios dioses, y además es consciente de ser enviada por la
divinidad o las divinidades en cuestión para transmitir la
revelación en forma verbal (como “profecía” o “discurso
profético”) o a través de actos de comunicación no verbal
(“actos simbólicos”) a un tercero, que constituye el verdadero
destinatario del mensaje.
EL PROFETISMO DEL ANTIGUO ORIENTE PRÓXIMO

 Egipto:
 El profetismo aparece en una época relativamente tardía.
 Se dirige esencialmente hacia el pasado para justificar el presente y
está muy ligado a la institución faraónica.
 El éxtasis es desconocido entre los profetas egipcios. Hay en ellos una
alternancia de oráculos de desgracia y de felicidad.
 Hay pocos puntos en común entre el profetismo egipcio y el israelita.
 Mesopotamia:
 Antigüedad y amplitud de la adivinación y de los oráculos en Sumer.
 Las “profecías” son generalmente el fruto de una técnica concreta y de
procedimientos bien determinados; por eso es difícil establecer la
diferencia entre adivinación, magia y profecía.
 Son especialmente interesantes, porque se acercan mucho a uno de los
aspectos de la profecía bíblica, los oráculos de salvación dirigidos al rey
en momentos difíciles, como el oráculo de Ishtar a Asarhaddon (680-
669 a. C.), en el que la diosa Ishtar se presenta como la protectora del
rey de Asiria en sus combates contra sus enemigos y le promete largos
días de reinado y de prosperidad.
EL PROFETISMO DEL ANTIGUO ORIENTE PRÓXIMO
 Mari:
 Ciudad situada en la orilla derecha del Eúfrates, en la Siria actual, y
destruida por Hammurabi, rey de Babilonia, alrededor del 1750 a. C.
 Reciben el apelativo de muḫḫûm/muḫḫūtum(fem.), que procede de la
raíz mahûm, que significa “estar loco”, enloquecer” o “delirar”. De ahí el
sentido de “extático”. También el de apilum (“el que responde”).
 Entre las 20.000 tablillas descubiertas allí, figuran cierto número de
oráculos dirigidos al rey Su parecido con los oráculos bíblicos es muy
instructivo.
 Con muy raras excepciones, el destinatario es siempre el rey.
 El oráculo puede ser pronunciado por la divinidad en cualquier
momento, sin que se espere. No es necesario ser especialista para
recibirlo. A veces los “laicos” son destinatarios del mensaje divino que
tienen luego que transmitir al rey.
 El mensaje, oral al principio, es puesto por escrito para ser enviado a su
destinatario. Los oráculos pueden pronunciar la desgracia o la felicidad,
aun cuando la mayor parte de ellos son oráculos de consuelo y de
animación para el rey.
 No discuten nunca la legitimidad de las instituciones.
EL PROFETISMO DEL ANTIGUO ORIENTE PRÓXIMO

 Carta de Kibri Dagan, gobernador de Terca, la ciudad misma


del dios Dagan, a Zimrilim:

 "Di a mi señor; Esto dice tu siervo Kibri Dagan: Los dioses Dagan e
Ikrub-El se encuentran bien. Más, el día en que estaba para enviar esta
carta a mi señor, me salió al encuentro un vidente (muhhum) del dios
Dagan y me habló de esta manera: el dios Dagan me ha enviado con el
siguiente encargo: Comunica con urgencia al rey que hay que ofrecer
sacrificios a los Manes de Yahdumilin (predecesor de Zimrilim). Esto me
ha dicho el vidente. Yo lo refiero a mi señor. Quiera mi señor hacer lo
que bien le pareciere".
EL PROFETISMO DEL ANTIGUO ORIENTE PRÓXIMO

 Canaán:
 Se posee un texto, conocido como la estela de Zakir, rey de Hamat, ciudad del
norte de Siria perteneciente al siglo IX a. C., época de los profetas Elías y Eliseo.
 Según la estela, el rey se encuentra en una situación difícil; acude a su dios
(“Levanté mis manos hacia Baalshamain”) que le escucha y le da su respuesta
por medio de unos videntes (la misma raíz que en hebreo) y adivinos.
 Pueden compararse ciertas expresiones como “No temas”, “yo estoy contigo”,
“yo soy el que te libraré” con Is 7,4; 37,5-8; Jos 8,1-3; 1 Sm 23,1-6; 1 Re 22,5-7
y sobre todo Jr 1,8.
 Un fragmento de la estela dice:
 “Yo soy Zakir, rey de Hamat y de Lu'asch. Yo estaba en la angustia... Ba'al-Shamaim
me escuchó y me sostuvo. Y yo elevé mis manos hacia Ba'al-Shamaim y Ba'al-
Shamaim me respondió por mano de los videntes y de los adivinos y me dijo: No
temas, pues yo te he hecho rey y yo estaré a tu lado y te libraré de todos estos reyes
que te han puesto asedio. Ba'al-Shamaim me dijo: Yo destruiré a todos estos reyes... “
 Sin embargo, el profetismo en ninguna otra parte adquirió una importancia
tan grande como en Israel.
MEDIADORES PROFÉTICOS EN LA BIBLIA HEBREA

 Vidente (ro’eh):
 Aparece únicamente 11 veces en la Biblia hebrea
(cf. 1 Sm 9,9.11.18.19; 15,27).
 Se refiere a un hombre que conoce cosas ocultas, al
que se puede consultar pagándole algo, y que quizá
también realizara algún tipo de sacrificios.
 Visionario (hozeh):
 16 veces en la BH (cf. 2 Sm 24,11; Am 7,12).
 Se caracteriza por “contemplar” o tener “visiones”.
 En Is 29,10, aunque como glosas explicativas, se
dice de ellos y de los nebi’îm o profetas que son
como los órganos que tiene el pueblo de Judá para
orientarse rectamente.
MEDIADORES PROFÉTICOS EN LA BIBLIA HEBREA
 Hombre de Dios (‘is elohim):
 76 veces en la BH, 55 de ellas en 1-2 Reyes.
 Casi siempre se aplica a un personaje conocido cuya
vinculación con Yahvé es tan estrecha que puede obrar los
mayores milagros. (cf. 1 Sm 9,6; 1 Re 17,24)
 El caso más notorio es el de Eliseo (cf. 2 Re 4,7.9.16.21).
 Textos tardíos aplican la expresión como título honorífico a
personajes como Moisés (cf. Dt 33,1) y David (cf. 2 Cr 8,14).
 Profeta (nabí’):
 Es el término más frecuente en la BH con sus 315 veces.
Etimológicamente proviene de la raíz acadia nb’, “llamar”,
“convocar”. La forma hebrea sería pasiva, de modo que
etimológicamente significaría “llamado”, “convocado” al
consejo de Dios o para una vocación o misión concreta.
 No siempre tiene un sentido positivo, pues también se aplica a
los profetas de Baal (cf. 1 Re 18,29) o a los falsos profetas de
Yahvé. Puede actuar individualmente o en grupo (los datos más
antiguos los presentan en grupo).
 El término se generalizó con el tiempo y fue dominante.
LOS RASGOS DEL PROFETA

 El Profeta es alguien “alcanzado” por Yahvé: La historia de cada


profeta es una historia de persecución, alcance y rendición (Am 7,
14-15; Is 6; Jr 1, 2-19; 20, 7. 9; 23, 29; Ez 1-3).
 El Profeta es alguien “alterado”: Es capaz de ver signos donde los
demás no ven sino cosas y de captar el clamor de la realidad
violentada por la injusticia (Jr 1, 12; Hab 2, 9-11; Am 6, 4-6).
 El Profeta es un “conocedor” de Yahvé (Am 5, 24; Is 1,11.15-17; Jr
22, 15-16; cf. Is 44,9-20; 46,1-7).
 El Profeta es un intérprete del presente y no un adivinador del
futuro: Evoca una conciencia y una percepción de la realidad
“disidentes” de las del entorno cultural dominante (Am 5, 4; Miq 6,
6-8; Is 43, 16-19; 52, 1-4).
 El Profeta es alguien enviado y necesariamente conflictivo: Su
misión consiste, fundamentalmente, en hablar en nombre de Otro
(Yahvé) y comunicar una Palabra con un contenido frecuentemente
amenazador a un pueblo de corazón endurecido y resistente (Is 8,
16-18; Jr 15, 15-21; 20, 7-18; Hab 1; 3, 17-19).
GRUPOS DE PROFETAS Y PROFETAS INDIVIDUALES

 Hay grupos de profetas caracterizados por el éxtasis que también


involucra a otros (1 Sm 10, 5-6. 10-13; 19, 18-24). Se sabe muy
poco de ellos y quizá se inserten en el movimiento extático-
divinatorio que aparece en Siria-Palestina durante el siglo XI a. C..
 Hay profetas individuales y diferenciados de los grupos extáticos:
caso de Samuel; (1 Sm 3; 7-8; 19, 18-19), quien es nabi’
(“profeta”), ‘is-elohim (“hombre de Dios”) y ro’e (“vidente”).
 Existen profetas de corte (1 Re 22), en grupo o individuales, pero
esto no excluye una posición crítica ante el rey al menos en
algunos de ellos (2 Sm 12; 24).
 Los profetas no suelen desarrollar una “teología” independiente,
sino que se encuentran dentro de las tradiciones religiosas de
Israel.
PROFETAS Y PROFETISAS DE GÉNESIS A 2 REYES

 Abrahán (Gn 20,7)


 Aarón (Ex 7,1; ver 4,10-16)
 Miriam (Ex 15,20)
 Moisés (Dt 18,15-22). Pero Moisés es más que un profeta en Nm
12,6-8. En Dt 18,12ss sirve como modelo para juzgar a los
profetas.
 Débora (Jue 4,4)
 Samuel (1 Sm 3,20; 9,9)
 Gad (1 Sm 22,5; 2 Sm 24,11)
 Natán (2 Sm 7,2; 12,25; 1 Re
 1,8ss)
 Ajías de Silo (1 Re 11,29; 14,2)
 Un anónimo (1 Re 13,11ss)
 Jehú (1 Re 16,7.12). No confundirlo con el rey del mismo nombre
 Elías (1 Re 18,22.36; 19,16)
 Eliseo (2 Re 5,3.8.13; 6,12; 19,1)
 Jonás (2 Re 14,25). Todo indica que es distinto del protagonista del
relato del libro bíblico que lleva su nombre.
PROFETISMO Y MONARQUÍA HASTA ÉPOCA AMÓS

 Primer momento- Cercanía física y distanciamiento crítico


respecto al monarca:
 Los representantes más famosos de esta primera época son Gad y
Natán.
 Gad interviene en tres ocasiones: aconsejando a David que vuelva
a Judá (1 Sm 22,5), acusándolo de haber realizado el censo (2 Sm
24,11s) y ordenándole edificar un altar en la era de Ornán (2 Sm
24,18s). Desempeña, pues, una función de consejero de guerra,
una función judicial y una función cultural. Nunca se dirige al
pueblo; siempre está en relación directa con David.
 Natán tiene más importancia. Es el profeta principal de la corte en
tres momentos decisivos de la vida de David: cuando pretende
construir el templo (2 Sam 7), cuando comete adulterio con
Betsabé y manda asesinar a Urías (2 Sm 12), cuando Salomón
hereda el trono (1 Re 1,11-48).
 Considerarlos profetas de la corte no implica necesariamente
servilismo, ya que nunca se vendieron al rey.
PROFETISMO Y MONARQUÍA HASTA ÉPOCA AMÓS

 Segundo momento- Lejanía física que se va estableciendo


entre el profeta y el rey:
 Un ejemplo significativo es el de Ajías de Siló, del que se conservan
dos relatos (1Re 11,29-39 y 14,1-8). En ambas ocasiones se
dirige, directa o indirectamente, a Jeroboán I de Israel: la primera,
para prometerle el trono; la segunda, para condenarlo por su
conducta. Por tanto, el compromiso del profeta no es con el rey,
sino con la palabra de Yahvé. Ajías no vive en la corte ni cerca del
rey. La primera vez le sale al encuentro en el camino, la segunda
debe ir la esposa de Jeroboán a buscarlo.
 También cabe destacar a Miqueas ben Yimlá; aparece en 1 Re 22,
cuando Ajab de Israel se une a Josafat de Judá para luchar contra
los sirios. Se discute si se trata de una persona real o ideal. En
cualquier caso, el texto es muy interesante para la confrontación
entre verdaderos y falsos profetas. Éstos aparecen merodeando
junto al rey, anunciando el éxito, deseando quedar bien. Miqueas
no está presente; hay que ir a buscarlo, y no se compromete a
nada, salvo anunciar lo que Yahvé le diga (v.14).
PROFETISMO Y MONARQUÍA HASTA ÉPOCA AMÓS

 Tercer momento- Concilia la lejanía progresiva de la corte


con el acercamiento cada vez mayor al pueblo:
 El ejemplo más patente es el de Elías.
 En los casos de Ajías y Miqueas ben Yimlá, cuando el rey busca al
profeta, lo encuentra. Con Elías no ocurre así, como reconoce
Abdías: “¡No hay país ni reino a donde mi señor no haya enviado
gente a buscarte.... Cuando yo me separe de ti, el espíritu del
Señor te llevará no sé dónde, yo informaré a Ajab, pero luego no te
encuentra, y me mata!” (1 Re 18,10ss). Elías nunca pisa el palacio
de Ajab. Una vez le sale al encuentro en la viña de Nabot (1 Re 21).
Y en la otra ocasión que se acerca a él, por mandato expreso de
Yahvé, exige la presencia de todo el pueblo (1 Re 18,19).
 Sus relaciones con Ocozías no fueron muy distintas; nadie puede
obligarlo, ni siquiera por la fuerza, a presentarse ante el rey; él lo
hará voluntariamente para anunciarle su muerte (2 Re 1).
 Elías se acerca a la gente, lo muestran el episodio de la viuda de
Sarepta (1 Re 17,9-24) y el juicio en el monte Carmelo (1 Re 18).
Cuadro según el período de actividad de los profetas
(Ubicación temporal hipotética referida al supuesto período de actividad del
profeta, no al libro atribuido a él, de redacción posterior. Daniel es un caso aparte)

Siglo VIII Amós, Oseas, Isaías (Is 1-39), Miqueas

Siglo VII Nahúm, Habacuc, Sofonías,


Jeremías (entre los siglos VII y VI)
Siglo VI Durante el exilio: Ezequiel y Segundo
Isaías (Is 40-55)
Después del exilio: Ageo, Zacarías
y Trito-Isaías (Is 56-66)
Siglos V-IV Abdías, Malaquías

Siglo IV Joel, Jonás

Siglo II Daniel
GÉNERO LITERARIO RELATO DE VOCACIÓN
 De especial importancia son los relatos de vocación, que describen la
iniciativa de Yahvé por la que llama a un hombre para realizar una misión,
pese a que no se describen valores destacados del llamado y éste
generalmente se muestra reticente al requerimiento divino.
 Con ligeras variantes, su esquema formal es el siguiente:
 Aparición de Yahvé o del mensajero divino (falta en Jeremías, sustituida por una
fórmula de acontecimiento de la palabra)
 Discurso de revelación con la misión
 Objeción del llamado
 Promesa de asistencia divina (en Isaías faltan tanto la objeción como la
promesa)
 Acción simbólica
 Son relatos de vocación (no sólo de profetas): Ex 3-4 (Moisés); Jue 6, 11-17
(Josué); 1 Sm 9, 16. 21; 10, 7 (Saúl); Is 6 (Isaías); Jr 1, 4-10 (Jeremías); Ez
2-3 (Ezequiel).
LOS PROFETAS EN LA BIBLIA HEBREA Y EN LOS LXX
LOS PROFETAS DEL SIGLO VIII A. C.
 En el siglo VIII ocurre un fenómeno totalmente nuevo dentro de la
profecía de Israel: la aparición de profetas que dejan su obra por
escrito. Por ello se los conoce como «profetas escritores», aunque el
término no es muy adecuado ya que éstos probablemente no dejaron
nada escrito.
 Si el mensaje de los profetas a partir de Amós se conservó por
escrito fue debido a que su palabra causó honda impresión en los
oyentes. La novedad consistiría en el rechazo del reformismo para
dar paso a la ruptura total con las estructuras vigentes.
 Los profetas anteriores a Amós eran reformistas. Admitían la
estructura en vigor y pensaban que los fallos concretos podían ser
solucionados sin abandonarla.
 Es la “época de oro” de la profecía en Israel: Amós, Oseas, Isaías y
Miqueas.
LOS PROFETAS DEL SIGLO VIII A. C.
 La problemática social, con sus diversos matices, aparece en los cuatro
profetas.
 Amós y Miqueas son los más preocupados por el tema. Al primero le duele
sobre todo la situación de los marginados sociales; a Miqueas, la opresión
de los campesinos de la Sefela por parte de los terratenientes y de las
autoridades de Jerusalén.
 Isaías da la impresión de vivir en la capital y de enfocar los problemas
desde otro punto de vista, fijándose no solo en la opresión de los pobres
sino también en la corrupción de los ricos.
 En el siglo VIII, tanto el Reino Norte como el Sur, habían pasado
rápidamente de una situación trágica, de gran pobreza, a un auge
económico. Pero este desarrollo de la agricultura y de la industria se
consiguió a base de los más pobres. El abismo entre ricos y pobres crece
sin cesar, y Amós no duda en dividir la población de Samaria en dos
grandes grupos: los «oprimidos» y «los que atesoran» (Am 3,9-12).
LOS PROFETAS DEL SIGLO VIII A. C.
 “El relato del libro de los Reyes no tiene mucho interés en proporcionar
noticias sobre la administración y la economía del reino de Israel. Pero un
lote de unos cien ostraka (SSII 2) encontrados en 1910 en una
dependencia del palacio real de Samaría ofrece datos de primera mano. Se
trata de «cartas de acompañamiento» de los suministros de vino y aceite
provenientes de las fincas palaciegas (designadas kerem o gat) y dirigidos
al palacio real. Esas cartas están datadas por los años del reinado de un
monarca cuyo nombre no se especifica. Como el año más alto que se cita
es el 17, los documentos pueden corresponder a algún reinado largo, como
el de Acab (improbable) o los de Joacaz o Jeroboam II. Las fincas palaciegas
estaban repartidas por el territorio que circundaba la capital, en un radio de
unos veinte kilómetros. La afluencia de vino y aceite, comparada con el
hallazgo en la Samaría del siglo ix de abundantes elementos de vajilla de
mesa de loza fina de tipo fenicio, nos ayuda a dibujar la imagen de una
corte real caracterizada por unos niveles de lujo bastante elevados. Se han
aducido en este sentido las denuncias contra el lujo de los notables de
Samaría lanzadas por Amos en tiempos de Jeroboam II” (M. Liverani, Más
allá de la Biblia. Historia antigua de Israel, Crítica, Barcelona (2005) 151).
LOS PROFETAS DEL SIGLO VIII A. C.
 La problemática religiosa tiene dos vertientes:
 Por una parte, el culto a los dioses extranjeros, especialmente a Baal, dios
cananeo de la fecundidad, de las lluvias y de las buenas estaciones, al que
los israelitas atribuyen «el pan y el agua, la lana y el lino, el vino y el aceite»
(Os 2,7). Oseas no pretende solucionar el problema con matanzas (como se
hizo en tiempos de Elías, 1 Re 18, y de Jehú, 2 Re 10), incluso critica
duramente a Jehú. Lo que el profeta desea es que el pueblo adquiera un
mayor conocimiento de Dios y se convierta.
 La segunda vertiente del problema religioso es más grave y aparece en los
cuatro profetas del siglo VIII. Se trata de un intento de manipular a Dios, de
eliminar sus exigencias éticas, queriendo contentarlo con ofrendas,
sacrificios de animales, peregrinaciones y rezos. El Dios de la justicia, que
quiere un pueblo de hermanos y no tolera la opresión de los débiles, se
convierte para la inmensa mayoría del pueblo en un dios como otro
cualquiera, satisfecho con que el hombre le rinda culto en el templo y le
ofrezca sus dones. Los cuatro profetas reaccionarán duramente contra este
perversión de la idea de Dios.
LOS PROFETAS DEL SIGLO VIII A. C.
 La problemática política es también fundamental en esta época, debido a
las graves circunstancias nacionales e internacionales. Donde aparece con
mayor fuerza es en Oseas e Isaías.
 El detonante es la subida al trono de Asiria de Tiglat-Pileser III (año 745
a.C.). Su política imperialista y la de sus sucesores (Salmanasar V, Sargón II,
Senaquerib) transformaron el antiguo Oriente en un campo de batalla
donde Asiria intenta imponer su hegemonía sobre pueblos pequeños y
tribus dispersas. Frente a ella, Egipto aparece como la única potencia capaz
de oponérsele.
 Y así surgirán en Israel y Judá dos partidos contrarios, uno filoasirio y otro
filoegipcio, que harán oscilar la política hacia uno u otro extremo. Lo típico
de Oseas e Isaías es su defensa de la neutralidad, su oposición radical a las
rebeliones contra Asiria y a las alianzas con este país o con Egipto. Algunos
han acusado a estos profetas, especialmente a Isaías, de «política utópica».
Otros los defienden como hombres de gran intuición y prudencia política. Lo
cierto es que ambos fracasaron. Ni las autoridades ni el pueblo les hicieron
caso.
LOS PROFETAS DEL SIGLO VII A. C.
 A la edad de oro de la profecía siguen muchos años de silencio. Alrededor
de setenta y cinco. En gran parte se explica por el largo reinado de
Manasés, hombre despótico, que «derramó ríos de sangre inocente, de
forma que inundó Jerusalén de punta a cabo» (2 Re 21,16). Es posible que
en su tiempo surgiesen profetas, aunque la frase anterior sugiere que no
les dejarían decir muchas cosas.
 Quizá pueda datarse durante su reinado la profecía de Nahún, en contra de
lo que piensan muchos comentaristas.
 Pero es a finales del siglo VII cuando aparece un grupo de grandes figuras:
Sofonías, Jeremías, Habacuc. No resulta fácil sintetizar su problemática
porque tienen puntos de vista muy distintos. Sofonías alienta la reforma
religiosa y política del rey Josías. Habacuc se plantea el problema de la
historia, de esa serie interminable de potencias opresoras (Asiria, Egipto,
Babilonia), dato difícil de conciliar con la bondad y la justicia de Dios.
LOS PROFETAS DEL SIGLO VII A. C.
 Jeremías, siguiendo a Oseas, concibe las relaciones entre Dios y el pueblo
en clave matrimonial. El pueblo, como una mujer infiel, ha abandonado a
Dios; por eso debe convertirse, volver. Ha emprendido un mal camino y
debe seguir el que lleva al Señor.
 La conversión abarca para Jeremías aspectos muy distintos: cultuales,
sociales, cambio de mentalidad y de actitud, y, el más duro, el que le
provocó mayores persecuciones: el político. Aceptar el yugo de
Nabucodonosor fue para el profeta el signo más evidente de vuelta al Señor
y de reconocimiento de su voluntad.
 Como en todos los profetas anteriores al destierro, la llamada a la
conversión va unida en Jeremías al anuncio del castigo en caso de que el
pueblo no cambie. Pero, llegado el momento crucial, cuando la catástrofe
es inminente, Jeremías abre paso a la esperanza. Dios no ha terminado con
su pueblo, «cambiará su suerte», transformará interior y exteriormente a
Judá.
 No es solo un profeta de amenaza y de castigo. Lo es también de consuelo
y esperanza.
LOS PROFETAS DEL SIGLO VI A. C.
 La caída de Jerusalén marca una nueva etapa en la historia de la profecía.
Antes de ella estuvo dominada por el tema del castigo y la amenaza. A
partir de ahora, los profetas hablan de esperanza y consuelo.
 El año 597 tuvo lugar el primer asedio de Jerusalén y la deportación de un
grupo importante. Entre ellos Jeconías, que solo lleva tres meses en el
trono.
 Para sustituirlo, Nabucodonosor nombra rey a Sedecías (597-586). Durante
nueve años se mantiene en calma, pagando tributo. Pero el 588 se rebela.
Nabucodonosor responde con el asedio inmediato de Jerusalén; tras año y
medio de sitio, forzada por el hambre, la capital se rinde el 19 de julio del
586. Un mes más tarde tiene lugar el incendio del templo, del palacio real y
de las casas; los babilonios saquean los tesoros, derriban las murallas y
deportan a un nuevo grupo de judíos (2 Re 25).
 Este grupo de desterrados engrosa las filas de los que marcharon a
Babilonia el 597. Lo han perdido todo: la tierra prometida, la ciudad santa,
el templo, la independencia. Ni siquiera les queda la esperanza del retorno
o la seguridad de ser el pueblo elegido y amado por Dios.
LOS PROFETAS DEL SIGLO VI A. C.
 Sin embargo, esta época del exilio será una de las más creativas de la
historia de Israel: una «siembra entre lágrimas» que produce «una cosecha
entre cantares» (Sal 126,5). Ezequiel será uno de los protagonistas más
activos de estos años, reflejando a través de su mensaje la inminencia de la
catástrofe y la esperanza de la restauración.
 El paso de la condena a la salvación se encuentra en todos los profetas.
Pero en Ezequiel es especialmente claro. A partir de ahora la profecía
tomará un matiz más consolador, como lo demuestra el ejemplo posterior
del Segundo Isaías (Is 40-55), profeta anónimo del exilio. Basándonos en la
mención de Ciro podemos fechar el contenido de estos capítulos entre el
año 553, cuando comienza sus campañas triunfales, y el 539, fecha de la
rendición de Babilonia.
 Los años centrales del siglo VI a.C. se caracterizan por la rápida decadencia
del Imperio neobabilónico y la aparición de una nueva potencia, Persia. Este
cambio de circunstancias alcanza su punto culminante el año 539, cuando
Ciro entra triunfalmente en Babilonia.
LA PROFECÍA A FINALES DEL SIGLO VI
 En los primeros decenios después del destierro (538-515
aproximadamente), destacan Ageo y Zacarías. Otro profeta aparece
envuelto en el misterio, y es probable que nunca existiese (Tritoisaías).
 Sus mensajes coinciden a veces, difieren en otras. Pero su denominador
común es su preocupación por el futuro.
 El pueblo que ha vuelto del destierro se halla desanimado. La solución fácil
es la evasión: preocuparse por lo inmediato y cotidiano, renunciar a la
esperanza, no pensar en el futuro. Sin embargo, estos profetas, cumpliendo
la antigua misión de sacudir las conciencias, enfrentarán al pueblo con el
futuro. Cada uno a su manera, desde distintos puntos de vista.
 Los tres consuelan y animan, exhortan a la esperanza en una restauración
nacional. El grupo que conocemos como Tritoisaías vinculará este mensaje
a la práctica de la justicia. Ageo, a la reconstrucción del templo. Zacarías es
quizá el que ofrece una promesa más incondicional y quien describe de
forma visionaria el futuro del pueblo de Dios.
CAUSAS DEL FINAL DEL PROFETISMO BÍBLICO

 Posiblemente fueron tres las causas que contribuyeron


a la desaparición de la profecía:
 La canonización de la Torá o “Ley” (Pentateuco),
medio seguro para conocer la voluntad de Yahvé.
 El empobrecimiento creciente de la temática
profética, centrada demasiado en el futuro lejano y
carente de atractivo para tratar los temas del
presente.
 El aumento y desarrollo de las religiones de
salvación con sus magos y adivinos que a veces se
confundían con los profetas.

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