20 Grandes Conspiraciones Historia Santiago Camacho
20 Grandes Conspiraciones Historia Santiago Camacho
20 Grandes Conspiraciones Historia Santiago Camacho
Reseña
Índice
Introducción
1. Creadores de dioses
2. La secta de los asesinos
3. La Garduña
4. Jesuitas
5. Los protocolos de los sabios de Sión
6. Jack el Destripador
7. Nazismo esotérico
8. Más brillante que mil soles
9. El regreso del nazismo
10. Asesinos del pensamiento
11. Marilyn Monroe
12. La «maldición» de los Kennedy
13. El fraude «Apolo»
14. El escándalo Watergate
15. La cara oculta de la transición
16. Lennon debe morir
17. ¿Fue realmente el aceite?
18. La guerra de los Bush
19. Waco
20. La gran impostura
Imágenes
Bibliografía
Autor
Introducción
Cuestión de confianza
El que avisa no es traidor. Éste no es un libro para todo el mundo.
Aquellos que se sientan perfectamente confortables con su actual
visión del mundo, de la política, de la religión, la economía o la
Historia, tal vez deberían escoger otro tipo de lectura. Tampoco creo
que sea éste un libro demasiado adecuado para aquellos que tienen
una fe inquebrantable en el sistema y sus instituciones, que
consideran que los medios de comunicación no dicen sino la verdad,
Este libro solamente pretende hacer pensar, que el lector cuente con
una serie de elementos de juicio adicionales, difíciles de obtener por
otros canales, que le permitan considerar que hay otras formas de
enfrentarse a la realidad. No pretendo afirmar que todas las teorías
que aparecen aquí analizadas sean ciertas al ciento por ciento, pero
sí que cada una de ellas cuenta con un equipo de pruebas suficiente
como para despertar una duda razonable. Encontrar la verdad —su
verdad— es trabajo del lector.
Capítulo 1
Creadores de dioses
Contenido:
§. El gran secreto tras el nacimiento del cristianismo
§. Fuentes Canónicas
§. Fuentes Históricas
§. Pruebas Materiales
§. Dramatis personae
§. El dios sol
§. Elementos prestados
§. Diferencias de actitud
§. El crisol de la cristiandad
§. El asesinato de la historia
§. Conclusión
§. Fuentes Canónicas
Más de uno se preguntará por qué estamos dudando de los
principios del cristianismo teniendo, como tenemos, los Evangelios,
infalible y exacto relato llegado hasta nosotros de la mano de los
testigos de los acontecimientos más extraordinarios de la historia
humana. Si dudamos es porque los Evangelios no son en realidad lo
que podríamos llamar «textos históricos rigurosos»: «Con la única
excepción de Papias, que habla de una narración de Marcos y una
colección de dichos de Jesús, ni un solo autor hasta la segunda
mitad del siglo II —esto es, a partir del año 150— hace mención
2 G. A. Wells, «The historical evidence for Jesus». Prometheus Books, Búfalo, 1988.
3Joseph Wheless, «Forgery in Christianity». Health Research, 1990. El texto íntegro de este libro
puede encontrarse en la dirección de Internet:
http://www.infidels.org/library/historical/joseph_wheless/forgery_in_christianity/index.shtml.
§. Fuentes históricas
El obispo Eusebio afirmaba en su Historia Eclesiástica lo siguiente:
«Merced a su poder para obrar milagros, la divinidad de nuestro
Señor y Salvador Jesucristo se convirtió en cada país en motivo de
discusión acalorada y atrajo a un gran número de gentes
extranjeras de tierras muy lejanas de Judea». Deberíamos, pues,
suponer que tal agitación dejó un rastro imborrable en los registros
históricos, cuanto menos similar al de otros acontecimientos
aparentemente de menor calado. Pues bien, sorprendentemente, y a
pesar de lo que afirman los historiadores eclesiásticos, no existen
esas referencias. Los escuetos fragmentos en los que Flavio Josefo
se refería a Jesús no resisten un juicio objetivo y con toda seguridad
fueron falsificados, probablemente por el ya citado Eusebio 6
4 Por ejemplo, en el Evangelio de Mateo se afirma que el nacimiento de Jesús fue dos años
antes de la muerte de Herodes, mientras que si es a Lucas a quien tenemos que hacer caso,
Herodes ya llevaría nueve años muerto en el momento del nacimiento de Cristo.
5 Joseph Wheless, op. cit.
versiones diferentes: griega (Historia Eclesiástica, de Eusebio de Cesárea), latina (De Viris
lllustribus, de san Jerónimo), árabe (Historia Universal, de Agapios, siglo X) y siria (Crónica
Siríaca, de Miguel el Sirio, siglo XII). La mayoría de los expertos está de acuerdo en que al
original de Josefo le fueron intercalados diferentes elementos por parte de escribas cristianos,
por lo que no se le puede otorgar ningún valor histórico.
§. Fuentes Materiales
7 Kersey Graves, «The world’s sixteen crucified saviors. Or Christianity before Christ». El texto
íntegro de este libro se puede encontrar en la página web:
http://www.infidels.org/library/historical/kersey_graves/16/index
§. Dramatis personae
Ya hemos apuntado que la historia de Jesús sería una
recombinación de varios relatos míticos y religiosos, la mayoría
orientales, aunque también se aprecian influencias clásicas y
10Barbara Walker, «The woman’s encyclopaedia of myths and secrets». Harper and Row, San
Francisco, 1993.
11Ibíd.
§. El dios sol
Este interés seguramente procede de una circunstancia que tiene
una profunda relación con los orígenes del relato evangélico.
Cuando decíamos que la personalidad de Jesús era en realidad un
mosaico formado por las andanzas de diversos personajes anteriores
procedentes de las más variadas culturas no mencionamos que, en
realidad, todos esos personajes no son sino diversas advocaciones
de la divinidad solar, la forma más antigua y universal de
manifestación religiosa. A lo largo de las épocas y las culturas este
mito solar mantiene, entre otros, una serie de elementos comunes
que a buen seguro resultarán familiares a los cristianos:
El Sol muere durante tres días en el solsticio de invierno para
resucitar el 25 de Diciembre, cuando la constelación de Virgo
(la virgen) asoma por el horizonte.
12 Ibíd.
13 Gerald Massey, «Historical Jesus and the mythical Christ or natural genesis and typology of
equinoctial christolatry». Kessinger Publishing Company, Kyla (Montana), 1998.
14 Joseph Wheless, «Did Jesus exist». Pemberton (Londres), 1986
§. Elementos prestados
Lo mismo sucede con el Antiguo Testamento, muchas de cuyas
historias, en especial las del Génesis, han sido importadas de otras
tradiciones, como la hindú, con una literalidad tal que ni siquiera
han variado los nombres. Curiosamente, lo que sí varió fue el papel
estelar que tenía la mujer en estas historias, dado el carácter
profundamente patriarcal de la cultura hebrea arcaica: «La mujer,
nunca más fue respetada como sagaz asesora o sabia consejera,
intérprete humana de la divina voluntad de la diosa, sino odiada,
temida o, cuanto menos, segregada o ignorada (…). Las mujeres
pasaron a ser representadas como criaturas carnales carentes de
raciocinio, actitud que se justificaba y ‘probaba’ con el mito del
paraíso (…). Argumentos cuidadosamente diseñados en aras de la
supresión de antiguas estructuras sociales continúan presentes en
el mito de Adán y Eva, como la divina prueba de que es el hombre
quien en último extremo debe detentar la autoridad» 15. Otros
elementos menores de carácter iconográfico o litúrgico también
fueron tomados de otras culturas y religiones, incluido el que
actualmente es el símbolo indiscutible de la cristiandad, la propia
cruz, que en un principio repelía a los mismos cristianos y que no
15 Merlin Stone, «When God was a woman». Harcourt, Brace & Company, Nueva York, 1978.
§. Diferencias de actitud
En la actualidad tenemos una imagen represiva respecto de la
actitud del cristianismo hacia la manifestación de la sexualidad
humana. Sin embargo, no siempre fue así. En los primeros tiempos
del cristianismo se mantenía una postura considerablemente más
abierta hacia el sexo, algo mucho más acorde con los orígenes
paganos de las creencias cristianas.
En aquellos tiempos era relativamente común entre los cristianos la
celebración de ágapes o «fiestas del amor», rito adaptado de las
celebraciones sexuales paganas. Algunos de los menos tolerantes
entre los padres de la Iglesia escribieron documentos censurando
estas prácticas; aunque no sería hasta el siglo VI cuando se
declararon heréticas y, como tales, prohibidas. Ello no fue óbice
para que el sexo continuara, durante algún tiempo más, formando
parte de la liturgia de determinadas sectas gnósticas, una
circunstancia que fue profusamente utilizada por el sector ortodoxo
de la Iglesia para desacreditar a estos grupos.
Así pues, una vez establecido que el cristianismo es una
reconstrucción de mitos y tradiciones religiosas de los más variados
orígenes, queda en el aire la cuestión de cómo fue creado el mito y
por quién. Si para localizar el germen ideológico hemos tenido que
buscar entre diversas culturas y tradiciones, para encontrar el
origen material del cristianismo tenemos que mirar hacia donde la
tradición lo ubica, esto es, a la Palestina del siglo I. En aquella
época el judaísmo distaba mucho de ser una religión homogénea y
§. El crisol de la cristiandad
Todos los elementos y tendencias que hemos repasado en las
páginas anteriores se combinaron y fueron tomando forma en la
ciudad de Alejandría de la mano de una secta mistérica denominada
«los Terapeutas», un grupo de visionarios egipcios en cierta forma
muy similar a los esenios, a los que autores como Eusebio no dudan
en calificar de cristianos a pesar de surgir y desarrollarse mucho
antes de la época de Cristo. Fueron ellos quienes compilaron el
Logia Iesou («Palabras del Salvador»), una antología de fuentes
sirias, hindúes, persas, egipcias, judías y griegas, en las que se
encuentra buena parte de lo que más tarde serían los Evangelios.
Por otro lado, la ocupación de Israel provocó una verdadera fiebre
mesiánica a consecuencia de la cual aparecieron decenas de
presuntos «elegidos» dispuestos a convertirse en el salvador
profetizado. Las posteriores revueltas que llevaron a la virtual
destrucción del reino de Israel hicieron que extrañas historias
comenzaran a circular por todo Oriente, mezclando mito y realidad y
dando lugar a una corriente espiritual que no tardó en adquirir
§. El asesinato de la historia
§. Conclusión
Si bien pudiera parecer lo contrario, lo expuesto en este capítulo no
forma parte de un saber esotérico u oculto; se trata de hechos
conocidos, si bien no difundidos. Si se interroga convenientemente a
cualquier académico experto en el tema no tendrá más remedio que
reconocer que la fundación del cristianismo está cimentada en
siglos de fraude e intriga. Admitirá que no existe ni una sola
mención a Jesucristo por parte de los historiadores contemporáneos
suyos, y que los textos bíblicos, aparte de no haber sido escritos por
sus pretendidos autores, están repletos de errores, contradicciones,
imposibilidades y falacias. Si ahondamos un poco más, nos dirán
que esos mismos textos han sido mutilados y adulterados por
sucesivas intervenciones de la propia Iglesia durante siglos.
¿Cuál es entonces la razón de que estos hechos de trascendental
importancia cultural no sean de dominio público y enseñados en
escuelas e institutos? George Orwell supo ver en su genial 1984 que
quien tiene la capacidad de alterar la historia domina de facto la
visión del mundo que tiene la población. El cristianismo se diseñó
como religión de Estado y, como tal, ha funcionado magníficamente
durante los últimos 1700 años. El incalculable poder de la Iglesia de
Roma alcanza aún hoy a todos los estamentos sociales de
Capítulo 2
La secta de los asesinos
Contenido:
§. Los orígenes de los terroristas suicidas del Islam
§. Alamut
§. Una sociedad esotérica
§. Místico y asceta
§. El legado de los "asesinos"
§. Ben Sabbah / Ben Laden
§. Conclusión
19 http://www.newdawnmagazine.com/Articles/Secrets%20of%20the%20Assassins.htm
§. Alamut
Hassan se aseguró la propiedad de Alamut por medio de la sutileza
y el engaño. Su formación privilegiada le sirvió en esta ocasión para
emplear una treta que ya aparece reflejada en la Odisea atribuida a
Ulises. Hassan llegó a un acuerdo con el dueño de Alamut por el
que se le vendía por un precio exiguo una porción de tierra que se
podría abarcar con la piel de una vaca. El dueño convino en ello
pensando que el joven forastero pretendía establecer un puesto de
venta en el lugar, no dándose cuenta de hasta qué punto podía
llegar la inventiva de Hassan. Éste procedió a dividir la piel de la
vaca en tiras sumamente delgadas que le permitieron fabricar un
largo cordón con el que abarcaría por entero el área de la fortaleza.
Lógicamente, el propietario protestó, pero los seguidores de Hassan
se encargaron de persuadirlo de que cumpliera con lo pactado.
Cuando los rumores de lo sucedido llegaron hasta el visir Nizam al
Mulk —su amigo de la niñez y virtual gobernante de la región, dado
que el sultán había delegado en él todas las funciones ejecutivas—
20, y anticipándose a las intenciones de su antiguo camarada,
comenzó a hacer preparativos para que el ejército del sultán sitiara
la fortaleza, algo que jamás sucedería. Al día siguiente, de regreso a
sus aposentos tras una audiencia con el sultán para informarle de
sus planes, Mulk fue abordado por un sufí que en realidad era Bu
Tahir, un agente de Hassan, que tras una breve conversación clavó
20Philip K. Hitti, «History of the arabs, from the earlier times to the present». Macmillan, Londres,
1970.
21 Arkon Daraul, «A history of secret societies». Citadel Press, Nueva York, 1989
§. Místico y asceta
Sin embargo, a medida que sus hazañas se multiplicaban y eran
cantadas y contadas por todo el mundo árabe, Hassan ben Sabbah
fue convirtiéndose en un personaje cada vez más misterioso y
reservado, que vivió el resto de su vida confinado por propia
voluntad entre los muros de la fortaleza. Se dice que durante ese
período abandonó sus aposentos tan sólo en dos ocasiones. Llevaba
una vida propia de un asceta, consagrado a la mística y a la
redacción de tratados teológicos. La ambición expansionista que
caracterizaba a la secta de Hassan —y los expeditivos medios que
empleaba— no se debía a una ambición personal, sino a su
condición de creyente profundamente devoto de la fe ismailí, que
quería convertir en la única corriente imperante en el Islam. De este
carácter modesto y hondamente religioso nos habla la circunstancia
de que Hassan podía aspirar a declararse descendiente directo del
Profeta con más legitimidad que otros que ya lo habían hecho, pero
rechazó utilizar esto como ventaja política: «Prefiero ser un buen
sirviente del Profeta antes que su hijo indigno».
Su celo religioso lo llevó a cometer no pocos excesos entre sus
propias filas. En Alamut, como siglos más tarde en el Afganistán de
los talibanes, estaba terminantemente prohibido beber y tocar
23 http://www.akdn.org
25 Destaca al respecto el brillante análisis que hace Tim O’Neill en el artículo titulado « Una
historia de la venganza y el asesinato en las sociedades secretas», incluido en el libro «Cultura
del Apocalipsis». Editorial Valdemar, Madrid, 2002.
26 ]http://www.iranian.com/History/Aug97/Sabbah/index.html
27 ]http://www.brainwashed.com/h3o/dreamachine/start.html
28 http://www.interpc.fr/mapage/westernlands/Derniersmots.html
Conclusión
Son demasiadas las semejanzas como para no pensar que ben
Laden no haya tomado elementos de la secta de los hashishins como
modelo para levantar su propio reino de terror. Osama ben Laden
es, a fin de cuentas, una persona culta con un profundo
conocimiento de la cultura islámica. Visto de esta manera, los
hashishins tuvieron finalmente éxito a la hora de hacer perdurar su
29 http://www.estrellaeconomica.com/010913/economia/opinion_racionero.htm
Capítulo 3
La Garduña
Contenido:
§. El secreto mejor guardado de la inquisición
§. Aliados de la Inquisición
§. Licencia para matar
§. Un entramado mafioso
§.El fin de la garduña
§. Conclusión
30Charles William Heckethorn, «Secret societies of all ages and countries». Kessinger Publishing
Company, Montana, 2000.
§. Aliados de la Inquisición
En estos casos particulares era donde entraba en juego la Garduña,
cuya actividad de aquellos días podríamos compararla a la del Ku
Klux Klan, esto es, una sociedad secreta esencialmente de carácter
racista encargada de la persecución ilegal de los ciudadanos por
razones xenófobas. Los miembros de esta sociedad secreta trataban
a estos judíos y musulmanes influyentes de maneras nada
católicas, recurriendo generalmente al asesinato de cualquiera que
difundiera o practicara ideas heterodoxas. De este modo, este
consorcio criminal se convirtió en un arma extraoficial del Santo
Oficio.
El férreo adiestramiento y disciplina de sus miembros, así como una
extremada crueldad a la hora de llevar a cabo sus misiones,
convirtió a la Garduña en un mito por derecho propio. En el seno de
la sociedad se enseñaba a los neófitos que ésta había nacido poco
31 Ibíd.
33 Ibíd.
§. Un entramado mafioso
A pesar de sus orígenes racistas, los miembros de la Garduña no
deben ser considerados exclusivamente fanáticos de la limpieza de
sangre cristiana, movidos simplemente por el odio y la xenofobia.
Ante todo, la Garduña era una sociedad de delincuentes. Ellos
fueron quienes controlaron durante el Siglo de Oro las conocidas
«cortes de los milagros» que aglutinaban a mendigos, prostitutas y
rufianes de todo pelaje, y que tan buen juego literario dieron en el
marco de la novela picaresca. La Garduña mantenía un entramado
mafioso para financiarse que incluía actividades ilegales de todo
tipo, como el secuestro, el lucrativo negocio de la venta de falsos
testimonios en los juicios, la trata de blancas y la falsificación de
documentos. Uno de los «servicios» más solicitados del nutrido
catálogo de la Garduña consistía en la captura, previo pago, de
algún enemigo o rival molesto para el cliente. El desdichado era
raudamente embarcado en un buque a punto de zarpar para ser
vendido más tarde como esclavo en alguna lejana plantación de
ultramar. El negocio era redondo ya que se cobraba de quien había
encargado el secuestro y se obtenía una suma adicional por el
esclavo.
§. El fin de la garduña
Dada la dimensión de este imperio criminal en la sombra no es
extraño que hasta 1822 no cuajara ningún esfuerzo serio para
acabar con la sociedad. La persecución de la Garduña suscitó
bastante interés en la opinión pública de la época y puso al
descubierto no pocos escándalos. Sin embargo, las fuerzas del orden
se encontraron ante la dificultad de que la organización había
tenido especial cuidado en no conservar ningún documento en el
que quedasen registradas sus transacciones comerciales, su
constitución o sus leyes, por lo que era sumamente difícil obtener
pruebas incriminatorias suficientes para desmantelarla y hacerse
una idea del carácter y la amplitud de sus actividades.
No obstante, en 1822 un hecho fortuito ocurrido en el domicilio de
Francisco Cortina, que a la sazón era el Hermano Mayor de la
Garduña, permitió el hallazgo de un libro repleto de anotaciones que
se convertiría en la principal prueba acusatoria contra el grupo 35. Se
35 «En agosto de 1822 se descubrieron en una casa sevillana los cadáveres de una muchacha
secuestrada días antes, María de Guzmán, y los de sus tres asesinos y violadores. El dueño de
la casa, un personaje influyente, confesó y delató a otros cómplices. Al parecer, los tres
secuestradores violaron y asesinaron a la joven sin autorización de su jefe, que los asesinó a su
vez al enterarse de que habían desobedecido sus órdenes. En la misma casa donde apareció el
37 Simplificando mucho, ya que un análisis exhaustivo de esta temática requeriría mucho más
espacio del que aquí disponemos.
38 ]La Generalitat y el Consell de Cent.
§. Conclusión
A pesar de ser una gran desconocida, la Garduña es una de las
mayores influencias de la historia negra española. Su huella se
aprecia en sitios tan dispares como la novela picaresca o el argot de
los delincuentes actuales. Su herencia permanece viva en
organizaciones delictivas como la Camorra napolitana, cuyos
Capítulo 4
Jesuitas
Contenido:
§. El ejército sin espadas
§. Textos sagrados, textos secretos
§. El hombre del destino
§. Un ejército sin espadas
§. Paranoia religiosa
§. «El profesor»
§. Utraque unum
§. Sic semper tyrannis
§. Conclusión
40 «Holy Aliance: How Reagan and the Pope conspired to assist Poland’s Solidarity movement and
hasten the demise of communism». Time, 24 de Febrero de 1992.
41 Según el 106º Congreso de Colegios y Universidades Jesuitas existían no menos de 40
la cabeza de esa lista, pues contaba con 15 antiguos alumnos en el Congreso de Estados
Unidos y uno, Bill Clinton, en la presidencia.
42 Este dato puede encontrarse en la edición de 1902 de la Enciclopedia Católica. La Nueva
43 ]Enel siglo XIII el Papa declaró como herejía el estudio no autorizado de la Biblia, recordando
una prohibición secular que parece ser que comenzaba a relajarse por aquellas fechas.
44 Peter de la Rosa, «Vicars of Christ: The dark side of the Papacy». Crown Publishers, Nueva
York, 1988.
45 Con anterioridad a 1450, las biblias, confeccionadas a mano por calígrafos especializados
que trabajaban en los conventos, eran un auténtico artículo de lujo, cuyo precio era
comparable a unas diez veces los ingresos anuales de un artesano próspero de la época.
Ricci, uno de los mejores generales y más lúcidos estrategas con los
que haya contado la Compañía de Jesús. Inspirado por Sun Tzu 48,
Ricci, aristócrata de nacimiento, con reputación de imperturbable y
jesuita de corazón, se embarcó en una compleja trama de
operaciones encubiertas, virtualmente imposibles de documentar en
la actualidad, que tenían como propósito llevar a los jesuitas a
controlar territorios donde nunca antes habían osado pisar.
A él se atribuye la jugada de ajedrez más brillante y audaz de la
historia de la Compañía: su aparente disolución por orden del Papa
para así, lejos de cualquier investigación, poder actuar con mayor
comodidad. En primer lugar, llama la atención que los jesuitas
fueran expulsados, primero de Portugal (1759) y más tarde de
Francia (1762), sin que el brillante y combativo Ricci moviera un
dedo para evitarlo. En España, Carlos III no dudó un instante en
tomar la misma determinación en 1767: «Todos los miembros de la
Compañía de Jesús deberán abandonar mis reinos, y sus bienes
son declarados confiscados». Parecía que los monarcas europeos se
habían confabulado para dictar el final de la Compañía. El golpe
definitivo lo daría Clemente XIII, que antaño alardeara de su
amistad con Ricci y de ser el principal patrocinador de la orden,
decretando su disolución en 1773.
El aparente declive jesuítico coincidió con la expansión de la
masonería, cuya ideología religiosa, el deísmo, no se alejaba mucho
de los ideales gnósticos de la Compañía. Como escribiera el masón
48No cabe duda de que Ricci era un gran conocedor de la obra del estratega chino, ya que fue el
autor de la introducción a la primera traducción occidental de su obra.
49 El camino lo inicia Locke (1632-1704) con su obra «El cristianismo racional», publicada en
1694, y culmina en Toland (1670-1722), cuyo «Cristianismo sin misterio» (1696) es un tratado de
filosofía deísta, lleno de ideas de sus predecesores, que levantó gran escándalo e incluso fue
condenado por el Parlamento irlandés.
50 F. Tupper Saussy, «Rulers of evil». Harper Collins, Nueva York, 2001
§. Paranoia religiosa
Una de las medidas más impopulares decretadas durante el reinado
de Jorge III fue la llamada Acta de los Sellos, que obligaba a colocar
sellos reales en todos los bienes exportados desde la colonia, así
como en facturas, presupuestos, escrituras, panfletos, periódicos,
anuncios, libros de contabilidad, minutas, testamentos y
contratos52. En aquel a época, Bute ya se encontraba oficialmente
apartado de los asuntos de Estado, pero su influencia entre los
Amigos del Rey continuaba siendo muy importante.
Pasado el furor por el Acta de los Sellos, Ricci no tardó en encontrar
un nuevo modo de soliviantar a los colonos americanos: gracias a
sus agentes en Londres consiguió que en 1764 la Iglesia anglicana
diera un paso en falso ordenando a un obispo para las colonias
americanas. La indignación, convenientemente azuzada por
agitadores independentistas, se extendió por América. Una carta
aparecida en The New York Gazette el 14 de Marzo de 1768
52 http://odur.let.rug.nI/~usa/E/sugar_stamp/actxx.htm
55 Desde que la Compañía fue «disuelta», Ricci se encontraba confinado en las lujosas
dependencias del castillo de Sant’Angelo, que en ocasiones fue utilizado como residencia de
descanso de los pontífices. Los rumores de la época decían que el castillo y el Vaticano se
encontraban unidos por un túnel que empleaba Ricci para mantener intacta su influencia en la
Santa Sede.
§. «El profesor»
Unos tres meses después de la presunta muerte del general de los
jesuitas, en la primavera de 1775, hace su aparición en el entorno
de los revolucionarios americanos un misterioso personaje al que
sólo se conoce como «el profesor». En los escasos documentos que
hacen referencia a este personaje sólo se menciona que habla con
«acento europeo». Sin embargo, a pesar de ser un desconocido, los
revolucionarios lo tratan con especial deferencia.
Se hospedaba en una habitación alquilada en una casa particular
de Cambridge, cuya dueña nos ha legado a través de su diario
personal las más detalladas e interesantes descripciones de este
oscuro personaje. Se trata de un hombre discreto y apacible, buen
conversador y de carácter en general bondadoso. A juicio de la
patrona, debía de rondar los setenta años de edad 56. El desconocido
hablaba con fluidez varios idiomas y demostraba una cultura tan
amplia que no dejaba de asombrar a sus eventuales contertulios,
algo que también encaja a la perfección con lo que sabemos de
Ricci, que era profesor de literatura, teología y filosofía, además de
haber mantenido relaciones personales y epistolares con la flor y
nata de la intelectualidad europea de su época. No recibía
correspondencia, pero sí breves visitas de desconocidos que
desaparecían tan de súbito como habían llegado.
§. Utraque unum
Con los acontecimientos saliendo a entera satisfacción de la
oficialmente extinta Compañía, el obispo John Carroll funda en
1789 la Universidad de Georgetown, que a lo largo de su historia ha
albergado como alumnos a personajes de la talla política de Bill
Clinton, y que actualmente sigue regentada por los jesuitas. El
escudo de esta prestigiosa institución es posible que nos hable con
mayor elocuencia que ningún libro de historia sobre el origen de
58 Memoria secreta presentada al rey de España por el conde de Aranda sobre la independencia
de las colonias inglesas después de haber firmado el Tratado de París de 1783. Biblioteca
Nacional, Manuscritos, 12966/33
59 Wiliam y Ariel Durant. Simon & Schuster, Nueva York, 1967.
60Joseph George, «The Lincoln writings of Charles P. T. Chiniquy». Journal of the Illinois State
Historical Society, Febrero de 1976.
61 Ibíd.
§. Conclusión
63Un magnífico resumen de la pugna que actualmente se vive en el Vaticano entre la Compañía
de Jesús y el Opus Dei lo podemos encontrar en el libro «Mentiras y crímenes en el Vaticano»
(Ediciones B, Barcelona, 2000), escrito por un grupo de sacerdotes que se hacen llamar
«Discípulos de la verdad».
Capítulo 5
Los protocolos de los sabios de Sión
Contenido:
§. La gran conspiración contra los judíos
§. El origen de los protocolos
§. El cementerio de Praga
§. La eclosión de los protocolos
§. Se extiende la epidemia
§. Henry Ford: antisemitismo en cadena
§. Las últimas fronteras
§. Conclusión
§. Se extiende la epidemia
En Rusia, el documento apócrifo sirvió para alimentar la ira y la
histeria de masas que condujeron a los infames pogromos 70. Esas
persecuciones se hicieron especialmente intensas tras la
promulgación del Manifiesto de Octubre de 1905. Este documento
era fruto de los esfuerzos de los sectores liberales por modernizar el
zarismo. Sin embargo, el inmovilismo ruso no estaba dispuesto, en
modo alguno, a convertir el país en una monarquía parlamentaria.
Con un malestar público innegable tras la humillante derrota
militar sufrida frente a Japón, hubo quien pensó que exacerbar el
odio hacia los judíos era una jugada política rentable.
69 La primera edición de los Protocolos apareció seriada en la revista «La Bandera» de San
Petersburgo entre el 26 de Agosto y el 7 de Septiembre de 1903.
70 En su sentido restringido, la palabra pogromo (que en ruso significa «destrucción»,
«exterminio») se emplea para designar los tumultos anti-judíos que sacudieron la Rusia zarista,
con la connivencia de las autoridades imperiales, a finales del siglo XIX y principios del XX. En
un sentido más amplio, también designa las persecuciones sufridas por la comunidad judía
desde la época medieval.
71 Norman Cohn, «El mito de la conspiración judía internacional». Alianza Editorial, Madrid,
1983.
72 Es de justicia reconocer que posteriormente el The Times fue uno de los primeros medios de
York, 2001.
74 ]Carol Gelderman, «Henry Ford. The wayward capitalist». St. Martin’s Press, Nueva York,
1981.
76 Jacobo Timerman, «Preso sin nombre, celda sin número». Random House, Nueva York, 1981.
77 El artículo «Vacaciones en la tierra prometida» de la revista nacionalsocialista chilena
«Pendragón» (núm. 9, 1997) es una pequeña joya a este respecto, en la que se da a entender que
los mochileros israelíes que visitan el Sur de Chile forman parte del «Plan Andinia»
§. Conclusión
Estamos en una época en la que los nacionalismos excluyentes
vuelven a reclamar su lugar bajo el sol y donde la globalización
económica es contemplada con recelo. La situación en Palestina
añade una nueva variable al ejercicio del mito antisemita. Por
desgracia, es la ductilidad del mito, la forma en que unos y otros lo
adaptan a sus intereses e ideologías, lo que augura que durante el
siglo XXI aún lo veremos distinguirse por el mundo.
Capítulo 6
Jack el Destripador
Contenido:
§. Al servicio de su majestad
§. Mary Kelly
§. El chantaje
§. Un poder en la sombra
§. Malos tiempos para la monarquía
§. El torturado Walter Sickert
§. ¿Un asesino masón?
§. Conclusión
§. Al servicio de su majestad
1. Existe la sospecha de que los misteriosos asesinatos de Jack el
Destripador pudieron ser fruto de una conspiración que
buscaba enterrar las pruebas de un escándalo que afectaba a
la familia real al más alto nivel.
2. El príncipe Albert Victor, segundo en la línea de sucesión al
trono, habría contraído matrimonio en secreto con una
modesta empleada católica con la que tuvo una hija.
3. Las víctimas de Jack el Destripador habrían sido un grupo de
prostitutas que, conocedoras del escándalo, intentaron
chantajear a la reina Victoria.
78 Chapman Pincher, «The private world of St. John Terrapin». Sidgwick & Jackson, Londres,
1982.
79 Stephen Knight, «Jack the Ripper: The final solution». Academy Chicago Publishers, Illinois,
1986. En los últimos tiempos, las teorías de Knight han sido atacadas y ridiculizadas por otros
expertos en el tema de Jack el Destripador. Sin embargo, estos críticos han fallado
lamentablemente a la hora de ofrecer una refutación convincente de los alegatos fundamentales
de Knight, por lo que aún deben de considerárselas dignas de ser tenidas en cuenta, máxime
cuando existen pruebas objetivas que apoyan muy firmemente algunas de ellas.
§. Mary Kelly
Pocos años después, Kelly regresa al East End huyendo de las
hambrunas que sacuden Irlanda. Pero las cosas han cambiado y
ahora la única fuente de ingresos viable de la que puede disponer se
80 Paul Begg, «Jack the Ripper: The uncensored facts». Robson Books, Londres, 1988
§. El chantaje
Así pues, inconscientes del terrible peligro en el que se colocaban, o
tal vez conscientes pero pensando que nada podía ser peor que el
infierno de Whitechapel, pusieron en marcha su ingenuo plan de
chantaje. Las integrantes del complot eran, aparte de la propia
Kelly, Polly Nicholls, Elizabeth Stride y Annie Chapman. Las cuatro
serían víctimas del Destripador. Fue Kelly la encargada de visitar a
Sickert, convirtiéndolo en portavoz de sus pretensiones ante el
palacio de Buckingham. Tanto debió de impresionar esta visita al
pintor que la inmortalizó en un cuadro al que puso por título «El
chantaje», y cuya protagonista guarda un notable parecido con Mary
Kelly81.
Estamos pues ante una auténtica lucha entre David y Goliat. Por un
lado tenemos a cuatro míseras prostitutas y por el otro al grueso de
81 Jean Overton Fuller, «Sickert and the Ripper crimes: An investigation into the relationship
between the Whitechapel murders of 1888 and the English tonal painter Walter Richard Sickert».
Mandrake, Oxford, 1990.
§. Un poder en la sombra
Y a su vez, su lealtad hacia la masonería, a la que le debía toda su
carrera política, lo empujaba a dar al problema una solución lo más
rápida y definitiva posible. No debemos olvidar que en Gran Bretaña
83 Bernard Taylor y Kate Clarke, «Murder at the priory: the mysterious poisoning of Charles
Bravo». Grafton, Londres, 1988.
84 Stephen Knight, op. cit.
85 Paul Begg, Martin Fido y Keith Skinner, «Jack the Ripper A-Z». Headline Book Publishing,
Londres, 1991.
86 Melvin Harris, «The Ripper file». W. H. Alien and Co., Londres, 1989.
87 «London labour and the London poor», de Henry Mayhew (Penguin Books, Londres, 1985),
ofrece un descorazonador retrato de cómo vivían las clases más desfavorecidas de la época.
89La princesa Alexandra había encargado a Walter Sickert que cuidara al príncipe Eddy
durante sus frecuentes salidas por la ciudad.
90«The Juwes are the men who will not be blamed for this for nothing». Nótese que la
mayúscula inicial en «Juwes» denota claramente que se trata de un nombre propio.
§. Desde el infierno
Fue tras este asesinato cuando el Destripador envió la única de las
cartas que se admite generalmente como auténtica, ya que iba
acompañada de la mitad de un riñón humano, casi con seguridad
perteneciente a Catherine Eddowes. La carta iba dirigida al señor
Lusk, jefe del comité de vigilancia de Whitechapel y su texto era el
siguiente: «Desde el infierno. Le envío la mitad del riñón que me
93Más de un milagro se ha atribuido a este fenómeno cuando el corazón del santo martirizado
de turno aparecía intacto entre las cenizas del martirio.
§. Conclusión
Más de cien años después, la historia de Jack el Destripador aún
continúa estremeciendo a las generaciones actuales. Más que la
crueldad de los crímenes, es el profundo misterio que los rodea lo
que ha mantenido vivo el mito. Los asesinatos de Jack el
Destripador fueron fruto de un lugar y una época muy
determinados, constituyen un melodrama que nos evoca niebla,
coches de caballos, sombreros de copa y luz de gas. La conspiración
era el único ingrediente que le faltaba a esta historia, una
conspiración probable que, sin embargo, no despeja la mayor
incógnita de cuantas plantea esta historia. ¿Qué oscuras ideas se
escondían en la cabeza de Jack el Destripador?
Capítulo 7
Nazismo esotérico
Contenido:
§. Las obsesiones secretas del III Reich
§. El secreto del doctor Stein
§. El mundo en sus manos
§. El libro del doctor Stein
§. El retorno de los brujos
§. El mago de los guantes verdes
§. Guerra mágica
§. El imperio de la locura
§. Paranoia colectiva
§. Conclusión
94 Trevor Ravenscroft, «The spear of destiny». Red Wheel/Weiser, York Beach, 1982.
95Landolfo II de Capua fue el personaje histórico en el que se inspiró Wolfram von Eschenbach
para crear el personaje de Klingsor, el archivillano de su Parsifal. «The mark of the east», Trevor
Ravenscroft y T. Wal ace Murphy. Red Wheel/Weiser, York Beach, 1997.
96 Uno de los mentores más influyentes de Hitler era el librero vienés llamado Ernst Pre tzsche.
Pretzsche fue descrito en su momento por el doctor Stein como un hombre de mirada malévola
con aspecto de sapo. Era devoto del misticismo germánico y predicaba la llegada de una raza
aria superior. Hitler frecuentaba el negocio de Pretzsche, donde vendía sus libros cuando
necesitaba dinero. Durante esas visitas el librero lo adoctrinaba en los conceptos del misticismo
germánico y lo animó con éxito a que utilizara el peyote, no como droga alucinógena, sino como
herramienta para alcanzar la iluminación mística.» Wiliam Bramley, «The Gods of Eden». Avon
Books, Nueva York, 1989.
97 «Terminó por comprar una copia del Parsifal de Eschenbach que había pertenecido una vez a
Hitler y que satisfacía particularmente al doctor Stein. Stein quedó impresionado por la
meticulosidad de las notas al margen, aunque simultáneamente se sentía horrorizado por el odio
racial patológico que demostraban». Frank Smyth, «The occult connection». Orbis, Nueva York,
1992.
98 «Hitler llevó al doctor Stein a la parte alta del Danubio para que conociera a su maestro en
cuestiones místicas, un rústico leñador y herboristero llamado Hans Lodz, que conservaba en
su sangre de campesino restos de la atávica clarividencia de las tribus germánicas antiguas y
que se asemejaba a un enano malévolo sacado de las páginas de los cuentos de hadas o de una
ilustración de un libro de folclore germánico antiguo. Los amigos decidieron nadar en el río,
momento en el cual el doctor Stein descubrió que Hitler tenía solamente un testículo.» Jeffrey
Steinberg, «The unknown Hitler: Nazi roots in the occult». The New Federalist, Nueva York, 1992.
99 August Kubizek, «Young Hitler: friend of my youth». Londres, 1954.
habitación del hotel imperial. A las siete de la tarde, los gritos del
populacho presa del éxtasis no cesaban, Hitler salió al balcón del
hotel y pronunció el siguiente discurso: « ¡Camaradas, damas y
caballeros alemanes! Sé lo que sentís, pues yo mismo lo he
experimentado profundamente en estos cinco días. Un gran cambio
histórico ha llegado a nuestro pueblo alemán. Lo que ustedes
experimentan en este momento, el otro pueblo alemán también lo
experimenta con ustedes: ¡No sólo los dos millones de personas en
esta ciudad, sino 65 millones de nuestro pueblo en todo el Reich!
Este cambio histórico me oprime y me conmueve. Y ante ustedes
pronuncio este juramento: en el porvenir, nadie romperá y rasgará
el imperio alemán como lo ha estado hasta hoy».
Terminadas las celebraciones, y de forma mucho más discreta,
Hitler se dirige al Hofburg al que accedió como visitante en sus años
de miseria. Una vez allí, se acerca directamente hacia la vitrina de la
lanza y, extrayéndola de su estuche, se encierra con ella ordenando
que nadie lo moleste. Tras unas horas de soledad, el Führer emerge
de su encierro y ordena que la reliquia sea trasladada a un búnker
antiaéreo en Nüremberg, la capital espiritual del movimiento nazi.
102 Mel Gordon, «Hanussen: Hitler’s jewish clairvoyant». Feral House, Portland, 2001.
(…), una gran multitud en las calles. (…) Todo un pueblo aclamando
los desfiles de nuestros SS. (…) Es de noche, desgarrada de fuego.
(…) Veo los reverberos iluminados, las luces de la alegría, la cruz en
su vorágine de fuego. (…) Es la llama de la liberación alemana, el
fuego sobre las viejas servidumbres, el fuego que canta la gran
victoria del partido. (…) Ahora alcanza una gran casa. (…) ¡Un
palacio! Las llamas salen por las ventanas (…), se extienden. (…)
Una cúpula pronto va a derrumbarse. (…) ¡Es la cúpula del
Reichstag que flamea en la noche!» 103. Efectivamente, el Parlamento
alemán fue incendiado sólo tres días más tarde. Se intentó acusar
del hecho a los comunistas pero pocos dudaban de que los nazis se
encontraran detrás de todo.
A partir de ese momento, ciertos jerarcas nazis, en particular
Goebbels, comenzaron a considerar que las cosas habían ido
demasiado lejos con el vidente, no sólo por la predicción de lo
ocurrido en el Reichstag sino por la tremenda influencia que ejercía
sobre notables militantes del partido y sobre el propio Hitler. El 7 de
Abril de 1933 Hanussen fue ejecutado en las afueras de Berlín por
tres pistoleros de las SS. Nadie llegó a saber nunca quién dio la
orden.
§. Guerra mágica
La obsesión de Hitler por las ciencias ocultas era de tal calibre que
decretó una ley que prohibía expresamente, con durísimas
sentencias, la práctica de cualquier forma de adivinación. Se
103 Ibíd.
104 Peter Levenda y Norman Mailer, «Unholy alliance: History of the Nazi involvement with the
occult». Continuum Pub Group, 2002
105 ]Adolf Hitler, «Mein kampf»
§. El imperio de la locura
Por su parte, Hitler continuaba con su obsesión mágica recurriendo
a todos los medios que tenía a su alcance. Lo que empezó siendo un
estudio erudito y metódico se había transformado en una loca
carrera sin orden ni meta en la que ya no sólo corrían peligro su
106 Louis Pauwels y Jacques Bergier, «El retorno de los brujos». Plaza & Janés, Barcelona, 1989.
107Vladimir Terziski, «Secret research on antigravity and space flight organized by the german
secret societies during World War II». Steamshovel Press, núm. 9, otoño de 1993.
§. La sociedad de Thule
El auge del III Reich no es fácil de explicar sin hablar de un grupo
secreto llamado la «Sociedad de Thule». Diversos estudiosos opinan
que esta sociedad secreta de carácter germano y ario era el
verdadero poder oculto que se escondía tras el Partido
Nacionalsocialista. Su ideario propugnaba un regreso a la magia y la
irracionalidad que dominaban el mundo durante la Edad Media. El
bagaje doctrinal de la orden estaba formado por una extraña fusión
de pangermanismo, anti-materialismo, espíritu medieval, aspectos
del pensamiento rosacruz, enseñanzas alquímicas y, en general,
todo aquello relacionado con la tradición esotérica occidental 108.
Ellos fueron quienes se encargaron de alentar las más
descabelladas aventuras de Hitler, desde la captura de la Lanza del
Destino a las búsquedas del Santo Grial o el Arca de la Alianza, que
tan buen juego han dado en el cine de aventuras. Tal vez un
ejemplo nos ayude a mostrar hasta qué punto era influyente este
grupo en la vida alemana. El 6 de Abril de 1919 hubo en Baviera
una verdadera revolución en la que socialistas y anarquistas
tomaron las calles y proclamaron la República Soviética de Baviera.
Sin saber cómo ni de dónde, surgió un grupo de resistencia, «los
108 Ken Anderson, «Hitler and the occult». Prometheus Books, Nueva York, 1995.
para formar parte de esta élite del nazismo fuera renegar de manera
categórica de la religión cristiana, a la que se consideraba fuente de
todos los males de la raza aria109.
§. Paranoia colectiva
Fue una época de paranoia colectiva en la que oficiales de las SS
afirmaban sin rubor que, según la doctrina nacionalsocialista, el
Canal de la Mancha es mucho menos ancho de lo que dicen los
mapas. Muchos de los jerarcas nazis eran hombres que creían en la
magia, para los que el universo no era más que una ilusión, algo
cuya estructura podía ser modificada, doblegada por la voluntad de
los iniciados. Tal fue la motivación que llevó a Hitler a enviar sus
tropas a Rusia sin equipo invernal. «Yo me encargaré del invierno»,
dijo a sus generales, convencido de que los fuegos arios harían
retroceder a los hielos eslavos 110.
El imperio de la magia había alzado su fantasmal trono en
Alemania. ¿Qué misterioso poder provocaba la fascinación que
Hitler ejercía sobre su pueblo? Hubo quien vio en su potente y
demencial oratoria a un hombre poseído por alguna suerte de
espíritu maligno. La respuesta es mucho más sencilla. A través de
sus estudios, Hitler había aprendido el inmenso poder que ejercen
los símbolos sobre las masas y emprendió la tarea de dar vida a los
mitos que, si bien ignorados, seguían siendo poderosos en lo más
profundo del inconsciente colectivo del pueblo alemán.
109 Ibíd.
110 Pauwels y Bergier, op. cit.
111 «The occult roots of nazism: Secret aryan cults and their influence on Nazi ideology. The
ariosophists of Austria and Germany, 1890-1935». Tauris & Co. Ltd., Londres, 1992.
§. Conclusión
Para finalizar nuestra historia sobre la obsesión de Hitler con la
mitología y el ocultismo aportaremos un epílogo tan poético como
real. El 20 de Abril de 1945, el mismo día en que Hitler cumplía 56
años, la compañía «C» del Tercer regimiento norteamericano ocupa
tras duros combates la ciudad de Nüremberg. Diez días después, el
30 de Abril, el teniente William Horn consigue abrirse paso hasta el
búnker secreto donde la Lanza del Destino era custodiada como uno
de los mayores tesoros del III Reich. En ese mismo instante, a
muchos kilómetros de allí, en otro refugio subterráneo situado en el
corazón de Berlín, Adolf Hitler se suicidaba disparándose una bala
Capítulo 8
Más brillante que mil soles
Contenido:
§. La verdadera historia de las pruebas nucleares
§. «Somos unos hijos de puta»
§. Expulsados del paraíso
§. El arsenal atómico
§. Juegos de guerra
§. La bomba «H»
§. Pesadilla nuclear
§Conclusión
113 ]http://www.nv.doe.gov/news%26pubs/photos%26films/testfilms.htm
114 ]StephaneGroueff, «The Manhattan Project: The untold story of the making of the atomic
bomb», ¡Universe.com, Lincoln (Nebraska), 2000.
115 ]RonaldRadosh y Joyce Milton, «The Rosenberg file». Yale University Press, New Haven
(Connecticut), 1983.
«Nuclear testing in the Marshall Islands: A brief history». Micronitor News and Printing
116
§. El arsenal atómico
El de 1951 fue el año en que Estados Unidos se hizo con un arsenal
nuclear tal como lo entendemos en la actualidad, que fue probado a
lo largo de una serie de experimentos conocidos colectivamente
como Buster/Jangle y que tuvieron lugar en el campo de pruebas
117La página web institucional de la República de las islas Marshall cuenta con todo detalle la
tragedia de este pueblo: http://www.rmiembassyus.org/relocmap.gif.
§. Juegos de guerra
La siguiente tanda de pruebas nucleares se verificó bajo el nombre
en clave de Tumbler/Snapper y pasará a la Historia como el
experimento nuclear en el que más seres humanos se vieron
implicados como conejillos de Indias. Bajo el patrocinio de la recién
creada Comisión de Energía Atómica, cientos de seres humanos
fueron expuestos, ahora más directamente que nunca, a la acción
de las detonaciones atómicas. Una actitud tan negligente como
carente de respeto hacia las personas utilizadas como sujetos
experimentales. Hubo abusos de todo tipo e incluso se dio el caso de
pilotos a los que les fue ordenado volar a través del hongo radiactivo
para tomar muestras de la atmósfera. Pero no eran las muestras
atmosféricas lo que se estaba intentando estudiar. Ni siquiera
importaba ya el efecto de la radiación sobre el cuerpo humano. El
propósito de esta actitud aparentemente inexplicable era llevar a
cabo un detallado estudio psicológico sobre el comportamiento de
las tropas en un campo de batalla atómico. En caso de guerra era
preciso contar con operativos eficaces que apoyasen de inmediato la
contundente, acción de los bombardeos nucleares y, al igual que se
entrenaba a los antiguos caballos de batalla disparando armas de
fuego cerca de ellos para que llegado el momento no se asustaran,
se llegó a la conclusión de que con los seres humanos se podía
Las reivindicaciones de este grupo pueden ser consultadas en la página web de la Asociación
120
§. La bomba «H»
1952. La pérdida del monopolio nuclear por parte de Estados
Unidos había colocado a las superpotencias en una incómoda
situación de equilibrio. El desarrollo de la bomba de hidrógeno era
el proyecto en el que Estados Unidos había puesto todas sus
esperanzas de volver a inclinar la balanza de su lado.
Sobre el tablero de diseño, la construcción del nuevo artefacto
atómico no revestía especial dificultad. Pero no bastaba con
fabricarla: también era necesario comprobar sobre el terreno su
potencial destructivo, para lo cual se volvió al Pacifico, donde
tuvieron lugar las pruebas designadas bajo el nombre en clave de
Operación Iv 121. Esta vez el escenario de la prueba sería el atolón de
Enewetak, una vez más en las ya castigadas islas Marshall, donde
se montaría y se haría estallar a «Mike», la primera bomba de
121Mencionaremos como curiosidad que este nombre ha sido tomado por un grupo punk cuya
consigna es «el gobierno es la ciencia de la represión»
§. Retorno a bikini
Con el tiempo, un nuevo concepto hizo aparición en la terminología
geopolítica: la «escalada nuclear». Ambas potencias se habían
embarcado en una ciega carrera por poseer más armas, cada vez
más potentes, como si hubiese alguna diferencia en tener el poder
para destruir la Tierra dos o quince veces, salvo para beneficio de
las empresas de armamento. En medio de este clima se hizo
necesaria una nueva batería de pruebas nucleares que, bajo el
122Norman Moss, «Men who play God: The store of the H-bomb and how the world came to live
with it». Harper Col ins, Nueva York, 1968.
124Nota del maquetador: Acrónimo de Radiation absorbed dose (Dosis de radiación absorbida)
125 ]«Worldspaceflight news, 20th Century. Nevada test site atomic bomb and nuclear weapons
test documents, progressive management». Nueva Jersey, 2001.
§. Pesadilla nuclear
Como hemos visto, lo expuesto en este capítulo no fue exactamente
una conspiración. Cuando las razones de seguridad nacional
imponen su ley los gobiernos no necesitan andarse con demasiados
tapujos para conculcar impunemente los derechos más elementales
de sus ciudadanos. La experimentación nuclear con seres humanos
durante los años cincuenta es uno de los muchos episodios
vergonzosos que constituyen el legado de la Guerra Fría.
Desgraciadamente, desde aquella actuación las cosas parecen no
haber cambiado demasiado a juzgar por el calvario que han tenido
que soportar los veteranos de la Guerra del Golfo, víctimas de una
misteriosa enfermedad sobre la que nadie parece querer o poder
ofrecer explicaciones.
Las víctimas de las pruebas nucleares tienen la sensación de haber
sido deliberadamente utilizadas como conejillos de Indias. Nadie les
previno del peligro al que iban a ser expuestos tanto ellos como sus
descendientes. La Asociación Nacional de Veteranos Atómicos
Conclusión
Otras potencias nucleares, como Francia o Gran Bretaña,
desarrollaron sus programas sin exponer a su población a este tipo
de riesgo. No obstante, todo ello podría haberse dado por zanjado si
lo consideramos como algo del pasado, como una más entre el
cúmulo de atrocidades cometidas durante aquellos oscuros años.
Afortunadamente, este tipo de pruebas nucleares atmosféricas
terminaron en Estados Unidos en 1963. Dieciocho años de
explosiones. Aquí hemos contado la historia de sus efectos y los
hombres que tuvieron que sufrir sus consecuencias. Ahora, en otros
lugares del planeta, en los que el sentido común indica que
deberían ocuparse de resolver graves problemas, las imágenes son
Capítulo 9
El regreso del nazismo
Contenido:
§. De Odessa a los neonazis
§. Las amistades peligrosas
§. Ceremonia de confusión
§. Llegan los neonazis
§. La esvástica y la media luna
§. El resurgir
§. La reunificación
§. La horda del este
§. Ya están aquí
§. Y ahora, ¿qué?
§. Conclusión
126 La operación Valkiria, nombre en clave del complot para el asesinato de Adolf Hitler, estaba
dirigida por el general Claus von Stauffenberg, héroe de guerra contra la URSS durante la
campaña de 1943.
127 La purga que dirigió Remmer se saldó con la vida de 21 generales y un gran número de
129 Heinz Höhne y Herman Zoling, «The general was a spy». Bantam Books, Nueva York, 1972
§. Ceremonia de confusión
Mientras tanto, y tras una odisea digna de la mejor película de
intriga, durante la cual se las arregló para poner en funcionamiento
la red de ayuda a los antiguos «SS» (la mítica «ODESSA») a pesar de
encontrarse en poder de los norteamericanos, Otto Skorzeny, ya en
libertad y bajo la fachada de un honrado importador de
equipamiento industrial, había tomado como cuartel general el
conocido restaurante madrileño Horcher. Durante aquella época
pasaron por allí todos los nazis que hacían escala en la capital de
España antes de incorporarse a sus respectivos exilios
sudamericanos130. El propietario del establecimiento, Otto Horcher,
130 En los archivos nacionales de Estados Unidos se conserva un documento de los servicios de
inteligencia del ejército que bajo el titulo «Spanish activity, Re: Restaurant HORCHER,
MADRID» detalla las otras actividades que, aparte de las meramente culinarias, tenían lugar en
el restaurante.
131«La araña», otra red de ayuda para los antiguos nazis cuya influencia se hizo sentir
especialmente en América latina y muy concretamente en Chile.
133 ]KurtP. Tauber, «Beyond eagle and swastica: German nationalism since 1945». Wesleyan
University Press, Connecticut, 1967.
§. El resurgir
Si extraña fue la aventura egipcia de Skorzeny y su séquito, no lo
fue menos el siguiente capítulo de la peripecia de Francis Yockey,
que lo llevó hasta La Habana de Fidel Castro para comprobar si era
cierto aquello de que los extremos se tocan y había alguna
posibilidad de colaboración entre el régimen cubano y la
internacional nacionalsocialista. Fue sólo una intentona que no
cuajó, por lo que al poco tiempo Yockey regresó a Estados Unidos,
donde estuvo jugando al ratón y al gato con el FBI durante una
temporada. Finalmente, fue detenido y falleció en prisión en 1960
en circunstancias poco claras.
Pero para entonces Yockey, que otrora fue considerado como uno de
los mayores enemigos de Estados Unidos, ya era una reliquia de
otros tiempos. En los Estados Unidos de los años sesenta la
estrategia del nazismo se debatía entre la actitud solapada de los
grupos de presión de la extrema derecha vinculada al Partido
Republicano, como el Liberty Lobby, con su actitud de «nosotros
sólo somos un grupo de patriotas», y la políticamente menos
correcta, aunque mucho más sincera, parafernalia de desfiles,
camisas marrones y esvásticas en el brazo en la que se había
embarcado George Lincoln Rockwell, el pintoresco líder del Partido
Nacional Socialista norteamericano. Sus coloridas y descaradas
demostraciones, que frecuentemente tenían que ser escoltadas por
la policía para evitar que la multitud los agrediese, consiguieron sin
embargo conmocionar a la sociedad norteamericana que, con el
134John George y Laird Wilcox, «Nazis, communist, klansmen and others on the fringe».
Prometheus Books, Nueva York, 1992.
§. Toma de posiciones
La segunda parte de este proceso está marcada por el momento en
que el nazismo europeo sale de las catacumbas y comienzan a
celebrarse importantes manifestaciones públicas que ponen de
manifiesto que el movimiento tiene mucha más vida de la que
generalmente se imaginaba, como la «fiesta» que todos los años se
celebra en la localidad belga de Dixmude: una suerte de romería
hitleriana en la que miles de cabezas rapadas, luciendo sus mejores
galas, cantan himnos y beben cerveza en un clima de etílica
exaltación ideológica 135.
La década de 1980 ve el nacimiento de una nueva camada de
líderes, menos apegados al pasado y mucho más pragmáticos, que
darán un nuevo giro a las aspiraciones y estrategias neonazis. Uno
de ellos es Michael Kühnen, líder del Frente de Acción Nacional
Socialista. Inteligente analista, Kühnen era perfectamente
consciente de la pésima imagen del nazismo y, para vencerla, dotó a
135 Mark J. Kurlansky, «Neo-nazis, fascist groups flock to peace demonstration in Belgium».
International Herald Tribune, 5 de Julio de 1983.
§. La reunificación
El 9 de Noviembre de 1989 toda Alemania, y muy especialmente
Berlín, fue una fiesta, la catarsis total. El muro de la vergüenza
había caído. Pero la fiesta no duró mucho. Los elevados niveles de
frustración de amplios sectores sociales en la antigua República
Democrática de Alemania, que percibían estar sometidos a una
situación de marginación respecto de los ciudadanos de la
República Federal, y el cierre de numerosas empresas que no
resultaban competitivas en la nueva Alemania reunificada,
constituía un campo abonado para nuevas ideas y valores políticos,
en un entorno en el que tradicionalmente habían prevalecido
137 Robadas las cenizas de un jefe neonazi, agencia France Presse, 8 de Abril de 1992.
que tenga que matar a cien mil personas, pero los otros trescientos
millones podrán vivir en paz». Esta perla dialéctica es obra de
Vladimir Zhirinovski, el líder ruso que más inquietud despierta en
Occidente.
§. Ya están aquí
La muerte, quemadas vivas, de tres muchachas turcas en la ciudad
alemana de Solingen fue, aparte del triste epílogo a décadas de
discriminación sobre la comunidad turca, una llamada de atención
sobre la realidad del fenómeno neonazi. La crisis económica y
cultural ha permitido a las organizaciones de extrema derecha
desarrollar una infraestructura a través de la cual canalizar los
elevados niveles de frustración de ciertos grupos ciudadanos. La
crítica al extranjero, atribuyéndole la culpabilidad de que los
nacionales no tengan acceso a un puesto de trabajo en su propio
país, demostró ser un argumento fértil sobre el cual elaborar
propuestas de alcance ambicioso que planteaban un cambio radical
en las estructuras políticas democráticas. De esta manera, la
xenofobia y su exteriorización se convirtieron en indicadores que
permitían conocer los niveles de asimilación de los valores
promovidos por las organizaciones de extrema derecha. Alemania es
el país en el que en mayor medida habían sido asimilados tales
mensajes a tenor del elevado número de agresiones racistas que allí
se han producido.
En Estados Unidos también existe preocupación. Los neonazis
norteamericanos ya no son sujetos pintorescos como George Lincoln
§. Y ahora, ¿qué?
En la mayor parte de las democracias liberales existen actualmente
grupos neonazis. Sus actividades se centran en la discriminación
racial, ataques contra minorías étnicas y la negación del holocausto,
a pesar de ser consideradas como actividades ilegales en muchos
países.
Sin ir más lejos, en Alemania, donde incluso la exhibición de
símbolos nazis es ilegal, hemos podido observar cómo el Tribunal
Constitucional se ha visto obligado a prohibir varios grupos
neonazis entre 1952 y 1992. El Deutsche Reichspartei de Otto
Remmer tuvo cinco diputados en el Bundestag entre 1949 y 1953.
El Nationaldemokratische Partei Deutschlands (Partido Nacional
Democrático de Alemania) obtuvo éxitos electorales entre 1966 y
1972; el momento de máxima popularidad de este partido fue en
1994, cuando su líder, Günter Deckert, recurrió con éxito una
condena por negar el holocausto. La situación política alemana era
particularmente ambigua. Ese mismo año, un encuentro entre
Franz Schönhuber, dirigente del Republikaner Partei (Partido
140 Carlos Nadal, «La cara oscura de Europa». La Vanguardia, 12 de Mayo de 2002.
§. Conclusión
A la vista de los datos aquí presentados no resulta alarmista
vaticinar un resurgir del nazismo durante este siglo. Las mentes que
idearon este largo período en la sombra tuvieron éxito en su empeño
de mantener sus ideales en hibernación hasta la llegada de tiempos
mejores. Queda por saber si su éxito será total y una nueva
generación de jóvenes tendrá que pagar con su sangre el derecho a
la libertad.
Capítulo 10
Asesinos del pensamiento
Contenido:
§. La batalla por el control de la mente
§. La CIA y el LSD
§. Operación «clímax de medianoche»
§. Lavado de cerebro
§. Asesinos programados
§. La trampa psicodélica
§. Alto secreto
§. El control de la mente
§. Conclusión
142 Martin Lee y Bruce Schlain, «Acid dreams». Grove Press, Nueva York, 1985.
143 Ibíd.
144Alan W. Scheflin y Edward M. Opton, «The mind manipulators». Paddington Press, Nueva
York, 1978.
§. La CIA y el LSD
«MkUltra» era el nombre en clave de una operación a gran escala
organizada por el Equipo de Servicios Técnicos de la CIA (TSS) con
el propósito de llevar a cabo investigaciones sobre la alteración del
comportamiento humano, especialmente a través del empleo del
145 Gordon Thomas, «Journey into madness». Bantam Books, Nueva York, 1989.
146 Ibíd
147 Robert Anton Wilson, «Everything is under control». Harper Collins, Nueva York, 1998.
dictaminó que los experimentos con LSD no eran motivo para entrar
en litigio contra el Ejército.
El programa de experimentación clandestina también incluyó
someter a la población civil de varios Estados a los efectos de
diferentes agentes químicos. Esta situación llevó en 1995 al senador
Paul Wellstone y al congresista Martin Olav Sabo a promover una
legislación específica para evitar los abusos llevados a cabo por la
CIA en el terreno de la experimentación humana.
Estos siniestros trabajos de investigación los realizaban personajes
como el doctor Ewen Cameron, que en la McGill University de
Montreal y bajo la cobertura de un grupo denominado Sociedad
para la Investigación de la Ecología Humana utilizó técnicas
experimentales tan crueles como mantener a sujetos inconscientes
durante meses administrándoles descargas eléctricas de alta
intensidad y dosis continuas de LSD148. En Dachau o Auschwitz los
científicos nazis hubieran palidecido de envidia. Claro que el doctor
Cameron debía de saberlo muy bien, ya que él mismo participó
como miembro de un tribunal durante los juicios de Nüremberg.
Vivir para ver.
148 Ibíd.
Walter H. Bowart, «Operation mind control: How the cryptocracy wil psychocivilize you». St.
149
§. Lavado de cerebro
Las actividades de «MkUltra» experimentaron un notable impulso a
raíz del supuesto éxito de las técnicas de «lavado de cerebro» en los
países comunistas151. La popularización de este concepto procede de
Ibíd.
150 ]
151Samuel Chavkin, «The mind stealers: Psychosurgery and mind control». Houghton Mifflin
Co., Boston, 1978.
§. Asesinos programados
Una de las prioridades de «MkUltra» era crear el espía perfecto. Un
agente que no pudiera revelar información comprometedora aunque
fuera torturado hasta la muerte, alguien que cumpliera con ciega
eficacia cualquier orden con la que se lo hubiera programado,
incluido el asesinato. Se trataba de fabricar auténticos robots
humanos152.
152Alex Constantine, «Virtual Government: CIA mind control operations in America». Feral
House, Venice (California), 1997
153Lincoln Lawrence (seudónimo), «Mind control, Oswald & JFK: Were we control ed?».
Adventures Unlimited Press, Kempton (Illinois), 1997.
§. La trampa psicodélica
Tuvo que llegar la década de los sesenta para que la Agencia Central
de Inteligencia encontrase una utilidad digna de tantos estudios y
esfuerzos para el LSD. La Rand Corporation llevaba tiempo
investigando sobre el posible impacto social y, sobre todo, político
del consumo de LSD sobre la población. La vinculación de esta
empresa, con sede en la ciudad californiana de Santa Mónica, con la
Agencia Central de Inteligencia es un hecho de sobra conocido entre
los expertos en inteligencia. Basta decir que James Schlesinger, ex
director de la CIA y ex secretario de Defensa, está en la nómina de
la Rand como analista estratégico; y que el presidente de esta
154 Steven Jacobson, «Mind control in the United States». Critique Publishers, Santa Rosa
(California), 1985.
155 ]Stewart Tendler y David May, «The brotherhood of eternal love». Panther Books, Londres,
1984.
§. Alto secreto
Tras revisar los resultados de los experimentos cinco años después
de finalizado el programa, un auditor de la CIA escribió en su
informe: «Deben ser tomadas todas las precauciones, no sólo para
proteger las operaciones de su exposición a las potencias enemigas,
sino también para sustraer estas actividades del conocimiento del
público norteamericano en general. Saber que la agencia está
implicada en actividades ilícitas y poco éticas podría tener graves
repercusiones en círculos políticos y diplomáticos».
156Jim Keith, «Mind control/world control: The encyclopedia of mind control». Adventures
Unlimited Press, Il inois, 1998.
§. El control de la mente
El concepto de control mental es contemplado por la mayoría de las
personas como algo futurista o fabuloso. Suelen decir los teólogos
cristianos que la mayor astucia del diablo es hacer creer en su no
existencia. Con el control de la mente sucede lo mismo. Sin
embargo, los seres humanos han empleado técnicas eficaces de
manipulación del pensamiento desde tiempos inmemoriales, cuando
157Don Gillmor, «I swear by Apollo: Doctor Ewen Cameron, the CIA, and the canadian mind-
control experiments». Eden Press, Montreal, 1986.
§. Conclusión
Probablemente nunca se terminará de conocer toda la verdad
respecto a este oscuro y lamentable capítulo de la historia reciente.
Todo lo que queda del «Proyecto MkUltra» cabe en los siete
archivadores de cartón que contenían los escasos documentos a los
que pudo tener acceso el Comité del senador Ted Kennedy. A pesar
de que sus nombres son conocidos, nunca se ha tomado acción
legal alguna contra los participantes del proyecto. Ninguno de ellos
fue siquiera expulsado de la agencia o llamado ante sus superiores
para rendir cuentas de sus actos. Tal vez lo que mejor resuma la
situación sean las palabras que el senador Kennedy pronunció en
Capítulo 11
Marilyn Monroe
Contenido:
§. Las diosas también mueren
§. Caso 81128
§. El diario de Marilyn Monroe
§. La ambulancia perdida
§. En el ojo del huracán
§. Recapitulando
§. Abandonada
§. Abandonada (II)
§. Desaparecida
§. El último día de Marilyn Monroe
§. Conclusión
Hay casos en los que, sin que se sepa muy bien la razón, la
versión oficial de los hechos es automáticamente puesta en duda
por la opinión pública. El presunto suicidio de Marilyn Monroe es
uno de esos casos. Nadie se atrevió a decirlo en los periódicos, ni
es algo que se contemple siquiera como posibilidad en las
biografías políticamente correctas de la actriz, pero mucha gente
creyó firmemente desde el principio que la estrella
cinematográfica más famosa de todos los tiempos había sido
asesinada, una creencia que, a juzgar por las pruebas, no resulta
en absoluto descabellada.158
158 Aparte de las fuentes documentales que para casos concretos se citarán en las sucesivas
notas a pie de página, quisiera destacar de manera muy especial el tributo que la investigación
de la muerte de Marilyn Monroe en general, y de este capítulo en particular, le debe al libro de
Donald H. Wolfe, «The last days of Marilyn Monroe», con seguridad el más fino y exhaustivo
trabajo de periodismo de investigación realizado hasta la fecha sobre este tema. Existe una
edición en castellano de esta obra con el título «Marilyn Monroe. Investigación de un asesinato»,
Emecé, Barcelona, 1999.
§. Caso 81128
En el depósito de cadáveres del Palacio de Justicia de Los Ángeles,
Marilyn Monroe pasó a ser el caso 81128. De la autopsia se hizo
cargo el doctor Thomas Noguchi, que más tarde se encargaría de
otros cadáveres famosos, como Robert Kennedy, Sharon Tate, Janis
Joplin, William Holden, Nathalie Wood o John Belushi, y sería
160 ]Eunice Murray, «Marilyn, the last months». Pyramid, Nueva York, 1975.
162 Robert Slatzer, «The Marilyn files». SPI, Nueva York, 1992.
§. La ambulancia perdida
Pero tuvieron que transcurrir más de veinte años para que un nuevo
testimonio arroje nueva luz sobre lo sucedido aquella fatídica noche.
El 23 de Noviembre de 1982 el rotativo The Globe publicaba una
entrevista con el conductor de ambulancias James Hall, en la que
éste relataba cómo la noche del 4 de Agosto de 1962 acudió a una
llamada procedente de la residencia de la actriz en el 12305 de Fifth
Helena Drive. El panorama que allí encontró constituía una escena
dantesca. Marilyn aún no había muerto, pero agonizaba sobre la
163 Frank Capell, «The strange death of Marilyn Monroe». Herald of Freedom, Nueva York, 1969.
164 Donald Spoto, «Marilyn Monroe: The biography». Harper Collins, Nueva York, 1993.
165 Anthony Summers, «Las vidas secretas de Marilyn Monroe». Planeta, Barcelona, 1986.
§. Amor y despecho
En cuanto a las circunstancias que condujeron a los trágicos
acontecimientos de aquella noche, Summers plantea una fascinante
variación sobre el tema. Bobby habría iniciado su relación con
Marilyn principalmente para proteger a su hermano. Para John, la
actriz no era más que un ligue, una más de una lista no
precisamente corta. En la bella cabeza de la artista había, sin
embargo, otro tipo de aspiraciones mucho más elevadas, que no
descartaban ni el matrimonio ni los honores de primera dama.
Cuando su presidencial amante se aburrió de ella, Marilyn decidió
no rendirse sin luchar. Ése es precisamente el momento en el que
Bobby entra en escena, seduciendo a la actriz para distraer su
atención del Presidente, una estrategia que no hizo sino empeorar
las cosas.
Según la versión de Summers, Robert llegó a la casa cuando
Marilyn aún estaba viva, aunque agonizante. Se procedió a llamar a
una ambulancia, pero ya era demasiado tarde y la actriz murió de
camino hacia el hospital. Así que, ya que no había nada que hacer,
se organizó una compleja operación de encubrimiento destinada a
ocultar cualquier relación entre Marilyn y el aspirante a futuro
presidente de Estados Unidos.
Haciendo gala de una honestidad profesional que lo honra,
Summers admite que su versión de los hechos no tiene por qué ser
§. Recapitulando
Para entender el final de Marilyn Monroe es de vital importancia
recapitular los acontecimientos de su vida en las semanas previas a
su trágico final. En Abril de 1962 Marilyn Monroe comienza el
rodaje de «Something's got to give» para la Twentieth Century Fox.
§. Abandonada
Monroe regresó al rodaje dos días después con una grave infección
nasal que enmascaró con anfetaminas y analgésicos. El fin de
semana siguiente ella supo que el Presidente estaba a punto de
terminar con su relación a instancias de sus consejeros, que
opinaban que aquella frivolidad ponía en grave riesgo su futuro
político. La brusca despedida dejó a la actriz en estado de shock y el
rodaje fue retrasado de nuevo. El 8 de Junio los ejecutivos de la
compañía cinematográfica decidieron cancelar el contrato de
Marilyn Monroe. Para justificar esta acción, los agentes de prensa
de la Fox se embarcaron en una campaña de publicidad negativa
que presentaba a la estrella como un ser caprichoso e inestable.
166 Earl Wilson, «Show business laid bare». Putnam, Nueva York, 1974
167 Robert F. Kennedy, «El enemigo en casa». Plaza & Janes, Barcelona, 1968.
§. Abandonada (II)
A mediados de Julio, Marilyn se encontró con la desagradable
sorpresa de que Robert comenzaba a alejarse de ella de la misma
manera que antes lo había hecho John. La ofensa final fue cuando
Bobby también cambió el número de su teléfono privado. Aquélla
fue la nota sobresaliente del desgraciado idilio de Marilyn con la
familia Kennedy.
Las razones para el súbito cambio en la actitud de Robert Kennedy
no son ningún misterio: con su hermano Teddy presentándose en
Septiembre a la elección como senador y J. Edgar Hoover
bromeando con sus colegas del FBI acerca de un archivo
«especialmente caliente» sobre Bobby y la actriz, Marilyn era un
obstáculo en las ambiciones políticas del clan Kennedy. Pero la
estrella no aceptaría tan fácilmente este nuevo desprecio. Los
expertos que han estudiado el perfil psicológico de la estrella
piensan que el rechazo de los hermanos Kennedy reabrió la herida
que supuso para ella el completo abandono que sufrió en su
infancia por parte de su padre. De hecho, afirman que este lejano
suceso de su niñez es la clave para comprender toda su biografía ya
que creó su personaje de diosa del sexo muy posiblemente para
§. Desaparecida
El 19 de Julio Marilyn sale de casa anunciando que pasará algún
tiempo fuera sin dar más explicaciones. Regresaría tres días
después, el 22 de Julio, con el rostro terriblemente pálido y el
aspecto de una persona exhausta. Según algunos amigos íntimos,
aquellos días los pasó registrada bajo nombre supuesto en el
hospital Cedros del Líbano, adonde había acudido con la intención
de abortar. En cuanto a la paternidad del presunto bebé, existe
168Marilyn habló sobre su embarazo, entre otros, con su esteticista Agnes Flanagan, su amigo
Arthur James y su publicista Rupert Allan.
§. Conclusión
El domingo 5 de agosto el cuerpo de Marilyn Monroe quedó
preparado para ser entregado a sus parientes más cercanos. Se hizo
cargo su ex marido Joe Di Maggio, que organizó las exequias
excluyendo deliberadamente a cualquiera que tuviera algo que ver
con el mundillo de Hollywood. Personajes de la talla de Frank
Sinatra y Dean Martin fueron retenidos en la puerta por los
guardias de seguridad mientras en el interior del cementerio se
celebraba una sencilla ceremonia a la que fueron invitados
solamente los amigos más íntimos de la actriz. Más tarde, Di Maggio
confesaría a algunos de ellos que inculpaba de la muerte de Norma
Jean, la que había sido su gran amor, a Hollywood y, muy
especialmente, a los Kennedy.
Tal vez fuera el pastor que celebró su funeral quien
involuntariamente diera una de las claves de su muerte al decir: «
¡Cuán temible y maravillosamente fue hecha por el Creador!».
Capítulo 12
La «maldición» de los Kennedy
Contenido:
§. ¿Casualidad o conspiración?
§. JFK
§. RFK debe morir
§. El peso de la amenaza
§. El heredero de Camelot
§. Conclusión
§. ¿Casualidad o conspiración?
1. Desde la muerte de JFK todos los Kennedy que han pretendido
acceder a la Casa Blanca han sido apartados de la carrera
presidencial por algún suceso violento ocurrido en
circunstancias poco claras.
2. El asesinato de John Fitzgerald Kennedy se gestó entre altos
funcionarios del gobierno estadounidense y miembros de
poderosos grupos de presión próximos a la industria
petrolífera y de armamento.
3. Su hermano Robert fue asesinado cinco años después en
circunstancias igualmente oscuras.
4. Ted Kennedy tuvo que abandonar sus ambiciones
presidenciales a consecuencia de un misterioso accidente de
tránsito en el que falleció una de sus colaboradoras de la
campaña.
169Ronald Kessler, «The sins of the father: Joseph Kennedy and the dinasty he founded»,
Warner Books, Nueva York, 1996.
170 La mejor fuente de información disponible en nuestro idioma sobre el asesinato del
presidente Kennedy se encuentra en http://www.terra.es/personal/amestu/home.htm, una
página web que en volumen, rigor y calidad supera por amplio margen a cualquier libro
publicado en España sobre este tema.
§. JFK
El coronel Fletcher Prouty fue un personaje muy relevante dentro de
la comunidad de inteligencia estadounidense, llegando a ser director
171 ]Seda como cierto que Prouty fue quien inspiró el personaje que aparece en la película JFK
como un alto funcionario que revela al fiscal de Nueva Orleans, Jim Garrison, la existencia de
un complot para asesinar al presidente Kennedy.
172 Fletcher Prouty, «The secret team». Prentice-Hall, Nueva Jersey, 1973. El coronel Prouty
173 Como curiosidad apuntaremos que este personaje adquirió cierta popularidad en 1947, al
estar implicado en uno de los primeros casos de avistamiento de OVNI’s de la Historia.
174 Robert Blair Kaiser, «RFK must die!: A history of the Robert Kennedy assassination and its
aftermath illustrations». Dutton, Nueva York, 1970.
175 Thomas T. Noguchi, op. cit.
176 ]William
Turner y John Christian, «The assassination of Robert F. Kennedy: The conspiracy
and coverup». Thunder’s Mouth Press, Nueva York, 1993.
§. El peso de la amenaza
El siguiente en la dinastía, Edward, no tardó en experimentar los
desagradables efectos de la «maldición» que se había cernido sobre
su familia. Él también aspiraba a la presidencia, lo que constituía
un problema añadido para los responsables de los asesinatos de
John y Robert, ya que la muerte de un tercer Kennedy aspirante a
la presidencia habría sido algo demasiado llamativo. Había, pues,
que recurrir a otro método si lo que se pretendía era mantener a la
familia Kennedy alejada de la Casa Blanca… La historia del drama
de Edward Kennedy comienza cuando, tras una fiesta, el candidato
se ofrece a acompañar a casa a su secretaria, Mary Jo Kopechne. El
trayecto transcurre con normalidad hasta que, al cruzar un puente
sobre el lago Chappaquiddick, el coche de Edward Kennedy rompe
la baranda y se precipita en las aguas. En un esfuerzo de
supervivencia el senador pudo salir del automóvil, pero su joven
ayudante tuvo menos suerte y fallece ahogada.
El triste suceso constituía una ocasión de oro para dejar en la
banquina la carrera presidencial de otro Kennedy, que, en principio,
tenía todas las cartas para salir victorioso, y esta vez sin necesidad
de asesinarlo. Se puso en marcha una gigantesca campaña
propagandística en contra del senador, convirtiendo el accidente en
un escándalo de primera magnitud. Curiosamente, como dos de los
mayores voceros de esta intensa campaña aparecen E. Howard
177 «Senatorial privilege: The Chappaquiddick cover-up» de Leo Damore (Regnery Publishing
Inc., Washington, 1988) es un libro que refleja a la perfección el tipo de extrañas teorías que
aún siguen siendo de consumo común entre la derecha estadounidense respecto al asunto del
accidente
178 Robert Cutler, «You the jury». Edición del autor, Boston, 1974.
§. El heredero de Camelot
179Uno de los mejores retratos de John Kennedy hijo es el libro «American son: A portrait of
John F. Kennedy Jr.» (Henry Holt & Company, Nueva York, 2002) escrito por Richard Blow, uno
de sus más estrechos colaboradores en la redacción de George Magazine, revista de la que
Kennedy era director.
180 «Pilot Kennedy was "conscientious guy"». USA Today, 21 de Julio de 1999
asegura que John hijo «volaba prácticamente todos los días. (…) De
hecho, actualmente tendría horas de vuelo suficientes para
convertirse en piloto comercial». Como vemos, la teoría
generalmente aceptada en cuanto a la competencia del joven
Kennedy como piloto es, cuanto menos, inexacta. ¿Interesadamente
inexacta? Podría ser, aunque ello implicaría que la conspiración que
ha puesto cerco a la familia Kennedy durante los últimos cuarenta
años habría convertido a John en su última presa.
Existe un artículo de la United Press International en el que se
afirma que John estuvo en contacto con el control de vuelo del
aeropuerto de Martha's Vineyard a las 9:39 de la tarde del Viernes
16 de Julio, segundos antes del accidente. Durante esa
comunicación no se pudo apreciar que sucediera nada extraño en el
aparato, ni que el piloto estuviera nervioso o desorientado: «A las
9:39 PM del Viernes, Kennedy llamó al aeropuerto y dijo que se
encontraba a 13 mil as de éste y a 10 de la costa, como confirman
las noticias de la WCVB-TV de Boston. (…) Momentos después, el
radar de la Administración Federal de Aviación indicó que el aparato
emprendió un vertiginoso descenso de 1200 pies en doce segundos,
según la ABC News». Es más, esa comunicación aporta un factor
fundamental para descartar la tan cacareada desorientación del
piloto: éste sabía con total precisión dónde se encontraba, no sólo
en relación con la costa (10 millas), sino también con el aeropuerto
(13 millas).
Llama igualmente la atención el vertiginoso descenso de 365 metros
(1200 pies) en doce segundos, es decir, un desplome casi en picada,
§. Conclusión
Sea conspiración o fatalidad lo que persigue a los Kennedy, el caso
es que con John se ha esfumado su última esperanza de volver a
alcanzar la Casa Blanca. Se han barajado varios nombres como
sucesores dentro del clan, pero ninguno de ellos cuenta con el
carisma y la imagen pública del malogrado hijo del ex-presidente.
Tal vez sea mejor así, y sólo de esta manera se acabe con el
inexplicable rosario de muertes violentas.
Capítulo 13
El fraude «Apolo»
Contenido:
§. ¿Estuvimos realmente en la luna?
§. Fotografía de un engaño
§. ¿Por qué mentir?
§. Vacaciones en Las Vegas
§. Júrelo ante la Biblia
§. Conclusión
181 Gran parte del contenido de este capítulo procede del libro de Bil Kaysing «We never went to
the moon: America’s thirty billion dollar swindle», Holy Terra Books, Soquel (California), 1991.
Para evitar la reiteración de las notas a pie de página lo citaré sólo esta vez sin que por ello
quiera apropiarme de datos y conclusiones que no son míos. Quienes quieran contactar con
este autor pueden hacerlo en la siguiente dirección: Bill Kaysing, P.O. Box 595, Frazier Park
(California), 93225, Estados Unidos.
182 Otro de los grandes escépticos de los viajes a la Luna. La investigación que realiza en su
libro «NASA mooned America!», autopublicado por el autor en 1994, contiene interesantes
aportaciones a este respecto. Su dirección es: Ralph Rene, 31 Burgess Place, Passaic (New
Jersey), 07055, Estados Unidos.
183 El 15 de Febrero y el 19 de Marzo de 2001 la importante cadena norteamericana Fox
Televisión emitió el programa «Conspiracy theory: Did we land on the moon?», presentado por el
actor de la popular serie «Expediente X», Mitch Pileggi. En este programa no sólo se denunció la
amplia serie de incongruencias que contiene la versión oficial de la conquista de nuestro
satélite, sino que sirvió para reabrir un amplio debate en la opinión pública estadounidense.
184 Peter Hyams, director de «Capricornio Uno», está íntimamente convencido del enorme poder
de los medios de comunicación: «Mis padres eran de los que creían que si algo aparecía en The
New York Times era porque era verdad. Yo mismo formo parte de una generación que creció
creyendo que todo lo que veíamos por televisión era verdad. Mucho más tarde aprendí hasta
qué punto los periódicos pueden ser inexactos y cómo la televisión también tiene mucho de
falso. Así que me dije a mí mismo que sería interesante si tomáramos un gran acontecimiento
histórico donde la única fuente de información con la que cuenten los ciudadanos fuera la
pantalla de televisión y demostrar hasta qué punto es fácil manipular a la opinión pública si se
cuenta con los medios precisos». A pesar de este planteamiento, Hyams insiste en que
«Capricornio Uno» es una película que no tiene más propósito que el entretenimiento y no hacer
referencias veladas al presunto fraude Apolo. «Yo era consciente de que hay personas que creen
que nunca fuimos a la Luna, pero nunca leí sus libros o consulté con ellos.»
185 William L. Brian II, «Moongate: Suppressed findings of the U.S. Space Program». Future
Science Research, Portland, 1982.
186 Unas misteriosas palabras pronunciadas en Septiembre de 1999 por el astronauta Brian
O’Leary ante el periodista Graham Birdsal parecen dar algo de pábulo a una teoría parecida: «Si
algunas de las filmaciones se hubieran estropeado es remotamente posible que ellos (la NASA)
pudieran haber rodado algunas escenas en un estudio cinematográfico para evitar la vergüenza
pública.»
§. Fotografía de un engaño
Cuando se trata de aportar pruebas, los defensores de la teoría del
fraude lunar no se achican en absoluto y sacan a relucir decenas de
fotografías oficialmente tomadas por los astronautas en la superficie
lunar que, de ser todo tal como se nos ha contado, no deberían
contener cierto número de interesantes anomalías que son objeto de
sus sospechas. David Percy, prestigioso fotógrafo británico de la
Royal Photographic Society, declaraba ante las cámaras de la Fox:
187 Ibíd.
188 En 1997 la revista británica Fortean Times publicaba bajo el título «Percy and the astro-nots»
un detallado estudio de estas imágenes, en el que se podía apreciar una impresionante serie de
irregularidades difíciles de explicar de otra manera que no fuera el fraude.
189 Rogier van Bakel, «The wrong stuff». Revista Wired, Septiembre de 1994.
190No es esta la única ocasión en que se ha puesto en entredicho la veracidad de las versiones
de la NASA. Durante la Comisión presidencial que en 1986 investigó el desastre del
transbordador espacial Challenger, el eminente físico Richard Feynman encontró que los
análisis, conclusiones y metodología de la NASA eran consistentemente incorrectos. En un
larguísimo documento (que dado que avergonzaba públicamente a la NASA fue relegado a un
apéndice externo al informe final de la Comisión), Feynman hacía varias observaciones que
parecen notablemente aplicables al caso que nos ocupa en esta ocasión: «Parece que, según sea
el propósito, para el consumo interno o externo, la dirección de la NASA exagera la fiabilidad de
sus productos, hasta llegar al punto de la fantasía».
191 Ibíd.
194 Sin embargo, los Hare Krisna no descartan a priori el viaje espacial, ya que afirman que se
puede llevar el alma desde el ombligo hasta el tercer ojo y fijarla en el entrecejo pensando
fuertemente, gracias a lo cual: «Se puede, en menos de un segundo, alcanzar los planetas y
aparecer dotado de un cuerpo espiritual…».
195 La cadena de periódicos Knigth (uno de los dos grupos que después se unieron para formar
Knight-Ridder Inc.) hizo un pequeño sondeo a 1721 norteamericanos un año después del
primer alunizaje encontrándose con el sorprendente dato de que el 30 por ciento de los
encuestados se mostraban suspicaces respecto a la autenticidad de los viajes de la NASA a la
Luna. El 20 de Julio de 1970, un artículo de la revista «Newsweek» que informaba de los
resultados de la votación citaba a «una mujer madura de Filadelfia que pensaba que el
alunizaje había sido escenificado en un desierto de Arizona». El mayor núcleo de escepticismo,
según «Newsweek», apareció en el barrio judío de Washington DC, donde más de la mitad de los
encuestados dudaban de la autenticidad del paseo de Neil Armstrong. «Es parte de un esfuerzo
deliberado por enmascarar los problemas domésticos», explicaba un rabino. «Las personas son
infelices y esto los ayuda a evadirse de sus problemas.»
196 Fred Fedler, «Media hoaxes». Iowa State University Press, lowa, 1989
§. Conclusión
vez entonces los más suspicaces acepten por fin que los humanos
alcanzaron la Luna.
Capítulo 14
El escándalo Watergate
Contenido:
§. La última mentira de «Dick, El Estafador»
§. Los «plomeros»
§. ¿Por qué?
§. Un escándalo sexual
§. «Garganta profunda»
§. Conclusión
salvador enviado para rescatar al país sin importar los medios que
utilizase para ello. Confundió la aversión que muchos ciudadanos
sentían hacia él y su política con la deslealtad a la nación.
Cuando fue elegido presidente en 1968 Nixon prometió sacar a
Estados Unidos de la guerra de Vietnam. Aquélla fue una promesa
incumplida. De hecho, hay quien piensa que Nixon había prometido
más de lo que estaba en sus manos cumplir. Poderosos sectores
vinculados a la industria armamentística mantenían una presión
constante en círculos políticos para que la guerra continuase. Así,
los primeros años de la Administración Nixon lejos de acabar con la
guerra supusieron una extensión del conflicto y un notable
incremento del número de bajas. Esto provocó en muchos
norteamericanos un sentimiento de amargura y profunda decepción
hacia Nixon, que ya por aquel entonces comenzó a recibir el apodo
de «tricky Dick». Gran parte de la nación, muy especialmente
quienes le habían concedido su voto en virtud de su promesa de
terminar la guerra, se sentía defraudada. Nixon comenzó a sentir
una tremenda presión ambiental a la cual no eran ajenos elementos
de su propio partido, que se hacían eco del descontento popular y
clamaban por un giro en la política internacional del presidente. La
naturaleza paranoica de éste lo llevó a asumir que existía una
conspiración, no ya contra él, sino contra la presidencia de Estados
Unidos.
En una entrevista con el periodista David Frost 197, Nixon sostenía
que Estados Unidos durante su presidencia se encontraba
197 «The Nixon interviews with David Frost», video. Universal Studios, 1977.
§. Los «plomeros»
§. ¿Por qué?
La teoría comúnmente aceptada señala que el equipo tenía como
propósito la instalación, reparación o retirada de dispositivos de
vigilancia electrónica en el cuartel general demócrata. Sin embargo,
198 Ibíd.
199 H. R. Haldeman, «The ends of power». Times Books, Nueva York, 1978.
§. Un escándalo sexual
Existen otras teorías que si bien reconocen lo evidente, apuntan
hacia la posibilidad de que el máximo responsable no fuera Nixon,
Len Colodny y Robert Gettlin, «Silent coup: The removal of a president». St. Martin’s Press,
200
§. «Garganta profunda»
Así pues, tenemos a John Dean, un asesor del Presidente cuyo
exceso de entusiasmo conduce a «los plomeros» a la más
desgraciada de sus aventuras, y a McCord, el topo de la CIA que
traiciona a sus compañeros para no comprometer una operación
201 Ibíd.
§. Conclusión
Watergate y el asesinato de John Fitzgerald Kennedy constituyen los
dos puntos más oscuros de la Historia contemporánea
estadounidense. De hecho, parece que ambos acontecimientos
guardan una íntima y nada casual relación. Dos de los detenidos en
Watergate, Sturgis y Hunt, presentan un asombroso parecido con
dos presuntos «vagabundos» que fueron rápidamente evacuados por
la policía del escenario del asesinato de Kennedy, y de los que
nunca más se supo. Por otro lado, ambos sujetos han sido
documentadamente relacionados con los primeros intentos de la
CIA de culpar al régimen de Castro de la muerte del Presidente. De
hecho, uno de los que más tenían que ganar con la muerte de
Kennedy era el propio Nixon, a quien la desaparición del carismático
presidente dejó expedito el camino a la Casa Blanca. Incluso existen
algo más que rumores que señalan que los fragmentos
desaparecidos de las cintas de Watergate hacían referencia
precisamente a este sórdido asunto 202.
Capítulo 15
La cara oculta de la transición
Contenido:
§. El asesinato de Carrero Blanco y el golpe del 23 de febrero de
1981
§. «No hay mal que por bien no venga»
§. Camino a la transición
§. Cesión de soberanía
§. «Democracia, ¿para qué?»
§. Situación límite
§. «Revuelo de entorchados»
§. Duque de Ahumada
§. Conclusión
203 En lo referente a este tema, y para comprender buena parte de las claves menos conocidas
de los grandes hechos de la Historia española e internacional del siglo XX, es de obligada
lectura el libro «Soberanos e intervenidos», de Joan E. Garcés (Siglo XXI de España Editores,
Madrid, 1996), fuente de inspiración de muchos de los puntos tocados en este capítulo.
204 José María Gil-Robles, «La monarquía por la que yo luché (1945-1954)». Taurus, Madrid,
1976.
§. Camino a la transición
La muerte de Carrero supuso una corrección de rumbo que aseguró
que la transición española no se desviase de los planes trazados
previamente por Nixon, Kissinger y Vernon Walters. Para asegurar
la estabilidad del plan, todos los hombres de confianza del almirante
fueron alejados del gobierno: «Hay quienes afirman —Fernández
Miranda entre ellos— que Franco quiso que no quedara rastro de la
política de Carrero» 209. La súbita enfermedad de Franco el 19 de
Julio de 1974 precipita los acontecimientos. La República Federal
de Alemania era otro de los grandes interesados en que las cosas
transcurriesen en España con la mayor calma posible, ya que un
foco de tensión en Europa no haría sino alejarlos de la consecución
de su principal objetivo político, esto es: la reunificación de
Alemania a través de la distensión entre los bloques. Era vital crear
una izquierda moderada fuerte para que la transición española
transcurriese sin excesivas fricciones y por cauces aceptables. Es
209Laureano López Rodó, «La larga marcha hacia la monarquía». Plaza & Janés, Barcelona,
1979.
§. Cesión de soberanía
Fundada en 1973 por David Rockefeller, la Comisión Trilateral tiene
como fin declarado convertirse en «un consejo consultivo de alto
nivel para la cooperación global». Cuenta apenas con 300 miembros,
todos ricos, poderosos e influyentes. Según el premio Nobel de la
Paz y ex ministro de Asuntos Exteriores de Irlanda Sean MacBride,
bajo esta fachada aparentemente respetable se oculta un potente
grupo de presión con capacidad para controlar de facto a gobiernos
enteros. Se denomina «trilateral» porque sus socios pertenecen a la
élite del poder de América del Norte, Europa y Japón, teniendo sus
oficinas principales en Nueva York, París y Tokio. Su ideología es
clara como el agua: libremercado, libremercado y libremercado, en
este orden. En la actualidad, sus planteamientos se han dulcificado
un poco debido al desmoronamiento del bloque comunista, su
«La transición, ¿qué ocurrió realmente? Un análisis marxista». Fundación Federico Engels,
210
Mayo de 1996.
211 Artículo 93. Mediante ley orgánica se podrá autorizar la celebración de tratados por los que
se atribuya a una organización o institución internacional el ejercicio de competencias
derivadas de la Constitución. Corresponde a las Cortes Generales o al gobierno, según los
casos, la garantía del cumplimiento de estos tratados y de las resoluciones emanadas de los
organismos internacionales o supranacionales titulares de la cesión.
212 Artículo 96.1. Los tratados internacionales válidamente celebrados, una vez publicados
oficialmente en España, formarán parte del ordenamiento interno. Sus disposiciones sólo
podrán ser derogadas, modificadas o suspendidas en la forma prevista en los propios tratados o
de acuerdo con las normas generales del Derecho internacional.
213 Artículo 94.1. La prestación del consentimiento del Estado para obligarse por medio de
tratados o convenios requerirá la previa autorización de las Cortes Generales en los siguientes
casos:
Tratados de carácter político.
Tratados o convenios de carácter militar.
Tratados o convenios que afecten la integridad territorial del Estado o los derechos y
deberes fundamentales establecidos en el Titulo I.
Tratados o convenios que impliquen obligaciones financieras para la Hacienda Pública.
Tratados o convenios que supongan modificación o derogación de alguna ley o exijan
medidas legislativas para su ejecución.
214 Artículo 8.1. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el
Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España,
defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.
§. Situación límite
Paradójicamente, la gota que colmó el vaso de la paciencia de los
militares fue el caso Arregui. José Ignacio Arregui, presunto
activista de ETA, falleció en el hospital penitenciario de
Carabanchel, tras nueve días en los calabozos de la Brigada
Regional de Información. Se dictaminó que Arregui había muerto a
causa de las palizas recibidas, lo que provocó una cadena de
protestas contra la Policía y la Guardia Civil. Los presos de la
organización iniciaron una huelga de hambre y los obispos de
Bilbao, monseñores Larrea y Uriarte, hicieron público un
comunicado condenatorio. En Vitoria hubo dos manifestaciones de
protesta: por un lado, los nacionalistas vascos con partidos de
ámbito nacional y, por otro, Herri Batasuna junto con sectores
215 Era un secreto a voces que el misterioso grupo «Almendros» estaba formado por militares en
actividad. El semanario de extrema derecha El Heraldo Español llegó mucho más lejos al
anticipar los planes de los golpistas, de plantear un gobierno de concentración, dando incluso a
entender el nombre de su presidente: «Felipe propondría... ¡UN GOBIERNO PRESIDIDO POR
UN MILITAR!. (...) ¿Quién será ese general?: «el que la va a armar, el que la tiene armada».
216 Ya en Septiembre de 1980 el editorial del Arma del Pueblo, el periódico del Comité Central
cuando apenas dos semanas antes del golpe avisaba en su portada con grandes titulares: « ¡NO
AL DERECHAZO!». En su interior se analizaba cómo las presiones ejercidas por Washington
habían roto el delicado entramado sobre el que se asentaba la transición, alentando con ello la
presencia de las fuerzas más reaccionarias de la sociedad española.
217 « El País», 15 de Marzo de 1981.
220 El mensaje de renuncia de Adolfo Suárez parece dejar caer algunas pistas al respecto: «Un
político debe saber en qué momento el precio que el pueblo ha de pagar por su permanencia y
su continuidad es superior al precio que siempre implica el cambio de la persona que encarna
las mayores responsabilidades ejecutivas de la vida política de la nación (...). Tengo el
convencimiento de que ésta es la situación en que nos hallamos (...) yo no quiero que el sistema
democrático de convivencia sea, una vez más, un paréntesis en la Historia de España».
221 Leopoldo Calvo Sotelo, «Memoria viva de la Transición». Plaza & Janés, Barcelona, 1990.
§. «Revuelo de entorchados»
El «revuelo de entorchados» comenzó a las dieciséis horas y veinte
minutos del 23 de Febrero de 1981: una veintena de agentes del
servicio secreto de la Guardia Civil, vestidos de civil y fuertemente
armados, llegan a los alrededores del Congreso de los Diputados en
cinco automóviles. Con la rapidez y el aplomo que caracterizan a los
profesionales, cortan los accesos al edificio de la carrera de San
Jerónimo. Al mando se encuentra un teniente del servicio de
información del cuerpo que cumple órdenes directas del coronel
Cassinello, jefe de Estado Mayor del mismo. El sargento responsable
de la seguridad exterior del edificio se pliega a sus órdenes y él hace
un rápido y discreto reconocimiento. Comprobado que se cumplen
las condiciones necesarias para una ocupación sin problemas del
hemiciclo, el teniente coronel Tejero recibe en el parque de
automovilismo de la Guardia Civil la noticia de que el objetivo está
maduro y listo para ser ocupado conforme a las órdenes recibidas.
A las seis y veinticuatro minutos de la tarde se oyeron ruidos en el
exterior del hemiciclo y el presidente de la Cámara, Landelino
Lavilla, ordenó a un ujier que fuera a ver qué estaba ocurriendo. No
dio tiempo. En ese momento el salón de Plenos fue invadido por una
tropa de guardias civiles armados al frente de los cuales se
encontraba el teniente coronel Tejero que, al grito de: «Quieto todo el
mundo; todos al suelo», obligó a los diputados a parapetarse tras
sus asientos, mientras los asaltantes disparaban ráfagas de
ametralladora al aire. 445 guardias civiles tomaron posiciones en el
Congreso en nombre del rey y de España. Eran efectivos del parque
automovilístico del subsector de Tráfico de Madrid, de la Academia
de Tráfico y de la Primera Comandancia Móvil de Valdemoro.
Completada la operación de toma del Congreso, Tejero entró en
contacto telefónico con el general Milans del Bosch en Valencia: «Mi
general, sin novedad. Todo en orden, todo en orden. Sin novedad».
Tras esta llamada se cortaron las comunicaciones con el exterior.
Según fuentes presenciales, junto a Tejero se encontraba Sáenz de
Inestrillas, el otro condenado por la Operación Galaxia. Desde ese
momento, los asaltantes trataron de tranquilizar a los diputados:
«Permanezcan ustedes tranquilos. Insisto en que no va a pasar
nada. Dentro de unos minutos, un cuarto de hora o a lo sumo
media hora, comparecerá la autoridad militar competente, que
dispondrá lo que se ha de hacer».
En Valencia, a las siete y veinte, el capitán Fraile procedía a la
lectura del siguiente comunicado del capitán general, Jaime Milans
del Bosch:
222 Nota del maquetador: Cierre de fábricas, talleres, etc., por parte de la empresa como
respuesta a una situación de huelga.
§. Duque de Ahumada
Mientras tanto, el líder de los conspiradores, el general Armada,
toma el mando del Cuartel General del Ejército de Tierra, ya que su
superior en el mando es convocado inmediatamente a la sede de la
Junta de Jefes de Estado Mayor en la calle Vitruvio. Allí convenció a
los generales presentes de que la solución ideal para resolver la
difícil situación planteada era que él se «sacrificase» ofreciéndose
como voluntario para presidir un gobierno de concentración
nacional que, al estar presidido por un general y tutelado por los
militares, sería suficiente para contentar a los sediciosos, mientras
que, al incluir a las principales personalidades de la democracia del
momento, mantendría la calma de los ciudadanos y salvaría la cara
de la operación frente al exterior. Inexplicablemente, a medianoche
Armada consigue que se le permita acceder al Congreso de los
Diputados para parlamentar con Tejero y proponerle su solución
«constitucional». La contraseña para que Tejero reconociese a
Armada como la autoridad que debía ponerse al mando del
223 «Al dirigirme a todos los españoles con brevedad y concisión, en las circunstancias
extraordinarias que en estos momentos estamos viviendo, pido a todos la mayor serenidad y
confianza y les hago saber que he cursado a los capitanes generales de las regiones militares,
zonas marítimas y regiones aéreas la orden siguiente: ante la situación creada por los su cesos
desarrollados en el palacio del Congreso, y para evitar cualquier posible confusión, confirmo
que he ordenado a las autoridades civiles y a la Junta de Jefes de Estado Mayor que tomen
todas las medidas necesarias para mantener el orden constitucional dentro de la legalidad
vigente. Cualquier medida de carácter militar que, en su caso, hubiere de tomarse, deberá
contar con la aprobación de la Junta de Jefes de Estado Mayor. La Corona, símbolo de la
permanencia y unidad de la Patria, no puede tolerar en forma alguna acciones o actitudes de
personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático que la Constitución
votada por el pueblo español determinó en su día a través de referéndum.»
Historia, en el que tanto los «tanquistas» 225 del general Milans del
Bosch en Valencia, como los guardias civiles de Tejero en Madrid,
daban vivas al rey y obedecían órdenes de los dos generales más
monárquicos del país. Un golpe en el que los tanques de Milans
iban desarmados y los reclutas que los conducían parecían más
asustados que los propios ciudadanos valencianos. Lo que quiso ser
una estrategia de diseño quedó convertida en una caótica
chapucería.
§. Conclusión
En cualquier caso, fuera o no ésta la intención de los cerebros en la
sombra de este sainete, el golpe sirvió para insuflar un poco de
oxígeno a la joven democracia española y asentar para siempre la
monarquía como una de las instituciones más valoradas de España.
Las demostraciones cívicas de los españoles en los días posteriores
al golpe dejaron sumamente claro que la ciudadanía no estaba
dispuesta a tolerar golpes de timón, viniesen de donde viniesen. La
mañana del 24 de Febrero de 1981 terminó la transición. En algo
tenía razón el general Franco: «No hay mal que por bien no venga».
225Nota del maquetador: Sólo hacer constar que la palabra «tanquista» no está registrada en el
diccionario de la R.A.E.
Capítulo 16
Lennon debe morir
Contenido:
§. La guerra oculta contra el rock and roll
§. Todos los hombres del presidente
§. «Operación caos»
§. Sangre y LSD
§. Altamont y Hendrix
§. Morrison
§. El reino de la paranoia
§. Caos en Jamaica
§. Conclusión
226 Henrik Krüger, «The great heroin coup: Drug, intelligence & international fascism». South End
Press, Boston, 1980.
227 Del que ya hablamos cuando se trató el tema del asesinato del presidente Kennedy y el caso
Watergate. Su implicación en aquel caso no es sólo su posible actuación como uno de los
«vagabundos» evacuados del lugar del crimen. Existe una carta redactada por el propio Lee
Harvey Oswald en la cual queda completamente implicado en el caso: «Estimado Mr. Hunt: Me
gustaría obtener información acerca de mi posición. Sólo solicito información. Sugiero que
discutamos el asunto completamente antes de que ningún paso sea tomado por mí o por
alguien más. Gracias. Lee Harvey Oswald».
§. «Operación caos»
En 1967 una forma de música tildada de subversiva surgió en San
Francisco. Rápidamente dejó de ser una simple manifestación
artística para convertirse en un fenómeno social y político. Con la
guerra de Vietnam en pleno apogeo, las minorías raciales
reclamando sus derechos civiles y los soviéticos multiplicando su
capacidad armamentística en progresión geométrica, el gobierno no
podía tolerar que una pandilla de melenudos se pusiera a enredar
las cosas más de lo que ya estaban. El FBI, tradicional guardián del
modo de vida norteamericano, decidió poner a trabajar en el asunto
a lo más granado de su departamento de operaciones clandestinas,
el temido «COINTELPRO». Paralelamente, la CIA, aficionada a
bautizar sus actuaciones con nombres propios de una película de
James Bond, puso en marcha la denominada «Operación Caos»,
cuyo fin era terminar con el movimiento hippie o, al menos, volverlo
inocuo.
Las fuerzas vivas de la nación sentían que había que hacer algo
contra aquellos jovenzuelos que se dejaban crecer la melena y se
negaban a ser inmolados en el infierno asiático. La desclasificación
de gran número de archivos del FBI durante la década de los
ochenta demostró que las principales figuras musicales de la época
habían sido sometidas a estricta vigilancia por parte de las
autoridades debido a su potencial «subversivo». Allí había un
informe dedicado en exclusiva a Jimi Hendrix, un grueso expediente
de 89 páginas sobre las andanzas de Jim Morrison y ni más ni
menos que 663 sobre Elvis Presley. Este último expediente es
especialmente interesante ya que podríamos considerarlo como la
prehistoria de la «Operación Caos». En efecto, el informe comienza
en los años cincuenta, cuando el propio J. Edgard Hoover plantea la
necesidad de «hacer algo» para detener este decadente ejemplo para
la juventud norteamericana. Los informes contienen perlas como la
siguiente: «Me siento en la obligación de poner en su conocimiento
que Presley es un peligro definido para la seguridad de los Estados
Unidos»228. Siguiendo las consignas de la CIA, la mafia instaló en
diversos enclaves del país laboratorios clandestinos para abastecer
el mercado de las drogas. Incluso se llegó a constituir una «mafia
hippie», un grupo llamado «La hermandad del amor eterno» 229 que,
liderado por el agente de la CIA Ronald Stark, logró hacerse con el
monopolio del tráfico de LSD en Estados Unidos; todo ello con el
§. Sangre y LSD
La investigadora Mae Brussell, referente obligado en Estados Unidos
cuando se habla de conspiraciones, revelaba en un manuscrito
inédito algunas de las claves de esta «Operación Caos»,
relacionándola de alguna manera con el asesinato de la actriz
Sharon Tate por parte de Charles Manson y su grupo de seguidores,
«la familia»: «En Agosto de 1967, el Grupo Especial de Operaciones
se centró en la juventud. En Julio de 1968, la "Operación Caos" (…)
fue puesta en marcha contra los "jóvenes rebeldes". A mediados del
verano de 1969, un mes antes de la masacre perpetrada por la
familia Manson, la "Operación Caos" entró en su fase de máxima
seguridad. (…) Habían puesto en circulación una cantidad de LSD
tal que la droga se encontraría relacionada con cada acto violento o
síntoma de violencia que ocurriese en Los Ángeles o Altamont. Era
como dar caramelos envenenados en Halloween. El LSD fue la
fuerza principal, la causa tras la matanza de Sharon Tate y La
Bianca. Formaba parte de la dieta de los habitantes de Spahn
Ranch230. En Julio de 1968, se dieron órdenes ejecutivas explícitas,
acompañadas de sus correspondientes instrucciones, para la
neutralización de diversos sectores de nuestra sociedad, incluyendo
a los "jóvenes rebeldes". En 1969, el equipo de servicios especiales
230Lugar donde la familia Manson tenía su comuna. Era un antiguo decorado de Hollywood
abandonado donde en la época del cine mudo se habían rodado los westerns de Tom Mix.
231 «The covert war against rock». Feral House, California, 2000
§. Altamont y Hendrix
Cinco meses después del «accidente» de Jones, la imagen del
movimiento hippie quedaba definitivamente por el piso cuando un
festival de música celebrado en Altamont, cerca de San Francisco,
terminaba en una batalla campal muy alejada de la filosofía del
Flower Power. En teoría, el festival de Altamont estaba destinado a
ser un segundo Woodstock pero terminó en una tragedia que
quedaría registrada en toda su crudeza en un documental titulado
Gimme Shelter. El acto central del festival debía ser el concierto que
darían los Stones el 6 de Diciembre de 1969. El organizador del
evento fue el abogado Melvin Belli, conocido en la profesión como un
oportunista carente de escrúpulos. Pero el letrado Belli tenía
además una vida secreta como estrecho colaborador de la CIA, y
entre sus más distinguidos clientes se encontraban Jack Ruby, el
asesino de Lee Harvey Oswald, y Sirhan Sirhan, el presunto asesino
de Robert Kennedy232.
Belli puso al frente de la seguridad del festival a Ralph «Sonny»
Barger233, líder de «Los ángeles del Infierno», una banda de
motociclistas con centenares de integrantes en todo el país y que
con el paso de los años había crecido hasta convertirse en una
auténtica mafia sobre ruedas. Hubo numerosos disturbios con
232Alex Constantine, «Psychic dictatorship in the USA». Feral House, Oregon, 1995.
233 Este curioso y carismático personaje tiene incluso su propia página web:
http://www.sonnybarger.com.
§. Morrison
234 Tony Brown, «Hendrix, the final days». Rogan House, Londres, 1997.
El cuerpo sin vida del líder de los Doors, el cantante y poeta Jim
Morrison, fue encontrado por su esposa Pamela Courson en la
bañera de su piso de París en las primeras horas de la mañana del
3 de Julio de 1971. Al contrario de lo sucedido con Hendrix, la
mayoría de sus conocidos reconocieron no sentirse especialmente
sorprendidos por esta muerte. Durante meses lo habían visto
capitular lentamente, vencido por la desesperación en que lo tenía
sumido una intensa depresión y una creciente paranoia, que le
hacía desconfiar de todo y de todos. Como en el caso de Hendrix,
Morrison ocupaba una innegable posición de liderazgo en el ámbito
de la nueva izquierda, era el poeta misterioso e inasequible que
necesitan todas las revoluciones y por ello «COINTELPRO» llevaba
acosándolo desde hacía tiempo. El doctor Max Vasille, el forense que
procedió al levantamiento del cadáver, puso en el certificado de
defunción como causa del deceso: «Muerte natural debida a un paro
cardíaco»235. Sin embargo, una vez más, la prensa achacó la muerte
a una presunta sobredosis, cuando era de sobra conocido que
Morrison, espantado por la muerte de Janis Joplin, había renegado
de las drogas y meditaba seriamente sobre la posibilidad de cambiar
de vida. Morrison pudo ser una víctima de la «Operación Caos» o no,
eso posiblemente nunca lo sepamos, pero lo más extraño de su caso
comienza justo tras el funeral. Con la muerte de Jim Morrison
sucede algo parecido a lo que ocurriría años después con Elvis
Presley. No tardaron en surgir diversas voces que afirmaban que
Morrison estaba realmente vivo. La leyenda urbana que comenzó a
235 Bob Seymore, «The end: The dead of Jim Morrison». Omnibus Press, Londres, 1991.
236 Jim Morrison, «The bank of America of Louisiana». Zeppelin Publishing Corp., 1975.
§. El reino de la paranoia
Apenas unas semanas después de la muerte de Ochs, se publicaba
«El control de Candy Jones»237, un libro en el que se analizaba el
caso de una víctima de los experimentos de control mental de la
CIA. El tema es que la sintomatología de la modelo Candy Jones
encajaba a la perfección con la de Ochs, incluida la aparición de un
pintoresco episodio de doble personalidad. Un sofisticado lavado de
cerebro, que incluía la aplicación combinada de diversas drogas e
hipnosis, había conseguido implantar en su mente una segunda
identidad, la de una nazi fanática dispuesta a llevar a cabo
cualquier tarea que le fuera asignada por sus superiores. Candy
237 Donald Bain, «The control of Candy Jones». Playboy Press, Chicago, 1976.
Jones trabajó sin saberlo como agente de la CIA durante doce años.
Su orden pos hipnótica final era suicidarse, hecho que fue
felizmente impedido in extremis gracias a la oportuna intervención
de su marido238. En su momento, «El control de Candy Jones» se
convirtió en un éxito de ventas. Sin embargo, no todas las obras en
las que se hablaba de presuntos asesinos programados tuvieron
igual suerte.
Sal Mineo, actor que alcanzó la fama con su interpretación junto a
James Dean en la película «Rebelde sin causa», fue apuñalado hasta
la muerte el 12 de Febrero de 1976. Lo curioso de este caso es que
Mineo también había comenzado a desarrollar un cierto grado de
paranoia, sintiéndose vigilado y perseguido. Hacía poco tiempo que
se había embarcado en un proyecto cinematográfico en el que
interpretaría en el cine a Sirhan Sirhan, el presunto asesino de
Robert Kennedy. La película trataría sobre la conspiración para
asesinar al candidato a la presidencia, así como el proceso de
control mental al que habría sido sometido Sirhan para cargar con
todas las culpas. Es posible que algo similar le sucediera también a
Mark David Chapman, el asesino de John Lennon. Como Sirhan,
alegó enajenación mental como causa de su actuación criminal. Lo
que nadie mencionó durante el juicio fue que, a los 19 años, el joven
Chapman había sido huésped de un campamento de entrenamiento
238A quienes pongan los comprensibles reparos de incredulidad ante estos hechos, más propios
de una película de James Bond que de la vida real, cabe recordarles que en su momento fueron
investigados por una comisión parlamentaria presidida por el senador Edward Kennedy, que
acabó certificando su veracidad y censurando duramente a la CIA por llevar a cabo estas
prácticas inhumanas. Véase el capítulo «Asesinos del pensamiento» de este libro.
que en aquella época mantenía la CIA en Beirut 239, sin que hasta el
momento haya trascendido el tipo de instrucción o adoctrinamiento
al que fue sometido el futuro asesino. Otro hecho poco conocido con
relación a Chapman es que parecía haber sido un tipo corriente
hasta que fue sometido a un tratamiento psiquiátrico para
«modificación del comportamiento» en el hospital Castle de Hawaii.
La terapia a la que fue sometido incluía el uso combinado de
torazina e hipnosis, la receta favorita de la CIA para sus agentes
programados.
Dentro de la «Operación Caos» habría existido un subproyecto
específico para acabar con Lennon, cuyo nombre en clave era
«Operación Morsa». Los analistas de la central de inteligencia tenían
muy claro que lo que estaba en juego con Lennon era la identidad
histórica e ideológica de la contracultura. Por ello, los responsables
de Caos no se conformaron sólo con la muerte del cantante, sino
que, además, llevaron a cabo una intensa campaña de descrédito
destinada a acabar a título póstumo con su imagen pública, con su
recuerdo. Fruto de esta campaña fueron algunos libros difamantes
que, a pesar de la repercusión que se les quiso dar en los medios de
comunicación conservadores, resultaron un sonoro fracaso a nivel
de ventas.
§. Caos en Jamaica
En el Caribe, los ídolos de la música tampoco estaban seguros. La
pobreza y la caótica y violenta situación política del país habían
239 Fenton Bresler, «Who killed John Lennon?». St. Martin’s Press, Nueva York, 1989.
§. Conclusión
Éstos no han sido los últimos casos de muertes poco claras entre
músicos de gran popularidad. Los más que extraños suicidios de
David Hutchance, líder del grupo INXS y activista en movimientos
como Greenpeace y Amnistía Internacional, o de Kurt Cobain, alma
del grupo Nirvana, y potencialmente una figura de la talla de
Morrison o Lennon, nos hacen sospechar que la «Operación Caos»
podría gozar en nuestros días de un magnífico estado de salud.
Capítulo 17
¿Fue realmente el aceite?
Contenido:
§. La gran mentira del síndrome tóxico
§. Silenciando a los disidentes
§. La hipótesis del pesticida
§. Guerra química
§. Silencio de estado
§. Juicio en la casa de campo
§. Indemnizaciones
§. Conclusión
Sin dar a los españoles una tregua para reponerse del susto de la
intentona golpista del 23 de Febrero, la primavera de 1981 trajo
consigo la aparición de una misteriosa epidemia que al principio fue
bautizada como «neumonía atípica». Todo comenzó en la localidad
madrileña de Torrejón de Ardoz el 1 de Mayo de 1981, al morir por
insuficiencia pulmonar aguda el niño de ocho años Carlos Vaquero.
Posteriormente, seis de los ocho miembros de su familia contraerían
la extraña enfermedad.
En aquellos primeros momentos nadie sabía bien de qué se trataba
y comenzó a cundir la alarma en amplios sectores de la población.
Los teléfonos de atención al ciudadano se bloquearon, mientras
decenas de miles de personas abarrotaban las salas de urgencias
acudiendo a los hospitales al más mínimo síntoma. Hasta tal punto
240 Doctor A. Peralta Serrano, «La neumonía atípica». «Ya», 12 de Mayo de 1981.
241Fernando Montoro y Concepción Sáenz Laín, «Una nueva hipótesis sobre el envenenamiento
por aceite de colza adulterado». «El País», 23 de Septiembre de 1981.
242Aurora Moya, «Es imposible que el aceite pueda ser la causa del síndrome tóxico». «Diario
16», 2 de Octubre de 1984.
243Gloria Díez, «Tengo la esperanza de aislar el agente del síndrome tóxico». «Diario 16», 2 de
Diciembre de 1984.
244Gustavo Catalán, «Cada vez más científicos afirman que el síndrome tóxico no fue causado
por el aceite de colza» .«Diario 16», 3 de Diciembre de 1984.
246 Ibíd.
247 En ningún momento la empresa Bayer fue enjuiciada por estos hechos y ninguna instancia
oficial la relacionó con el síndrome tóxico.
§. Guerra química
Hemos mencionado que un experto en guerra química, el doctor
Sánchez Monje, había establecido un curioso paralelismo entre
determinadas armas de este tipo y los efectos del síndrome tóxico.
Esto no habría pasado de una simple curiosidad de no ser por algo
que apenas menciona en un reportaje el periodista Rafael Cid, que
fue uno de los informadores que siguió durante más tiempo y con
más dedicación el tema del síndrome tóxico. En principio estaba
plenamente convencido de la veracidad de la tesis oficial sobre el
aceite de colza. Es más, incluso estaba plenamente convencido de
que las tesis que apuntaban hacia los pesticidas organofosforados
eran una mera maniobra de distracción elaborada por parte de los
empresarios aceiteros que, de esta manera; buscaban escurrir el
bulto de su responsabilidad ante los tribunales. Sin embargo, según
fue indagando en el caso y obteniendo información de primera
mano, fue cambiando de opinión y dándose cuenta de la
inconsistencia de la teoría del aceite. Estas investigaciones están
magistralmente resumidas en un reportaje publicado en su
momento por la revista «Cambio 16» bajo el título «Yo investigué el
síndrome tóxico». En dicho trabajo, entre muchas otras revelaciones,
existe un párrafo que aporta un enfoque inédito a todo el asunto:
«También el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID),
que había realizado su propia investigación con ayuda de expertos
de diferentes ramas, dio carpetazo al asunto. Hoy el resumen de ese
informe de los servicios secretos militares duerme el sueño de los
justos en los archivos de la nueva sede de los servicios en la
carretera de La Coruña. En las conclusiones del CESID, apenas una
docena de folios, se descarta prácticamente la intoxicación por el
aceite y se sugieren otras causas, por ejemplo, que se hubiera
tratado de un ensayo de guerra química»249.
249 Rafael Cid, «Yo investigué el síndrome tóxico». «Cambio 16», 6 de Abril de 1987.
250 Equipo de análisis ecológicos, «Aceite, la solución más ligera». Integral, Noviembre de 1988.
§. Silencio de estado
Rafael Cid, Andreas Faber-Kaiser, los doctores Muro y Frontela…
Todos ellos y muchos más habían puesto de manifiesto la
inconsistencia de la versión oficial que, sin embargo, continuaba
inquebrantable contra viento y marea del sentido común y el
método científico. Como escribió en su momento el propio Rafael
Cid: «El episodio del Síndrome del Aceite Tóxico (SAT) es uno de esos
temas que demuestran la impotencia de los medios de
comunicación. A pesar de las toneladas de papel, chorros de tinta y
riadas de comentarios y opiniones vertidas, la huella en la opinión
pública es de incredulidad. Falta algo. Lo que se sabe no explica
todo. Como en el intento del golpe de Estado del 23 de Febrero de
1981 o, por poner un ejemplo exterior, el asesinato del presidente
252Andreas Faber-Kaiser, «La ocultación de la verdadera causa del síndrome tóxico impidió la
curación de miles de españoles», artículo que puede leerse en la web
http://personal.telefonica.terra.es/web/fir/arti/st.html, en memoria del desaparecido
periodista, dirigida por su hijo Sergi Faber.
253Gudrun Greunke y Jörg Heimbrecht, «El montaje del síndrome tóxico». Obelisco, Barcelona,
1988.
informe no tiene más valor que una charla cualquiera"» 254. Más
adelante exponía su opinión autorizada como uno de los más
prominentes toxicólogos del mundo, respecto a la imposibilidad de
que el aceite incautado pudiera ser responsable de la sintomatología
que presentaban los enfermos. Unas valientes declaraciones de las
que tardaría apenas una semana en retractarse, nadie sabe por qué
razón.
Por su parte, la revista «Cambio 16», el medio de comunicación que
había publicado esta entrevista y el que con más decisión había
defendido la tesis del pesticida, sufrió una demanda por parte de la
multinacional Bayer que acabó resolviéndose extrajudicialmente
mediante un acuerdo según el cual la publicación se comprometía a
publicar una rectificación.
¿Qué hacía el gobierno mientras tanto? Los periodistas alemanes
Gudrun Greunke y Jörg Heimbrecht sostienen que las autoridades
podrían haber formado parte del encubrimiento: «Con todo, existen
muchos indicios de que el gobierno español conocía la verdadera
causa del síndrome tóxico, al menos algunas semanas después de
haber proclamado la teoría del aceite o incluso antes de
pronunciarla; pero esto fue ocultado hasta ahora a la opinión
pública. Políticos y altos cargos temían reconocer su error y perder
credibilidad. Tampoco pensaban que fuera oportuno iniciar un
proceso contra los verdaderos responsables. No lo pensaba el
gobierno de entonces, ni lo piensa el actual; así, se decidió que la
254«No hay datos para asegurar que el aceite de colza provocó el síndrome tóxico», «Cambio 16»,
11 de Febrero de 1985.
256 Sebastián Moreno, «Kafka en la Casa de Campo». «Cambio 16», 30 de Marzo de 1987.
257 Las primeras actuaciones judiciales de la investigación concluyeron con el sumario
129/1981 de los Juzgados Centrales de Instrucción números 2 y 3, y el proceso finalizó con la
sentencia del 23 de Abril de 1992, de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, por la que se
condenaban como responsables penales y civiles del envenenamiento a determinadas personas
físicas. Esta última sentencia, firme, es de la que se deriva el pago de las indemnizaciones.
258 Lluís Botinas, «No fue el aceite. Síndrome tóxico, una sentencia reveladora». «Integral»,
Octubre de 1989.
§. Indemnizaciones
Uno de los aspectos más positivos de la sentencia había sido el
reconocimiento a los afectados de una serie de compensaciones
económicas que, si bien no podrían resarcirlos de lo sucedido, por lo
menos ayudarían a paliar situaciones que, en muchos casos,
resultaban ciertamente penosas. Sin embargo, más de diez años
después de la sentencia, el tema de las indemnizaciones se había
convertido en otro de los puntos oscuros del síndrome tóxico: «A
finales de 1999, unos 400 afectados por el síndrome tóxico
aprovecharon el día de la Constitución (6 de Diciembre) para
manifestarse ante el Congreso de los Diputados y reclamar con
pancartas, pitidos y abucheos el cobro de sus indemnizaciones,
acordadas por la justicia»260.
259 Guillermo Caba Serra, «La gran farsa de la colza». The Ecologist, Octubre de 2000.
260 «El Estado no paga a los afectados del síndrome tóxico». Medicina holística, núm. 59
§. Conclusión
Miles de ciudadanos de España vieron truncadas sus vidas sin que
nadie hasta el momento haya ofrecido una explicación realmente
convincente. En el asunto del síndrome tóxico confluían demasiados
intereses y la verdad no era uno de ellos. Como ocurre en tantas
ocasiones, es posible que algún día, cuando a nadie le importe ya,
se sepa lo que ocurrió realmente y se reconozca el mérito de quienes
fueron olvidados, calumniados y apartados por no seguir la
corriente y hacer lo que les dictaba su conciencia en lugar de su
conveniencia.
Capítulo 18
La guerra de los Bush
Contenido:
§. La madre de todas las batallas. Mentiras de la «guerra del
golfo»
§. «Peor que Hitler»
§. Trampa para un dictador
§. Nuevo orden mundial
§. La fachada
§. Demasiada subjetividad
§. Bases secretas en el desierto
§. Planes y contraplanes
§. Conclusión
261 «Secretos a voces: textos del Bureau of Public Secrets». Literatura Gris, Madrid, 2001.
262 Ibíd.
263 Douglas Kellner, «The Persian Gulf TV war». Westview Press, Los Ángeles, 1992.
264 Scott Armstrong, «Eye of the storm». Mother Jones Magazine, Noviembre de 1991.
265 El mismo que con sus palabras «el cielo de Bagdad se ha iluminado», retransmitidas desde
la azotea del hotel Al Rayid, inauguraba la primera guerra transmitida en directo.
266 Seymour M. Hers, «A case not closed». The New Yorker, 1 de Noviembre de 1993.
268Pierre Salinger y Eric Laurent, «Secret dossier: The hidden agenda behind the Gulf war».
Penguin Books, Nueva York, 1991.
269Alfred Mendes, «The Gulf crisis re-examined». Núm. 23 de «Common sense, Journal of the
Edinburgh conference of Socialist Economists», Julio de 1998.
270 ]Bush ya había apuntado estas ideas en un discurso a la nación pronunciado el 6 de Marzo
de 1991: «Ahora, podemos ver un mundo nuevo que comienza a aparecer ante nosotros. Un
mundo en el que empieza a hacerse realidad la perspectiva de un nuevo orden mundial. En
palabras de Winston Churchill, «Orden mundial» es en el que imperan «los principios de justicia
y juego limpio... proteger al débil contra el fuerte...». Un mundo donde las Naciones Unidas,
liberadas de las trabas de la Guerra Fría, están posibilitadas para cumplir la visión histórica de
sus fundadores. Un mundo en el que la libertad y el respeto por los derechos humanos
encuentran su hogar en todas las naciones.»
§. La fachada
Bush dijo claramente que la «Guerra del Golfo» no había sido
provocada por la necesidad de defender a un Kuwait invadido, sino,
más prosaicamente, para impedir que un país pudiese amenazar el
mercado petrolero en la zona, cuyo control es de vital importancia
para Washington en su competencia con Europa y Japón, que no
tienen fuentes de hidrocarburos propias y deben abastecerse en
zonas (como el golfo Pérsico, Irak, Irán o Libia) sensibles a los
ataques y bloqueos estadounidenses 271. De cara al público
norteamericano no hacían falta más justificaciones. La «Guerra del
Golfo» supuso un avance en el arte de la manipulación, que
encontró cierta complicidad en el auditorio, debido precisamente a
que se cargaron todas las culpabilidades en un solo sentido,
272Peter Williams, «Ground rules and guidelines for Desert Shield», en el libro «The media and
the Gulf War». Seven Locks Press, Washington, 1992.
John J. Fialka, «Hotel warriors: Covering the Gulf War». Woodrow Wilson Center Press,
273
Washington, 1992.
§. Demasiada subjetividad
Volviendo a la subjetividad informativa imperante en la «Guerra del
Golfo», los periodistas norteamericanos, prácticamente en su
totalidad, se referían a las fuerzas estadounidenses en primera
persona, como «nosotros» 277, dejando olvidado entre las arenas del
desierto árabe cualquier rastro de la imparcialidad y objetividad que
se les pretendió inculcar en las escuelas de periodismo. No se trata
276 Tom Bishop, «US psychological warfare experts worked at CNN and NPR during Kosovo
War». 18 de Abril de 2000. http://www.wsws.org/articles/2000/apr2000/cnn-a18.shtml.
277 John MacArthur, op. cit.
278 ]Al Kamen, «It was a milk factory or a weapons plant?». Washington Post, 8 de Febrero de
1991.
«La guerra de la prensa», artículo aparecido en el diario chileno «La Tercera» el 23 de Abril de
279
2000. http://www.tercera.cl/diario/2000/04/23/t-23.00.3A.REP.PRENSA.html.
§. Planes y contraplanes
281 «FBI probed alleged CIA plot to kill Saddam». Reuters, 15 de Febrero de 1998.
282 Ibíd.
283 Ibíd.
§. Conclusión
En el momento de escribir estas líneas, una nueva campaña en Irak
por parte de tropas norteamericanas comienza poco a poco a
convertirse en una certeza a la que sólo resta ponerle la fecha. Aún
es un misterio la verdadera razón de la inquina que la nación más
poderosa del mundo muestra hacia su antiguo aliado, Irak: por qué
se implicó en aquel conflicto, por qué sus tropas han permanecido
allí todo este tiempo y por qué, cuando tuvo la ocasión, no invadió el
país y acabó con la presunta amenaza representada por el régimen
de Saddam. Al contrario de lo que sucedió en Vietnam, donde la
Capítulo 19
Waco
Contenido:
§. La otra «matanza de Texas»
§. Cuestión de imagen
§. Guerra psicológica
§. Venganza
§. «CS»
§. Reglas de enfrentamiento
§. La nueva revelación
§. Buscando señales
§. El bunker de la muerte
§. Conclusión
284Linda Thompson, «America under siege», documental elaborado para la American Justice
Federation.
§. Cuestión de imagen
Los «davidianos» eran una escisión de los «Adventistas del Séptimo
Día». El grupo se estableció en Waco a mediados de los años treinta.
A principios de los sesenta, el grupo compró el rancho Monte
Carmelo y lo tomó como su lugar de residencia. Los «davidianos» y
su líder espiritual desde finales de los ochenta, David Koresh,
practicaban un tipo de religión completamente diferente de la de
otros cristianos. Sus ritos y reglas matrimoniales eran diferentes y
su sistema de propiedad no tenía nada que ver con el del resto de
los estadounidenses. Pasaban la mayor parte del tiempo en las
instalaciones del rancho dedicados al estudio de la Biblia bajo la
tutela de David Koresh. Eran diferentes, muy diferentes, pero no
hostiles ni peligrosos. En las entrevistas que concedieron antes de
285El Dalai Lama elevó por ello una protesta ante el director del FBI William Sessions.
286El estribillo de esta canción dice: «Estas botas se han hecho para andar, y eso es lo que van
a hacer. Uno de estos días estas botas pasarán por encima de ti». Oír esto mientras por la
ventana se podía contemplar a los comandos del FBI con sus brillantes botas militares rellenar
los cargadores de sus fusiles de asalto era el efecto pretendido a la hora de escoger
precisamente esa canción.
287 Jayne Seminare Docherty y Kevin W. Avruch, «Learning lessons from Waco: When the
parties bring their gods to the negotiation table (religion and politics)». Syracuse University
Press, Siracusa, 2001.
§. Guerra psicológica
El propósito de esta operación era poner en práctica las más
clásicas técnicas coercitivas de lavado de cerebro, minando las
facultades mentales de los sitiados y sometiéndolos a un vacío de
información que los hacía cada vez más dependientes de David
Koresh y, por tanto, reafirmaba su propósito de resistencia. Fue el
propio FBI quien por culpa de la aplicación de una metodología
errónea provocó la degeneración de la situación allí planteada. Eso
ya de por sí es grave, pero más aún si pensamos que en el rancho
había mujeres y niños que, a todas luces, debían ser considerados
en una situación de este tipo como rehenes civiles. Niños que en el
dramático desenlace de los acontecimientos terminaron engrosando
la lista de víctimas, niños que fueron torturados durante las seis
semanas de asedio sufriendo las mismas condiciones inhumanas
que sus padres, sin luz, agua corriente o alimentos.
§. Venganza
James L. Pate, en un artículo publicado en la revista «Soldier of
fortune»288, sugiere que la principal motivación de la ATF era la
venganza. Koresh era un conocido militante en pro de la tenencia de
armas de fuego y contrario a la ATF. Más probable es que se tratara
de una operación de relaciones públicas, una redada de chiflados
288James L. Pate, «Waco’s defective warrants: No probable cause for raid on ranch Apocalypse».
Soldier of Fortune, Agosto de 1993.
289Carol Moore, «Davidian massacre: Disturbing questions about Waco which must be
answered». Legacy Communications, Tennessee, 1995.
§. «CS»
El gas «CS» es un polvo cristalino de color blanco que causa una
violenta irritación de los ojos, quemaduras en la piel, vómitos y
graves problemas respiratorios que, en casos de intoxicación aguda,
pueden llegar a producir la muerte. Estados Unidos, junto con otras
cien naciones, había firmado en Enero de 1993 un tratado que
prohibía el uso bélico del gas «CS». El profesor de Harvard doctor
Alan Stone testificó lo siguiente ante el Congreso estadounidense:
«Puedo dar fe del poder del gas "CS" para inflamar rápidamente ojos,
nariz y garganta, producir ahogamiento, dolor en el pecho, y náusea
en varones adultos saludables. Es difícil de creer que el gobierno
norteamericano haya querido deliberadamente exponer a veinticinco
niños, la mayoría de ellos bebés y niños muy pequeños, a la acción
del "CS" durante cuarenta y ocho horas»290.
El toxicólogo William Marcus testificó ante el Congreso de Estados
Unidos que la molécula del gas «CS» contiene un «radical de
cianuro» que podría haber sido absorbido a través de la fina piel de
Sobre los efectos del gas CS y otros aspectos de la masacre de Waco, consultar la magnífica
290
web: http://www.wizardsofaz.com/waco/waco2.html.
291Nota del maquetador: Polímero (sustancia formada por una cantidad finita de moléculas)
sintético, de gran resistencia y flexibilidad, usado en protección personal (chalecos antibalas), y
en carrocerías de vehículos de todo tipo, por su resistencia y poco peso.
§. Reglas de enfrentamiento
Más tarde se llevó a cabo una investigación «independiente» que, en
efecto, incriminaba a los «davidianos» en la autoría del incendio,
confirmando aparentemente el escenario de suicidio masivo que
propugnaba la propaganda oficial. Pero la verdad sobre el incendio
de Waco estaba muy lejos de ser revelada. De hecho, el investigador
§. La nueva revelación
Tal fue el éxito del documental, que en 1999 se estrenó su segunda
parte, «Waco: The new revelation» (Waco: la nueva revelación),
rodeada aun, si cabe, de mayor polémica que su antecesora debido
a que en ella se concretaban más aspectos apenas sugeridos en la
primera parte. Gracias a Michael McNulty, el director de estos
documentales, hoy sabemos que se empleó gas lacrimógeno
inflamable en el asalto final contra los «davidianos», algo que el FBI
negó con obstinación durante seis años hasta que el propio McNulty
encontró las pruebas de que había sido así.
A lo largo de la película también podemos ser testigos de primera
mano de la incoherencia de los negociadores del FBI a través de
diversas filmaciones tomadas «in situ». Minutos después de que los
negociadores prometieran no cortar la electricidad como un
incentivo por el progreso en sus negociaciones, los tácticos de FBI
cortaron el suministro sin dar más explicaciones. El documental
también pone especial énfasis en los videos tomados desde los
294 ]DavidT. Hardy, «This is not an assault: Penetrating the web of official lies regarding the
Waco incident». Xlibris Corporation, Filadelfia, 2001.
§. Buscando señales
Aparte de esto, las filmaciones fueron en su momento analizadas
por el doctor Edward Allard, experto en interpretación de imágenes
infrarrojas, quien dictaminó que las llamaradas proceden de
hombres que se mueven por la parte trasera del edificio y que
realizan lo que inequívocamente identifica como fuego de
ametralladora. A través de un exhaustivo análisis fotograma a
fotograma de estas imágenes, el doctor Allard estableció que los
295David B. Kopel y Paul H. Blackman, «No more Wacos: What’s wrong with Federal Law
Enforcement and how to fix it». Prometheus Books, Nueva York, 1997.
§. El bunker de la muerte
En el caso de Waco, las autopsias revelaron algunos hechos
estremecedores que contradecían las tesis oficiales. En Noviembre
de 1993 el patólogo que hizo las autopsias de las víctimas, el doctor
Rodney Crowe, declaró que los niños que habían fallecido a causa
de traumatismos varios, y de los que el FBI afirmaba que habían
sido matados a golpes por sus padres, fueron de hecho víctimas de
la caída de un muro de hormigón derribado por un tanque tras el
cual las madres pensaban que tendrían un refugio seguro. Esta
parte del complejo, que los agentes del FBI denominaban «el
bunker», fue especialmente castigada por los ataques y allí murieron
alrededor de 40 mujeres y niños. Nizaam Peerwani, un perito
médico que testificó en el juicio de los «davidianos» (transcripciones:
5979, 6029), declaró que un elevado número de mujeres y niños que
se encontraban en este cuarto de cemento murieron debido a la
asfixia tras quedar enterrados bajo las ruinas de las paredes
derribadas por los tanques.
Los cuerpos de los «davidianos» muertos fueron almacenados en
contenedores frigoríficos para preservarlos el tiempo que fuera
necesario hasta que se pudieran llevar a cabo análisis forenses más
§. Conclusión
Este es el macabro epílogo de la tragedia de Waco y del
encubrimiento por parte de las autoridades de lo que allí sucedió
realmente. Aunque actualmente tenemos indicios más que
suficientes para hacernos una idea de la barbarie cometida durante
el asedio y asalto al rancho de los «davidianos», sin embargo, las
razones que llevaron a que se produjera semejante situación aún se
encuentran veladas por el más profundo de los misterios. ¿Se debió
la tragedia a un cúmulo de errores por parte de las tropas federales?
¿O fue algo premeditado, una especie de ensayo general del
procedimiento para quitar de la circulación a grupos disidentes
armados potencialmente peligrosos como las milicias de extrema
derecha?
Capítulo 20
La gran impostura
Contenido:
§. La otra infamia del 11-S
§. Negligencia criminal
§. Conocimiento previo
§. Una guerra preparada
§. La gran impostura
§. El avión perdido
§. Control remoto
§. El vuelo 93
§. El enemigo en casa
§. Conclusión
§. Negligencia criminal
Uno de los aspectos de los atentados del 11-S que más llama la
atención de propios y extraños es cómo fue posible que todo aquello
se planease y se llevara a cabo ante las mismas narices del FBI, la
CIA y la NSA (Agencia Nacional de Seguridad), agencias de
inteligencia consideradas entre las mejores del planeta y que
cuentan con los medios materiales más avanzados y los
profesionales más capaces. Diversas informaciones difundidas por
distintos medios de comunicación han puesto en evidencia que el
funcionamiento de los servicios secretos norteamericanos resultó
sospechosamente ineficaz, máxime cuando existían indicios
sobrados para suponer que algo así podría suceder. El autor
estadounidense Dennis Laurence Cuddy va mucho más lejos al
afirmar en su libro «September 11 prior knowledge»296 que la única
297Kate Clark, «Revealed: The taliban minister, the US envoy and the warning of September 11
that was ¡gnored». The Independent, 7 de Septiembre de 2002.
§. Conocimiento previo
Ya a principios de 2001 Richard Clarke había realizado una serie de
propuestas para mejorar la seguridad del país en prevención de un
eventual ataque terrorista, propuestas que no obtuvieron la
aprobación del presidente Bush hasta Agosto, cuando ya era
demasiado tarde.
Es relativamente cierto que nadie, al menos oficialmente, fue capaz
de predecir la tragedia del 11-S; nadie podía saber de antemano
cómo y cuándo se producirían los ataques. Pero eso es sólo la mitad
de la verdad. Aquel verano, en Washington, había un nutrido grupo
de asesores, expertos en seguridad, burócratas y legisladores que
anunciaba a los cuatro vientos, sin que nadie pareciera escucharlos
con demasiado interés, la inminencia de un ataque terrorista a gran
escala contra intereses norteamericanos 298. Semanas después, los
mismos que hicieron oídos sordos a los avisos tuvieron que
enfrentarse con el derrumbamiento de la eficacia del aparato de
seguridad nacional para ocuparse de la amenaza terrorista.
El 15 de Agosto, agentes de la oficina del FBI en Minnesota
proceden a la detención de un sospechoso, Zacarías Musaui,
matriculado en una escuela de aviación local, que había sido
denunciado por sus profesores a los que les pareció sumamente
extraño su empeño de no querer aprender a despegar o aterrizar,
sino sólo el manejo de un avión comercial en vuelo. En su informe
de los hechos, un agente del FBI, que demostró tener bastante más
298 Michael Elliot, «Could 9/11 have been prevented?». Time Magazine, 4 de Agosto de 2002.
299Nafez M. Ahmed, «The war on freedom: How and why America was attacked». Tree of Life,
California, 2002.
300 José Vidal Beneyto, «Incógnitas del 11 de Septiembre». El País, 6 de Abril de 2002.
http://www.cia.gov/cia/public_affairs/speeches/pavitt_04262002.html
301
Patrick Martin, «Was the US government alerted to September 11 attack?». World Socialist
302
303 «Agency planned drill for plane crash last Sept. 11». Associated Press, 22 de Agosto de 2002.
304 «Senate committee criticizes FBI». Chicago Tribune, 28 de Agosto de 2002.
305El contenido de esta intervención puede ser consultado en la propia página web de la Casa
Blanca: http://www.whitehouse.gov/news/releases/2001/12/20011204-17.html.
§. La gran impostura
A partir de los atentados del 11-S cualquier postura u opinión
«políticamente incorrecta» respecto a lo sucedido quedó virtualmente
proscrita de los grandes medios de comunicación. No es por ello de
extrañar que Internet se convirtiese en el gran foro de debate en el
que a diario surgían argumentos y teorías más o menos
descabellados en función de las filias o las fobias de cada cual. La
teoría de la conspiración, en la mente de un gran número de
ciudadanos pero imposible de verse reflejada en los medios de
comunicación, ni siquiera para ser rebatida, asentó sus reales en la
red. Así que no es casualidad que «La gran impostura»306, el único
libro que hasta ahora ha planteado una alternativa sólida a la
versión oficial de los hechos, sea obra de Thierry Meyssan,
presidente de la red digital Voltaire. Meyssan aporta un abrumador
cúmulo de datos que apuntan a que en realidad sabemos muy poco
de lo que se cocinó en la trastienda de los ataques terroristas,
sugiriendo la posibilidad de que los instigadores procedieran de
sectores muy alejados del integrismo islámico. El libro levantó un
enorme clamor de indignación en Francia, siendo atacado
prácticamente por la totalidad de la prensa escrita y audiovisual del
país. Curiosamente, la respuesta del público ante tal cúmulo de
críticas no pudo ser más favorable, convirtiéndose en un éxito
editorial sin precedentes en aquel país con más de 150.000
ejemplares vendidos en un mes. ¿Cómo se explica este extraño
fenómeno? Con su obcecada defensa de la versión políticamente
306 Thierry Meyssan, «La gran impostura». La Esfera de los Libros, Madrid, 2002.
§. El avión perdido
Tampoco el atentado en sí está exento de anomalías. A pesar de que
el Pentágono tiene una superficie de decenas de miles de metros
cuadrados y una altura de tan sólo veinticuatro metros, el piloto
suicida decidió estrellarse contra la pequeña fachada en lugar del
magnífico blanco que ofrecía el techo en donde, además, los daños
307 Nota del maquetador: Sólo hacer constar que la palabra «misilística» no está registrada en
el diccionario de la R.A.E.
§. Control remoto
Más de uno pensará que todas las especulaciones son tolerables en
lo que respecta al Pentágono. Sin casi testigos, sin documentos
gráficos del momento del impacto, es admisible que dadas las
pruebas posteriores existieran algunas irregularidades difíciles de
explicar. Sin embargo, en el atentado a las Torres Gemelas, seguido
en directo por cientos de millones de personas en todo el planeta, no
hay lugar para suspicacias, anomalías, ni conspiraciones… ¿O tal
vez sí?
El semanario portugués en lengua inglesa The Portugal News
presentó en su momento una interesante versión de los ataques del
11 de Septiembre que, inexplicablemente, no fue suficientemente
atractiva para llamar la atención de la prensa internacional. El
informe, realizado con todo rigor por expertos independientes,
advierte al público norteamericano que la versión oficial es
susceptible de investigación. Un grupo de pilotos civiles y militares
estadounidenses dirigidos por el coronel Donn de Grand fue
invitado a unas jornadas de reflexión sobre el tema, y tras setenta y
dos horas de deliberaciones concluyó que los secuestradores de los
cuatro aviones de pasajeros envueltos en la tragedia del 11 de
308Jared Israel, «Criminal negligence or treason?». The New York Times, 15 de Septiembre de
2001.
309 «September 11-US Government accused». The Portugal News, 3 de Agosto de 2002.
Los Boeing 757 y 767 están provistos de instrumental que les otorga
la capacidad de volar de forma totalmente autónoma. Son los únicos
dos Boeing capaces de llevar a cabo un vuelo completamente
automático. Pueden ser programados para despegar, volar hasta un
destino elegido y aterrizar sin la necesidad de que haya un piloto al
mando. Son aviones inteligentes y están dotados de software que
limita el uso de los controles para evitar que un error humano
produzca lesiones a los pasajeros. Aunque son físicamente capaces
de maniobras de alta aceleración, el software de sus sistemas de
vuelo previene la eventualidad de que se pueda realizar una
maniobra de este tipo desde la cabina del piloto. El límite de
aceleración y giro en estos aparatos es de 1,5 G's. Esto es así para
que un error de pilotaje no pueda terminar rompiendo el cuello de
un pasajero. Cualquier cosa que se haga, no puede eliminar esta
característica. Según quedó registrado en los radares, el «avión» que
se estrelló contra el Pentágono alcanzó sus límites físicos reales.
Personal militar ha calculado que este aparato realizó un giro de
entre 5 y 7 G's en su aproximación al objetivo, hazaña que repitió el
segundo avión que impactó contra el World Trade Center.
Llama poderosamente la atención de profanos y profesionales de la
aviación la impecable precisión de ambos impactos, máxime cuando
estos aparatos, ya de por sí poco maniobrables, estaban lanzados a
toda velocidad contra sus objetivos. Un despiste de apenas unas
décimas de segundo y los kamikazes habrían errado el blanco. Sin
embargo, existe una manera de realizar esta maniobra de una forma
limpia sin requerir de los pilotos suicidas una capacidad
§. El vuelo 93
El vuelo 93 de la compañía United Airlines despegó a las 8:01 del
aeropuerto de Newark con destino a San Francisco. Poco después de
las 9:30 se escuchó por altavoz a uno de los terroristas: «Tenemos
una bomba a bordo». Uno de los pasajeros, Thomas Burnett,
telefoneó a su esposa, quien le informó de los ataques suicidas
contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Minutos después, todos
los pasajeros saben lo sucedido y deciden organizar un motín. Otro
de los pasajeros, Jeremy Glick, habla también con su esposa y le
dice que han preparado un plan para volver a poner a los dos
pilotos al mando de la nave. Los secuestradores tenían una caja en
la que decían que había una bomba. Desde otro teléfono, Todd
Beamer entra en contacto con una operadora telefónica. Lisa
Jefferson, que escuchó cómo se unían varias voces y empezaban a
rezar. Luego oyó la siguiente frase: « ¿Están listos? ¡Vamos!».
Eran poco más de las 10 de la mañana. Los pasajeros lograron
irrumpir en la cabina usando un carrito de comida a modo de
ariete. Luego todo es una cacofonía de voces ininteligibles que
sugieren un forcejeo por el control del avión que, minutos más
tarde, a las 10:03, se estrella cerca de Shanksville, Pensilvania. La
versión oficial sostiene que el avión cayó a causa de este forcejeo,
pero a este respecto quedan aún muchos puntos oscuros,
empezando por la tajante negativa de las autoridades
310Steve Le Blanc, «FAA controllers detail Sept. 11 events». Associated Press, 12 de Agosto de
2002.
§. El enemigo en casa
La ya de por sí complicada situación que plantearon los atentados
recibió una nueva vuelta de tuerca cuando el 18 de Septiembre se
recibieron las primeras cartas conteniendo esporas de ántrax, una
enfermedad mortífera muy utilizada en el desarrollo del armamento
biológico. En total, y descartando la ingente cantidad de fraudes que
se dieron posteriormente, se recuperaron cuatro cartas dirigidas a
los senadores demócratas Tom Daschle y Patrick Leahy, al periódico
The Post y al presentador de noticias Tom Brokaw de la cadena
NBC.
Ninguna de las víctimas contra las que iban dirigidos estos
atentados resultó afectada por la enfermedad. Sin embargo, las
311 The Hunt for the Anthrax Killer, reportaje emitido por la BBC 2, el 18 de Agosto de 2002.
312Fredric N. Tulsky, «Scientist’s death haunts family». San José Mercury News, 8 de Agosto de
2002.
Conclusión
La casi completa seguridad de que, al menos los atentados de las
Torres Gemelas, fueron planeados y ejecutados por Ben Laden y su
organización no disipa la sombra de la duda respecto a la actuación
de la administración norteamericana en estos hechos. La
implicación de oscuros intereses políticos y económicos, el velo de
silencio que rodea la investigación y las anomalías inexplicadas que
presentan los atentados, constituyen el entramado de una polémica
que con toda seguridad dará mucho que hablar en los años
venideros y proporcionará no pocas sorpresas.
Laura Rozen, «The enemy within? The FBI’s anthrax investigation turns on itself». The
313
Imágenes
Nadie se explica cómo ETA pudo excavar un túnel para colocar los
más de cien kilos de explosivos que mataron al almirante Carrero
Blanco a unos 200 metros de la embajada estadounidense, edificio
dotado con medidas de seguridad que incluyen sismógrafos muy
sensibles para prevenir este tipo de sucesos.
Bibliografía
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Autor