La Gracia de Dios
La Gracia de Dios
La Gracia de Dios
Introducción
*En el A.T. se revela un poco escondida pero palpable la gracia de Dios que
ama al pecador y que anhela, no su muerte, sino su conversión y su vida;
“Quiero yo la muerte del impío? Dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se
apartare de sus caminos?” Ezequiel 18:23. En la ley el hombre era
justificado por las obras, pero Dios manifiesta su gracia al decir que ha elegido
a Israel sin merito alguno (Deuteronomio 7:7-8, Oseas 6:14) David
vislumbró la gracia del N.T. en Cristo al exclamar en el salmo 32:1-5;
“Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su
pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad…”
Si Dios mirara solo con su ojo de justicia y de santidad nadie quedaría en pie,
pero el también mira con ojo de amor y de misericordia; “Jehová, hasta los
cielos llega tu misericordia, Y tu fidelidad alcanza hasta las nubes. Tu justicia
es como los montes de Dios, Tus juicios, abismo grande. Oh Jehová, al
hombre y al animal conservas. ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia!
Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.
Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, Y tú los abrevarás
del torrente de tus delicias. Porque contigo está el manantial de la vida; En tu
luz veremos la luz. Extiende tu misericordia a los que te conocen” Salmo
136:5-10. Este reiterado estribillo enseña que la misericordia y el amor de
Dios son el fundamento de todas sus obras a favor de sus hijos y el origen de
toda acción de gracias, de ellos.
*El A.T. solo prometía y vaticinaba que la gracia un día llegaría plena y
absolutamente al hombre en Jesucristo, como dice el diccionario teológico de
Everett Harrison; “Podemos decir que la gracia es Jesucristo y Jesucristo es
la gracia… él es la gracia de Dios para con nosotros. La esencia de la
doctrina de la gracia es Dios por nosotros. Más aun, el está por nosotros aun
cuando nosotros mismos estamos en su contra… La gracia está comprendida
en Cristo Jesús” (2ª Corintios 8:9, Romanos 3:24, 1ª Pedro 1:13). La gracia
no puede haber comenzado con el nacimiento de Jesús, porque él nació, vivió
y murió bajo la ley (Gálatas 4:4, Lucas 1:21-24, Mateo 5:17, Lucas 24:44,
San Juan 19:7)
*Pablo enfatiza que fue en la cruz del Calvario que Cristo el Señor triunfó
absolutamente contra los demonios, el pecado y la muerte (Colosenses 2:14-
15) al decir “anulando el acta de los decretos que había contra nosotros…”
se refiere obviamente a la ley de Moisés, el antiguo pacto como camino de
salvación se clavo en la cruz, se anulo y Dios estableció un nuevo y mejor
pacto (Hebreos 8:13); “Al decir; nuevo pacto ha dado por viejo al primero; y
lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer”, Pablo dice
también; “Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis
bajo la ley, sino bajo la gracia” Romanos 6:14. También la escritura señala;
“Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un
mejor pacto, establecido sobre mejores promesas” Hebreos 8:6. Este es el
comienzo de la maravillosa dispensación de la gracia en la cual estamos
actualmente.
*Esta maravillosa e imprescindible gracia solo se puede recibir por la fe. Esta
es la gran doctrina de la salvación; “la doctrina de todas las doctrinas” como
alguien dijera, por la fe y solo por la fe. El apóstol Pablo explica así esta
doctrina de la salvación por gracia; “es por fe para que sea por gracia… y si
por gracia, no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia”
Romanos 4:16. Esta es la gran doctrina de la salvación por la sola fe, sin
obras ni meritos personales; “Porque por gracia sois salvos por medio de la
fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie
se gloríe” Efesios 2:8-9, y también dice; “Porque la gracia de Dios se ha
manifestado para salvación a todos los hombres” Tito 2:11.
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