Apuntes para Hacer Demamda or Intimacion

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la sociedad de comercio TECNOVIAL C.

A RIF J-31142607-8 inscrita


por ante en el Registro mercantil Segundo de la Circunscripción Judicial
del estado Nueva Esparta bajo el nro. 8, tomo 13-A, de fecha 06 de Mayo
de 2004 y acta aclaratoria registrada en fecha 10 de junio del 2004 bajo el
nro. 25 Tomo 18-A en el registro Mercantil segundo de la circunscripción
judicial del estado Nueva Esparta, donde se corrige en el documento
constitutivo el error material de colocarle al segundo apellido como
BRONDO, siendo lo correcto BIONDO;

Teniendo en cuenta que el Tribunal Supremo de Justicia en Sala Plena, mediante


Resolución Nº 2009-0006, fechada dieciocho (18) de Marzo de 2.009, publicada
en Gaceta Oficial Nº 39.152 fechada dos (02) de Abril de 2.009, fecha en la cual
entro en vigencia la mencionada Resolución; se modificaron las competencias, la
cual estableció lo siguiente:
RESUELVE
“Artículo 1.- Se modifican a nivel nacional, las competencias de los Juzgados
para conocer de los asuntos en materia Civil, Mercantil y Tránsito, de la siguiente
manera:
a) Los Juzgados de Municipio, categoría C en el escalafón judicial, conocerán en
primera instancia de los asuntos contenciosos cuya cuantía no exceda de tres mil
unidades tributarias (3.000 UT).
b) Los Juzgados de Primera Instancia, categoría B en el escalafón judicial,
conocerán en primera instancia de los asuntos contenciosos cuya cuantía exceda
las tres mil unidades tributarias (3.000 UT).
A los efectos de la determinación de la competencia por la cuantía, en todos los
asuntos contenciosos cuyo valor sea apreciable en dinero, conste o no el valor de
la demanda, los justiciables deberán expresar, además de las sumas en bolívares
conforme al Código de procedimiento Civil y demás leyes que regulen la
materia, su equivalente en unidades tributarias (U.T.) al momento de la
interposición del asunto…”
Exp. Nº 5982-11
Sentencia Nº 09.-
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

EN SU NOMBRE
JUZGADO PRIMERO DE LOS MUNICIPIOS CABIMAS, SANTA RITA
Y SIMÓN BOLÍVAR. CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO
ZULIA.

Se recibió, dio entrada, ordenó formar expediente y numerar para luego


resolver por auto separado, la demanda que por COBRO DE BOLIVARES
POR EL PROCEDIMIENTO INTIMATORIO intentada por LEOMER
JOSE SANDREA FINOL, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula
de identidad número V-14.722.416, domiciliado en la Ciudad y Municipio
Cabimas del Estado Zulia, asistido por las abogadas en ejercicios
LISBETH MARTINEZ Y ZOILA MEDINA, inscrita en los inpreabogado
bajo los No. 123.186 y 114.178, en contra de la ciudadana JOHANNA
KARINA MEDINA URRIBARRI, venezolana, mayor de edad, con cédula
de identidad número V-10.599.036.
Ahora bien, luego de un detallado estudio del escrito libelar, este juzgador
hace la siguiente precisión:
La parte actora reclama el pago de los Instrumentos Cambiarios (cheques),
gastos, los honorarios profesionales, derecho de comisión, costas y costos,
como es observada por este jurisdicente, que en el caso bajo examen la
parte actora fundamentó su pretensión en el cobro de los Instrumentos
Cambiarios (cheques), ascienden al monto de TREINTA MIL
QUINIENTOS BOLÍVARES CON CERO CÉNTIMOS (Bs. 30.500,oo).
Como se expresó, la parte actora en su escrito libelar, intima sus honorarios
profesionales. El artículo 648 del Código de Procedimiento civil, tiene
aplicación a los honorarios profesionales que no exceden del 25%, solo
cuando se procede a la ejecución de la demanda y conforme al artículo 647
ejusdem, se refiere al decreto de intimación, tampoco aparece previsto el
pago de lo honorarios profesionales, sino el concepto de costas que debe
pagar el intimado, siendo oportuno citar a los Dres: Humberto Bello
Lozano. Honorarios 1986 cito:
“son los gastos que se hacen al iniciar el proceso en su tramitación y al
momento de su conclusión, que tiene relación con el proceso y sin las
cuales no podrían legalmente concluirse.”

Levis Ignacio Zerpa, en las jornadas de Derecho Procesal Civil. Caracas


1997:
“...se entiende por costas, lo gastos directos y necesarios para la debida
tramitación del proceso, los cuales están a cargo de las partes. Son todas
erogaciones relacionadas en forma directa y necesaria con la actividad
procesal.”

El artículo 22 de la Ley de Abogados indica las reclamaciones que surjan


en un juicio contencioso. En el caso en estudio los honorarios profesionales
que se deban cobrar, serán sustanciados y decididos mediante el
procedimiento civil previsto, que no es el tema.
La citada ley en el artículo 23, señala que las costas pertenecen a las partes,
quien pagará los honorarios a sus apoderados, asistentes o defensores. Sin
embargo, el abogado podrá estimar sus honorarios y pedir la intimación al
respectivo obligado, sin otras formalidades que las establecidas en la Ley.
En el mismo orden de ideas, tenemos el articulo 25 de la Ley de Abogados
nos indica, que la estimación de los cálculos le corresponde hacerlos los
peritos o retasadores; además los conceptos de costas, honorarios
profesionales y litis expensas no pueden confundirse, y al efecto citaremos
al procesalita patrio HUMBERTO ENRIQUE III BELLO TABARES, en
su obra de Procedimientos Judiciales para el Cobro de los Honorarios
Profesionales de Abogados y Costas Procesales quien en forma acertada,
nos define:
”Los honorarios profesionales como la remuneración, estipendio o pago
que recibe el profesional del derecho por las actuaciones que realice en
nombre de otra, sea persona natural o jurídica….”

Al igual que:
” Litis Expensas son los gastos que debe sufragar el cliente en el proceso,
indistintamente de las costas, tales como publicidad de carteles, traslado de
abogado de un sitio a otro, comidas…”

Finalmente, se debe indicar el criterio del Procesalita patrio citado en la


obra indicada quien este juzgador comparte totalmente cuando expresa: que
los conceptos de honorarios profesionales, costas procesales y litis
expensas, aun cuando se encuentran íntimamente ligados o vinculados con
el pago de los Honorarios de Abogados obedecen a conceptos diversos que
no pueden confundirse (negrillas del tribunal).
Por último, estimo indicar que los honorarios y el procedimiento de
intimación son incompatibles de conformidad con lo dispuesto en el
articulo 78 del Código de Procedimiento Civil, no se pueden acumular en el
mismo escrito libelar las pretensiones reclamadas, como se indicó en la
normas indicadas no se pueden acumular en una misma demanda y se
acude a una ejecución anticipada y en tal sentido, se suprime la fase
cognoscitiva y al efecto me permito citar la sentencia dictada por la Sala
Civil del Tribunal Supremo de Justicia con ponencia de la Magistrado
YRIS ARMENIA PEÑA ESPINOZA de fecha 09 de diciembre de 2008, en
la cual hace una breve reseña:
“Ahora bien, esta Sala ha establecido en diferentes ocasiones que la
acumulación de pretensiones en una causa, debe obedecer a la necesidad de
evitar la eventualidad de fallos contrarios o contradictorios en casos que, o
bien son conexos, o existe entre ellos una relación de accesoriedad o
continencia. En este sentido, ha sostenido que ella tiene como objetivo
influir positivamente en la celeridad, ahorrando tiempo y recursos al fallar
en una sola sentencia asuntos en los que no hay razón para que se ventilen
en diferentes procesos. (Ver, entre otras, sentencia de 22 de mayo de 2001,
caso: Mortimer Ramón contra Héctor José Florville Torrealba.). Sin
embargo, debe verificarse si la acumulación se ajusta a derecho, esto es,
que se trate de pretensiones compatibles, que no se contraríen o excluyan
entre sí, y que puedan ser tramitadas en un mismo procedimiento. En tal
sentido, el artículo 341 del Código de Procedimiento Civil, establece que el
tribunal admitirá la demanda “si no es contraria al orden público, a las
buenas costumbres o a alguna disposición expresa de la Ley”. De lo
contrario deberá negar su admisión expresando los motivos de su negativa.
Asimismo, el artículo 78 eiusdem, prohíbe la concentración de pretensiones
en una misma demanda, en los casos en que las pretensiones se excluyan
mutuamente o que sean contrarias entre sí; cuando, por razón de la materia,
no correspondan al conocimiento del mismo tribunal, y en los casos en que
los procedimientos sean incompatibles. De tal modo, que toda acumulación
de pretensiones realizada en contravención a lo dispuesto por la
mencionada ley adjetiva, es lo que la doctrina denomina inepta
acumulación”

Más adelante la citada sentencia expresa:


“Ahora bien, la Sala observa, que en el sub índice se acumularon dos
pretensiones en el libelo de demanda, como fueron: el cobro de bolívares
(vía intimación) y el cobro de honorarios profesionales. En tal sentido, esta
Máxima Jurisdicción estima pertinente transcribir un extracto del escrito
libelar, el cual es del siguiente tenor:“…Es el caso, ciudadano Juez, que
habiéndose vencido el instrumento cambiario, cuyo pago se exige en esta
demanda y pese haber agotado las gestiones pertinentes para hacerlo
efectivo, lo cual se evidencia de la propia fecha en que debió haberse
cancelado –el quince (15) de junio del año dos mil.-y habiendo resultado
inútiles e infructuosas como han resultado todas las gestiones
extrajudiciales para obtener el pago de lo adeudado, sin que ello hubiere
arrojado un resultado favorable, siguiendo instrucciones de mi endosante la
antes nombrada sociedad de comercio “INVERSIONES SACLA, C.A.”,
INSACLA” ocurro ante su competente autoridad para demandar al
ciudadano LEONCIO TIRSO MORIQUE ROSA, antes identificado en su
carácter de obligado principal del efecto de comercio, representado por la
letra de cambio descrita anteriormente, la cual es el fundamento de esta
acción, para que reconozca deber a mi endosante en procuración, o en su
defecto, así lo declare el Tribunal condenándolos al pago de las siguientes
cantidades: PRIMERO: La cantidad QUINIENTOS VEINTE MIL
DOLARES AMERICANOS (US $ 520.000.00) por concepto del monto
total de la letra de cambio demandada, lo cual representa la suma de
SETECIENTOS SESENTA Y UN MILLONES OCHOCIENTOS MIL
BOLIVARES EXACTOS, (Bs. 761.800.000, 00) habiendo siendo
calculado el equivalente en moneda de curso legal al cambio para la fecha
de introducción n de esta demanda, a la paridad cambiaria de UN MIL
CUATROCIENTOS SESENTA Y CINCO BOLIVAR (Bs. 1.465.00) por
un (1) DÓLAR (SIC) AMERICANO. Todo de conformidad con lo
dispuesto en el Art. 95 de la Ley del Banco Central…SEGUNDO: Los
intereses moratorios calculados desde el día de vencimiento de la letra de
cambio cuyo pago se demanda, el día 15 (sic) de dos mil (2.000), hasta la
fecha de introducción de esta demanda, calculados prudencialmente a la
rata del CINCO POR CIENTO (5%) anual, lo cual representa a la fecha la
cantidad de CINCUENTA Y OCHO MIL CUATROCIENTOS
NOVENTA Y NUEVE DOLARES CON NOVENTA CENTESIMAS (US
$ 58.499.99,00), siendo su equivalente en la moneda de la República
Bolivariana de Venezuela, al tipo de cambio vigente a la fecha, la suma de
OCHENTA Y CINCO MILLONES SETECIENTOS DOS MIL
CUATROCIENTOS NOVENTA Y NUEVE BOLIVARES CON
NOVENTA Y NUEVE CENTESIMAS (Bs. 85.702.499.99) TERCERO:
Los intereses que se sigan venciendo hasta el día del pago definitivo,
calculados a la misma rata antes indicada del CINCO POR CIENTO (5%)
anual. CUARTO: La cantidad de OCHOCIENTOS SESENTA Y SEIS
DOLARES AMERICANOS (US $ 866.66), lo cual al tipo de cambio
vigente para la fecha de interposición de esta demanda, fijado en base a la
paridad cambiaria de UN MIL CUATROCIENTOS SESENTA Y CINCO
BOLIVARES EXACTOS (Bs. 1.465.00) por dólar, representa la cantidad
UN MILLON (SIC) DOSCIENTOS SESENTA Y NUEVE MIL
SEISCIENTOS SESENTA Y SEIS BOLIVARES CON SESENTA Y SEIS
CENTIMOS DE BOLIVAR (SIC) (1.269.666.66) por concepto de derecho
de comisión que en defecto de pacto se estima en un SEXTO POR
CIENTO (1/6) del principal de la letra de cambio de conformidad con lo
establecido en el Articulo (sic) 456 del Código de Comercio. QUINTO:
Mis honorarios profesionales calculado prudencialmente por el tribunal en
un VEINTICINCO POR CIENTO (25%) del monto adeudado, los cuales
intimo en este mismo acto…”. (Negrillas del tribunal). Ahora bien, está
Máxima Jurisdicción estima oportuno hacer mención al criterio sentado en
decisión N° 1.041 de fecha 8 de septiembre de 2004, el cual ratificó el
establecido en sentencia N° 959 de fecha 27 de agosto del mismo año,
respecto al procedimiento fijado para el cobro de los honorarios
profesionales”
Finalmente la sentencia indica:
“Del mismo modo, la Sala considera pertinente hacer mención al criterio
fijado respecto al procedimiento por intimación, establecido en decisión N°
46 de fecha 27 de febrero de 2007, en el cual se señaló lo siguiente: “…El
procedimiento por intimación previsto en el artículo 640 del Código de
Procedimiento Civil, es un procedimiento especial mediante el cual se
busca obtener prontamente la creación del título ejecutivo, mediante la
inversión del contradictorio, la cual se produce si el demandado se opone y
formaliza la misma, dando con ello origen a la apertura al conocimiento del
juicio a través del procedimiento ordinario. Así pues, una vez que el juez de
la cognición verifique el cumplimiento de los requisitos establecidos en el
artículo 640 del Código de Procedimiento Civil, decretará la intimación del
demandado, consistente de una orden de pago dirigida al accionado, la cual
debe contener todos los elementos necesarios para convertirse en su
oportunidad en un título ejecutivo, de esta manera, una vez notificado el
referido decreto se abre un lapso de diez días en el cual se pueden presentar
dos situaciones referidas a la oposición, conforme a lo establecido en el
artículo 651 del Código de Procedimiento Civil: Una en la que el deudor
puede hacer oposición dentro del plazo de diez días, caso en el cual, se deja
sin efecto el decreto de intimación y se procede a continuar el juicio por los
trámites del procedimiento ordinario. Otra, cuando el deudor no hiciere
oposición al decreto de intimación, con lo cual el decreto intimatorio
adquiere fuerza ejecutiva, pasando a ser definitivo e irrevocable,
precediéndose como en sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, por
lo que se llevará a cabo su inmediata ejecución…”. Conforme a los
criterios jurisprudenciales precedentemente transcritos, esta Sala evidencia
que las pretensiones invocadas por el demandante no podían ser
acumuladas en una misma demanda, por cuanto, en el procedimiento por
cobro de bolívares (vía intimación), se suprime la fase cognoscitiva y se
acude a una ejecución anticipada del fallo por la presencia de un título
calificado previamente por la ley; mientras que el procedimiento previsto
para el cobro de los honorarios profesionales se tramitará conforme a la
naturaleza de las actividades realizadas por el abogado bien sea judiciales o
extrajudiciales. De tal modo, en el caso in comento al haberse permitido la
acumulación de dos pretensiones que tienen procedimientos incompatibles,
la sentencia recurrida infringió el artículo 78 del Código de Procedimiento
Civil. En consecuencia, por disposición de dicha normativa no podían
acumularse en el mismo escrito liberar las referidas pretensiones, por lo
que la Sala estima que la demanda es inadmisible. Así se decide.”

Por todos los razonamientos expuestos este JUZGADO PRIMERO DE


LOS MUNICIPIOS CABIMAS, SANTA RITA Y SIMÓN BOLÍVAR DE
LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA,
administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de
Venezuela y por autoridad de la Ley, declara la INADMISIBILIDAD de la
presente demanda POR EL PROCEDIMIENTO INTIMATORIO intentada
por LEOMER JOSE SANDREA FINOL, venezolano, mayor de edad,
titular de la cédula de identidad número V-14.722.416, domiciliado en la
Ciudad y Municipio Cabimas del Estado Zulia, en contra de la ciudadana
JOHANNA KARINA MEDINA URRIBARRI, venezolana, mayor de
edad, con cédula de identidad número V-10.599.036. No hay condenatoria
en costas en razón de la decisión.

PUBLÍQUESE Y REGÍSTRESE.

Déjese por Secretaría copia certificada de conformidad con el artículo 248


del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con el artículo 1.384
del Código Civil, a los fines del artículo 72, ordinales 3° y 9° del la Ley
Orgánica del Poder Judicial.
Dada, firmada y sellada en la Sala del Despacho del JUZGADO PRIMERO
DE LOS MUNICIPIOS CABIMAS, SANTA RITA Y SIMÓN BOLÍVAR
DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA, en
Cabimas, a los veinte (20) días del mes de enero del año dos mil once.
AÑO: 200° DE LA INDEPENDENCIA Y 151° DE LA FEDERACIÓN.
LA JUEZA TEMPORAL,

ABOG. ANNELIESE GONZALEZ


LA SECRETARIA,

ABOG. ELSY GOMEZ DE MARIN.

En la misma fecha siendo las once y cuarenta y cinco minutos de la


mañana, se dictó y publicó el anterior fallo y se dejó copia certificada por
Secretaría.
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PODER JUDICIAL
Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario y del
Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui
Barcelona, 31 de enero de 2011
200º y 151º

ASUNTO: BP02-M-2006-000037

JURISDICCIÓN MERCANTIL

I
DE LAS PARTES Y SUS APODERADOS.
A los fines de dar cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 243 del Código de
Procedimiento Civil, se establecen en el presente procedimiento como partes y
apoderados judiciales las siguientes personas:

PARTE DEMANDANTE: Ciudadano JAIME CHUCHUCA BASANTES,


venezolano, mayor de edad, de este domicilio, Abogado en ejercicio, titular de la
cédula de identidad Nº V-13.419.463, e inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº
98.166.

APODERADO JUDICIAL DE LA PARTE DEMANDANTE: Abogado en


ejercicio MARCELO RAFAEL CARREÑO M., venezolano, mayor de edad, de
este domicilio, titular de la cédula de identidad Nº V-11.910.256, e inscrito en el
Inpreabogado bajo el Nº 109.118.

PARTE DEMANDADA: Ciudadano PEDRO ANTONIO ORTIZ LABARIN,


venezolano, mayor de edad, con domicilio en Onoto, Municipio Cajigal del
Estado Anzoátegui y titular de la cédula de identidad Nº V-1.152.207.

APODERADO JUDICIAL DE LA PARTE DEMANDADA: Abogada en


ejercicio LISBETH FIGUERA CUMANA, venezolana, mayor de edad e inscrita
en el Inpreabogado bajo el Nº 27.538.

MOTIVO: INTIMACION Y ESTIMACIÓN DE HONORARIOS


PROFESIONALES.

II
SÍNTESIS DE LA CONTROVERSIA

Por auto de fecha dieciocho de mayo de 2.007, este Tribunal admitió la presente
demanda que por Intimación y Estimación de Honorarios Profesionales,
derivados de una condenatoria en costas, hubiere propuesto el ciudadano JAIME
CHUCHUCA BASANTES, venezolano, mayor de edad, de este domicilio,
abogado en ejercicio, titular de la cédula de identidad Nº V-13.419.463, e inscrito
en el Inpreabogado bajo el Nº 98.166, asistido por el Abogado en ejercicio
MARCELO RAFAEL CARREÑO, venezolano, mayor de edad, de este
domicilio, titular de la cédula de identidad Nº V-11.910.256, e inscrito en el
Inpreabogado bajo el Nº 109.118, en contra del ciudadano PEDRO ANTONIO
ORTIZ LABARIN, venezolano, mayor de edad, de este domicilio, titular de la
cédula de identidad Nº V- 1.152.207, ordenándose la citación del demandado
para su comparecencia, al primer día de despacho siguiente a la constancia en
autos de su citación.

Alega la representación judicial del demandante en su escrito libelar en resumen:

“...Con la presente acción de Estimación e intimación y Cobro de honorarios


Profesionales, demando a Pedro Antonio Ortiz Labarín, titular de la cédula de
identidad Nº V-1.152.207, en la persona de su endosatario en Procuración, la
ciudadana Lizbeth Figuera Cumana, domiciliada en Barcelona, Municipio
Bolívar del estado Anzoátegui. Pido que el intimado sea citado en la persona de
su endosatario en procuración, Abogada Lizbeth Figuera Cumana, en su
domicilio ubicado en la calle Buenos Aires N° 19-33, oficina 1, Planta Alta,
frente a la plaza Buenos Aires, Barcelona. Solicito que el presente procedimiento
de Estimación e Intimación y Cobro de Honorarios Profesionales judiciales, se
siga por el procedimiento incidental supletorio previsto en el Artículo 607 del
Código de Procedimiento Civil, tal como lo tiene previsto la Jurisprudencia
Patria. En Sentencia de fecha 06 de Octubre de 2004., por juicio seguido por
Pedro Antonio Ortiz Labarín, titular de la cédula de identidad Nº V-1.152.207,
domiciliado en Onoto, Municipio Cajigal del Estado Anzoátegui, por cobro de
bolívares tramitado a través del procedimiento por intimación, contra nuestro
representado Enzo Maltese Urbina, titular de la cédula de identidad Nº V-
6.733.779, con domicilio en la misma localidad, el Juzgado Primero de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario y Tránsito de la Circunscripción Judicial
del Estado Anzoátegui, en su dispositiva del fallo declaró desechada la demanda
y extinguido el proceso. Así mismo, de conformidad con lo dispuesto en el
Artículo 274 del Código de Procedimiento Civil, se condenó en costas a la parte
demandante ciudadano Pedro Antonio Ortiz Labarín, ya identificado,
pronunciamiento que consta en el expediente N° BP02-M-2003-000224, que fue
sustanciado por ante el Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil, Agrario y Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado
Anzoátegui. La Apoderada actora interpuso recurso de Apelación únicamente a
la condenatoria en costas, y en decisión del Juzgado Superior en lo Civil,
Mercantil, Tránsito y Protección del Niño y del Adolescente de la
Circunscripción Judicial del estado Anzoátegui de fecha 14 de Diciembre de
2005, declaró Sin Lugar la apelación interpuesta contra la decisión del Juzgado
Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario y Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, de fecha 06 de Octubre de 2004,
que condenó costas a la parte actora, conforme al Artículo 274 del Código de
Procedimiento Civil, sentencia que quedó así confirmada. Así mismo dicho
Juzgado Superior de conformidad con el Artículo 281 Ejusdem, condenó en
costas a la parte apelante; tal como consta del expediente BP02-R-2004-001764,
que fue sustanciado por ese mismo Juzgado Superior, en consecuencia, la
decisión antes mencionada quedó definitivamente firme con fuerza de cosa
juzgada. El Artículo 274 consagró en el Código de Procedimiento Civil, el
sistema objetivo de la condenatoria en costas, y como consta de la decisión el
pronunciamiento expreso de la condenatoria, dicha sentencia es constitutiva de la
obligación de pagarlas. El Artículo 281 ejusdem, señala que se condenará en
costas del recurso a quien haya apelado de una sentencia que sea confirmada en
todas sus partes. El monto de lo litigado ascendió según libelo intimatorio a Bs.
24.356.584. La Estimación de mis Honorarios Profesionales causados en el juicio
por Cobro de Bolívares por el procedimiento por intimación, seguido por el
demandante ciudadano Pedro Antonio Ortiz Labarín, quien fuera vencido
totalmente y quedar mi representado absuelto totalmente y quedar mi
representado absuelto totalmente de lo pretendido, lo hago en los términos
siguientes: Diligencia dándome por notificado de la intimación Bs. 200.000,00;
estudio y análisis y redacción de Escrito de Oposición al decreto de Intimación
Bs. 2.300.000,00; redacción de escrito de Cuestiones Previas Bs. 2.000.000.;
diligencia de Impugnación del Escrito de Subsanación y contradicción de las
Cuestiones Previas Bs. 1.000.000,00.; escrito de Conclusiones de la Incidencia de
Cuestiones Previas Bs. 1.000.000,00.; diligencia dándome por notificado de la
decisión de Primera Instancia Bs. 100.000,00., Sub total Bs. 6.600.000,00.;
actuaciones en el Recurso de Apelación BP02-R-2004-001764; escrito de
Informes Bs. 2.000.000,00.; diligencia dándome por notificado de la decisión del
Superior Bs. 200.000,00; Sub total Bs. 8.800.000,00. A los efectos de esta
Estimación he tomado en consideración los parámetros contenidos en el Código
de Ética Profesional del Abogado Venezolano; y a las referencias a folios, se
refieren a la numeración del expediente de la causa principal y al cuaderno que
contiene la sustanciación del recurso de Apelación. Por todo lo antes expuesto,
siendo el total estimado por Honorarios Profesionales la cantidad de Ocho
Millones Ochocientos Mil Bolívares, pido a este Honorable Tribunal, que de
conformidad con lo establecido en los Artículos 22, 23 y 24 y siguientes de la
Ley de Abogados, antes señalados, se Intime por dicho monto, mediante boleta,
al ciudadano Pedro Antonio Ortiz Lavarán, en la persona de su endosataria en
procuración, ciudadana Lisbeth Figuera Cumana, vencidos totalmente en la causa
principal que da origen al presente juicio de Estimación e Intimación de
Honorarios Profesionales, por vía incidental; para que pague o acredite haber
pagado la cantidad intimada, o ejerza su derecho a retasa de los honorarios
profesionales aquí demandados. Pido igualmente que en la declaratoria se
condene a la indexación del monto total fijado como honorarios a cancelar,
tomando en consideración los índices del precio al consumidor (IPC), en los
términos que considere este Honorable Tribunal, señalando con precisión los
parámetros a considerar para su cálculo.

En fecha 06 de Junio de 2007, el Abogado Jaime Chuchuca Basantes, titular de la


cédula de identidad N° V-13.419.463, confiere Poder Apud Acta al Abogado en
ejercicio Marcelo Carreño Mendoza, venezolano, mayor de edad, e inscrito en el
Inpreabogado, bajo el N° 109.118, y solicita la entrega de la compulsa a los fines
de gestionar la intimación correspondiente por medio de otro Alguacil de la
localidad.
Por auto de fecha 14 de Junio de 2007, este Tribunal acordó la entrega de la
compulsa al Abogado en ejercicio Marcelo Carreño Mendoza.
En fecha 03 de Agosto de 2007, el Abogado en ejercicio Marcelo Carreño
Mendoza, antes identificado, solicita le sea librada boleta de notificación, de
conformidad con lo dispuesto en el Artículo 218 del Código de Procedimiento
Civil, a los fines de que la Secretaria de este Tribunal realice la notificación
respectiva.-
Por auto de fecha 27 de Septiembre de 2007, este Tribunal acordó la Notificación
de la parte intimada, ordenando comisionar al Juzgado del Municipio Juan
Manuel Cajigal del estado Anzoátegui.
Por auto de fecha 22 de Febrero de 2008, se agregaron al expediente las resultas
de la comisión conferida al Juzgado del Municipio Juan Manuel Cajigal de la
Circunscripción Judicial estado Anzoátegui.
En fecha 25 de Febrero de 2008, la Abogada en ejercicio Lizbeth Figuera
Cumana, Apoderada Judicial del ciudadano Pedro Antonio Ortiz Lavarán,
presenta escrito de contestación de la siguiente manera:

“…En fecha 26 de Abril de 2.007, se recibió escrito de Estimación e Intimación y


Cobro de Honorarios Profesionales Judiciales, presentado por el abogado Jaime
Chuchuca Besantes en contra de mi representado, en el cual solicitaba entre otras
cosas que esta demanda se siguiera por el PROCEDIMIENTO INCIDENTAL
SUPLETORIO, previsto en el articulo 607 del Código de Procedimiento Civil,
por lo que este Tribunal procedió a dictar un AUTO admitiendo la demanda de
conformidad con dicha norma en fecha 18 de Mayo de 2.007, ordenándose la
CITACION para que de contestación el PRIMER DÍA DE DESPACHO
SIGUIENTE A LA CONSTANCIA EN AUTOS DE SU CITACION, haciendo
las siguientes observaciones:
Que la causa principal fue sentenciada en fecha 14 de diciembre de 2.005, y en
consecuencia sin ningún trámite desde esa fecha.-
Es en fecha 26 de Abril de 2.007, que se presenta esta demanda es decir, Un Año,
Tres Meses, Veinte días, después de finalizada la causa principal. La CITACION
ordenada por el Tribunal, le concede a mi defendido UN DÍA para contestar, sin
tomar en consideración que el domicilio de mi representado esta fuera de la zona
por lo que se debió incluir el termino de la distancia a fin de garantizarle el
derecho a la defensa y a informarse de que es lo que se le solicita.- En fecha 06
de Junio de 2.007, el Tribunal recibe diligencia donde el abogado intimante
expone que por cuanto no se ha podido realizar la CITACION DEL INTIMADO,
pide que le sea entregada la Boleta de INTIMACION, en este punto debemos
observar que se configuran graves violaciones del debido Proceso, al confundir
Citación con Intimación, ya que si bien es cierto el fin de ambas boletas es que el
demandado tenga conocimiento de que se le sigue un proceso, también es cierto
que son distintos los requisitos que debe contener cada uno y que son de gran
importancia para el ejercicio del derecho a la defensa. En fecha 23 de Julio de
2.007, La Registradora Publica del Municipio Juan Manuel Cajigal del estado
Anzoátegui, remite a este tribunal Oficio Nº 6635-163, en el que manifiesta que
en el MOMENTO QUE SE CONSTITUYO NO SE ENCONTRABA el
ciudadano Pedro Ortiz, y que luego se presento a su despacho
PERFECCIONANDOSE LA NOTIFICACION de mi representado quien
supuestamente se negó a recibir la notificación, si esto fuese cierto por que la
registradora no dejo constancia con Testigos de esta circunstancia para que
dieran fe de lo que ella expone en su Oficio o es que simplemente nunca sucedió,
por lo existe una presunción grave, que acarrean violaciones a derechos
constitucionales que deben ser debidamente denunciadas a los fines de que se
establezcan las sanciones respectivas. En fecha 27 de septiembre de 2.007, el
Tribunal dicta un auto ordenando de conformidad con el artículo 218 del Código
de Procedimiento Civil, que se LIBRE BOLETA DE NOTIFICACION, y que la
misma sea remitida al Juzgado del Municipio Juan Manuel Cajigal de esta
circunscripción Judicial, a los fines de que la SECRETARIA de dicho Juzgado,
se traslade para completar la citación de la parte demandada, en este punto debo
hacer algunas consideraciones:
La Secretaria de ese Tribunal la ciudadana ERIKA CARALLAL, quien es
venezolana, mayor de edad, titular de la cedula de identidad N° 11.630.890
abogado, inscrita en el Inpreabogado con el N° 58.627, se INHIBE por ser
concubina de ENSO MALTESE parte demandada en la causa principal, además
de tener INTERÉS MANIFIESTO en las resultas del proceso por ser como lo ha
definido ella, “parte del patrimonio de su hijo” y la ENEMISTAD
MANIFIESTA que existe entre ella y mi representado. Esta Ciudadana, en la
causa donde se ordena la citación de su concubino se INHIBE, para demorar el
proceso y en esta causa fue al domicilio de mi representado a entregar la
BOLETA DE NOTIFICACION sin proceder a inhibirse como será lo ajustado a
derecho a fin de no violar el debido proceso que es un derecho consagrado en
nuestra constitución. Aunado a lo grave expuesto anteriormente esta Ciudadana
no cumple a cabalidad lo ordenado en la citada norma sino que procede a
introducir por una ventana de la casa la Boleta de notificación, sin dejar
constancia como lo ordena nuestra Legislación. De conformidad con lo antes
expuesto solicito la nulidad de todas las actuaciones de conformidad con los
artículos 206 y 212 del Código de Procedimiento Civil, ordenándose la
reposición de la causa al estado de la admisión de la demanda. Como cuestión
previa opongo la establecida en el articulo 346 ordinal 2 del Código de
Procedimiento Civil referente a la ILEGITIMIDAD DE LA PERSONA DEL
ACTOR POR CARECER DE LA CAPACIDAD PARA COMPARECER EN
JUICIO, ya que si bien es cierto que existe una sentencia condenatoria en costas,
la parte a la que le corresponde el reclamo de las mismas es la persona que
resulto gananciosa en el proceso y en este caso es el Ciudadano Enzo Máltese, y
muy a pesar de lo establecido en la Ley de Abogados citada por el demandado
debe prevalecer lo establecido en el Código de Procedimiento Civil. En
consecuencia solicito que sea declarada con lugar la cuestión previa opuesta.
SEGUNDO: Así mismo y por ser esta la oportunidad procesal paso a dar
contestación a la demanda: RECHAZO, NIEGO Y CONTRADIGO en todas y
cada una de sus partes tanto en los hechos como en el derecho la demanda
presentada en contra de mi representado por cobro de las Costas Procesales. Ya
que de acuerdo a lo ocurrido en este procedimiento, la parte demandada en la
oportunidad de la Contestación de la Demanda opuso una cuestión previa, que al
ser declarada con lugar puso fin a ese juicio, ya que la misma se refería a la falta
de uno de los requisitos que debía contener la letra de cambio, es decir, que con
esa incidencia se terminaba ese proceso, mas no la acción ya que la misma se
podía intentar nuevamente como en efecto se realizo, siguiéndose el proceso
nuevamente por ante el Tribunal Cuarto Civil de esta Circunscripción Judicial,
encontrándose actualmente la causa en fase de designación de Defensor Judicial,
como consecuencia del retardo ocasionado por la Ciudadana ERIKA
CARALLAL, quien es venezolana, mayor de edad, titular de la cedula de
identidad N° 11.630.890 abogado, inscrita en el Inpreabogado con el N° 58.627,
quien en su condición de Secretaria del Tribunal, se ha encargado de retrasar el
proceso. RECHAZO, NIEGO Y CONTRADIGO que mi representado deba
Honorarios Profesionales al demandante, ya que en todo caso debe demandar a la
persona que contrato sus servicios el Ciudadano Enzo Máltese o a su socia la
Ciudadana Erika Caralla, pues no reconocemos que mi representado deba ningún
tipo de honorarios a este profesional. De igual manera, y como lo hemos
manifestados reconocemos la existencia de la sentencia en la que se condena en
costas, y expresamente manifestamos que cumpliremos con el pago de la misma
una vez que el ciudadano Enzo Máltese nos cancele la cantidad adeudada y
demandada por ante los tribunales.- TERCERO: Alego que los honorarios
intimados, cuyo monto alcanza a la suma de OCHO MILLONES
OCHOCIENTOS MIL BOLÍVARES actualmente Ocho Mil Ochocientos
Bolívares Fuertes (Bs. 8.800.000,00 y actualmente Bs. F. 8.800,00), son
EXCESIVOS. Razón por la cual pido que se acuerde la retasa de los honorarios
estimados e intimados en la presente incidencia y se reduzcan significativamente,
a una cantidad razonable que guarde relación con la importancia de los servicios
prestados y con el éxito alcanzado por el abogado como resultado de su actividad
profesional, las partidas de honorarios que a continuación se especifican:
Diligencia dándome por notificado de la Intimación, folio 64 Bs. 200.000,00;
Estudio y análisis y redacción de Escrito de Oposición al Decreto de Intimación,
folios 68 y 69 Bs. 2.300.000,00; Redacción de Escrito de Cuestiones Previas,
folios 71 al 76 inclusive. Bs.2.000.000, 00; Diligencia de impugnación del escrito
de subsanación y Contradicción de las cuestiones previas, folio 85, Bs.
1.000.000,00; Escrito de Conclusiones de la incidencia de cuestiones Previas,
folios 87 al 90 inclusive Bs. 1.000.000,00.: Diligencia dándome por notificado de
la decisión de Primera instancia, folio 116 Bs. 1.000.000,00; Escrito de Informes,
folio 14, 2.000.000,00; Diligencia dándome por notificado de la decisión del
Superior, folio24 Bs. 100.000,00. CUARTO: RECHAZO, NIEGO Y
CONTRADIGO, que mi representado deba cancelar esa cantidad y que el
Tribunal deba ordenar INDEXACION ya que la misma no es procedente en este
tipo de demandas. QUINTO: Para el supuesto negado que el Tribunal considere
procedente la estimación e intimación realizada en esta demanda ejerzo el
DERECHO DE RETASA, solicitando que en la oportunidad legal sea constituido
el Tribunal con Jueces Retasado res. Consigno los siguientes recaudos: Marcado
“A”, Copia de la Demanda introducida por cobro de Bolívares contra el
Ciudadano Enzo Máltese. Marcado “B” Copia de la Comisión donde la
Ciudadana Erika Caralla se inhibe. Marcado “C” Copia de la Comisión que en
flagrante violación del debido proceso es efectuada por la Ciudadana Erika
Caralla.

Por auto de fecha 28 de febrero de 2008, este Tribunal vista la oposición


realizada por la parte intimada en el presente proceso, ordena abrir una
Articulación probatoria de ocho (08) días a los fines de que las partes promuevan
lo que consideren pertinente en relación a los hechos debatidos en el presente
juicio.-

Abierto el lapso para promover pruebas, la Abogada en ejercicio Lizbeth Figuera


Cumana, promueve pruebas las cuales fueron admitidas por auto de este tribunal
de fecha 07 de marzo de 2008. La parte demandada promueve pruebas de la
siguiente manera:
“…Ratifico los documentos consignados con el escrito de la contestación.
Consigna copia certificada del expediente BP02-V-2006-000525, que cursa en el
Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario y de Tránsito
de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui. …”
Conjuntamente con libelo
En fecha 02 de julio de 2008, dictó y publicó sentencia mediante la cual se
Repuso la presente causa que por Estimación e Intimación de Honorarios
Profesionales hubiere incoado el Abogado en ejercicio Jaime Chuchuca Besantes,
en contra del ciudadano Pedro Antonio Ortiz Lavaran, al estado de notificar
nuevamente al demandado, concediéndole el termino de distancia a que se
contrae el Artículo 205 del Código de Procedimiento Civil.

En fecha 17 de julio de 2008 el abogado Marcelo Carreño, en su carácter de


apoderado judicial de la parte demandante, solicita le sea entregada la respectiva
Boleta de Intimación de conformidad con lo dispuesto en el artículo 218 del
Código de Procedimiento Civil.

Mediante auto de fecha 06 de agosto de 2.008, La Juez Temporal Doris Rojas de


Nádales, se avocó al conocimiento de la presente causa.
Por auto de fecha 06 de agosto de 2008, se acuerda entregar la compulsa de
intimación al apoderado judicial de la parte demandante de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 345 del Código de Procedimiento Civil.

En fecha 31 de octubre de 2008, el apoderado judicial de la parte demandante


solicita la citación por carteles, lo cual fue negado por este Juzgado en fecha 26
de noviembre de 2008, y se ordenó desglosar la compulsa hasta agotar la
intimación del demandado.

En fecha 04 de noviembre de 2009, se avoco al conocimiento de la presente


causa el Juez temporal Alfredo peña Ramos, a solicitud del apoderado judicial de
la parte actora.

En fecha 02 de marzo de 2010, la parte actora a través de su apoderado judicial,


consigna actuaciones del Alguacil del Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil, Agrario y Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado
Anzoátegui y solicita en virtud de la negativa de firmar dicha intimación,
completar de conformidad con lo dispuesto en el artículo 218 del Código de
Procedimiento Civil.

En fecha 05 de marzo de 2010, se acordó y se libró boleta de notificación de


conformidad con lo dispuesto en el artículo 218 del Código de Procedimiento
Civil.

En fecha 31 de mayo de 2010, la Secretaria Titular de este Juzgado dio


cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 218 del Código de Procedimiento
Civil.

En fecha 03 de junio de 2010, la Abogada en ejercicio Lizbeth Figuera Cumana,


Apoderada Judicial del ciudadano Pedro Antonio Ortiz Lavarán, presenta escrito
de contestación de la siguiente manera:
“…Primero Cuestiones Previas: Como cuestión previa opongo la establecida en
el artículo 346 ordinal 2 del Código de Procedimiento Civil, referente a la
ilegalidad de la persona del actor por carecer de la capacidad para comparecer en
juicio. Segundo: RECHAZA, NIEGO Y CONTRADIGO en todas y cada una de
sus partes tanto en los hechos, como en el derecho la demanda presentada en
contra de mi representado por Cobro de las Cotas Procesales. Ya que de acuerdo
a lo ocurrido en este procedimiento, la parte demandada en la oportunidad de la
Contestación de la Demanda opuso una cuestión previa, que al ser declarada con
lugar puso fin a ese juicio, ya que la misma se refería a la falta de uno de los
requisitos que debía contener la letra de cambio, es decir, que con esa incidencia
se terminaba ese proceso, mas no la acción ya que la misma se podía intentar
nuevamente como en efecto se realizo, siguiéndose el proceso nuevamente por
ante el Tribunal Cuarto Civil de esta Circunscripción Judicial. Rechaza, niega y
contradice que su representado, que su representado deba Honorarios
Profesionales al demandante, ya que en todo caso debe demandar a la persona
que contrato sus servicios el Ciudadano Enzo Máltese o a su socia la Ciudadana
Erika Caralla, pues no reconocen que su representado deba ningún tipo de
honorarios a este profesional. De igual manera, y como lo hemos manifestados
reconocemos la existencia de la sentencia en la que se condena en costas, y
expresamente manifestamos que cumpliremos con el pago de la misma una vez
que el ciudadano Enzo Máltese nos cancele la cantidad adeudada y demandada
por ante los tribunales.- TERCERO: Alego que los honorarios intimados, cuyo
monto alcanza a la suma de OCHO MILLONES OCHOCIENTOS MIL
BOLÍVARES actualmente Ocho Mil Ochocientos Bolívares Fuertes (Bs.
8.800.000,00 y actualmente Bs. F. 8.800,00), son EXCESIVOS. . Razón por la
cual pido que se acuerde la retasa de los honorarios estimados e intimados en la
presente incidencia y se reduzcan significativamente, a una cantidad razonable
que guarde relación con la importancia de los servicios prestados y con el éxito
alcanzado por el abogado como resultado de su actividad profesional, las partidas
de honorarios que a continuación se especifican:
Diligencia dándome por notificado de la Intimación, folio 64 Bs. 200.000,00;
Estudio y análisis y redacción de Escrito de Oposición al Decreto de Intimación,
folios 68 y 69 Bs. 2.300.000,00; Redacción de Escrito de Cuestiones Previas,
folios 71 al 76 inclusive. Bs.2.000.000, 00; Diligencia de impugnación del escrito
de subsanación y Contradicción de las cuestiones previas, folio 85, Bs.
1.000.000,00; Escrito de Conclusiones de la incidencia de cuestiones Previas,
folios 87 al 90 inclusive Bs. 1.000.000,00.: Diligencia dándome por notificado de
la decisión de Primera instancia, folio 116 Bs. 1.000.000,00; Escrito de Informes,
folio 14, 2.000.000,00; Diligencia dándome por notificado de la decisión del
Superior, folio24 Bs. 100.000,00. CUARTO: RECHAZO, NIEGO Y
CONTRADIGO, que mi representado deba cancelar esa cantidad y que el
Tribunal deba ordenar INDEXACION ya que la misma no es procedente en este
tipo de demandas. QUINTO: Para el supuesto negado que el Tribunal considere
procedente la estimación e intimación realizada en esta demanda ejerzo el
DERECHO DE RETASA, solicitando que en la oportunidad legal sea constituido
el Tribunal con Jueces Retasado res. Consigno los siguientes recaudos: Marcado
“A”, Copia de la Demanda introducida por cobro de Bolívares contra el
Ciudadano Enzo Máltese. Marcado “B” Copia de la Comisión donde la
Ciudadana Erika Caralla se inhibe. Marcado “C” Copia de la Comisión que en
flagrante violación del debido proceso es efectuada por la Ciudadana Erika
Caralla.

Mediante escrito de fecha 07 de junio de 2010, el apoderado judicial de la parte


actora, presenta sus observaciones de la siguiente manera:
“…Primero: haciendo uso del derecho que tienen los abogados a cobrar por los
trabajos realizados, según lo establecido en los artículos 22, 23, y 24 de la Ley de
Abogados, en concordancia con lo preceptuado en los artículos 273 y 274 del
Código de Procedimiento Civil. Ratifico en todas y cada una de sus partes el
contenido del Libelo de Intimación y Estimación de Honorarios Profesionales,
incoado a raíz de la sentencia definitivamente firme y que fue dictada por el
Tribunal Superior en lo civil, Mercantil, Tránsito y de Protección del Niño y del
Adolescente, signado BP02-R-2004-001746, de fecha 14 de diciembre del 2005,
la cual fue reconocida por la contraparte en su escrito de contestación de la
demanda. En consecuencia y por lo antes expuesto, solicito a este digno Tribunal
se sirva declarar con lugar en la presente causa, el derecho que tienen los
abogados a cobrar por los trabajos realizados en el juicio signado BP02-M-2003-
000224, y que fue seguido por ante este honorable Tribunal. Así mismo y de
acuerdo con lo alegado en el tercer parágrafo del escrito de contestación de la
demanda, sea ordenada tal y como lo solicita la parte demandada, la constitución
de los Jueces Retasado res, para que en el tiempo perentorio sea dictado el fallo
respectivo. Segundo: Solicito sea desestimada la situación condicionante que
pretende el Intimado, en la parte in fine del parágrafo segundo de su contestación
de demanda, donde manifiesta que cancelará los honorarios profesionales, solo,
si previamente el ciudadano Enzo Máltese, cancelare una deuda que en juicio,
según sentencia Nº BP02R-2004-001746, del Tribunal Superior en lo civil,
Mercantil, Tránsito y de Protección del Niño y del Adolescente, se demostró no
procedente, y por tal motivo fue declarado a cancelar las costas que ahora se le
exigen. Tercero por último, solicito que el presente escrito sea admitido,
tramitado y sustanciado conforme a derecho.”

En fecha 09 de junio de 2010, la parte atora solicita le sea acordado el derecho al


abogado intimante de cobrar los honorarios profesionales reclamados en el libelo.

En fecha 14 de junio de 2010, la parte atora ratifica su diligencia de fecha 09 de


junio de 2010.
Por auto de fecha 21 de junio de 2010, se fijo las diez de la mañana del tercer día
de despacho siguiente, para que tenga lugar el acto de nombramiento de Jueces
Retasadores, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 24 de Ley de
Abogados.

En fecha 29 de junio de 2010, tuvo lugar el acto de nombramiento de Jueces


Retasado res, compareciendo únicamente el apoderado judicial de la parte actora,
quien postuló al ciudadano Argenis Aquiles Gil Cordero, titular de la cédula de
identidad Nº 14.579.932 e inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº 132.186 y
consignó carta de aceptación al cargo. El Tribunal, procedió a designar como
Juez Retasador en nombre de la parte demandada ausente al abogado Libano
Ramos, inscrito en el inpreabogado bajo el Nº 132.521, ordenándose librar boleta
de notificación. La cual se libró en fecha 29 de junio de 2010.
En fecha 26 de julio de 2010, parte actora a través de su apoderado judicial,
mediante la cual solicita se realice nombramiento de un nuevo Juez Retasador,
por la imposibilidad de lograr notificar al abogado Libano Ramos.
Por auto de fecha 28 de julio de 2010, se niega la solicitud planteada por la parte
actora por cuanto no existe consignación por parte del alguacil de este despacho.
En fecha 02 de agosto de 2010, el alguacil titular de este Tribunal, consigna
boleta de notificación firmada por el abogado Libano Ramos.
En fecha 03 de agosto de 2010, el abogado Libano Ramos Pérez, en su carácter
de Juez Retasador designado por este Tribunal, acepta el cargo recaído en su
persona.
En fecha 09 de agosto de 2010, se declaro desierto el acto de juramentación de
Jueces Retasadores, por la falta de comparecencia de las partes y de los Jueces a
juramentarse.
Mediante diligencia de fecha 11 de agosto de 2010, la parte actora solicita nueva
oportunidad para que se realice la juramentación de los jueces retasadores en la
presente causa.
Por auto de fecha 13 de agosto de 2010, se fijo el tercer día de despacho siguiente
a las diez de la mañana, para que tenga lugar el acto de designación de nuevos
jueces retasadores.
En fecha 23 de septiembre de 2010, tuvo lugar el acto de nombramiento de
Jueces Retasadores, compareciendo únicamente el apoderado judicial de la parte
actora, quien postuló al ciudadano BELTRAN JOSE LUNA PRIETO, titular de
la cédula de identidad Nº 8.269.879, e inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº
94.713 y consignó carta de aceptación al cargo. El Tribunal, procedió a designar
como Juez Repasador en nombre de la parte demandada ausente al abogado
JOHN THOMAS CABALLERO WASHINGTON, titular de la cédula de
identidad Nº 8.226.463, e inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº 111.661,
ordenándose librar boleta de notificación. La cual se libró en fecha 23 de
septiembre de 2010.
En fecha 30 de septiembre de 2010, el abogado JOHN THOMAS CABALLERO
WASHINGTON, titular de la cédula de identidad Nº 8.226.463, e inscrito en el
Inpreabogado bajo el Nº 111.661, diligencia aceptando el cargo de Juez
Retasador, para el cual fue designado.
En fecha 08 de octubre de 2010, la alguacil accidental de este Juzgado, consigna
boleta de notificación firmada por el abogado JOHN THOMAS CABALLERO
WASHINGTON, inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº 111.661.
En fecha 14 de octubre de 2010, tuvo lugar el acto de juramentación de Jueces
Retasadores designados en la presente causa, fijándose como monto por
conceptos de honorarios Profesionales para cada uno de los Jueces Retasadores la
cantidad de Dos Mil Bolívares (Bs.f 2.000,00) montos tales que deberían ser
consignados en fecha 28 de octubre de 2.010, y deberían ser cancelados por la
parte que se haya acogido a la retasa.
En fecha 29 de octubre de 2010, el apoderado judicial de la parte actora,
diligencia mediante la cual solicita quede firme el monto intimado de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 28 de la Ley de Abogados.
Planteada así la controversia pasa este Tribunal, a decidirla conforme a las
consideraciones que serán expuestas en capitulo siguiente
III
MOTIVOS DE HECHO Y DE DERECHO PARA DECIDIR

Como quedó anteriormente establecido, la presente causa se contrae al COBRO


DE HONORARIOS PROFESIONALES por la cantidad para ese entonces de
OCHO MILLONES OCHOCIENTOS MIL BOLÍVARES (BS. 8.800,00000),
hoy en día equivalentes a OCHO MIL OCHOCIENTOS BOLÍVARES
FUERTES (BS. F. 8.800,00), por parte del Abogado JAIME CHUCHUCA
BASANTES, al ciudadano PEDRO ANTONIO ORTIZ LABAR, incoado a raíz
de la sentencia definitivamente firme y que fue dictada por el Tribunal Superior
en lo civil, Mercantil, Tránsito y de Protección del Niño y del Adolescente,
signado BP02-R-2004-001746, de fecha 14 de diciembre del 2005.

El Artículo 22 de la Ley de Abogados dispone:

“…Artículo 22. El ejercicio de la profesión da derecho al abogado a percibir


honorarios por los trabajos judiciales y extrajudiciales que realice, salvo en los
casos previstos en las Leyes

Cuando exista inconformidad entre el abogado y su cliente en cuanto al monto de


honorarios por servicios profesionales extrajudiciales, la controversia se
resolverá por la vía del juicio breve y ante el Tribunal Civil competente por la
cuantía. La parte demandada podrá acogerse al derecho de retasa en el acto de la
contestación de la demanda

La reclamación que surja en juicio contencioso acerca del derecho a cobrar


honorarios por parte del abogado, será sustanciada y decidida de conformidad
con lo establecido en el Artículo 607 del Código de Procedimiento Civil y, la
relación de la incidencia, si surgiere, no excederá de diez audiencias.

El artículo 607 del Código de Procedimiento Civil, habla del procedimiento


incidental supletorio, y en ese sentido establece:

“…Si por resistencia de una parte a alguna medida legal del Juez, por abuso de
algún funcionario, o por alguna necesidad del procedimiento, una de las partes
reclamare alguna providencia, el Juez ordenará en el mismo día que la otra parte
conteste en el siguiente, y hágalo ésta o no, resolverá a mas tardar dentro del
tercer día, lo que considere justo; a menos que haya necesidad de esclarecer
algún hecho, caso en el cual abrirá una articulación por ocho días sin término de
distancia.
Si la resolución de la incidencia debiere influir en la decisión de la causa, el Juez
resolverá la articulación en la sentencia definitiva; en caso contrario decidirá al
noveno día…”

Asimismo la Ley de Abogados dispone:


Artículo 23
Las costas pertenecen a la parte, quien pagará los honorarios a sus apoderados,
asistentes o defensores. Sin embargo, el abogado podrá estimar sus honorarios y
pedir la intimación al respectivo obligado, sin otras formalidades que las
establecidas en esta Ley.
Artículo 24
Para los efectos de la condenatoria en costas los abogados podrán anotar al
margen de todo escrito o diligencia el valor en que estimen la actuación
profesional y, en su defecto, podrán hacerlo en diligencia o escrito dirigido al
Tribunal, que se anexará al expediente respectivo.
Artículo 25
La retasa de honorarios, siempre que sea solicitada dentro de los diez días hábiles
siguientes a la intimación del pago de los mismos, la decretará el Tribunal de la
causa o el que estuviere conociendo de ella cuando se los estime, asociado con
dos abogados, y a falta de éstos con personas de reconocida solvencia e
idoneidad, domiciliados o residenciados en jurisdicción del Tribunal, nombrados
uno por cada parte.
La intimación puede hacerse personalmente al obligado o a su apoderado en el
Juicio.
Si no fuere localizado el obligado ni existiere apoderado, la intimación podrá
hacerse por medio de carteles, de conformidad con lo establecido en el Código de
Procedimiento Civil.
Artículo 26
La retasa es obligatoria para quienes representen en juicio personas morales de
carácter público, derechos o intereses de menores, entredichos, inhabilitados, no
presentes y presuntos o declarados ausentes.
A falta de solicitud, el Tribunal la ordenará de oficio. Responderán
solidariamente los representantes de las personas antes nombradas por el pago de
los honorarios cuya retasa no hayan solicitado.
Artículo 27
Cuando la retasa sea acordada a solicitud de parte, éstas concurrirán el día y hora
señalados por el Tribunal para nombrar los retasadores, debiendo presentar en el
mismo acto, constancia de que los retasadores designados aceptan el cargo.
La inasistencia de alguna de las partes al acto de nombramiento de retasadores, la
negativa a nombrarlo o la falta de presentación de la constancia de aceptación al
cargo, autoriza al Tribunal para designar retasadores dejando a salvo el derecho
de la parte que concurra. Cuando el Tribunal decrete de oficio la retasa sólo
designará al retasador de la parte que estando obligado a solicitarla no lo hizo.
Artículo 28
En la tercera audiencia siguiente al nombramiento de los retasadores por las
partes o por el Juez, según el caso, y a la hora fijada, los nombrados deberán
concurrir al Tribunal a prestar juramento de desempeñar fielmente su cargo.
En la retasa acordada de oficio, y en los casos en que el Tribunal deba designar
retasadores, éstos prestarán Juramento en la tercera audiencia siguiente a la
notificación.
Si el retasador no compareciere oportunamente o incumpliere sus funciones, el
Tribunal designará otro en su lugar.
Los honorarios de los retasadores los pagará la parte interesada cuyo monto
determinará el Tribunal prudencialmente, fijando fecha para su consignación, y,
en caso de que ésta no se produzca en su oportunidad, se entenderá renunciado el
derecho de retasa, salvo lo dispuesto en el artículo 26.
Las decisiones sobre retasa son inapelables.

Artículo 29
En el mismo acto de la consignación de los emolumentos o dentro de las dos
audiencias siguientes, se constituirá el Tribunal retasador. La decisión se dictará
como Tribunal Colegiado, dentro de los ocho días hábiles siguientes a partir de
su constitución.
Una vez revisadas los alegatos de las partes que constan en las actas procesales
que conforman el presente expediente, así como las pruebas aportadas y las
disposiciones legales que regulan el presente procedimiento de Intimación y
Estimación de Honorarios profesionales, estima este sentenciador que estamos en
presencia del supuesto de hecho contenido en el Artículo 23 de la Ley de
Abogados, vale decir, en el cual un profesional del derecho que representó a la
parte gananciosa en un juicio, en el cual hubo condenatoria en costas a la parte
perdidosa, intima por honorarios profesionales a la parte contraria. Asimismo en
la oportunidad de contestar la demanda la parte demandada solicita la retasa de
honorarios, de conformidad con lo establecido en el artículo 25 de la Ley de
Abogados, y una vez designados los retasadores, y aceptado el cargo por éstos
prestando el juramento de Ley, fueron fijados sus honorarios, pero la parte
demandada no cumplió con la consignación de los honorarios en la oportunidad
fijada para tal fin, por lo tanto de conformidad con lo establecido en al artículo 28
ejusdem, por lo cual debe entenderse que la parte demandada ha renunciado al
derecho a retasa, y se da como cierto el monto reclamado y estimado por
concepto de Honorarios Profesionales por la parte demandante. Así se declara.
Asimismo, de autos se desprende que la parte demandante no alega en la
contestación a la demanda el haber pagado dichos Honorarios Profesionales, sino
que la parte actora debe demandar a la persona que contrato sus servicios, pues
no reconocía que debía ningún tipo de honorarios, que si reconocía de la
sentencia en la que se condena en costas, y expresamente manifestó que
cumpliría con el pago de la misma una vez que el ciudadano Enzo Máltese le
cancelara la cantidad adeudada y demandada por antes los tribunales. Siendo
evidente que esta posición es contraria a lo establecido en la ley de abogados,
razón por la que es desechada por este sentenciador, por lo cual habiendo sido
probada la obligación de pagar honorarios profesionales por parte del
demandado, la pretensión del actor debe ser declarada con lugar, tal como se hará
en la parte dispositiva de este fallo. Así se declara.
V
PUNTO PREVIO

En fecha 03 de junio de 2010, la Abogada en ejercicio Lizbeth Figuera Cumana,


Apoderada Judicial del ciudadano Pedro Antonio Ortiz Lavarán, presenta escrito
de contestación de la siguiente manera:
“…Primero Cuestiones Previas: Como cuestión previa opongo la establecida en
el artículo 346 ordinal 2 del Código de Procedimiento Civil, referente a la
ilegalidad de la persona del actor por carecer de la capacidad para comparecer en
juicio, ya que si bien es cierto que existe una sentencia condenatoria en costas, la
parte a la que le corresponde el reclamo de las mismas es la persona que resulto
gananciosa en el proceso y en este caso es el Ciudadano Enzo Máltese, y muy a
pesar de lo establecido en la ley de Abogado Citada por el demandado debe
prevalecer lo establecido en el Código de Procedimiento Civil.
En este sentido el Tribunal procede a revisar lo establecido en el Artículo 23 de
la Ley de Abogados:
“…Las costas pertenecen a la parte, quien pagará los honorarios a sus
apoderados, asistentes o defensores. Sin embargo, el abogado podrá estimar sus
honorarios y pedir la intimación al respectivo obligado, sin otras formalidades
que las establecidas en esta Ley…”

En tal virtud es evidente, a la luz de la disposición legal anterior mente transcrita,


que es totalmente válida la concurrencia en juicio de la parte actora, por poseer
capacidad para actuar como demandante y tener la legitimidad necesaria para
tales fines. Razón por la cual este Tribunal declara sin lugar la cuestión previa
opuesta por la parte demandada, prevista en el ordinal 2º del Artículo 346 del
Código de Procedimiento Civil. Así se decide.

VI
DECISIÓN

Sobre la base de las consideraciones que anteceden, este Tribunal, Primero de


Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario y Tránsito de la Circunscripción
Judicial del Estado Anzoátegui administrando Justicia, en nombre de la
República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, Declara:
Que en el presente juicio de Intimación y Estimación de Honorarios
profesionales, interpuesto por el ciudadano JAIME CHUCHUCA BASANTES,
venezolano, mayor de edad, de este domicilio, abogado en ejercicio, titular de la
cédula de identidad Nº V-13.419.463, e inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº
98.166, asistido por el Abogado en ejercicio MARCELO RAFAEL CARREÑO,
venezolano, mayor de edad, de este domicilio, titular de la cédula de identidad Nº
V-11.910.256, e inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº 109.118, en contra del
ciudadano PEDRO ANTONIO ORTIZ LABARIN, venezolano, mayor de edad,
de este domicilio, titular de la cédula de identidad Nº V- 1.152.207. Así se
decide.

En consecuencia se condena al ciudadano PEDRO ANTONIO ORTIZ


LABARIN, venezolano, mayor de edad, de este domicilio, titular de la cédula de
identidad Nº V- 1.152.207, a cancelar al ciudadano JAIME CHUCHUCA
BASANTES, venezolano, mayor de edad, de este domicilio, abogado en
ejercicio, titular de la cédula de identidad Nº V-13.419.463, e inscrito en el
Inpreabogado bajo el Nº 98.166, la cantidad de OCHO MIL OCHOCIENTOS
BOLÍVARES FUERTES CON 00/100 CENTIMOS (BS. F. 8.800,00) por
concepto de Honorarios Profesionales causados en el Juicio que por Cobro de
Bolívares, tramitado por el Procedimiento de Intimación, identificado con el
número y las letras BP01-M-2003-000224 de este Tribunal, intentara el
ciudadano JAIME CHUCHUCA BASANTES, venezolano, mayor de edad, de
este domicilio, abogado en ejercicio, titular de la cédula de identidad Nº V-
13.419.463, e inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº 98.166, asistido por el
Abogado en ejercicio MARCELO RAFAEL CARREÑO, venezolano, mayor de
edad, de este domicilio, titular de la cédula de identidad Nº V-11.910.256, e
inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº 109.118, en contra del ciudadano PEDRO
ANTONIO ORTIZ LABARIN, venezolano, mayor de edad, de este domicilio,
titular de la cédula de identidad Nº V- 1.152.207. Así se decide.

Igualmente se estima procedente la indexación monetaria sobre las sumas


indicadas en el párrafo anterior de este dispositivo de sentencia determinada a
través de la realización de una experticia complementaria del fallo. Así se decide.

No hay condenatoria en costas, en acatamiento a la reiterada y pacifica


jurisprudencia, según la cual, en este tipo de procedimiento no se generan nuevas
costas. Así también se decide.

En razón de que la presente decisión se produce fuera de su oportunidad legal, se


ordena la notificación de las partes.

Publíquese. Regístrese. Déjese copia.


Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del Juzgado Primero de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario y Tránsito de la Circunscripción Judicial
del estado Anzoátegui. Barcelona, a los treinta y un días del mes enero de dos mil
once. Años: 200° de la Independencia y 151° de la Federación.
El Juez Temporal,

Alfredo José Peña Ramos


La Secretaria,

Judith Moreno Sabino


Judith Moreno Sabino
En esta misma fecha, siendo las diez y treinta y cinco minutos de la mañana
(10:35 a.m.), se dictó y publicó la anterior Sentencia.-
La Secretaria,

Judith Moreno Sabino

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PODER JUDICIAL
Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario y Tránsito
de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, de El Tigre.
El Tigre, catorce de enero de dos mil once
200º y 151º

ASUNTO: BP12-M-2010-000157
Vista la anterior Demanda de COBRO DE BOLIVARES (VIA INTIMATORIA),
incoada por el ciudadano JESUS ARMANDO LEONETT MOYA, venezolano, mayor
de edad, titular de la cédula de identidad N° V-8.493.208, actuando en su
condición de Presidente de la sociedad Mercantil, TRANSPORTE Y SERVICIOS
GABY 98, C. A., debidamente asistido por el abogado OSCAR ANTONIO
MARCANO inscrito en el inpreabogado bajo el N° 33.949, contra la empresa
LODOS DE VENEZUELA, C. A. (LOVENCA).-
A los efectos de la admisión o no de la misma, procede esta Juzgadora a realizar
las siguientes observaciones:
El actor en su escrito libelar procede a demandar a la empresa LODOS DE
VENEZUELA, C. A. (LOVENCA), a los fines de que sea condenada al pago de las
siguientes cantidades:
Primero: La cantidad de ciento noventa y nueve mil ochocientos cincuenta y
cinco bolívares fuertes con sesenta céntimos (Bs. F 199.855,60) monto total de
la facturas aceptadas por la empresa demandada LODOS DE VENEZUELA, C. A.
(LOVENCA), debidamente descritas en el libelo de la demanda.-
Segundo: Los intereses moratorios generados por el tiempo de vencimiento de
las facturas el cual da un total de nueve mil cuatrocientos veintinueve bolívares
(Bs. F 9.429,00), CALCULADOS AL 12% anual.-
Tercero: Los intereses moratorios que sigan causando de la fecha de la presente
demanda, hasta la fecha de la definitiva cancelación de las facturas.
Cuarto: la cantidad de cincuenta y dos mil trescientos veintiún bolívares fuertes
(Bs. F. 52.321,00) por concepto de honorarios profesionales de abogados
causados por el cobro judicial, calculados prudencialmente en un 25% del
monto del capital adeudado más los intereses, de conformidad con el artículo
648 del Código de Procedimiento Civil.
Ahora bien, observa este Tribunal que la parte actora demanda el cobro de
bolívares y el cobro de honorarios profesionales en este sentido se debe pasar a
determinar si la presente acción es admisible o no para lo cual este juzgado
realiza las siguientes consideraciones:
El artículo 341 del Código de Procedimiento Civil, establece: “Presentada la
demanda, el Tribunal la admitirá si no es contraria al orden público, a las buenas
costumbres o a alguna disposición expresa de la Ley. En caso contrario, negará
su admisión expresando los motivos de la negativa. Del auto del Tribunal que
niegue la admisión de la demanda, se oirá apelación inmediatamente, en ambos
efectos.”
El artículo 78 ejusdem, expresa: “No podrán acumularse en el mismo libelo
pretensiones que se excluyan mutuamente o que sean contrarias entre sí; ni las
que por razón de la materia no correspondan al conocimiento del mismo
Tribunal; ni aquéllas cuyos procedimientos sean incompatibles entre si”.
Cabe mencionar Sentencia número 3.045, del 02 de diciembre de 2002, que el
Tribunal Supremo de Justicia en Sala Constitucional ha determinado lo
siguiente: “(…omissis…) sólo es posible la acumulación de pretensiones
incompatibles, en una misma demanda, cuando el demandante las propone de
forma subsidiaria, sin embargo, el mismo artículo coarta dicha posibilidad
cuando se trata de pretensiones con procedimientos incompatibles. Entiende
entonces esta Sala que la acumulación de pretensiones con procedimientos
incompatibles no puede darse en ningún caso, es decir, ni de forma simple o
concurrente, ni de manera subsidiaria (omissis)”.
En sentencia de fecha 09 de diciembre de 2008, Nº. 837, la Sala de Casación
Civil del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia de la magistrado Iris
Armenia Peña Espinoza, dejó sentado lo siguiente: “(…) en decisión N° 1.041 de
fecha 8 de septiembre de 2004, el cual ratificó el establecido en sentencia N°
959 de fecha 27 de agosto del mismo año, respecto al procedimiento fijado para
el cobro de los honorarios profesionales, el cual es del siguiente tenor: “…Esta
Sala, en reciente decisión del 27 de agosto de 2004 (Hela Martínez Franco y otro
c/ Banco Industrial de Venezuela C.A.) cambió su doctrina en la materia, en el
sentido de que la controversia que exista entre el abogado y su cliente con
respecto al derecho de aquél a cobrar honorarios profesionales se seguirá
conforme al artículo 386 del Código de Procedimiento Civil derogado, cuyo
texto se corresponde con el artículo 607 del mismo Código vigente, para que
una vez establecido el derecho pretendido por el abogado, éste pueda estimar e
intimar el valor que considera apropiado por las actuaciones cumplidas y cuyo
derecho fue reconocido, dando lugar entonces a la fase estimativa del
procedimiento.
La Sala de Casación Civil, del Tribunal Supremo de Justicia, en fallo Nº. 46, de
fecha 27 de febrero de 2007, fijó criterio respecto al procedimiento por
intimación, en el cual se señaló lo siguiente:
“…El procedimiento por intimación previsto en el artículo 640 del Código de
Procedimiento Civil, es un procedimiento especial mediante el cual se busca
obtener prontamente la creación del título ejecutivo, mediante la inversión del
contradictorio, la cual se produce si el demandado se opone y formaliza la
misma, dando con ello origen a la apertura al conocimiento del juicio a través
del procedimiento ordinario.
… una vez que el juez de la cognición verifique el cumplimiento de los requisitos
establecidos en el artículo 640 del Código de Procedimiento Civil, decretará la
intimación del demandado, consistente de una orden de pago dirigida al
accionado, la cual debe contener todos los elementos necesarios para
convertirse en su oportunidad en un título ejecutivo, de esta manera, una vez
notificado el referido decreto se abre un lapso de diez días en el cual se pueden
presentar dos situaciones referidas a la oposición, conforme a lo establecido en
el artículo 651 del Código de Procedimiento Civil: Una en la que el deudor puede
hacer oposición dentro del plazo de diez días, caso en el cual, se deja sin efecto
el decreto de intimación y se procede a continuar el juicio por los trámites del
procedimiento ordinario. Otra, cuando el deudor no hiciere oposición al decreto
de intimación, con lo cual el decreto intimatorio adquiere fuerza ejecutiva,
pasando a ser definitivo e irrevocable, precediéndose como en sentencia pasada
en autoridad de cosa juzgada, por lo que se llevará a cabo su inmediata
ejecución…”.
En acorde a los criterios jurisprudenciales precedentemente transcritos, se
evidencia que las pretensiones invocadas por el demandante no podían ser
acumuladas en una misma demanda, por cuanto en el caso in comento si se
procede a admitir las acciones propuestas se estaría permitiendo la
acumulación de dos pretensiones que tienen procedimientos incompatibles,
infringiéndose de esta manera la norma contenida en el artículo 78 del Código
de Procedimiento Civil. En consecuencia, por disposición de dicha normativa no
podían acumularse en el mismo escrito liberar las referidas pretensiones, por lo
que este Tribunal estima que la demanda es inadmisible. Así se decide”.
Dicho lo anterior se concluye que en el presente caso, observa este Tribunal que
la parte actora en el libelo de demanda acumuló dos pretensiones como fueron
el Cobro de Bolívares Vía Intimatoria y el Cobro de Honorarios Profesionales.
Considera necesario este Tribunal resaltar que el Cobro de Bolívares Vía
Intimatoria se rige por un Procedimiento Especial establecido en el artículo 640
del Código de Procedimiento Civil y el Cobro de Honorarios Profesionales es un
derecho inherente a los Profesionales del Derecho que se logra a través del
procedimiento previsto en el artículo 22 de la Ley de Abogados, lo que se
evidencia que estamos en presencia de una inepta acumulación de pretensiones
que impide al Juez admitir la demanda, por ser contraria a una disposición
expresa de la Ley, a saber el artículo 78 de la Ley Adjetiva Civil, esta Juzgadora
debe declarar la INADMISIBILIDAD de la presente acción, por haberse
acumulado indebidamente tales pretensiones, como lo son el COBRO DE
BOLÍVARES VÍA INTIMATORIA Y HONORARIOS PROFESIONALES, las cuales se
ventilan por procedimientos distintos e incompatibles. Y ASI SE DECLARA.
Por todo lo anteriormente expuesto este Juzgado Segundo De Primera Instancia
Civil, Mercantil, Agrario Y Transito de la Circunscripción Judicial De La
Circunscripción Judicial Del Estado Anzoátegui, administrando Justicia en
nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley,
DECLARA INADMISIBLE por INEPTA ACUMULACIÓN DE PRETENSIONES, la
presente demanda propuesta por el ciudadano JESUS ARMANDO LEONETT
MOYA, plenamente identificado en autos, actuando en su condición de
Presidente de la sociedad Mercantil, TRANSPORTE Y SERVICIOS GABY 98, C. A.,
debidamente asistido de abogado, contra la empresa LODOS DE VENEZUELA, C.
A. (LOVENCA), por Cobro de Bolívares por vía Intimatoria Y Honorarios
Profesionales.

Dada, sellada y firmada en la sala de despacho del Juzgado Segundo de Primera


instancia Civil, Mercantil, Agrario y Transito de la circunscripción Judicial de la
Circunscripción Judicial del estado Anzoátegui. En la Ciudad de El Tigre, a los
catorce (14) días del mes de enero de dos mil once (2011). Años 200º de la
Independencia y 151º de la Federación.
LA JUEZ TEMPORAL,

Abg. KARELLIS ROJAS TORRES

EXPEDIENTE N° AP42-G-2001-024614
JUEZ PONENTE: ALEJANDRO SOTO VILLASMIL
-CORTE ACCIDENTAL B-
En fecha 7º de marzo de 2001, la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo recibió el escrito contentivo de la demanda por estimación e
intimación de honorarios profesionales interpuesta por el abogado PEDRO
RAMÍREZ PERDOMO, titular de la cédula de identidad Número
3.186.794, actuando en su propio nombre y representación e inscrito en el
Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el Número 8.791, contra la
sociedad mercantil KARMATY, C.A., inscrita en el Registro Mercantil de
la Circunscripción Judicial del Distrito Capital y Estado Miranda, en fecha
21 de diciembre de 1973, bajo el Número 224, Tomo 23-B.
En fecha 13 de marzo de 2001, se dio cuenta a la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo, por consiguiente, se ordenó remitir el presente
expediente al Juzgado de Sustanciación de la referida Corte, a los fines de
que se pronunciara sobre su admisión.
En fecha 13 de marzo de 2001, se pasó el presente expediente al aludido
Juzgado.
En fecha 8 de mayo de 2001, se fijó el tercer (3º) día de despacho siguiente
a la presente fecha, para proveer acerca de la admisibilidad de la presente
estimación e intimación de honorarios.
En fecha 17 de mayo de 2001, el Juzgado de Sustanciación de la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo admitió la demanda por
estimación e intimación de honorarios interpuesta por el abogado Pedro J.
Ramírez Perdomo, contra la sociedad mercantil Karmaty, C.A. En
consecuencia, ordenó intimar mediante boleta a la parte demandada para
que compareciera ante el aludido Juzgado, dentro de los diez (10) días de
despacho siguientes a que constara en autos el recibo de la notificación, a
los fines de que consignara la cantidad de Cuatrocientos Millones Cien Mil
Bolívares (Bs. 400.100.000,00), en la que se ha estimado los honorarios
profesionales en referencia, o en su defecto ejerciera el derecho de retasa
que le confiere el artículo 25 de la Ley de Abogados.
En fecha 30 de mayo de 2001, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo, antes
identificado, consignó diligencia mediante la cual solicitó se practicara la
intimación de la empresa Karmaty, C.A., por correo certificado, en la
oficina mencionada en el libelo de la demanda.
En fecha 6 de junio de 2001, el Juzgado de Sustanciación ordenó la
notificación de la parte demandada mediante correo certificado.
En fecha 21 de junio del 2001, el alguacil del referido Juzgado dejó
constancia del envío de la notificación dirigida a la empresa demandada.
En fecha 26 de junio de 2001, se ordenó agregar a los autos el aviso de
recibo de Citaciones y Notificaciones Judiciales Nº 00/8445, devuelto por
el Jefe de la oficina Postal Telegráfica en razón de la imposibilidad de
hacer su entrega a la destinataria.
En fecha 26 de junio de 2001, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo,
consignó diligencia mediante la cual solicitó se procediera a notificar a la
empresa demandada mediante carteles, de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 223 del Código de Procedimiento Civil.
En fecha 4 de julio de 2001, el Juzgado de Sustanciación de la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo acordó practicar la intimación de
la empresa demandada mediante carteles, para que concurriera a darse por
intimada en el término de quince (15) días calendarios consecutivos, de
conformidad con lo previsto en el artículo 223 del Código de
Procedimiento Civil, en concordancia con el artículo 25 de la Ley de
Abogados.
En fecha 10 de julio de 2001, fue librado por el referido juzgado, el cartel
de citación a la parte demandada.
En fecha 17 de julio de 2001, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo,
actuando en su propio nombre y representación, consignó los carteles de
intimación dirigidos a la sociedad mercantil Karmaty, C.A.
En fecha 19 de julio de 2001, se fijó en la cartelera de la referida Corte el
cartel de intimación librado el día 10 del mismo mes y año, a la sociedad
mercantil Karmaty, C.A.
En fecha 19 de julio de 2001, la Secretaria del referido Juzgado, dejó
constancia de la fijación del cartel de intimación en la oficina de la
demandada, a los fines de dar cumplimiento a lo establecido en el artículo
223 del Código de Procedimiento Civil y en concordancia con el artículo
25 de la Ley de Abogados.
En fecha 8 de agosto de 2001, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo,
consignó diligencia mediante la cual solicitó se designara a la sociedad
mercantil demandada un defensor judicial con quien se entendiera la
intimación para la continuación del proceso, en virtud de no haberse
efectuado la intimación en el lapso establecido.
En esa misma fecha, se dejó constancia que el día 7 de agosto de 2001,
venció el término de quince (15) días calendarios concedidos conforme al
artículo 223 del Código de Procedimiento Civil, para que la empresa
Karmaty, C.A., se diera por intimada.
En fecha 19 de septiembre de 2001, el Juzgado de Sustanciación de la
Corte Primera de lo Contencioso Administrativo designó como Defensor
Judicial de la sociedad mercantil Karmaty, C.A., a la abogada Eira María
Torres Castro, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo
el Nº 39.288, a quien se ordenó librar boleta de notificación para que
compareciera dentro del segundo (2º) día de despacho siguiente a que
constara en autos su notificación a aceptar el cargo o a excusarse de aceptar
el mismo, y en el primero de los casos, prestar el juramento de ley, dentro
del mismo lapso.
En fecha 26 de septiembre de 2001, se dejó constancia de la notificación
practicada a la abogada María Torres Castro.
En fecha 27 de septiembre de 2001, la abogada Eira María Torres Castro,
antes identificada, consignó diligencia mediante la cual aceptó el cargo de
defensora judicial de la parte demandada y posteriormente prestó
juramento.
En fecha 2 de octubre de 2001, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo,
consignó diligencia mediante la cual solicitó se procediera a la intimación,
a los fines de la continuación del presente procedimiento.
En fecha 4 de octubre de 2001, el ciudadano Kenneth Blejman, titular de la
cédula de identidad Nº 6.269.812, actuando con el carácter de representante
de la sociedad mercantil Karmaty, C.A., debidamente asistido por el
abogado José Humberto Flores Rivero, inscrito en el Instituto de Previsión
Social del Abogado bajo el Nº 36.209, consignó copia certificada del poder
que acredita su representación. Asimismo, en nombre de su representada se
dio expresamente por intimado en el presente proceso.
En fecha 9 de octubre de 2001, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo,
actuando en su propio nombre y representación, consignó escrito de
reforma a la demanda.
En fecha 10 de octubre de 2001, el ciudadano Kenneth Blejman, en su
condición de representante de la sociedad mercantil Karmaty, C.A.,
debidamente asistido por el abogado José Humberto Flores Rivero,
consignó contrato suscrito con el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo y su
representada así como la extinción del mismo y comunicación emanada de
su representada en fecha 13 de abril de 1999, dirigida al prenombrado
abogado donde se le manifestó en forma expresa que se respetarían en
todas y cada una de sus partes los términos y condiciones del contrato
suscrito.
En fecha 17 de octubre de 2001, el Juzgado de Sustanciación de la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo, para proveer, fijó el tercer (3º)
día de despacho siguiente a la presente fecha.
En fecha 24 de octubre de 2001, el referido Juzgado, admitió la reforma de
la demanda interpuesta por el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo,
actuando en su propio nombre y representación, en consecuencia, ordenó
intimar mediante boleta a la sociedad mercantil Karmaty, C.A., para que
compareciera dentro de los diez (10) días siguientes de despacho siguientes
a que constara en autos el recibo de la referida notificación, a fin de que
consignara la cantidad de quinientos cincuenta y cuatro millones ciento
cuarenta y seis mil cuatrocientos bolívares (Bs. 554.146.400,00), en la que
se han estimado los honorarios profesionales en la referida reforma, o en su
defecto ejerciera el derecho a retasa que le confería el artículo 25 de la Ley
de Abogados.
En fecha 31 de octubre de 2001, es librada por el referido Juzgado, la
respectiva boleta de intimación.
En fecha 22 de noviembre de 2001, se dejó constancia que no fue posible la
notificación de la sociedad mercantil Karmaty, C.A.
En fecha 29 de noviembre de 2001, la ciudadana Grace Giovanazzi
Guevara, titular de la cédula de identidad Nº 3.184.705, actuando con el
carácter de vicepresidenta de la sociedad mercantil karmaty, C.A.,
debidamente asistida por la abogada Elena Flores de Breto, inscrita en el
Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el Nº 14.178, consignó
diligencia mediante la cual se dio por notificada de la reforma de la
demanda de estimación e intimación de honorarios profesionales incoada
por el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo contra su representada.
Asimismo la precitada Abogada, consigna poder que acredita su
representación.
En fecha 20 de diciembre de 2001, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo,
antes identificado, consignó diligencia mediante la cual indicó que estaba
en cuenta de la notificación e intimación que realizó la empresa Karmaty,
C.A el día 29 de noviembre de 2001.
En la misma fecha, la abogada Elena Flores de Breto, en su condición de
apoderada judicial de la sociedad mercantil Karmaty, C.A., consignó
escrito contentivo de las defensas correspondientes a la acción incoada en
contra de su representada.
En fecha 17 de enero de 2002, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo,
consignó escrito de alegatos.
En esa misma fecha, el Juzgado de Sustanciación de la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo, declaró abierta la articulación probatoria de
ocho (8) días de despacho, contados a partir de la presente fecha, de
conformidad con lo previsto en el artículo 607 del Código de
Procedimiento Civil.
En fecha 22 de enero de 2002, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo,
consignó escrito realizando consideraciones sobre la contestación de la
demanda interpuesta por la parte demandada.
En fecha 5 de febrero de 2002, el prenombrado abogado, consignó escrito
de promoción de pruebas.
En fecha 6 de febrero de 2002, el abogado Kenneth Blejman Giovanazzi,
en su condición de apoderado judicial de la sociedad mercantil Karmaty,
C.A., presentó escrito de promoción de pruebas.
En la misma fecha anterior, el Juzgado de Sustanciación de la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo consideró que el escrito de
promoción de pruebas presentado por la parte demandante, no representa
medio de prueba alguno. Asimismo, admitió las pruebas documentales
presentadas en los Capítulos I y II del escrito de promoción de pruebas
presentado por la parte demandada, en cuanto al mérito favorable de los
autos, consideró que no representa medio de prueba alguno.
En esta misma fecha, el Juzgado de Sustanciación de la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo consideró que el escrito de promoción de
pruebas presentado por la parte demandada, en su capítulo I, no
representaba medio de prueba alguno, del mismo modo admitió la prueba
documental promovida en el capítulo II.
En fecha 7 de febrero de 2002, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo,
actuando en su propio nombre y representación, consignó diligencia
mediante la cual solicitó se remitiera el presente expediente al Presidente
de la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo.
En fecha 14 de febrero de 2002, el Juzgado de Sustanciación de la referida
Corte, ordenó realizar por Secretaría el cómputo de los días de despacho
transcurridos desde el 17 de enero de 2002.
En la mima fecha anterior, la Secretaría del Juzgado de Sustanciación de la
Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, certificó que “desde el día
17 de enero de 2002, exclusive, hasta el día de hoy, inclusive, han
transcurrido ONCE (11) días de despacho, correspondientes a los días 22,
23, 24, 29, 30, 31 de enero y 05, 06, 07, 13 y 14 de febrero del presente
año”.
En fecha 14 de febrero de 2002, el referido Juzgado ordenó remitir el
presente expediente a la Corte primera de lo Contencioso Administrativo, a
los fines de que continuara su curso de ley.
En fecha 26 de febrero de 2002, se acordó remitir el presente expediente al
Presidente de la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, a los
fines de dictar la decisión correspondiente.
En fecha 3 de abril de 2002, la aludida Corte dictó decisión Nº 2002-673,
mediante la cual declaró improcedente la demanda por estimación e
intimación de honorarios profesionales intentada por el abogado Pedro J.
Ramírez Perdomo, actuando en su propio nombre y representación, contra
la sociedad mercantil Karmaty, C.A.
En fecha 25 de abril de 2002, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo, antes
identificado, consignó diligencia mediante la cual se dio por notificado de
la de la referida decisión, asimismo, apeló de la misma.
En la misma fecha anterior, el ciudadano Kenneth Blejman Giovanazzi, en
su condición de representante de la sociedad mercantil demandada,
debidamente asistido por el abogado José Humberto Flores R., inscrito en
el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el Nº 26.209, consignó
diligencia mediante la cual se dio por notificado de la referida decisión.
Asimismo, solicitó que la apelación que realizó el abogado Pedro J.
Ramírez Perdomo sea desechada por prematura.
En fecha 8 de mayo de 2002, vista la apelación interpuesta por la parte
demandante contra la sentencia dictada el día 3 de abril del mismo año por
la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, se acordó pasar el
presente cuaderno separado al magistrado ponente, a los fines de que la
Corte decidiera acerca de la referida apelación.
En fecha 8 de mayo de 2002, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo,
actuando en su propio nombre y representación, ratificó la apelación
interpuesta contra la sentencia dictada el día 3 de abril del mismo año por
la aludida Corte.
En fecha 12 de junio de 2002, la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo oyó en ambos efectos la apelación interpuesta por el
abogado Pedro J. Ramírez Perdomo, contra la sentencia dictada por la
referida Corte el día 3 de abril del mismo año, en consecuencia, ordenó
remitir el presente expediente a la Sala Político Administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia.
En fecha 27 de junio de 2002, pasó el presente expediente a la aludida Sala.

El 10 de diciembre de 2003, mediante Resolución N° 2003-00033,


publicada en la Gaceta Oficial N° 37.866 de fecha 27 de enero de 2004, la
Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia creó la Corte Segunda de lo
Contencioso Administrativo con las mismas competencias y atribuciones
de la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, quedando integrada
por tres jueces.
Asimismo, a través de la Resolución de fecha 15 de julio de 2004, dictada
por la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia,
publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela
número 37.980, fueron designados los Jueces de las Cortes Primera y
Segunda de lo Contencioso Administrativo.
Consta en Acta N° 003 de fecha 15 de Julio de 2004, que la Corte Segunda
de lo Contencioso Administrativo quedó integrada de la siguiente manera:
María Enma León Montesinos, Presidenta; Jesús David Rojas Hernández,
Vicepresidente y Betty Josefina Torres Díaz, Jueza.
En ese sentido y en atención a lo establecido en la Disposición Transitoria
Segunda de la Resolución número 68 de fecha 27 de agosto de 2004,
dictada por la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, publicada en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela número 38.011 de
fecha 30 de agosto de 2004, reformada por la Resolución N° 90 de fecha 4
de octubre de 2004, que modificó los artículos 9 y 30, se acordó la
distribución de las causas que se encontraban originalmente en la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo, quedando asignados a la Corte
Segunda de lo Contencioso Administrativo, los expedientes de las causas
cuyo último dígito fuese un número par, como ocurre con la presente causa.

En fecha 6 de julio de 2006, la Sala Político Administrativa del Tribunal


Supremo de Justicia dictó sentencia Nº 01739, mediante la cual declaró con
lugar la apelación interpuesta por el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo
contra la sentencia dictada por la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo el día 3 de abril de 2002, la cual declaró improcedente la
demanda por estimación e intimación de honorarios profesionales intentada
por el mencionado abogado contra la sociedad mercantil Karmaty, C.A.
En fecha 21 de noviembre de 2006 la Sala Político Administrativa del
Tribunal Supremo de Justicia, ordenó remitir el presente expediente a la
Unidad de Recepción y Distribución de Documentos de las Cortes de lo
Contencioso Administrativo.
En fecha 13 de diciembre de 2006, se recibió en la Unidad de Recepción y
Distribución de Documentos (URDD) de las Cortes de lo Contencioso
Administrativo, oficio Nº 6190 de fecha 21 de noviembre del mismo año,
emanado la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia,
anexo al cual remitió el expediente contentivo de la demanda por
estimación e intimación de honorarios profesionales interpuesta por el
abogado Pedro J. Ramírez Perdomo, contra la sociedad mercantil Karmaty,
C.A.
En fecha 20 de diciembre de 2006, se recibió del abogado Pedro J. Ramírez
Perdomo, antes identificado, diligencia mediante la cual solicitó a esta
Corte dictara sentencia en la presente causa.
En fecha 13 de febrero de 2007, se dio cuenta a esta Corte, y se designó
ponente al ciudadano Juez ALEJANDRO SOTO VILLASMIL, a quien se
ordenó remitir el presente expediente a los fines de dictar la decisión
correspondiente.
En fecha 15 de febrero de 2007, se pasó el presente expediente al
ciudadano Juez ponente.
En fecha 30 de mayo de 2007, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo,
consignó diligencia mediante la cual solicitó a esta Corte dictara sentencia
en la presente causa.
En fecha 22 de junio de 2007, el ciudadano Alexis José Crespo Daza, en su
condición de Juez Vicepresidente de esta Corte Segunda de lo Contencioso
Administrativo, suscribió acta mediante la cual se inhibió del conocimiento
de la aludida causa por encontrarse incurso en la causal prevista en el
ordinal 9º del artículo 82 del Código de Procedimiento Civil.
En fecha 27 de junio de 2007, se ordenó la apertura del cuaderno separado,
a los fines de tramitar la referida inhibición.
En esa misma fecha, se ordenó remitir el cuaderno separado al ciudadano
Juez Emilio Ramos González, con el fin de que se pronunciara sobre la
inhibición planteada.
En fecha 29 de junio de 2007, se pasó el cuaderno separado al Juez
ponente.
En fecha 25 de julio de 2007, esta Corte dictó decisión Nº 2007-01357,
mediante la cual declaró con lugar la inhibición presentada por el Juez
Vicepresidente Alexis José Crespo Daza en fecha 22 de junio del mismo
año.
En esta misma fecha, se ordenó la notificación de las parte de la decisión
anterior.
En fecha 22 de enero de 2008, el Abogado Pedro Ramírez, solicitó a esta
Corte dictara sentencia en la presente causa.
En fecha 5 de febrero de 2009, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo,
consignó diligencia mediante la cual solicitó se constituyera la Corte
Accidental con el fin de dictar sentencia en la presente causa.
En la misma fecha anterior, se dejó constancia de la notificación practicada
a la ciudadana Procuradora General de la República.
En fecha 1º de julio de 2009, el abogado Tarek José Khatib Sánchez,
inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el Nº 15.886,
actuando con el carácter de apoderado judicial de la sociedad mercantil
Karmaty, C.A., consignó diligencia mediante la cual solicitó se declarara la
perención de la instancia. Asimismo, consignó copia simple del poder que
acredita su representación.
En fecha 22 de julio de 2009, el prenombrado abogado, consignó diligencia
mediante la cual solicitó se declarara la perención de la instancia.
En fecha 10 d agosto de 2009, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo,
actuando en su propio nombre y representación, consignó diligencia
mediante la cual solicitó a esta Corte su continuidad con el debido proceso
y se verificaran todas las actuaciones de la parte recurrente tanto en el
asunto principal como en el cuaderno de inhibición.
En fecha 30 se septiembre de 2009, la Sala Plena del Tribunal Supremo de
Justicia, mediante Resolución Nº 2009-000026, publicada en Gaceta
Oficial Nº 39.322 de fecha 7 de diciembre de 2009, procedió a designar
como Primera Jueza Suplente de la Corte Segunda de lo Contencioso
Administrativo a la ciudadana Anabel Hernández Robles.
En esa misma fecha, se libró el oficio de convocatoria dirigido a la
ciudadana Anabel Hernández Robles.
En fecha 10 de noviembre de 2009, el abogado Tarek José Khatib Sánchez,
ratificó lo solicitado el día 1º de julio del mismo año.
Mediante auto de fecha 16 de noviembre de 2009, se dejó constancia que
en fecha 12 de noviembre de 2009, fueron creadas mediante Acuerdo Nº
31, las Cortes Accidentales a los fines de cubrir la vacante del Juez
inhibido, en tal sentido, se convocó a la ciudadana Anabel Hernández
Robles, como Primera Jueza Suplente designada en Primer orden por la
Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, según Resolución Nº 2009-
000026 de fecha 20 de septiembre de 2009, publicada en Gaceta Oficial Nº
39.322 de fecha 7 de diciembre de 2009.
En fecha 30 de noviembre de 2009, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo,
consignó diligencia a través de la cual solicitó se dictara sentencia en la
presente causa.
En fecha 3 de diciembre de 2009, se recibió de la ciudadana Anabel
Hernández Robles, escrito de aceptación a la convocatoria.
En fecha 24 de febrero de 2010, el abogado Tarek José Khatib Sánchez, en
su condición de apoderado judicial de la empresa demandada, consignó
diligencia mediante la cual solicitó se declarara la Perención de la
Instancia.
El 22 de abril y 26 de mayo de 2010, el abogado el abogado Pedro J.
Ramírez Perdomo, actuando en su propio nombre y representación, ratificó
lo solicitado el día 30 de noviembre de 2009.
En fecha 5 y 19 de mayo de 2010, el abogado Tarek José Khatib Sánchez,
antes identificado, ratificó lo solicitado el día 24 de febrero del mismo año.
En fecha 7 de junio de 2010, se ordenó convocar a la ciudadana Anabel
Hernández Robles, en su carácter de Primera Jueza Suplente designada en
primer orden por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia de la
República Bolivariana de Venezuela, a los fines de que conociera de la
constitución de la Corte Accidental ‘B’.
En fecha 17 de junio de 2010, se dejó constancia del oficio de notificación
dirigido a la ciudadana Anabel Hernández Robles, en su carácter de
Primera Jueza Suplente de esta Corte.
En fecha 1º de julio de 2010, se recibió oficio S/N mediante el cual la
ciudadana Anabell Hernández Robles, en su condición de Jueza Primera
Suplente de este Órgano Jurisdiccional, informó su aceptación para integrar
la Corte Accidental ‘B’ de esta Corte Segunda de lo Contencioso
Administrativo en la presente causa.
En fecha 26 de octubre de 2010, se dio cuenta a la Corte Segunda de lo
Contencioso Administrativo Accidental ‘B’, y dando cumplimiento al
acuerdo Nº 31 de fecha 12 de noviembre de 2009, se constituyó la Corte
Accidental ‘B’ integrada por los ciudadanos: Emilio Ramos González,
Presidente; Alejandro Soto Villasmil, Vicepresidente; Anabell Hernández
Robles, Primera Jueza Suplente. En este acto, esta Corte se abocó al
conocimiento de la presente causa en el estado en que se encontraba, en el
entendido que el lapso de los tres (3) días de despacho a que se contrae el
artículo 90 del Código de Procedimiento Civil, comenzaría a transcurrir el
día de despacho siguiente a la presente fecha. Asimismo, se ratificó la
ponencia del ciudadano Juez ALEJANDRO SOTO VILLASMIL, a quien
se ordenó remitir el presente expediente, de conformidad con lo establecido
en la Cláusula Quinta de las Disposiciones Transitorias de la Ley Orgánica
de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.
En fecha 27 de octubre de 2010, se pasó el presente expediente al Juez
ponente.
Realizado el análisis correspondiente de las actas que conforman el
presente expediente, esta Corte Accidental ‘A’ pasa a dictar sentencia, con
base en las siguientes consideraciones
I
DE LA DEMANDA INTERPUESTA
El 7 de marzo de 2000, el abogado Pedro J. Ramírez Perdomo, actuando en
su propio nombre y representación, interpuso demanda por estimación e
intimación de honorarios profesionales, posteriormente, en fecha 9 de
octubre de 2001, presentó la reforma de la misma, con base en los
siguientes argumentos de hecho y de derecho:
Indicó que “[c]onsta en el expediente llevado ante esta Corte, bajo el No.
80-1194, contentivo del Procedimiento que por EXPROPIACIÓN inició la
REPÚBLICA DE VENEZUELA, contra la sociedad mercantil
KARMATY C.A., por los terrenos de esta última situados en el hoy Estado
Vargas, para la obra de la ‘Ampliación del Aeropuerto Internacional de
Maiquetía Simón Bolívar’, que desde el día trece (13) de Marzo de 1.986,
ejerc[ió] la representación de Karmaty C.A., […] de conformidad al poder
que [le] confiri[ó] esa empresa […]” (Corchetes de esta Corte, mayúsculas
y resaltado del original).
Que “[l]a mencionada sociedad Karmaty C.A., representada por la Señora
MATILDE CRISTINA GUEVARA ARVELO, celebró con quien suscribe
y con HÉCTOR RAMIREZ PERDOMO, como abogados, un Contrato de
HONORARIOS PROFESIONALES, de acuerdo al documento suscrito
ante la Notaría Pública Novena de Caracas, el día doce (12) de Marzo de
mil novecientos ochenta y seis (1.986), autenticado bajo el N° 75, Tomo
28, de los libros de autenticaciones, en cuya fecha se [les] otorgó el poder
especial, para la tramitación de ese procedimiento de expropiación, en el
cual como abogados, estima[ron] que el proceso para la definitiva y
favorable terminación, se ventilaría en un lapso no mayor de dos (2) años, a
partir del acto de la contestación, tiempo durante el cual realizaría[n] lo
necesario para la conclusión favorable […]” (Corchetes de esta Corte y
mayúsculas del original).
Señaló que “[…] en caso de transcurrir dicho lapso sin la favorable
terminación, concluiría el contrato y las partes tratarían sobre uno nuevo,
en caso de ser factible. Luego de transcurrido ese período, durante el cual
no se logró concluir definitivamente el caso, continu[ó] la representación
de Karmaty C.A., quien no objet[ó] la representación ejercida. Al quedar
terminada la representación ejercida por Karmaty C.A., por la revocatoria
del poder que tuv[o], revocatoria que conoci[ó] luego de [su] actuación
ante esta Corte, el día quince (15) de Noviembre de 2.000, por la
consignación del poder a un nuevo abogado, el Dr. ALFREDO
MANINAT, […] [tiene] el derecho a obtener de ella, la compensación del
trabajo profesional realizado en [ese] procedimiento, representado en los
HONORARIOS PROFESIONALES, por lo que proced[ió] mediante este
escrito a Estimar el valor de los mismos.[…]” (Corchetes de esta Corte y
mayúsculas del original).
Apuntó que “[…] durante los CATORCE AÑOS de ejercicio profesional,
en el procedimiento de expropiación, que consta en el expediente N°. 80-
1194, solo [sic] recib[ieron] de Karmaty C.A., por concepto de Honorarios
la cantidad de DIEZ MIL BOLIVARES (Bs. 10.000,00), pagada el día
doce (12) de Marzo de 1.986” (Corchetes de esta Corte y mayúsculas del
original).
Destacó que “[d]urante el período de [su] ejercicio profesional como
apoderado de Karmaty C.A, en virtud de las impugnaciones a los avalúos
realizados, por las fallas en ellos contenidas y conforme a la sentencia
emanada por esta CORTE, el valor de los terrenos objeto de la
expropiación, de Karmaty C.A., avaluados inicialmente por el propio ente
expropiante en fecha catorce (14) de Noviembre de 1.983, en la cantidad de
DIECINUEVE MILLONES QUINIENTOS CATORCE MIL
NOVECIENTOS SESENTA Y UN BOL1VARES CON NOVENTA Y
SEIS CENTIMOS (Bs. 19.514.961,96), vari[ó] de acuerdo al avalúo
efectuado para el mes de FEBRERO DE 1.987, a la cantidad de
CUARENTA Y UN MILLONES CUARENTA MIL SETECIENTOS
BOL1VARES CON CINCUENTA Y SIETE CENTIMOS (Bs.
41.040.719,57), que conforme a la Sentencia del día doce (12) de Junio de
1.997, se le debía adicionar LA SUMA DIFERENCIAL QUE RESULTE
DE SU ACTUALIZACION POR EL BANCO CENTRAL DE
VENEZUELA de acuerdo a la aplicación del índice inflacionario desde el
mes de Febrero de 1.987 hasta la fecha de EJECUCIÓN del FALLO;
cantidad esta que alcanzó según los índices suministrados por el BANCO
CENTRAL DE VENEZUELA; a la cantidad de TRES MIL
SEISCIENTOS TREINTA Y SIETE MILLONES DOSCIENTOS
SESENTA Y OCHO MIL DOSCIENTOS CUARENTA Y SEIS
BOLÍVARES CON DIEZ CENTIMOS (Bs. 3.637.268.246,10), de acuerdo
al Oficio de fecha 18 de Marzo de 1.998” (Corchetes de esta Corte,
mayúsculas y resaltado del original).
Que “[c]on la Sentencia de fecha diez (10) de Junio de 1.998, que ordenó
que el valor se actualizara con los índices suministrados por la OFICINA
CENTRAL DE ESTADÍSTICA E IRFORMATICA (OCEI), el día quince
(15) de Diciembre de 1.998, la OCEI informó que la actualización
alcanzaba la suma de CUATRO MIL DOSCIENTOS VEINTIDOS
MILLONES CUATROCIENTOS CUARENTA Y NUEVE MIL
SEISCIENTOS TREINTA Y NUEVE BOLÍVARES CON VEINTISÉIS
CENTIMOS (Bs. 4.222.449.639,26). Y luego mediante Oficio de la OCEI
N° 251 de fecha 12 de Febrero de 2.001, […] para el mes de Noviembre de
2.000, suministr[ó] la OCEI dos (2) valores para la actualización, uno por
Bs. 3.867.414.784,89, como relativos promediados y otro por la cantidad
de CINCO MIL SETECIENTOS TREINTA Y UN MILLONES
CUARENTA Y OCHO MIL TREINTA Y UN BOLÍVARES CON TRES
CENTIMOS (Bs. 5.731.048.031,03), referido al monto indexado con
relativos sucesivos. Por cuanto este último valor corresponde al total del
avalúo del inmueble expropiado para el mes de Noviembre de 2.000, con la
corrección monetaria, de acuerdo a los Índices de Precios al Consumidor a
Nivel Nacional, suministrados por la OCEI, conforme a la Sentencia
mencionada, tom[ó] como base esa cantidad a la cual a su vez [redujo] en
un tres por cientos (3%) que sería el monto del inmueble objeto de la
expropiación para el mes de Octubre de 2.000, es decir la cantidad de
CINCO MIL QUINIENTOS CINCUENTA Y NUEVE MILLONES
CIENTODIECISEIS MIL QUINIENTOS SETENTA Y DOS
BOLWARES CON NOVENTA Y TRES CENTIMOS (Bs.
5.559.116.572,93), al cual le aplic[ó] el porcentaje del DIEZ POR CIENTO
(10%) por [sus] HONORARIOS PROFESIONALES, en que realiz[ó] la
estimación, […]. H[izo] ver que la OCEI suministró además el monto del
inmueble corregido a Noviembre de 2.000 con los Índices de Precios al
Consumidor del Área Metropolitana de Caracas, […] para determinar la
diferencia existente con el cálculo tomando como base los Índices a nivel
Nacional, siendo el cálculo con los Índices de Caracas, los que determinan
un valor mayor” (Corchetes de esta Corte, mayúsculas y resaltado del
original).
Manifestó que “[c]omo se verá del total estimado de QUINIENTOS
CINCUENTA Y CINCO MILLONES OCHOCIENTOS CINCUENTA
MIL CIENTO SESENTA Y CINCO BOLIVARES CON SESENTA Y
NUEVE CENTIMOS (Bs. 555.850.165,69), [dedujo]la cantidad recibida,
corregida la moneda a la cantidad de Bs. 1.703.765,69, resultando en
consecuencia la cantidad de QUINIENTOS CINCUENTA Y CUATRO
MILLONES CIENTO CUARENTA Y SEIS MIL CUATROCIENTOS
BOLIVARES (Bs. 554.146.400,oo) que es el monto de la presente
demanda de ESTIMACIÓN DE HONORARIOS PROFESIONALES DE
ABOGADO”
Fundamentó la presente demanda en los artículos 46 y 27 de la ley
Orgánica de la Corte Suprema de Justicia; 1, 5, 15, 16, 22 y 25 de la Ley de
Abogados; 48 del Código de Ética Profesional del Abogado; y 164, 165,
167 y 286 del Código de Procedimiento Civil.
Finalmente, solicitó que la presente demanda sea admitida y sustanciada
conforme a derecho, y declara con lugar en la definitiva.

II
DE LA CONTESTACIÓN A LA DEMANDA
En fecha 20 de diciembre de 2001, la abogada Elena Flores de Breto,
actuando con el carácter de apoderada judicial de la sociedad mercantil
Karmaty, C.A., presentó escrito de contestación a la demanda, con base en
las siguientes consideraciones:
Indicó que “[…] es menester […] señalar la mala fe y falta de probidad con
que el Profesional del Derecho PEDRO RAMÍREZ PERDOMO ha
procedido, conducta [esa] que a tenor de lo dispuesto en el artículo 170 del
Código de Procedimiento Civil, no le es permitible ni tutelable, pues no
expuso los hechos conforme a la verdad, actuó con plena conciencia de su
manifiesta falta de fundamentos e hizo realizar tanto a la Corte Primera
como a su Juzgado de Sustanciación actos inútiles e innecesarios a la
defensa del derecho que pretende ventilar […]” (Corchetes de esta Corte y
mayúsculas del original).
Que “[c]omo consecuencia de ese mal actuar y proceder, es indudable la
responsabilidad del precitado abogado de los daños y perjuicios
ocasionados a [su] representado, ya que a tenor de los [sic] dispuesto en el
artículo in comento se presume salvo prueba en contrario, que el mismo ha
actuado con temeridad y mala fe, pues dedu[jo] a través del proceso que
sigue en contra de [su] representada, una pretensión del todo infundada y
omitió maliciosamente hechos esenciales a la causa, que en forma
inequívoca violan en forma excepcional tanto el derecho y la garantía
constitucional de [su] representada al debido proceso, consagrado en los
ordinales 1, 2, 3 y 4 del artículo 49 de nuestra Carta de Derechos
Fundamentales […]” (Corchetes de esta Corte).
Apuntó que “[…] el profesional del derecho experto en materia
expropiatoria, PEDRO RAMÍREZ PERDOMO, existe un contrato
‘vigente’ entre las partes que regulan su relación jurídica, siendo dicho
contrato de naturaleza civil, y siendo el caso que dicho contrato existe, […]
así como su correspondiente extinción, […] su eventual resolución
corresponde a la jurisdicción ordinaria en materia civil, tal como lo señalan
los artículo 1 y 28 de Código de Procedimiento Civil, y no a la simple
afirmación del autor de dar por resuelto el mismo a los fines de proponer la
temeraria acción en contra de mandante” (Corchetes de esta Corte,
mayúsculas y resaltado del original).
Destacó que “[e]s claro y evidente que el actor y omitió señalar [al]
Juzgado de Sustanciación que [su] representada le reafirmó por escrito su
voluntad de cumplir con el contrato y su extensión, en los términos y
condiciones allí establecidos […]” (Corchetes de esta Corte).
Que “[su] representada en virtud del contrato suscrito con PEDRO
RAMÍREZ PERDOMO, tenía derecho de ser juzgada por sus jueces
naturales, y no lo fue por la alteración de los hechos realizados por el
abogado PERDOMO; [su] representada tenía el derecho, y no lo tuvo, de
ser llamada a un proceso ordinario para el ejercicio de sus derechos y de
disponer del tiempo y de los medios adecuados para ejercer para ejercer su
defensa; [su] tenía el derecho, y le fue arrebatado, de ser oída en cualquier
clase de proceso, con las debidas garantías y dentro del plazo razonable
determinado legalmente, por un tribunal competente; y [su] representada
tenía el derecho de ser juzgada por sus jueces naturales en las
jurisdicciones ordinarias, con las garantías establecidas en la Constitución y
no lo está [sic] siendo por el [sic] simple razón de la mala fe del precitado
abogado” (Corchetes de esta Corte y mayúsculas del original).
Denunció que “[…] el hecho de someter a [su] representada al proceso
pautado en la Ley de Abogados para que [pagara] la cantidad intimada o
bien se [acogiera] a la retasa, sin haberse determinado la existencia, validez
y alcance del contrato suscrito con el abogado RAMÍREZ, mediante el
debido proceso y ante sus jueces naturales, constituye la más flagrante
violación a sus derechos y garantías constitucionales, […]” (Corchetes de
esta Corte y mayúsculas del original).
Apuntó que “[…] desde el día 13 de marzo de 1986 el precitado abogado
comenzó a ejercer la representación de la sociedad mercantil KARMATY,
C.A., de conformidad con lo [sic] términos y condiciones establecidos en el
contrato suscrito con [su] mandante mediante el instrumento poder que le
fuera conferido para la atención del procedimiento de Expropiación que
inicio la República de Venezuela sobre un inmueble propiedad de [su]
representada” (Corchetes de esta Corte y mayúsculas del original).
Asimismo, indicó que “[…] en dicho contrato […] se había establecido un
período de dos (2) años, para que éste realizara sus ensayos en dicho
proceso, e indic[ó] superficialmente que por documento privado se había
ratificado su representación en juicio, lo cual en su reforma maliciosamente
omitió, evitando a toda costa, como ya se dijo, el traer a los autos tanto el
documento inicial como su supuesta ratificación” (Corchetes de esta
Corte).
Que “[l]uego de una sarta de mentiras y manipulaciones, el experto en
materia expropiatoria, acusa una supuesta, incierta y mal sana perturbación
en su derecho a percibir honorarios derivado del contrato y hábilmente
indic[ó] un incumplimiento de [su] representada que le [permitiera]
accionar de conformidad con el procedimiento pautado en la Ley de
Abogados” (Corchetes de esta Corte).
Resaltó que “[…] el referido profesional del derecho dej[ó] en evidencia su
mala fe y su burda manipulación al no acompañar a su libelo de estimación
e intimación ni el contrato suscrito con [su] representada ni su posterior
ratificación. De igual forma no mencionó ni mucho menos acompañó a su
escrito las comunicaciones cruzadas entre su persona y [su] representada de
fechas 8, 9 y 13 de abril de 1999 […]” (Corchetes de esta Corte).
Que “[c]omo puede ahora pretender el profesional del Derecho Rafael
Ramírez Perdomo una intimación de Honorarios Profesionales de
Abogados cuando el hecho o condición a que se encuentran sujetos, por
haberlo así pactado con [su] representada, no se ha verificado, y mucho
más cuando él fue el redactor de dicho documento” (Corchetes de esta
Corte).
Que “[c]omo [pudo] Ramírez Perdomo engañar al Juzgado de
Sustanciación de la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, al
ocultarle maliciosamente hechos y documentos circunstanciales a la acción
intentada; no cabe la menor duda de que su actuación está dirigida a
satisfacer sus intereses mezquinos sin importar la majestad de la justicia y
el imperio de la Ley” (Corchetes de esta Corte).
Destacó que “[…] la razón fundamental de haber nombrado [su]
representada al profesional del derecho ALFREDO MANINAT como
apoderado en juicio, fue como consecuencia de la desobediencia manifiesta
por parte del abogado RAMÍREZ PERDOMO de las expresas instrucciones
giradas por [su] representada, y no como pretend[ió] hacer ver [al] Juzgado
por una falta de consideración y respeto a sus catorce (14) años de
actividad profesional” (Corchetes de esta Corte y mayúsculas del original).
Finalmente, solicitó que se “[…] DECLARE SIN LUGAR EN TODAS Y
CADA UNA DE SUS PARTES la acción intentada en contra de [su]
representada con expresa condenatoria en costas a la parte accionante,
calculadas éstas sobre el monto en que estimó su acción” (Corchetes de
esta Corte y mayúsculas del original).
Asimismo, “[negó] y rechaz[ó] el derecho a reclamar y percibir Honorarios
Profesionales al precitado abogado en virtud de existir una condición o
plazo pendiente que hacen improcedente la acción propuesta, de igual
forma [negó] y rechaz[ó] que [su] representada adeude la cantidad de
QUINIENTOS CINCUENTA Y CUATRO MILLONES CIENTO
CUARENTA Y SEIS MIL CUETROCIENTOS BOLÍVARES (Bs.
554.146.400,00) y mucho menos que le sea aplicada la indexación a dicha
cantidad” (Corchetes de esta Corte y mayúsculas del original).
III
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR.
Evidencia esta Corte Segunda de lo Contencioso Administrativo que la
presente causa se corresponde con la estimación e intimación de honorarios
profesionales realizada por del abogado Pedro Ramírez Perdomo contra la
sociedad mercantil Karmaty, C.A, derivados de un contrato previamente
suscrito, dicho lo anterior, este Órgano Jurisdiccional pasa a estudiar tal
demanda que fue ejercida en fecha 7de marzo de 2001 por el abogado
precitado, para lo cual es necesario dilucidar sobre su competencia para
conocer del asunto y a tal efecto observa:
De la competencia.
Debe esta Corte primeramente analizar su competencia para el
conocimiento de la demanda de intimación de honorarios profesionales
interpuesta por al Abogado Pedro Ramírez Perdomo contra la empresa
Karmaty, C.A, para lo cual observa que de la revisión de las actas que
conforman el presente expediente se desprende la existencia de un contrato
de servicios y honorarios profesionales suscrito por las partes con motivo
de un juicio de expropiación por causa de utilidad pública iniciado por la
República y del cual fueron objeto una serie de terrenos pertenecientes a tal
empresa.
De este modo, es necesario indicar que el artículo 23 del Reglamento de la
Ley de Abogados, estableció el procedimiento y la jurisdicción idóneos
para el cobro de honorarios profesionales pactados contractualmente, así,
los juicios de intimación de honorarios causados por actuaciones de los
Abogados se ventilaban por medio del procedimiento ordinario en
jurisdicción civil.
Por decisión de fecha 27 de mayo de 1980 emanada de la antigua Corte
Suprema de Justicia en Sala Plena, tal disposición fue anulada por razones
de inconstitucionalidad, excluyendo la vía del juicio ordinario para ventilar
el cobro de honorarios pactados por vía contractual, fuesen estos judiciales
o extrajudiciales; Al respecto, la Sala de Casación Civil del Tribunal
Supremo de Justicia, mediante Sentencia Nº 04202, caso: Federico Prieto
Paredes vs Estacionamiento Concordia S.R.L, dejó sentado lo siguiente:
“[...] Ahora bien, anulado como fue el día 27 de mayo de 1980 por esta
Corte Suprema de Justicia, por razones de inconstitucionalidad, el artículo
23 del Reglamento de la Ley de Abogados..., quedan solamente dos vías
para el cobro de honorarios de abogados como son las previstas en el
artículo 22 de la Ley de abogados, cuyo texto reza: ‘El ejercicio de la
profesión da derecho al abogado a percibir honorarios por los trabajos
judiciales y extrajudiciales que realice, salvo en los casos previstos en las
leyes’. ‘Cuando exista inconformidad entre el abogado y su cliente, en
cuanto al monto de honorarios por servicio profesionales extrajudiciales, la
controversia se resuelve por la vía del juicio breve y ante el Tribunal
competente por la cuantía'... ‘La reclamación que surja en juicio
contencioso acerca del derecho a cobrar honorarios por parte del abogado,
será sustanciada y decidida de conformidad con lo establecido en el artículo
386 del Código de Procedimiento Civil y, la relación de la incidencia, si
surgiere, no excederá de diez audiencias...' La primera de dichas vías se
refiere al cobro de honorarios extrajudiciales – sin distinción de que
hubieren o no sido estipulados mediante contrato– según los términos de
dicha sentencia anulatoria, y en tal supuesto la Ley ordena que la
controversia se resuelva por los trámites del juicio breve [...]" (Subrayado y
resaltado de esta Corte).
Se colige de lo anterior, que los juicios de intimación de honorarios
profesionales convenidos contractualmente se rigen por las disposiciones
contenidas en el artículo 22 de la Ley de Abogados, de este modo la vía
para el cobro de honorarios profesionales extrajudiciales es la del
procedimiento breve y ante la jurisdicción civil.
Ahora bien, al haber sido anulado el antiguo artículo 23 de La Ley de
Abogados, se creó un vacio en cuanto al procedimiento a instarse cuando
exista un contrato de honorarios judiciales, pues el artículo 22 de tal ley
estableció la vía para el cobro de honorarios extrajudiciales pactados
contractualmente de manera tácita o expresa
Igualmente, estableció la sentencia Nº 39, de fecha 21 de septiembre de
2000, emanada de la Sala de Casación Civil del Máximo Tribunal, caso
Joel Albornoz Jaramillo contra el Banco Ítalo Americano:
“Respecto al cobro de honorarios, cuando media contrato entre las partes,
establecía el Reglamento de la Ley de Abogados, lo siguiente:
Artículo 23: Se resolverán por la vía del juicio ordinario todas las
cuestiones que se susciten entre el abogado y su cliente sobre honorarios
judiciales o extrajudiciales, cuando éstos hayan ido previamente
estipulados mediante contrato.
Esta disposición reglamentaria, referente a los honorarios estipulados
mediante contrato fue anulada por sentencia de fecha 23 de mayo de 1980
de la Corte Suprema de Justicia en Pleno, la cual expresó:
La Corte considera que de la lectura de dicho precepto legal se desprende
evidentemente que el juicio breve es el indicado para la tramitación y
decisión de la discusión del cobro de honorarios extrajudiciales resultantes
de contrato expreso o tácito, ya tenga su origen en el monto de los mismos
por existir inconformidad entre las partes o en el derecho mismo a
cobrarlos, o sea, sobre la eficacia del contrato que los causó, por lo que en
el art. 23 del mencionado Reglamento, al ordenar el juicio ordinario para el
cobro de los honorarios extrajudiciales estipulados en contrato previo, se
crea una regulación que, no sólo invade la competencia del Congreso
Nacional en la materia de legislación procesal judicial, sino que también
contraria, desacatando su espíritu y razón, la norma legal que crea el juicio
breve para el cobro de los honorarios extrajudiciales sin distinción alguna."
Dicha decisión recayó sobre el cobro de honorarios extrajudiciales, pero
declaró la nulidad de la disposición en cuestión, con efectos erga omnes,
con el resultado de que en la actualidad no existe un procedimiento
diferente para el cobro de honorarios cuando media contrato entre las
partes; por tanto, las únicas disposiciones al respecto son las previsiones
del artículo 22 de la Ley de Abogados que se transcriben a continuación
[…]”
Tal decisión, citando el fallo emitido por la Sala Plena de este máximo
tribunal, estableció que es el juicio breve el procedimiento a instarse para el
cobro de honorarios extrajudiciales pactados contractualmente sea que se
trate de discusiones sobre el derecho a cobrar tales honorarios o exista
inconformidad en el monto pautado, esto en virtud de la nulidad de la
disposición contenida en el artículo 23 de la Ley de Abogados que a
criterio del Máximo tribunal invadió la competencia del antiguo Congreso
Nacional en materia de legislación procesal judicial, se determinó
igualmente que no existe procedimiento pautado para el cobro de
honorarios judiciales contractuales
Ahora bien, señaló sentencia de Sala Constitucional, de fecha 04 de abril de
2011, caso José R. Díaz y otros Acción de amparo, lo siguiente:
“[…]Además, el tribunal a quo constitucional precisó que ante el Juzgado
26 de Primera Instancia de Control se incoó una reclamación de honorarios
pactados contractualmente, situación que se rige por el artículo 22 de la ley
(sic) de Abogados y no por el artículo 23 de su Reglamento en razón de que
esta norma fue anulada por sentencia de la Sala Plena de la Antigua Corte
Suprema de Justicia del 27 de mayo de 1980 que estableció que los
honorarios contractuales deben ser controvertidos mediante interposición
de demanda por cobro de bolívares, ya que ‘lo contrario sería admitir que el
monto de los honorarios convenidos contractualmente no tendrían ningún
efecto, ya que en el supuesto negado de que los honorarios pactados fueren
estimables e intimables en los mismos términos que los honorarios no
pactados, se pudiera someter al Tribunal de Retasa un monto superior al
convenido, contradiciendo el principio de la obligatoriedad de los contratos
consagrado en el artículo 1159 del Código Civil’. En consecuencia, el
procedimiento para tal cobro es el del juicio breve, por ante (sic) la
jurisdicción civil de acuerdo con la cuantía, y no por la vía de una
intimación incidental como en este caso se ha tramitado incorrectamente en
contradicción con la sentencia de Sala Plena antes señalada que resulta
vinculante y de obligatorio acatamiento”. En tal sentido, dicho juzgado
colegiado ordenó la nulidad absoluta de todo lo actuado en el
procedimiento de intimación a que se refiere esta acción de amparo a los
fines de que la parte interesada proponga su acción de cobro judicial por
sus actuaciones profesionales ante los tribunales civiles correspondientes.
(…Omisis…)
De modo que, conforme al criterio asentado en la anterior decisión, la cual
esta Sala hace suya, se precisa que, en el caso de que un abogado demande
sus honorarios profesionales basados en un contrato pactado con su cliente
con anterioridad a la actuación que deba realizar, el procedimiento que
debe seguirse para dirimir el cumplimiento o no de ese contrato es el juicio
breve (el cual debe ser conocido por un Tribunal con competencia civil),
conforme a lo señalado en el artículo 22 de la Ley de Abogados, que
prescribe:
[…omisis…]
En efecto, esta Sala observa que lo que se ventila en las demandas de
honorarios profesionales previamente pactados a través de un contrato
necesariamente tiene relación con la materia civil, esto es, con las reglas
concernientes al cumplimiento o no del contrato, su resolución, entre otros
aspectos, por lo que la solución judicial de esos conflictos contractuales le
corresponde únicamente a un “Tribunal Civil competente por la cuantía”.
[Destacado del original] [Subrayado de la Corte]
De los anteriores criterios jurisprudenciales se desprende, que cuando
exista un contrato de prestación de servicios en el cual se convengan de
alguna manera honorarios judiciales o extrajudiciales, las discusiones que
eventualmente pudieren surgir en cuanto a estos se resolverán siempre
tomando en consideración los términos de tal contrato, pues el mismo
según lo preceptuado en el artículo 1159 del Código Civil es ley entre las
partes, ello significa que relacionándose la materia referente a la existencia,
cumplimiento o resolución de contratos con la jurisdicción civil, la solución
judicial para este tipo de controversias corresponde de manera excluyente
al Tribunal Civil que sea competente por la materia; Al respecto, preceptúa
el Código de Procedimiento Civil, en su artículo 28:
“la competencia por la materia se determina por la naturaleza de la cuestión
que se discute, y por las disposiciones legales que la regulan”
Por otro lado, se hace necesario para este Órgano Jurisdiccional resaltar
que la competencia constituye un presupuesto de validez de la relación
jurídico procesal y la misma implica que entre el cúmulo de Jueces y
tribunales que se encuentren en un territorio Jurisdiccional, sólo es uno
dentro de ese conglomerado el que por ley tendrá atribuido Con preferencia
o exclusión de los demás, de determinada controversia.
En este sentido, la Sala Constitucional del Máximo Tribunal, en sentencia
Nº 144 de fecha 24 de marzo de 2000, expediente Nº 00-0056, (caso:
Universidad Pedagógica Experimental Libertador), estableció:
(…) Los jueces a quienes la ley ha facultado para juzgar a las personas en
los asuntos correspondientes a las actividades que legalmente pueden
conocer, son los jueces naturales, de quienes se supone conocimientos
particulares sobre las materias que juzgan, siendo esta característica, la de
la idoneidad del juez, la que exige el artículo 255 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (…).
Para evitar un caos, y ordenar la administración de justicia, hay reglas de
competencia que se consideran de orden público y son inderogables,
mientras que hay otras que no lo son. La competencia por la materia se
encuentra entre las primeras, mientras que las que determinan el territorio,
por ejemplo, están entre las segundas. El órgano que ejerce la jurisdicción,
en cuanto a la competencia por la materia, es por excelencia el juez natural
de las personas que tengan que ventilar litigios relativos a esas materias.
Como el ser juzgado por el juez natural es una garantía judicial, y un
elemento para que pueda existir el debido proceso, la abrogada
Constitución de 1961 en su artículo 69, así como la vigente en su artículo
49, consagran el derecho de las personas naturales o jurídicas de ser
juzgadas por dicho juez, quien además debe existir como órgano
jurisdiccional con anterioridad a los hechos litigiosos sin que pueda crearse
un órgano jurisdiccional para conocer únicamente dichos hechos después
de ocurridos. El citado artículo 49 de la vigente Constitución es claro al
respecto: En su numeral 4, reza:
Artículo 49: El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales
y administrativas y, en consecuencia:
(Omissis)

Esta garantía judicial es una de las claves de la convivencia social y por


ello confluyen en ella la condición de derecho humano de jerarquía
constitucional y de disposición de orden público, entendido el orden
público como un valor destinado a mantener la armonía necesaria y básica
para el desarrollo e integración de la sociedad. Dada su importancia, no es
concebible que sobre ella existan pactos válidos de las partes, ni que los
Tribunales al resolver conflictos atribuyan a jueces diversos al natural, el
conocimiento de una causa. El convenio expreso o tácito de las partes en
ese sentido, al igual que la decisión judicial que trastoque al juez natural,
constituyen infracciones constitucionales de orden público.” [Destacado y
subrayado de la Corte]
Cabe señalar que las normas que preceptúan la competencia por la materia
se constituyen como de orden público y detentan carácter absoluto y por
tanto son improrrogables y de imposible relajamiento por las partes, lo que
implica que también pueda ser revisada en cualquier estado y grado de la
causa.
Indicado lo anterior, esta Corte observa que la presente causa se
circunscribe a la demanda de intimación de honorarios interpuesta por el
ciudadano Pedro Ramírez Perdomo, actuando en su propio nombre y
representación, contra la sociedad mercantil Karmaty C.A, en virtud de la
existencia de un contrato de honorarios suscrito entre el mencionado
ciudadano y la referida empresa.
En este sentido, se expresó en líneas anteriores que las demandas de
estimación e intimación de honorarios pactados contractualmente de
acuerdo con la sentencia emanada de la Sala Plena de la Antigua Corte
Suprema de Justicia en concatenación con el criterio vinculante de la Sala
Constitucional, serán conocidas por el tribunal civil competente por su
cuantía, pues las partes deben atenerse a los términos de tal contrato. Esto
quiere decir que a la Jurisdicción Contencioso Administrativa no le está
dado el conocimiento de las controversias que surjan con relación a la
existencia o resolución de un contrato, sino a la Civil, por existir reglas que
preceptúan la competencia y en atención al principio constitucional del
Juez natural.
En conclusión, la naturaleza jurídica de las pretensiones es un elemento
determinante a la hora de atribuir competencia a ciertos órganos que
integran la estructura jurisdiccional; esta permite escoger dentro del
conglomerado de tribunales que diariamente efectúan la actividad
jurisdiccional al idóneo para conocer de las controversias que puedan
suscitarse, asegurando a los particulares el conocimiento adecuado de su
petición.
Sobre la base de las precedentes consideraciones, esta Corte Segunda de lo
Contencioso Administrativo DECLINA su COMPETENCIA en razón de la
materia en los Juzgados de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del
Transito del Área Metropolitana de Caracas. En consecuencia, remítase el
presente Expediente, en su oportunidad legal correspondiente con Oficio a
dichos Juzgados.-
IV
DECISIÓN
En virtud de las consideraciones que anteceden, esta Corte Segunda de lo
Contencioso Administrativo, administrando justicia en nombre de la
República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley declara:
1)- su INCOMPETENCIA para conocer del la demanda de Intimación de
honorarios interpuesta por el abogado PEDRO RAMIREZ PERDOMO,
plenamente identificado, Actuando en su propio nombre y representación
contra la sociedad mercantil KARMATY, C.A.
2)-DECLINA la competencia y ORDENA remitir el presente expediente a
los Juzgados de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Transito del
Área Metropolitana de Caracas
Publíquese, regístrese y notifíquese. Remítase el expediente. Déjese copia
de la presente decisión.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Sesiones de la Corte Segunda de lo
Contencioso Administrativo Accidental “B”, en la ciudad de Caracas, a los
nueve (9) días del mes de agosto de dos mil once (2011). Años 201º de la
Independencia y 152º de la Federación.
El Presidente,

EMILIO RAMOS GONZÁLEZ


El Vicepresidente,

ALEJANDRO SOTO VILLASMIL


Ponente
La Jueza,

ANABEL HERNÁNDEZ ROBLES.

La Secretaria Accidental,
MARGLY ELIZABETH ACEVEDO ARTEAGA.

Exp. Nº AP42-G -2001-024614


ASV/16/20
En fecha nueve (9) de agosto de dos mil once (2011), siendo la (s) 9:15 de
la mañana, se publicó y registró la anterior decisión bajo el Nº 2011- 00063.

Exp. 12.616 / 28

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


EN SU NOMBRE
JUZGADO CUARTO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA
CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA

PARTE DEMANDANTE: MARIA AGRIPINA GONZÁLEZ y MAYOLA GONZÁLEZ FERNÁNDEZ,


venezolanas, mayores de edad, Abogadas en ejercicio, titulares de las cédulas de identidad
Nros. V-8.504.727 y V-10.445.907, inscritas en el INPREABOGADO bajo los Nros. 60.533 y
60.639, y domiciliadas en esta Ciudad y Municipio Autónomo Maracaibo del Estado Zulia.
PARTE DEMANDADA: ELIZABETH PIRELA CASTILLO, venezolana, mayor de edad, titular de la
cédula de identidad Nro. V-5.834.456, y domiciliada en esta Ciudad y Municipio Autónomo
Maracaibo del Estado Zulia.

MOTIVO: ESTIMACIÓN E INTIMACIÓN DE HONORARIOS PROFESIONALES.


DECISIÓN: INADMISIBLE.

CARÁCTER: INTERLOCUTORIA CON FUERZA DE DEFINITIVA

Recibido. Désele entrada.

Visto el escrito presentado por las abogadas MARIA AGRIPINA GONZÁLEZ y MAYOLA
GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, por medio del cual demandan por ESTIMACIÓN E INTIMACIÓN DE
HONORARIOS PROFESIONALES a la ciudadana ELIZABETH PIRELA CASTILLO, este Juzgador
considera oportuno establecer que el ejercicio del derecho constituye para el abogado
litigante un medio de vida que lo ayuda, si así lo decide, a obtener ingresos monetarios, es
decir, que la asistencia jurídica, la representación judicial o cualquier forma de ejercicio del
derecho, da potestad al abogado a percibir honorarios profesionales que pudieren devenir de
ello, a menos que expresamente haya pactado lo contrario.

Dicha concepción se encuentra avalada por sentencia No. 449, de fecha 27 de Marzo de 2001,
emanada de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, que estableció
textualmente: “Finalmente considera la Sala, que el ejercicio de la profesión de abogado tiene
un carácter eminentemente oneroso, salvo que las partes dispongan expresamente lo
contrario; es por ello que la Ley de Abogados les otorga expresamente, el derecho a percibir
honorarios profesionales causados por los trabajos judiciales o extrajudiciales…”

Por lo que, establecido el derecho que pudiere tener un abogado a percibir un pago por sus
servicios, resulta conveniente para esta Jurisdicente efectuar algunas puntualizaciones sobre el
cobro de honorarios profesionales y al efecto señala:

La Ley de Abogados en sus Artículos 22, 23, 24 y 25 y el Código de Procedimiento Civil en sus
artículos 167 y 648, establecen el derecho que tiene el abogado de percibir honorarios
profesionales por los trabajos que realice.

En este sentido, el artículo 22 de la Ley de Abogados contiene la regulación y el procedimiento


judicial para el cobro de los honorarios profesionales causados por actividades extrajudiciales y
judiciales.
En efecto, el artículo 22 ejusdem expone lo siguiente:
"El ejercicio de la profesión da derecho al abogado a percibir honorarios por los trabajos
judiciales y extra judiciales que realice, salvo en los casos previstos en las Leyes.
Cuando exista inconformidad entre el abogado y su cliente en cuanto al monto de honorarios
por servicios profesionales extra judiciales, la controversia se resolverá por la vía del juicio
breve y ante el Tribunal Civil competente por la cuantía. La parte demandada podrá acogerse
al derecho de retasa en el acto de la contestación de la demanda.
La reclamación que surja en juicio contencioso acerca del derecho a cobrar honorarios por
parte del abogado, será sustanciada y decidida de conformidad con lo establecido en el
artículo 386 del Código de Procedimiento Civil y, la relación de la incidencia, si surgiere, no
excederá de diez audiencias".

Siguiendo la doctrina de la Sala de Casación Civil, el artículo referido ut supra, lleva a


establecer de manera clara que:
"...la reclamación por concepto de honorarios profesionales extrajudiciales, será resuelta por
vía del juicio breve. Sin embargo, en lo atinente a la reclamación surgida en juicio contencioso
no existe una remisión expresa, a un procedimiento propio, sino que lo vincula y concentra al
juicio contencioso donde se genera la actuación del profesional del derecho.
…Cuatro posibles situaciones que pueden presentarse y que, de seguro, motivan trámites de
sustanciación disímiles, a saber: 1) cuando, el juicio en el cual se pretende demandar los
honorarios profesionales causados, se encuentre en primera instancia; 2) cuando, se haya
ejercido el derecho subjetivo procesal de apelación, y éste fue oído en el efecto devolutivo, es
decir, el expediente se encuentra aún en el tribunal de cognición y, a la alzada, se remiten
copias certificadas; 3) cuando, el recurso de apelación se haya oído en ambos efectos, motivo
por el cual el juzgado de primera instancia ha perdido la jurisdicción con respecto a ese
procedimiento y, 4) cuando, el juicio haya quedado definitivamente firme". (Exp.N°.AA20-C-
2001-000702. En: www.tsj.gov.ve)

Igualmente, la misma Sala, mediante sentencia de fecha 27 de febrero de 2003, No. 0063, Exp.
01-0875, estableció el siguiente criterio:
“…dependiendo del tipo de trabajo que realizó el abogado se determinará el procedimiento a
seguir para exigir el pago de los honorarios que se pretendan por el ejercicio de la profesión.
Asi (sic), si el reclamo es por los servicios extrajudiciales, la controversia se deberá seguir por el
juicio breve y si es por cuestiones judiciales, el proceso a seguir será el de intimación.”
En este sentido, la Sala en sentencia N° 67 de fecha 5 de abril del 2001, caso Ada Bonnie
Fuenmayor Viana c/ Banco República C.A., Exp. Nº 00-081, dejó establecido lo siguiente:
“...En cuanto a la acción de cobro de honorarios profesionales, existen dos posibilidades: uno
cuando los mismos se hayan generado por actuaciones judiciales dentro de un proceso
contencioso y ante un órgano judicial, y; otra cuando los mismos sean el resultado del ejercicio
de la profesión ante cualquier otro ente cuya naturaleza jurídica difiera de la jurisdiccional. En
este sentido, la Ley de Abogados, en su artículo 22, ha permitido esta distinción al señalar ‘El
ejercicio de la profesión da derecho al abogado a percibir honorarios por los trabajos judiciales
y extrajudiciales que realice...’.

En el caso de autos, los honorarios profesionales fueron demandados, solicitando la intimación


de la demandada por pieza autónoma del mismo juicio principal, y de la lectura del escrito
libelar se evidencia que algunas de las actuaciones que se pretenden intimar son de carácter
extrajudicial (numerales 1° y 2°), realizadas por las antes identificadas actoras, en uso de sus
facultades como profesionales del derecho, pero que no fueron realizadas dentro del presente
proceso contencioso ni ante este órgano jurisdiccional ni ante uno otro cualquiera que
estuviere relacionado con el presente litigio, por lo que constituyen actuaciones
extrajudiciales, lo cual significa que en caso de pretenderse su cobro, debe demandarse por el
procedimiento breve contenido en el artículo 881 del Código de Procedimiento Civil, de
conformidad con lo establecido en el segundo aparte del artículo 22 de la Ley de Abogados; y
por otro lado, se constata igualmente de la revisión del escrito libelar, que también fueron
pretendidas en intimación el cobro de actuaciones judiciales realizadas dentro del presente
juicio para su desenvolvimiento, y que estas deben ser demandadas por su pretensor
mediante el procedimiento por intimación e intimación de honorarios establecidos en el
primer aparte del artículo 22 de la Ley de Abogados, en concatenación con el 607 del Código
de Procedimiento Civil.

En este sentido, la Sala de Casación Social en sentencia No. 137 del día 12 de junio de 2001,
Exp, 00252, estableció lo siguiente:
Esta Sala en efecto, al examinar las actas procesales observa que el escrito introductorio de la
pretensión de estimación e intimación de honorarios profesionales contiene en su mayoría
actuaciones judiciales, las cuales por su naturaleza tienen un tratamiento distinto a la acción
incoada para el cobro de honorarios profesionales derivados de actuaciones extrajudiciales, y
se aprecia además que el modo como se intentó la acción es el contemplado para reclamar el
cobro de honorarios derivados de este tipo de actuaciones, a saber, como una incidencia en el
juicio en el que se causaron. Ahora bien, el artículo 22 de la Ley de Abogados, regula en forma
diferente el camino procesal y el acceso de los abogados a los órganos jurisdiccionales para
tramitar el cobro de los honorarios profesionales a que tienen derecho por sus diferentes
gestiones....(omissis)... Por otra parte, para exigir judicialmente el cobro de honorarios
profesionales por razón de actuaciones de abogado realizadas extra juicio, debe interponerse
demanda que cumpla con los requisitos del artículo 340 del Código de Procedimiento Civil, con
arreglo a lo que disponen las normas del juicio breve, establecidas en el artículo 881 del Código
de Procedimiento Civil. Los referidos procedimientos judiciales que establece la Ley, son
incompatibles entre sí, por lo que existe prohibición legal de acumular ambas pretensiones, de
conformidad con lo establecido en el artículo 78 del Código de Procedimiento Civil.

Así las cosas, siendo que los honorarios profesionales que fueron señalados en el escrito libelar
corresponden a actuaciones tanto judiciales como extrajudiciales, los cuales deben ser
reclamados mediante procedimientos distintos, en virtud de que en el caso de los honorarios
judiciales, su estimación e intimación debe sustanciarse a través del procedimiento especial
establecido en el artículo 607 del Código de Procedimiento Civil, y en el caso de tratarse de
honorarios extrajudiciales, su reclamación debe sustanciarse mediante el juicio breve
establecido en los artículos 881 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, tal como lo
establece el mencionado artículo 22 de la Ley de Abogados, debe entonces, verificarse su
procedencia, a la luz de los artículos 78 y 341 del Código de Procedimiento Civil, que
establecen:
Artículo 78 “No podrán acumularse en el mismo libelo pretensiones que se excluyan
mutuamente o que sean contrarias entre sí; ni las que por razón de la materia no
correspondan al conocimiento del mismo Tribunal; ni aquellas cuyos procedimientos sean
incompatibles entre sí.
Sin embargo, podrán acumularse en un mismo libelo dos o más pretensiones incompatibles
para que sean resueltas una como subsidiaria de otra siempre que sus respectivos
procedimientos no sean incompatibles entre sí.”

Artículo 341 “Presentada la demanda, el Tribunal la admitirá si no es contraria al orden


público, a las buenas costumbres o a alguna disposición expresa de la Ley. En caso contrario,
negará su admisión expresando los motivos de la negativa. Del auto del Tribunal que niegue la
admisión de la demanda, se oirá apelación inmediatamente, en ambos efectos.”

Igualmente, sobre este punto de la naturaleza de los honorarios profesionales de los


abogados, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia No. 1392 de
fecha 28 de Junio de 2005, dejó asentado el siguiente razonamiento:
“De lo anterior se deriva entonces, que cuando se pretenda el cobro de honorarios
profesionales derivados de actuaciones judiciales, se debe interponer mediante diligencia o
escrito presentado ante el Tribunal, agregados al expediente del juicio donde se realizaron las
actuaciones que los causaron; seguidamente se inicia una primera etapa que va destinada al
establecimiento del derecho al cobro de dichos honorarios profesionales por quien los
reclama, la cual debe decidir el órgano jurisdiccional conforme a lo previsto en el artículo 607
eiusdem (antes, artículo 386 del derogado).
(…)
Cuando el cobro de honorarios profesionales sea derivados de actuaciones extrajudiciales, éste
se tramitará por el procedimiento del juicio breve conforme al artículo 881 del Código de
Procedimiento Civil.
Siendo así se concluye entonces, que ante la existencia de procedimientos disímiles para
tramitar el cobro de honorarios profesionales derivados tanto de actuaciones judiciales como
extrajudiciales, la acumulación de los mismos resulta prohibida en derecho, lo cual no fue
observado por el juez de la causa al momento de admitir la pretensión de estimación e
intimación de honorarios profesionales incoada por el abogado Vicente Calderón Terán en
contra del ciudadano Carlos Pinzón La Rotta -parte agraviada-, lo cual tal como se evidencia de
autos, fuera advertido por éste en el referido procedimiento.”

Así las cosas, establecida como ha sido la diferencia entre los procedimientos a sustanciarse en
caso de reclamarse honorarios profesionales judiciales o extrajudiciales, y por cuanto de la
lectura del libelo de la demanda se desprende que las actuaciones allí reclamadas, versan,
algunas sobre actuaciones judiciales en el juicio principal contenido en el expediente 12.616 de
la nomenclatura interna, que consiste en una demanda de Partición de Herencia, y otras sobre
actuaciones extrajudiciales realizadas por la parte accionante ante otros entes distintos,
traduce esto una acumulación prohibida de causas, que a su vez, encuadra con lo
presupuestos de inadmisibilidad de la demanda, establecidos en el artículo 341 del Código de
Procedimiento Civil, ya que se está contrariando una disposición expresa de la ley; por lo que
resulta congruente para este Tribunal, en acogimiento a los artículos 78 y 341 del Código de
Procedimiento Civil y 22 de la Ley de Abogados, declarar la inadmisibilidad de la presente
demanda, por evidenciarse una acumulación prohibida de pretensiones con procedimientos
disímiles e incompatibles entre sí que no son susceptibles de ser llevados o sustanciados en el
mismo juicio, todo lo cual trae como consecuencia que debe declararse Inadmisible en
derecho la presente causa, lo cual quedará establecido en la parte dispositiva del presente
fallo. ASI SE DECIDE.-

DECISIÓN
En consecuencia, en vista de los argumentos de hecho y de derecho antes expuestos, este
Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Transito de la Circunscripción
Judicial del Estado Zulia, declara INADMISIBLE la presente demanda que por ESTIMACIÓN E
INTIMACIÓN DE HONORARIOS PROFESIONALES, incoaren las Abogadas MARIA AGRIPINA
GONZÁLEZ y MAYOLA GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, contra la ciudadana ELIZABETH PIRELA
CASTILLO, antes identificadas. ASI SE DECIDE.-
No hay condenatoria en costas.-
Déjese por secretaría copia certificada del presente fallo.
REGÍSTRESE y PUBLÍQUESE
Dada, firmada y sellada en la sala del Despacho del Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, a los ocho (08) días
del mes de marzo de 2.012. Años 201º de la Independencia y 153º de la Federación.
EL JUEZ

Abg. CARLOS EDUARDO MARQUEZ CAMACHO


LA SECRETARIA

Abog. MARIA ROSA ARRIETA FINOL

En la misma fecha, siendo las diez de la mañana (10:00am) se dictó y publicó el fallo que
antecede, quedando anotado bajo el No.______.-

La Secretaria

CEMC/MRAF/28
Exp. 12.616

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