Dioses Griegos

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 5

Deidades primordiales de la mitología griega

(Redirigido desde «Dioses primordiales de la mitología griega»)

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
En las cosmogonías y teogonías de la mitología griega aparece una serie variable
de entidades o deidades primordiales que existieron en los inicios del mundo,
generalmente identificadas con elementos o principios naturales.

Fuentes mitológicas y filosóficas[editar]


Los mitos cosmogónicos eran habituales en el Oriente Próximo desde el III milenio
a. C.. Con el auge de su civilización, los poetas griegos comenzaron a adoptar
estos mitos. Los primeros intentos se aprecian en la Ilíada de Homero, en un
pasaje del canto XIV en el que Hera dice que quiere reconciliar «a Océano, padre
de los dioses, y a la madre Tetis», reminiscencia del mito babilónico
de Apsu y Tiamat recogido en el Enûma Elish.2 La idea del agua como elemento
primordial prefigura a Ferécides de Siros y a Tales de Mileto.3
La cosmología órfica intenta llenar el abismo entre un Caos vacío y el mundo
visible con un relato distinto, según el cual al principio de todo estaban Caos, la
noche (Nix) y Erebos. Nix habría puesto un huevo, del que surgió Eros, que en
otros relatos es denominado Fanes, Protogonos (el «primer nacido»)4 y conocido
además como Metis y Erikapaios o Erikepaios), pero se trata del mismo padre (o
madre, dado que en algunas versiones se lo describe como hermafrodita) de una
gran cantidad de generaciones de dioses.5 De hecho, la fuente más antigua que
se conserva, la comedia Las aves de Aristófanes, solo habla de Eros (no de
Fanes) para referirse al nacido del huevo originario de Nix. 6 Nix (Noche) es
también mencionada como primer principio por muchos poetas y filósofos griegos.
En el orfismo temprano, Noche es la madre del Cielo; la colección imperial
de Himnos órficos, tras dos himnos introductorios, comienza con un himno a
Noche; es el primer elemento para Museo y, junto con el Aire, para Epiménides.7
Para el filólogo clásico Herbert Jennings Rose, mientras Homero organiza a los
dioses a la manera en que se haría con un clan humano, Hesíodo presenta una
cosmogonía de entidades primigenias que solo luego se van enlazando
genealógicamente.5 Para encontrar una genealogía completa y propia hay que
recurrir a la Teogonía de Hesíodo,8 que es tanto una cosmogonía como una
teogonía, y puede considerarse la tradición mitológica griega más fundamental,
punto de partida para los desarrollos posteriores. 9 Un ejemplo de la manera en
que la especulación ulterior se apodera de la narración hesiódica se ha señalado
en Las metamorfosis de Ovidio, donde Caos se presenta como una mezcla
completamente informe de los elementos o de las propiedades esenciales de la
materia, tales como duro y blando, pesado y liviano, etc. 5

Teogonía y cosmogonía hesiódicas[editar]


No hay una clasificación o definición estricta de las entidades o divinidades
primordiales griegas. Algunos autores consideran cuatro primeras entidades o
elementos primordiales: Caos, Gea, Tártaro y Eros.1011Jan N. Bremmer habla de
Urano (el cielo), Ourea (las montañas) y Pontos (el mar), una primera generación
de descendientes concebidos sin relación sexual debido a su estatus primordial. 12
Otros, como C. Scott Littleton en Gods, Goddesses, And Mythology, hablan de una
«segunda generación de deidades primordiales», los hijos de la «pareja
primordial» representada por Urano y Gaia: titanes, hecatónquiros, cíclopes...131415
Los cuatro primordiales[editar]
Tras un himno introductorio a manera de proemio en el que canta a las musas,
comienza la Teogonía propiamente. «En primer lugar existió el Caos», primera de
las entidades primordiales,9 y luego surgieron «Gea la de amplio pecho», «el
tenebroso Tártaro» y «Eros, el más hermoso entre los dioses inmortales». 8Aunque
frecuentemente se asume que Gea, Tártaro y Eros descienden de Caos, esto no
se corresponde ni está implicado en el texto de Hesíodo, que los presenta como
realidades primarias como Caos que llegaron a la existencia independientemente.
Como Gea, Caos forma posteriormente una familia propia a partir de dos
descendientes que sí nacen de ella.16
Caos[editar]
Rose analiza que aquella afirmación central de Hesíodo de que al comienzo de
todas las cosas era Caos (χάος) es una expresión que ha dejado para toda la
filosofía ulterior un espacio muy amplio para la interpretación y la especulación. 5La
palabra «caos» no tenía para los griegos un significado que apunte a ninguna de
las connotaciones actuales de desorden o confusión. 17Aunque la palabra parece
significar originalmente «vacío» o «espacio», 18seguramente no designa
simplemente un espacio vacío, dado que resulta muy improbable que los griegos
hayan supuesto que al comienzo había «nada». Pero Hesíodo tampoco dice que
Caos estaba allí siempre (desde toda la eternidad), sino que prefiere usar la
palabra γένετο, para señalar su «génesis» o surgimiento. 5
En una revisión y actualización de la obra de Rose, Robin Hard agrega la idea de
que aunque Caos signifique literalmente «amplio vacío» denota algo más que el
mero espacio vacío, principalmente por tratarse de una característica primordial
del universo. Esta «realidad turbia» apareció en las genealogías subsiguientes
como la fuente primaria de lo oscuro y lo negativo en el mundo. Hard destaca
además que Hesíodo se imagina a Caos como algo sólido, al menos lo
suficientemente compacto como para ser afectado por el calor del rayo de Zeus.
Por lo demás, Caos no desaparece, sino que continúa ocupando un lugar, una
ubicación espacial, cuando ya está finalizada la construcción del universo: en un
pasaje posterior se le sitúa entre Gea y Tártaro, la zona más profunda del
inframundo.8Aunque Caos es en griego un sustantivo de género neutro, es tratada
en los relatos como hombre cuando se presenta como una deidad. 17
Gea[editar]
Aun siendo una figura importante en su mitología, Gea no fue particularmente
honrada en el culto de la antigua Grecia. Su rol primordial la diferenciaba
aparentemente de los posteriores dioses olímpicos, con personalidades mucho
más desarrolladas.19 Le fueron dedicados templos en varios lugares de Grecia,
incluyendo uno en la ladera sur de la Acrópolis ateniense (honrada como Ge
Kourotrophos) y otro en Esparta, compartido con Zeus Agoraios. Aunque actúa en
los mitos como una persona y a veces se la muestra en obras de arte surgiendo
del suelo en forma humana, no puede decirse que se trate de una deidad
completamente antropomórfica por su inmediata y directa identificación con la
tierra como elemento físico y natural. 20
Tártaro[editar]
Como en los poemas homéricos, el Tártaro hesiódico es la más profunda región
del mundo, situada bajo el mismo Hades, a la misma distancia de este que la
Tierra del Cielo. Fue el lugar donde las sucesivas generaciones de dioses
encerraron a sus enemigos.21Aunque muchos autores lo mencionan en el inicio de
sus cosmogonías (Museo inicia su historia de la creación con él), otros autores
griegos como Platón o Aristóteles, ignoraron los versos de la Teogonía donde se
lo menciona. Martin West piensa que es posible que fuera insertado como una
idea de último momento: ubicar el Tártaro en los inicios sería comprensible en una
teogonía como la hesiódica, en la que el mundo se construye de abajo arriba. 19
Cuando Tártaro es personificado se le considera padre de hijos siniestros,
como Tifón (en la Teogonía, hijo de Gea y Tártaro) o, en fuentes posteriores,
de Equidna y Tánatos (la muerte).16
Eros[editar]
El Eros hesiódico es primordial, su acción es universal y previa a la distinción de
sexos. Personifica la pasión, el anhelo amoroso y total y su existencia permite que
los seres primigenios creen nuevos seres sin unión sexual. 22El papel de Eros es
una invención destacable de Hesíodo, sin paralelo en las historias de la creación
de Oriente próximo, posiblemente derivado de la posición de Poto en la
cosmología fenicia.1923 Hesíodo fue seguido solo por
el mitógrafo argeo Acusilao (siglo V a. C.) en no atribuir padres a Eros. Autores
posteriores le atribuyeron diferentes padres, pero dichas variaciones indican la
ausencia de una tradición autorizada al respecto. 19
Primera generación de deidades primordiales[editar]
El siguiente estadio en el desarrollo del universo comienza cuando Caos y Gea
generan nuevos seres sin contacto con pareja masculina. 16
La familia de Caos[editar]
De Caos nacieron posteriormente Érebo (la oscuridad) y Nix (la noche).8Nix
concibió con su hermano Érebo a Éter (luminosidad) y Hemera (el día), para lo
cual Hesíodo cambió el género gramatical de Érebo de neutro a masculino. 12Nix
es mucho más importante que su hermano porque, además de los dos hijos que
tuvo con él, es la fundadora de la rama principal de la familia de Caos, al generar
una serie de hijos por sí misma, en su mayoría personificaciones de las fuerzas
oscuras, destructivas y
negativas:16 Moros (Destino), Ker (Perdición), Tánatos (Muerte), Hipnos (Sueño), 
Geras (Vejez), Ezis (Dolor), Apate (Engaño), Némesis (Venganza), Eris (Discordia)
, Filotes (Amistad, Ternura), Momo (Burla), las Hespérides (Hijas de la Tarde),
los Oniros (los Sueños), las Keres (Espíritus de la destrucción y muerte) y
las Moiras (Hados), correspondiéndose estas dos últimas con Ker y Moros
respectivamente.4
La familia de Gea[editar]
De Gea surgió el «estrellado Urano», el cielo. En una simetría típica de las
cosmologías griegas, el cielo es un igual respecto a la tierra y tiene «sus mismas
proporciones, para que la contuviera por todas partes y poder ser así sede
siempre segura para los felices dioses»; en la Ilíada y la Odisea es llamado
«bronce» y «hierro» respectivamente, y parece representar un techo sólido, plano
y paralelo a la tierra. También surgieron de Gea los Ourea (las montañas, morada
de las ninfas) y Pontos, el mar, « sin mediar el grato comercio». Con el nacimiento
del mar finalizan las «concepciones inmaculadas» de los hijos de Gea, la tierra;
quizás su estatus «primordial» impedía que pudieran nacer de una relación
sexual.12Si la línea genealógica de Caos (a través de Nix) produjo toda una serie
de fuerzas negativas o dañinas, Gea fue la progenitora de todo lo positivo y
sustancial en el mundo: las características físicas del universo, las deidades que
presidían distintos aspectos de la naturaleza y todos los grandes dioses y diosas.
Gea fundó dos familias con sus dos hijos, la mayor a partir de su unión con Urano
y una menor con Pontos, constituida básicamente por divinidades marinas, ninfas
y seres de naturaleza monstruosa o grotesca que fueron posteriormente
desplazadas por las deidades del orden olímpico. 24
Segunda generación de deidades primordiales[editar]
La unión de Gea y Urano, de la tierra y el cielo, es un motivo mitológico muy
común, en el que la relación sexual es una metáfora de la naturaleza como
producto de dicha unión. De ella nacieron los titanes, que pese a ser conocidos
como un colectivo, son un grupo mezclado, solo unos pocos de los cuales
realmente adecuados para una cosmogonía, y Hesíodo tomó varios de ellos de
otros contextos. Entre ellos se encuentran Océano y Tetis, aunque no forman la
pareja cosmogónica mencionada por Homero. 12
...acostada con Urano, [Gea] alumbró a Océano de profundas corrientes, a Ceo, a Crío, a Hiperión,
a Jápeto, a Tea, a Rea, a Temis, a Mnemósine, a Febe de áurea corona y a la amable Tetis. Después
de ellos nació el más joven, Crono, de mente retorcida, el más terrible de los hijos y se llenó de un
intenso odio hacia su padre.

Además de los titanes, Gea alumbró a los cíclopes, gigantes de un solo ojo, que
fueron llamados Brontes (el que truena), Estéropes (el que da el rayo) y Arges (el
que brilla). También a los hecatónquiros, gigantes con cien brazos y cincuenta
cabezas de «fuerza inagotable y poderosa», llamados Briareo, Giges y Coto.25
Según Francisco Rodríguez Adrados, la genealogía hesiódica proporciona una
descripción del mundo y los elementos que lo componen, culminando en los
titanes, «que ya no son dioses "naturales".» 1 Con los titanes se inicia una
narración sobre el sucesivo dominio y destronamiento de soberanos divinos:
Urano es finalmente emasculado por su hijo, el titán Crono, quien a su vez será
posteriormente destronado por Zeus.
El primer mito propiamente hablando en la Teogonía es el que cuenta la disolución
de la unión entre Gea y Urano y el derrocamiento de este último, motivado por el
maltrato a su mujer e hijos. Urano odiaba a todos sus hijos y no les permitía
emerger a la luz, lo que causaba tanta angustia a Gea que finalmente esta les
instó a rebelarse contra él. Fue Crono, el benjamín de los titanes, el que armado
con una hoz que había preparado expresamente Gea emasculó a Urano cuando
se acercaba a su madre, permitiendo que sus hermanos salieran a la luz
finalmente. Crono lanzó los genitales de su padre al mar, donde la espuma se
reunió alrededor para generar a la diosa Afrodita Urania; algunas gotas de la
sangre de Urano cayeron sobre Gea, que concibió tres últimas series de hijos de
Urano: las erinias (personificación de la venganza), los gigantes y las melias.20La
separación de la pareja primordial Cielo-Tierra es un mito extendido en muy
diversas culturas; en el antiguo Egipto Shu, personificación del aire, se interpuso
entre Geb (el dios-Tierra) y Nut (la diosa-Cielo) para elevar a la segunda; mucho
más lejos de Grecia, en los mitos maoríes de Nueva Zelanda, la unión
entre Papa (Tierra femenina) y Rangi (Cielo masculino) era la primera fuente de
vida, que quedaba prisionera por el apretado abrazo de los dos amantes, hasta
que Tane, dios de los bosques, usó su cuerpo para separarlos. El mito hitita-
hurrita de Kumbarbi tiene tales paralelismos con la historia de Urano y Crono
como para sugerir que fuera conocido por el autor de la Teogonía. Hesíodo no
incidió en la elevación del cielo, centrándose sobre todo en las implicaciones
dinásticas del conflicto familiar.26
El significado de la palabra «titanes» es incierto, como lo es la cuestión de su
origen y de quiénes fueron los primeros en creer en ellos. Buena parte del
conocimiento elaborado sobre ellos es deducido de pocos y dudosos datos,
aunque puede darse por cierto que se trata de figuras tenidas por
extremadamente antiguas ya durante la Grecia histórica. La batalla de los titanes
contra los dioses olímpicos y la victoria de estos últimos, según Rose, es
posiblemente una reminiscencia del enfrentamiento entre una cultura previa y los
griegos.27

También podría gustarte