Ensayo Del El Manifiesto Comunista
Ensayo Del El Manifiesto Comunista
Ensayo Del El Manifiesto Comunista
Manifiesto comunista
KARL MARX Y FREDRICH ENGELS
ELIANA KETCHUM GONZALEZ
Este ensayo lo dividimos en los cuatros subtemas que se exponen en el manifiesto comunista,
abarcando todo aquello que defiende, por qué lo ampara, su procedencia histórica y su
respectiva argumentación a ser aplicado como forma de organización ideológica y política.
La obra comienza contextualizando y situando a nosotros como lectores en la situación en la
que se hallan: la Europa del siglo XIX donde el comunismo es entendido como fenómeno
contra el que se ha de luchar, pues es considerado enemigo común por las fuerzas de los
principales gobiernos europeos. Ello es reacción de ser considerado una potencia, lo que
queda comprobado con su exitosa difusión a través de este panfleto, fruto de la unión de las
más diversas nacionalidades
El manifiesto comunista.
El fantasma del comunismo, como lo llamaban en la vieja Europa. El poder de la antigua
Europa Se ha unido a la Santa Alianza para terminar con el fantasma del comunismo, el Papa
y el Zar, Metternich y Guizot, Radicales franceses y policía francesa Alemania. Sin acusación
de oposición alguna.
I. Burgueses y Proletarios
Comenzando con la historia del comunismo, la cual empieza como reacción a la vigente
lucha de clases producida con el inicio de la Revolución Industrial y lo que ello implica
(nuevos mercados, manufactura, clase media industrial y división del trabajo de cada taller),
donde la burguesía se corresponde con la clase opresora, y el proletariado con la oprimida.
De esta forma, la colonización americana, así como el comercio, navegación, industria, etc.
dan lugar al ascenso revolucionario de la burguesía como clase dominante y elemento
supletorio a la sociedad feudal, pues cada nueva etapa de la burguesía significa una nueva
etapa de progreso político, cuya única libertad es la ilimitada de comerciar. Esto último
propicia la importación y la exportación, así como el satisfacer necesidades nacionales e
internacionales creando una red de comercio internacional y relaciones de interdependencia
a través del imperialismo, obligando a instaurar la civilización, a hacer el mundo a su imagen
y semejanza. Asimismo, crea grandes ciudades: aglomera población, centraliza los medios
de producción y concentra en manos de unos cuantos la propiedad; lo que implica
centralización política, pues los territorios se asocian y refunden en una nación única, bajo
un Gobierno, una ley, un interés nacional de clase y una sola línea aduanera. Ello, acarrea
crisis comerciales en las que se destruyen productos y fuerzas productivas consecuencia de
la epidemia social de la superproducción y del exceso de la sociedad en cuanto a civilización,
recursos, industria y comercio. Para ello, previamente la burguesía le dio fin al feudalismo,
aunque lucha incesantemente contra: la aristocracia, sectores de la burguesía con intereses
que chocan con los progresos de la industria y la burguesía de los demás países. Sin embargo,
algunos burgueses y los intelectuales abrazan la causa revolucionaria. Así, para librar estos
combates le proporcionan armas al proletariado, las mismas que se acaban volviendo en su
contra, pues éste está sujeto a las fluctuaciones del mercado y es considerado un engranaje
más de la maquinaria y de la división del trabajo, reduciendo su salario a lo mínimo de lo que
necesita para vivir y perpetuar su raza, donde la única distinción entre mujeres, hombres y
niños es la salarial, siendo el lucro el único fin de este despotismo burgués.
Aquí nos centraremos un poco más, en las diferencias y similitudes de los comunistas y de
los proletarios. Una de sus primeras afirmaciones es la coincidencia de intereses generales
entre ambos, diferenciándose en que los comunistas destacan y reivindican siempre, en todas
las acciones nacionales proletarias, los intereses comunes y peculiares de todo el proletariado,
siendo un movimiento decidido y enfocado al conjunto. Así, los comunistas tienen el mismo
objetivo que el resto de los partidos proletarios: formar la conciencia de clase del
proletariado, derrocar al régimen burgués y llevar al proletariado a la conquista del Poder.
Por su parte, creen en la abolición de: La propiedad privada burguesa, para apropiarse de la
producción que reposa sobre el antagonismo de clases, sobre la explotación de unos y otros.
El comunismo no priva a nadie del poder de apropiarse productos sociales, lo único que no
admite es el poder de usurpar por medio de esta apropiación el trabajo ajeno. Para ello, los
comunistas aspiran a: transformar el carácter colectivo de la propiedad y a despojarla de su
carácter de clase y destruir que el obrero viva para multiplicar el capital pues solo vive en
interés de la clase dominante.
La patria, la nacionalidad, pues los trabajadores no tienen patria, pero sí sentimiento nacional
(buscan la conquista del poder político, la exaltación a clase nacional) y el progreso
industrialización elimina las diferencias y antagonismos nacionales. De esta forma, la acción
conjunta de los proletarios, al menos, en las naciones civilizadas, es una necesaria para su
emancipación y que desaparecer la explotación de unas naciones por otras.
1. Embargo de la propiedad inmueble y aplicación de la renta del suelo a los gastos públicos.
5. Centralización del crédito en el Estado por medio de un Banco nacional con capital del
Estado y régimen de monopolio.
10. Educación pública y gratuita de todos los niños. Prohibición del trabajo infantil en las
fábricas bajo su forma actual. Régimen combinado de la educación con la producción
material, etc.
Con todo ello, desaparecería el poder político tras la eliminación de la sociedad de clases y
la centralización estatal. En lugar de tener una sociedad burguesa, con sus enfrentamientos y
clase, nacerá una sociedad donde todo sea libre.
b) Socialismo pequeñoburgués: los villanos medievales y los pequeños labriegos son los
precursores de la moderna burguesía en las sociedades no del todo desarrolladas, y una nueva
clase pequeñoburguesa (entre la burguesía y el proletariado); en las sociedades más
desarrolladas. Este nace en Francia consecuencia de la frecuente defensa del proletariado
contra la burguesía, pues acaba tomando por norma los intereses de los pequeños burgueses
y los campesinos, simpatizando por la causa obrera con el ideario de la pequeña burguesía.
Así, sus aspiraciones son: en la manufactura, restaurar los gremios; y en el campo, implantar
el régimen patriarcal.
b) Segunda modalidad: hacen ver a la clase obrera que lo que a le interesa son determinadas
mejoras en las condiciones materiales, económicas, de su vida (sin abolir el régimen burgués
de producción, que sólo puede alcanzarse por la vía revolucionaria).
Los verdaderos sistemas socialistas y comunistas, como los sistemas de Saint Simon, de
Fourier, de Owen, etc., brotan de la primera fase de lucha entre el proletariado y la burguesía,
aunque estos autores no ven el proletariado como un movimiento político propio y peculiar,
sino que defienden a la clase trabajadora solo por ser la más sufrida. Se sitúan ajenos a la
lucha de clases y tratan de mejorar las condiciones de vida de todos pacíficamente y abrir
paso al nuevo evangelio social predicando con el ejemplo por medio de pequeños
experimentos (que siempre les fallan).
Aunque autores de estos sistemas socialistas fueran revolucionarios, en este momento sus
discípulos han formado sectas reaccionarias que mantienen las ideas de estos frente a los
nuevos derroteros históricos del proletariado. Son, pues, consecuentes al pugnar por debilitar
la lucha de clases y conciliar esta "utopía", para lo que han de apelar a la filantrópica
generosidad de los burgueses.}
4. Postura de los comunistas acerca de lo diversos partidos opositores.
En esta última parte, se explica que los comunistas, aunque luchando por alcanzar los
objetivos inmediatos y defender los intereses cotidianos de la clase obrera, representan a la
par, su porvenir. Ello se aprecia y ejemplifica con distintos países europeos.
Conclusión:
Aprendimos que el comunismo como gran potencia, emplea como método la revolución
violenta, pues considera ésta la única vía de evolución hacia la justicia social. De esta forma,
se realiza un llamamiento a la unión del proletariado para reivindicar y levantarse en la
búsqueda de esta justicia. Surge así un nuevo fenómeno ideológico y político en Europa,
contra el que luchan todas las potencialidades que conforman la misma.
Existe una gran variedad de lucha en el poder producidos con el deseo de la expansión de
productos hacia la mayor acaparación posible del mercado y su extensión a través de las
fronteras por parte de la burguesía, es decir, de poder, de ansias de posesión de bienes
materiales, pues la única libertad ilimitada es la de comerciar. Esto como ya analizamos dio
lugar a una sobreproducción, la cual provoca inestabilidades y desequilibrios entre clases, y
origina el trabajo precario y los bajos sueldos. Así, el proletariado es visto como un engranaje
más de las máquinas en la división del trabajo al que se le proporciona a cambio un sueldo
mínimo para subsistir, buscando que rente su fuerza de producción en interés de la clase
dominante. El comunismo no admite el poder que posee la burguesía para usurpar el trabajo
ajeno.
Este documento tan histórico nos muestra como era la lucha de clases obrera en ese entonces,
que comparadas a la actualidad podemos decir que no existe gran diferencia ya que esta lucha
de clases sociales por el poder y la ambición han preexistido hasta la actualidad. Actualmente,
aunque ya no se usen los mismos términos tenemos, los mismos problemas, debido a que no
se a erradicado por completo el deseo del poder.