Apuntes Segundo Parcial

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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


ESCUELA DE DERECHO

DERECHO ADMINISTRATIVO II – SEGUNDO PARCIAL

Tema 8. Los contratos de la Administración. Tipos. Formación. Potestades de la


Administración.
1. Concepto: El Contrato en general podemos definirlo como todo acuerdo de
voluntades entre dos o má s personas y cuyo objeto es una relació n jurídica. El
artículo 1133 del Có digo Civil venezolano, como una convenció n entre dos o
má s personas para constituir, reglar, transmitir, modificar o extinguir entre
ellas un vínculo jurídico. Los elementos del contrato son, consentimiento,
objeto y causa lícita. Mientras que los Contratos Administrativos son, aquellos
celebrados por la Administració n Pú blica con un fin pú blico, circunstancia por
la cual pueden conferir al contratante derechos y obligaciones frente a
terceros, o que, en su ejecució n pueden afectar la satisfacció n de una necesidad
pú blica colectiva, razó n por la cual está n sujetos a reglas de derecho pú blico,
exorbitantes del Derecho Privado, que colocan al contratante de la
Administració n Pú blica en una situació n de subordinació n Jurídica. Se origina,
cuando la Administració n Pú blica celebra con un particular un contrato de
interés pú blico, que tiene por objeto una prestació n de utilidad pú blica, es
decir, es aquél que ostenta una finalidad pú blica inminente, el que tiene una
finalidad de utilidad pú blica o la prestació n de un servicio pú blico, o aquél cuya
finalidad está destinada a cumplir un servicio de utilidad pú blica. Se debe
reputar como contratos administrativos só lo aquéllos que se encuentren
destinados a la prestació n inmediata y directa, por parte de un particular, de
un servicio pú blico de relevancia para la colectividad; de un servicio de gran
importancia que debiendo ser prestado por el Estado, este lo encomienda por
un contrato a un particular.
2. Origen del Contrato Administrativo: El criterio del contrato administrativo
en Venezuela se ha adoptado tomando como modelo el derecho Francés, país
donde tuvo su origen y en el cual se ha desarrollado una jurisprudencia
abundante. Nuestro país no ha hecho otra cosa que trasplantar una institució n
que tiene sus raíces y se corresponde perfectamente con la idiosincrasia de las

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bases del Derecho Administrativo Francés, cuando en nuestro país tal
institució n no podía tener la misma relevancia.
3. Diferencia entre los contratos administrativos y los contratos de derecho
privado: Entre estas diferencias podemos encontrar:
a. El interés principal de la distinció n entre los contratos administrativos y los
contratos de derecho privado consiste en que en la ejecució n de los
contratos administrativos se aplican ciertas reglas especiales de derecho
pú blico, emanadas de las prerrogativas propias de la administració n, como
representante del interés general, sin perjuicio de la aplicació n supletoria
de las normas de derecho privado.
b. Entre los contratos existe diferencia de fondo, ya que los efectos de ambos
no son semejantes.
c. Si la noció n misma del contrato es similar, el régimen jurídico de ambos
permanece parcialmente diferente. Los contratos administrativos tienen
por finalidad permitir o facilitar el funcionamiento de los servicios pú blicos,
lo que pone de manifiesto los intereses desiguales de las partes: El interés
general por encima del interés particular. De este modo se distinguen en
Venezuela dos tipos de contratos, los de derecho administrativo que
interesan a los servicios pú blicos y los de derecho privado.
d. Contratos cuyo contencioso corresponde a los tribunales administrativos
porque son celebrados con una finalidad de servicio pú blico.
4. Requisitos de los Contratos Administrativos: No son reglas determinadas,
son índices o pará metros establecidos por la jurisprudencia para permitir
identificar un contrato administrativo, son pará metros no existen en una ley
especial. Un Contrato será Administrativo cuando concurren las siguientes
condiciones o elementos:
a. Condición o elemento subjetivo: cuando una de las partes
contratantes sea una persona jurídica Estatal es decir, que una de las
partes contratantes sea la Administració n pú blica.
b. Referido a un elemento objetivo: cuando su objeto esté relacionado
con la prestació n de un servicio pú blico o utilidad pú blica.
c. La presencia de prerrogativas a favor de la Administració n que se
denominan clá usulas exorbitantes.
d. Ente público contratante: comprende tanto a las personas jurídicas
territoriales, como los entes descentralizados funcionalmente en los
tres niveles políticos.
e. Criterio de Servicio Público: Se consideran Contratos Administrativos,
Aquellos contratos celebrados por la Administració n pú blica que tienen
por objeto asociar o confiar al co-‐contratante una actividad de servicio
pú blico, entendida ésta en su sentido má s amplio y general.
Ejemplo típico de este tipo de contratos es el llamado contrato de Obra
Pú blica.
f. Cláusulas Exorbitantes: Han sido definidas por la Jurisprudencia como

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aquellas que constituyen expresiones de potestades o prerrogativas que

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le corresponden a la Administració n en cuanto ella ejercita su capacidad
para actuar en el campo del derecho pú blico, se trata de clá usulas que
insertas en un contrato de derecho comú n resultará n inusuales o ilícitas
por contrariar la libertad contractual.
g. Las Partes: una condició n exigida para que un contrato sea
administrativo consiste en que una de las personas, al menos sea de la
Administració n Pú blica. (Contrato entre el Estado y un particular).
h. Objeto del Contrato: son contratos administrativos las concesiones de
servicio pú blico (que el objeto del contrato se resuelva con una
prestació n que sea de utilidad pú blica).
i. Cuando la condició n se da, el criterio del contrato administrativo es hoy
alternativo, ya bien radica en la relació n del contrato como un servicio
pú blico, o en la presencia de clá usulas exorbitantes. (Hay una
supremacía de la Administració n sobre la otra parte contratante. Y se le
otorga a la Administració n, la potestad de modificar los contratos, es
decir, la posibilidad de rescindir unilateralmente del contrato).
j. El Contrato administrativo por determinació n de la ley, respecto a los
cuales no existen dudas acerca de tal cará cter, como contrato de obra
pú blica, el de venta de inmuebles del Estado y el que comporta la
ocupació n del dominio pú blico.
k. Todos los contratos celebrados por la Administració n está n regidos por
un nú mero de reglas comunes concernientes a la Administració n. Estas
reglas comunes son relativas a la competencia, el libre consentimiento,
el objeto, los motivos determinantes y las formalidades que deben ser
cumplidas (consentimiento, objeto y causa licita). Las reglas
concernientes a la ejecució n de los contratos que celebra la
Administració n son variables, pues algunas de esas normas só lo son
aplicables a aquellos contratos estrechamente ligados a la satisfacció n
de las necesidades pú blicas.
5. Las potestades de la administración en los contratos administrativos:
a. Potestad de Direcció n y Control: Se pone de manifiesto a través de
ó rdenes e instrucciones impartidas al contratista. Potestad de la
autoridad administrativa de dirigir y controlar la ejecució n de las
prestaciones objeto del contrato. (El contratante de la Administració n es
en cierto sentido un colaborador del servicio pú blico. La desigualdad
jurídica de las partes en el contrato administrativo, se caracteriza por la
situació n de subordinació n de una de las partes).
b. Potestad de Sancionar Administrativamente el incumplimiento del
Contratista: Se trata de una potestad derivada de la prerrogativa de
direcció n y control. Es la forma ló gica de constreñ ir al contratante al
cumplimiento estricto del contrato. Segú n Brewer, son sanciones
pecuniarias y coercitivas).
c. Potestad de Interpretar el Contrato: La Administració n puede tomar
decisiones ejecutivas respecto a la inteligencia del contrato, decisiones
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estas respecto a las cuales puede el particular recurrir por vía
contencioso administrativa.
d. Potestad de Modificar Unilateralmente el Contrato: Prerrogativa de la
Administració n de modificar, por razones de interés pú blico y mediante
acto debidamente motivado, las características de las obras y servicios
contratados, en cuyo caso deberá compensarse al concesionario en caso
de perjuicio. (Segú n Brewer, no se incluyen todas las medidas dictadas
por autoridades pú blicas susceptibles de repercutir y entrañ ar cambios
en la situació n del contratante).
e. Potestad de Rescindir Unilateralmente el Contrato: El derecho que tiene
toda autoridad administrativa de desistir del contrato en cualquier
momento aunque haya sido iniciado. Si lo hace sin culpa del contratista
deberá indemnizar los perjuicios; pero si lo hace por incumplimiento de
éste, el contratista deberá ser demandado para que los indemnice. Se
distinguen dos tipos de rescisió n, a saber: *La Rescisió n Sanció n: (La
autoridad administrativa se encuentra en la obligació n de abrir un
procedimiento que asegure al contratante el ejercicio del derecho a la
defensa, antes de pronunciar la rescisió n, de modo que pueda
constatarse el incumplimientos del particular contratante. *La Rescisió n
por Motivos de Interés General: La Administració n puede proceder a
ello sin necesidad de abrir procedimiento administrativo alguno, pero
invocando los motivos de interés general que la llevan a adoptar tal
decisió n. Y debe indemnizar al contratista por los dañ os que le cause.
6. Formación de la voluntad en los Contratos Administrativos: El contrato se
forma por la concurrencia de dos voluntades; una de ellas la voluntad del
contratista y la otra la voluntad de la Administració n, sujeto imprescindible en
el contrato administrativo. La formació n de la voluntad de la
Administració n Pú blica recorre una serie de etapas, cumplidas por
distintos ó rganos. La selecció n del contratista de la Administració n está
sujeta a las normas que instauran distintos procedimientos especiales y
reglados a tales fines. La libre selecció n del contratista es una excepció n. El
procedimiento de formació n de la voluntad administrativa contractual
(precontractual) no se confunde con el contrato, que es el resultado del
encuentro de aquélla con la voluntad del contratista. El vínculo contractual
nace cuando se enlazan la voluntad de la Administració n Pú blica y la del
contratista, por el procedimiento legal previsto al efecto. La formació n de la
voluntad del ente pú blico necesaria para la celebració n de un contrato
administrativo, deja de ser un acto libre y se transforma en el
cumplimiento de un deber de actuar, regulados por estrictas reglas de
competencia, por procedimientos administrativos que van desde el inicial
propó sito de contratar, pasando por actos reglados ordenados a la
selecció n del co-‐contratante, etc., hasta llegar finalmente a que pueda tenerse
como vá lido y eficaz ese consentimiento del ente pú blico integrado con el
consentimiento libre de su co-‐contratante privado.

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7. Formacion del Contrato Administrativo: En la formació n de los contratos de
la Administració n encontramos 3 fases fundamentales:
a. Fase previa a la formació n
b. Fase de la elecció n del contratista
c. Fase de suscripció n del contrato
Posibilidades de la fase previa a la formación:
a. Las consultas previas: consultas que de hacer la Administració n previo a
contratar, la Administració n consulta con determinados ó rganos si
contrata, estas consultas a veces son vinculantes y otras no son
vinculantes
b. Controles fiscales: siempre que la Administració n va a contratar es
obligatorio que exista partida presupuestaria, no se puede adquirir
compromiso si no ha presupuesto
c. Autorizaciones administrativas: se requiere la autorizació n previa antes
de contratar. Articulo 150 CRBV:” La celebració n de los contratos de
interés pú blico nacional requerirá la aprobació n de la Asamblea
Nacional en los casos que determine la ley. No podrá celebrarse
contrato alguno de interés pú blico municipal, estadal o nacional, o con
Estados o entidades oficiales extranjeras o con sociedades no
domiciliadas en Venezuela, ni traspasarse a ellos sin la aprobació n de la
Asamblea Nacional”.
Fase de la elección del contratista: La Administració n no puede elegir a cualquier
persona para contratar. Se debe hacer una selecció n del contratista.
8. Licitaciones: Es el procedimiento competitivo de selecció n del contratista, en
el que pueden participar personas naturales y jurídicas nacionales y
extranjeras, previo el cumplimiento de los requisitos y condiciones
establecidos en la ley. Es decir, es el procedimiento administrativo por el cual
la administració n, invita a los interesados a que, sujetados a las bases fijadas en
el pliego de condiciones, formulen propuestas de las cuales se seleccionara y
aceptara (adjudicació n) la má s ventajosa, o conveniente. La licitació n puede ser
general o selectiva, segú n el Decreto de Reforma Parcial de la ley de
licitaciones.
9. Las Concesiones Administrativas: La palabra concesió n, aplicada al
funcionamiento de la Administració n Pú blica, se relaciona con la acció n de
otorgar, ceder, trasladar o delegar a los particulares potestades que
corresponden a los entres pú blicos. Como institució n jurídica, la concesió n
comenzó a ser formulada desde el siglo XIX, sobre todo en el derecho francés,
como un mecanismo para asociar a personas privadas en la prestació n de
servicios que correspondían a la Administració n, mediante la celebració n de un
contrato especial, de derecho pú blico, del cual se derivaba que el particular
asumía la prestació n de un servicio que continuaba siendo pú blico, y en el cual

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se preveía un régimen de derecho y obligaciones para ambas partes. Son actos
administrativos mediante el cual el concesionario adquiere un derecho del que
antes carecía. Las Concesiones Administrativas son contratos de naturaleza
bilateral sobre un bien del Estado. Es un contrato Administrativo por medio del
cual una autoridad pú blica o administrativa le otorga a otra persona jurídica
determinada, la gestió n del goce y explotació n de un bien pú blico, la gestió n de
un servicio pú blico o la construcció n de una obra pú blica a cambio de obtener
como contraprestació n, una retribució n o remuneració n que deriva de la
explotació n de alguno de estos (servicios pú blico, bien pú blico, obra pú blica),
por un lapso determinado, el cual debe ser suficiente para garantizar la
inversió n.
10. Clases de Concesiones:
a. Concesiones de Servicios Públicos: convenció n mediante el cual una
persona jurídica (Administració n Pú blica concedente) que permanece
como titular del Servicio Pú blico da a otra persona (particular
concesionario) que corre con los riesgos econó micos de la empresa, la
organizació n, funcionamiento y explotació n de un servicio pú blico de
contenido econó mico, mediante una remuneració n pagada por los
usuarios del servicio a través de la tarifa e incluso mediante sus
pensiones o ambas cosas a la vez.
b. Concesiones de Bien Público: se refiere al uso y al aprovechamiento
particular de bienes a través de esta concesió n se le permite al
concesionario el uso de los bienes de dominio pú blico del Estado.
c. Concesión de Obras Públicas: es el convenio a través del cual una
autoridad pú blica encomienda a otra persona, la realizació n de una obra
pú blica o la explotació n de una obra pú blica, resultante mediante una
remuneració n adecuada a los resultados de la explotació n. Esta
concesió n es un contrato de ejecució n de obra pú blica en el que el
empresario es remunerado en una forma particular, pues para obtener
el pago del precio, explota la obra.
11. Los Contratos de Interés Público: Del artículo 150 de la Constitució n
Nacional, se deduce que existe una expresió n genérica sobre los contratos de
interés pú blico, asimilable a la de contrato administrativo y expresiones
específicas, que son: contratos de interés pú blico nacional, contratos de interés
pú blico estadal y contratos de interés pú blico municipal. En efecto el interés
pú blico puede ser nacional, estadal y municipal. Por tanto los contratos de
interés nacional forman parte de la categoría de los contratos administrativos.
Sectores importantes de la doctrina y las jurisprudencias venezolanas han
entendido que los contratos de interés pú blico nacional son los contratos
administrativos celebrados por la Administració n Pú blica Nacional y
requieren de la aprobació n de la Asamblea Nacional en los casos que
determine la ley.

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Ley de Contrataciones Públicas
En la Gaceta Oficial Extraordinaria No. 6.154 del 19 de noviembre de 2014,
quedó publicado el Decreto No. 1.399 de fecha 13 de noviembre de 2014, mediante el
cual el Presidente de la Repú blica dictó el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de
Ley de Contrataciones Pú blicas (el “Decreto-‐Ley”). A continuació n encontrará n los
cambios má s relevantes con respecto a la Ley de Contrataciones Pú blicas del añ o
2010 (“Ley Derogada”):
1. El Decreto-‐Ley amplía el ámbito de aplicación e incluye a (i) las comunas, los
consejos comunales y las organizaciones de base del Poder Popular
cuando manejen fondos pú blicos; (ii) las asociaciones socio productivas
y (iii) cualquier otra forma de organizació n popular cuando manejen fondos
pú blicos.
2. El Decreto-‐Ley establece que se excluye de la aplicación del mismo, las
contrataciones que tengan por objeto: (i) la ejecució n de obras, la adquisició n
de bienes y la prestació n de servicios, que se encuentren en el marco del
cumplimiento de obligaciones asumidas en acuerdos internacionales entre
la Repú blica y otros Estados, o en el marco de contratos o convenios suscritos
con organismos internacionales; (ii) la contratació n con empresas
constituidas en el marco de acuerdos internacionales; (iii) los servicios
laborales; (iv) el arrendamiento de bienes inmuebles, inclusive el financiero;
y (v) el patrocinio en materia deportiva, artística, literaria, científica o
académica.
3. Entre los contratos que quedan excluidos, solo de la aplicació n de las
modalidades de selección de contratistas, el Decreto-‐Ley con relació n a la
Ley Derogada amplía el nú mero de los mismos e incluye: (i) la adquisició n de
semovientes; (ii) la adquisició n de bienes, la prestació n de servicios y la
ejecució n de obras, suministradas o ejecutadas directamente entre los sujetos
de aplicació n del Decreto-‐Ley; (iii) la adquisició n de bienes, prestació n de
servicios y ejecució n de obras encomendadas a los ó rganos y entes de la
Administració n Pú blica; (iv) la adquisició n de bienes, la prestació n de servicios
y la ejecució n de obras, destinados a la seguridad y defensa del
Estado relacionados con las operaciones de inteligencia y contra
inteligencia realizadas por los ó rganos y entes de seguridad del Estado,
tanto en el país
como en el exterior, ası́́ como para actividades de protecció n fronterizas y para
movimiento de unidades militares en caso de preparació n, entrenamiento o
conflicto interno o externo; (v) la adquisició n de bienes, servicios, productos
alimenticios y medicamentos, declarados como de primera necesidad, siempre
que existan en el país condiciones de desabastecimiento por no producció n o
producció n insuficiente, previamente certificadas por la autoridad competente;
entre otras.
4. El Decreto-‐Ley establece que todas las notificaciones que deban
practicarse en ejecució n del mismos, indistintamente del tipo de
procedimiento de que se trata, deberá n realizarse en forma electrónica
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siempre que el destinatario de la notificació n hubiere previamente
aceptado tal condició n y deberá n publicarse en la pá gina web del
contratante. Para el caso de rescisiones unilaterales por incumplimiento del
contratista y decisiones que deriven de un

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procedimiento administrativo que afecten derechos subjetivos, adicionalmente
las notificaciones deberá n ser publicadas en la pá gina web del Servicio
Nacional de Contrataciones (“SNC”). Se tomará como fecha cierta de
notificació n, el evento que primero ocurra segú n pueda verificarse. Cuando por
razones técnicas debidamente justificadas, imposibiliten el uso de medios
electró nicos podrá ́ procederse de conformidad a lo establecido en la Ley que
regula la materia de procedimientos administrativos.
5. Las decisiones dictadas por la má xima autoridad del SNC, agotan la vía
administrativa.
6. Las comunas, los consejos comunales y cualquier otra organizació n de base
del Poder Popular, cuando manejen recursos asignados por los ó rganos y entes
de la Administració n Pú blica, aplicarán los procedimientos de contratación
para promover preferentemente la participació n de las personas y de
organizaciones comunitarias de su entorno o localidad.
7. Con relació n al Compromiso de Responsabilidad Social (“CRS”), el Decreto-‐
Ley establece que el CRS procederá́ en caso de ofertas cuyo monto total,
incluido los tributos, superen las 2.500 Unidades Tributarias (“U.T”), y será́ del
3% sobre el monto de la contratació n. El CRS que se establezca, será́ aplicado a
proyectos sociales y solicitudes, determinados en base a la informació n de las
necesidades del entorno social que reciba el ó rgano o ente contratante, y será n
incorporados en los pliegos o en las condiciones generales de contratació n. El
CRS deberá ́ efectuarse ante del cierre administrativo del contrato. El CRS que
se reciba a través de aportes en dinero será ́ depositado en el Fondo de
Responsabilidad Social, el cual se creará como patrimonio separado e
independiente del Tesoro Nacional, bajo la administració n y supervisió n
directa del Presidente de la Repú blica, o la autoridad que éste señ ale. El aporte
correspondiente al CRS en ningú n caso se podrá ́ utilizar para atender
requerimiento que formen parte de las obligaciones y competencias
contempladas en los Planes Operativos de los ó rganos y entes de la
Administració n Pú blica.
8. En cuanto al Registro Nacional de Contratistas (“RNC”), el Decreto-‐Ley
establece que los potenciales oferentes para contratar con el Estado, y con las
organizaciones de base del poder Popular cuando manejen fondos
pú blicos, deberán inscribirse en el RNC, en los términos y condiciones que
establezca el SNC para tal fin. A los fines de celebrar contratos con el Estado,
las personas naturales y jurídicas sin domicilio en el país, deberá n contar con
la inscripció n
requerida, la cual será ́ tramitada por las mismas o por los contratantes.
9. Para presentar ofertas en todas las modalidades regidas por el Decreto-‐
Ley, cuyo monto estimado sea superior a 4.000 U.T para bienes y servicios, y
5.000
U.T para la ejecució n de obras, los interesados deberá n estar calificados por el
RNC, y no estar inhabilitados para contratar con el sector pú blico. Esta
calificació n, tendrá́ una validez de un año, requiriendo para su renovació n el
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cumplimiento de los requisitos establecidos por el SNC, el cual dictará las

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normas que regulen el procedimiento para la calificació n y actualizació n ante el
RNC.
10. El Decreto-‐Ley establece que quedan exceptuados de la calificación por
el RNC, los siguientes supuestos: (i) cuando el monto de la contratació n
no supere 4.000 U.T para bienes y servicios, y 5.000 U.T para la ejecució n
de obras, a cargo de un mismos contratista y dentro de un mismo ejercicio
fiscal;
(ii) en caso de pequeñ os actores econó micos, proveedores que suministren
alimentos o productos declarados como de primera necesidad y
contratistas que presten servicios altamente especializados de uso
esporá dico; (iii) en cualquiera de los supuestos previstos en los
procedimientos excluidos de modalidad de selecció n de contratistas; (vi)
los ó rganos y entes de la Administració n Pú blica que participen en
modalidades de selecció n de contratistas; (v) cuando se traten de
interesados en participar en la modalidad de concurso abierto anunciado
internacionalmente; (vi) para las personas naturales y jurídicas sin
domicilio ni filiales en Venezuela, que participen en concursos cerrados o
en consultas de precios, o que formen parte de consorcios, alianzas o
conglomerados que participen en cualquier modalidad de selecció n de
contratistas; (vii) para las personas naturales y jurídicas sin domicilio ni
filiales en Venezuela, que pudieran ser seleccionadas con ocasió n de alguno
de los supuestos de contratació n directa previstos en el Decreto-‐ley, y (viii)
las que sean seleccionadas a través de las consultas de precios en
ejecució n de planes excepcionales.
11. Los contratantes deben remitir al RNC informació n sobre la actuación o
desempeño del contratista, dentro de los 5 días há biles siguientes a la
notificació n de los resultados de la ejecució n de los contratos de adquisició n de
bienes, prestació n de servicios o ejecució n de obras. En los casos de rescisió n
contractual, independientemente del monto de contratació n, es obligatoria la
remisió n al SNC de la evolució n de desempeñ o del contratista.
12. El Decreto-‐Ley creó el Registro Nacional de Contrataciones del Estado,
dependencia administrativa del SNC que tiene por objeto garantizar y
mantener un sistema de informació n de las contrataciones del Estado, con
el fin de proveer informació n a cualquier interesado, entre sus funciones
se establecen: (i) consolidar la captació n de la informació n de la
programació n anual de compras; (ii) consolidar la informació n referente a la
aplicació n de las medidas temporales vigentes; y (iii) publicar en la pá gina
web del SNC los llamados a participar en los concursos abiertos y
concursos abiertos anunciados internacionalmente, entre otras.
13. El Decreto-‐Ley creó la Dirección de Capacitación en Contrataciones
Públicas, dependencia administrativa del SNC que tiene por objeto coordinar,
supervisar y ejecutar las actividades de capacitació n en contratació n pú blica y
en materias relacionadas, que el SNC diseñ e para el fortalecimiento de las
actividades de la Administració n Pú blica Nacional en el proceso
de contratació n.
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14. Para todos los procesos de selecció n de contratistas establecidos en el Decreto-‐
Ley, el contratante debe preparar el presupuesto base de la
contratación, cuyo monto total incluyendo los tributos, será́ informado a los
participantes en
el pliego de condiciones o en las condiciones de contratación y podrá ́
mantenerse en reserva su estructura de costos. En la elaboració n del
presupuesto base, los contratantes deben considerar las regulaciones
existentes para los precios en materiales o insumos establecidas en la ley que
regula la materia de precios justos y demá s disposiciones relacionadas. El
presupuesto base deberá ́ formar parte del pliego de condiciones o condiciones
de la contratació n y podrá ́ establecerse como criterio para el rechazo de las
ofertas.
15. Los oferentes deben obligarse a sostener sus ofertas durante el lapso
indicado en el pliego de condiciones o condiciones de la contratació n. Los
contratantes podrán solicitar una garantía para el mantenimiento de las
ofertas hasta la firma del contrato. El monto o forma de cá lculo de
esta garantía, será́ establecidos por el reglamento del Decreto-‐Ley.
16. Se mantiene el contenido del pliego de condiciones indicado en la
Ley Derogada, incluyéndose las declaraciones juradas (i) de conocer el
lugar donde se va a ejecutar la obra o se va a prestar el servicios en caso
que sea necesario; (ii) de no tener obligaciones exigibles con el contratante y
(iii) de no contar, dentro de su conformació n y organizació n, con personas
naturales que participen como socios, miembros o administradores de
alguna empresa, sociedad o agrupació n que se encuentre inhabilitada
conforme al Decreto-‐Ley. En caso contrario, se debe declarar el compromiso de
subsanar tal situació n en
un plazo que será ́ fijado en atenció n a las condiciones de la contratació n.
17. El Decreto-‐Ley amplia los lapsos para presentar manifestación de voluntad
u oferta en cada una de las modalidades de contratació n, quedando de la
siguiente manera: (i) concurso abierto, 7 días há biles para bienes, 9 días
há biles para servicios y 11 días há biles para obras; (ii) concurso abierto
anunciado internacionalmente, 21 días há biles; (iii) concurso cerrado, 5
días há biles para bienes, 6 días há biles para servicios y 7 días há biles para
obras y
(iv) consulta de precios, 4 días há biles para bienes, 5 días há biles para servicios
y 6 días há biles para obras.
18. El Decreto-‐Ley incorpora 7 nuevas causales de rechazo de la oferta, siendo
estas: (i) que corresponda a oferentes que hayan sido descalificados en la
modalidad de concurso abierto, bajo el procedimiento de apertura simultanea
de documentos de calificació n y oferta; (ii) que no estén acompañ adas por la
documentació n exigida en el pliego o en las condiciones de la contratació n; (iii)
que no estén acompañ adas por le documentació n exigida en el pliego o en las
condiciones de la contratació n; (iv) que no estén acompañ adas por
las garantías exigidas o las mismas sean insuficientes; (v) que el periodo de
validez sea menor que el requerido; (vi) que presenten estructura de
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costos, no
razonables, que hagan irrealizables la ejecució n del contrato; ası́́ como la
utilizació n de precios en materiales e insumos que difieran de los establecidos

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en las regulaciones existentes o en las disposiciones establecidas en
la normativa que regula la materia de precios justos y demá s
disposiciones relacionadas; (vi) que cuenten dentro de su conformació n y
organizació n, con personas que participen como socios, miembros o
administradores de alguna empresa, sociedad o agrupació n que se
encuentre inhabilitada conforme al Decreto-‐Ley, o no hayan modificado tal
situació n, o no se hayan comprometido a modificarla en el período que
indique el contratante; y (vii) cualquier otra establecida en los pliegos
de condiciones o en las condiciones de la contratació n.
19. El Decreto-‐Ley modifica los montos de procedencia para la modalidad
de concurso abierto o abierto anunciado internacionalmente, quedando
ası́́:
(i) adquisició n de bienes: Si la adjudicació n a ser otorgada es por un monto
estimado superior a 20.000 U.T., (ii) prestació n de servicios: Si la adjudicació n
a ser otorgada es por un monto estimado superior a 30.000 U.T., y (iii)
ejecució n de obras: Si la adjudicació n a ser otorgada es por un monto estimado
superior a 50.000 U.T.
20. El Decreto-‐Ley modifica los montos de procedencia para la modalidad
de concurso cerrado, quedando ası́́: (i) adquisició n de bienes: Si el contrato a
ser otorgado es por un precio estimado superior a 5.000 U.T y hasta 20.000
U.T.,
(ii) prestació n de servicios: Si el contrato a ser otorgado es por un precio
estimado superior a 10.000 U.T y hasta 30.000 U.T., y (iii) ejecució n de obras:
Si el contrato a ser otorgado es por un precio estimado superior a 20.000 U.T.,
y hasta 50.000 U.T.
21. El Decreto-‐Ley modifica los montos de procedencia para la modalidad
de consulta de precios, quedando ası́́: (i) adquisició n de bienes: Si el
contrato a
ser otorgado es por un precio estimado de hasta 5.000 U.T., (ii) prestació n de
servicios: Si el contrato a ser otorgado es por un precio estimado de hasta
10.000 UT., y (iii) ejecució n de obras: Si el contrato a ser otorgado es por un
precio estimado de hasta 20.000 UT.
22. En cuanto a la procedencia de la contratación directa, el Decreto-‐
Ley mantiene los supuestos de la Ley Derogada. No obstante, modifica el
numeral 12 de la misma e incluye 2 supuestos adicionales, siendo estos (i)
cuando se trate de contrataciones a organizaciones socio productivas creadas
en el marco de la ley que rige el sistema econó mico comunal o
comunidades organizadas mediante la adjudicació n de proyectos para
impulsar el desarrollo de las mismas y (ii) cuando se trate de
contrataciones con empresas conjuntas o conglomerados creadas en el marco
de la ley que promueve y regula las nuevas formas asociativas conjuntas
entre el Estado y la iniciativa comunitaria privada, siempre y cuando se
establezcan las ventajas de la contratació n, con base a los principios que
regula la normas de creació n de estas formas asociativas conjuntas.
23. Anteriormente, las contrataciones directas no debían contar con el visto bueno
de la comisió n de contrataciones. Actualmente, las contrataciones directas que
superen las 5.000 U.T para la adquisició n de bienes, 10.000 U.T para la
11
prestació n de servicios y 20.000 U.T para la ejecució n de obras, deberá n contar
con la opinión de la comisión de contrataciones de la unidad contratante.
Dicha opinió n no tendrá ́ cará cter aprobatorio ni vinculante para la decisió n
que se adopte.
24. El Decreto-‐Ley modifica el porcentaje del monto de la Garantía de Fiel
Cumplimiento, el cual no podrá́ ser inferior al 20% del monto del
contrato incluyendo tributos.
25. El contratante podrá́ solicitar a los beneficiarios de la adjudicació n otras
garantías, distintas a las previstas en el Decreto-‐Ley, que fueren
necesarias para responder por el cumplimiento de las contrataciones,
señ alando las mimas en los pliegos o en las condiciones generales de la
contratació n.
26. El Decreto-‐Ley establece que los contratantes deberá n designar los
responsables de verificar el cumplimiento de las obligaciones contraídas
en la adquisició n de bienes y prestació n de servicios, indicando sus
atribuciones.
27. El Decreto-‐Ley establece como formas de terminación del contrato, las
siguientes: (i) cumplimiento del objeto del contrato; (ii) rescisió n
unilateral por causa no imputable al contratista; (iii) resolució n por mutuo
acuerdo y (iv) rescisió n por causa imputable al contratista.
28. El Decreto-‐Ley establece que el contratante podrá́ rescindir en
cualquier momento la contratación, aun cuando no medie
incumplimiento del contratista, mediante acto motivado y debidamente
notificado al contratista y a los garantes. En este caso, el contratante pagará al
contratista los conceptos y cantidades establecidas en el Reglamento del
Decreto-‐Ley.
29. El Decreto-‐Ley establece que se consideran infracciones de los particulares,
los siguientes supuestos: (i) cuando el contrato sea rescindido por
incumplimiento o por cualquier otra causa imputable al contratista; (ii) cuando
por causas que le sea imputable al contratista, incumpla cualquier
otra obligació n de ley o que hubiere asumido para con el contratante, aun
cuando ello no comporte rescisió n del contrato; (iii) en caso de
suministro o presentació n de informació n o documentació n falsa, ante los
contratantes o ante el SNC; (iv) cuando retiren ofertas durante su vigencia; (v)
cuando siendo beneficiarios de la adjudicació n no suscriban el contrato
dentro del plazo establecido y (vi) cuando incurran en prá ctica de mala fe o
empleen prá cticas fraudulentas en los tramites y procesos regulados por el
Decreto-‐Ley.
30. Con respecto a las sanciones a los particulares, el Decreto-‐Ley establece que
el contratante, previa sustanciació n del respectivo
procedimiento administrativo mediante el cual se determine alguno de
los supuestos generadores de sanció n, aplicará multa de 300 U.T. a beneficio
del SNC. El SNC
procederá ́ a inhabilitar para contratar con el Estado al infractor que hubiere
sido sancionado, de la siguiente manera: (i) 3 añ os, cuando el contrato
sea rescindido por incumplimiento conforme el Decreto-‐Ley; (ii) 3 añ os,
cuando por causas que le sean imputables al contratista, incumpla
cualquier otra

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obligació n prevista en la normativa que regule la materia en
contrataciones pú blicas, o que hubiere asumido para con el contratante,
aun cuando ello no comporte rescisió n del contrato; (iii) 3 añ os, en
caso de suministro o presentació n de informació n o documentació n falsa
ante los contratantes; (iv) 6 meses, cuando retiren ofertas durante su vigencia;
(v) 2 añ os, cuando siendo beneficiario de la adjudicació n no suscriban el
contrato dentro del plazo establecido, por causas imputables al oferente y
(vi) 4 añ os, cuando incurran en prá cticas de mala fe o empleen prá cticas
fraudulentas en los trá mites y procesos regulados por el Decreto-‐Ley.
31. La inhabilitación de los infractores para contratar con el Estado se hará ́
efectiva por medio de la suspensió n de la inscripció n ante el RNC y será ́
extensiva a personas naturales que participen como socios, miembros o
administradores dentro de la conformació n y organizació n de los inhabilitados.
El SNC, una vez recibida la decisió n del contratante, procederá ́ a notificar al
contratista para que en el lapso de 5 días há biles, alegue lo que considere
pertinente en cuanto a la aplicació n de la inhabilitació n.
32. En las disposiciones transitorias se determina que (i) el SNC tendrá ́ un
período de 6 meses para adecuar su sistema automatizado (prorrogable por
iguales períodos); (ii) el SNC tendrá ́ un período de 6 meses para establecer
todo lo concerniente a la certificació n de los miembros de las comisiones de
contrataciones (prorrogable por iguales períodos) y (iii) hasta tanto no se
emita el decreto que regule el funcionamiento del manejo del Fondo de
Responsabilidad Social, se mantendrá n las disposiciones que regulan el
Compromiso de Responsabilidad Social señ aladas en el Reglamento de la Ley
de Contrataciones Pú blicas, publicado en la Gaceta Oficial No. 39.181 de fecha
19 de mayo de 2009.
33. El Decreto-‐Ley deroga a la Ley de Contrataciones Pú blicas, publicada en
la Gaceta Oficial No. 39.503 de fecha 06 de septiembre de 2010.

Tema 9. La responsabilidad patrimonial de la Administración. La


responsabilidad por sacrificio particular y por funcionamiento anormal. La
responsabilidad de la Administración y del funcionario.
La CRBV consagra la responsabilidad de la Administració n, al señ alar que “el Estado
responderá patrimonialmente por los dañ os que sufran los particulares, cuando la
lesió n sea imputable al funcionamiento de la Administració n”; siendo la jurisdicció n
aplicable la Contenciosa Administrativa, segú n lo señ alado en el artículo 259 de la
Constitución. Sumado a ello, con relació n al Poder Ciudadano, el Defensor Pú blico, de
conformidad, con el artículo 281, numerales 2 y 3 de la Constitución debe velar
por el correcto funcionamiento de los servicios pú blicos e interponer las acciones
necesarias para exigir al Estado el resarcimiento de dañ os y perjuicios causados a las
personas cuando la imputabilidad recaiga sobre la Administració n Pú blica. Es decir, la
Administració n responde objetivamente por un dañ o cierto, que el particular no tiene
el deber jurídico de soportar. Por lo que el Estado se encuentra obligado a indemnizar

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al particular, a objeto de restablecer la igualdad en que todos nos encontramos frente
a las cargas pú blicas. Como podemos apreciar, ya no podemos considerar la
responsabilidad administrativa fundamentada exclusivamente en el Có digo Civil. En la
Exposició n de Motivos de la Constitució n se establece bajo una perspectiva de derecho
pú blico la obligació n directa del Estado de responder patrimonialmente por los dañ os
que sufran los particulares en sus bienes y derechos, siempre que la lesió n sea
imputable al funcionamiento de la administració n Publica.
En el artículo 11 de la Ley Orgánica de la Administración Central también se
señ ala que la Repú blica es responsable de los dañ os o perjuicios causados a los
administrados por los actos u omisió n de la Administració n Central, a los cuales debe
indemnizar. Igualmente son responsables civil, penal y administrativamente los
funcionarios de la Administració n Central. Es decir, que el administrado, puede dirigir
su acció n, contra la Repú blica o contra el funcionario. Por lo que podemos concluir,
que los particulares si pueden exigir el resarcimiento de los dañ os y perjuicios
derivados de las acciones u omisiones de la Administració n Pú blica.
Independientemente de que la actividad de la Administració n fuese lícita o ilícita, con
o sin culpa, si ésta ha causado un dañ o a un administrado, se debe responder
patrimonialmente.
La Constitució n establece un régimen amplio, integral y objetivo de responsabilidad
del Estado que se rige en garantía de los particulares frente a las actuaciones dañ osas
de la Administració n, para que surja es necesario:
a. La existencia de un dañ o constituido por una afecció n a un bien o derecho
tutelado por el ordenamiento jurídico.
b. Una actuació n u omisió n atribuible a la Administració n.
c. La relació n de causalidad entre tales elementos.

La responsabilidad de los funcionarios públicos:


En el artículo 11 de la Ley Orgá nica de la Administració n Central se señ ala que la
Repú blica es responsable de los dañ os o perjuicios causados a los administrados por
los actos u omisió n de la Administració n Central, a los cuales debe indemnizar.
Igualmente son responsables civil, penal y administrativamente los funcionarios de la
Administració n Central por los dañ os o perjuicios causados a los administrados. Es
decir, que el administrado, puede dirigir su acció n, contra la Repú blica o contra el
funcionario. Por lo que podemos concluir, que los actos administrativos de los
funcionarios pú blicos si generan responsabilidad para la Administració n Pú blica,
cuando concurren los siguientes supuestos:
1) La existencia de un dañ o constituido por una afecció n a un bien o derecho
tutelado por el ordenamiento jurídico.
2) Una actuació n u omisió n atribuible a la Administració n.
3) La relació n de causalidad entre tales elementos.

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La Constitució n establece un régimen amplio, integral y objetivo de responsabilidad
del Estado que se rige en garantía de los particulares frente a las actuaciones dañ osas
de la Administració n.
El dogma pregonado en el siglo XIX en el derecho anglosajó n era el de un Estado
irresponsable, “The King can do not wrong”: el rey no puede cometer ilícito”, para
luego pasar al principio de la responsabilidad del Estado por los dañ os ocasionados
por sus funcionarios.
El principio de la responsabilidad del Estado, está dirigido a la definició n de un
Estado de Derecho y la funció n esencial que el mismo debe cumplir, en la medida que
representa para los administrados la posibilidad de obtener la reparació n de un dañ o
imputable a la Administració n Pú blica.
El régimen de responsabilidad administrativa ha tenido y tiene fuerza y rango
constitucional, adquiriendo una especial trascendencia dentro del marco regulatorio
de la Constitució n en razó n y como consecuencia del sistema resarcitorio que se
estipula en esta materia.
El marco Jurisprudencial venezolano en esta materia, evidencia por una parte el
reconocimiento a la naturaleza mixta de la responsabilidad patrimonial del Estado, y
por la otra la falta de un criterio uná nime en el momento de determinar el
fundamento de la responsabilidad sin falta o por sacrificio particular. En este orden de
ideas tenemos ejemplos de decisiones de la Corte Suprema de Justicia en Sala Política
Administrativa, en las cuales se acepta la idea de la responsabilidad objetiva. Por lo
que se refiere al fundamento de la responsabilidad sin falta o por sacrificio particular,
la Corte, tradicionalmente solo acepto el régimen de la responsabilidad patrimonial de
la Administració n Pú blica, fundamentada en la teoría civilista de la culpa o
responsabilidad por ilicitud de la Administració n.
De acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico, la Repú blica es responsable de los dañ os
o perjuicios causados a los administrados por los actos u omisió n de la Administració n
Central, a los cuales debe indemnizar. Igualmente son responsables civil, penal y
administrativamente los funcionarios de la Administració n Central. Es decir, que el
administrado, puede dirigir su acció n, contra la Repú blica o contra el funcionario. Por
lo que podemos concluir, que los particulares si pueden exigir el resarcimiento de los
dañ os y perjuicios derivados de las acciones u omisiones de la Administració n Pú blica.
Independientemente de que la actividad de la Administració n fuese lícita o ilícita, con
o sin culpa, si ésta ha causado un dañ o a un administrado, se debe responder
patrimonialmente.
La CRBV establece un régimen amplio, integral y objetivo de responsabilidad del
Estado que se rige en garantía de los particulares frente a las actuaciones dañ osas de
la Administració n, para que surja es necesario:
a. La existencia de un dañ o constituido por una afecció n a un bien o derecho
tutelado por el ordenamiento jurídico.
b. Una actuació n u omisió n atribuible a la Administració n.
c. La relació n de causalidad entre tales elementos.

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El surgimiento del principio de la responsabilidad de la administración en
venezuela
El dogma pregonado en el siglo XIX era el de un Estado irresponsable, “THE KING CAN
DO NO WRONG” el Rey no puede cometer ilícito, para luego pasar al principio de la
Responsabilidad del Estado por los dañ os ocasionados por sus funcionarios. , está
dirigido a la definició n de un Estado de Derecho y la funció n esencial que el mismo
debe cumplir, en la medida que representa para los administrados la posibilidad de
obtener la reparació n de un dañ o imputable a la Administració n pú blica.
La CRBV consagra la responsabilidad de la Administració n, al señ alar que el Estado
responderá patrimonialmente por los dañ os que sufran los particulares, cando la
lesió n sea imputable al funcionamiento de la Administració n; siendo la jurisdicció n
aplicable la Contenciosa Administrativa, segú n lo señ alado en el artículo 259 de la
Constitució n, con relació n al Poder Ciudadano, el Defensor Pú blico, de conformidad
con el artículo 281, numerales 2 y 3 de la CRBV debe velar por el correcto
funcionamiento de los servicios pú blicos e interponer las accione necesarias para
exigir al Estado el resarcimiento de dañ os y perjuicios causados a las personas cuando
la imputabilidad recaiga sobre la Administració n Pú blica. Es decir, la Administració n
responde objetivamente por una dañ o cierto, que el particular no tiene el deber
jurídico de soportar. Por lo que el Estado se encuentra obligado a indemnizar al
particular, a objeto de restablecer la igualdad en que todos nos encontramos frente a
las cargas pú blicas.
Responsabilidad es la obligació n que surge para alguien de reparara un dañ o que se
ha causado a una persona
La Responsabilidad de la Administració n se basa en el principio de igualdad de las
cargas pú blicas.
La responsabilidad de la Administració n es el sistema por medio del cual los
particulares pueden reclamar y obtener indemnizació n por los dañ os patrimoniales
que le sean ocasionados.
La actividad o inactividad de la Administració n pú blica puede ocasionar dañ os a los
particulares y todo sistema de garantías queda incompleto si la Administració n no
tiene el deber de indemnizar cuando causa perjuicios en la esfera jurídica de los
Administrados.
Fundamentos juridicos de la responsabilidad de la administracion en Venezuela
El Estado de Responsabilidad de la Administració n surgió con la Constitució n de 1901,
antes de esta fecha no había ninguna vinculació n de Responsabilidad. En el artículo 14
de la CRBV de 1901 en su aparte Ú nico establece: “en ningú n caso podrá n pretender,
tanto los Nacionales como los extranjeros, que la Nació n ni los Estados les indemnicen
dañ os y perjuicios o expropiaciones que no se hayan ejecutado por autoridades
legítimas, obrando en su cará cter pú blico”.
Este artículo relativo a evitar este tipo de condena del Estado, se mantuvo así hasta la
Constitució n de 1961

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Artículo 47 de la CRBV 1961: “En ningú n caso podrá n pretender los venezolanos ni
los extranjeros que la Repú blica, los Estados o los Municipios les indemnicen por
dañ os perjuicios o expropiaciones que no hayan sido causados por autoridades
legítimas en el ejercicio de s funció n pú blica”
El artículo 47 de la CRBV del 61 es el antecedente má s directo, aunque formulada de
manera relativa en la cual se establecía la tesis de los actos separables.
Esto permitió que se delinearan las bases de la Responsabilidad de la Administració n.
Ademá s de asumir la Responsabilidad se separan la Responsabilidad Civil de la
Responsabilidad de las Administraciones Pú blicas.
Bloque más importante de la constitucionalidad sobre a responsabilidad de la
admnistración
Art 140: “El Estado responderá Patrimonialmente por los dañ os que sufran los o las
particulares en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que la lesió n sea
imputable al funcionamiento de la Administració n Pú blica”
Art. 141: “La Administració n Pú blica está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y
se fundamenta en los principios de honestidad, participació n, celeridad, eficacia,
eficiencia, transparencia, rendició n de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la
funció n pú blica con sometimiento pleno a la ley y al derecho”.
Art 259: “La Jurisdicció n contenciosa-‐administrativa corresponde al Tribunal
Supremo de Justicia y a los demá s Tribunales que determina la Ley. Los ó rganos de la
Jurisdicció n contencioso-‐administrativa son competentes para anular los actos
administrativos generales o individuales contrarios a derecho, incluso por la
desviació n de poder; condenar el pago de sumas de dinero y a la reparació n de dañ os
y perjuicios originados en responsabilidad de la administració n; conocer de reclamos
por la prestació n de servicios pú blicos y disponer lo necesario para el
restablecimiento de las situaciones jurídicas subjetivas lesionadas por la
actividad administrativa.”
Principio de responsabilidad patrimonial de la administracion pública
Art. 14 LOAP: “La Administració n Pú blica será responsable ante los particulares por
la gestió n de sus respectivos ó rganos, de conformidad con la Constitució n de la
Repú blica Bolivariana de Venezuela y la Ley, sin perjuicio de la responsabilidad que
corresponda a los funcionarios o funcionarias por su actuació n.
La Administració n Pú blica responderá patrimonialmente por los dañ os que sufran los
particulares, siempre que la lesió n sea imputable a su funcionamiento”
Principio de igualdad ante las cargas públicas
En el cual todos debemos igualmente ser responsables con las cargas del Estado.
Como base del sistema de Responsabilidades existe el principio de igualdad de las
cargas pú blicas.
El Estado tiende a proteger el interés general en el ejercicio de sus funciones, pero si
ocasiona u dañ o a un particular, este articular estaría llevando una carga mayor

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patrimonial que los demá s administrados, es por esto que se le indemniza para lograr
el equilibrio en el principio de igualdad de las cargas pú blicas.
El principio de Igualdad hace aflorar el Principio de igualdad ante las cargas pú blicas:
Todos tienen el deber de contribuir con las cargas pú blicas, todos contribuyen de igual
manera, no unos má s que otros.
Como consecuencia si un funcionario pú blico viola el Derecho de algú n particular, este
particular estará siendo afectado y no sería igual a los demá s, porque tendría que
cargar con otros hechos que no son igual a los demá s.
En este caso se supone que el particular debe ser reparado porque asume una carga
mayor. El particular n puede soportar má s peso que los demá s cuando este derive de
la Administració n Pú blica, porque todos debemos contribuir de igual manera con las
cargas pú blicas.
Supuestos o tipos de responsabilidad de la admnistracion
a. Responsabilidad por falta o funcionamiento anormal (Culpa)
Surge cuando se condena a la Administració n Patrimonialmente, derivado de una
actuació n legítima o anormal que ha causado dañ o a un particular. Esto es que
hay responsabilidad extra-‐contractual de la Administració n, cuando por haber
actuado deforma anormal o ilegal (Debe probarse el mal funcionamiento).
b. Responsabilidad sin falta por sacrificio particular (No hay Culpa).
Responsabilidad Objetiva
Son todos aquellos actos en los cuales se condena patrimonialmente a la
Administració n por haber causado dañ o a un particular, pudiendo haber sido legítima
o no. También es conocida como Responsabilidad Objetiva. No importa si la actuació n
de la Administració n se conforme al sistema, no se precisa probar el mal
funcionamiento.
El régimen de responsabilidad está basado en la idea objetiva de la lesió n, esto es de la
lesió n o dañ o que el particular no tiene el deber jurídico de soportar.
Cuando se excede el límite de tolerabilidad, no se tiene el deber jurídico de soportar,
porque se estaría desestabilizando el principio de igualdad (Principio de igualdad ante
las cargas pú blicas)
Sistema venezolano
La Administració n es responsable tanto en los casos de funcionamiento anormal o en
los casos de responsabilidad sin falta por sacrificio particular.
Señ ala Luis Ortiz Á lvarez: el Artículo 140 de la Constitució n reviste especial
importancia, ya que permite el desarrollo desde una perspectiva del Derecho Pú blico,
de un amplísimo sistema de responsabilidad patrimonial por sacrificio patrimonial y
por funcionamiento anormal de los servicios pú blicos o cualquiera de las actividades
pú blicas. La tesis de las faltas separables acogidas por nuestra jurisprudencia es
propia de un sistema autó nomo de responsabilidad administrativa.”

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Fundamento jurídico: “El Derecho a un funcionamiento normal de los servicios
pú blicos, es el Derecho de los Administrados a tener un funcionamiento normal de los
servicios pú blicos, de ahí que la falta o funcionamiento anormal radica en el hecho de
que el servicio no ha respondido a las expectativas legítimas de los particulares y la
CLAVE O CONDICION para este régimen es LA INDEMNIZACION POR EL
FUNCIONAMIENTO ANORMAL.

UNIDAD II – COMETIDOS DE LA ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA


Tema 10. El sistema socio-‐económico constitucional como marco de la actividad
administrativa. Fines y límites de la intervención estatal. La vocación
servicial de la Administración.
La planificación y la ordenación del territorio: La ley de Planificació n y Ordenació n
del Territorio esta derogada y actualmente no hay otra ley. El objeto de ésta ley era
como aprovechar mejor el territorio; ejemplo. Los Parques Nacionales, en donde no se
puede construir a partir de la creació n de la referida ley de Planificació n y Ordenació n
del Territorio.
Son indemnizables las limitaciones a la propiedad derivada de los planes de
ordenación del territorio: En la evolució n de las limitaciones del derecho de
propiedad, tenemos que:
Posterior a la Revolució n Francesa en 1789 se reconoció el derecho de
propiedad en sentido absoluto, no injerencia del Estado sobre la propiedad y se
conservo en el có digo napoleó nico de 1804. Igualmente se consagro el derecho
a la propiedad de goce y disposició n, igualmente absoluto.
Luego surge con relació n al derecho de propiedad la Funció n Social, la
propiedad pasa de tener un cará cter absoluto a un cará cter relativo, por estar
sujeto a limitaciones contenidas en la ley que incorpora la funció n social.
En el artículo 115 de la Constitución, se recoge el principio del derecho de
propiedad: Se garantiza el derecho de propiedad y toda persona tiene derecho al uso,
goce, disfrute y disposició n de sus bienes, con las restricciones, obligaciones y
contribuciones que establezca la ley con fines de causa de utilidad pú blica o de interés
general. Só lo por causa de utilidad pú blica o interés social, mediante sentencia firme y
pago oportuno de justa indemnizació n, podrá ser declarada la expropiació n de
cualquier clase de bienes.
Tal como se observó en el artículo anterior, el derecho de propiedad, a pesar de
establecerse como derecho constitucional, no es absoluto como quiera que, ademá s de
cumplir con una funció n social, puede decaer por potestad del Estado siempre y
cuando se cumplan las condiciones que establece el Texto Constitucional.
Los planes de ordenació n del territorio y planes especiales afectan el contenido del
derecho de propiedad, quedando este derecho vinculado al destino fijado por dichos
planes, conforme al ordenamiento constitucional, y demá s normas aplicables a la
materia.

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Las contribuciones, restricciones y obligaciones establecidas en leyes, reglamentos,
planes y ordenanzas urbanísticas se consideran limitaciones legales del derecho de
propiedad y, en consecuencia, no confieren, por si solas, derecho a indemnizació n.
Esta só lo podrá ser acordada en los casos de limitaciones que comportan
vinculaciones singulares y que establezca la ley. En estos casos, a los efectos de
determinar la indemnizació n se seguirá n los criterios establecidos en la ley.
Claro que son indemnizables las limitaciones a la propiedad derivada de los planes de
ordenació n del territorio ya que constitucionalmente así se contempla, se reconoce
jurídicamente el derecho de los particulares a ser indemnizados por las limitaciones
legales al ejercicio de su derecho de propiedad, de acuerdo a lo señ alado por la
Constitució n y leyes especiales.
Limitaciones a la propiedad privada por razones urbanísticas, ambientales, de
reforma agraria y de la protección de los recursos naturales renovables: En la
evolució n de las limitaciones del derecho de propiedad, tenemos que:
Posterior a la Revolució n Francesa en 1789 se reconoció el derecho de
propiedad en sentido absoluto, no injerencia del Estado sobre la propiedad y se
conservo en el có digo napoleó nico de 1804. Igualmente se consagro el derecho
a la propiedad de goce y disposició n, igualmente absoluto.
Luego surge con relació n al derecho de propiedad la Funció n Social, la
propiedad pasa de tener un cará cter absoluto a un cará cter relativo, por estar
sujeto a limitaciones contenidas en la ley que incorpora la funció n social.
En el artículo 115 de la CRBV, se recoge el principio del derecho de propiedad: Se
garantiza el derecho de propiedad y toda persona tiene derecho al uso, goce, disfrute y
disposició n de sus bienes, con las restricciones, obligaciones y contribuciones que
establezca la ley con fines de causa de utilidad pú blica o de interés general. Só lo por
causa de utilidad pú blica o interés social, mediante sentencia firme y pago oportuno
de justa indemnizació n, podrá ser declarada la expropiació n de cualquier clase de
bienes.
Tal como se observó en el artículo anterior, el derecho de propiedad, a pesar de
establecerse como derecho constitucional, no es absoluto como quiera que, ademá s de
cumplir con una funció n social, puede decaer por potestad del Estado siempre y
cuando se cumplan las condiciones que establece el Texto Constitucional.
Los planes urbanísticos, ambientales, de reforma agraria y de protecció n de los
recursos naturales renovables afectan el contenido del derecho de propiedad,
quedando este derecho vinculado al destino fijado por dichos planes, conforme al
ordenamiento constitucional, y demá s normas aplicables a la materia.
Las contribuciones, restricciones y obligaciones establecidas en leyes, reglamentos,
planes y ordenanzas urbanísticas se consideran limitaciones legales del derecho de
propiedad y, en consecuencia, no confieren, por si solas, derecho a indemnizació n.
Esta só lo podrá ser acordada en los casos de limitaciones que comportan
vinculaciones singulares y que establezca la ley. En estos casos, a los efectos de
determinar la indemnizació n se seguirá n los criterios establecidos en la ley.

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Constitucionalmente se reconoce el derecho de los particulares a ser indemnizados
por las limitaciones legales al ejercicio de su derecho de propiedad, de acuerdo a lo
señ alado por la Constitució n y leyes especiales.
Si los planes formulados de conformidad con la normativa que regula la materia
de reforma agraria y ambiental, son vinculantes para el sector privado ¿Debe
apuntarse a la naturaleza jurídica de cada uno de esos planes? Son vinculantes
para el sector privado, y debe apuntarse a la naturaleza jurídica de cada uno de esos
planes.

Tema 11. La actividad de policía administrativa. Mecanismos de gravamen


sobre los particulares. Prohibiciones, órdenes, autorizaciones. La
nacionalización. La expropiación, el comiso, la confiscación, la reversión, la
requisición y las cesiones obligatorias. Las sanciones.
Régimen de los bienes del Estado:
Bienes:
a) Propiedad privada (Particulares): Dominio Privado, Uso privado.
b) Propiedad pública (Repú blica, Estados, Municipios, Organismos Pú blicos):
Dominio Pú blico, Uso pú blico. Art. 12, 304 CRBV
Distinción entre Bienes de dominio público y bienes de dominio privado. La
distinció n entre los bienes del dominio pú blico y los bienes del dominio privado, es
porqué se protegen los bienes de dominio pú blico, es decir, para proteger el bien
general del trá fico comercial, para preservar el fin que cumplen estos bienes. Los
bienes del dominio pú blico son inalienables, imprescriptibles y son inembargables.
a. Bienes de dominio público: Es el sector de los bienes del Estado, sobre los
cuales éste ejerce una potestad soberana, conforme a las reglas del derecho
pú blico, a efecto de regular su uso y aprovechamiento y de esa manera
asegurar su preservació n o explotació n racional. Los bienes de dominio pú blico
son bienes de utilidad general que pertenecen a la colectividad en forma
amplia. Son aquellos que no tienen valor comercial y son excluidos del
mercado. No implican un derecho de propiedad. Otorgan un derecho de
soberanía que se encuentra protegido por las potestades de policía
administrativa (ejemplo: las aguas, playas, las costas marinas, el subsuelo y sus
riquezas, etc.).
b. Bienes de dominio privado: Son aquellos bienes a los que el legislador ha
estimado necesario otorgarle una protecció n tan rígida y tantos requisitos
como aquellos que se hallan dentro del patrimonio pú blico. Se tiene entonces,
que le es aplicable el derecho privado y no tienen una protecció n especial en el
orden jurídico, aunque existan disposiciones de tipo constitucional o legal que
los regule, principalmente por formar parte del acervo patrimonial del Estado.
Son bienes de utilidad particular, que implican un derecho de propiedad que
ejercen las personas particulares.

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Ley de Tierras Baldias y Ejidos:
Artículo 1º.-‐ Son baldíos todos los terrenos que, estando dentro de los límites de la
Repú blica, no sean ejidos ni propiedad particular ni pertenezcan legítimamente a
corporaciones o personas jurídicas.
Parágrafo Único: Se consideran también como baldíos, y la Nació n entra desde luego
a poseerlos, los terrenos ejidos que han quedado abandonados por la extinció n,
comprobada oficialmente, del dominio que en ellos ejercía el Municipio.
Artículo 2º.-‐ Los terrenos baldíos de los Estados son del dominio privado de ellos, y
los existentes en el Distrito Federal, en los Territorios Federales y en las islas del Mar
de las Antillas, son del dominio privado de la Nació n; pero como a ésta le está
constitucionalmente encomendada la administració n de los terrenos baldíos de
los Estados, las disposiciones de la presente Ley regirá n todos los que está n
situados dentro de los límites de la Repú blica.
Parágrafo Único: No quedan sujetos a esta Ley los terrenos que con fines
determinados haya adquirido la Nació n y estén clasificados en la categoría de los
Bienes Nacionales, que se regirá n por la Ley Orgá nica de la Hacienda Nacional.
Artículo 3º.-‐ Son terrenos ejidos:
1. Los que en concepto de tales han venido gozando varios Concejos y
poblaciones de la Repú blica que arrancan de la época colonial.
2. Los que hayan sido adquiridos como ejidos por los respectivos Municipios de
conformidad con las Leyes que han regido anteriormente acerca de la materia.
3. Los resguardos de las extinguidas comunidades indígenas. Respecto a estos
terrenos se respetará n los derechos adquiridos individualmente por los
poseedores de fracciones determinadas conforme a la Ley de 8 de abril de 1904
y los derechos adquiridos por prescripció n.
4. Los terrenos baldíos y privados que pasen al dominio de los Municipios que los
soliciten y los obtengan de conformidad con las disposiciones de la presente
Ley.
Formas de adquisición de los bienes por el Estado:
a. La nacionalización: es el acto mediante el cual el Estado se reserva algú n
recurso natural o determinada actividad. Supone un límite a la liberta
econó mica. Art. 302 CRBV. (Ejemplo: La actividad petrolera y otras industrias,
explotaciones, servicio y bienes de interés pú blico y de cará cter estratégico.
b. La expropiación: Son todas las medidas dictadas por las autoridades
administrativas que establecen limitaciones a la propiedad privada, con miras
a atender fines de utilidad pú blica y social. Es el acto má s importante de los
modos de adquirir bienes que tiene el Estado dentro del derecho pú blico. Se
trata de un acto unilateral del Estado en virtud del cual no se requiere el
consentimiento del particular afectado. Segú n Brewer Carias, la expropiació n,
es una institució n de derecho pú blico mediante la cual, la Administració n, para
el cumplimiento de fines pú blicos, logra coactivamente la adquisició n de bienes
22
muebles o inmuebles, siguiendo un procedimiento determinado y pagando una
justa compensació n o indemnizació n. Con indemnizació n. Es el má s importante
de los modos de adquirir bienes que tiene el Estado dentro del derecho
Pú blico.
Art. 115 CRBV
Segú n el artículo 2 de la Ley de Expropiació n: “La expropiación es una institución de
derecho público en virtud de la cual la Administración, con fines de utilidad pública o
social, adquiere coactivamente bienes pertenecientes a los administrados, conforme al
principio determinado en las leyes y mediante el pago de una justa indemnización”.
Los requisitos de la expropiación son:
 Disposició n formal que declare la utilidad pú blica.
 Declaració n de que su ejecució n exige indispensablemente la transferencia
total o parcial de la propiedad o derecho.
 El Justiprecio del bien objeto de la expropiació n.
 Y el cuarto requisito es el Pago oportuno y en dinero efectivo de justa
indemnizació n.
El concepto de utilidad pú blica está regulado en el Art. 3 de la Ley de Expropiació n.
Requisitos de la Expropiació n: Art. 7 L.E.
Requisitos de la declaratoria de Utilidad Pú blica: Art. 13 L.E.
Arreglo Amigable: Art. 22 L.E.
c. El comiso (decomiso): Es una forma de extinció n de la propiedad privada sin
indemnizació n, como consecuencia de una sanció n penal accesoria prevista en
una ley penal. Es una sanció n penal, por traficar con materia prohibida. Esta
sujeta a la reserva legal. La utilizació n de los bienes muebles objeto del mismo,
no será destinado a ningú n uso pú blico ni en interés general, como si sucede en
la expropiació n y en la requisició n, en estas dos instituciones los propietarios
tienen derecho a la indemnizació n, al contrario de lo que sucede en el comiso.
d. La confiscación: Se produce cuando se ha cometido ilícitos contra el
patrimonio pú blico. Apunta al propietario de los bienes considerado culpable
de una infracció n a las leyes. El Estado afecta sus derechos, impulsado por el
deseo de afectarlo en sus bienes y de castigarlo, sin que las particularidades de
la propiedad misma influyan de ninguna manera en la confiscació n (art.116
CRBV). Histó ricamente la confiscació n ha existido como una sanció n a los
enemigos del poder pú blico por medio del cual se les priva de sus bienes,
pasando estos al Estado. No hay indemnizació n.
e. La requisición: Considerada como una de las restricciones a la titularidad del
derecho de propiedad, consiste en el apoderamiento forzoso por parte del
Estado, por razones militares y de seguridad, de bienes muebles de los
particulares, generalmente determinados fungibles y mediante indemnizació n.
Procede por razones de urgencia ó necesidad, media siempre una
indemnizació n, y casi siempre es sobre bienes muebles, y sobre todo al

23
terminar el estado de emergencia, los bienes deben devolverse a sus
propietarios. Con indemnizació n.
f. La reversión
g. Las cesiones obligatorias
Diferencia entre comiso y confiscación:
El comiso, supone la privació n coactiva de algunos bienes de propiedad privada en
razó n de la seguridad, salubridad pú blica o protecció n al consumidor. El comiso es la
pérdida definitiva de un bien, sin indemnizació n, por razones de seguridad, moralidad
o salubridad pú blicas. No implica indemnizació n, porque en estos casos la propiedad
privada no se toma para uso pú blico, y ademá s tal derecho no se halla en Estado legal.
Mientras que confiscació n, es el apoderamiento de bienes por parte del Estado sin que
medie indemnizació n alguna.
El comiso a diferencia de otras figuras jurídicas restrictivas del derecho de
propiedad, tales como la confiscació n y la expropiació n a favor del Estado, los
bienes producto del comiso no se destinan necesariamente al uso pú blico,
motivo por el cual, la limitació n al derecho de propiedad no da lugar a una
indemnizació n o resarcimiento por parte del Estado.
En el comiso, las limitaciones al libre ejercicio de la propiedad privada tienen
por objeto la reglamentació n de su uso o disposició n por motivos de seguridad
o salubridad publica; es decir, por razones de policía propiamente dicha.
 El comiso implica la perdida definitiva de una cosa mueble, no por la utilidad
publica que el Estado pueda darle a dichos bienes, como ocurriría en el caso de
la expropiació n, sino para mantener el orden jurídico -‐ social, inicialmente
perturbado por aquellas conductas prohibidas en razó n de la seguridad,
salubridad publica y/o protecció n al consumidor. Es de cará cter individual. Es
consecuencia directa de una actividad delictiva. Se sanciona al sujeto con la
pérdida del derecho.
Diferencias entre expropiación y confiscación:
La confiscació n es la adjudicació n que se hace al Fisco, de los bienes de algú n reo. En
los países donde esta institució n ha existido se le considera una pena o una medida de
represalias contra extranjeros en los casos de conflictos internacionales. Por ello,
cuando se trata de confiscació n, no procede en ningú n caso el pago de una
indemnizació n. Mientras que, la expropiació n en cambio, no es una pena ni una
medida de represalias. Es una institució n que tiene por objeto conciliar los requisitos
del interés general de la comunidad con el respecto debido al derecho de propiedad
de los administrados. El interés individual de los administrados debe ceder ante el
interés general de la colectividad; pero el derecho de propiedad, que la Constitució n
garantiza, no puede ser desconocido. Por eso, el expropiante adquiere coactivamente
los bienes que reclama el interés general y el propietario recibe una justa
indemnizació n para que así su patrimonio permanezca incó lume.

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Bienes del Estado que son del dominio público: Son del dominio pú blico el
subsuelo y sus riquezas. Las costas marinas. Y las aguas. Se declaran como bienes del
dominio pú blico y por tanto en los términos del artículo 543 del Có digo Civil, son
inalienables e imprescriptibles y se les coloca en la categoría de bienes pú blico
porque, estos bienes fomentan la riqueza del Estado. Son bienes del dominio pú blico
los siguientes:
Artículo 12 CRBV: “Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su
naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la
zona econó mica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la Repú blica,
son bienes del dominio pú blico y, por tanto, inalienables e imprescriptibles. Las costas
marinas son bienes del dominio pú blico”.
a) El subsuelo y sus riquezas:
b) Las costas marinas: Entendiéndose como tales, la parte de la rivera del mar que
bañ a el mar, es decir, la playa o zona que está entre la playa alta y la baja marea,
como la ha establecido la jurisprudencia de la Corte Suprema.
c) Las aguas: Artículo 304 CRBV: “Todas las aguas son del dominio público de la
nación, insustituibles para la vida y el desarrollo. La ley establecerá las disposiciones
necesarias a fin de garantizar su protección, aprovechamiento y recuperación,
respetando las fases del ciclo hidrológico y los criterios de ordenamiento del
territorio”.
¿Las playas y las riveras fluviales bienes del dominio público del Estado?
Señalar si son del dominio público o privado. Y que tipo de bienes son
Las playas y las riveras fluviales son bienes del dominio pú blico del estado. Siendo
los bienes de dominio pú blico el sector de los bienes del Estado, sobre los cuales éste
ejerce una potestad soberana, conforme a las reglas del derecho pú blico, a efecto de
regular su uso y aprovechamiento y de esa manera asegurar su preservació n o
explotació n racional. Los bienes de dominio pú blico son bienes de utilidad general que
pertenecen a la colectividad en forma amplia. Son aquellos que no tienen valor
comercial y son excluidos del mercado. No implican un derecho de propiedad. Otorgan
un derecho de soberanía que se encuentra protegido por las potestades de policía
administrativa (ejemplo: las aguas, playas, las costas marinas, el subsuelo y sus
riquezas, etc.).
Se declaran como bienes del dominio pú blico y por tanto en los términos del artículo
543 del Có digo Civil, son inalienables e imprescriptibles y se les coloca en la categoría
de bienes pú blico porque, estos bienes fomentan la riqueza del Estado. Son bienes del
dominio pú blico los siguientes:
Artículo 12 CRBV: “Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea
su naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en
la zona econó mica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la Repú blica,
son bienes del dominio pú blico y, por tanto, inalienables e imprescriptibles. Las costas
marinas son bienes del dominio pú blico”.

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Tema 12. La actividad de fomento. Justificación. Régimen de los subsidios. Otras
formas de la actividad de fomento.
Tema 13. La actividad administrativa de servicio público. Características.
Servicio público en sentido orgánico y en sentido material. La reserva como
posible elemento de la noción. El servicio público y los derechos económicos.
Sistemas de prestación.
Funcionario público: Es el que ejerce una funció n pú blica
Como se ubica a un funcionario publico de manera estricta:
 Funcionario publico.
 Que se encuentre en un ó rgano de la administració n.
 Cargos pú blicos
 Persona que ocupe el cargo pú blico.
Para regular al funcionario pú blico:
 Contractual: es igual al contrato privado, se establece mediante un contrato
por tiempo determinado y limitado.
 Estatutario: esta viene establecida previamente por un estatuto donde ya se
tiene conocimiento de los derechos y obligaciones. Se encuentra establecido en
los Art. 144 al 149 C.R.B.V. Este se divide en 2.
Artículo 144. La ley establecerá el Estatuto de la función pública mediante normas
sobre el ingreso, ascenso, traslado, suspensión y retiro de los funcionarios o funcionarias
de la Administración Pública, y proveerán su incorporación a la seguridad social.
La ley determinará las funciones y requisitos que deben cumplir los funcionarios
públicos y funcionarias públicas para ejercer sus cargos.
Artículo 145. Los funcionarios públicos y funcionarias públicas están al servicio del
Estado y no de parcialidad alguna. Su nombramiento o remoción no podrán estar
determinados por la afiliación u orientación política. Quien esté al servicio de los
Municipios, de los Estados, de la República y demás personas jurídicas de derecho
público o de derecho privado estatales, no podrá celebrar contrato alguno con ellas, ni
por sí ni por interpósita persona, ni en representación de otro u otra, salvo las
excepciones que establezca la ley.
Artículo 146. Los cargos de los órganos de la Administración Pública son de carrera. Se
exceptúan los de elección popular, los de libre nombramiento y remoción, los
contratados y contratadas, los obreros y obreras al servicio de la Administración Pública
y los demás que determine la Ley.
El ingreso de los funcionarios pú blicos y las funcionarias pú blicas a los cargos de
carrera será por concurso pú blico, fundamentado en principios de honestidad,
idoneidad y eficiencia. El ascenso estará sometido a métodos científicos basados en el
sistema de méritos, y el traslado, suspensió n o retiro será de acuerdo con su
desempeñ o.

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Artículo 147. Para la ocupación de cargos públicos de carácter remunerado es
necesario que sus respectivos emolumentos estén previstos en el presupuesto
correspondiente.
Las escalas de salarios en la Administración Pública se establecerán
reglamentariamente conforme a la ley.
La ley orgánica podrá establecer límites razonables a los emolumentos que devenguen
los funcionarios públicos y funcionarias públicas municipales, estadales y nacionales.
La ley nacional establecerá el régimen de las jubilaciones y pensiones de los funcionarios
públicos y funcionarias públicas nacionales, estadales y municipales.
Artículo 148. Nadie podrá desempeñar a la vez más de un destino público remunerado,
a menos que se trate de cargos académicos, accidentales, asistenciales o docentes que
determine la ley. La aceptación de un segundo destino que no sea de los exceptuados en
este artículo, implica la renuncia del primero, salvo cuando se trate de suplentes,
mientras no reemplacen definitivamente al principal.
Nadie podrá disfrutar más de una jubilación o pensión, salvo los casos expresamente
determinados en la ley.
Artículo 149. Los funcionarios públicos y funcionarias públicas no podrán aceptar
cargos, honores o recompensas de gobiernos extranjeros sin la autorización de la
Asamblea Nacional.
Temporal: No es de forma permanente, se realiza por un periodo determinado.
Permanente: Se supone una escala, lo que se define como carrera administrativa, este
es el régimen por excelencia.
Definición legal del funcionario público se encuentra en el Art. 3 Ley del
estatuto.
Artículo 3. Funcionario o funcionaria público será toda persona natural que, en virtud
de nombramiento expedido por la autoridad competente, se desempeñe en el ejercicio de
una función pública remunerada, con carácter permanente.
El ámbito territorial de la aflicción es a nivel nacional, es decir se aplica tanto en a
republica, los estados, los municipios.
Requisitos para ser funcionario publico, se encuentran en el Art. 17 ley del
estatuto, en concordancia con las limitaciones dadas en los siguientes Art. 41, 160,
174, 188 Nº 2, 227 y 244 C.R.B.V.
Artículo 17. Para ejercer un cargo de los regulados por esta Ley, los aspirantes deberán
reunir los siguientes requisitos:
1.-‐ Ser venezolano o venezolana.
2.-‐ Ser mayor de dieciocho años de edad.
3.-‐ Tener título de educación media diversificada.
4.-‐ No estar sujeto o sujeta a interdicción civil o inhabilitación política.

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5.-‐ No gozar de jubilación o pensión otorgada por algún organismo del Estado,
salvo para ejercer cargos de alto nivel, caso en el cual deberán suspender dicha
jubilación o pensión. Se exceptúan de éste requisito la jubilación o pensión
proveniente del desempeño de cargos compatibles.
6.-‐ Reunir los requisitos correspondientes al cargo.
7.-‐ Cumplir con los procedimientos de ingreso establecidos en esta Ley y su Reglamento,
si fuere el caso.
8.-‐ Presentar declaración jurada de bienes.
9.-‐ Los demás requisitos establecidos en las leyes.
Clases de funcionarios, NO SE DEBE CONFUNDIR FUNCIONARIO CON CARRERA. Art.
19 al 21 ley del estatuto.
Artículo 19. Los funcionarios o funcionarias de la Administración Pública serán de
carrera o de libre nombramiento y remoción.
Serán funcionarios o funcionarias de carrera, quienes habiendo ganado el concurso
público, superado el período de prueba y en virtud de nombramiento, presten servicios
remunerado y con carácter permanente.
Serán funcionarios o funcionarias de libre nombramiento y remoción aquellos que son
nombrados y removidos libremente de sus cargos sin otras limitaciones que las
establecidas en esta Ley.
Artículo 20. Los funcionarios o funcionarias públicos de libre nombramiento y remoción
podrán ocupar cargos de alto nivel o de confianza. Los cargos de alto nivel son los
siguientes:
1. El Vicepresidente o Vicepresidenta Ejecutivo.
2. Los ministros o ministras.
3. Los jefes o jefas de las oficinas nacionales o sus equivalentes.
4. Los comisionados o comisionadas presidenciales.
5. Los viceministros o viceministras.
6. Los directores o directoras generales, directores o directoras y demás
funcionarios o funcionarias de similar jerarquía al servicio de la Presidencia de la
República, Vicepresidencia Ejecutiva y Ministerios.
7. Los miembros de las juntas directivas de los institutos autónomos nacionales.
8. Los directores o directoras generales, directores o directoras y demás
funcionarios o funcionarias de similar jerarquía en los institutos autónomos.
9. Los registradores o registradoras y notarios o notarias públicos.
10. El Secretario o Secretaria General de Gobierno de los estados.
11. Los directores generales sectoriales de las gobernaciones, los directores de las
alcaldías y otros cargos de la misma jerarquía.
12. Las máximas autoridades de los institutos autónomos estadales y municipales, así
como sus directores o directoras y funcionarios o funcionarias de similar
jerarquía.

28
Artículo 21. Los cargos de confianza serán aquellos cuyas funciones requieren un alto
grado de confidencialidad en los despachos de las máximas autoridades de la
Administración Pública, de los viceministros o viceministras, de los directores o
directoras generales y de los directores o directoras o sus equivalentes. También se
considerarán cargos de confianza aquellos cuyas funciones comprendan principalmente
actividades de seguridad del estado, de fiscalización e inspección, rentas, aduanas,
control de extranjeros y fronteras, sin perjuicio de lo establecido en la ley.
Funcionarios de libre nombramiento y remoción: estos son funcionarios, pero no
ejercen cargos de carrera, es decir, pueden ser removidos de sus cargos en cualquier
momento. Alto nivel. De confianza.
Funcionarios de carrera: estos gozan de estabilidad, y un funcionario de carrera
puede ejerce un cargo de carrera. Y no pueden ser removidos de sus cargos, solo con
ciertas excepciones.
A las empresas del estado no se les aplica estas características de los funcionarios,
ellos se basan en otros reglamentos como por ejemplo la Ley Orgá nica del Trabajo.
Derechos, deberes y compatibilidades que tienen todos los funcionarios tanto
de carrera como de libre nombramiento y remoción, está n tipificados en los Art.
22 al 29 ley del estatuto.
Artículo 22. Todo funcionario o funcionaria público tendrá derecho, al incorporarse al
cargo, a ser informado por su superior inmediato acerca de los fines, organización y
funcionamiento de la unidad administrativa correspondiente y de las atribuciones,
deberes y responsabilidades que le incumben.
Artículo 23. Los funcionarios o funcionarias públicos tendrán derecho a percibir las
remuneraciones correspondientes al cargo que desempeñen, de conformidad con lo
establecido en esta Ley y sus reglamentos.
Artículo 24. Los funcionarios o funcionarias de la Administración Pública tendrán
derecho a disfrutar de una vacación anual de quince días hábiles durante el primer
quinquenio de servicios; de dieciocho días hábiles durante el segundo quinquenio; de
veintiún días hábiles durante el tercer quinquenio y de veinticinco días hábiles a partir
del decimosexto año de servicio. Asimismo, de una bonificación anual de cuarenta días
de sueldo.
Cuando el funcionario o funcionaria público egrese por cualquier causa antes de cumplir
el año de servicio, bien durante el primer año o en los siguientes, tendrá derecho a
recibir el bono vacacional proporcional al tiempo de servicio prestado.
Artículo 25. Los funcionarios o funcionarias públicos al servicio de la Administración
Pública, tendrán derecho a disfrutar, por cada año calendario de servicio activo, dentro
del ejercicio fiscal correspondiente, de una bonificación de fin de año equivalente a un
mínimo de noventa días de sueldo integral, sin perjuicio de que pueda aumentarse por
negociación colectiva.
Artículo 26. Los funcionarios o funcionarias al servicio de la Administración Pública
tendrán derecho a los permisos y licencias que se establezcan en los reglamentos de esta

29
Ley, los cuales pueden ser con goce de sueldo o sin él y de carácter obligatorio o
potestativo.
Artículo 27. Los funcionarios y funcionarias públicos nacionales, estadales y
municipales, tendrán derecho a su protección integral a través del sistema de seguridad
social en los términos y condiciones que establezca la ley y los reglamentos que regulan
el Sistema de Seguridad Social.
Artículo 28. Los funcionarios y funcionarias públicos gozarán de los mismos beneficios
contemplados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en la Ley
Orgánica del Trabajo y su Reglamento, en lo atinente a la prestación de antigüedad y
condiciones para su percepción.
Artículo 29. Las funcionarias públicas en estado de gravidez gozarán de la protección
integral a la maternidad en los términos consagrados en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y en la Ley Orgánica del Trabajo y su Reglamento. No
obstante, las controversias a las cuales pudiera dar lugar la presente disposición serán
sustanciadas y decididas por los tribunales con competencia en lo contencioso
administrativo funcionarial.
Derechos exclusivos de los funcionarios de carrera Art. 30, 31 y 32 ley del estatuto
(Fijo examen)
Artículo 30. Los funcionarios o funcionarias públicos de carrera que ocupen cargos de
carrera gozarán de estabilidad en el desempeño de sus cargos. En consecuencia, sólo
podrán ser retirados del servicio por las causales contempladas en la presente Ley.
Artículo 31. Los funcionarios o funcionarias públicos de carrera que ocupen cargos de
carrera tendrán derecho al ascenso en los términos previstos en esta Ley y sus
reglamentos.
Artículo 32. Los funcionarios o funcionarias públicos de carrera, que ocupen cargos de
carrera, tendrán el derecho a organizarse sindicalmente, a la solución pacífica de los
conflictos, a la convención colectiva y a la huelga, de conformidad con lo establecido en
la Ley Orgánica del Trabajo y su Reglamento, en cuanto sea compatible con la índole de
los servicios que prestan y con las exigencias de la Administración Pública.
Todos los conflictos a los cuales diere lugar la presente disposició n será n conocidos
por los tribunales competentes en lo contencioso administrativo funcionarial.
- Derecho a la estabilidad, no puede ser sustituido por una indemnizació n, como
en las empresas privadas, solo los que ocupen un cargo de carrera.
- Derecho al ascenso, solo a los cargos de carrera, está n sujetos a evaluaciones
perió dicas.
- Derecho colectivo al trabajo, huelga, resolució n pacifica de conflictos,
contratació n colectiva, sindicato.
Deberes y prohibiciones: se encuentran en los Art. 33 y siguientes ley del estatuto.
Artículo 33. Además de los deberes que impongan las leyes y los reglamentos, los
funcionarios o funcionarias públicos estarán obligados a:

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1. Prestar sus servicios personalmente con la eficiencia requerida.
2. Acatar las órdenes e instrucciones emanadas de los superiores jerárquicos.
3. Cumplir con el horario de trabajo establecido.
4. Prestar la información necesaria a los particulares en los asuntos y expedientes
en que éstos tengan algún interés legítimo.
5. Guardar en todo momento una conducta decorosa y observar en sus relaciones
con sus superiores, subordinados y con el público toda la consideración y cortesía
debidas.
6. Guardar la reserva, discreción y secreto que requieran los asuntos relacionados
con las funciones que tengan atribuidas, dejando a salvo lo previsto en el numeral
4 de este artículo.
7. Vigilar, conservar y salvaguardar los documentos y bienes de la Administración
Pública confiados a su guarda, uso o administración.
8. Cumplir las actividades de capacitación y perfeccionamiento destinados a
mejorar su desempeño.
9. Poner en conocimiento de sus superiores las iniciativas que estimen útiles para la
conservación del patrimonio nacional, el mejoramiento de los servicios y
cualesquiera otras que incidan favorablemente en las actividades a cargo del
órgano o ente.
10. Inhibirse del conocimiento de los asuntos cuya competencia esté legalmente
atribuida, en los siguientes casos:
a. Cuando personalmente, o bien su cónyuge, su concubino o concubina o
algún pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de
afinidad, tuvieren interés en un asunto.
b. Cuando tuvieren amistad o enemistad manifiesta con cualquiera de las
personas interesadas que intervengan en un asunto.
c. Cuando hubieren intervenido como testigos o peritos en el expediente de
cuya resolución se trate, o como funcionarios o funcionarias públicos
hubieren manifestado previamente su opinión en el mismo, de modo que
pudieran prejuzgar la resolución del asunto; o tratándose de un recurso
administrativo, que hubieren resuelto o intervenido en la decisión del acto
que se impugna.
d. Cuando tuvieren relación de subordinación con funcionarios o
funcionarias públicos directamente interesados en el asunto.
El funcionario o funcionaria público de mayor jerarquía en la entidad donde curse un
asunto podrá ordenar, de oficio o a instancia de los interesados, a los funcionarios o
funcionarias públicos incursos en las causales señaladas en este artículo que se
abstengan de toda intervención en el procedimiento, designando en el mismo acto al
funcionario o funcionaria que deba continuar conociendo del expediente.
11. Cumplir y hacer cumplir la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, las leyes, los reglamentos, los instructivos y las órdenes que deban
ejecutar.
Incompatibilidades: se encuentran en los Art. 35 y 36 ley del estatuto.

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Artículo 35. Los funcionarios o funcionarias públicos no podrán desempeñar más de un
cargo público remunerado, a menos que se trate de cargos académicos, accidentales,
asistenciales o docentes que determine la ley.
La aceptación de un segundo destino, que no sea de los exceptuados en este artículo,
implica la renuncia del primero, salvo cuando se trate de suplentes mientras no
reemplacen definitivamente al principal.
Artículo 36. El ejercicio de los cargos académicos, accidentales, asistenciales y docentes,
declarados por la ley compatibles con el ejercicio de un destino público remunerado, se
hará sin menoscabo del cumplimiento de los deberes inherentes a éste.
Situaciones administrativas: son las diferentes posiciones jurídicas, que puede
ocupar un funcionario pú blico mientras este tenga una relació n de empleo con el
estado. Se encuentra tipificado en los Art. 70 al 77 ley del estatuto.
Comisión de servicios: tiene que darse dentro de una misma localidad para que
pueda ser obligatoria, si debe trasladarse muy lejos, es decir debe mudarse, no es
obligatoria, es de cará cter temporal, debe tener una misma remuneració n o mayor, se
encuentra establecido en el Art. 70 ley del estatuto.
Artículo 70. Se considerará en servicio activo al funcionario o funcionaria público que
ejerza el cargo o se encuentre en comisión de servicio, traslado, suspensión con goce de
sueldo, permiso o licencia.
Traslado: cambio de ubicació n en la misma localidad o en una distinta mediante un
acuerdo mutuo, se encuentra e el Art. 73 ley del estatuto.
Artículo 73. Por razones de servicio, los funcionarios o funcionarias públicos de carrera
podrán ser trasladados dentro de la misma localidad de un cargo a otro de la misma
clase, siempre que no se disminuya su sueldo básico y los complementos que le puedan
corresponder. Cuando se trate de traslado de una localidad a otra, éste deberá realizarse
de mutuo acuerdo, con las excepciones que por necesidades de servicio determinen los
reglamentos.
Transferencia: descentralizació n funcional, se encuentra en el Art. 74 ley del
estatuto.
Artículo 74. Los funcionarios o funcionarias públicos de carrera podrán ser transferidos
cuando tenga lugar la descentralización de las actividades a cargo del órgano o ente
donde presten sus servicios, de conformidad con lo establecido en la ley. En tales casos
deberá levantarse un acta de transferencia.
Licencias o permiso, son lo mismo, son sinó nimos, es una licencia para ausentarse, se
encuentra en el Art. 77 ley del estatuto.
Artículo 77. Los funcionarios y funcionarias públicos tendrán derecho a los permisos y
licencias previstos en la presente Ley y sus reglamentos.
Disponibilidad: se da en casos como, un funcionario de carrera que ejercía un cargo
de libre remoció n y es sacado de su cargo. En un proceso de reducció n de personal,
funcionario de carrera en un cargo igual o menor. Todos son por un periodo de 30

32
días, si estos se cumplen y no lo logran reubicar, se procede al retiro del mismo. Art.
84 reglamento de carrera administrativa.
Retiro de los funcionarios públicos. Egresos, se encuentra e el Art. 78 ley del
estatuto
Artículo 78. El retiro de la Administración Pública procederá en los siguientes casos:
1. Por renuncia escrita del funcionario o funcionaria público debidamente
aceptada.
2. Por pérdida de la nacionalidad.
3. Por interdicción civil.
4. Por jubilación y por invalidez de conformidad con la ley.
5. Por reducción de personal debido a limitaciones financieras, cambios en la
organización administrativa, razones técnicas o la supresión de una dirección,
división o unidad administrativa del órgano o ente. La reducción de personal será
autorizada por el Presidente o Presidenta de la República en Consejo de
Ministros, por los consejos legislativos en los estados, o por los concejos
municipales en los municipios.
6. Por estar incurso en causal de destitución.
7. Por cualquier otra causa prevista en la presente Ley.
Los cargos que quedaren vacantes conforme al numeral 5 de este artículo no podrán ser
provistos durante el resto del ejercicio fiscal.
Los funcionarios o funcionarias públicos de carrera que sean objeto de alguna medida de
reducción de personal, conforme al numeral 5 de este artículo, antes de ser retirados
podrán ser reubicados. A tal fin, gozarán de un mes de disponibilidad a los efectos de su
reubicación. En caso de no ser ésta posible, el funcionario o funcionaria público será
retirado e incorporado al registro de elegibles.
Renuncia escrita o tacita, debe ser acepada por la administració n, si no
es respondida, se sobre entenderá , que no fue aceptada, tiene que realizarse con 15
días de anticipació n (no es pre-‐aviso)
 Interdicció n civil
 Perdida de la nacionalidad
 Jubilació n, invalides
 Reducció n de personal
 Destitució n
 Fallecimiento del funcionario, ya que no hay cargos hereditarios.
 La remoció n, cuando se otorga el cargo de libre remoció n.
 Nulidad dictada por sentencia que anule el nombramiento, ya sea por
fraude u otros.
 Los cargos temporales, cuando termina el periodo.
Régimen disciplinario.

33
Principio de legalidad, estas deben estar previstas en la ley, se debe presumir la
inocencia del funcionario hasta que se demuestre lo contrario. Tiene derecho al
debido proceso.
Amonestación escrita: se encuentra en el Art. 83, 84 y 85 ley del estatuto.
Artículo 83. Serán causales de amonestación escrita:
1. Negligencia en el cumplimiento de los deberes inherentes al cargo.
2. Perjuicio material causado por negligencia manifiesta a los bienes de la
República, siempre que la gravedad del perjuicio no amerite su destitución.
3. Falta de atención debida al público.
4. Irrespeto a los superiores, subalternos o compañeros.
5. Inasistencia injustificada al trabajo durante dos días hábiles dentro de un lapso
de treinta días continuos.
6. Realizar campaña o propaganda de tipo político o proselitista, así como solicitar
o recibir dinero u otros bienes para los mismos fines, en los lugares de trabajo.
7. Recomendar a personas determinadas para obtener beneficios o ventajas en la
función pública.
Artículo 84. Si se hubiere cometido un hecho que amerite amonestación escrita, el
supervisor o supervisora inmediato notificará por escrito del hecho que se le imputa y
demás circunstancia del caso al funcionario o funcionaria público para que, dentro de
los cinco días hábiles siguientes, formule los alegatos que tenga a bien esgrimir en su
defensa.
Cumplido el procedimiento anterior, el supervisor o supervisora emitirá un informe que
contendrá una relación sucinta de los hechos y de las conclusiones a que haya llegado. Si
se comprobare la responsabilidad del funcionario o funcionaria público, el supervisor o
supervisora aplicará la sanción de amonestación escrita.
En el acto administrativo respectivo deberá indicarse el recurso que pudiere intentarse
contra dicho acto y la autoridad que deba conocer del mismo. Se remitirá copia de la
amonestación a la oficina de recursos humanos respectiva.
Artículo 85. Contra la amonestación escrita el funcionario o funcionaria público podrá
interponer, con carácter facultativo, recurso jerárquico, sin necesidad del ejercicio
previo del recurso de reconsideración, para ante la máxima autoridad del órgano o ente
de la Administración Pública, dentro del plazo de quince días hábiles contados a partir
de la fecha de su notificación. La máxima autoridad deberá decidir el recurso dentro del
término de treinta días hábiles siguientes a su recepción. El vencimiento del término sin
que la máxima autoridad se haya pronunciado sobre el recurso jerárquico interpuesto se
considerará como silencio administrativo negativo y el interesado podrá ejercer ante el
tribunal competente el recurso contencioso administrativo funcionarial.
Destitución: esta es má s grave y acarrea la expulsió n de la administració n pú blica sin
posibilidad de volver, se tipifican en los Art. 86 al 89 ley del estatuto. Segú n lo que
indica el profesor son 8 fases.
- Solicitud de instrucció n del jerarca.
- Oficina de recursos humanos.

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- Notificació n al funcionario
- Formulació n de cargos.
- Descargos del funcionario.
- Periodo de pruebas, promover y evacuar.
- Opinió n de la consultaría jurídica, esta no es vinculante.
- Decisió n, esta la toma el alto jerarca.
Artículo 86. Serán causales de destitución:
1. Haber sido objeto de tres amonestaciones escritas en el transcurso de seis meses.
2. El incumplimiento reiterado de los deberes inherentes al cargo o funciones
encomendadas.
3. La adopción de resoluciones, acuerdos o decisiones declarados manifiestamente
ilegales por el órgano competente, o que causen graves daños al interés público,
al patrimonio de la Administración Pública o al de los ciudadanos o ciudadanas.
Los funcionarios o funcionarias públicos que hayan coadyuvado en alguna forma
a la adopción de tales decisiones estarán igualmente incursos en la presente
causal.
4. La desobediencia a las órdenes e instrucciones del supervisor o supervisora
inmediato, emitidas por éste en el ejercicio de sus competencias, referidas a
tareas del funcionario o funcionaria público, salvo que constituyan una
infracción manifiesta, clara y terminante de un precepto constitucional o legal.
5. El incumplimiento de la obligación de atender los servicios mínimos acordados
que hayan sido establecidos en caso de huelga.
6. Falta de probidad, vías de hecho, injuria, insubordinación, conducta inmoral en el
trabajo o acto lesivo al buen nombre o a los intereses del órgano o ente de la
Administración Pública.
7. La arbitrariedad en el uso de la autoridad que cause perjuicio a los subordinados
o al servicio.
8. Perjuicio material severo causado intencionalmente o por negligencia manifiesta
al patrimonio de la República.
9. Abandono injustificado al trabajo durante tres días hábiles dentro del lapso de
treinta días continuos.
10. Condena penal o auto de responsabilidad administrativa dictado por la
Contraloría General de la República.
11. Solicitar o recibir dinero o cualquier otro beneficio, valiéndose de su condición de
funcionario o funcionaria público.
12. Revelación de asuntos reservados, confidenciales o secretos de los cuales el
funcionario o funcionaria público tenga conocimiento por su condición de tal.
13. Tener participación por sí o por interpuestas personas, en firmas o sociedades
que estén relacionadas con el respectivo órgano o ente cuando estas relaciones
estén vinculadas directa o indirectamente con el cargo que se desempeña.
14. Haber recibido tres evaluaciones negativas consecutivas, de conformidad con lo
previsto en el artículo 58 de esta Ley.
Artículo 87. Las faltas de los funcionarios o funcionarias públicos sancionadas con
amonestación escrita prescribirán a los seis meses a partir del momento en que el

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supervisor inmediato tuvo conocimiento del hecho y no inició el procedimiento
correspondiente.
Artículo 88. Las faltas de los funcionarios o funcionarias públicos sancionadas con la
destitución, prescribirán a los ocho meses, a partir del momento en que el funcionario o
funcionaria público de mayor jerarquía dentro de la respectiva unidad tuvo
conocimiento, y no hubiere solicitado la apertura de la correspondiente averiguación
administrativa.
Capítulo III
Procedimiento Disciplinario de Destitución
Artículo 89. Cuando el funcionario o funcionaria público estuviere presuntamente
incurso en una causal de destitución, se procederá de la siguiente manera:
1. El funcionario o funcionaria público de mayor jerarquía dentro de la respectiva
unidad, solicitará a la oficina de recursos humanos la apertura de la
averiguación a que hubiere lugar.
2. La oficina de recursos humanos instruirá el respectivo expediente y determinará
los cargos a ser formulados al funcionario o funcionaria público investigado, si
fuere el caso.
3. Una vez cumplido lo establecido en el numeral precedente, la oficina de recursos
humanos notificará al funcionario o funcionaria público investigado para que
tenga acceso al expediente y ejerza su derecho a la defensa, dejando constancia
de ello en el expediente. Si no pudiere hacerse la notificación personalmente, se
entregará la misma en su residencia y se dejará constancia de la persona, día y
hora en que la recibió. A tal efecto, cuando el funcionario o funcionaria público
ingrese a la Administración Pública deberá indicar una sede o dirección en su
domicilio, la cual subsistirá para todos los efectos legales ulteriores y en la que se
practicarán todas las notificaciones a que haya lugar. Si resultare impracticable
la notificación en la forma señalada, se publicará un cartel en uno de los
periódicos de mayor circulación de la localidad y, después de transcurridos cinco
días continuos, se dejará constancia del cartel en el expediente y se tendrá por
notificado al funcionario o funcionaria público.
4. En el quinto día hábil después de haber quedado notificado el funcionario o
funcionaria público, la oficina de recursos humanos le formulará los cargos a que
hubiere lugar. En el lapso de cinco días hábiles siguientes, el funcionario o
funcionaria público consignará su escrito de descargo.
5. El funcionario o funcionaria público investigado, durante el lapso previo a la
formulación de cargos y dentro del lapso para consignar su escrito de descargo,
tendrá acceso al expediente y podrá solicitar que le sean expedidas las copias que
fuesen necesarias a los fines de la preparación de su defensa, salvo aquellos
documentos que puedan ser considerados como reservados.
6. Concluido el acto de descargo, se abrirá un lapso de cinco días hábiles para que el
investigado o investigada promueva y evacue las pruebas que considere
conveniente.
7. Dentro de los dos días hábiles siguientes al vencimiento del lapso de pruebas
concedidos al funcionario o funcionaria público, se remitirá el expediente a la

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Consultoría Jurídica o la unidad similar del órgano o ente a fin de que opine sobre
la procedencia o no de la destitución. A tal fin, la Consultoría Jurídica dispondrá
de un lapso de diez días hábiles.
8. La máxima autoridad del órgano o ente decidirá dentro de los cinco días hábiles
siguientes al dictamen de la Consultoría Jurídica y notificará al funcionario o
funcionaria público investigado del resultado, indicándole en la misma
notificación del acto administrativo el recurso jurisdiccional que procediere
contra dicho acto, el tribunal por ante el cual podrá interponerlo y el término
para su presentación.
9. De todo lo actuado se dejará constancia escrita en el expediente.
El incumplimiento del procedimiento disciplinario a que se refiere este artículo por parte
de los titulares de las oficinas de recursos humanos, será causal de destitución.
Medida cautelar, Art. 90 ley del estatuto.
Artículo 90. Cuando para realizar una investigación judicial o administrativa fuere
conveniente, a los fines de la misma, suspender a un funcionario o funcionaria público, la
suspensión será con goce de sueldo y tendrá una duración hasta de sesenta días
continuos, lapso que podrá ser prorrogado por una sola vez.
La suspensión con goce de sueldo terminará por revocatoria de la medida, por decisión
de sobreseimiento, por absolución en la averiguación o por imposición de una sanción.
Teoría del funcionario de hecho: es aquella que permite dar validez a los actos
dictados por un funcionario que no estaba investido como tal para los tiempos de
normalidad institucional, ello ocurre por razones de seguridad jurídica y requiere que:
 Exista una convicció n en la ciudadanía.
 Haya irregularidad en la investidura.
 Que la nulidad de los actos genere un caos.
Normalidad y anormalidad institucional.
 Normalidad institucional: que exista una convicció n en la població n de que el
funcionario tiene investidura, así este no tenga el nombramiento.
 Anormalidad institucional: toda la població n esta consciente de que el
funcionario no tiene investidura.

Tema 14. La actividad administrativa de gestión económica. Actividades


realizadas directamente por el Estado. Las nacionalizaciones. Las
privatizaciones. La economía social de mercado.

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Tema optativo B. El régimen de las minas. El subsuelo y el dominio del Estado.
Concepto y naturaleza de las minas. Régimen previsto en la legislación
venezolana. Explotación directa por la Administración Pública, concesiones,
autorizaciones. Autoridades y entes estatales en materia minera. Potestades.
Procedimientos.
Diga ¿cuáles son las formas o modalidades de ejercicio de la actividad minera
permitidas por el derecho venezolano? En todo el territorio nacional, está
prohibido el libre aprovechamiento en materia minera. Sin embargo, es posible
constatar que en la prá ctica, a pesar de la prohibició n expresa de la ley, existe este tipo
de explotaciones ilegales. Las minas son propiedad de la Repú blica; y por tanto el
Estado se comporta frente a la riqueza minera como un verdadero propietario, y no
como un simple administrador de ella, por lo tanto puede explotar por sí mismo en un
régimen de concurrencia con terceros mediante concesiones o puede reservarse la
explotació n, sin que en ningú n momento se desprenda de la propiedad de las minas.
Es decir, el Estado puede, realizar la explotació n directa o explotació n mediante
concesiones facultativas, en consecuencia, esto provoca la eliminació n del sistema
regalista y desaparecen por tanto las figuras de la explotació n libre, la explotació n
exclusiva y el libre aprovechamiento.
Según el artículo 1 de a ley de Minas, ésta “tiene por objeto regular lo referente a las
minas y a los minerales existentes en el territorio nacional, cualquiera que sea su
origen o presentació n, incluida su exploració n y explotació n, así como el beneficio,
almacenamiento, tenencia, circulació n, transporte y comercializació n, interna o
externa, de las sustancias extraídas”. El principio del desarrollo sostenible, implica el
ejercicio de la actividad minera en concordancia con los aspectos ambientales, de
ordenació n del territorio, de estabilidad y de responsabilidad social, conjugados con
los principios de racionalidad y ó ptima recuperació n del recurso. “Las minas o
yacimientos minerales de cualquier clase existente en el territorio nacional
pertenecen a la Repú blica, son bienes del dominio pú blico y por tanto inalienables e
imprescriptibles” (art. 2. Ley de Minas).
Referente a la Administració n de las Actividades Mineras, se regula el ejercicio de las
minas, las cuales pueden ser ejecutadas bajo cinco modalidades creadas con fines
específicos para atender los requerimientos del sector, esas modalidades son:
a. Directamente por el Ejecutivo Nacional: El Ejecutivo Nacional, puede
reservarse mediante decreto determinadas sustancias minerales y á reas que
las contengan, para explorarlas o explotarlas solo directamente por ó rgano del
Ministerio de Energía y Minas, o mediante entes de la exclusiva propiedad de la
Repú blica.
b. Concesiones de Explotación y subsiguiente Explotación: Es el acto del
Ejecutivo Nacional, mediante el cual se otorgan derechos e imponen
obligaciones a los particulares para el aprovechamiento de los recursos
minerales existentes en el territorio nacional.
c. Autorizaciones de Explotación para el ejercicio de la actividad de la
Pequeña Minería: La pequeñ a minería es la actividad ejercida por personas

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naturales o jurídicas de nacionalidad venezolana para la explotació n de oro y
diamante..
d. Mancomunidades Mineras: Es la agrupació n de pequeñ os mineros en
diversas zonas de un mismo yacimiento o de varios de éstos, situados de forma
tal, que permita la utilizació n conjunta de todos o parte de los servicios
necesarios para su aprovechamiento en el ejercicio de la actividad minera.
e. Minería Artesanal: Es aquella que se caracteriza por el trabajo personal y
directo en la explotació n de oro y diamante de aluvió n, mediante equipos
manuales, simples, portá tiles, con técnicas de extracció n y procedimiento
rudimentarios y que só lo puede ser ejercida por personas naturales de
nacionalidad venezolana.
¿Pueden los particulares ejercer la actividad minera? Segú n el artículo 17 de la
Ley de Minas, “toda persona, natural, o jurídica, nacional o extranjera, há bil en
derecho, y domiciliada en el país, podrá obtener los derechos mineros para realizar
los actividades de exploració n y explotació n de las sustancias minerales, salvo las
excepciones establecidas en ésta ley”. Lo cual quiere decir, que los particulares si
pueden ejercer la actividad minera en el país, siempre y cuando cumplan con todas las
formalidades y requisitos legales exigidos en la ley de minas, y sean por consiguiente
autorizados para tal fin.
En todo el territorio nacional, está prohibido el libre aprovechamiento en materia
minera. Sin embargo, es posible constatar que en la prá ctica, a pesar de la prohibició n
expresa de la ley, existe este tipo de explotaciones ilegales. Las minas son propiedad
de la Repú blica; y por tanto el Estado se comporta frente a la riqueza minera como un
verdadero propietario, y no como un simple administrador de ella, por lo tanto puede
explotar por sí mismo en un régimen de concurrencia con terceros mediante
concesiones o puede reservarse la explotació n, sin que en ningú n momento se
desprenda de la propiedad de las minas. Es decir, el Estado puede, realizar la
explotació n directa o explotació n mediante concesiones facultativas, en consecuencia,
esto provoca la eliminació n del sistema regalista y desaparecen por tanto las figuras
de la explotació n libre, la explotació n exclusiva y el libre aprovechamiento.

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Tema optativo C. El régimen de los hidrocarburos. Evolución. Régimen jurídico.
La nacionalización y su alcance. La apertura del mercado interno de algunos
derivados de los hidrocarburos. El régimen de los hidrocarburos gaseosos.
Posible participación del sector privado. Las autoridades y entes estatales en
materia de hidrocarburos.
¿Qué puede hacer un particular en Venezuela que desee explotar un yacimiento
de hidrocarburos que encontró en su fundo? Debe notificarlo de inmediato al
Ministerio de Energía y Minas, quien tiene la competencia en cuanto a la
administració n de los hidrocarburos, el derecho y la obligació n de realizar, planificar,
vigilar, inspeccionar y fiscalizar todo lo referente a los hidrocarburos. Ya que no puede
explotar el yacimiento de hidrocarburos que encontró en su fundo, porqué
expresamente lo prohíbe la Constitució n Nacional, en su artículo 302, que establece la
reserva al Estado de las actividades petroleras y otras industrias, explotaciones,
servicios y bienes de interés pú blico y de cará cter estratégico. Y el artículo 12 de la
Constitució n, establece que, “los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera
que sea su naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar
territorial en la zona econó mica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a
la Repú blica y son bienes del dominio pú blico y por tanto inalienables e
imprescriptibles”.
Del principio de propiedad de la Repú blica sobre los yacimientos de hidrocarburos, se
derivan importantes consecuencias, como son las de que el Estado puede explotar
directamente esos recursos, regular su explotació n y cuando las referidas actividades
sean realizadas por otras personas, tiene el derecho a obtener de éstas una
participació n o regalía sobre el recurso explotado, se trata de una plena propiedad del
Estado sobre los yacimientos de hidrocarburos.
En el ordenamiento jurídico venezolano ¿son los hidrocarburos que se
encuentran en los yacimientos bienes del dominio público? Los hidrocarburos
que se encuentran en los yacimientos son bienes del dominio pú blico del estado.
Siendo los bienes de dominio pú blico el sector de los bienes del Estado, sobre los
cuales éste ejerce una potestad soberana, conforme a las reglas del derecho pú blico, a
efecto de regular su uso y aprovechamiento y de esa manera asegurar su preservació n
o explotació n racional. Los bienes de dominio pú blico son bienes de utilidad general
que pertenecen a la colectividad en forma amplia. Son aquellos que no tienen valor
comercial y son excluidos del mercado. No implican un derecho de propiedad. Otorgan
un derecho de soberanía que se encuentra protegido por las potestades de policía
administrativa (ejemplo: las aguas, playas, las costas marinas, el subsuelo y sus
riquezas, etc.).
Se declaran como bienes del dominio pú blico y por tanto en los términos del artículo
543 del Có digo Civil, son inalienables e imprescriptibles y se les coloca en la categoría
de bienes pú blico porque, estos bienes fomentan la riqueza del Estado. Son bienes del
dominio pú blico los siguientes: El artículo 12 de la Constitució n, establece que, “los
yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza, existentes
en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona econó mica
exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la Repú blica, son bienes del

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dominio pú blico y, por tanto, inalienables e imprescriptibles. Las costas marinas son
bienes del dominio pú blico”

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