La Familia en El Pensamiento Sociologico
La Familia en El Pensamiento Sociologico
La Familia en El Pensamiento Sociologico
ÍNDICE
Introducción
Capitulo I Corrientes teóricas del siglo XIX que tributan al desarrollo de una Sociología
de la familia
Epígrafe 1.1 El positivismo: un legado para la Sociología de la familia
1.1.1 Reflexiones de Frédéric Le Play y Emile Durkheim en torno a la familia y su
relación con el matrimonio y el parentesco
Epígrafe 1.2 El análisis de la familia, el parentesco y le matrimonio en la producción
teórica de Calos Marx y Federico Engels
Epígrafe 1.3 La Escuela Alemana y su concepción sociológica de la familia
Capitulo II. Principales corrientes teóricas de la Sociología en el siglo XX sobre la
familia
Epígrafe 2.1El interaccionismo simbólico, una perspectiva diferente en los estudios de
familia
Epígrafe 2.2 La representación parsoniana sobre la familia en el marco del
funcionalismo norteamericano
Epígrafe 2.3 Aportes más contemporáneos a la Sociología de la familia: la Teoría
Feminista
Conclusiones
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
La familia siempre ha sido una entidad social, el tabú del incesto es la primera regla
elaborada por los humanos que marca, según Levi Strauss, el paso de la especie
animal a su condición humana, de la naturaleza a la cultura, que es decir la sociedad.
Y el tabú del incesto es una regla que determina la aparición de la familia. Por tan solo
citar un ejemplo dentro de las múltiples transformaciones que se produjeron al interior
de los diferentes grupos, de índole cultural y que propiciaron la formación de una
relación de unidad entre sus miembros sobre la base del compromiso social normativo,
filiaciones, herencias simbólicas de generaciones pasadas entre otras
transformaciones en el orden relacional interno y externo jugaron un papel
fundamental a la hora de analizar la formación de la familia.
La familia en su devenir histórico ha atravesado por diferentes etapas resultando
importante el impacto de la modernidad como punto de ruptura y superación en la
representación de la familia, tanto en el plano teórico como en las prácticas cotidianas.
La sociología como ciencia se erige como forma de entender la realidad social
existente, desde sus inicios una de las problemáticas fundamentales lo constituyó el
tema de la familia como una de las vías posibles de explicación en dependencia de las
diversas teorías que se formularon en la época, por ello puede afirmarse que la
Sociología de la familia es tan antigua e importante para explicar el funcionamiento y
complejidad de la realidad como el surgimiento de la ciencia misma. Dentro de ella
aparecen diversas teorías que abordan el problema de una conceptualización y
desarrollo interior de la familia. Por lo que varios autores le han concedido importancia
para explicar la dinámica social, fenómenos económicos, políticos o de otra índole.
Los estudios de familia cuentan con una importancia que trasciende los intereses de
explicar la dinámica y funcionamiento de la familia, a través de los estudios de esta
relevante parte de la sociedad se pueden establecer conexiones entre otras
estructuras con un mayor nivel de complejidad, por ejemplo los estudios de mercado,
los estudios basados en el consumo de medios, en la medida que el sistema
mantenga una interacción con la familia este podrá tener siempre una medida de su
reproducción y con estos fines muchos científicos de todas las épocas y ramas de la
ciencia han intentado comprender los lazos que unen esta forma de organización de la
vida con el resto de la sociedad comprendiéndola de diversas formas en la evolución
de la ciencia y la historia misma. Entre esos científicos que se han destacado en el
estudio de la familia tienen un lugar cimero los sociólogos que han tratado de legitimar
sus construcciones conceptuales a través del entendimiento de la estructura interna de
la familia así como de su rol desde le punto de vista de la socialización del individuo, y
de las formas de interacción que se dan en su interior.
Por ello el presente trabajo dando continuidad a esas diversas polémicas teóricas
sobre la familia se ha propuesto como Objetivo General:
Ø Analizar comparativamente las distintas teorías que sobre la familia se construyeron
durante el siglo XIX y XX.
Específicos:
Ø Analizar el contexto histórico y cómo influyó en las diversas construcciones teóricas.
Debido a que el trabajo de curso se basa en el análisis del discurso del pensamiento
clásico y contemporáneo construido por la sociología de la familia es innegable que
una de las fuentes principales para el logro de este fin es la utilización de textos para
emplear el método análisis documental y llegar a conclusiones acordes con el nivel de
seriedad del asunto que nos ocupa. Se logró identificar bibliografía en diferentes
centros de documentación, tales como: la biblioteca nacional José Martí, la biblioteca
de las facultades tales como la Facultad de Comunicación, la Facultad de Psicología y
en Centros como San Juan de Letrán, además de la facilitada por la tutora y las que
teníamos en las bibliotecas personales. En estos lugares se encontró bibliografía
primaria como Economía y Sociedad, las obras de Talcote Parsons, Apuntes para una
Teoría de la Acción, Family and the companionchip, el manual de Teoría Sociológica
Contemporánea de Ritzer, las algunas obras de Carlos Marx y de Federico Engels El
Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado. Dentro de las fuentes
secundarias se encentran consultas en Internet, artículos de Gerardo Pastor, Las
Nuevas Sociologías de Philippe Curcuff, La Familia y las Ciencias Sociales, entre
otros. Entre las principales dificultades a la hora de consultar las bibliografías se
encuentran algunas como:
ü El deterioro de algunos de los textos consultados.
ü La bibliografía encontrada en el tema de las teorías interactivas fue en su gran
magnitud en idioma inglés.
ü El lenguaje denso desarrollado por algunos de los autores, por ejemplo Talcott
Parsons y en alguna que otra medida algunos de los autores del interaccionismo
simbólico.
Capitulo I Corrientes teóricas del siglo XIX que tributan al desarrollo de una Sociología
de la familia
1.1 El positivismo: un legado para la Sociología de la familia.
Toda su interpretación el mundo toma como punto de partida las ciencias naturales,
surgiendo como reacción a la filosofía tradicional. La ciencia como el único
fundamento posible de la vida humana individual y social. El positivismo acompaña y
provoca el nacimiento y la afirmación de la organización técnico-industrial de la
sociedad, fundada y condicionada por la ciencia. Expresa la esperanza, los ideales y el
optimismo, que han provocado y acompañado esta fase de la sociedad moderna. El
hombre ha creído, en esta época, haber hallado en la ciencia la garantía infalible de su
propio destino. Por esto, ha rechazado, por inútil y supersticiosa, toda alegación
sobrenatural.
El positivismo puede ser clasificado como una de las corrientes que legaron una
explicación sociológica de la familia en el siglo XIX, gracias a figuras como Frédéric Le
Play (aunque sus aportes a la Sociología han sido opacados) y Emile Durkheim; a éste
último se le ha considerado incluso, como el representante más avanzado de la
corriente positivita.
Aunque la figura de Le Play ha sido marginada del grupo fundador de las ciencias
sociales, 1 éste pensador, por sus innumerables innovaciones básicas para el futuro
de la Sociología, se ubica entre los principales ingenieros sociales del siglo XIX con
Saint Simon, Owen, Comte, etcétera.
Su toma de partida por la recuperación del pasado, por volver a las raíces, dotaron de
algunas limitaciones a la obra de Le Play; cuando se comparan sus escritos con otros
sociólogos del siglo XIX, el trabajo de Le Play aparece plegado de aciertos parciales,
intuiciones concretas, pero desvinculado del ritmo de la naciente sociedad industrial,
ajeno al futuro. No puede olvidarse que la Sociología se erigía como ciencia de la
sociedad moderna, que era decir industrial y moderna.
Le Play tiene una posición tradicional de la realidad, posición ésta que le hace tomar
partido respecto al papel que le asigna a la mujer, presentando gran similitud con el
pensamiento de otros autores del siglo XIX; sin discrepancias ni posturas innovadoras,
en definitiva, sin romper con el marco cultural dominante. Advertía en los cambios
sociales que se estaban produciendo en esos momentos, un peligro para la posición
de la mujer dentro y fuera del hogar.
En su construcción científica, se busca en vano una obra destinada al papel de la
mujer, en tanto no consideraba necesario ni siquiera problematizar sobre su situación.
No obstante, su silencio y, el no plantear formalmente la cuestión, evidencia la
concepción instrumental que le otorga.
Le Play concebía a la sociedad como un agregado de familias y vio como una salida a
la inestabilidad revolucionaria la recuperación del protagonismo público de la familia,
como organización social. De esta manera, le otorgaba a esta institución un carácter
instrumental, al servicio del orden social, con discriminación de derechos y funciones
entre los sexos, con una organización autoritaria y jerarquía.
La familia troncal tiene como centro material el hogar, y como centro simbólico a la
mujer. El sistema necesitaba de una mujer centrada, exclusivamente, en el hogar. A la
mujer le correspondía el papel central en la vida doméstica de la familia troncal, básica
para su estabilidad y pervivencia.
Mientras que Le Play produjo su obra en los inicios del positivismo, la de Durkheim es
un producto de fines del siglo XIX y principios del XX. Emile Durkheim, nació el 15 de
abril de 1858, en Espiral, Francia. Justamente, el hecho de ser francés va marcar
pautas importantes dentro del desarrollo y los matices de su obra; pues los últimos 25
años del siglo XIX en Francia, se caracterizaron por la entrada del capitalismo en la
fase imperialista, con los fenómenos propios de ésta, de la crisis económica, política y
espiritual. El sistema social y económico no podía garantizar su propia existencia
estable y se encontraba bajo la constante amenaza de los movimientos
revolucionarios de las masas trabajadoras. Los círculos clericales y monárquicos
luchaban contra los republicanos burgueses tratando de restaurar el régimen social
reaccionario. En consecuencia, Durkheim vivió un periodo de gran expansión
económica e industrial del que Francia fue protagonista y presenció toda la vorágine
desatada por las fuerzas productivas en desarrollo y sus consecuencias. Desde muy
temprano, se interesó por la Sociología, por tener referencias tan cercanas (Saint
Simon y Comte, ambo franceses). Tanto es así, que se le considera uno de los
principales fundadores de la teoría sociológica moderna. Sus fuentes ideológicas-
teóricas de la actividad científica y pedagógica fueron las concepciones de la
Ilustración y, en particular, las de Montesquiu, Condorcet y Rousseau, así como la de
Saint Simon y Comte.
La división del trabajo y el suicidio, son obras que ponen de manifiesto la utilidad de
los estudios sociológicos exhaustivos sobre determinados aspectos o problemas de la
vida cotidiana.
Él también fue un fiel heredero de la postura intelectual conservadora de la Sociología.
Le preocupó enormemente el desorden social, siendo el móvil de su obra la
inestabilidad social producida por lo cambios sociales de la Modernidad; su producción
científica siempre trató de acentuar los elementos consensuales y cooperativos dentro
de la sociedad y obviar los antagónicos. En su opinión, los desórdenes sociales no
constituían una parte necesaria del mundo moderno, eran atemporales, nunca
dificultades intrínsecas al sistema, por tanto, y conforme a su analogía entre los
procesos sociales y biológicos, veía los problemas como patologías que admitían
remedios o reformas, pero nunca un cambio estructural del sistema social.
Su obra La división del trabajo social es, uno de los tantos análisis que hace Durkheim
para tratar de dar esa imagen de la sociedad capitalista como un todo lo más armónico
posible. El concepto división del trabajo le permite acentuar el aspecto cooperativo del
sistema social e ignorar otros. La división del trabajo, según él, indica el grado en que
las tareas se han especializado, y los cambios en esta división han tenido enormes
implicaciones para la estructura de la sociedad, lo cual refleja en los diferentes tipos de
solidaridad: mecánica u orgánica. En esta obra, Durkheim pretendía ignorar las
consecuencias conflictivas de la división del trabajo al establecer diferencias
jerárquicas entre los actores sociales que dan a unos la potestad de mandar y oprimir
y a otros, la necesidad de obedecer y ser oprimidos.
En este libro, Durkheim expresa su visión acerca del papel trascendental que juega la
división del trabajo en la cohesión y equilibrio de las sociedades modernas. En este
sentido, introduce el concepto de solidaridad conyugal, con el objetivo de ejemplificar
la validez de este postulado en el plano de las relaciones entre hombre y mujeres. La
solidaridad conyugal, según entiende, dependía de diferencias existentes entre los
sexos, que en vez de oponerse y excluirse, se complementan, siendo la división
sexual del trabajo la fuente de solidaridad conyugal.
La división del trabajo condiciona las diferencias de los individuos que desarrollan sus
dotes y talentos individuales, personales, de acuerdo a su rol profesional. Ahora cada
individuo es personalidad. La conciencia de cada uno depende de otro y que todos
están vinculados por un sistema único de relaciones sociales, creadas por la división
del trabajo, suscita el sentimiento de dependencia mutua, de solidaridad, de sus lazos
con la sociedad.
5 Para Durkheim esta sociedad presenta una estructura social indiferenciada, con
poca o ninguna división.
Pero, incluso en esta esfera de acción, la mujer aporta su propia naturaleza, y su papel
sigue siendo muy especial, muy diferente del papel del hombre. Además, si el arte y
las letras comienzan a volverse cosas femeninas, el otro sexo parece abandonarlos
para dedicarse más especialmente a la ciencia. Podría ocurrir pues, muy bien que este
retorno aparente a la homogeneidad primitiva no fuera otra cosa que el comienzo de
una diferenciación. Por lo demás, esas diferencias funcionales se hacen materialmente
sensibles por las diferencias morfológicas que la determinan. No sólo la talla, los
pesos, las formas generales son muy desemejantes en lo hombres y en las mujeres,
sino que con el progreso de la civilización, el cerebro de los dos sexos se diferencia
cada vez más.6 En relación al análisis de las causas que determinan la división sexual
del trabajo Durkheim es inconsecuente con su sociologismo, dado que le atribuye al
factor biológico el papel esencial.
El problema suicidio, al cual Durkheim dedicó toda una serie de monografías, atrajo su
atención por muchas razones. Era un grupo de factores bien delimitados y fáciles de
determinar.
Según sus investigaciones, en los países donde son numerosos los divorcios, los
hombre casados tienen un menor inmunidad contra el suicidio, que donde el
matrimonio es indisoluble. Encuentra así que por el contrario, en este tipo de países,
las mujeres tienen un mayor coeficiente de preservación. Es decir, que cuanto más
practicado es el divorcio, más favorecida resulta la mujer con relación al marido.
Según él, los sexos no participan igualmente de la vida social, estando el hombre más
activamente vinculado a ésta, siendo considerada por lo tanto, un ser social más
complejo que la mujer, la cual es más complejo que la mujer, la cual es más institutiva;
además afirma, que los hombres están más socializados en un grado más alto que las
mujeres.
Ellos dedicaron la mayor parte de su vida al auge que tuvo el capitalismo en las
sociedades modernas. Se centraron en las pésimas condiciones en las que se
encontraba el proletariado. A raíz de esto se adentraron de manera profunda al tema
de los sexos.
Marx y Engels se iniciaron en los estudios de familia a raíz de la inserción que tuvo la
maquinaria en las mujeres como trabajadores asalariados “la historia de la familia se
explica a partir de la incidencia que el factor material ejerce sobre las relaciones
familiares. El desarrollo de la tecnología, la técnica, las formas de apropiación, las
relaciones de poder y el derecho son razones que sirven para explicar la evolución de
la familia” .
Las investigaciones del marxismo hicieron mucho énfasis en el enfoque de clases,
estableciendo distinciones entre la familia burguesa y la proletaria.
Todo este análisis lo explican muy bien en “La situación de la clase obrera en
Inglaterra”. Engels hace un análisis exhaustivo de las incidencias del sector industrial
en la vida familiar y de las difíciles condiciones que tenían las obreras en las
industrias. Según los datos por Engels consultados la mayoría de los obreros de las
fábricas son mujeres, lo cual demostraba la incorporación del sexo femenino a la
actividad industrial, poniendo en un segundo plano a los hombres .
Es necesario aclarar que Engels denunciaba el trabajo de la mujer no por lo perjudicial
que pueda ser para ella sino por las consecuencias que estaba trayendo, ya que el
capitalismo no apoya a las madres trabajadoras, no hay centros que cuiden de los
niños en horario de trabajo y no pueden cuidarlos ellas mismas porque pierden el
empleo, por lo que se ven obligadas a recurrir a métodos verdaderamente salvajes
para poder trabajar. “El empleo de narcóticos para tranquilizar a los niños es mas que
favorecido por ese infame sistema (...); esa costumbre es una de las causas
esenciales de las frecuentes convulsiones mortales” .
A Engels también la preocupan los cambios que se están produciendo en las familias
debido a las nuevas posiciones entre hombres y mujeres, ya que estas últimas son las
que en muchos casos mantienen económicamente a la familia. “(...) La mujer es quien
mantiene a la familia, el hombre se queda en la casa, cuida a los niños, hace la
limpieza y cocina” .
La historia de la familia como disciplina científica se inicia con aquellos autores
clásicos que aceptan que en el desarrollo histórico ciertos tipos de familias
corresponden a determinadas formaciones económicas-sociales. Para Engels los
fundadores de una perspectiva científica de toda la obra sobre la familia y el
parentesco que realiza con Marx son: “El derecho materno”, de Bachofen (1861) y “La
sociedad antigua”, de Morgan (1877). Estas obras son las iniciadoras de análisis
científicos, vinculados al mundo real y empíricos de la familia y el parentesco, pues
antes se basaban en concepciones moralistas y extraterrenales.
A Marx le llamó mucho la atención la obra de Morgan, al morir dejó unas notas que
Engels fue capaz de ordenar, aportar y publicar bajo el título de “El origen de la familia,
la propiedad privada y el Estado” (1887). Según Engels la teoría de Marx tiene como
factor decisivo la producción de los medios de subsistencia y la reproducción de la
especie humana a través de la familia.
Engels plantea que la subordinación a la que las mujeres eran sometidas, no era
resultado de su constitución biológica sino de raíces históricas que conllevan a un
orden social, es decir, para Engels el que las mujeres fueran esclavizadas no tenía
nada que ver con que su constitución fuera débil por nacimiento sino que la tradición
histórica ha legitimado que para que el orden reine en la sociedad la mujer debe estar
subordinada al sexo masculino.
Plantea Engels que en las sociedades Occidentales la familia está compuesta por la
pareja y su procreación, normalmente comparten un hogar común, el cual es
patriarcal, ya que la autoridad recae en el cabeza de familia. Dentro de esta institución
la mujer que no trabaja es considerada como propiedad del esposo.
Engels se apoya mucho en Morgan y en sus estudios acerca de los tipos de familias
existentes en la humanidad:. Se diferencia de la anterior por lazos conyugales con
mucha mayor solidez. Solo el hombre puede romper la familia consanguínea (existe
una promiscuidad sexual entre hermanos y hermanas, los padres e hijos quedan
excluidos), la familia punalúa (prohibición del comercio sexual se extiende a los
hermanos y hermanas), la familia sindiásmica (el hombre vive con una sola mujer,
aunque la poligamia y la infidelidad ocasionales sean un derecho para el hombre) y la
monogámica (se funda en el predominio del hombre, su fin expreso es el de “procrear
hijos cuya paternidad sea indiscutible esta paternidad se exige porque los hijos serán
los herederos directos de los bienes de su padre” estos lazos y repudiar a la mujer.
Fue la primera forma de familia que no se basaba en condiciones naturales sino
económicas y sociales).
Estos tipos de familias coinciden con los estadios principales, trasmitidos por el
desarrollo de la humanidad: familia por grupos (salvajismo) en el cual había un
comercio sexual sin trabas, en el que cada mujer pertenecía a todos los hombres y
viceversa. Aquí la descendencia solo podía ser establecida a través de la madre, ya
que n se tenía seguridad de quien fuera el padre. “este designa el reconocimiento
exclusivo de la filiación maternal y las relaciones de herencia que después se han
deducido de él con el nombre del derecho materno” .
Esta etapa se caracterizó por el predominio de la mujer en la casa y de una cierta
libertad de esta: “Una de las ideas más absurdas...del siglo XVIII es la opinión de que
en el origen de la sociedad la mujer fue la esclava del hombre. Entre todos los salvajes
y en todas las tribus que se encuentran en los estadios inferior, medio y, en parte,
hasta superior de la barbarie, la mujer no solo es libre, sino que también está muy
considerada” .
Los otros tipos de familias que corresponden a los posteriores estadios históricos son:
la familia sindiásmica (barbarie) y la familia monogámica (civilización). Al surgir la
propiedad privada sobre los medios de producción, el predominio de la mujer fue
sustituido por la familia sindiásmica patriarcal. Esto llevó posteriormente al surgimiento
de la monogamia, en el cual el hombre como propietario de los medios de producción
se convirtió en opresor de la mujer.
A través de la monogamia histórica se dan dos temas de gran importancia; la
prostitución y la infidelidad (esta última referente a ambos sexos). Engels en cuanto a
la infidelidad por parte de la mujer no plantea ningún juicio de valor sino que ve esta
situación como una reacción lógica frente al contexto en que se encontraba la mujer,
ya que estaban necesitadas del afecto y el cariño que sus esposos no le daban. “Con
la monogamia aparecieron dos figuras sociales, constantes y caracterizadas;
desconocidas hasta entonces: el inevitable amante de la mujer y el marido cornudo.
Los hombres habían logrado la victoria sobre las mujeres, pero las vencidas se
encargaron generosamente de coronar a los vencedores” .
La familia histórica monogámica se caracteriza por el matrimonio por conveniencia,
concertado por los padres. Para Engels la propiedad privada trae consigo un
matrimonio por conveniencia ya que si se produce entre los burgueses es con el
objetivo de la necesidad de conservar y trasmitir la propiedad privada.
La monogamia histórica se basa en la subordinación de la mujer al hombre y se
considera una forma del matrimonio de una sociedad dividida en clases. La
monogamia etimológica que se basa en la igualdad entre los cónyuges podrá ser
posible a través de un proceso revolucionario en el interior tanto de la familia como de
la sociedad, es decir, tiene que producirse una revolución social.
Los cambios que se producen entre los sexos posteriormente trae consigo el
establecimiento de un orden social en cuanto al orden familiar se refiere, donde impera
la monogamia histórica. El cambio reside en el nacimiento de la igualdad de la relación
entre los sexos en el matrimonio. Se produce la sustitución de una monogamia
patriarcal a una basada en la igualdad.
Según Engels para lograr restaurar la libertad de la mujer es preciso abolir la
monogamia histórica y esta desaparecerá con la instauración de la propiedad social
sobre la propiedad privada. Esto traerá también la implantación de la monogamia en
sentido etimológico. La educación de los niños será una cuestión pública, de este
modo las mujeres podrán integrarse a la producción.
Engels también hace referencia a las diferencias entre el matrimonio monogámico
burgués y el proletariado. El primero se funda siempre por conveniencia, a través de
los bienes económicos de los contrayentes, mientras que en el segundo no existen
bienes que se puedan trasmitir, ni hay preponderancia del sexo masculino, esto no
quiere decir que dentro de las familias obreras no exista dominación masculina sobre
la femenina, sino que “en este caso, el papel decisivo lo desempeñan otras relaciones
personales y sociales” . Esto estaba en vías de cambiar debido a que a la
incorporación de la mujer al trabajo industrial. La inserción de la mujer a la industria –
según Engels- pudiera ser el inicio de grandes cambios en la sociedad capitalista.
Marx por su parte hace un análisis macrosociológico de la sociedad y la concibe como
un sistema en el cual todo está relacionado. Para él los cambios en la familia se irían
sucediendo en interconexión con los cambios macrosociales.
En los Manuscritos económicos y filosóficos de 1844, Marx analiza que en la sociedad
capitalista el matrimonio es una forma de propiedad privada, donde la mujer le
pertenecía al hombre completamente.
En algunas ocasiones Marx hizo referencia a las inhumanas situaciones por las que
atravesaban las mujeres en la sociedad. Plantea que la sociedad capitalista al permitir
la introducción de la mujer al mercado laboral produce cierta liberación de esta, ya que
el trabajo asalariado las podría poner al mismo nivel que el marido.
El valor de la familia como unidad básica de la sociedad se observa en que la primera
división del trabajo es la que se produce entre los sexos y la primera forma de}
explotación es la que ejerce el hombre sobre la mujer en la familia y también
manifiesta, aunque en condiciones mínimas, la lucha de clases. Marx escribió al
respecto: “el primer antagonismo de clase que aparece en la historia coincide con el
desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer en la monogamia, y la primera
opresión de clase con la del sexo femenino por el masculino... la familia individual
moderna se funda en la esclavitud doméstica franca o más o menos disimulada de la
mujer, y la sociedad moderna es una masa cuyas moléculas son las familias
individuales. Hoy en la mayoría de los casos el hombre tiene que ganar los medios de
vida, que alimentar a la familia, por lo menos en las clases poseedoras y esto le da
una posición preponderante... el hombre es en la familia el burgués, la mujer
representa en ella al proletariado... entonces se verá que la manumisión de la mujer
exige como condición primera la reincorporación de todo el sexo femenino a la
industria social, lo que a su vez requiere que se suprima la familia individual como
unidad económica de la sociedad” .
Marx plantea que la mujer debe de dejar de ser un instrumento de producción para
insertarse en el sistema productivo, pero aclara cuales eran los oficios que debían
asumir las mujeres, es decir, él apoya que la mujer salga de ese mundo que es el
hogar para participar de las relaciones productivas, pero hace diferenciación de los
oficios entre hombres y mujeres.
El marxismo también se refirió a que a medida que se desarrolla la producción social y
esto trajera consigo libertades de la mujer a las ataduras conyugales esto produciría
que la familia dejaría de ser la unidad económica básica de la sociedad y esta sería la
encargada de la socialización de los hijos, así la mujer tendría libertad de escoger al
hombre que quisiera.
Engels apoya a Morgan cuando plantea que: “los sistemas de parentesco, son
pasivos, sólo después de largos intervalos registran los progresos hechos por la
familia y no sufren una modificación radical, sino cuando se ha modificado
radicalmente la familia”.
Al paso que la familia se mantiene, el sistema de parentesco se hace más fuerte; y
mientras este continúa debido a la costumbre, la familia sobrepasa su sistema. En el
sistema de parentesco americano (y en casi todos los sistemas), un hermano y una
hermana no pueden ser padre y madre de un mismo hijo.
La familia, según Engels, seguirá cambiando a medida que se transforma la sociedad.
Engels cita a Morgan: “podemos creer que es susceptible de nuevos
perfeccionamientos hasta que se haya alcanzado la igualdad de los sexos”, finalidad
última del humanismo marxista.
En fin el marxismo considera que el matrimonio es la estructura básica a raíz de la
cual se logra un orden familiar, pero hacen hincapié que no debe hacerse por
conveniencia, sino porque ambos cónyuges desean y aclaran que debe sobre todas
las cosas haber igualdad entre ellos.
En el pensamiento marxista la historia de la familia no se explica solo a través de
factores económicos sino que el derecho materno es considerado como cuestión
necesaria para entender el paso de una época histórica a otra. Engels afirma: “el
derrocamiento del derecho materno fue la gran derrota histórica del sexo femenino en
todo el mundo. El hombre empuñó también las riendas de la casa; la mujer no se vio
degradada, convertida en la servidora, en la esclava de la lujuria del hombre, en un
simple instrumento de reproducción” .
El marxismo aportó grandemente a las interpretaciones acerca de la realidad familiar
desde una propuesta revolucionaria. Llegaron a la conclusión de que la familia no es
estática, ella se va desarrollando de formas inferiores a superiores y ese desarrollo se
experimenta como partes de cambios que transcurren en el sistema social .
Epígrafe 3: La Escuela Alemana y su concepción sociológica de la familia
La segunda mitad del siglo XIX y principios del XX estuvo caracterizada por el
sentimiento de crisis social global que atravesaba la sociedad burguesa. Ese
pesimismo se vio reflejado en todas las esferas de la intelectualidad moderna.
Cada país tuvo sus particularidades.
Esas son las mas fuertes aunque reconoce otras como la de los hermanos de la
madre, tías primos donde existe una conexión de familia en grupo o sea la familia
puede extenderse como un miembro honorable, como un hijo adoptivo siempre y
cuando cumpla con sus deberes como miembros.
El rol de la madre/mujer es la máxima impresión de la comunidad. ¿Qué es la
comunidad? Lo irracional primitivo, afectivo, natural que responde a una convivencia
de mutuo beneficio.
Reconoce la existencia de desigualdades de sexo, edad, fuerza física y morales en
cada una de las relaciones sociales en comunidad y como principal comunidad a la
familia nuclear con hijos, madre y padre y como nexos principales al parentesco y al
matrimonio.
El parentesco es una condición esencial para que todos los miembros de esa familia
puedan gozar de los privilegios comunales. En la relación matrimonial el instinto sexual
o la mera relación sexual no implica duración, se necesita una mutua habitación, se
necesita voluntad de unión para procrear y voluntad para seguir juntos a un con la
ausencia de hijos. En Tonnies es fuerte la idea de la religión en el matrimonio, lo
reconoce como un nexo esencial para que surja la familia y el principal escenario
donde ocurre la necesaria subordinación de la mujer con respecto al hombre. Esa idea
de la religión en el matrimonio, según el autor se debe a que la mujer es la que
necesita creer porque es la que debe orar para que no hallan demonios que
derrumben la unión. Reconoce que hay matrimonio solo cuando esta
presente un representante jurídico. Esta relación marido – mujer junto a las otras dos,
esta mediada por la existencia de la reciprocidad y el hábito.
Entre la enorme gama de relaciones sociales que cita entiende por relaciones
naturales aquellas que puedan llegar a convertirse en relaciones sociales tipo,
basadas en la afectividad, la correspondencia de intereses y la irracionalidad. La
familia lo es cuando sus miembros no conviven en relaciones aisladas sino toman
conciencia de su unidad como cuerpo social y plantea que una unidad social que
tenga su base en el compañerismo se concreta mejor que un cuerpo social cerrado.
Aun reconociendo la necesidad de la igualdad y de la reciprocidad en las relaciones
conyugales entiende que para una mejor educación y enseñanza es necesario el
patriarcado. Sin embargo la relación madre – hijo es la mas natural y la mas reciproca,
de hecho la define como acción recíproca, la madre tiene la satisfacción de practicar
obediencia y el hijo recibe la protección y la alimentación.
Concibe la diferenciación fundamental de la mujer y el hombre desde la división social
del trabajo, al hombre le corresponde el trabajo pesado y la dirección de los hijos, a la
mujer tareas domesticas como el cuidado de los hijos, la conversación y la
organización de la casa de una manera natural.
Le concede a la familia la función de unir a sus miembros con reciprocidad y voluntad
propia para lograr la armonía que consiste en mantener al hombre como jefe. La
identidad de Tonnies con la comunidad es lo que le permite resaltar el importante
papel, de la familia pero del tipo patriarcal. Por tanto, la solución que ofrece al conflicto
de géneros tiene un carácter patriarcal, pues aunque resulta necesaria la reciprocidad
y la igualdad, estas dos descansan en la autoridad del hombre como jefe de la familia.
La comunidad mantiene a los hombres esencialmente unidos pero en la sociedad
están esencialmente separados en ella los hombres viven para si y nadie hará o
prestara algo para los demás a no ser a cambio de otra cosa igual o superior a lo que
dio, reconociendo que el valor de las cosas es una cualidad objetiva, pues todos los
hombres no establecen el valor de igual manera y para que tenga valor basta para que
una parte de la sociedad así lo considere porque ella es puramente material dándole
valor al oro , la plata y al papel moneda, por ello en la comunidad el cambio es un
consenso pero en la sociedad es un contrato entrando en el juego, las voluntades
individuales. Tonnies alerta que ese intercambio o comercio desmedido atenta contra
la comunidad porque destruye su arte de convivencia, al comerciante solo le interesa
aumentar la fuerza de trabajo que mueve su negocio, para demostrar esto realiza un
análisis exhaustivo de la teoría del valor y de la plusvalía. Las relaciones de
producción que sobrepasan por encima de las relaciones humanas destruyen las
instituciones culturales y sociales pues solo interesa el dinero.
Este problema es centro para el autor que ve al comercio desmedido como la causa
de la destrucción de al reciprocidad e igualdad que tiene la comunidad, la cual es
sustancialmente anterior a la sociedad sin comunidad no hay sociedad.
Tonnies evidencia la necesidad de la armonía para lograr una familia y concibe a esta
familia como nuclear por tanto la típica familia moderna con relaciones diferenciadas
entre el hombre y la mujer, donde la supremacía es para el sexo masculino porque es
quien posee la voluntad para ocupar ese lugar. Cuando habla de voluntad establece el
concepto de antinomia conceptual que comprende a la voluntad social como un acto
de voluntad y de razón al mismo tiempo, por eso es el sexo femenino quien carece de
voluntad ya que no tiene la capacidad de razocinio adecuada.
Dejo una importante huella en la sociología aun que muy cuestionada desde hace
décadas, que fue la creación de las topologías de comunidad (familias) y de sociedad
rescatadas especialmente por Durkheim bajo los nombres de solidaridad mecánica y
orgánica.
3.2 La Sociología de George Simmel (1858 - 1918)
del termino domestico y cómo la ama de casa y la servidumbre eran casi la misma
cosa en la sociedad patriarcal.
En la actualidad no es totalmente una esclava y no se resume toda su actividad a lo
domestico, pero no se ha liberado totalmente pues la coacción en el matrimonio existe
y le dan sus propias leyes que obligan a la convivencia; la mujer se ajusta al hombre.
Analiza los celos dentro del matrimonio y cómo se refleja un estado de posición en el.
La competencia en la familia es algo normal, sui géneris a ella; es una unidad orgánica
que depende del conflicto familiar para sobrevivir y desarrollarse cada miembro de la
familia demuestra constantemente su individualidad.
La división social del trabajo es la primera en poner de manifiesto las diferencias entre
los géneros. A la mujer le corresponde la labor del hogar que es más múltiple pero
menos especializada que cualquier profesión masculina.
Las mujeres pueden trabajar en una profesión masculina pero siempre dándole el
sentido de la intuición, la pasión y el sentimiento por ejemplo como escritora o como
intérprete teatral. Simmel realiza un estudio de elementos esencialmente femeninos
como la coquetería, uno de los puntos donde la mujer es muy buena tanto así que el
hombre se presta sin reservas a este juego sin olvidad su masculinidad y sus
privilegios; ellas son mas ilustradas en aquello a lo cual se sienten unidas, los hombres
son mas relativistas, son pensadores y productores.
El análisis de la moda dentro de su obra releva su idea de mujer como el sexo débil
que necesita recurrir a lo que esta aprobado socialmente un poco para escapar a la
monotonía y a la homogenización de la que han sido objeto y entregarse a la moda
que es cambiante; fundamentalmente Simmel se encentra en la cultura para
establecer estas diferencias; según su opinión la cultura es cuando los individuos
logran alcanzar el espirito de objetivación en la historia de la especie humana.
Distingue dos tipos de cultura la objetiva y la subjetiva, la primera es la verdadera, la
dominante, la suprema, y pertenece a los hombres; en cambio la mujer es portadora
de una cultura subjetiva que aportaba algo especifico íntimamente relacionado con el
ambiente domestico donde actuaba; deja claro que la única posibilidad es que realicen
algo donde sean diferentes a los hombres, es decir, en la feminidad, sensibilidad,
subjetividad, cuidado personal etc. Solo a través de la distinción de su sexo la mujer
puede ser autónoma. Simmel aunque enuncia este fenómeno no cree realmente en la
posibilidad de esta autonomía femenina el resultado es que ellas imitan al hombre en
todo.
El autor mantiene una posición intermedia un Simmel cree sinceramente en la
posibilidad de una cultura objetiva y autónoma propia de la mujer y otro anuncia una
situación no reconciliable entre la naturaleza de la cultura y el modo de ser femenino.
Este científico es el sociólogo alemán que trata con más fuerza el tema de la diferencia
genérica aunque no emite una respuesta. Constituye el principal puente entre la
escuela alemana y la corriente integracionista debido a su trabajo sobre “fenómenos a
pequeña escala especialmente la unión y la interacción individual, lo que
fundamentalmente vio el científico fue que la comprensión de la interacción entre la
gente eran una de las grandes áreas de la sociología, pues ellos constituían un
elevado numero de escenarios sociales”.5 Por ello fue la principal fuente de la
corriente integracionista.
No le interesan a este autor solo las relaciones económicas o las sexuales, sino
también las que se establecen entre los hijos. Estas relaciones llegan a tener
significación cuando forman parte de una unidad económica específica: la comunidad
domestica. Dentro de ella la mujer tiene la total supremacía en la casa, la cual se
conserva de otras organizaciones familiares anteriores, pero solo cuando el hombre no
esta y reconoce que la causa principal para esta ausencia es el servicio militar – según
Weber – la comunidad domestica es igualmente extensa en todas sus partes pero
representa de manera excepcional la comunidad económica mas universalmente
extendida, en ella el individuo contribuye según sus fuerzas y goza según sus
necesidades.
La casa es el único lugar donde existe una posición común de bienes y donde el
comercio sexual no puede existir, sin embargo existe.
El sociólogo refleja que en otras épocas para evitar contradicciones en las relaciones
matrimoniales estas se realizaban entre familias de una misma clase social. El hombre
siempre adquiere los derechos sexual exclusivos sobre la mujer esté en su comunidad
o en la de ella.
Pero actualmente el matrimonio no puede hacerse entre dos miembros de un mismo
clan (familia) y sus hijos heredaran fortuna o posición social en dependencia de la
opinión del padre, pues la potestad es siempre para el. Su explicación de por qué la
familia moderna se ha reducido hasta ser nuclear toma como punto de partida de que
a raíz d helos propios adelantos económicos se produjo un aumento a la
individualización de los negocios, cada individuo trabaja para si solo, por ello tiene que
conformar una unidad domestica que pueda costear, además ya no es necesario una
gran familia donde se produzcan enseñanza múltiples pues ahora el individuo recibe
formación desde fuera de la casa, con la escuela, teatro, reuniones y asociaciones por
esas razones estas nuevas organizaciones conllevan a una unidad domestica más
pequeña; pero estas nuevas familias provocaron que los hijos fueran puramente
dependientes, económicos y que primaran estas relaciones.
La mujer en esta unidad domestica queda renegada al plano de instructora de los hijos
y al cuidado del hogar. El autor introduce el concepto de autoridad para explicar las
diferentes relaciones de la sociedad, en el caso de su teoría sobre el poder de la
familia se explica desde el concepto de autoridad patriarcal, como uno de los tipos de
dominación desde el cual se explica las diferencias entre sexos. Acepta que la
existencia de la subordinación en la familia ocurre de manera natural y esta existe
porque es necesario y organizativa para lograr la estabilidad familiar. Se produce una
estratificación entre el hombre y la mujer basada en el prestigio (status) y en el poder.
Weber resume que la familia es el núcleo de las relaciones de dominación
tradicionales y mas específicamente de dominación patriarcal.6
Los teóricos de la sociología posteriores, especialmente los norteamericanos,
consideraron que la teoría marxiana atacaba a su propia sociedad, por ello Weber era
una opción atractiva, sus opiniones políticas adoptaron una forma muy científica y
académica, muy distinto a Marx, quien en “El Capital” por ejemplo, llamo a los
capitalistas “Vampiros” y “Hombres Lobos”.
Además, sus estudios de acción social Inter. – individuales fueron también antesala
del interaccionismo.
Consideraciones Finales
Las diferentes concepciones sociológicas sobre las familias elaboradas por estos tres
autores de la escuela alemana son producto, en gran medida de la crisis social que
vivía el país en ese momento histórico de lucha entre la naciente burguesía capitalista
y el enraizado poder feudal, por ello todas en alguna medida comparan su actual
familia alemana con la anterior extendida y patriarcal. La reconoce como familia
nuclear nacida espacialmente de estas contradicciones donde el parentesco es
reducido a personas muy allegadas al núcleo familiar.
El matrimonio es reconocido como un nexo sumamente importante que deben
establecer el hombre y la mujer para la existencia familiar. Reflejan en sus
concepciones ideas importantes como la interacción, acción reciproca o acción social
que contribuye a la formación de la sociedad y de la comunidad como lo evidencian
Tonnies y Weber, o para la socialización base de la sociedad y la familia para Simmel.
El individuo es un punto centro en toda la teoría alemana y alrededor de el se mueven
fenómenos sociales como la economía, la cultura, la política y la moda; por ello es
entendido como un ente activo que reacciona no de una forma mecánica sino por una
voluntad y por un interés marcado; por ello reconocen en la familia a un institución
social dinámica.
La mujer , o el sexo femenino, fue un asunto de especial interés para Simmel , pues
desarrollo de una manera mas profunda la explicación de la diferencia entre los sexos,
Tonnies y Weber también tocaron esta idea , todos mantuvieron una posición
intermedia y solapada. Tonnies reconoce la subordinación de la mujer en el hogar, sin
embargo, el hogar necesita de armonía e intercalación conyugal; Weber no dice que la
mujer sea inferior solo que no tiene la voluntad de dominación adecuada y Simmel
ofrece las posibilidades de un desarrollo y ascenso femeninos pero no realizable
verdaderamente y lo refleja con su teoría de cultura objetivo y cultura subjetiva. Los
tres sostuvieron puntos de vista androsentricos. Esta escuela de sociología es un
puente entre el siglo XIX y el XX mas avanzado.
Abrió paso a nuevas concepciones que tomaron como centro indiscutible al individuo,
sus relaciones con la sociedad, interrelaciones y acciones. Estas teorías son la base
del pensamiento norteamericano muy interesado en la realidad empírica y en las
relaciones inter- individual o sea para la escuela de Chicago y para la corriente
integracionista que abre concretes el siglo XX estadounidense.
La escuela alemana fue un paso de avance en el entendimiento de la nueva familia
moderna, pero su punto más débil es en su concepción de género por ello dejó una
huella para futuras teorías que lograron una mejor explicación durante todo el siglo XX.
Capitulo II. Principales corrientes teóricas de la Sociología en el siglo XX sobre la
familia
Epígrafe 2.1El interaccionismo simbólico, una perspectiva diferente en los estudios de
familia
Es imposible obviar en esta explicación que uno de los antecedentes teóricos en las
formulaciones de carácter interaccionista se hallan en la Escuela Alemana
considerada en el capitulo anterior.
En Weber también existe la creencia de la debilidad y natural subordinación de la
mujer al hombre.
En su obra al igual que en la de Durkheim está presente la idea de la pérdida de
funciones de la familia tras el advenimiento de la modernidad y cómo el desarrollo de
la ciencia y la técnica ha provocado cambios al interior de la familia.
Las primeras formulaciones acerca del interaccionismo tienen fundamento en los
aportes de autores como George Simmel donde a diferencia de los sociólogos
anteriores no encontramos un desarrollo de la dinámica familiar: sin embargo sus
reflexiones se hacen válidas al brindarnos su análisis desde una perspectiva cultural,
donde se reconoce el origen de la familia inicialmente con un marcado carácter político
y real pero con el avance de la modernidad se va haciendo cada vez más psicológico
e irreal, podemos ver aquí la valoración de las influencias de la modernidad en la
familia como fueron valoradas por Weber con su idea de la pérdida de funciones de la
misma, además se pueden apreciar los primeros rasgos de la influencia de la
psicología en las ciencias sociales.
Este reconoce la complejidad de la familia al establecer la existencia de lo que él
denomina su doble función sociológica. Por un lado la concibe como una ampliación
de la propia personalidad, una unidad de la que se siente latir la propia sangre, unidad
cerrada frente a las demás unidades sociales comprendiéndolas como miembro de
ellas, mientras que por otro lado se diferencia de todas las demás unidades y elabora
una manera de existir propia y una posición frente a otras organizaciones sociales.
Burgess se apoya en la metodología weberiana de los tipos ideales para explicar sus
ideas sobre el proceso de diferenciación histórica de la familia y así argumenta el por
qué de la transición de la tradición institucional a la tradición grupal. Su enfoque
microsociológico sobre la familia se consolidó a través de una visión y una práctica
investigativa empírica que potenciaba la metodología cualitativa. Trabajó en el
desarrollo de una metodología longitudinal en la investigación sobre familias que
intentaba explicar a esa entidad en una perspectiva de desarrollo, pero de su progreso
interior a través de las etapas de su ciclo vital.
La tendencia que se desarrolla en la sociología dentro de los estudios de la Escuela de
Chicago en la década del 20 y el 30 del pasado siglo abren un debate en torno a las
posibilidades que brinda la perspectiva cualitativa de la metodología centrada en las
historias de vida y la observación participante para la investigación sociológica. En la
década del 40 pasa a predominar el enfoque cuantitativista a través de los estudios de
la universidad de Columbia, especialmente con el empleo de técnicas cuantitativas
como la encuesta. En ese período el criterio que primaba era el del uso del enfoque
cualitativo con el objetivo de buscar datos cualitativos, descriptivos como fase
exploratoria da la investigación cuantitativa con el objetivo de verificar hipótesis
teóricas.
La Escuela de Chicago
La propuesta para este análisis alcanza nuevas dimensiones si se toma en cuenta las
consideraciones de Mead, este considera el grupo familiar como un sistema de
respuestas organizadas para la formación del self.
En cualquier proceso cooperativo, como el de la familia, el individuo provoca una
reacción en los otros miembros del grupo.
Mead no perdió de vista el contenido institucional de la familia, su significado social lo
basaba en ser la respuesta común a hábitos vitales en la comunidad. Para él, las
instituciones debían ser de orientación que promovieran libremente la creatividad y la
autonomía de la persona.
La familia , por supuesto, es significativa, y podemos decir que la familia existe antes
que el hombre. Hay no sólo la necesaria relación entre padre e hijo que se debe al
periodo de la infancia, sino también a la relación entre los sexos, que puede ser
relativamente permanente y que conduce a la organización de la familia.
Por su parte el reconocimiento de la acción social, clarificó y vino a acentuar los
procesos microsociológicos y de interacción social, haciendo más comprensible la
síntesis interaccionista ratificando la primacía de la sociedad por un lado y por otro, los
significados y valores interiorizados por el individuo en el grupo en el cual se
desenvuelve. El marco grupal, como otro generalizado, conciliaba los procesos de
socialización e individualización haciéndolos independientes.
No sólo hay un periodo fisiológico de la infancia, sino que esta se extiende de tal
modo, que representa aproximadamente un tercio del término medio de vida del
individuo. Corresponde a ese periodo la relación paterna con el individuo ha sido
prolongada mucho más allá de la familia, el surgimiento de escuelas y de instituciones
tales como las implicadas por la iglesia y el gobierno, es una extensión de la relación
paterna.
En Mead no hay un marcado pensamiento referente al matrimonio ni a la relación
hombre – mujer pero si se ponen de manifiesto claramente las funciones de la familia
en la construcción del self y la puesta en funcionamiento en correspondencia con lo
referente a las etapas del acto unidad en la interacción al interior de la familia. Este
tipo de valoraciones tampoco puede apreciarse en el pensamiento de Cooley, carece
de valoraciones en cuanto a estas cuestiones y se inclina más a la socialización en el
grupo primario.
Burguess
Burgess presentó a la familia como una unidad interactiva en la que cada uno tenía
una posición y un rol que desempeñar dentro de una estructura jerarquizada. Durante
el proceso de interacción los actores perciben los patrones de conductas, forman sus
expectativas sobre el resto de sus miembros y definen la situación social de la familia.
La interacción se produce al nivel simbólico y de muy diversas maneras: conflictiva,
autoritaria, conciliadora, cohesiva, etc. . Para Burgess la visión institucional de la
familia se justificaba solo en el pasado, cuando esa era su forma natural, que ella
adquiría determinada por factores como las leyes, la moral, la opinión pública, la
tradición, la disciplina rígida impuesta por el cabeza de familia y los rituales. En las
sociedades modernas – para este sociólogo – la familia adquiere una nueva forma que
él denomina “companionship” y que define como una sociedad más democrática,
basada en el consenso familiar, con alta movilidad, que se expande en medios
urbanos y se reorganiza, por solo mencionar algunas de sus características.
En este sentido nos dice que la naturaleza humana tiene la capacidad de tener
imágenes sociales; para ponerse en el lugar de otra persona, y mirarse, en el espejo
de las actitudes de otras personas, y ocuparse de papeles humanos como la realidad
social lo demanda de la personalidad, es necesario mirarlos no como absolutos pero si
como concerniente a la situación de social. Se vuelve a evidenciar en su pensamiento
la idea de la reflexividad social del pensamiento weberiano que atraviesa a su vez el
de Cooley y el de Mead.
Bajo estas condiciones el niño desarrolla una personalidad integrada con mayor o
menor grado de conflicto entre los papeles que él desempeña en lo referente a otros
miembros de la familia. Donde alcanzar una madurez social implica el logro de una
organización estable de la vida en la cual los valores de la persona sean coordinados
e integrados por un valor o una filosofía central de la vida. Algunas personas pasan de
niñez en un estado del adulto sin experimentar la tensión de la adolescencia.
La idea de la funcionalidad de la familia en cuanto a socializadora y formadora de la
personalidad en los valores sociales, normas interiorización de conductas y patrones
es reiterada en el pensamiento de Burgess aunque esto sucede en mayor medida en
su pensamiento a través de las relaciones parentesco que se establecen en la familia.
Un alto grado de integración al interior de la familia puede ser alcanzado por influencia
de una diversidad de factores entre ellos se encuentra la presión de la comunidad o
puede ser obtenido por el afecto mutuo, la comprensión, intereses comunes,
relaciones democráticas entre las correspondencias marido - esposa, y entre los
padres y los niños, como en la familia del compañerismo.
La armonía en nuestra familia que resulta de la relación democrática o del
compañerismo, ayuda a entender cómo en la unidad de la familia emergen fuerzas
que están en conflicto. Podemos decir que una unión moderna es un equilibrio de dos
grupos de fuerzas, las que van en sentido de la integración y ésas que van en sentido
desintegrativo. Que la unión estable tal que los integrantes predominan fuerzas
integradoras. Inversamente, en la unión inestable la supervivencia es amenazada por
la posibilidad de que las fuerzas quebrantadoras pueden ganar ascenso.
La unidad en la Familia
Los factores que influyen mayormente en la unidad de la familia puede ser analizados
a través de los componentes siguientes: afecto mutuo, interdependencia emocional,
comprensión, compatibilidad temperamental y consenso en valores.
Burgess utilizó las siguientes tipologías para representar a las diversas familias y sus
grados de unidad: (1) la familia rota, (2) la unión relativa de organización en la familia,
(3) habito limita la familia, (4) la familia altamente solidificada, y (5) la familia
dinámicamente unificada.
La familia quebrada. Las familias están quebradas por muerte, divorcio, debido a
discordia doméstica, y la separación. En una familia libremente organizada hay poca
integración. El hábito limita la familia se integra en base de respuestas habituales.
La familia altamente solidificada con la subordinación; del los miembros a un patriarca,
a un matriarca, o a un cierto concepto de la familia; unidad tal como familismo.
En la integración dinámicamente unida la familia evoluciona y se mantiene con la
participación voluntaria de sus miembros en la realización de un objetivo común.
Pretende solventar el problema social del orden (Las normas y la voluntad). Ofrece
una estructura de análisis que explica la sociedad como un conjunto de acciones que
equilibran los planos normativos y voluntarista.
Se hace preciso partir de que la Teoría sobre la familia de Parsons es una extensión
de su teoría funcionalista, ya que el quiere explicar las estructuras de la familia y sus
funciones y también como se relacionan en los diferentes tipos de sociedades.
Las relaciones hombre - mujer que comprenden también relaciones sexuales dan lugar
casi automáticamente al surgimiento de una familia lo cual demuestra que la
socialización dentro de la familia predispone al niño a asumir roles maritales y
parentales en su propio ciclo vital.
Las principales funciones que debe cumplir la familia dentro del sistema social son:
La socialización del niño.
La atención de las necesidades emocionales de los adultos
En el caso específico de la familia norteamericana puede ser caracterizada como un
sistema abierto, multilineal y conyugal.
La familia conyugal compuesta por padres e hijos es muy importante en los sistemas
de parentesco. Se dice que el sistema es conyugal porque se compone
exclusivamente de familias conyugales relacionadas ente si. Esta tesis esta
relacionada con su concepción funcionalista.
A consecuencia del tabú del incesto la relación estructural de familias se basa en el
ego; miembro común de la familia de orientación y la familia de procreación:
La familia de orientación es aquella en la que nace el ego y se compone por la madre,
el padre, y las hermanas y hermanos.
Mientras la familia de procreación es la fundada por el ego y consta de la esposa o el
marido –en dependencia del sexo del ego- y lo hijos e hijas.
En tanto la monogamia se refleja en la identidad terminolόgica del cónyuge así como
en el hecho de que los términos padre, madre, esposa y esposo solo son aplicables a
una persona a la vez. Por otra parte en ambos casos se asimila un status durante la
socialización.
La familia conyugal constituye la unidad domestica normal, es decir la unidad donde
los miembros aseguran en común la base de apoyo económico. Este tipo de familia
vive usualmente en un hogar separado de los padres de los cónyuges lo que los hace
totalmente independientes.
El principal apoyo estructural del sistema de parentesco es el vínculo matrimonial. La
elección del cónyuge se relaciona directamente con la característica del sistema por la
cuota de responsabilidad y de individualidad que tiene intrínseca.
Esto puede traducirse en que para el, es típico de las sociedades modernas la
preeminencia de la familia conyugal que se erige precisamente sobre la base del
matrimonio como la unidad fundamental de dicha institución. Concluyendo que la
familia funcional al sistema es la nuclear completa.
El sistema de parentesco tiene una gran influencia sobre el niño que disponen de
manera uniforme sus modelos de reacción emocional. De este modo se pueden
explicar los rasgos estables y sólidos de la orientación emocional adulta así también la
las orientaciones afectivas del niño se concentran en un marco muy reducido de
personas sobre todo por el carácter nuclear de la familia en las sociedades
industriales.
“La familia es un grupo solidario en el que status, derechos y obligaciones se definen
por la pertenencia al mismo y por las diferenciaciones de edad, sexo y vínculos
biológicos.
Dentro de la familia conyugal el papel competitivo dentro del sistema ocupacional lo
desempeña el marido y padre; quien es responsable del status y del sostenimiento de
la familia lo cual depende fundamentalmente del nivel de ingresos y del prestigio.
Las unidades familiares constituyen de este modo, las unidades de residencia de la
mayor parte de las poblaciones; y en la medida en que la unidad familiar es la unidad
de residencia aparece una relación muy intrínseca entre comunidad y familia, donde la
primera constituye el un agrupamiento de las unidades familiares.”
La socialización ocurre principalmente durante el proceso de desarrollo del niño y se
trata del aprendizaje de de todo lo que sea funcional con el sistema y se ajuste a las
expectativas de roles de la sociedad, también mediante este ocurre el proceso de
internalizar los valores en la personalidad del ego.
Las relaciones amorosas que siempre están cargadas de un gran simbolismo
expresivo ya sea de carácter erótico o afectuoso dentro del sistema social están
íntimamente relacionadas con el matrimonio, la reproducción y la paternidad. De allí
que estas relaciones se conviertan en un elemento sumamente importante dentro del
sistema familiar.
Parsons propone para las familias una especialización de las mujeres sobre las cuales
deben descansar los valores de integración de dicha institución.
“Los ejes de discriminación sexual se desarrollan en torno al proceso de formación de
la personalidad del niño y pueden destacarse: el tabú de la homosexualidad, que hace
que se desarrolle en el infante un impulso erótico profundo hacia la heterosexualidad
como uniformidad social central.”
Partiendo del modelo concreto de la familia moderna; la mujer debe presumir,
conseguir esposo, tener a los hijos, criarlos, educarlos en todo lo que guarde relación
con afecto, pero no debe trabajar y en caso de hacerlo debe ganar menos pera no
competir con el hombre. En tanto sobre el hombre recae la responsabilidad de
mantener económicamente a la familia, mantener relación con el mundo exterior así
como la representación social de la familia. “Al tener una ocupación o renta aceptable
lleva a cabo una función o una red de funciones esenciales para su familia en cuanto
el sistema le asegura un status dentro de la comunidad.”
Debe decirse que es propio del sistema familiar centrar en la madre los primeros
cuidados del niño y sobre este hecho se encuentran las bases de de la diferenciación
de roles entre los sexos esto se debe principalmente a las incapacidades propias del
embarazo, así como la falta de sustituto en la lactancia materna.
La diferenciación sexual del trabajo defiende la especialización de cada sexo en una
serie de roles que establecen sus diferencias. El hombre posee un rol instrumental
mientras el rol de la mujer es expresivo. Los cuales al unirse conforman la familia y
contribuyen al buen funcionamiento del sistema. Según su teoría de la
complementariedad en roles evita el conflicto y hace que desaparezca la competencia
en el matrimonio esto constituye para Parsons la base de la familia moderna.
“La figura materna es el modelo mas asumido por las niñas es por eso que en cuanto
adquiere la aptitud física necesaria, la niña comienza el aprendizaje directo de las
funciones femeninas adultas esto le proporciona la oportunidad para la maduración
emocional. En cambio el niño no dispone de manera inmediata del modelo de padre
para imitar debido fundamentalmente a la ausencia la mayor parte del tiempo de la
figura paterna y en cambio suele resultarle vergonzoso criarse como una mujer por
considerarlas como inferiores.”
Es de interés comprobar la tendencia a separar las funciones respectivas para cada
sexo que se sostiene sobre el atractivo femenino y el encanto sexual, tendencia que
se impone aun en contra del trato idéntico que se intenta dar a los sexos sobre todo en
el dominio de la educación y la libertad personal.
Los sistemas de roles se encuentran institucionalizados dentro de la sociedad, sobre la
base de las relaciones familiares.
La principal diferencia radica en la separación de funciones:
La función femenina primaria es la de ama de casa, esposa, madre, mantenedora de
la solidaridad en la relaciones matrimoniales apelando a los intereses sexuales del
marido, es decir una función domestica dicho de forma general.
La función del hombre implica una serie de tensiones propias de la estructura familiar
relacionadas con el empleo y la forma de ganarse la vida.
Parsons esta legitimando con esta diferenciación de roles su posición androcéntrica
que revela los intereses de la sociedad patriarcal en la que esta viviendo donde la
mujer es puro objeto de delicadeza y feminidad y el hombre representa en tanto la
virilidad y el poder.Aunque realmente esta división de los roles según el sexo esta
respondiendo a un anhelo por el mantenimiento del orden o como dijera Durkheim
para evitar la anomia.
Epígrafe 2.3 APORTES MÁS CONTEMPORÁNEOS A LA SOCIOLOGÍA DE LA
FAMILIA: LA TEORÍA FEMINISTA
“No hay actualmente ninguna sociedad donde las mujeres dispongan de las mismas
oportunidades que los hombres. Esta desigual condición causa considerables
discrepancias entre la gran contribución de las mujeres al desarrollo humano y su
pequeña participación en los beneficios.” 1
La Teoría Feminista se sitúa dentro de las teorías sociológicas del siglo XX junto a las
Teorías Interactivas, al Estructural Funcionalismo y al Marxismo. Ya en este siglo se
desarrolla una interpretación estática sobre la familia que privilegia el análisis de
formas estructurales y sus funciones, hay una introducción del análisis grupal de la
familia, se construye una teoría sobre su ciclo vital considerada una visión más micro
de su desarrollo, se elaboran metodologías muy diversas para los estudios empíricos
de la familia, el Feminismo académico contribuye a la formación de una interpretación
crítica desde una visión de género sobre la familia. En la actualidad se ha
institucionalizado un enfoque más cultural que busca articular visiones macro y micro
dentro de la familia.
La Teoría Feminista constituye esa parte de investigación reciente sobre las mujeres
que implícita o formalmente presenta un sistema de ideas general y de gran alcance
sobre las características básicas de la vida social y la experiencia humana
comprendidas desde una perspectiva centrada en las mujeres. En primer lugar, su
principal “objeto” de investigación, el punto de partida de todas sus investigaciones, es
la situación (o las situaciones) y experiencias de las mujeres en la sociedad. En
segundo lugar, considera a las mujeres como “sujetos” centrales del proceso de la
investigación; es decir, intenta ver el mundo desde el distintivo y ventajoso punto (o
puntos) de vista de las mujeres en el mundo social. En tercer lugar, la teoría feminista
es una teoría crítica y activista que actúa en nombre de las mujeres; su objetivo es
producir un mundo mejor para las mujeres y, por tanto, para toda la humanidad. 2
Así pues, el feminismo se define hoy como una filosofía, una disciplina de
conocimientos, una ética y una propuesta de transformación social sin precedentes en
la historia. Consultando el diccionario, acerca del feminismo dice: Tendencia a
aumentar los derechos sociales y políticos de la mujer; se le define también como
corriente política, social y cultural que tiene como objetivo erradicar la dominación y
elitismo en todas las relaciones humanas y/o como un movimiento social y político que
tiene un proyecto de sociedad diferente de la sociedad patriarcal.
Para estudiar esta perspectiva hay que partir, como toda teoría, desde su génesis y
aquí concuerdo totalmente con Geneviéve Fraisse donde dice que “…el discurso
filosófico de las mujeres y su diferenciación de sexos se halla necesariamente en la
encrucijada de la historia…” 3
3 Con este planteamiento inicia Geneviéve Fraisse su artículo: Del destino social al
destino personal. Historia filosófica de la diferencia de los sexos.
las mujeres. En este período se alzan las voces de mujeres de la figura de Olimpia De
Gouges y Mary Wollstonecraft, donde esta última afirma en el artículo X de su
Declaración que “si la mujer tiene derecho a subir al caldaso también debe tener el
derecho de subir a la tribuna” concediéndosele sólo la primera cuestión.
Es como respuesta a estas injusticias contra la mujer que se alzaron las voces
femeninas para exigir igualdad, pero no tanto igualdad de sexos, sino que se trate a la
mujer con respeto. Frases contra las mujeres realmente sobran rebasando lugares y
épocas históricas. Hiponax en una ocasión exclamó: “... Sólo hay dos días en la vida
en que la mujer sea fuente de alegría: el día de su boda y el de su entierro…” 5 esto
nos da la medida de la discriminación que a través de la historia ha sido víctima la
mujer.
"Las mujeres son los negros de la humanidad" cantarían años después Yoko Ono y
John Lennon para describir la verdadera cara de las relaciones entre hombres y
mujeres.
Sobre los años 20 el feminismo quedó absorto durante décadas hasta la eclosión en
los años 60. A este período se le puede designar como “crisis de transición entre dos
feminismos”. El resonante de esta etapa fue la publicación del libro de Betty Friedan
en 1963. Su mensaje central fue que “algo” estaba pasando entre las mujeres
norteamericanas, que denominó: “el problema que no tiene nombre”. Eran muchas las
mujeres que, a pesar de su feliz matrimonio y con grandes desenvolvimientos
económicos, no dejaban de sentir una sensación de asfixia, de vacío.
En una elaboración rigurosa con evidentes orientaciones libertarias, esta autora hace
suyas, de manera profundamente crítica, las perspectivas del evolucionismo, del
materialismo y del psicoanálisis, fundamentos de la revolución intelectual de la que el
feminismo es parte indisoluble. Al construir de Beauvoir el primer discurso filosófico
sobre las mujeres desde la óptica de las mujeres, muestra las falacias del
determinismo biologista para el que todo está preestablecido por la naturaleza, los
instintos y la anatomía; de la misma manera, discute con el materialismo clasista que
no reconoció a las mujeres como sujetos de la historia, y exhibe las limitaciones del
psicoanálisis cuya base es el postulado de que lo masculino es universal,
paradigmático, referente único de lo humano, mientras que lo femenino es simple
expresión de la carencia de lo masculino.
Así fue como ellas comenzaron a escribir su propia historia: una historia de la
humanidad en femenino, en la que las mujeres son protagonistas de la cotidianidad de
todas las culturas y en la que hay cosas más importantes que las gestas guerreras y
las maniobras políticas y diplomáticas de paladines en pugna; de una historia más
apegada a la vida de la gente y menos a la exaltación de los héroes de la violencia y el
patriarcado.
Dentro de esta segunda ola de feminismo encuentra su génesis el Movimiento de
Liberación de la Mujer, donde se le achacaba al capitalismo la opresión sobre la mujer
y el obrero. Aquí se manifiesta el extenso objetivo del feminismo, aplicable a todos los
que de una forma u otra son venerados de recriminaciones, tal y como hace mención
Bebel: “…la mujer y el trabajador tienen algo en común: están oprimidos…” 6 y donde
Engels muestra, igualmente, la suerte de la mujer vinculada a la historia de la
propiedad privada y desencadena esto en la emancipación femenina, pues
primeramente una catástrofe sustituyó el régimen del derecho materno por el
patriarcado, sometiendo a la mujer al patrimonio; pero la revolución industrial sería la
contrapartida de esta decadencia. 7
Al principio ya enarbolé como uno de los objetivos del feminismo su centro de atención
en la mujer, pero se hace un pequeño desvío a favor de todos los ciudadanos
oprimidos.
El feminismo de la diferencia coexiste con el radical, éste primero fue formado por
feministas radicales que evolucionaron abogando por identificar y defender la identidad
propia de la mujer y marcar bien sus señas diferenciales.
Ya después, en los años 80 se evidencia el vigor que fue perdiendo poco a poco el
feminismo, en comparación con las dos décadas anteriores. Ya los debates en torno al
sentido mismo del feminismo, su finalidad, objetivos y estrategias se han distanciado
mucho de lo que realmente se quiere, se ha llegado al punto de no saber,
prácticamente, de lo que se discute.
Lo que sucede es que el feminismo ha entrado en una nueva fase, más difícil de
analizar; además, una vez alcanzados los objetivos primarios que afectaban a todas
las mujeres por igual, ahora los intereses que surgen no siempre son coincidentes.
A pesar de los avances realizados por la mujer hacia la igualdad en Occidente, les
queda aún mucho por hacer, de acuerdo a las estadísticas internacionales.
· Las mujeres poseen nada más que el 1 de la riqueza del mundo, y ganan cerca del
10 de los ingresos, a pesar de conformar más del 51 de la población.
· Cuando se consideran el cuidado de los hijos y el hogar, la mujer trabaja durante
más tiempo que el hombre tanto en países industrializados como en países en vías de
desarrollo.
· Las mujeres tienen una representación legislativa mucho menor en comparación a la
de los hombres: Suiza posee el mayor número de mujeres con un 42, mientras que el
promedio mundial es del 9.
· En promedio la mujer gana un 30 menos que el hombre, incluso en iguales tareas.
Ante estas disyuntivas el feminismo sigue de pie, cada vez reforzando sus objetivos y
metas bien definidas, siguen manteniendo su voto a la igualdad de sexos, a la no
discriminación social de la mujer por el simple hecho de serlo, a cambiar la tesis de
que “el hombre sigue siendo su amo” 13 y que la mujer “está destinada a ser
sometida, poseída y explotada” 14 que durante años ha estado vigente.
Diderot considera que la inferioridad de la mujer ha sido en gran parte creada por la
sociedad. Beauvoir expone en su gran obra un ejemplo típico de este razonamiento;
escribe:
Esta teoría sociológica demanda la paz, y no la guerra, entre los sexos; las relaciones
de armonía sobre los conflictos. En cuanto a esta relación de igualdad o desigualdad
entre los sexos G. Fraisse realiza diferentes observaciones: por una parte la mujer
puede ser hija, esposa, madre y hermana, y es sólo esta última relación la que ubica a
la mujer en
15 Ibidem
16 Fraisse, Geneviéve: Del destino social al destino personal. Historia filosófica de la
diferencia de los sexos.
igualdad con el hombre. En cuanto a la división entre familia y ciudad sólo el hombre
está presente en ambos sectores, evidenciándose la libertad que le está vedado a la
mujer. Se puede apreciar que siempre el mundo que le fue destinado a la mujer, desde
tiempos remotos, fue el hogar; su mundo se limita solamente al espacio doméstico.
Es muy común oír que la era del feminismo comienza con los utopistas, pero también
con John Stuart Mill, que mantenía un fuerte compromiso con la igualdad de los sexos.
Se manifiesta en total desacuerdo con Auguste Comte en el hecho de que la biología
no podía ser la última verdad de la relación entre los sexos; las mujeres actuales son
productos de la educación, que es modificable. 17 Le otorga total igualdad a la mujer
con relación al hombre en cuanto “derecho político, lo mismo que en derecho civil, así
en la ciudad como en el espacio doméstico”. 18
17 Ibidem
18 Ibidem
19 Ibidem
Para Comte el matrimonio es, para las mujeres, la prohibición absoluta de dirigir o
ejecutar nada en la vida pública y la exclusión de la vida política y social. Por tanto,
para muchos autores el matrimonio no era más que otra forma de manifestar la
desigualdad de los sexos. El feminismo en contradicción con estos planteamientos
trata de lograr una equidad dentro del matrimonio y la familia, trata de desintegrar ese
disfraz de mujer obediente, capaz de dejar de vivir su propia vida para dedicarse a ser,
ante todo, madre y esposa.
La política del capitalismo le otorgó un gran paso de avance a la lucha femenina pues,
al disolverse la familia proletaria, introduce a las mujeres al mercado de trabajo
desarraigándolas de su espacio doméstico, esto da lugar al comienzo del proceso de
liberación de las mujeres. El trabajo asalariado es el primer paso a la autonomía de las
mujeres que se llevará a su punto culminante con el comunismo. Así se evidencia que
el fundamento de la emancipación femenina, así como el e una nueva estructura
familiar no es el derecho, sino la economía.
En los Manuscritos de 1844, Marx trata de darle una definición filosófica a la familia
como primera relación social y a la mujer como el ser natural que permite al hombre
crear esa primera relación social. El capitalismo lo que hace es reducir el papel de la
mujer a una mercancía y únicamente la evolución de la familia y del conjunto de las
relaciones sociales están en condiciones de restituirle su humanidad.
El Feminismo “trata de dar una voz a personas que raramente son escuchadas” 20,
haciendo entender al mundo que ninguno de los dos sexos aparece de entrada como
privilegiado, que ninguno está sometido; que la mujer no es una presa ni tampoco un
simple pretexto. La mujer es tan real como el hombre.
Esta teoría sociológica trata, desde sus inicios, de devolverle a la mujer esa libertad de
la que es dueña al nacer, esa libertad que el hombre ha tratado de vedarle; esa es la
lucha incansable de las feministas que a pesar de los logros que han tenido y los
obstáculos que han ido venciendo en el camino, todavía el “sexo débil”, como osan
mal llamarlo, es víctima de la discriminación.
20 Esta frase fue dicha por Oscar Lewis, célebre por sus estudios sobre los pobres en
América Latina. En este contexto yo utilizo la frase para referirme, generalmente, a las
mujeres.
Hoy, por vías paralelas y equivalentes que se acercan cada día más y en muchos
aspectos confluyen en una sola, con el feminismo se construyen la equidad y la justicia
que en otros tiempos fueron ideales, utópicos y materialistas, de las pensadoras y los
pensadores que además de comprender a las sociedades se propusieron
transformarlas. Las acciones afirmativas, con las que se hacen aquí y ahora cambios
concretos, son en gran medida resultantes de un feminismo incansable del que parten
muchas mujeres y algunos hombres.
Tal vez éste sea uno de los signos que desde ahora hayan de caracterizar al siglo XXI,
inicio de lo que se llama ya el milenio feminista.
No es corto el sendero recorrido desde los años sesenta...
CONCLUSIONES:
La familia es la institución más antigua creada por la humanidad, razón por la cual ha
sido una de las más analizadas por el pensamiento social desde la antigüedad hasta
nuestros días. En torno a ella convergen las ciencias más cercanas al estudio del
hombre como la Psicología, Historia y Sociología. Mientras que como objeto de
estudio, la Familia ha sido vocera de debates y diversas polémicas en cuanto a su
presencia histórica en las formaciones económicas y sociales, como sujeto de la
cultura y como unidad de vida social por excelencia.
La Sociología de la Familia es una disciplina que ha mostrado variación y fundamento
en la teoría sociológica y profundizar en ella nos ha servido para adentrarnos en su
complejidad y reconocer sus principales dimensiones.
La representación de la familia ha sufrido cambios con la irrupción de la modernidad y
del modo de producción capitalista, así como, las etapas de auge y crisis de sistema y
la influencia de las guerras. Estas transformaciones fueron representadas por los
clásicos de cada una de las numerosas escuelas de forma diversa. Unos legitimadoras
de la subordinación de la mujer con respecto al hombre al interior de la institución
familiar; mientras otras ofrecieron un discurso cuestionador de dicha legitimidad
androcéntrica.
Este trabajo permitió profundizar en conceptos como parentesco, matrimonio y
reconocer a la familia como núcleo original, autónomo, proveedor de afecto para la
persona, en tanto la familia nuclear se distinguió en el pensamiento social como
representativa de la familia moderna. Las tendencias en las escuelas iniciales
advirtieron su naturaleza macrosocial y objetiva y su posición estructural; mientras
otros en el siglo XX señalaron otros caracteres más precisos como: ser un
componente básico para la formación de la personalidad, por jugar un importante
papel en el proceso de socialización.
Se suele pensar en familia de forma general como una entidad social destinada para la
sexualidad y la reproducción; por ser una institución encargada de la regulación social
de actividades con bases biológicas definidas; en particular el sexo y la reproducción;
pero su gran complejidad hace posible que no exista un modo único de estudiarla y
que en consecuencia; emerjan un sin numero de valoraciones derivadas de
presupuestos, métodos y estilos científicos diferentes.
En este trabajo se ha intentado hacer un recorrido cronológico por esas valoraciones
que van desde el Positivismo hasta el Feminismo y marca gran parte de los siglos XIX
y XX.
El recorrido histórico ha permitido identificar tres posiciones en relación al tema de los
sexos en la familia: La primera es iniciada en los estudios de F. Le Play.
La obra de Le Play es pionera en los estudios sociológicos de la familia. Legó una
importante producción intelectual a la Sociología de la Familia. Él desde su defensa
del pasado, por la sociedad tradicional, tuvo una percepción de la mujer subordinada
al hombre, asignándole las tareas de crianza y educación de los hijos; mientras que el
hombre, en la cima de la jerarquía familiar era el encargado de sostener y proteger a la
familia (esposo e hijos). Su preocupación fundamental era el restablecimiento de la
familia tradicional (patriarcal), situándola como garantía del orden social. La estructura
más elemental sobre la que s erige el orden familiar, Le Play la concibe en el
matrimonio, desechando la posibilidad de la ruptura matrimonial, ante un indisoluble
lazo conyugal.
En relación con el pensamiento de Emile Durkheim, este ha llegado a considerarse
como uno de los representantes más importantes de la corriente positivista, y sus
aportes a la teoría sociológica de la familia han marcado pautas en el desarrollo de
esta disciplina.
Durkheim, al igual de Le Play, defiende una posición de superioridad del hombre
respecto a la mujer, pero la justifica con lo que él llamó la división sexual del trabajo
que se ha producido en las sociedades modernas. Esta división genera
diferenciaciones funcionales que hacen a las partes actuantes complementarias.
En su obra El Suicidio, Durkheim, desde un enfoque androcéntrico pone de relieve la
defensa del matrimonio de por vida. A pesar de que en sus investigaciones
estadísticas las tasas de suicidios arrojaban que los hombres que más se suicidaban
eran los divorciados y las mujeres, las casadas, Durkheim concluye que la solución
estaba en ponerle trabas al divorcio.
Otra postura distinta fue la del Marxismo; ésta nace con el desarrollo del capitalismo y
el surgimiento del proletariado y la burguesía. Esta teoría contribuyó a que
posteriormente se desarrollaran teorías de liberación, ya que no legitima las
diferencias entre los sexos, sino que las denuncia y aboga por la emancipación de la
mujer como un ente activo de la sociedad. Denuncia en su mayoría la penosa
situación de la clase obrera, sobre todo la de la mujer insertada en el mercado de
trabajo.
Un principal aporte de esta concepción marxista es que la relación entre los sexos no
fue analizada solamente desde el punto de vista familiar sino que también en el ámbito
del sistema productivo.
La concepción del progreso familiar en la teoría marxista plantea que todas las
sociedades se iniciaron por un estado de promiscuidad sexual y transitaron por
diferentes formas, que representan los diversos momentos de organización de las
relaciones sexuales, hasta concluir en la monogamia moderna que Engels denomina
histórica porque se le exige sola y jurídicamente a la mujer.
La escuela alemana finalizo el siglo XIX y abrió el XX con un análisis del factor
subjetivo como fuente de exploración para la sociedad, por ello la comprensión de la
familia tomo como centro al individuo, sus relaciones con la sociedad, interrelaciones y
acciones.
Las profundas transformaciones capitalistas dieron una sacudida al pensamiento
alemán y con la nueva división del trabajo se comenzó a considerar a la familia como
esencialmente nuclear; las relaciones familiares comprendían al padre, la madre y los
hijos y el parentesco era reducido, visto fundamentalmente como la unión
desinteresada de estos miembros de la familia cuyo nexo imprescindible es el
matrimonio; es él quien da inicio a la formación de una institución familiar que va a
legitimar la posición del hombre como jefe de familia, por tanto defiende una posición
androcéntrica en cuanto a la desigualdad de género.
Simmel enunció la desigualdad entre los sexos pero su teoría no alcanzó un nivel
crítico y terminó por legitimar la posición anterior.
Esta escuela abrió paso al interaccionismo simbólico en Estados Unidos, precisamente
por su modo de comprensión de la familia como centro de interacciones individuales.
En el ámbito de las ideas interaccionistas se entiende a la familia como un grupo en
interacción donde se definen roles condicionados por las estructuras de parentesco y
dentro de esta relación muchos autores de esta corriente depositan gran potencialidad
en el matrimonio como determinante de los fines familiares, en cuanto a expectativas,
valores, se socializan en la familia.
Al interior de esta corriente a lo largo de la historia se ha dado un desplazamiento en la
concepción de familia como grupo social primario hacia institución social en interacción
con otros a nivel social y a la vez el desplazamiento que se da en cuanto a las ideas
psicologistas que atraviesan toda la producción intelectual en cuanto a esta temática
desembocando en el constructivismo.
Más adelante la aproximación funcionalista más reconocida respecto al tema la hace
Talcott Parsons quien describe a la familia como una organización de individuos que
como sistema asegura atender su estructura, funcionamiento y roles así como
conservar rasgos y aptitudes entre sus miembros.
La incidencia de la modernidad lo lleva a definir esta institución como nuclear y
conyugal relativamente aislada del parentesco amplio que reposaba básicamente en el
matrimonio, siendo su vez unidad de residencia y consumo. Con tales características
se consideraba como indispensable para la estabilidad social constituirse
continuamente como fuente de socialización del niño y estabilidad de la persona adulta
en tanto diferenció roles según sexo.
La familia parsoniana se orientaba hacia la reproducción de las expectativas de
actores sociales. El padre debía ser cabeza de familia instrumentalmente debía
determinar el status de esta a través del ejercicio de su profesión y a la vez se instituía
como proveedor material de la misma; mientras la esposa y la madre ligada
afectivamente y mayoritariamente al círculo doméstico debía dedicarse al cuidado de
los niños y el hogar. Convirtiéndose en mérito de esta teoría la visión del aprendizaje
de los roles como punto crucial para la transmisión de valores.
El desarrollo más contemporáneo sobre la familia aparece con el Feminismo. Este es
un movimiento social que, entre sus pretensiones, está el enfrentar los esquemas de
pensamiento andocéntrico (característica de las teorías anteriores). En esta teoría se
define a la mujer como un ente creador y activo, se trata de ubicar a la mujer en la
esfera política y social, donde se romperían las barreras que constituían para ellas el
espacio doméstico.
La mujer ya no es considerada un sexo débil o “segundo sexo” sino se le comienza a
dar la verdadera importancia social y la libertad que le pertenece al nacer; libertad que
le es vedada socialmente. Ya no es la persona que cumple dentro de la familia un rol
procreador, que se limita a su papel de madre y esposa.Ya no se habla de
subordinación y de desigualdad de sexos sino una relación de equidad, paz y armonía.
BIBLIOGRAFÍA