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Ideario Bolivariano

Este documento describe la influencia de Simón Rodríguez en la vida de Simón Bolívar. Rodríguez fue el maestro de Bolívar cuando era niño y le enseñó con métodos revolucionarios. Más tarde, Rodríguez inspiró las ideas independentistas de Bolívar y lo acompañó en la lucha por la independencia de Venezuela y otros países. Bolívar consideraba a Rodríguez como su mentor y guía, y dijo que él le enseñó los ideales de libertad, justicia y grandeza.

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Este documento describe la influencia de Simón Rodríguez en la vida de Simón Bolívar. Rodríguez fue el maestro de Bolívar cuando era niño y le enseñó con métodos revolucionarios. Más tarde, Rodríguez inspiró las ideas independentistas de Bolívar y lo acompañó en la lucha por la independencia de Venezuela y otros países. Bolívar consideraba a Rodríguez como su mentor y guía, y dijo que él le enseñó los ideales de libertad, justicia y grandeza.

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA


MISION SUCRE ALDEA “CERRO AZUL”
EL PINTO – EDO. MONAGAS

Influencia de Simón Rodríguez y su


importancia en la vida del libertador

Asignatura: Autor
Ideario Bolivariano TSU. Antonio Leiba
C.I: 13.248.844

Febrero 2022
INTRODUCCION

La historia nunca le ha correspondido a Simón Rodríguez con el reconocimiento que


merece el empeño vital que siempre tuvo por la educación de las clases populares.
Influenciado por los filósofos franceses de la Ilustración, promovió la formación de los
ciudadanos por medio del saber para que alcanzaran la libertad a través de revoluciones
del conocimiento. Sin embargo, ni la originalidad de sus pensamientos, ni la excentricidad
de sus métodos lo ayudaron a ser comprendido ni entendida la trascendencia de lo que
proponía: aplicar los revolucionarios métodos europeos del siglo XIX a la colonizada
América para librarse de sus opresores.
La educación fue lo que dio sentido a su existencia: lectura, aprendizaje de idiomas,
viajes. Se convirtió en un cosmopolita ansioso por aplicar su pedagogía educativa en
cualquier lugar del mundo donde requirieran su presencia y también por este motivo se
arruinó en varias ocasiones.
Simón Rodríguez, dejaba huellas imborrables en los corazones de sus estudiantes
alimentando su curiosidad por aprender usando revolucionarios métodos de enseñanza, y
formando mentes críticas, autónomas e inquietas. Fue uno de los intelectuales
americanos más importantes de su tiempo, destacando por su profundo conocimiento de
la sociedad hispanoamericana, el cual posteriormente trasmitirá a Simón Bolívar al
desempeñarse como su maestro y mentor.
Don Simón Rodríguez, no solo fue el maestro del Libertador, fue su guía y consejero,
influenciando su vida al punto que Bolívar en una carta le expresó “Usted formó mi
corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido
por el sendero que usted me señaló. Usted fue mi piloto...".
Influencia de Simón Rodríguez y su importancia en la vida del libertador
culminando con el juramento histórico en el monte sacro .
Con su pluma, sus ideas, conocimientos, filosofía y pedagogía, Simón Rodríguez se
encargó junto a Andrés Bello de educar e inspirar al futuro Libertador de América.
Pero, ¿quién fue Simón Rodríguez? Nació en Caracas el 28 de octubre de 1769. De sus
padres no se sabe nada, pero sí que vivió en casa del sacerdote Alejandro Carreño, de
quien tomó su apellido para ser conocido como Simón Carreño Rodríguez. De todas
formas, hay indicios de que tal vez aquel sacerdote haya sido su verdadero padre y de
que su madre haya sido una tal Rosalía Rodríguez, descendiente de canarios.
La instrucción que recibió seguramente de Carreño le permitió un cargo como profesor de
la “Escuela de Lectura y Escritura para Niños” de Caracas. Sin embargo, nunca sería un
burócrata pasivo y publicaría una crítica titulada “Reflexiones sobre los defectos que
vician la escuela de primeras letras en Caracas y medios para lograr su reforma por un
nuevo establecimiento”. De aquella chispa sería testigo Simón Bolívar, quien estudiaba en
aquella escuela siendo apenas un niño.
La influencia intelectual de Rodríguez era clara: Jean-Jacques Rousseau, autor de “El
contrato social” y de “Emilio, o De la educación”. De esas páginas sacaría el maestro una
concepción revolucionaria de cómo deberían estar dispuestas las cosas en este mundo y
de cómo debería ser el modelo educativo de América. Muchos años después, en una
carta que Bolívar enviaba a Francisco de Paula Santander en 1824, el Libertador
describió a su maestro como un hombre que “enseñaba divirtiendo”.
Simón Rodríguez se convirtió en un gran escritor de densas obras de contenido histórico y
sociológico, y sin duda fue uno de los grandes conocedores de la sociedad
hispanoamericana.
Rodríguez repitió una y otra vez: “Yo no pido que me den, sino que me ocupen, que me
den trabajo. Si estuviera inválido, pediría ayuda. Sano y fuerte debo trabajar. Solo
permitiré que me carguen a hombros, cuando me lleven a enterrar”.
La amistad entre Bolívar y Rodríguez hizo que el maestro apoyara al Libertador no solo en
la gesta independentista sino también en lo relativo al amor, pues se sabe que varias
veces fue el puente de comunicación entre Simón Bolívar y Manuelita Sáez.
En todo caso, el interés de Rodríguez por la Independencia comenzó mucho antes.
Participó en el Movimiento Revolucionario de Gual y España, y ante el fracaso de este,
abandonó el país y se trasladó a Jamaica, donde cambió su nombre por el de Samuel
Robinson para evitar cualquier vengativa por parte de las autoridades del rey.
Más tarde, junto a Bolívar, Samuel Robinson recorre Europa y acude a la coronación de
Bonaparte como rey de Italia y de Roma para luego volver a América de nuevo bajo el
nombre de Simón Rodríguez. Fue nombrado por Bolívar Director de la Educación Pública,
Ciencias, Artes Físicas y Matemáticas”, y de “Minas, Agricultura y Vías Públicas” de
Bolivia, pero no se la llevaba bien con el presidente de aquel país, Antonio José de Sucre,
y prefirió renunciar a sus cargos para dedicarles la vida a la educación y a la escritura
errando entre Perú, Ecuador y Chile.
Su lucha terminó en el distrito de Amotape, Paita, Perú, cuando murió el 28 de febrero de
1854. Sus restos descansan en el Panteón Nacional de Venezuela.
Simón Rodríguez expresaba con frecuencia: “No quiero parecerme a los árboles, que
echan raíces en un solo lugar; sino al viento, al agua, al sol, a todas esas cosas que
marchan sin cesar”.
Otro de sus pensamientos importantes fue: “El título de maestro no debe darse sino al que
sabe enseñar”.
Según el historiador y profesor de la Universidad Metropolitana de Caracas y de la
Universidad del Rosario en Bogotá, Rafael Arráiz Lucca, Simón Rodríguez tuvo en
Venezuela una gran importancia educativa, “en el ámbito pedagógico. Tuvo algunas
proposiciones que en su momento fueron importantes sobre todo en establecer una
educación vinculada con el trabajo. Creo que allí estaba uno de sus mayores aportes, que
se educara para trabajar y formar ciudadanos”.
El historiador comentó que Rodríguez también hizo un trabajo de diagnóstico en la
educación venezolana que fue muy importante en los tiempos coloniales.
Como anécdota, Arráiz recordó cuando el Libertador dejó en Bolivia como presidente a
Antonio José de Sucre: “Rodríguez llegó a Bolivia con unos planes educativos y se los
presentó a Sucre, pero el mariscal le envió unas cartas al Libertador diciéndole que las
ideas de Rodríguez eran un poco descabelladas, que tienen pocas posibilidades de
instrumentar en la naciente República de Bolivia y que por favor le diese instrucciones
para saber qué le debía responder a Rodríguez”.
Pero más allá de la respuesta Rodríguez renunció con un célebre alegato: “La América
española es original, originales han de ser sus instituciones y su gobierno, y originales sus
medios de fundar uno y otro. O inventamos, o erramos”.
Si hay alguien a quien se le deba agradecer parte de nuestra historia es a este ilustre
Simón Rodríguez, pues no solo fue el maestro más influyente de nuestro libertador sino
que además representó uno de los más grandes intelectuales americanos de su tiempo.
Importancia en la vida del Libertador
En mayo de 1791 cuando ya tenía 21 años, el Cabildo de Caracas le dio un puesto como
profesor en la Escuela de Lectura y Escritura para Niño. En esta escuela tuvo la
oportunidad de ser el tutor del futuro libertador Simón Bolívar.
El tutor de Bolívar, Carlos Palacios y Blanco, decidió enviar a Bolívar a vivir con Simón
Rodríguez porque no podía atenderlo personalmente. Ante la perspectiva de vivir con
Rodríguez, el 23 de julio de 1795 Bolívar se escapó de la casa de su tío Carlos para
refugiarse en la casa de su hermana María Antonia, quien ejerció su custodia temporal,
hasta que la Real Audiencia de Caracas resolvió el litigio judicial y devolvió a Carlos
Palacios la custodia de Bolívar. Este trató de resistirse, pero fue sacado por la fuerza de
casa de su hermana y llevado en volandas por un esclavo hasta la humilde casa de
Rodríguez. Bolívar tuvo que compartir el espacio con otros veinte niños en una casa no
apta para ello, y por ello escapó de allí un par de veces, en las que terminó volviendo por
orden de los tribunales. Sin embargo, la relación con el que más adelante llamaría mi
maestro fue fructífera, y se mantuvo hasta que Bolívar cumpliera 14 años. No hay duda de
que Simón Rodríguez ejercería gran influencia en el carácter y pensamiento libertario del
futuro Libertador.
En 1794, Simón Rodríguez presentó un escrito crítico, Reflexiones sobre los defectos que
vician la escuela de primeras letras en Caracas y medios de lograr su reforma por un
nuevo establecimiento. Fuertemente influenciado por el Emilio (Rousseau) Emilio de
Jean-Jacques Rousseau, Simón Rodríguez desarrolló una revolucionaria concepción de
lo que debía ser el modelo educativo de las naciones americanas. En 1824, el mismo
Bolívar ―en carta al general Santander― decía que su maestro «enseñaba divirtiendo».
Este espíritu que intentaba romper con las rígidas costumbres educativas del colonialismo
español se reflejaría en toda la obra y el pensamiento de Simón Rodríguez.
Don Simón Rodríguez, no solo fue el maestro del Libertador, fue su guía y consejero,
influenciando su vida al punto que Bolívar en una carta le expresó “Usted formó mi
corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido
por el sendero que usted me señaló. Usted fue mi piloto...".
Juramento del Monte Sacro
Simón Rodríguez se reencontró en Francia con su discípulo Bolívar en 1804, continuando
su influencia sobre el pensamiento de este y siendo figura decisiva del rumbo que tomara
la vida del Libertador de ahí en adelante. Juntos Salieron de viaje y llegando a Roma el 15
de agosto de 1805, Simón Rodríguez junto a Fernando Toro fueron testigo de juramento
expresado por Bolívar, en el que se compromete a dedicarse por completo a la causa de
la independencia de Hispanoamérica. En este juramento Bolívar expreso “Juro delante de
usted, juro por el Dios de mis padres, juro por mi honor y juro por mi patria, que no daré
descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos
oprimen por voluntad del Poder Español”
CONCLUSION

Hoy en día los pensamientos de este célebre educador siguen en pie, ya que la educación
es la base de una sociedad. El mismo Rodríguez dio ejemplo de sus ideas con su propia
vida y nunca desdeñó el trabajo. Para sobrevivir, cuando no conseguía trabajo como
maestro, se ocupó en los oficios más humildes como fabricar velas o jabones, y durante
su larga vida repitió una y otra vez: “Yo no pido que me den, sino que me ocupen, que me
den trabajo. Si estuviera inválido, pediría ayuda. Sano y fuerte debo trabajar. Sólo
permitiré que me carguen a hombros, cuando me lleven a enterrar”.
Bibliografía
Internet:
https://es.scribd.com/document/288649752/Influencias-Del-Maestro-Simon-Rodriguez-en-
El-Libertador
https://elpais.com/internacional/2018/10/28/america/1540732409_091457.html
https://www.monografias.com/docs/Influencia-de-sim%C3%B3n-rodr%C3%ADguez-en-el-
pensamiento-F34SYYTFCDG2Y

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